Cine y TV

Capitán América: El soldado de invierno. Un entretenimiento múltiple e impecable

Steve Rogers con cara de entender las cosas a su ritmo. Foto: Marvel Studios
Steve Rogers con cara de entender las cosas a su ritmo. Foto: Marvel Studios

En realidad nunca se habían ido del todo, pero lo cierto es que, desde el incontestable éxito de Batman Begins en 2005, los superhéroes han tomado las pantallas en una ofensiva sin aparente tregua que nos está dejando las salas de cine perdiditas de mallas multicolores, pectorales hipertróficos, poses épicas y renderizados varios que verás tú luego para limpiarlos. No, en serio, en los doce meses que van desde septiembre de 2013 hasta el fin del próximo verano se van a estrenar hasta cinco filmes de temática superheroica, y como no podía ser de otro modo, además son superproducciones: Thor: El mundo oscuro, The amazing Spiderman: El poder de Electro, X-Men: Días del futuro pasado, Guardianes de la Galaxia y esta Capitán América: El soldado de invierno. Salimos a una peli de tíos en spandex cada dos meses y medio. Y los estudios no tienen visos de querer levantar el pie del acelerador; desde The Avengers: Age of Ultron que en 2015 volverá a reunir a los enmascarados más en forma de Marvel, hasta el Batman vs. Superman, que intentará dar la réplica en 2016, poniendo en la misma pantalla a los dos mastodontes de DC Comics.

Todo haría pensar que nos acercamos al punto de saturación y que las productoras van a acabar matando la supergallina de los superhuevos de superoro. Que en algún momento, uno de estos filmes va a resultar un fracaso tan estrepitoso que, como ha ocurrido otras tantas veces con otros tantos géneros cinematográficos, hará que los grandes estudios se olviden —al menos durante un tiempo— de las mallas y los superpoderes. Eso sí, ya les digo que la última película de Marvel no va a ser ese fracaso, al menos en cuanto a su calidad, porque Capitán América: El soldado de invierno es un filme sensacional.

[SPOILERS A CONTINUACIÓN]

Porque actualiza un personaje muy difícil de actualizar

No cabe duda de que gran parte del abarrotamiento superheroico que nos rodea es responsabilidad de Marvel Studios, sobre todo desde que Kevin Feige se puso al mando de las producciones en 2007 y, con el rodaje de Iron Man, dio comienzo a lo que llamaron Marvel Cinematic Universe: esto es, la expansión cinematográfica de los personajes de la Marvel Comics, la casa matriz. Al menos de aquellos de cuyos derechos fílmicos disponen, pues Spiderman es propiedad de Sony Pictures y los X-Men pertenecen a la 20th Century Fox. Pero incluso sin estos dos buques insignia, la Marvel aún cuenta con un cerro de tías y tíos con superpoderes para poblar las pantallas. Empezando por la tercera pata de la silla: Los Vengadores, (la cuarta serían Los 4 Fantásticos, también propiedad de la Fox).

Así, tras Iron Man en 2008 y Iron Man 2 en 2010, llegarían el Capitán América y Thor en 2011, para reunirse en 2012 junto al increíble Hulk, la Viuda Negra, Hawkeye, Nick Furia y el aparato de espionaje de S.H.I.E.L.D en la formidable Los Vengadores, posiblemente la mejor película de superhéroes rodada hasta la fecha y donde Joss Whedon realiza un prodigioso ejercicio de escritura y dirección a la hora de encajar los distintos tonos de sus protagonistas: la actitud cínica e hipertecnificada de Tony Stark, el sustrato mitológico de Thor, la calma tensa y atormentada de Bruce Banner, la bruma de desconfiado secretismo que rodea a S.H.I.E.L.D, y por supuesto, el recto e ingenuo modo de entender el mundo que define a Steve Rogers, el Capitán América.

Y es que así es el protagonista de nuestra película, un tipo de los años cuarenta que ve la realidad como se veía en los años cuarenta: los malos son malos y los buenos son buenos. Yo soy bueno y tú eres malo, por tanto, debo pararte los pies. Nada de conflictos morales ni profundas introspecciones psicológicas ni moderneces de esas. Un superhéroe rancio, vamos.

