No lo parece porque pertenece a la Orden del Imperio Británico, tiene la voz así como retumbona y además interpreta a Tywin Lannister, pero el actor Charles Dance es un cachondo mental. Tanto que en el programa de Jonathan Ross, cuando fue de promoción y explicó a la audiencia de Reino Unido la primera impresión que le causó Juego de Tronos al verla, contó que se quedó pasmado con la cantidad de folleteo —y perdón por la traducción, porque su expresión original, infinitamente más rica, fue “rumpy pumpy”— que contenía. Mucho rumpy pumpy, aseguró, y además a lo perrito, para más funfún. Doggy fashioned, dijo. Y flip wallop, que, si no me equivoco, sería algo así como decir que toma, venga, dale, raca. Y Jonathan Ross, claro, casi echa el hígado allí de la risa. Esa fue la elocuente descripción que hizo Dance de la serie de televisión a la que se incorporaría más tarde y que tiene loco, pero loco, a medio Occidente.
Si la primera temporada de Juego de Tronos funcionó como un largo prólogo de Canción de Hielo y Fuego y estableció para el espectador las reglas del juego homónimo —siete reinos seudomedievales, mucho cabrón, rumpy pumpy todos con todos, magia pero poca y aquí los protagonistas se pueden morir— y la segunda nos permitió conocer fundamentalmente al autor, la tercera ha sido sin duda la que mejor ha desvelado la propia tramoya de la adaptación. Lo dijo el mismo George R. R. Martin y lo dijo muy bien, como suele, en el preestreno en Los Angeles de la tercera temporada, cuya emisión acabó este lunes: “Esperemos que haya grandes sorpresas y momentos emocionantes en cada uno de los episodios. Desde luego ese es nuestro objetivo cuando hacemos el show”.
Precisamente para cumplir con ese objetivo cuando más complicado se les empieza a poner, la tercera temporada de Juego de Tronos adapta el tercer libro de la saga, Tormenta de espadas, pero solo hasta la mitad, e incorpora además tramas del segundo y del quinto, trastocando por primera vez la limpieza con la que se adaptó el primer volumen, Juego de Tronos, y el segundo, Choque de reyes. No es nada por lo que no pasasen las editoriales antes que la HBO, por cierto, que en su día —en el año 2000, cuando se publicó— ya tuvieron que dividir las casi 1200 páginas de Tormenta de espadas en varios tomos para salir al mercado. Es un tocho, en efecto. La más larga de las novelas de Canción de Hielo y Fuego hasta la edición de Danza de Dragones y sin duda aquella en la que ocurren más giros.
La buena noticia para los televidentes, en particular para los afortunados que no hayan leído los libros y no sepan aún lo que ocurre en Tormenta de espadas, es que David Benioff y D. B. Weiss han dejado lo gordo del libro, la mayor parte de estos giros, para la cuarta temporada. La mala es que, si uno lo piensa un poco, tampoco te creas tú que han pasado demasiadas cosas en la tercera. No, al menos, del calibre al que nos tiene acostumbrados la serie.
(Y aquí es cuando empiezan los SPOILERS de la tercera temporada, por cierto. Como dijo Roose Bolton, el que avisa no es traidor)
La mayor parte de los personajes no han hecho durante estos diez capítulos más que patearse Westeros a buen ritmo, caminando hacia un destino físico que se marcaron al final de la segunda temporada o al principio de la tercera y alcanzándolo, sin más, en el último capítulo. Así lo han hecho Bran y Rickon Stark, por ejemplo, yendo de Invernalia al Muro; Sam Tarly, volviendo del Norte al Muro; o Jaime Lannister y Brienne de Tarth, llegando finalmente a Desembarco del Rey. ¿Y? Pues nada más, en realidad. Mucho truquito por el camino para no aburrir al personal —que si un caminante blanco, que si ahora un oso, que si ahora te corto la mano—, pero poca acción pertinente. Lo que sea que vayan a hacer estos personajes en sus destinos lo veremos a partir de la cuarta temporada.
