Hace unos meses aseguré, en broma, que solo una tía segunda de D. Cristóbal Montoro —ministro de Hacienda— y el señor que firma este artículo teníamos buena opinión de su labor al frente del ministerio. Sí, reconozco que la tía es una invención y que puede que solo yo crea que estamos en presencia de alguien que va camino de convertirse en uno de los más grandes ministros de la historia de esta nuestra patria. Por eso escribo este artículo, por saber si mi soledad es absoluta tal y como muestran los astros y los signos.
Montoro cae mal. Se le atribuyen errores descomunales y “problemas” de comunicación. Se ha dicho que es un chulo, un prepotente, un graciosillo, un inútil, incluso alguien que no dice nada. Por ejemplo, mi querido Manuel Jabois viene a decir que Montoro está hueco, que lo suyo es cháchara, que hace dos años que se le espera, y mi admirado José Antonio Montano pide su dimisión por querer arreglar sus errores convirtiéndolos en aciertos.
¿Y todo esto por qué? Simplemente por decir que no sabe la razón de que un programa informático haya enviado una información errónea a un juzgado, a la vez que afirma que ha abierto una investigación. Frente a una respuesta tan obvia y excelente (sí, casi siempre es mejor investigar qué ha pasado antes de hablar sobre lo que ha pasado), hay quien se sorprende de que no se ¡contrasten los datos antes de enviarlos a un juez!, cuando resulta que los escupe un programa informático, tomándolos de enormes bases, de forma precisamente que no requieran la intervención de nadie. Es verdaderamente naïf la idea de que, en pleno siglo XXI y con la complejidad actual de las relaciones jurídicas y económicas, podamos colocar en la ventanilla de salida a un tipo con manguitos que ponga un sello de visto. Solo puede pretender eso gente que no sabe que si hoy un juzgado de primera instancia de Tenerife pide un informe a la AEAT, sobre un señor que vive en Barcelona, la información es casi inmediata y muy completa (mucho más que hace pocos años), precisamente porque el sistema es automático. Y esto se hace constantemente: por ejemplo, en la mayoría de ejecuciones y embargos.
Luego están los que hablan del enorme problema para la seguridad jurídica y ya es que me troncho: la AEAT es una fuente de información, pero la seguridad jurídica no depende de esa información, sino de los documentos de los que se toman los datos. Solo sería preocupante que fueran erróneos y se pudiesen alterar los documentos de la propia AEAT. Por esa razón, cuando yo pido información y el juzgado me la da, más tarde solicito que se oficie al notario o al registrador o a la oficina de donde se derivan esos datos para ver los “papeles”.
Hay, por último, un montón de gente que habla de conspiraciones y de oscuros intereses y yo me pregunto, ¿para qué? Por favor, que alguien me dé una respuesta que no sea “es muy extraño”, “es contrario a la lógica”, “trece errores, amos anda”. Venga, ¿qué beneficio obtiene alguien, con posibilidad de manipular esos datos, de hacerlo?
Y por eso hay quien pide la dimisión del ministro, por decir que no sabe por qué un programa de uno de los organismos que forman parte de su ministerio manda una información errónea y que lo va a investigar para que se arregle. Qué poca vergüenza, decir que no tiene una respuesta y que la va a buscar. Qué poca vergüenza, teniendo en cuenta que lleva año y medio en el cargo y el sistema informático de marras imagino que fue encargado bastante antes de que fuese designado ministro. Qué insultante que no tenga una respuesta inmediata para que los periodistas puedan hacer su columna de la noche y para aliviar el dolor de los propietarios de esas fincas, esas pobres gentes que lloran y se mesan los cabellos por el terrible mal que han, que han … vamos, porque les ha pasado … ya saben … nada. No les ha pasado nada, pero ellos lloran igual cuando el periodista pregunta.
