Como quizá ya sepan, y si no los saben ahora se lo decimos, andamos enfrascados en la organización del Evento Ciencia JotDown 2014, que contará no solo con la presencia de un ingente número de lectores, esperemos, sino también con los ganadores del concurso de textos de divulgación y de narración científica. Pero valorar la calidad de una historia de ciencia-ficción exige tener previamente unas referencias con las que compararla, un canon. ¿Qué títulos incluir en él y en qué orden? No es sencillo, dado que pueden juzgarse según varios aspectos: su nivel literario, su rigor científico, su capacidad predictiva… etc. Todas estas cuestiones han provocado una animada discusión que ha ido ganando en apasionamiento hasta que uno de nuestros redactores ha intentado estrangular a otro. Cuando finalmente logramos separarlos hemos convenido que la mejor manera de resolverlo era apelando al comodín del público. Así que voten por favor, añadan algún otro título si lo desean e incluso envíennos su propio relato si se encuentran particularmente inspirados.
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Contacto
Carl Sagan, además de haber sido un notable científico, excelente divulgador y maestro de Neil deGrasse Tyson, tiene otro logro, el mayor de todos ellos y que le garantiza la eternidad: fue el autor de las placas que portan las sondas espaciales Pioneer 10 y 11, que permitirán a los extraterrestres hacerse una idea de lo que somos. Con semejante tarjeta de presentación quizá se hagan muchas ilusiones creyendo haber encontrado a sus almas gemelas en el universo y tras aterrizar aquí se lleven una decepción gordísima, quién sabe. Es una cuestión sobre la que se podría especular largamente y el propio Sagan lo hizo en su único y muy celebrado escarceo con la ficción. En esta novela posteriormente llevada al cine sin mucho acierto, la radioastrónoma Ellie Arroway se encuentra un misterioso mensaje extraterrestre durante su trabajo en el programa SETI. Resulta ser una respuesta al discurso de Hitler emitido por televisión durante los Juegos Olímpicos de Berlín, pues esa es la única comunicación nuestra que les llegó a los alienígenas. Viendo la parrilla televisiva actual podría haber sido peor.
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Guía del autoestopista galáctico
Durante millones de años ser escritor de sci-fi conllevaba en mayor o menor medida cultivar patillas optimistas y lucir una solemnidad inversamente proporcional a la capacidad de reconocer que quizá alguien que escribe sobre tostadoras con sentimientos no debería de tomarse el universo tan en serio. Tendría que llegar Douglas Adams y pasarle a todo el mundo una toalla por los morros para construir la epopeya más espectacular y descojonante del género. Robots depresivos, delfines agradecidos, comunas espaciales que llevan generaciones pillándose un pedo en la misma fiesta, viajes en el tiempo y antihéroes bicéfalos. Hay más ciencia ficción pura en la trilogía de cinco libros de Adams que en toda la literatura de ideas. La Guía arranca como debe de ser, aniquilando a la humanidad para construir una autopista, y en el fondo es el único libro de la historia que contiene la, universalmente reconocida como válida, respuesta a TODO.
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1984
De la más célebre distopía que se haya imaginado no es del todo exacto decir que sea profética, puesto que George Orwell al fin y al cabo se basó en lo que fue la vida cotidiana para millones de personas tanto en la Alemania nazi como en el régimen estalinista. Pero sí fue capaz de definir las señas de identidad del totalitarismo, hacérnoslo distinguible al caricaturizarlo y advertirnos de algunos de sus síntomas. Muchos de los términos de esta novela —la «neolengua», la «policía del pensamiento», los «dos minutos de odio»…— se han hecho tan enormemente populares que ya forman parte del discurso político contemporáneo. Y es que resulta curioso recordar por ejemplo esto cada vez que uno ve un informativo. ¿Se imaginan una sociedad en la que las autoridades y los medios de comunicación magnificasen alguna amenaza, fomentando la paranoia en la población, uniéndola frente a un enemigo común y dando lugar a un estado de excepción continuado? Mera fantasía, como este libro.