Vale, esta tía no parece de los años cuarenta. Foto : Marvel Studios
Vale, esta tía no parece de los años cuarenta. Foto : Marvel Studios

Las dos primeras películas mantenían esta sencillez de contenido: la primera entrega se desarrollaba en la Segunda Guerra Mundial y el Capitán se liaba a patrióticos mamporros tanto con los nazis como con los supernazis de Hydra; mientras que en Los Vengadores, tras ser descongelado cual polo con sabor a Walt Disney, Steve Rogers no tenía más preocupación que la de combatir a Loki y su ejército de alienígenas malosos. No había cabida para nada más. Sin embargo, en este segundo filme en solitario, los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely y los directores Anthony y Joe Russo ponen al héroe de las barras y las estrellas frente a la batalla más dura a la que debe enfrentarse: el mundo del siglo XXI.

Porque es un astuto thriller político disfrazado de película de superhéroes

A veces, la película se toma este conflicto con inocuo humor, a lo que contribuye la acertada interpretación de Chris Evans, que mantiene una estupenda cara de panoli cada vez que se da de bruces con las maravillas del mundo moderno, como internet, la música de Marvin Gaye o los besos con lengua (oigan, es que en las pelis de los cuarenta se besaban con la boca bien cerradita). Pero es cuando las cosas no hacen gracia cuando la cinta adquiere una sorprendente profundidad de contenido.

Me explico: a grandes rasgos la peli nos cuenta que Rogers ahora trabaja para S.H.I.E.L.D, una especie de agencia de espionaje masiva y global, una suerte de CIA atiborrada de esteroides. El caso es que en S.H.I.E.L.D las cosas no son lo que parecen: hay espías que espían dentro de la agencia y espías que espían a otros espías que espían a los propios espías que les estaban espiando, y que además espían a los jefes, a los administrativos y hasta a la señora de la limpieza. La cosa se resume en una frase que Nick Furia le dice al Capitán en un momento especialmente intenso del metraje: «No te fíes de nadie». Esto es algo que a nuestro recto héroe le viene reguleramente, porque él necesita tener las cosas claras; necesita saber quién está de su lado porque necesita confiar en los que le rodean. Porque él no entiende eso de que los buenos en realidad no sean tan buenos.

Robert Redford, un tipo en quien confiar. Foto: Marvel Studios
Robert Redford, un tipo en quien confiar. Foto: Marvel Studios

Para acabarla de joder, S.H.I.E.L.D está a punto de poner en práctica el Proyecto Insight, que consiste en la ejecución preventiva de unos pocos de cientos de miles de personas por todo el mundo. Para ello, cuentan con un sistema de satélites y de portaviones volantes —los helicarriers— que, armados hasta las orejas, acabarán de un plumazo con la vida de todo aquel que la agencia considere un potencial riesgo para la seguridad mundial. Claro, aquí el Capi se planta, se le hincha la vena y dice que nanay, que verdes las han segao y que él peleó contra los nazis para construir un mundo en libertad, no un mundo dominado por el miedo: «Apuntamos con una pistola a todos los habitantes de la Tierra y lo llamamos protección. Esto no es libertad, esto es miedo».

Como ven, el filme plantea una analogía no especialmente sutil con las detenciones preventivas de potenciales terroristas, los asesinatos selectivos de Israel y la estrategia general que los Estados Unidos ha llevado a cabo en la denominada «Guerra contra el Terror».

Porque tiene las mejores escenas de acción desde Matrix

Tampoco se me asusten, que esto no es cine-denuncia ni la peli está dirigida por Ken Loach, pero lo cierto es que la mitad del metraje está sostenida por un entramado de espionaje interno que la acerca, aunque sea tangencialmente, a ciertos filmes de los sesenta y setenta que habían tratado temas similares, si bien con otro tono. Piensen en Siete días de mayo, El último testigo o —claro— Todos los hombres del presidente.

Con todo, y como lo que tenemos delante es una cinta de Marvel, este hábil tejido de espionaje sirve de eficaz vehículo de tránsito para las escenas de acción que ocupan la otra mitad del metraje. Sobre todo desde que Steve Rogers decide boicotear el Proyecto Insight y el presidente de S.H.I.E.L.D —un naturalmente acartonado Robert Redford— manda tras él a la mitad de la agencia, incluyendo al epónimo Soldado de Invierno, que es una versión soviética y malvada del propio Capitán América (aunque luego resulta que no es tan malvado…y bueno, que tampoco es soviético).