Nada que reprochar, por supuesto, a los hábiles demiurgos de Juego de tronos, en particular porque trabajan en continuidad y porque se trata, a fin de cuentas, de que miremos al pajarito. Si al principio decíamos que en la tercera temporada es cuando se le han visto realmente los andamios a la adaptación es porque, en esta ocasión, los guionistas han tenido que reajustar más que nunca las velocidades de las tramas que concentran la acción —fundamentalmente la de Jon Nieve, la de Daenerys Targaryen y la de Robb y Catelyn Stark— para conseguir que se sucedan en pantalla en lugar de simultanearse y no dejarnos ningún día, o casi ninguno, sin nuestra ración de shock. En televisión la khaleesi ejecutó la acción al principio de la temporada —estamos hablando de Astapor y los Inmaculados—, Jon Nieve recogió el testigo a la mitad —estamos hablando de infiltrarse entre los salvajes y escalar el Muro— y Robb y Catelyn Stark lo hicieron al final —estamos hablando de lo que todos sabemos que estamos hablando—. Ha sido gracias a estas tres tramas que todos los demás personajes han sobrevivido a efectos narrativos y que los guionistas han conseguido amenizar lo que podría haber sido, no nos engañemos, un perfecto mondongo.
Teniendo en cuenta estas observaciones personales generales —que son observaciones, son personales y son generales, quede repetido por si acaso hiciese falta—, procedemos ahora a honrar la que es una tradición ya en esta casa y comentar los aciertos y patinazos de la tercera temporada de Juego de tronos.
Aciertos:
It’s a trap!
Nos gusta pensar que personajes carismáticos como Tyrion Lannister o Brienne de Tarth son los que más mueven nuestra empatía, pero eso es solo lo que nos gusta pensar. Con independencia de quién nos caiga mejor o cuál sea nuestro favorito, el personaje verdaderamente universal, aquel que cataliza la visión del espectador en su propia visión del mundo y en el que nos convertimos más y mejor al pisar Westeros una vez a la semana es, o era, Catelyn Stark. La conocemos demasiado, más que a ningún otro personaje, para que sea de otra manera. Es demasiado real, demasiado de verdad. Se parece demasiado, en resumen, a nuestras madres.
El de madre, precisamente, es el rol que más ha desempeñado Catelyn en esta temporada, después de ser fundamentalmente una viuda en la segunda y una esposa en la primera. Catelyn Stark, de soltera Tully, ha recorrido así todos los roles que le reservaba su papel de gran matrona en Juego de Tronos y así ha pasado, claro, lo que ha pasado. Que se le han acabado y que un Frey, un sucio y asqueroso Frey, le rajó el cuello en la espectacular Boda Roja que Conan O’Brien denominó hace unos días ante el mismísimo George R. R. Martin “lo más impresionante que se ha visto en televisión quizá nunca y, desde luego, desde hace mucho, mucho tiempo”.
Es complicado hablar de la Boda Roja sin incurrir en unos spoilers del copón, ya que ni los norteños olvidarán, como predijo Tyrion en el último capítulo, ni los dioses perdonarán el pecado de traicionar bajo techo a un invitado, como auguró Bran poco después. Esta matanza reverberará en Canción de hielo y fuego y durante mucho tiempo. Tanto que sabrán disculpar —y agradecerán, con el tiempo— que no le dediquemos aquí mucho más espacio.
Dragones de verdad
Personalmente llevo tres temporadas una detrás de otra temiendo que los dragones Drogon, Rhaegal y Viserion, hasta hoy fundamentalmente tres lagartijas con alas, se convirtieran al crecer en tres perros pequineses albinos gigantes mágicos voladores. No sería la primera vez que ocurre.
Pero no, gracias a los Siete. Por lo que parece los dragones en Juego de tronos, cuyos primeros rasgos distintivos hemos podido ver en esta temporada —entre ellos los cuernos, que les han salido ya, las aletas espinadas y hasta los agujeritos en la boca por los que escupen fuego—, no tendrán ese aspecto estilizado y alargado, como de ofidio, al que tanto recurren los escritores y los ilustradores y que tan mal quedan al insuflarles movimiento, fundamentalmente porque contradicen principios muy gordos de la aerodinámica.
Que Drogon, Rhaegal y Viserion iban a ser tres bestias más robustas que elegantes, más tres águilas que tres garzas, es algo que nos podíamos imaginar gracias a las calaveras que vimos en la primera temporada, que tenían bastante más que ver con el Draco de Dragonheart –un dragón estupendo, por cierto– o el tiranosaurio de Parque Jurásico que con los animales góticos que describen los libros. Aun así yo lo celebro igual, porque esto ha sido como cuando nos enteramos de que nos ha rozado un meteorito gigantesco una vez ya ha pasado de largo: hemos estado a un tris, pero a un tris, de que nos colasen gato por esto.