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La guerra de los mundos
Si algún día vienen los extraterrestres será para invadirnos, matarnos y esclavizarnos, esa es la idea que tenemos firmemente asentada en nuestras cabezas. En parte se debe a nuestro conocimiento de la historia, ya que las sociedades más primitivas siempre han acabado calamitosamente tras contactar con otra más avanzada. Y por otro lado debido a las numerosas historias de ficción al respecto, puesto que siempre suele dar más espectáculo una guerra apocalíptica que un contacto diplomático pacífico con un señor verde. Esta novela de H. G. Wells de finales del siglo XIX fue la pionera en la representación de una invasión marciana. Pero no conforme con describirnos a monstruos llegados de muy lejos terriblemente destructivos y feroces, Wells también nos mostró a ese otro que llevamos dentro dispuesto a salir cuando el orden social se desmorona.
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¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
La ciencia ficción es sin duda el género que mayor profundidad filosófica permite alcanzar y esta novela de Philip K. Dick es un buen ejemplo de ello. Qué mejor manera de invitarnos a pensar sobre el sentido de la vida que hablándonos de una vida sintética. Aunque se le fue la mano con la fecha —1992 ya se nos hace un poco añejo para imaginarlo futurista— en nuestro tiempo rara es la semana en la que no aparece en los medios algún avance en torno a la manipulación genética. También aborda otros asuntos como la religión, la guerra nuclear y la contaminación, pero si hay algo a destacar en esta obra es el haber servido de inspiración a una de las mejores películas de la historia.
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Dune
En el complejo universo ideado por Frank Herbert (y desafortunadamente precuelado sin descanso por su hijo), todo se mueve gracias a la especia melange, una sustancia con multitud de propiedades. La principal, mutar a los navegantes de la Cofradía Espacial haciéndolos capaces de plegar el espacio y, por lo tanto, de trazar rutas seguras para los viajes interplanetarios. Además la especia es más adictiva que el crack y la gente se coge con ella unos colocones impresionantes. Es decir, en «mundodune», conducir puesto hasta las trancas no solo no te quita puntos del carnet, sino que es la forma más idónea para viajar, tanto mental como físicamente. ¿A quién puede no interesarle un universo así? Pero no todo iba a ser perfecto. La especia es cara. No porque sea ilegal, como lamentablemente ocurre aquí con ciertas drogas, sino porque solo se encuentra en un planeta del Imperio: Arrakis, también conocido como «Dune, planeta desierto» (hay que decirlo todo junto, esto es importante). Allí los héroes de la trama, el clan Atreides, se enfrentarán por el control del negocio a los malvados Harkonnen, lo que da pie a seis tomos —casi todos tan gordos como el mismísimo barón Harkonnen— de conspiraciones, guerras, alianzas y traiciones, estraperlo, esclavitudes sexuales, condicionamientos hipnóticos y mutaciones genéticas delirantes con truchas de por medio. La HBO tendría aquí buen material para una serie, por cierto, que desde el fin de Galactica se echa de menos un culebrón interestelar en la parrilla.
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Snow Crash
Una de las novelas de ciencia ficción más vendidas en los noventa. Snow Crash lo tenía todo para molar mucho, petarlo muy fuerte. Sí, el Criptonomicon es la obra maestra de su autor, pero Snow Crash era rápida, directa a la yugular. Era cool justo antes de que lo cool dejara de serlo, porque también acariciaba la sátira en el proceso. William Gibson y Frank Miller se sentaron en el cerebro de Neal Stephenson para escribir una historia donde el protagonista era un repartidor de pizzas que en el ciberespacio —el Metaverso— era un príncipe guerrero, el malo era un esquimal gigante cuya leyenda afirma que iba por la vida con una bomba atómica a cuestas como quien lleva un arma de mano, la colega del protagonista era una adolescente patinadora que llegaba a vacilarle al héroe varias veces y había un perro que fácilmente podría ser una de las mascotas más adorables y decisivas que ha habido jamás en un relato de ciencia ficción. Ágil, ácida, divertida, Snow Crash no se paraba a reflexionar sobre la humanidad y su destino —aunque pudiera conseguirlo sin ser su intención— y otros grandes temas metafísicos que son lugar común en el género. No, Snow Crash era un blockbuster con acción, intriga y explosiones tremendamente entretenido.
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El juego de Ender
En una sociedad futurista que ha sobrevivido al ataque de una raza alienígena con el aspecto de insectos, un niño de gran inteligencia y sensibilidad es adiestrado para convertirse en una máquina de guerra ante un posible nuevo ataque. Esta historia salida de la mente del misionero mormón Orson Scott Card cautivó la imaginación de millones de jóvenes y ganó todos los premios imaginables desde que se publicó a mediados de los ochenta. Recientemente ha contado con una adaptación al cine, que como suele ocurrir ha causado una gran decepción a algunos lectores, aunque es bastante apreciable.