Las Barras y Estrellas contra la Estrella Roja. Y un poco de Rimmel. Foto: Marvel Studios
Las Barras y Estrellas contra la Estrella Roja. Y un poco de Rimmel. Foto: Marvel Studios

A partir de aquí, la película nos bombardea con un magnífico repertorio de escenas de acción, que además de inesperadamente crudas son, hasta cierto punto, verosímiles. Rodadas en su mayoría a plena luz diurna, beben tanto de la saga de Bourne o de los filmes de Michael Mann como del parkour, la lucha libre y hasta la danza. Y por supuesto que tenemos la dosis habitual de tiroteos, persecuciones, explosiones y edificios destruidos, pero las verdaderamente sobresalientes son las escenas de lucha, donde las coreografías son tan impecables que si se presentaran en el programa olímpico de gimnasia rítmica, ni la inefable Paloma del Río podría sacarles un pero. En estas secuencias, aparte del propio Evans como Rogers y Sebastian Stan en la biónica piel del Soldado de Invierno, que parecen hacer justicia a su visible musculatura, brillan especialmente el alado personaje que interpreta Anthony Mackie, y que es un robaplanos de primer orden, así como la Natasha Romanoff a la que da vida una atlética —aunque un poco pasada de autobronceador— Scarlett Johansson y que salva el culo de sus contrapartes masculinos en más de una ocasión. De hecho, hay hasta cuatro escenas en el filme en las que personajes femeninos ponen las cosas en su sitio a base de hostias. Y muy bien, oigan.

La habilidad de los guionistas y los directores a la hora de coser las escenas de acción a la urdimbre de espionaje que envuelve la película hace de su visionado una experiencia múltiple y enormemente divertida; lo cual unido a un par de guiños que salpican el metraje, como la aparición del edificio Watergate a los pies de Robert Redford o el tarantinesco epitafio de un Samuel L. Jackson muy convincentemente vestido de rapero —¡y a sus sesenta y cinco años!— convierte a este Capitán América: El soldado de invierno en una brillantísima cinta de acción con varias capas que disfrutar y que, si los demás filmes están a su altura, augura un espléndido futuro al género de superhéroes. Al menos a los de Marvel.

Foto: Marvel Studios
Foto: Marvel Studios

(Gracias a Loreto Igrexas por algunas de sus frikadas que aparecen en el texto)

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9 Comentarios

  1. «acertada interpretación de Chris Evans». El resto de la critica podriamos discutirla largamente…pero decir que Chris Evan acierta en su interpretacion….eso si que no tiene perdon de Dios…hacia siglos que no veia una interpretacion mas insulsa y poco carismatica…claro que intepretar a un personaje tan ridiculo como Capitan America debe ser harto complicado. Ni punto de comparacion con las pelis de Batman o Iron Man.

  2. Ya lo dije nada más salir del cine, esta película es la leche. Su argumento, que bebe de uno de los arcos argumentales más ingeniosos y esplendidos que en un comic del capi barras y estrellas hayamos disfrutado, no podía dar nada malo.

    Su acertado repertorio de actores, el sr. Redford me ha dejado con unas ganas terribles de volver a verlo. La siempre creíble actuación de Samuel L. Jackson, que cada día disfruta más con el parche en el ojo. Evans que por fin parece que ha tomado algunas lecciones de interpretación, y la belleza de Scarlett Johansson, aunque no me cuadraba del todo su peinado pero bueno. A esta mujer se le perdona todo.

    El tema de los secundarios está también a la altura. Sebastian Stan tienen un rol interpretativo escaso, pero como deseamos y esperamos, eso debe mejorar muy mucho en el futuro de la franquicia. Anthony Mackie se traga interpretativamente todo lo que le echen, buen actor sin duda, dará buenas tardes de gloria

    Resumiendo.
    El soldado de invierno es un tipo muy muy atormentado por su pasado y si siguen con este argumento y le dan la notoriedad que se merece este personaje, en manos de este equipo de directores y guionista, la que en principio me daba que sería la peor de las franquicias, puede llegar a la altura de la del hombre de hojalata. Por cierto, la primera de sus películas fue sin duda la mejor de todas. La 2 fue una cagada tremenda y la tercera prometía pero destruyeron “porque yo lo valgo y soy el director” a un enemigo como el Mandarín… en serio en que leches estaba pensando??¿¿

