Destinos Ocio y Vicio

Un aprendiz de hipster en Brooklyn

Brooklyn

Brooklyn es cool

Si Brooklyn fuera una ciudad independiente, sería la cuarta por población de Estados Unidos. De hecho, lo fue hasta 1898, y en cierto modo, lo sigue siendo hoy día, con su personalidad diferenciada de los otros cuatro boroughs de Nueva York, su impenitente orgullo de barrio y sus atracciones únicas. Brooklyn tiene su propio museo de arte, el Brooklyn Museum, con una magnífica colección que abarca desde el antiguo Egipto hasta Monet; su propio espacio verde a modo de remanso de paz en la jungla urbana, Prospect Park, que nada tiene que envidiar a Central Park (desde luego costaría dilucidar cuál de los dos parques cuenta con los corredores con accesorios más conjuntados); y por tener, desde el año pasado tiene incluso su propio equipo de la NBA, los Brooklyn Nets.

La llegada de los Nets a Brooklyn es muy significativa. La franquicia, esencialmente perdedora en los últimos años, huyó de la gris e industrial Nueva Jersey (el patito feo al otro lado del Hudson al que Nueva York mira por encima del hombro) buscando identificarse con el estilo de Brooklyn. Y aprovecharse de su tirón comercial, claro: solo en los dos primeros días que los productos del nuevo equipo estuvieron disponibles en la tienda de la NBA, los Nets vendieron diez veces más de lo que solían vender en un año entero en Nueva Jersey. La operación estuvo magistralmente diseñada desde el primer momento. Se construyó un pabellón último modelo en pleno centro neurálgico de Brooklyn, el Barclays Center, de exterior futurista e interior gourmet, con opciones de comida a cargo de algunos de los mejores restauradores de la pujante escena gastronómica brooklyniana. Se diseñaron unos logotipos y unos uniformes en un estricto e impoluto blanco y negro de lo más retro que a buen seguro merecerían la aprobación del diseñador gráfico de Jot Down. Pero sobre todo se tomó una decisión clave: se puso en lugar visible del proyecto al rey de Brooklyn.

Porque Brooklyn tiene su rey. Se llama Shawn Carter, aunque es más conocido como Jay Z (ojo, no Jay-Z, leí hace un tiempo que en un alarde de detallismo gramatical se había despojado del guión). Nació en Bed-Stuy, el barrio tradicionalmente afroamericano de Brooklyn que inmortalizó Spike Lee en su clásica Do the right thing (¿recuerdan la camiseta de Radio Raheem, Bed-Stuy. Do or die?), y su ascenso desde las malas calles donde vendía crack hasta el trono mundial del hip-hop ya es leyenda. Junto a su no menos legendaria mujer, Beyoncé Knowles, y su hija de nombre de superheroína Blue Ivy, forman la familia real de Brooklyn.

Pues bien, el rey de Brooklyn se puso al frente del cambio de sede de los Nets. Al menos aparentemente: en realidad el 80% del equipo es propiedad de un oligarca ruso y parece ser que Jay Z solo llegó a ostentar alrededor de un 0,067% que finalmente acabó vendiendo. Pero da igual. En el imaginario colectivo ha quedado que los Brooklyn Nets son de Jay Z. Es él el que se sienta a pie de pista como un Jack Nicholson de la costa este, es él al que persiguen las cámaras, y es él el que inauguró el Barclays Center de Atlantic Avenue con una serie de ocho conciertos que vendieron en total unas 120.000 entradas. Tal es así que un dicho popular típico de Nueva York se ha adaptado al efecto: si el Yankee Stadium siempre ha sido conocido como The House That Ruth Built, por el mítico jugador Babe Ruth, que cambió el destino de los Yankees, el Barclays Center es ahora The House That Jay Z Built.

En fin, esta digresión baloncestístico-artística venía al caso de ilustrar cómo el desembarco de los Brooklyn Nets es la prueba irrefutable y la confirmación definitiva de que Brooklyn está de moda. Brooklyn, señoras y señores, es cool. Muy cool.