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Mundo Anillo
Otra novela que se basa en la expedición a un mundo extraño con la esperanza de salvar el pellejo, o lo que sea que recubra los cuerpos de los titerotes. Larry Niven, un autor cercano a la ciencia ficción dura, es decir a esa rama de la narrativa en la que cualquier atentado a una oscura ley de la física de partículas se paga con el desprecio de la raza terrible que forman los ingenieros e informáticos del mundo, esta vez descuidó un tanto la ciencia para escribir un relato de aventuras que resultó ser mucho más entretenido que nada de lo que hubiera publicado hasta entonces. Pero en una convención del género fue recibido con una pancarta que proclamaba que «Mundo Anillo es inconsistente» y su orgullo le obligó a parir una serie de secuelas que pusieran las cosas en su sitio, estropeando por el camino lo que aisladamente se puede considerar sin ofender a nadie una de las mejores historias de ciencia ficción que nos dejó el siglo XX.
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Yo, robot
Uno de los escenarios más recurrentes de la ciencia ficción, tras la invasión alienígena, es el de la rebelión de las máquinas. Isaac Asimov, el mayor divulgador científico junto a Sagan, le dio muchas vueltas a este asunto elaborando sus célebres leyes de la robótica en esta colección de cuentos, que acabaría formando parte de su saga Fundación. Se trata de un libro sobre robots de 1950, cuando aún no existían. Era todo un visionario, sin duda, aunque nos tememos que ni en su ensoñación más febril y bajo los efectos de cualquier psicotrópico habría imaginado este esperpéntico sarao japonés: los robots han llegado a nuestro mundo y son así.
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De la Tierra a la Luna
Julio Verne debía estar presente en esta lista y esta obra puede ser un buen ejemplo. Acertó al prever la llegada a la Luna y el lugar donde ubicar los lanzamientos espaciales (Florida), pero tampoco habría que exagerar señalando solo sus aciertos —a veces muy vagos— y pasando por alto los fallos, que por esa vía acabaríamos adorando a Nostradamus. Viajar en el interior de una bala de cañón lanzada lo suficientemente rápido como para salir al espacio causaría como mínimo ciertos problemas cervicales. Pero en cualquier caso esta historia sirvió de inspiración para esa película tan divertida de una galleta espacial con una bala en el ojo, que aprovechamos para recomendar aunque no la hayamos visto.
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Solaris
Un académico —y además croata— afirmó en cierta ocasión de esta novela de Stanislaw Lem que «tiene varios niveles, y es a la vez un rompecabezas psicobiológico, una parábola acerca de las relaciones y emociones humanas, y una demostración de que los criterios antropocéntricos son inaplicables en el mundo moderno». Esta definición bastaría para fundir las meninges de los incautos que se acercan a la ciencia ficción buscando espadas láser y marcianos con mala leche. Y además es una amenaza real, porque Solaris es eso y mucho más; es una de las obras literarias más compleja del siglo XX que, para empezar, en lugar de un malvado emperador galáctico nos enfrenta —o no— a todo un planeta oceánico y aparentemente consciente, que no se sabe muy bien si presenta una actitud apática, jocosa o directamente beligerante hacia los soberbios científicos que hacen gala de poder abarcarlo todo con el poder de unas fórmulas matemáticas. Una patada en la boca a materialistas y metafísicos. Una gozada. Y hay fantasmas.
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Hyperion
La trama que Dan Simmons desarrolla en Hyperion es lo bastante compleja como para servirnos de ejemplo paradigmático de lo más apreciado por el aficionado medio a la ciencia ficción. Una Iglesia del Alcaudón que aporte su granito de arena místico, una nave templaria y con forma de árbol, las Tumbas del Tiempo —con su correspondiente inversión del flujo temporal—, un puerto espacial llamado Keats, pues siempre son bienvenidas las referencias literarias más serias, y un monstruo con el cuerpo recubierto de cuchillas que promete un sufrimiento que deja la digestión del sarlacc a la altura de una sesión de hidromasaje. A la manera de Los episodios de Vathek o Los cuentos de Canterbury, siete peregrinos cuentan su historia personal mientras se dirigen al encuentro del monstruo con la esperanza de que pueda evitar el fin de los mundos. Un lío, claro. Hay historias mejores que otras, pero todas merecen la pena. Y los birukas. Ojo con los birukas.