Ollena Redwyne, tormenta de señoronas
Es un hecho ampliamente contrastado que Ollena Redwyn mola un ciento. Nadie pedía convertir Juego de tronos en La princesa prometida, pero un poquito de comedia se estaba echando en falta desde hace tiempo y eso es lo que ha aportado la matriarca de los Tyrell, interpretada y muy bien por Diana Rigg, que los británicos conocen bien por su papel en Los Vengadores y que a nosotros quizá nos suena más de cuando salió en 1969 en 007 al servicio de Su Majestad.
Del mismo modo que la televisión le ha sentado fatal a Sansa Stark —no es que en los libros sea un personaje fascinante, pero lo de la Sansa televisiva empieza a no tener nombre—, algunos personajes han llegado a mejorar con su adaptación en pantalla y Ollena Tyrell es una de ellas. En los libros es deslenguada, sí, desafiante y muy de conspirar, pero en la televisión han tenido el acierto de convertirla además en una mujer inteligente y, a través de eso, en una mujer divertida.
Los hermanitos Reed
Jojen Reed es un personaje muy peculiar en los libros y llevarlo a la pantalla —llevarlo a la pantalla bien, se entiende— era bastante complicado. Es un niño que apenas ha llegado a la pubertad pero ha visto ya de todo en sus sueños verdes, incluyendo el día y la forma en que morirá. También ha visto numerosos episodios del pasado y es muy sabio, por tanto, pero a la vez inexperto, lo que explica su dependencia de su hermana mayor, Meera, en los asuntos prácticos de la vida, como que no te maten y cosas así. Cuando llega a Invernalia en las novelas la Vieja Tata le pone a Jojen el sobrenombre de “el pequeño abuelo”, con que hagámonos una idea.
Hay gente muy enfadada porque Jojen y Meera Reed aparecieran en la tercera temporada en lugar de en la segunda, que es cuando les correspondía. Jojen —heredero de la Casa Reed, los señores de la Atalaya de Aguasgrises— llega a Invernalia junto a su hermana poco después de la caída de Ned Stark para reconocer a Robb como rey, y allí les sorprende la traición de Theon Greyjoy. Se esconden en las criptas del castillo junto a Bran, Rickon, Osha y Hodor y huyen con ellos hacia el Muro. En la serie, sin embargo, los hermanos Reed alcanzan a los otros cuatro cuando ya van hacia el Norte.
La espera, sin embargo, que llevó a algunos a sospechar incluso que los Reed iban a ser amputados de Juego de Tronos, ha valido la pena. El chico este, Thomas Brodie-Sangster, está estupendo como Jojen, seguramente porque viene de una familia de actores —es primo de Hugh Grant o algo así—, tiene 23 años ya, ahí donde le ves, y la voz bien curtida de locutar, entre otros para Doctor Who y poniéndole voz a Ferb, de Phineas y Ferb, desde hace más de seis años. Por su propia naturaleza Jojen corría el riesgo de aparecer un repelente niño Vicente y sin embargo el joven actor —que además interpreta a un niño pequeño, recordemos— ha conseguido cogerle el punto preciso entre estar de vuelta de todo y a la vez no estarlo, cosa que se agradece porque su personaje, como se ha visto en la tercera, ha llegado para quedarse.
Este plano
La redención de Melisandre
Todo el que haya visto Juego de tronos desde que le hicieron a Ned Stark las ingles brasileñas se ha preguntado lo mismo en algún momento u otro: ¿pero esto cómo va a seguir, si se han cargado a todos los buenos? La respuesta, ahora lo sabemos, está en el reciclaje. George R. R. Martin va incorporando nuevos personajes, sí, pero sobre todo recicla moralmente a algunos de los que ya existen en el plano principal y les hace cambiar de bando, reequilibrando constantemente el déficit de buenos con malos conversos.
En esta temporada ha ocurrido con Theon Greyjoy —que de malo que era en la segunda temporada, tras su traición, vuelve a ser bueno— y con Jaime Lannister, por ejemplo. No hablamos de ver la luz, claro está, ni de sumarse a la causa de los que mejor nos caen, que asumimos que son la Targaryen y los Stark. Hablamos de lo que hablamos cuando hablamos de buenos y malos en la ficción, que es de si gozan o no de la empatía del espectador. Si queremos que triunfen, son buenos, y si queremos que fracasen, son malos. Es algo terriblemente simple.
El mejor modo de hacer buenos en Juego de tronos es obligándoles a prestar atención a la Guardia de la Noche, y eso es lo que ha hecho Melisandre, contra todo pronóstico, en el último capítulo. Un minuto antes queríamos arrastrarla de los pelos y un minuto después, de repente, se ha convertido en el primer activo de Rocadragón, convenciendo a Stannis Baratheon de que asista al Muro en su guerra —en general, de que haga algo productivo con su vida— y de que le perdone la vida a Davos Seaworth, el carismático Caballero de la Cebolla. No está mal para alguien que parió una sombra maligna asesina y acabó así con el apuesto Renly Baratheon, único rey medio decente que aspiraba a la plaza.