Brooklyn 2

Mi Brooklyn

Y como es tan cool, tan moderno, tan requeteguay, y todo el mundo te lo dice, uno se lo acaba creyendo y quiere ser parte de la fiesta. Así que, como los Nets, acabé por mudarme yo mismo también a Brooklyn, a ver si se me pegaba algo. Tras dos años viviendo en Manhattan, decidí que yo, por qué no, podía intentar ser un hipster más, y crucé el Rubicón del East River para afincarme en Greenpoint (quizá lo conozcan por ser el barrio de Lena Dunham en Girls), en la zona norte de Brooklyn, junto a Williamsburg.

Pasado un tiempo de mi llegada, me empecé a acostumbrar al ambiente moderno, a las camisas de cuadros, los bigotes, las gafas de pasta, y dejé de pensar en la tontería mayúscula de lo cool. Yo creo que el momento clave en el que vi la luz me ocurrió en la peluquería del barrio. Mientras esperaba, siguiendo la tradición de la casa, me ofrecieron una PBR (Pabst Blue Ribbon, la cerveza favorita de los hipsters por ser barata a la vez que bebible). Allí estaba yo, rodeado de gente con peinados mucho más modernos que el mío, cubiertos de tatuajes (yo, que le tengo pánico a la aguja de los análisis de sangre), pero con mi PBR y mis ganas de encajar. De repente me sentí uno más. Quizá sí podía ser hipster al fin y al cabo. Fue entonces cuando me di cuenta de que, independientemente de todas las chorradas que se dicen, de hecho Brooklyn está muy bien. Es un lugar donde se puede saborear una cerveza mientras esperas en la peluquería. Por ejemplo.

También se puede comer la mejor pizza de Nueva York, en Paulie Gee’s. Paulie (me gusta pensar que la ge de su apellido es por Gualtieri, como el inolvidable subalterno de Tony Soprano) es un italoamericano de unos sesenta años y podría perfectamente pasar por el doble de Martin Scorsese. Trabajó toda su vida como informático, pero su pasión siempre fueron las pizzas, que cocinaba en el jardín de su casa para sus amigos. Tanto éxito tenían esas reuniones culinarias, que dejó su trabajo, mandó traer un horno de leña de veinte mil dólares directamente desde Nápoles, y montó el restaurante. El único cometido de Paulie es ir por las mesas cada noche saludando a la clientela e invitando a las chicas a limoncello, y no tiene respiro, porque el sitio está siempre lleno. Las pizzas de masa fina, en el punto perfecto, e ingredientes selectos y naturales son las mejores que he tomado fuera de Italia. Si van, pídanse la Hellboy, con miel picante, no les defraudará. Y saluden a Paulie de mi parte, quizás me haga un descuento la próxima vez. O me invite a un limoncello.

En Brooklyn también está Peter Luger, donde se puede disfrutar del mejor steak de la Gran Manzana. Casi se puede cortar con el tenedor como si fuera mantequilla. Y qué sabor. No he probado cosa igual. Cuenta Enric González en sus entretenidas Historias de Nueva York que Peter Luger ganó tantos años seguidos el premio Zagat al mejor steakhouse de la ciudad, que tuvieron que eliminar la categoría.

Paulie Gee’s y Peter Luger son mis favoritos, pero tengo otros lugares en Brooklyn que no quiero compartir con nadie (como diría Elvira Lindo). Traif, palabra que en yídish designa a los alimentos prohibidos por la religión judía, como el cerdo o el marisco, sirve precisamente eso (aunque también otras cosas) en medio del área con más concentración de judíos ortodoxos de Williamsburg. Independientemente de la polémica que levantó entre la comunidad local cuando abrió, sus platos pensados para compartir, estilo tapas, son una maravilla.

Para cocina de estrella Michelin a precios razonables, vayan a Bistro Petit. Para el mejor brunch, a Five Leaves. Para tomar una cerveza o un cóctel (o las dos cosas), No Name Bar, donde además sirven picoteo coreano si les entra hambre de madrugada. Para probar de todo en el mejor mercadillo de comida de la ciudad, Smorgasburg (que no se les escape el sándwich de brisket de Mighty Quinn’s). Y de postre, helado de foie gras, aceite de oliva virgen o, si son aventureros, chorizo en Odd Fellows.