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2001: Una odisea espacial
No es solo la mejor novela de Arthur C. Clarke, sino que en cierto modo es también la mejor de Stanley Kubrick. Aunque el cineasta y el escritor firmaron por separado la película y el libro, ambos participaron en un mismo y único proceso creativo que partía de un cuento de C. Clarke de 1968, «The Sentinel», e incorporaba las ideas Kubrick hasta convertir 2001 en la historia que es hoy. La película salió en abril de 1968 y el libro solo unos meses después, por suerte para quienes fueron al cine y se quedaron fríos. En él, C. Clarke evita las figuras poéticas de Kubrick y traslada su misma historia a las páginas en limpio y con claridad, despejando todo aquello que el cineasta había contado de una manera más lírica. Así es como 2001 se revela como lo que es: una historia sobre la naturaleza de la inteligencia, de su consustancia con la misma vida y sobre su papel en el universo. Quizá la mejor novela de ciencia ficción jamás escrita y con toda certeza la más ambiciosa de todas.
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Todas buenas pero a mi me encanta el olor a melange por las mañanas, huele a ficción de la buena. Por cierto, se recogen firmas para desterrar a Brian Herbert, hereje de Dune, a la zona fantasma.
Aunque Mercaderes del espacio tiene un parecido con el futuro inmediato bastante espeluznante, y ríete tú de Blade Runner.
Mercaderes del espacio es la primera novela de Pohl que leí y me dejó totalmente fascinada por lo realista del mundo que presenta. A partir de ahí, me animé a leer la saga de Pórtico y Homo Plus. Creo que alguna merecería entrar en esta lista.
«Los propios dioses» Isaac asimov. Esa es la mejor.
Venía a poner esta :P
Un corpus bastante, bastante pobre. Sorprende la inclusión de novelas que prácticamente ningún experto incluiría siquiera entre las cincuenta mejores, como Mundo Anillo, Snow Crash o Contacto. Añadamos la presencia de Yo, robot, que ni siquiera es una novela. Y no incluye ninguna novela de Ballard o Ursula K. Le Guin.
¿Cuestión de gustos o falta de lecturas?
Totalmente de acuerdo. Me parece que quien ha hecho la selección no anda muy puesto
Tampoco hay nada de Bradbury y eso me parece casi una herejía…
Coincido. Todas obras maestras. Maravillosas. Pero si te sumerges en el universo Dune… ya no eres el mismo.
«Cita con Rama» de A.C. Clarke es muy buena y «La última pregunta» de Asimov es un minicuento excepcional.
Cita con Rama de A.C.Clarke
Fundacion de I.Asimov
Farenheit 451 R.Bradbury
Forastero en tierra extraña R.A.Heinlein
Me falta por ahi «Un Mundo Feliz».
‘Kraken acecha’, y toda la saga de Mundo del Río de Farmer. ¿Ningún libro de Farmer en la lista? ¿Pero quién a ha hecho, el ministro Wert?
Yo hubiera incluido «Fundación» de Asimov en su totalidad, más que «Yo Robot», que para mi gusto es un prólogo a cosas mucho mejores que vendrían después.
Pero como estas listas en el fondo sirven para descubrir cosas nuevas, me apunto unos cuantos nombres. Gracias por los aportes.
El hombre en el laberinto de Robert Silverberg
La trilogía de la Fundación, los propios dioses, la trilogía marciana, el monstruo subatómico, cita con Rama, pensad en flebas, Ubik, Metro 2033.
De las de la lista me quedo con «1984» y «Dune», pero no estaría de más la inclusión de otra grandiosa novela:
«Nosotros» – Yevgeni Zamiatin.-
Me extraña que con lo graciosillos que están últimamente los de Jot Down, no hayan puesto la Biblia. Típico tópico del que se las da de listillo. ¡Bien por Jot Down!
Si no recuerdo mal, lo de Hyperion son «Bikuras». Y son, en efecto, lo mejor de un libro irregular aunque muy sugerente.
