Cine y TV

La importancia de llamarse Bob Dylan

llewin
Imagen: Universal Pictures International Spain.

Wikipedia dice que la música folk se puede describir de tres maneras: música que se transmite oralmente, música de las clases bajas y música de compositores anónimos. La tesis de los hermanos Coen es que todas las épocas han tenido sus Llewym Davis pero solo una tuvo a Bob Dylan. Su broma más cruel es hacerlos tocar en el mismo escenario.

Llewyn Davis es un cantante folk que intenta hacerse hueco en la vibrante escena del Greenwich Village de 1961. Antes, Llewyn era la mitad de un dúo no particularmente famoso pero su partenaire Mike Timlin se tiró del puente de Gerorge Washington (en lugar del puente de Brooklyn, como murmura sarcásticamente John Goodman). Los Coen nos cuentan la historia de Llewyn dos veces pero de manera sincronizada, como una versión para sordomudos en la esquina inferior de la pantalla, pero con gato. En la película hay dos y, lo que es más importante, uno de ellos es Ulysses y el otro no. Al final del viaje, Ulysses regresa a su familia mientras que el otro encuentra un probable final en una carretera perdida, olvidado por todos, añorado por nadie. Por si no quedaba lo bastante claro, el guión nos hace un esquema: cuando Llewyn le deja un mensaje a los Gorfein para advertir que tiene a su gato, la secretaria se confunde y apunta «Llewyn is the cat».

Los Coen usaron el libro de memorias de Dave Van Ronk, The Mayor of MacDougal Street, para componer el guión y todas las canciones que toca Llewyn son suyas, incluso las de su malogrado dúo. La portada de Inside Llewyn Davis es una copia literal de la de Van Ronk —que se llama, efectivamente, Inside Dave Van Ronk—, en la que además hay un gato, aunque no es pelirrojo como Ulysses sino blanco y negro. Van Ronk era marino mercante, como Lewyn, que no pudo regresar al mar porque perdió los papeles. En sus memorias, el propio Dylan cuenta que era «apasionado e hiriente, cantaba como un soldado de la fortuna y sonaba como si pagara por ello». Pero, a diferencia de Llewyn, Van Ronk era una leyenda del Village y la gente dormía en «su» sofá.

En aquella época estaba casado y tocaba regularmente en el Gaslight, el centro neurálgico de la vida nocturna del Village, entre otras cosas porque era el único con licencia para vender alcohol. Van Ronk era el John Ruskin de una generación que incluyó a Dylan pero también a Joni Mitchell, Guthrie Thomas, y Tom Paxton (que en la película aparece como Troy Nelson, interpretado por Stark Sands).

Llewyn, por otra parte, es un cantamañanas egoísta y desagradecido con un hijo al que no conoce y otro al que nadie conocerá, porque Jean (Carey Mulligan) prefiere sacrificar a «un niño deseado, perfectamente bueno» antes de arriesgarse a que sea suyo. No solo no es lo bastante bueno para el Village, sino que no es lo suficientemente bueno para nada, ni siquiera para volver al mar.

El verdadero drama de Llewyn no es que tenga talento pero no genio, sino que su vanidad es tan grande que no le queda nada más. Es por eso es que, aunque está en el lugar perfecto en el momento perfecto, todas las oportunidades pasan por delante de él sin que las aproveche. Cuando Bud Grossman (que es Albert Grossman, dueño del también homérico Gate of Horn de Chicago) le ofrece unirse a otros dos músicos para formar un trío comercial, nosotros ya sabemos que está hablando de Peter, Paul & Mary, cuyo primer álbum fue número uno en todas las listas durante siete semanas y vendió dos millones de copias solo en América. Y solo por la cantidad de veces que se mencionan los royalties de la canción que graba en trío inolvidable con Justin Timberlake y Adam Driver sabemos que será una bomba y que se arrepentirá de haber renunciado a ellos por doscientos dólares de adelanto.

Please, Mr Kennedy, el gran momento hilarante de la película, está inspirada en un original de los Goldcoast Singers cuyo protagonista le pide al presidente que no le mande a Vietnam. Es el invierno que JFK dio su famoso discurso «No preguntes lo que tu país puede hacer por ti» para animar a los jóvenes hipsters a que se alistaran al ejército. Los Coen convierten al protagonista (con ayuda de T Bone Burnett y Justin Timberlake) en un astronauta que no quiere ser enviado al espacio. Justo lo que más teme Llewyn, perderse en la oscuridad, como el gato que no es Ulysses.

Como en todas las pelis de los Coen, los secundarios son principales, como la aparición especial del inválido John Goodman (posiblemente inspirado en el pianista de jazz Dr. John, afectado de polio) y su chófer, un Garrett Hedlund claramente pescado por su papel como Neil Cassady hace dos años. La nueva ola hipster ha generado muchas películas sobre la escena de entonces, de Howl a Kill your darlings pasando, por supuesto, por On the road. Pero la de los Coen es hermana de Revolutionary Road, la novela que se publicó ese mismo 1961 y que el New York Times declaró el libro del año.