Y este es el último episodio. A Montoro le han arreado prácticamente desde que fue designado ministro y por las razones más variopintas e idiotas. Se llegó incluso a afirmar que no sabía de hacienda pública y que la prima de riesgo subía en cuanto abría la boca. Sospecho que los propios miembros de su partido ven en él alguien incómodo, sobre todo por esa manía suya de explicar las cosas sin dar jabón al que escucha. Yo, sin embargo, agradezco que al frente de un ministerio tan importante esté una persona sin tiempo para la “comunicación” y el “relato”, más preocupado de los límites de la maldita realidad. Alguien que cree en lo que hace y que sigue adelante a pesar de la horda de iluminados que quieren imponerle una agenda fantasiosa. Así, cuanto más pasa el tiempo, más me alegro de que esté ahí, subiendo impuestos para ajustar las cuentas y desviarnos del impago masivo, demostrando además con números que el ajuste principal se ha realizado a través de la reducción del gasto. Ya sé que muchos me vendrán con sus programas particulares y realidades paralelas, pero también sé que ellos no gobiernan y pueden apostar por el papel porque no tienen que asomarse al abismo de superar un brutal descenso de ingresos y una desconfianza en el futuro de España que hace menos de un año nos colocaba en el club de los países rescatados.
Así que, personalmente, prefiero que caiga mal a opinadores y periodistas. Por mí se pueden ir al infierno todos esos políticos amables que solo abren la boca para halagar a los ciudadanos. Soy feliz viendo a un cabronazo, feo y calvo, con pinta de sátiro, contestando con tonillo de superioridad y amenazando a todo el mundo con los inspectores de hacienda, sobre todo porque, por mucho que nos pese, el nuestro no será un país serio mientras no se paguen todos los impuestos que hay que pagar. Todo eso y la determinación con la que se ha tomado el trabajo de sacarnos del pozo valen más para mí que las chuminadas que se utilizan para denigrarlo. Alguien me acusaba de ser el único “mourinhista” del “Mourinho” Montoro. Me apropio de la comparación.
Imagino que finalmente los españoles serán injustos con él. Sin novedad tampoco en esto.
Juro que ha conseguido descolocarme por unos momentos. Ansias de ser polémico? Fina ironía?… Al final me he descojonado, claro. El caso es que Montoro ya era tristemente -literalmente- conocido por su maravillosa gestión en el gobierno de otro iluminado, nuestro querido Josemari. Es cierto, los españoles serán al final injustos con Montoro: cuando termine su patética gestión podrá salir a la calle y comprar el pan como cualquiera. Nada que de verdad merezca le habrá pasado.
Me gusta eso «el aguafiesta de los cenizos». ¡Gran acuñación! En efecto, el pesimismo no deja de ser una fiesta… Por eso los pesimistas solemos estar alegres y felices, achispados con nuestras copichuelas de ese fantástico licor oscuro! :-)
Menos mal que le tenemos a usted, siempre clarividente, para hacernos ver que es un político de primera.
P.D. España fue rescatada el año pasado (su sistema financiero, pero con cargo al FROB) y su gasto público NO se ha reducido. Besis.
Sería un detalle que el autor de este artículo nos dijese lo que piensa realmente de Montoro; un detalle. Lo mismo les ocurría a los de Mourinho…
Yo no estoy de acuerdo con usted. A mí Montoro me parece mal ministro, tanto de Hacienda como de AAPP. Pero mi opinión es difícilmente sostenible en lo que a Hacienda se refiere (no tengo conocimientos técnicos en qué basarla) y en lo referente a AAPP, creo que no es buen ministro debido a su actuación timorata (pero ciertamente no sé si el vigor lo tienen que poner él, Rajoy o Sáenz).
En lo que sí estoy de acuerdo es en lo increíble del pifostio que han montado los periodistas (10 días abriendo informativos, especulando, dándole vueltas a los denesises, entrevistando a registradores de la propiedad, a inspectores de hacienda, etc.) por una gilipollez como un castillo: la AEAT envía un informe al juez, el informe es erróneo y se corrige el problema. No ha habido muertos; no ha habido damnificados; no ha habido nada… sólo 10 días de inventar vender portadas y publicidad, creando una maraña de gilipolleces gracias a la ignorancia de los informadores y de los «informados».
Un saludo.
Si, es una estupidez que hacienda sepa que se han efectuado unas operaciones atribuidas a cierto NIF y que luego no aparecen en las declaraciones y no se haya investigado en su día. En su próxima declaración, «olvídese» usted de cualquier menudencia, a ver qué pasa.
Los periodistas están del lado de la turba y escriben para ella. La masa crítica se ha convertido en una casa de putas.
Es una estupidez completa.