Y como no solo de pan vive el hombre, por último una recomendación cultural. Vayan a The Word, una de esas librerías de barrio en peligro de extinción, busquen en la estantería de los staff picks y compren The love affairs of Nathaniel P., de Adelle Waldman. Dicen que es la novela definitiva para describir a la generación de jóvenes de entre veintitantos y treinta y tantos que pululan (pululamos) por Brooklyn. Llévensela a Transmitter Park, a unas pocas manzanas, y disfruten del libro y de una de las mejores vistas del skyline de Manhattan. Creo que Lena Dunham aprobaría el plan.

Brooklyn 3

Otros Brooklyns

Pero Brooklyn es mucho más que jóvenes blancos con tatuajes leyendo The New Yorker en cafés de moda. Fuera del reino hipster de Williamsburg y Greenpoint (aunque muchos de los verdaderos hipsters se han exiliado en Bushwick), está por ejemplo el Brooklyn «adulto» de Park Slope, con sus elegantes calles arboladas jalonadas de brownstones, características casas de piedra. Si pasean por allí quizá se encuentren a Paul Auster, pionero entre la intelectualidad neoyorquina a la hora de mudarse al hoy considerado uno de los barrios más deseados de la ciudad.

En Brooklyn, la llegada de vecinos de poder adquisitivo medio-alto a barrios tradicionalmente humildes (gentrification) ha modificado muchos paisajes. Para transformaciones, la del barrio de Red Hook. En los años veinte del siglo pasado llegó a ser el puerto de carga con más movimiento del mundo. Con la llegada de los contenedores, el área decayó, hasta el punto de que en 1990 la revista Life lo nombró uno de los peores vecindarios de Estados Unidos y la capital del crack del país. Hoy en día, sin embargo, ha atraído a varios famosos y cuenta con agradables restaurantes, como el Brooklyn Crab, que en consonancia con el pasado marinero del barrio, ofrece langosta y otros mariscos con vistas a la bahía de Nueva York y la Estatua de la Libertad.

Otro barrio histórico de Brooklyn es Coney Island. A principios del siglo pasado fue uno de los destinos vacacionales más concurridos de Estados Unidos. Hoy, solo queda la sombra de su esplendor y algún remanente de sus espectaculares parques de atracciones. A pesar de su aire decadente, resulta interesante, aunque solo sea como experimento sociológico, darse una vuelta por su famoso paseo marítimo y observar los personajes que lo frecuentan antes de tomarse un perrito caliente en el templo de Nathan’s, donde cada 4 de julio se celebra el famoso concurso consistente en engullir lo más rápido posible el producto estrella de la casa.

Luego está el Brooklyn auténtico, el de la gente, donde viven y se mezclan docenas de etnias, idiomas y culturas. Están los chinos de Sunset Park, cuyo Chinatown supera en tamaño a los de Manhattan y Queens. O los judíos ortodoxos de Williamsburg con sus sombreros y tirabuzones. También los ucranianos y demás rusohablantes de Brighton Beach, conocido como Little Odessa. O los negros y latinos de East New York y otros barrios del este de Brooklyn.

Incluso en barrios transformados por la gentrification como el mío, Greenpoint (yo soy parte del proceso, supongo), es muy curioso observar la convivencia de gente de distintos orígenes. Greenpoint fue tradicionalmente lugar de residencia de la comunidad de emigrantes polacos. Después llegaron los latinos y también los hipsters. En consecuencia, los domingos a mediodía se ve a grupos de señoras polacas volver de misa vestidas para la ocasión, como si estuvieran en un pueblo de la Polonia profunda, subiendo por Manhattan Avenue mientras charlan en su idioma. Por el camino, pasan por delante del taller de tatuajes y la tienda de productos gourmet frecuentados por los hipsters, y después por el restaurante colombiano y por el peruano que vende un pollo asado entero a ocho dólares, antes de llegar a la carnicería polaca para comprar kielbasa.

Por supuesto, Brooklyn, como microcosmos de Nueva York, refleja la tremenda desigualdad económica que aqueja a la ciudad y que no es ajena a estos contrastes étnicos y culturales. La eclosión de Occupy Wall Street, con su mensaje principal de «somos el 99%», no ocurrió en la Gran Manzana por casualidad. Si Nueva York fuera un país, tendría el mismo índice de desigualdad que Suazilandia: en Nueva York, el año pasado, el 1% más rico de la población ingresó cerca del 39% de la renta de la ciudad.