Está claro que la mayoría de las que están en la lista son incontestables: Dune, Solaris, Juego de Ender, 1984, Sueñan las ovejas eléctricas… ¡son la leche! Echo en falta a Ray Bradbury que, aún no siendo literatura de ciencia ficción, sino fantástica o fantasiosa, creo que anticipa futuros mundos (sistemas de vida, reglas morales, escenarios futuros…) basados en el desarrollo de la ciencia que, como poco, conmueven e incitan a la imaginación con bastante poderío. Crónicas Marcianas me impactó. Pero, claro, yo sólo solo 1 lector.
Coincido aquí con Genadiew en cuanto al impacto de Crónicas marcianas. Es un libro precioso y delicado. A lo mejor fue porque me lo leí durante unos días que pasé en Lanzarote yo sola, pero me dejó una sensación de tristeza infinita.
Muy grande Crónicas Marcianas, cierto, vaya pedazo de libro.
¿Pero es que nadie va a pensar en Heinlein? :-(
Yo pienso en él con frecuencia. A medida que envejezco cada vez me acerco más a las ideas… «democráticas» de Starship Troopers. Gran película, por cierto. Siempre me queda la duda de si era humor voluntario o involuntario, porque Heinlein sí parece tomárselo en serio, pero con Verhoeven no está tan claro. En cualquier caso, diversión asegurada.
No puedo creer que no haya ninguna novela de Robert Heinlein en la lista : (
Larry Niven es uno de los grandes y os aseguro que hay mucho más en su Universo Conocido aparte del mundo anillo.
si esta 1984 por que no a perfect world? o Nosotros de Zamiatin? no las consideraria ci-fi.
voto por solaris.
¿Perfect world? ¿La peli de Clint Eastwood? ¿O tal vez te refieres a «Brave new world»? Definitivamente Chéspir no seduce el duro oído castellano…
Hubiera votado por «1984» si fuera una novela de ciencia-ficción, pero no lo es. Así que he votado por «Solaris», que pensándolo un poco tampoco lo es, aunque lo parezca. Mejor sería dejarnos de géneros de una vez y disfrutar de la lectura.
no es una novela, pero «crónicas marcianas» de Bradbury es lo mejor escrito en sci-fique se pueda leer.
De escritores vivos y activos destacaría a RobertJ. Sawyer y a John Scalzy.
Pingback: ¿Cuál es la mejor novela de ciencia ficción? Datos de la encuesta de JotDown
Toda la saga de MundoDisco de Terry Pratchett ¿O no es ciencia ficción un mundo plano sobre cuatro elefantes sobre una tortuga?
No, un mundo plano sobre cuatro elefantes sobre una tortuga no es ciencia ficción. Es fantasía.
¿Donde está Neuromante? Ah perdón, que William Gibson todavía está vivo y escribiendo y entonces no cuenta como autor de ciencia ficción reconocido y aclamado aunque previera Internet y el ciberespacio antes de que existiera.
Fantástica selección! (casi)Imposible decidir…Por favor, haced una artículo de Philip K.dick!!!
Con estas discusiones de lo que es estrictamente «ciencia ficción» o no, yo me pierdo, bàsicamente porque me la sopla, pero por seguir con la dinámica del debate «cosas que no están en la lista», si está 1984 también podría estar La naranja mecánica, que tiene en común con 2001 haber sido versionada al cine por Stanley Kubrick, y que mola bastante en general, y en particular porque con un sombrero hongo de dos pavos de un chino, unos tirantes y unos marianos, quedas la mar de bien en todo tipo de eventos en los que el «dress code» sea un disfraz.
Stranger in a strange land, de Heinlein.
En encuestas como esta siempre nos van a faltar algunas novelas, en este caso, no puedo concebir la discusión sin Neuromante, una novela que no solo es acojonantemente visionaria sino que encima dio notoriedad a un género nuevo dentro de la propia ciencia ficción.
Por lo demás, yo elegiría Ubik o El hombre en el castillo (aunque acepto que esta no pase por novela de ciencia-ficción) antes que ¿Sueñan los androides…? de entre las mejores obras de PKD.
Y si aceptamos 1984 como ciencia-ficción yo me quedo antes con Fahrenheit 451 de Bradbury. Y como ya han dicho, Fundación antes que Yo, robot. Sin duda.