No sé qué se piensa usted que es «Hacienda» (como usted le llama). Pero la AEAT no es un ser todopoderoso, que haciendo un pequeño esfuerzo de instropección revisa los miles de millones de registros que posee y empieza a sacar conclusiones respecto a las posibles infracciones que cometemos.
Para ver esas infracciones es necesario que un funcionario tenga en mente buscar posibles infracciones de alguien o en algún sector; realizar la consulta de datos pertinentes; analizar los datos; establecer hipótesis de qué ha podido pasar. Realizar nuevas consultas, etc. hasta llegar a alguna conclusión más o menos elaborada y a partir de ahí empezar a requerir nuevos datos al interesado. Y vuelta a empezar.
En definitiva, que ni «Hacienda» sabe de operaciones atribuidas a ningún NIF. Ni, por tanto, tiene que ponerse a investigar nada. La AEAT sólo da la información que le pide un juez; resulta que la información no es veraz. Se aclara ese punto y punto.
Respecto a lo último que me dice, no me haga reír. No hay año que no se me olvide algo en las declaraciones del IRPF, ya sea a mi favor o al de la AEAT. Es más, según quién me haga la declaración me sale una cantidad u otra. Pero no, no hay un programa mágico que cada vez que entra una declaración se pone a realizar cruces con otras bases de datos de otros organismos, o con datos del año pasado, o con declaraciones de otros contribuyentes para ver la coherencia de los datos y, mágicamente, desentrañar el mal.
Un saludo.
Tsé, tiene usted todo mi apoyo.
completamente de acuerdo con el articulista… un buen ministro de Hacienda será por definición «el cabrón del ministro de hacienda» y en este caso, si encuentra algo mejor, cómprelo
En la lucha contra el fraude, ese gran elefante en la habitación, hay unas declaraciones que enmarcan muy bien al ministro: «alguno de nuestros famosos actores no pagan impuestos en España. El día que paguen, las bases imponibles serán más amplias». En el terreno de los hechos, un seguimiento de su antigua consultora Montoro & Asociados, ahora Equipo Económico SL, ayuda a entender sus preocupaciones fiscales. Con tanta clase, es impensable que decaiga la fiesta…
Me parece que le ha quedado algo forzada la defensa. Esperaba algo más.
Estoy de acuerdo en algunos puntos, como el de que prefiere usted políticos que no nos traten como niños y expliquen las cosas como son.
Pero Montoro se ha mostrado locuaz en muchas ocasiones y en esta no ha sabido responder con rapidez. Al final nos ha dado una larga cambiada con una investigación de la que no se volverá a saber (con el paso del tiempo lo veremos). Comprendo que el error de los DENESISES (memorable) no es grave pero deben saber por qué ha sucedido y subsanarlo.
Frente a una respuesta tan obvia y excelente (sí, casi siempre es mejor investigar qué ha pasado antes de hablar sobre lo que ha pasado)
El problema es que Montoro ha hecho justo lo contrario. En lugar de esperar a la investigación, se ha decantado ya por la «teoría del error» (llamémosla así).
Soy feliz viendo a un cabronazo, feo y calvo, con pinta de sátiro, contestando con tonillo de superioridad y amenazando a todo el mundo con los inspectores de hacienda
Yo, en cambio, creo que cualquier ministro de hacienda que invoque la información confidencial a la que tiene acceso, por su cargo, para amedrentar a la oposición, debería dimitir un minuto después, siempre que el presidente de gobierno no lo hubiera cesado treinta segundos antes.
Por mí se pueden ir al infierno todos esos políticos amables que solo abren la boca para halagar a los ciudadanos
Por mí también, pero esto no implica defender a los que sólo abandonan el tono chulesco para pasarse al tono faltón.
Hace muchos años que a un servidor le explicaron que los ordenadroes funcionan según el principio «garbage in, garbage out». eso de que el programa comete errores, y tan «casuales»….
Coincido con usted, don Tsevan. A mí me parece un buen ministro. Y no soy su tía.
He de confesar que me acabo de caer de un guindo.