Precisamente ha sido alzando la bandera de la lucha contra las disparidades económicas como un político de Brooklyn, Bill de Blasio, ha conseguido recientemente hacerse con la candidatura demócrata a la alcaldía de Nueva York. Todas las encuestas dan por seguro que sustituirá a Bloomberg como el próximo alcalde. Su mensaje principal: revertir la creciente desigualdad social y hacer de Nueva York una ciudad habitable y de oportunidades para todos sus ciudadanos, no solo para los más ricos o los que viven en las mejores zonas de Manhattan.

De Blasio, con su familia multirracial (su mujer es negra y su hijo mulato luce un peinado a lo afro que hasta Obama ha elogiado) y su manera tolerante de entender la vida, representa muy bien el Brooklyn más moderno, en el sentido amplio de la expresión. No solo el que se ha puesto de moda últimamente, con sus hipsters y sus locales a la última, sino también el Brooklyn que celebra su diversidad cultural y es consciente de sus injustas desigualdades. Un Brooklyn integrador, colorido y que no deja nunca de sorprender, múltiple y variado, de opciones infinitas, con mil caras y acentos. Y es que hay muchos Brooklyns, pero todos están en este.

Fotografía: Alejandro Roche

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36 Comments

  1. Pingback: Un aprendiz de hipster en Brooklyn

  2. Pingback: Bitacoras.com

  3. Hace 3 años fui con mi novia y otra amiga, finlandesas las dos, a Nueva York. Reservamos tarde y sólo encontramos alojamiento en Brooklyn.

    Recuerdo la primera noche, volver de Manhattan, salir del metro a las diez y pico cargado de inmensas bolsas de la compra y caer en la cuenta de que éramos los únicos blancos a 2km a la redonda. Tíos con pintas de hiphoperos mirándonos como quien mira a un postre. Iba acojonado.

    Iba acojonado, sí, pero porque soy idiota y he visto demasiada tele. Cuántos prejuicios… No sólo no nos pasó nada sino que tuvó su gracia: piropos, vacile, buen rollo.

    Quedarnos en Brooklyn y tomarnos un día para patearlo fue una excelente decisión. Gracias a este artículo me quedo con ganas de volver.

    • Qué bien que el artículo te haya animado a volver, me alegro mucho y espero que puedas hacerlo pronto. Además, ahora ya volverás de Manhattan más tranquilo con las bolsas de la compra ;) Un saludo.

      • FCB army

        La verdad sea dicha, NY es la ciudad más viva y cosmopolita del mundo, es incomparable, cuando estás en ella, almenos yo, siempre tengo la sensación de estar donde todo empieza a girar, en el centro del mundo y de alguna manera creo que así es y así se sienten los New Yorkers… algunos intentan compararla con Londres, a la que yo veo mucho más gris y aburrida. Respecto a Brooklyn… qué decir…. es como una ciudad dentro de la ciudad, para mí el mejor borough de toda NY sin duda … tiene de todo y en el artículo están muy bien expuestas las esencias de Brooklyn, sus razas, zonas etc…. es un borough que ha mejorado muchísimo respecto a los 80 y 90 donde habían zonas que acojonaban y mucho, y no hablo de tonterías…. gente con pipas por la calle, mucho mucho crack y muchísima sensación de inseguridad en algunas zonas de Brooklyn… algo increíble… recuerdo, como anécdota, cuando fui por primera vez a NY, en el 91, me quise perder por la ciudad para descubrirla mejor y me perdí por Manhattan y me encantó con lo que al día siguiente quise hacer lo mismo para descubrir un poco más el verdadero Brooklyn (sólo me habían avisado de nor ir a Harlem y al Bronx) y sin darme cuenta acabé dando vueltas y tumbos por Brownsville, Crown Heights y Cypress Hills (luego me enteré que los taxis casi no entraban ahí, en el 91 digo) y no sabía ni como salir de allí ajja la verdad que aun no sé como logré salir de allí sin un rasguño con todo lo que vi y me crucé esa mañana ajajjajajaj aunque en el fondo es más prejuicio que otra cosa, aunque esa gente era dura de cojones…no sé como estará ahora porque las siguientes veces que he ido no he vuelto por ahí por lo que viví jajaj pero acojonaba muchísimo, era otro nivel, supongo que estará mejor porque no es difícil mejorar lo que allí había… ni me imagino como estaría el Sur del Bronx o Harlem por aquella época, los dos símbolos históricos de la disparidad económica de NY, donde las drogas, los tiros y la pobreza viven (ahora Harlem menos) a pocos Km de los penthouse millonarios de Manhattan y el Upper East Side…. aun así el lado salvaje de NY también es vibrante y vital (a su manera)…. saludos y felicidades por el artículo Alex.

