Música

20 canciones veraniegas para la playa y la montaña

BeachBoys

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Al hablar de música y verano nunca está de más huir del tópico de «la canción del verano», categoría bajo la que se ha castigado a la raza humana con algunos de los estribillos más criminales de todos los tiempos. Así que no, mejor olvidemos lo de la «la canción del verano». Pero sí resulta interesante recordar algunas de las canciones más célebres que se han escrito teniendo la estación más cálida del año como inspiración. Canciones que tan pronto expresan alegría, ganas de vivir y de divertirse, como pereza, sopor un ritmo vital ralentizado. Sea como fuere, un poco de todo para amenizar los meses en los que reina el sol:

Summertime, por Billie Holiday: Uno de los temas más célebres escritos sobre el verano y probablemente una de las canciones más versionadas de primera mitad del siglo XX. Fue escrita por el gran George Gershwin para la «ópera negra« Porgy and Bess, aunque la canción se convirtió posteriormente en un standard recurrente en el repertorio de las bandas de jazz y artistas diversos. La melodía capta a la perfección la pesadez y el aire de indolencia asociados al calor estival: hay que tomarse la vida con calma, especialmente quien puede permitirse hacerlo o quien no tiene otro remedio. Entre los innumerables artistas que la han interpretado están Ella Fitgerald, John Coltrane, Sam Cooke, Janis Joplin… pero pondremos aquí la versión de la única e irrepetible Lady Day, quien fue la primera en llevar Summertime a las listas de éxitos:

Summertime Blues, por Eddie Cochran: Una de las melodías únicas, características e inconfundibles que Cochran escribió y grabó antes de morir prematuramente en un accidente de automóvil. El joven Eddie era evidentemente un genio, no cabe duda, porque cualquier recopilación de sus canciones tiene tal nivel medio de inspiración que parecería el «grandes éxitos» de un artista con una carrera más o menos larga… pero no, hablamos de alguien que murió, ¡con 21 años de edad! Este «blues del verano» habla sobre un chaval joven que anhela escapar de sus obligaciones para irse de fiesta, y forma parte de la espina dorsal primigenia de la música rock. Y al igual que C’mon everybody, 20th fight rock o Somethin’ else, ha sido interpretado por muchos otros artistas —a destacar la arrolladora versión que The Who solían hacer en directo y que solo puede calificarse como atómica— pero creo que Eddie bien merece que pongamos la maravillosa grabación original:

(Love is like a) Heatwave, por Martha Reeves & The Vandellas: Estas chicas fueron las intérpretes de otro superclásico centrado en torno al verano, Dancing in the street, aunque este tema también merece el recordatorio. Nos dicen aquí que el amor veraniego es como una ola de calor; metáfora fácil, sí, pero indiscutible. Sonido típicamente Motown y energía contagiosa en lo que fue uno de sus mayores éxitos de principios de los 60:

Hot fun in the Summertime, por Sly & The Family Stone: Otra oda melódica al verano, repleta de cuidadísimos arreglos y contrapuntos de cámara escritos por Sly Stone en sus años de gloria. Como de costumbre en esa época de la banda, Sly se reparte las voces con sus hermanos Rose y Freddie, y con el bajista Larry Graham. Ya he hablado más de una vez de este grupo, así que poco queda que añadir. Una maravilla, como todo lo que componía Sly en aquellos tiempos:

Summer in the city, por The Lovin’ Spoonful: El mayor éxito en la breve historia del grupo liderado por el estadounidense John Sebastian, cuya música influyó a un cierto número de importantes bandas de los 60, Beatles incluidos. Posee una de las estrofas más reconocibles de aquella década, y de hecho Jimmy Page admitió más adelante que había copiado el riff principal de Summer in the city para elaborar la famosa versión de Joan Baez (Baby I’m gonna leave you) que Led Zeppelin incluyeron en su álbum de debut:

Summer madness, por Kool & The Gang: Uno de los grupos punteros del funk setentero, cambian de registro en este instrumental para adoptar sonidos más jazzy y así reproducir el ambiente de una noche veraniega. Cócteles, trajes elegantes, chicas guapas y mucha, mucha calma para lo que era habitual en ellos por aquellos años.

El verano, por Antonio Vivaldi: Quizá no es el pasaje más popular de Las cuatro estaciones, pero esta pieza capta con inexplicable habilidad la pesadez del sol estival, de la calma chicha y del pacífico bochorno veraniego. Una maravilla, como todo el resto de la suite, a la que solamente le falta ser interpretado en un bosque repleto de cigarras:

Summertime rolls, por Jane’s Addiction: A principios de los 90, decían los miembros de esta banda que la diferencia entre ellos y la oleada grunge era que grupos como Nirvana, Soundgarden o Alice in Chains provenían de la lluviosa Seattle y hacían por tanto música oscura, mientras que Jane’s Addiction vivían en la soleada California, relajándose en las playas, tomando el sol y básicamente disfrutando de la vida, por lo que las temáticas de sus canciones eran bastante más vitalistas. El mar, la playa y el verano aparecieron en varias de sus canciones. Y ellos mismos ponían como ejemplo precisamente esta Summertime rolls como ejemplo del espíritu de la banda: una atmosférica oda al verano que empieza casi en el vacío y va llenándose de instrumentos minuto a minuto, con guiños incluidos a la psicodelia sesentera:

Surfin’ USA, por The Beach Boys: Inevitablemente tenían que aparecer aquí los «chicos de la playa» y una de las diversas canciones que dedicaron al océano, el surf y el verano en general. Dicen aquí que todo territorio en los Estados Unidos debería tener el mar al lado, por más que —como es sabido— solamente de uno de ellos era realmente aficionado al surf. Pero eso poco importa, o tampoco el que le copiasen (probablemente sin querer) la melodía a Chuck Berry, porque esta es sin duda una de las canciones veraniegas por excelencia:

Long hot summer night, por The Jimi hendrix Experience: Con un sonido más soul que en sus dos primeros álbumes, también Hendrix se inspiró en el verano para grabar este tema de luminosas e irresistibles melodías que rayan el gospel y una exuberante profusión de arreglos:

In the summertime, por Mungo Jerry: Si este grupo británico pasará a la historia por algo, será sin duda por haber tenido la suerte de escribir una de las Canciones Pegadizas Por Excelencia. Creo que prácticamente cualquier persona puede reconocer esta melodía al instante, aunque no sepa quién la compuso o no sea capaz de poner cara a quien la canta:

Under the boardwalk, por The Drifters: Nada mejor para aprovechar el calor del verano que un paseo por la arena a los pies de un transitado y alegre paseo marítimo. Una canción que quizá a algunos no les suene al principio, pero cuyo estribillo es tan simple, efectivo e inolvidable que seguro les retorna a algún rincón de la memoria.

Rockaway beach, por The Ramones: Playa, rock & roll y un puñado de jóvenes dispuestos a bailar, divertirse y hacer toda clase de estupideces insensatas. Poca gente tan indicada para ponerle banda sonora a esta escena como los neoyorquinos Ramones, los desaparecidos reyes del himno rockero adolescente, que de vez en cuando —o eso deducimos aquí, aunque nunca lo hayamos visto— abandonaban sus jeans y sus chaquetas de cuero para enfundarse unas bermudas:

Summer Nights, por John Travolta y Olivia Newton John: Una de las mejores y más irresistibles canciones de lo que por otra parte es una brillante banda sonora, en la que ambos protagonistas rememoran un amor de verano dando diferentes versiones: una orgía de sexo según él, y un romance repleto de melaza según ella. La película es entretenida, pero lo mejor es la música:

 

The girl from Ipanema, por Stan Getz & João Gilberto: De toda esta lista es con seguridad el tema que más versiones distintas ha conocido, por parte de más artistas de todo el mundo. Una melodía inmortal escrita por el gran Antonio Carlos Jobim que cualquier persona puede tararear de memoria sin pensar apenas; esto es, una melodía perfecta que se inserta inmediatamente en cualquier cerebro humano. La canción parece sencilla a primera escucha, pero es un alarde de musicalidad e inspiración que, al menos a mí, nunca ha dejado de sorprenderme. ¿Una de las mejores canciones del siglo XX? ¡Sin duda!

Walking on sunshine, por Katrina and the Waves: No podía faltar este tema, aunque solo fuese por tratarse de La Canción Que Sonó En Todas Partes A Todas Horas. Un éxito universal de los 80 cuya melodía optimista nos habla de lo divertido que es caminar bajo el resplandor del sol veraniego. Cuando no estás trabajando, claro.

Peaches, de The Presidents of the USA: El campo, el verano, suculentos melocotones para merendar… aunque el mensaje de la canción es más que nada un cachondo doble sentido de naturaleza sexual, es una canción que rememora la vertiente más campestre del estío. Absolutamente ideal para sembrar el caos en un chiringuito playero. Y ese videoclip… para rodar un gran vídeo no hacen falta dinero ni efectos especiales. Solamente se necesitan… ¡ninjas! Grandioso.

School’s out, de Alice Cooper: Llegan las vacaciones. Alice y su banda expresan como nadie la alegría de un puñado de críos que afrontan la llegada del verano, fantaseando con que nunca tendrán que volver al colegio, que con un poco de suerte quedará reducido a pedazos para siempre. Y qué decir, un clásico inmortal del rock & roll. Por fin… ¡se terminó el colegio!

Sunny afternoon, de The Kinks: Una de las mejores bandas de rock de todos los tiempos liderada por uno de los mejores escritores de canciones. Eso, combinado con una soleada tarde de verano… evidentemente el resultado tenía que ser monumental. El genio de Ray Davies en todo su esplendor y una bellísima joya inmortal de la que uno nunca podría cansarse:

Here comes the sun, por The Beatles: Ya hablamos de este tema en el artículo sobre George Harrison, quien compuso el tema durante una soleada tarde —mientras estaba tranquilamente sentado en el jardín de la casa de Eric Clapton— para celebrar la llegada del verano. Poco queda que decir, excepto que es una verdadera maravilla, claro:

 

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5 Comentarios

  1. Island in the sun, the Wezzer viene siendo mi banda sonora particular cada vez que pongo un pie en la playa por primera vez cada año. Y el video de Spike Jonze es una invitación a lo que de verdad apetece hacer en vacaciones: tirarse a la bartola.

  2. Muy buena selección! Adjunto enlace a la mía (con algunas coincidencias) por si a alguien le interesa echarle una ojeada:http://bailarsobrearquitectura.wordpress.com/2013/08/02/summertime/
    Un saludo y enhorabuena por la excelente revista/página,

  3. Vaya! Al igual que Iago, yo acabo de hacer una lista parecida y coincido en muchas de ellas. http://killinthename.wordpress.com/ en caso de que alguien le interese.
    Por cierto, buena lista!

  4. «Especie humana», no «raza humana», los anglicismos mal traducidos…

    Salud.

  5. Pues hay muchas canciones pertenecientes a la injustamente menospreciada «canción del verano» que no están nada mal. Estos intelectuales me cargan.

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