Sr. Rabtan, está Vd. en todo su derecho de defender al Sr. Montoro, pero déjeme decirle que, en contra de lo que Vd. suele realizar en otros artículos, en este se ha limitado a decirnos que le gusta, sin exponer razón alguna. ¿Que es lo que hace que piense que el Sr. Montoro es un buen Ministro de Hacienda?, ¿la amnistía fiscal?, ¿la subida del IVA, supuestamente ordenada por UE?, ¿el gran apoyo mostrado al juez Castro en sus investigaciones?. No sé; pienso que es Vd. libre de que le guste y hasta de que le parezca guapo, pero normalmente Vd. se explica, analiza, desarrolla. En este caso simplemente opina…, sin más. Y está en su derecho, pero…..
En el caso concreto, estoy con Vd. en que se podría haber solucionado de forma mucho más rápida y con menos recorrido el asunto; son errores, los ve claramente el Juez o los funcionarios correspondientes, o el experto designado a petición del juez para el caso…, ¡ah, no, que no quisieron asignárselo!…, bueno, ¡quien sea!, y se descartan los datos. Pero es que lo que a mi me preocupa precisamente es el traslado del asunto a la opinión pública. No lo entiendo. Los registradores y notarios niegan errores en el traslado de los datos…, Hacienda parece señalar a estos…, Montoro, -en contra de lo que suele hacer-, no señala a nadie y se inhibe…. Y Vd. carga contra los periodistas por investigar.
Es verdad que parecen perros detrás de la carnaza, pero alguien se la ha lanzado y por alguna extraña razón. Ninguno de los posible implicados parece asumir responsabilidad alguna en el error ni aclarar el origen del mismo.
¿A ver si va a ser cosa de la tía esa del Ministro, que tiene afán de protagonismo?.
Luego está el asunto ese de que «es un hijodeputa, pero es nuestro hijodeputa», heredado de Kissinger. ¿Para quien es bueno Montoro?, ¿para su partido?, ¿para el gobierno?, ¿para España?. Lo digo porque siento que hemos llegado a un estado de las cosas en las que lo bueno para España no coincide la mayoría de las veces con lo bueno para el gobierno, que es lo que más me preocupa de la época que estamos pasando.
Es tan gran ministro que ha conseguido que millones de defraudadores «regularicen» su situación prácticamente gratis. Es tan gran ministro que ha regulado que las pérdidas en el juego computen en el IRPF (y suene como suene, me niego a contestar a quien aplauda esa medida). Es tan gran ministro que dice que hay más ingresos y menos gastos cuando el pago fraccionado del IS se calcula distinto del IS anual. Es tan gran ministro que va a liar un pifostio si aprueba el criterio de caja en el IVA (me ofrezco a explicarlo a quien no entienda cómo funciona), además de saltarse la directiva europea. Y sobre todo, es tan gran ministro que en diciembre entró en vigor un reglamento antes de que entrara en vigor la ley que permitía al gobierno desarrollarlo. Por primera vez le digo, hable cuando sepa del asunto.
D. Francisco, como parece ser que usted «sabe del asunto», no estaría mas que facilitara los listados de esos «millones de defraudadores» que han regularizado «su situación prácticamente gratis»
la semiamnistía fiscal fué una idea inteligente pésimamente vendida, que acabó naufragando en el cieno mediático que subsume cualquier iniciativa heterodoxa
También convendría que el señor ministro nos aclarara con datos y listados esto de los famosos actores que no pagan impuestos en España, no vaya a ser que algún mal pensado considere que esta dando una de esas respuestas fáciles que sirven de carnaza a los periodistas contra un colectivo, por cierto, que hasta donde yo sé, no parece que sea el principal responsable de los problemas fiscales en España.
Según el informe de los técnicos del ministerio de Hacienda del 2011, el 72% del total del fraude fiscal en este país nuestro vino de la mano de las grandes fortunas y empresas, pero el hombre que señala sin ruborizarse a «algunos famosos actores» considera pedir un impuesto a las grandes fortunas «demagogia fiscal». En términos humorísticos, grandioso desde luego.
‘…pero el hombre que señala sin ruborizarse a “algunos famosos actores”… ‘
Procure mejorar su comprensión lectora. Fíjese, hasta el representante de los actores entendió lo que decía Montoro ¡y usted no! (http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/19/espana/1361290564.html)
Pues yo creo que tiene bastante comprensión lectora, aparte de sentido irónico. Montoro podría haber hablado perfectamente de «los ingenieros que no tributan en España», de «los camareros que no tributan en España», o de cualquier otro colectivo que no tributa en España. Tendría exactamente las mismas razones para hacerlo que con los actores. Pero señaló a los actores. Como decía La Bombi: ¿Porqué seráaaaa?
