1. La casa de hojas, de Mark Z. Danielewski (Editorial Pálido Fuego-Alpha Decay).
Un laberinto dentro de un enigma, una historia que cuenta la historia de una historia, un juego metaliterario apabullante. Y una edición exquisita. No recomendable para quienes posean una casa en Virginia.
2. El muñeco de nieve, de Jo Nesbo (Editorial RBA).
Todas las aventuras del policía Harry Hole son buenas. Esta quizá es la mejor. Deja al lector jadeante. Podemos decir que se trata de un simple thriller, como podemos decir que el Ferrari es solo un coche.
3. A man without breath, de Philip Kerr (Editorial Quercus).
Lo siento, no se ha traducido todavía al español. Pero la serie de Bernie Gunther, el policía en la Alemania nazi, ha alcanzado ya la altura de los clásicos. Una espléndida novela negra envuelta en el horror gélido de los bosques de Katyn.
4. Deshielo y ascensión, de Álvaro Cortina Urdampilleta (Editorial Jekyll & Jill).
Aviso: el autor colabora en Jot Down y una vez tomé con él un café en Roma. Puede leerse como un relato entre lo fantástico y la ciencia ficción, o como un ensayo inquietante sobre las trampas de la naturaleza y del arte. Puro desasosiego.
5. John Maynard Keynes, de Robert Skidelsky (Editorial RBA).
Esta biografía ha tardado diez años en traducirse del inglés. Hay que leerla para conocer una de las mentes más interesantes del siglo XX y para comprobar que la economía no es una ciencia exacta, sino la más procelosa y potencialmente destructiva de las ciencias sociales.
6. La venganza de la geografía, de Robert D. Kaplan (Editorial RBA).
El ensayista conservador admite su error con Irak y se somete a una cura de determinismo: pese a las revoluciones tecnológicas, los viejos mapas siguen siendo cruciales para entender la realidad y hacer previsiones sobre el futuro.
7. Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas, de Leontxo García (Editorial Crítica).
No hace falta ser aficionado al ajedrez para disfrutar con este libro, un pequeño prodigio de erudición y amenidad.
8. Por qué dejé Goldman Sachs, de Greg Smith (Editorial Deusto).
Las trapacerías del banco más poderoso del mundo, contadas desde dentro. Una demostración de que tras la horrible crisis financiera, algo ha cambiado en la gran banca: ahora es aún más voraz y peligrosa.
9. Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina (Editorial Seix Barral).
Una crónica sobre la España disparatada de las últimas décadas. Manuel Vázquez Montalbán la habría escrito de forma distinta, pero no mejor.
10. Librerías, de Jorge Carrión (Editorial Anagrama).
Un ensayo maravilloso sobre un mundo crepuscular. Periodismo cultural de nivel estratosférico. Un libro que homenajea a todos los demás libros, y a los templos en los que solíamos rendirles culto.
Para que no haya protestas recomiendo una lista paritaria, mitad hombres, mitad mujeres, mitad blancos, mitad negros y dos escritores por cada continente. Recomiendo también para el año que viene. Que la lista sea de doce libros, así podremos tener tres mujeres blancas y tres negras. Se seguirán manteniendo dos escritores por continente y el autor de la lista podrá repescar a dos a su gusto: hombre blanco o negro, mujer blanca o negra. Para 2015 estudiaré como implementar las religiones mayoritarias y minoritarias y el colectivo gay-lésbico sin que la lista se dispare más allá de los mejores 256 libros de 2014.
La Internacional Papanatas vela por todos nosotras y nosotros.
No me gusta la lista. Previsible y casi gris.
Ansioso estoy de leer el nuevo de Bernie Günther…Esa fina ironía rozando el sarcasmo del gran personaje de Philip Kerr siempre se agradece. Los nazis, la II Guerra Mundial y Bernie son garantía de pasar un buen rato.
Coincido con Joseph Porta: previsible, gris y poco inteligente. Ya sólo la mención al publirreportaje «Librerías con encanto» demuestra que a Jot Down le va más la forma que el contenido y la postura que la sustancia.
Lástima que no pusieras ningún ejemplo de esos libros inteligentes, coloridos e imprevisibles que lees. El postureo son los otros.
No veo que tiene de malo la lista, si es previsible supongo que es por el consenso que hay de que esos libros son buenos, ¿no?
Enric,
Desde el descaro y sin que nadie me lo pregunte, recomiendo «Una historia sencilla» (Editorial Anagrama) de Leila Guerriero. Y también se lo recomiendo a los que se quejan del color gris de la lista. Esta obra es un poco magenta, o tal vez añil. La vais a disfrutar.
Otra lista sin autoras. El que crea que la literatura escrita por mujeres está a la altura de la escrita por hombres es que todavía no se ha enterado de nada. Que se compre el último Premio Planeta, mierda elevada a no se sabe qué…
Joder, otra lista calificada como incorrectísima por los comentarios. Esto es la hostia. Es una lista particular hecha en base a los gustos del autor. Joder. Joder. Agradezcamos que otra persona que también lee mucho, hace un filtro y recomienda lo que le parece interesante. Joder. Joder otra vez.
Eso sí, lo que veo es que JD empieza a parecerse a esas webs de fotos de «las 25 mejores playas», «los 10 mejores hoteles», «los 30 vestidos de Pepita del Monte», etc. Que sea con otras cosas no es excusa, lo de listar está muy bien (que se lo digan a Garci), pero la sensación de que cada vez hay más artículos de listas por aquí y listas por allá es bastante deprimente. Como no se solucione, esto se acabará convirtiendo en otra página de Facebook.
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Yo sólo he leído uno, el de Antonio Muñoz Molina, y la verdad que en mi opinión vale la pena leerlo. Y digo que vale la pena porque pena es lo que queda tras leerlo.