Lista de famoseo y audiovisual más que de literatura. Por supuesto, algunas con motivo, como 1984 o Hyperion, pero otras…
¿Contact estaría ahí de no estar emitiendo una nueva Cosmos? Hay mejores novelas de primer contacto.
¿Yo robot? Es una antología de cuentos, no una novela, y ni siquiera lo mejor de Asimov.
¿Snowcrash? Por Dios bendito, Stephenson es un aprendiz malo de Pynchon, y si quieren poner a un representante del cyberpunk pongan al creador, a William Gibson, que este cómic novelado no le llega a Neuromante a los tobillos.
La del autoestopista también ahí por la peli, qué risa.
2001 como la mejor de Clarke. Será el cuento El centinela, porque siendo buena, no es ni Cita con Rama ni El fin de la infancia ni La ciudad y las estrellas. Pero claro, la obra maestra de Kubrick tiene peso.
Mundo anillo en representación de la hard sf, uf.
Y debe de haber unas diez novelas mejores de Dick que la de las ovejas. Pero claro, es Blade Runner.
Y Bradbury, por los clavos de Cristo, ¿dónde se han dejado las Crónicas marcianas? ¿No hay peli o qué?
Por favor, pongan ustedes literatura, no audiovisual, que si se animan un poco más nos cuelan Galáctica.
Por cierto… ¿Valores de la cf: rigor científico, capacidad predictiva…? No me extraña que tenga tan mal nombre el género fuera de los aficionados.
Se agradece este tipo de textos, de verdad, y animo a seguir con ellos. Pero no estaría de más que los autores se informaran un poco sobre lo que escriben.
¿2001 es peor cf porque no fue «predictivo»? ¿Una novela ambientada en el 3452 será buena porque seguramente no podremos nunca invalidar su predicción?
En cuanto al rigor científico, en principio esa característica se limita a la cf «hard», que es un subgénero que no abarca ni el 10% de la cf.
Hay toneladas de escritos que pueden consultarse sobre estos temas y todos ellos inciden en lo mismo: la cf es literatura, ni adivinanzas ni tratados científicos.
En cuanto a la mayoría de los comentarios… Prueba fehaciente de lo desconocida que es la cf en general y lo bonito que es tener tanto a lo que acceder para descubrirla: Pohl, Silverberg, Ballard, Le Guin, Aldiss, Priest, Disch, Bester… Y, por favor, otro Philip K. Dick… No los androides.
De nuevo, gracias por el texto e insistencia en la invitación a documentarse mejor.
Limitarse a una es dificil…
Ubik (Philip K. Dick), La Luna es una cruel amante (Robert A. Heinlein), El Señor de la Luz (Roger Zelazny)…
…¡Y claro que Neuromante!
Como lista mainstream no esta mal, pero de lejos lo mejor de la cifi
En serio. La peor seleccion de novelas de Ciencia Ficción que he visto.
La mitad no son de Ciencia Ficción y la otra mitad no son novelas.
Los árboles integrales
Echo de menos, en el párrafo de Dune, una referencia al mastodóntico y fracasado proyecto de Jodorowsky para llevarla al cine. Entre otras cosas, tenía apalabrada la participación, como actores, de Mick Jagger, Orson Welles y Salvador Dalí. Acaba de estrenarse un magnífico documental sobre el proyecto, al que cataloga como «the best movie never made».
Lo más curioso de todo, para mi gusto, es que no hay ninguna novela escrita por una mujer, ninguna escrita originalmente en español y ninguna novela con menos de 25 años de antigüedad. Y casi nadie de los que proponen «arreglar» la lista pone ejemplos de novelas escritas por mujeres, por hispanohablantes o publicadas recientemente. Dicho lo cual, me parece una lista estándar, una de tantas. Ni mucho peor ni mucho mejor que otras. Me deja bastante indiferente, la verdad.
Varios han mencionado a Le Guin. Su nombre es Úrsula…
Por eso he dicho «casi nadie». Y su nombre es Ursula, no Úrsula.
De las que están, 1984. De las que no están, la mitad de las novelas de Ursula Le Guin (El nombre del mundo es bosque, Los desposeídos, La mano izquierda de la oscuridad, el prólogo de El mundo de Rocannon, las cuatro novelas cortas de Cuatro caminos hacia el perdón), una que me impresiona mucho por el acierto predictivo, Todos sobre Zanzíbar, y otra de Brunner, El crisol del tiempo. Y aunque discutan, la serie del Sol Nuevo de Gene Wolfe, que parece fantasía, pero es ciencia ficción pura y de la mejor.