No se preocupe, la gran mayoría de las personas también cree cosas que no se sustentan con la evidencia existente, y muchos son muy felices con esas creencias.
Un cordial saludo.
Galahat: “pero el hombre que señala sin ruborizarse a “algunos famosos actores””
No veo que diga “pero hombre que señala sin ruborizarse a “algunos famosos actores” como defraudadores fiscales”, ni cosa parecida.
A Vd. no le parecerá evidente que Montoro ha señalado a algunos famosos actores, pero sin embargo si se lo parece que Galahat a dicho que los ha señalado como defraudadores fiscales. Cosa que por cierto sí ha hecho con la bancada de la oposición y con algún otro colectivo; así…, a bulto, y siendo Ministro de Hacienda.
Tiene una particular forma de evidenciar la realidad en función de lo que le conviene.
No me preocupa mi felicidad, no depende de nada de esto, pero me parece que debería empezar Vd. a preocuparse de su “evidente” desgracia.
Un cordial saludo
No encuentro la supuesta parte en la que he dicho que no entendía a Montoro. Más bien he pedido datos y listados con los nombres de esos «famosos actores» que no pagan impuestos en España porque, lanzada la piedra, luego no vale esconder la mano.
Si no ha tenido ningún problema en nombrar a Depardieu, tampoco debería tenerlo en nombrar a esos supuestos actores, no vaya a ser que parezca que está jugando al «calumnia que algo queda» y tratando de estigmatizar, de paso, a un cierto colectivo. También puede ser que no le convenga dar esos nombres dado que, tal y como dice el secretario general de la Unión de Actores, «no es ilegal que alguien que trabaja en otro país, tribute en otro país». Hay un buen número de españoles por el mundo, con mucho y sin mucho dinero, haciéndolo.
Lo que sí es ilegal es la evasión fiscal, pero seguimos esperando la cacareada lista con los mayores defraudadores a la Hacienda Pública. Seguro que algún pequeño colectivo también sobresale.
Le explico lo que no entiende: Usted dice, literalmente: «Según el informe de los técnicos del ministerio de Hacienda del 2011, el 72% del total del fraude fiscal en este país nuestro vino de la mano de las grandes fortunas y empresas, pero el hombre que señala sin ruborizarse a “algunos famosos actores” considera pedir un impuesto a las grandes fortunas “demagogia fiscal”. En términos humorísticos, grandioso desde luego»
Es decir, que según usted, Montoro señala a los actores como causantes del fraude fiscal, en vez de los causantes del 72%, y tal y tal. Y no, Montoro en ningún momento los acusa de defraudar, sino de no cotizar en España. Yo creo que los motivo por los que lo hace son los que usted indica (atizar a los actores, después de lo de los Goya, creo), pero lo que no hace es acusarlos de defraudar.
Un saludo.
En ningún momento he dicho que no entienda algo, es usted el que infiere que no lo entiendo. ¿Dónde he escrito que Montoro señale a los actores como «causantes del fraude fiscal»?
Montoro señala a «algunos famosos actores» por no pagar impuestos en España, eso sí lo he escrito, es decir, los coloca en el punto de mira, los señala como cortina de humo frente al verdadero elefante en la habitación, ese 72% del fraude fiscal que sí es constitutivo de delito.
La amnistíafiscal es técnicamente una chapuza. Supone que una persona que no ha declarado ningún bien integre en su patrimonio y renta dicho bien y pague un 10%, cuando en caso de haberlo hecho cuando debía (ese debía es de la ley) hubiera pagado un 30%, si fuera sociedad, o hasta alrededor de un 50%, si fuera persona física. Además de que de la redacción de la orden ministerial que desarrollaba la actuación de la AEAT se presuponía que, si no se podía demostrar en que período fue generada, el declarante podía indicar que fue en el último período impositivo, por lo que tampoco correrían intereses de demora. Además, maravillosa idea que nos devuelve al punto de partida, para qué pagar impuestos si después regularizas gratis.
haber intentado dinamizar un 2% del PIB nacional, aspirando a que una parte del mismo retornara a Hacienda es una intención loable en un contexto de crisis nacional, de la que únicamente se sale reduciendo los gastos, aumentando los ingresos (el caso que nos ocupa) y embridando la deuda…
pero claro, como en este país los cuatro chorizos millonetis que defraudan a Hacienda son solo eso, cuatro chorizos muy lustrosos (y muy mediáticos) y el resto somos unos virtuosos ciudadanos que jamás hemos caído en la tentación de ir al dentista y no exigir factura, rodeamos el cadalso gritando venganza… como en tiempos de la inquisición, vamos
«Haber INTENTADO dinamizar…».