Llevada al cine por Sam Mendes en 2008, Revolutionary Road es la historia de una generación que sintió la llamada de la posteridad para quedarse encarcelada entre dos guerras, intoxicada por la sociedad del progreso y el bienestar. Los protagonistas del libro son una pareja que se sabe diferente a sus conformistas vecinos, y lo demuestra fumando y escuchando jazz en apartamentos llenos de cochambre mientras discuten sobre la convencionalidad ajena y la propia excepcionalidad. «Eres la persona más interesante que he conocido nunca» —le dice ella a él, antes de casarse. Cuando sus planes se tuercen por una vida en los suburbios, planean irse a París para recuperar la contraculturalidad.

«Colgadme, colgadme» dice la letra de su canción que Llewyn toca dos veces «y estaré muerto y me habré ido. Y no me importa que me cuelguen sino quedarme en la tumba tanto tiempo». En ese mismo instante, mientras le dan una paliza en el callejón, John Hammond ficha a Dylan para publicar su primer disco con Columbia Records. El verano siguiente saldría The Freewheelin’, con la icónica portada de Dylan bajando por Jones Street con su novia Suze Rotolo del brazo.

A partir de ahí, solo tenías que ser Bob Dylan. «Todo lo que tienes que hacer es escribir A Hard Rain’s A-Gonna Fall por primera vez —dijo Van Ronk—. Eso fué lo que hizo Bobby y lo que ninguno de nosotros pudo hacer».

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9 Comentarios

  1. Larry Bird

    Es que A Hard Rain’s A-Gonna Fall fue la primera vez que Dylan se separó de los mortales. Estaba a años luz.

  2. El personaje de John Goodman parece mucho más inspirado en Doc Pomus que en Dr. John. Adicto también a la heroína y con secuelas evidentes de la polio. Pero sobre todo coincide mucho más su ubicación geográfica en la época que refleja la película y el hecho de que por aquella época Pomus ya era un compositor reconocido mientras a Dr. John no lo conocía nadie fuera de Nueva Orleans.

  3. David R.F.

    Hace relativamente poco, en esta misma revista, se ha publicado un artículo que ha utilizado el tirón de «Inside Llewyn Davis» para hacer una recopilación de canciones folk. En esa publicación, al menos así es la sensación que me transmite, se ningunea e infravalora a esta estupenda película, comparándola con «biopics» musicales de una calidad inferior a la de la obra de los Coen, o incurriendo en la búsqueda de fallos estéticos de los personajes.

    Sin intención de crear hostilidad entre autores de esta revista, la comparación es inevitable. Y me alegra saber que su artículo refleja la emotividad y reflexión con la que salí del cine: Llewyn Davis es la cara B del artista, una suerte de Sísifo moderno encadenado a su guitarra y su vanidad creativa, que lo atrapan para ser, de nuevo, noqueado en un callejón oscuro. Curiosamente, Sísifo era el padre de Odiseo (o Ulises, en su versión latina). Cuando las coincidencias abundan, raramente son coincidencias.

    Mi enhorabuena por el artículo. Es un auténtico placer leer algo que no busca crear una lista de reproducción de difícil acceso.

  4. Si que os gusta la película que ya le habéis dedicado 2 artículos y medio jajaja.

    Felicidades por el texto por cierto.

  5. Pingback: La importancia de llamarse Bob Dylan

  6. Adoro la época, adoro la música de la que se habla en la película, pero no he logrado emocionarme con ella. Y es una pena, como dice Llewyn, ya lleváis dos artículos sobre una película que es, posiblemente, la más floja que nunca he visto de los Coen.

  7. Tomas Fernando

    «Los Coen usaron el libro de memorias de Dave Van Ronk, The Mayor of MacDougal Street, para componer el guión y todas las canciones que toca Llewyn son suyas»

    ¿Que son de Dave van Rok las canciones que cantan en la película? Venga hombre. Marta, ¿has oído hablar de Allan Lomax?

    Dr John y el personaje de Goodman no se en que se parecen. Por favor, ¿tienes una fuente para afirmar que Dr John sufrió de Polio?

    No entiendo este artículo. Tengo la sensación de que no hablas de cine y no sabes de música.

    • Y eso, por no comentar el abordaje digamos, ligero, que ofrece de Revolutionary Road, una de las mejores construcciones literarias sobre la descomposición de una pareja (contracultural o no) que haya leído yo en mi vida.

  8. No me gusta el artículo. Se ve que la autora no entiende mucho de lo que habla.

    Primero, Llewyn no toca canciones de Dave Van Ronk porque Van Ronk apenas tenía canciones propias; se dedicaba, como tantos otros folkies, a interpretar canciones tradicionales. Ni ‘Hang Me, Oh Hang Me’, ni ‘Dink’s Song’, que aparecen en la película, eran de Van Ronk; antes bien, eran baladas tradicionales.

    Es como si dijéramos que ‘House of the Rising Sun’ es de Bob Dylan.

    De hecho, el disco que menciona la autora, ‘Inside Dave Van Ronk’, está compuesto exclusivamente de versiones. En las liner notes del disco Van Ronk explica de dónde aprendió a tocar cada una de ellas (algunas se las enseñó su abuela, que acostumbraba a cantar todo el día). Si algo definía a Van Ronk era su escasez de material original.

    Y Dr John ‘pianista de jazz’? Acaso la autora ha escuchado su disco ‘Gris Gris’. En fin.

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