Marciano, vete a casa!, de Fredrick Brown; la serie de El mundo del rio, de Farmer; Fundacion, de Asimov
La mano izquierda de la oscuridad
Soy leyenda
La tierra permanece
Pórtico
El día de los trifidos
Las estrellas mi destino (tigre, tigre)
A mi la que mas me gusto siempre fue «Dune» (em primer libro)
Os habeis dejado la saga de «Portico» de Frederik Pohl. que estaba muy bien. Sobre todo el primero. Y tiene tanto o mas nivel que las que citais.
El «Mundo de Rio» de Philip J. Farmer, tambien estaba entretenida
¿Y la trilogía de las tierras de Jordi Sierra i Fabra? A lo mejor es que sólo me gustaron a mí…
¿Y qué tal «Los visitantes de la madrugada», de Marcial Lafuente Estefanía…?
«La Quinta Cabeza de Cerbero» de Gene Wolfe
Dice George Kaplan: «Lista de famoseo y audiovisual más que de literatura.»
Es probable, pero en ese caso no entiendo la omisión de «Soy leyenda» (con sus tres adaptaciones y media) y «El increíble hombre menguante» de Matheson, de «Amos de títeres» – qué oportunidad desperdiciada por el autor de la lista de regodearse en los juegos metarreferenciales de «The Faculty» a propósito del supuesto plagio Heinlein/Finney – o de «Fahrenheit 451». La lista tendría tres autores fundamentales más.
No voy a insistir en los autores ausentes, creo que ya han sido suficientemente reinvindicados en los comentarios anteriores: Heinlein, Silverberg, Simak, Le Guin… Lo que sí me pregunto es cuál es el objetivo de la lista, elegir las mejores obras del género o seleccionar aquellas que podrían servir al lector profano a iniciarse en la ciencia ficción.
En ambos casos la lista es totalmente errática.
Echo de menos en la lista, «Nosotros», de Evgueni I. Zamiátin, así como alguna de Stanislaw Lem, como Fiasco … Un saludo
Faltan muchas que son, y hay alguna que no lo es…
Por apuntar alguna que no se ha mencionado: La Trilogía Marciana de Kim Stanley Robinson.
En un extremo Solaris , en el opuesto Mars Attack(alguien debio escribir el guión) y en el centro ,reinando, 2001 Una odisea del espacio.
Fiasko, de Stanislaw Lem
Es que nadie ha oido hablar de Greg Egan? Leed «Ciudad Permutacion» o «Diáspora», una ciencia ficción que os mostrará quienes sois, y luego la mayoría de la ciencia ficción del siglo pasado os parecerán solo cuentos fantásticos.
Faltan muchísimas y sobran unas cuantas pero lo que más me ha dolido es no ver en la lista nada del maestro Iain M. Banks. Además, ha fallecido recientemente y hubiera estado bien tenerlo en cuenta.
En mi opinión sus novelas sobre La Cultura son la cumbre indiscutible del subgénero space opera.
El uso de las armas o El jugador, no sé cual sería la mejor.
Echo muchas novelas de menos pero sobre todo dos :
Ubik y Portico
Que en una lista de 14 novelas, al menos 7 o no sean novelas, o no estén posiblemente ni entre las 100 mejores del género, pues tiene su mérito.
Y poner como candidatas a «mejor novela» a cuentos que no es que no sean lo mejor de la ciencia-ficción, es que ni siquiera son lo mejor de su autor… Pues ya es de traca.
¿Para este papelón tenéis que juntaros seis personas distintas? Pedid ayuda a algún experto, hombre…
Muchos han mencionado muchas novelas mejores de largo, no aburriré con mi lista, sobre todo porque… sería incapaz de hacerla. ¿Cómo voy a comparar Un Mundo Feliz con la serie de la Flota Perdida? ¿Cómo voy a comparar a Charles Sheffield con Jack Vance?
En fin, lo dicho, vaya papelón. Y vaya decepción. Una entrada más digna de Marca que de Jot Down
El Incal.
Y en la sección cuentos «Viaje a la Eternidad» de Anderson… versionada en Futurama.
¿sugerir?