Si la valía del Ministro ha de juzgarse por el resultado positivo de sus medidas, esta no lo salva.
Hay muchos comunicados de expertos en contra de la amnistía fiscal y estoy por leer una opinión favorable de alguien no cercano al Ministro.
El caso es que, independiente de la consideración moral de la medida, la misma ha sido un fracaso absoluto y con consecuencias legales aún por dirimir (veremos como afecto dicha amnistía a diversos procesos judiciales en trámite, aparte de los que aparezcan o dejen de aparecer como consecuencia de la misma).
coincidiendo en casi todo su razonamiento, créame que existen razones asimismo para encontrar aspectos positivos en una medida (la semiamnistía fiscal), posiblemente mal aplicada y mal explicada, pero sobre todo, muy mal interpretada por una opinión pública maquillada con unos afeites calvinistas que poco casan con su avezada epidermis latina, seminalmente fenicia y árabe (sin sentido peyorativo alguno)
No voy a discutir con usted sobre si es buena o mala la idea de la amnistía fiscal, eso entra en el terreno de las opiniones, y aunque me parezca execrable que en este país se beneficie a los defraudadores, entiendo que existan opiniones a favor de ella. Sin embargo usted no ha dado ni un solo argumento técnico contra lo que yo he dicho,qué para mí es lo que demuestra que este señor es inútil y que sus medidas son realmente barbaridades desde el punto de vista fiscal. Le aconsejo que lea la orden ministerial que aprueba el modelo 720 y entenderá por qué digo lo qje digo. Más allá de estar de acuerdo políticamente con sus ideas, deberíamos juzgarlo por sus medidas. Y esas medidas son chapuceras. Un saludo.
me quedará la duda, amigo Paco, si el diseño de la amnistía Montoro pretendía cercar al fraude fiscal de Cías y millonetis particulares o más bien (a mi juicio), era una posibilidad de inyección de dinero negro “de loseta” a un panorama financiero de encefalograma plano, como el que asolaba a la economía productiva de autónomos y pequeños empresarios, cuya supervivencia dependía de una liquidez imposible de adquirir en la ventanilla de un banco… pero como usted bien dice, todo es opinable… ni Montoro dio pistas sobre su ocurrencia, ni la hipocresía nacional flambeada por los medios, dio lugar a la reflexión de los porqueses… así que me quedará la duda
De nuevo le digo que la fundamentación de la medida es opinable, aunque no seré yo quien la defienda. Yo me refería a que la redacción técnica de la norma es tan burda que impedía cumplir con sus objetivos. Objetivo principal: aflorar rentas no declaradas en ejercicios anteriores gravándolas a un tipo del 10%. De la redacción de la norma: el declarante puede decidir en que año obtuvo esas rentas siempre que no aporte pruebas (eso es fácil), incluído el ejercicio 2012 (no tendría que pagar ese 10%). Así, se permite una planificación fiscal y se va más allá de lo que se pretendía con la norma según su exposición de motivos. Otro ejemplo está en las incoherencias del modelo 720 (tengo que declarar los saldos del último trimestre de una cuenta corriente en el extranjero aunque la haya cancelado? Pues depende de qué párrafo lea). Otro más: el criterio de caja en IVA no aparece en la directiva europea, y además rompe la neutralidad del impuesto, consagrada más allá de la legislaciones internas como principio fundamental de dicho impuesto, por el TJUE. Por eso digo que este señor es un inútil. No critico sus ideas aunque no las comparta, critico que sea incapaz de hacerlo técnicamente bien, que es lo mínimo que se le debería pedir al ministro de Hacienda. Esto lo venía haciendo el articulista siempre, en este texto lo ha olvidado. Un saludo y disculpad por lo extenso del comentario.
Años después: LA AMNISTÍA FISCAL ERA INCONSTITUCIONAL. Es lo que tiene el Derecho, que las cosas se ven a largo plazo.