Patinazos:
Joffrey Baratheon, el nuevo Aerys Targaryen
Queridos David Benioff y D. B. Weiss, dos puntos: Joffrey es el nuevo Aerys Targaryen. Lo pillamos. Nos queda claro, gracias. No hace falta que insistáis, de verdad. George R. R. Martin ya le dio diálogos muy buenos con su madre para que nos diésemos cuenta de que es un niño no solo repelentito, sino que además está algo cucú de la cabeza. Por su culpa murió Dama, la huargo de Sansa, a la propia Sansa la trae por el caminito de la amargura y al final ordenó ejecutar al mismísimo Ned Stark. Nada menos, quiero decir.
Teniendo en cuenta que además es gilipollas y que ha intentado matar a Tyrion, con eso bastaba. No hace falta meterse en jardines, hacer crescendos absurdos y que al final la criatura asaete contra la cama a una prostituta, nada menos, que os habéis sacado de la manga. Corréis el peligro de insistir tanto en lo mal que esté de la maceta que al final Joffrey, fijaos lo que os digo, va a molar. Y para cuando le queráis matar —porque queréis restregárnoslo antes mucho por la cara pero también matarlo, se os ve el plumero desde hace tres temporadas—, a lo mejor algunos de nosotros ya no queremos que le matéis. Es un consejo que os doy, sin más.
Daario Naharis, soy un truhán, soy un señor
“Dudo que tenga una cláusula en su contrato para no aparecer desnudo”. Lo decía con sorna un aficionado en uno de los grandes mentideros en internet de Juego de Tronos al enterarse de que Ed Skrein, actor y rapero británico, había sido contratado para interpretar en la serie a Daario Naharis, el capitán de la compañía de mercenarios que se une a la causa de Daenerys a las puertas de Yunkai. Otro lector esperaba que en la serie respetasen el peculiar aspecto físico del personaje, en particular su barba teñida de azul. “Cosas como esas contribuyen a mostrar la enorme diferencia entre Essos —el continente oriental— y Westeros”, añadía.
En el libro, en efecto, Daario es un tipo con la nariz ganchuda, un diente de oro, la melena y la barba teñidas de azul—la barba, además, rematada en tres puntas—, bigote rubio y un estrafalario traje amarillo, pero en la serie, oh sorpresa, resulta que no. Por alguna razón, han decidido dejarse de exotismos y poner directamente a un tiarrón canónico salido del póster central de la Súper Pop.
Lo peor no es que Daario sea de repente un hunk de manual, imberbe y con dos hoyuelos como dos cráteres de Chicxulub —o que esto tenga rabiando a los fans por la internet procelosa—: lo peor es que al actor que lo interpreta, el tal Ed Skrain, le duele la cara de ser tan guapo. Mira subiendo los párpados de abajo, pone morritos y ejecuta constantemente un juego de cejas seductor como diciendo hey, nena, soy un truhán, soy un señor, que te saca automáticamente del universo de Juego de Tronos. No parece el capitán de los Cuervos de Tormenta, quiero decir, sino el último ligue de Samantha en Sexo en Nueva York. Le falta solo guiñar a cámara y que le brille un diente, clin. La razón de la transformación no se le escapa a nadie: a Daario lo veremos enseñando cacha y será, seguramente, más pronto que tarde. No en vano aparece en la serie mediante dos escenas que no existían en los libros —una en la que habla con los otros comandantes y otra en la que se cuela sigilosamente en la tienda de la reina— y en las dos, por hache o por be, alguien acaba enseñando la runfeta.
La insoportable levedad de Loras
A Loras Tyrell le jodieron pero bien en la segunda temporada, cuando se cargaron a Renly Baratheon. Primero en el guión, quitándole su reacción al enterarse de la muerte de Renly —un momento de furia que protagonizó en su lugar Brienne de Tarth, como ya explicó Josep Lapidario en su repaso de la segunda temporada— y después en la edición del episodio, descartando del montaje la escena en la que llora por la muerte de Renly y le confiesa a su hermana Margaery que lo quería. Es algo que se vio en los DVD, pero no en la televisión.