  4. kr3st0

    Buen artículo. Me ha venido al pelo ya que pienso visitar NY a final de año. Y me hospedaré en Brooklyn, así que los lugares que has mencionado me los pienso recorrer.

    Espero leer más artículos sobre Brooklyn.

    Un saludo!

  5. Me ha gustado mucho el artículo, ambas partes y cómo las describes. Mi hermano está viviendo ahora allí y es rapero de forlive, yo pinso ir a verlo y quedarme alli una larga temporada, en Brooklyn y a mi también me encanta el hiphop. Las moderneces han estado y estarán siempre que las promocione la pasta, lo he visto en otras ciudades. Pero si sabes lo que buscas encontrarás las raices de toda ciudad!! Gracias por esta retrospectiva y análisis!. Saludos

  6. Este año es la segunda vez que vengo 6 meses a vivir a Brooklyn durante un proyecto. Me encanta el artículo y como has retratado el ambiente de barrio, multicultural, suburbano y a la vez moderno. Un saludo desde Caroll Gardens.

  7. Someone

    A m’i Brooklyn me recuerda un poco a Londres, al menos las zonas que vi me recordaban a Shoreditch.

    Estaria bien que hicieses una serie de art’iculos sobre NY y cada barrio, Queens, Bronx, Harlem. Yo estuve una semana en NY, pateando a saco cada d’ia, y es una ciudad que da para mucho. Aun asi algunas cosas me decepcionaron pero m’as por las expectativas con las que iba que por la ciudad en s’i, que vale mucho la pena!

    PS: Comida italiana de calidad y a buen precio, Brucie’s, en 234 Court St.

  8. Qué buen artículo, me ha encantado!!! Solo estuve un día en Brooklyn, cuántas cosas me quedan por conocer…espero volver pronto con estas magníficas recomendaciones en la mano!!

  9. David

    »Porque Brooklyn tiene su rey. Se llama Shawn Carter, aunque es más conocido como Jay Z (ojo, no Jay-Z, leí hace un tiempo que en un alarde de detallismo gramatical se había despojado del guión)» y en esa misma frase deberías haber corregido »guion» que ya no se escribe con tilde según la nueva regla, es un monosílabo.

    • vitojph

      «guión» es monosílabo en la mayoría de variantes del español en America. En España, muchos la pronunciamos como dos sílabas. Ambas ortografías son aceptables.

  10. mirlo

    hablar de brooklyn y no nombrar a woody allen ni el rap de nueva york significa que el redactor del articulo solo ve lo que quiere

  11. Mª José Diez de Isla

    Una acertadísima descripción de la esencia de Brooklyn, y una muy atinada aprehensión del alma del barrio.
    Un magnífico artículo ilustrado con unas fotos muy sugerentes, que te acerca con precisión al espíritu brooklyniano.

  12. Mario Lancia

    Bueno, ahora toca promocionar Brooklyn, pues vale…
    ¡Qué manía tiene la gente con viajar, viajar, ver otros sitios! ¡Pero si no sirve de nada! Allá donde vayáis, siempre estaréis con vosotros mismos y si no tenéis paz en vuestro interior, el infierno os seguirá hasta Brooklyn. Esto de ver mundo es un invento de cuatro espabilados para sacar pasta al personal, creédme, pero queda tan «cool» decir que has estado en New York… ¡Aunque sea en Brooklyn!

  13. David, el diccionario de la RAE admite las dos posibilidades, guion y guión

  14. David del F.

    Qué artículo más ameno y útil! Y veo que el autor de las espectaculares fotos que lo ilustran es el propio escritor! Felicidades por duplicado. Cuando viajamos a NY no se nos ocurre salir de la Gran Manzana y este artículo despierta en el lector las ganas de zambullirse de lleno en el espíritu de Brooklyn; algo que no dejaremos de hacer en nuestra próxima visita!
    Thanks a lot Mr. Roche!