Quiere que sugiera a Asimov, cuando sólo pone usted un minirelato (subrayado el MINI) suyo, y además, lo ataca de forma sibilina e indirecta cuando menciona eso de «patillas optimistas»
Vd. solito ha empezado el trabajo, no me sea perro y termínelo como debe.
Por cierto, si la «guía del autoestopista galáctico» es tremenda, debe ser en lo único que usted y yo coincidimos, claro que yo no me meto con nadie.
«Hacedor de estrellas» de Olaf Stapledon
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Quiero nombrar las cuatro obras que me hicieron amar la ciencia ficción, y que a mi entender, están por encima de muchas de las que aparecen en la lista: «Muero por dentro» de Silverberg, la impresionante «Todos sobre Zanzíbar», de Brunner; «Los desposeídos», de LeGuin; y «Tigre, tigre», de Alfred Bester, al que creo que nadie ha nombrado todavía. Y por encima de todas ellas, la indiscutiblemente deliciosa «Crónicas Marcianas», Bradbury haciendo poesía.
Por citar un autor contemporáneo español de lengua catalana: Albert Sánchez Piñol y su primera novela «La pell freda» (La piel fría).
Tal vez no llegue al nivel de las citadas, (pla mitad de ellas no las consideraría de ciencia ficción) pero cuando la leí me causó una gran impresión.
Reitero lo que ya han dicho otros lectores, en una lista con las 10 mejores debería estar ‘Nosotros’, la historia de amor prohibido entre el ingeniero D-503 y la revolucionaria I-330. No hay Ministerio del Amor, pero las paredes son literalmente de cristal y la identidad, un número con letra. Sin ‘Nosotros’ probablemente Orwell n habría escrito ‘1984’. Añado un título más, no para esta lista de excelencia, pero sí para pasarlo muy muy bien: ‘Mercaderes del espacio’, de Frederick Pohl y C. M. Kornbluth, que cuando escribieron este divertimento eran dos publicistas de los cincuenta parecidos a esos secundarios de ‘Mad Men‘ trajeados, bebedores, fumadores… Ambos imaginaron un futuro de productores y consumidores dominado por los publicistas. Sólo fallaron en la colonización de Venus. Pero es un desacierto divertidísimo. Un saludo cordial.
Me faltan Bradbury, K LeGuin, Pohl, Huxley… De la lista propuesta me quedo con Solaris, es una novela inquietante e hipnótica.
Dune. No digo 1984 porque no la considero del género (es solo una opinión). Saludos.
No entiendo como los sesudos comentaristas de ciencia ficción olvidan siempre a gente como Jack Vance o Robert A. Heinlein. Quizá sea sólo porque son divertidos, imaginativos y escriben bien. Pero si quereis pasároslos mejor que en unas vacaciones exóticas y gastaros menos menos dinero, deberíais leerlos.
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Yo creo que la mehor es el Juego de Ender, es wow!! pero tambien esta Dune, otro wow!! tambien la Guerra de los Mundos y 2001: una odisea espacial
Philip K Dick «El hombre del castillo»
Un mini cómic de ccff de 4 páginas: http://www.benjaminescalonilla.info/diseno/el-destacamento/
(amor al desasosiego y a la ccff)
LAGRIMAS DE LUZ!!!! la han leido?
es muy importante saber todo esto de la ciencia ficcion
Después de leer ‘La guerra de los mundos’, es imprescindible leer ‘La verdadera guerra de los mundos’ de Joao Barreiros, como contrapunto. Creo que quien la lea me lo agradecerá.
El mejor libro de ciencia ficción es METEMPSYCHOSIS de Haynes. Increíble, solo digo eso.
oalp jajaja
Nadie se acuerda de Tierra! de Stefano Benni. Un libro maravilloso
Eché de menos, para mi la mejor novela corta de ciencia ficción que leido, El Fin de la eternidad de Isaac Asimov
La Luna es una cruel amante….Robert A. Heinlein.
Fascinante de principio a fin, fue la primera vez que supe de obreros ciborgs comunistoides.
No entiendo por qué no aparecen ni Robert Silverberg ni Iain M. Banks. Son dos autores destacados y además El hombre en el laberinto y El jugador son mis novelas de cf favoritas.
Si valen como novela las colecciones de cuentos como la de yo, robot de asimov, y a falta de su fundacion, entonces yo incluiria la biblia
La Saga de Cita con Rama es excepcional, como su autor
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