    Y en mi lista particular de pelis de superhéroes. Las notas serían las siguientes

    • Hulk, versión Eric Bana – 5.5
    • The Incredible Hulk, versión Edward Norton – 6

    • Iron Man – 9
    • Iron Man 2 – 6
    • Iron Man 3 – 7.5

    • Thor – 4
    • Thor el mundo oscuro – 4.5

    • Capitán América – 6
    • Capitán América el soldado de invierno – 9

    • Los vengadores – 8.5

    • El Motorista Fantasma – 4
    • El Motorista Fantasma: Espíritu de Venganza – 5

    • The Punisher – 4
    • Punisher: War Zone, – 5.5

    • Elektra – 2.5

    • Daredevil – 3.5

    • Blade – 7.5
    • Blade 2 – 5.5
    • Blade Trinity – 6

    • Los 4 Fantásticos – 5.5
    • Los 4 Fántásticos y Silver Sulfer – 5.5

    • Spider-Man – 6
    • Spider-Man 2 – 5.5
    • Spider-Man 3 -4.5

    • The Amazing Spider-Man – 6
    • The Amazing Spider-Man 2: Rise of Electro – 7

    • X Men – 6.5
    • X Men 2 – 5.5
    • X Men 3 la decision final – 4.5

    • X-Men Origins: Lobezno – 5.5
    • Lobezno Inmortal – 6.5

    • X-Men: Primera generación – 8

    • Superman – 6
    • Superman II – 5.5
    • Superman III – 5.5
    • Superman IV – 3

    • Superman returns – 4.5
    • El hombre de acero – 7.5

    • Linterna Verde – 4

    • Batman – 8
    • Batma returns – 7.5
    • Batman Forever – 4.5
    • Batman y Robin – 4

    • Batman begins – 7.5
    • Batman el caballero oscuro – 9.5
    • Batman el retorno del caballero oscuro – 7.5

    • Catwoman – 4

    • Juez Dredd, Versión Sylvester Stallone – 3.5
    • Dredd, versión Karl Urban – 6.5

    • Jonah Hex – 5.5

    • Spawn – 2

    • Hell Boy – 6
    • Hell Boy 2: el ejército dorado – 6.5

    • Watchmen – 8

    • The Spirit – 5

    • darle a la película de Xmen 2 la misma puntuación de la película Origins de Wolverine… sin comentarios

  3. Me sorprende ver citado a Joss Whedon sólo como director de la película «los vendgadores». Es bastante más que eso.

    Y precisamente por eso he tenido que ver rápidamente «Capitán América 2». La trama afecta a Agents of Shield, con lo que no podía ver uno sin haber visto la película. Muchas de las cosas ya se apuntan en Agents of Shield. La desconfianza sobre Shield ya está patente en los últimos episodios (Coulson ve cosas raras, su resurrección, el suero) y desde el principio (Skye no se convierte en leal a Shield, ayuda a Shield porque es leal a sus compañeros). O sea que la película es la evolución de la serie, y la serie coge cosas de la película.

    En cuanto a la película, completamente correcta, quizá le falta algo de espíritu (el capitán es sosete) pero en general me ha entretenido dos horas, que esto no es Bergman (ni falta que hace)

  4. Las aventuras de un tipo llamado Capitán América no podrían llamarme menos la atención… pero al final, la fui a ver y vamos, esta peli me sorprendió y al final me entretuve mucho, lo cual es cada vez más difícil de conseguir en un blockbuster. Una propuesta bastante decente.

  5. Hombre claro q se agradece una trama curradilla a lo temporada de 24 en una peli de este género. Tampoco nos xupemos las pollas a lo peor es una crítica velada a la NSA o a Google u otro homenaje a 1984 pero el caso es q yo q m trago lo q sea q huela a sobrenatural ciencia ficcion superpoderes etc sin sudar agradezco q tenga una trama con un minimo de profundidad y ritmo. Solo hostias y explosiones desde luego no bastan. La mejor peli de superheroes de estos últimos para mi Watchmen aunque fuese innecesaria y los friks de Moore la consideren un sacrilegio en linea con su zumbao y genial autor.

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