  15. Marcos

    mirlo, Woody Allen jamás sale de Manhattan.

    Yo estuve un mes en NY, en Greenpoint, y por aquel entonces me parecía un grano en el culo. Claro que eso tenía que ver con que me alojaba en la YMCA, que es el sitio más infame en el que he estado (y que ahora, por supuesto, da pie a contar decenas de anécdotas con los amigos).

    A decir verdad, Greenpoint tenía cosas que molaban mucho, desde fruterías abiertas hasta bien entrada la noche, hasta bares donde disfrutar de una Brooklyn Lager, cerveza excepcional. Williamsburgh estaba más vivo, sí, pero en Greenpoint parecían más majos.

  16. Siempre que pienso en que si un dia visitaria NYC tendria que visitar Harlem, Bronx,Queens…y como no Brooklyn(y no precisamente por la oleada hipsteriana…)antes que Manhattan…aunque bueno con tanta modernez igual ya estropearon dichos barrios, porque se dice que Harlem tambien se ha convertido en sitio de moda…me equivoco? es lo que se comenta.
    Saludos!

    PD: Esperando mas articulos del resto de barrios de NYC…

  17. Pingback: Comida china, el futuro de las Redes Sociales y la caída de Facebook - 40deFiebre

  18. Pingback: Chicago enseña los dientes | The Roosevelt Park

  19. Me ha gustado el artículo. Yo vivo en Borough Park, algo lejos de la parte molona de Brooklyn, comunidad también de judiós ortodoxos.

    Lo que más me ha chocado de Brooklyn, es efectivamente como apuntas en el artículo, la ridícula diversidad racial/cultual. Porque por momento roza lo ridícul, y sí que supera a la de Manhattan, que ya es de por sí extraordinaria con la de cualquier zona europea. Yo vivo al límite entre un vecindario de judíos jaredíes, con su vestimenta negra, barbas, peyes y mercadillos Kosher, y otro chino, con basicamente toda la esencia CHinatown del barrio de Manhattan, sus cafés a $0.85, mercadillo en este caso chino, y todo a cienes. Pero es que por aquí también hay mucho latino, y si te bajas un poco, encuentras rusos. Y en el metro, toda la mezca ahí unida. Tú lo piensas: «qué ridícula diversidad de cultura, ideologías y diferentes estilos de vida, reunida en unos pocos metros cuadrados, en este vagón». Supongo que por eso te sientes un poco insignificante, en esta ciudad. No hay sensación de yo pertenezco a este sitio de ninguna manera, no para nadie, salvo para los negros que poblan el Este de Brooklyn.

    Intentaré visitar algunos de los lugares que has mencionado, rapidito porque me queda sólo un mes aquí.

    Los Nets son la risa actualmente, por cierto. Dí que los Knicks también.

  20. Hola Alex
    Vaya, sí tenía muchas ganas de volver a Nueva York, tu artículo me tira más hacia las maletas… Fui en abril y me sorprendió tanto que me llegó.
    Si quieres asomarte a mis sensaciones, será un placer:

    http://miltyflinn.blogspot.com.es/2013/05/una-postal-desde-nueva-york-postcard.html

    Te vuelvo a leer¡¡¡

    Salu2

  21. Periodista ETT

    Qué de pasta tiene la peña…y no la de las gafas…

  22. PRESIDENT MAO

    Bonito reportaje. Espero que en el próximo mandéis al periodista a Harlem en gayumbos, y con un cartel que diga: «ODIO A LOS NEGROS». No encontrará muchos bares que sirvan capuccinos, pero la crónica que escriba después de la visita va a ser una pasada…