Por cierto, segunda declaración de inconstitucionalidad para una norma de Montoro: los pagos fraccionados mínimos…
Una máquina el tío eh!
Políticos no; pero humoristas, los mejores.
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Bastarían dos líneas en los programas que abrieran un cuadro de diálogo cuando se introducen (por error o no) los reales deneises.
Muy didáctico Tsevan, y en cuanto a Burns, a mi quién me pone es la bella que hace las cuentas.
Saludos.
Gracias por hacerme sentir un gilipollas.
Tampoco está mal Jabois, cinéfilo.
Saludos
Otra opinión interesante sobre el DNI de la Infanta, por un persona que conoce bien el procedimiento:
http://hayderecho.com/2013/06/27/el-extrano-caso-del-dni-de-la-infanta/
En este artículo viene enlazada una noticia sobre un comunicado de los funcionarios de Hacienda:
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/26/espana/1372249113.html
La verdad es que parece ser que no solo el vulgo ve algo extraño en todo esto.
Repito que a mí me da igual, se pasa por encima del error y ya está, pero con este jaboneo al Ministro no estoy de acuerdo.
Lo de que le da igual no se lo cree ni usted. Pero si es de los que más ha comentado el post, los comentarios, etc. Y no sólo eso; nos enlaza el artículo de alguien que apenas ha leído/entendido el comunicado de los notarios donde se reconocen y detallan donde están los errores; y el de unos funcionarios, que visto que no hay caso, empiezan a desbarrar sobre el funcionamiento de la AEAT.
En fin, que sí, que le da igual.
Ya.
Maestro de la Comprensión Lectora, le desgrano:
-Me importa un bledo el caso concreto del error. Me parece baladí y sin mayor recorrido. Errores como ese deben estar cometiéndose en este momento unos cientos. Eso sí, sin el mismo alcance e importancia subjetiva.
-Me importa lo pésimamente mal que se ha explicado el Ministro, y no sé si hace adrede o le sale sin querer. Si lo hace adrede sería el mismo el responsable del revuelo montado, y si lo hace sin querer sería un pésimo político, es decir, no cumpliría con una de las mitades de lo que corresponde a su cargo: Ser un buen técnico y ser un buen político. Admitiría su renuncia a la segunda, pero es que no es ese tipo de Ministro de Hacienda que no entra en la refriega. Se faja, pincha, entra en el juego…, que asuma sus consecuencias.
Descalifica el artículo enlazado por mí, porque considera al autor ajeno al asunto. Es un notario de reconocido prestigio en el mundillo. El asunto es su pan de cada día.
Y lo mismo hace con el comunicado de los funcionarios de Hacienda. Bravo, bien visto el intrusismo en el asunto de marras.
En cuanto a lo prolífico de mis comentarios, nada que decir. Parece ser que últimamente me siento invadido por una necesidad de hacerme oir, no sé si fruto de la indignación que me va produciendo la estupidez en la que, a mi juicio, vivimos sumergidos, o si a un ataque de alguna especial demencia fruto de no se qué. Pero parece ser que a Vd. tambien le afecta. Cuidese.
Un afectuoso saludo
Tsevan Rabtan: El aguafiestas de los cenizos, es algo genial. Me encanta vuestra web.
Ah la vergüenza, los errores y las certezas… Mr. Montoro diciendo «yo no tengo la culpa si son uds. borderliners».
El que propone medidas éticamente apestosas y que en la práctica son un fracaso.
El que señala con su dedo impoluto a todo quisqui pero no tiene una palabra amable para todos esos pobres que necesitan indemnización por ocupar escaño.
Sonríe, Cristóbal, serás un calvocabrón, pero si te da la gana, te la sacas desde ahí arriba y seguro que llegas hasta el de El País, que se cree el tío que es alguien…
Hombre, si el día de mañana te llega algo de pensión pública seguramente sea en gran parte por este «calvocabrón».
Pero oye si prefieres otro con pelazo, simpático y que te sonrie mientras te mete la mano en el bolsillo… para gustos los colores.
Pues yo estoy de acuerdo con el Sr. Rabtan. Montoro es un ministro extraordinario, lúcido y creativo. Es el primer político que ha incorporado a Golum/Smigol en sus representaciones ante el público mas diverso con auténtica profesionalidad.