  23. Abraham Lincoln

    La verdad sea dicha, NY es la ciudad más viva y cosmopolita del mundo, es incomparable, cuando estás en ella, almenos yo, siempre tengo la sensación de estar donde todo empieza a girar, en el centro del mundo y de alguna manera creo que así es y así se sienten los New Yorkers… algunos intentan compararla con Londres, a la que yo veo mucho más gris y aburrida. Respecto a Brooklyn… qué decir…. es como una ciudad dentro de la ciudad, para mí el mejor borough de toda NY sin duda … tiene de todo y en el artículo están muy bien expuestas las esencias de Brooklyn, sus razas, zonas etc…. es un borough que ha mejorado muchísimo respecto a los 80 y 90 donde habían zonas que acojonaban y mucho, y no hablo de tonterías…. gente con pipas por la calle, mucho mucho crack y muchísima sensación de inseguridad en algunas zonas de Brooklyn… algo increíble supongo que habrá mejorada hahah… recuerdo, como anécdota, cuando fui por primera vez a NY, en el 91, me quise perder por la ciudad para descubrirla mejor y me perdí por Manhattan y me encantó con lo que al día siguiente quise hacer lo mismo para descubrir un poco más el verdadero Brooklyn (sólo me habían avisado de no ir a Harlem y al Bronx) y sin darme cuenta acabé dando vueltas y tumbos por Brownsville, Crown Heights y Cypress Hills (luego me enteré que los taxis casi no entraban ahí, en el 91 digo) y no sabía ni como salir de allí ajja la verdad que aun no sé como logré salir de allí sin un rasguño con todo lo que vi y me crucé esa mañana ahahhaahh aunque en el fondo es más prejuicio que otra cosa, aunque esa gente era dura de cojones o almenos lo parecía…no sé como estará ahora porque las siguientes veces que he ido a la ciudad no he vuelto por esps barrrios por lo que viví ese día pero acojonaba muchísimo, era otro nivel, supongo que estará mejor porque no es difícil mejorar lo que allí había… ni me imagino como estaría el Sur del Bronx o Harlem por aquella época, los dos símbolos históricos de la disparidad económica de NY, donde las drogas, los tiros y la pobreza viven (ahora Harlem menos) a pocos Km de los penthouse millonarios de Manhattan y el Upper East Side…. aun así el lado salvaje de NY también es vibrante y vital (a su manera)…. saludos y felicidades por el artículo Alex.

  24. Muy buen artículo. Vivimos 3 años en NYC. En realidad vivimos 2 de esos tres años en Nj. En West New York frente por frente a Manhattan. Y ojo que tiene sus cosas también. Pero en referencia l muy buena artículo. Es claro que es imposible nombrar todo pero eché en falta Brooklyn Heights que debe ser sino el mejor barrio de NYC para vivir. Con su promenade mirando a Downey y si paz y casas alucinantes (es el barrio donde esta la casa de los padres de Cher en Hechizo de luna, con Nicolás Cage, no se como se llamó en España, vivo en Madrid pero so de Uruguay) También está la zona de DUMBO que por lo que he visto ha seguido creciendo desde que en 2008 dejamos la ciudad. Carreño Gardens, de camino a Red Hook también es lindo. Y sobre todo alg que a mi me llamaba mucho la atencion era recorrer las calles limítrofes con Queen y conocer bien las fronteras y ese cambio claro pero imperceptible a la vez que se daba. Buen artículo. NYC es una ciudad sin igual. Probablemente la mejor de lindo occidental y Brooklyn es alucinante. Saludos. NYC State of Mind

  25. Y ahí es donde el corrector me hace jode el posteo

  26. Muy buen artículo. Vivimos 3 años en NYC. En realidad vivimos 2 de esos tres años en Nj. En West New York frente por frente a Manhattan. Y ojo que tiene sus cosas también. Pero en referencia al muy buena artículo. Es claro que es imposible nombrar todo, pero eché en falta Brooklyn Height que debe ser el mejor barrio de NYC para vivir. Con su Promenade mirando a Downtown, su paz y casas alucinantes (es el barrio donde esta la casa de los padres de Cher en Hechizo de luna, con Nicolás Cage, no se como se llamó en España, vivo en Madrid pero soy de Uruguay) También está la zona de DUMBO que por lo que he visto ha seguido creciendo desde que en 2008 dejamos la ciudad. Carroll Gardens, de camino a Red Hook también es lindo. Y sobre todo algo que a mi me llamaba mucho la atencion, que era recorrer las calles limítrofes con Queens y conocer bien las fronteras y ese cambio claro pero imperceptible a la vez, que se daba. Buen artículo. NYC es una ciudad sin igual. Probablemente la mejor de todo occidente y Brooklyn es sin dudas alucinante, por donde se lo mire. Saludos. NYC State of Mind

  27. la mejor pizza de Brooklyn en «Roberta’s»…Y a tomar un latte en «Variety»,y la «Bison Burger en Mother’s en Graham ))))

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