En la tercera temporada el Caballero de las Flores tampoco se ha llevado una secuencia, por breve que fuera, que nos permita conocerlo un poco más, algo que empieza a resultar urgente teniendo en cuenta la emergencia de su casa y un detalle revelador que conocimos en la conversación entre Olenna Redwyne y Tiwyn Lannister. Cuando él la amenaza con nombrar a Loras miembro de la Guardia Real si no se casa con Cersei, le dice: “Nunca se casará, nunca tendrá hijos y el apellido Tyrell se desvanecerá”. Salvo improbable giro, por tanto, en la serie no existen ni su hermano Willas Tyrell —el heredero de Altojardín, con quien pretenden casar a Sansa en los libros— ni su otro hermano, también mayor, Garlan Tyrell. El Loras televisivo no es el varón menor de los Tyrell, sino el primogénito de su casa y su heredero.
Y, sin embargo, ¿qué mueve al “orgullo de Altojardín”, como lo llama su abuela? ¿El interés, como a su hermana, y por eso se lió con Renly? ¿El amor honesto, por el contrario, y por lo tanto no se involucró en la lucha por el Trono de Hierro, sino que se vio envuelto en ella siguiendo a Renly? ¿El empeño por liderar su casa, de la que es heredero, apoyado en las mujeres Tyrell? ¿El empeño por no hacerlo, ya que es homosexual en un mundo en el que no puede serlo y prefiera aprovechar el liderazgo de su hermana y su abuela para pasar desapercibido? Para los televidentes ninguna de estas preguntas tiene respuesta, ya que a Loras le han recortado tanto por una parte y le han añadido tanto por la otra que se ha convertido en un personaje funcional, uno cogido con alfileres que siempre pasaba por allí. Pasaba por allí cuando le sedujo Oliver, el espía de Meñique, y pasaba por allí cuando decidieron casarlo con Cersei Lannister, en ambos casos para actuar como correa de transmisión de tramas que a su personaje, en realidad, ni le van ni le vienen.
La boda de Farruquito
Porque esta, amigos, no es manera de acabar una temporada.
Tremenda, enorme, y no por ello menos acertada la definición de ese final como «la boda de Farruquito».
A ver, cosas que comentar por parte del típico tío que se ha leído todos los libros dos veces y se pasa cada día un rato en foros o de la serie o de los libros.
De lo bueno, falta una enorme mención a la temporada de Jaime Lannisters/Nicolaj Coster-Waldau (lo he escrito sin mirar en google, para que veáis de que niveles estamos hablando). Ha sido propuesto por la HBO para los Emmys, casi seguro será nominado y varios críticos americanos lo sitúan favorito para ganar el premio a mejor secundario, especialmente por su colosal escena en el baño con Brienne, la más sólida que yo recuerde en una escena en 2013.
Hablando de Emmys, casi seguro volverá a estar nominada a mejor Drama, y no pocas la colocan entre las máximas favoritas: la Boda de Edmure Tully ha causado sensación en USA, basta con mirar en Youtube. E incluso Diana Rigg Olenna Redwyn/Tyrell puede que rasque también algo en los Emmys.
A mí no me han gustado tanto los Reed (correctos, sin más) y sí cada vez me apasiona el trabajo de Jack Gleeson en el papel de Joffrey. Un Jack que estudia ingeniería informático (un amigo de un amigo le conoce personalmente) y no se plantea ser actor. Una lástima, porque un chaval que en el trato humano dicen que es genial da lugar a un rey psicótico y despreciable.
Y una última corrección: Danza de Dragones es aún más largo que Tormenta de Espadas.
+ 10 al crecimiento del personaje de Jaime Lannister y de la enorme interpretación de Nikolaj Coster-Waldau en el baño. Para mí uno de los monólogos que definen la temporada.
Suscribo todo lo dicho por el Sr. Marcos. Recalcar además que esta tercera temporada es casi 2/3 del libro.
Los Reed me parecen más aburridos en la serie que en los libros y ella especialmente me la imaginaba un poco mas guapa… tipo elfa del bosque… pero eso supongo que va con que ojos el lector les pone cara a los personajes.
Espero que HBO no nos falle y Lady Stoneheart aparezca pronto y en la carne de quien debe ser, ya que he leído algunos rumores que no me gustan nada a este respecto.
La boda de farruquito a los americanos les habrá encantado porqué es exótico… nosotros ya lo vemos todos los días con lo que no nos ha llegado al corazón ;)
Un abrazo!
Tormenta tiene, exactamente, 23 páginas más que Danza.
Estamos de acuerdo en casi todo, incluido el anticlímax de la última escena, que podría haberse rodado de forma igualmente efectiva y menos hortera. Y no es que no pueda haber escenas chulas con Daenerys: me encanta el final del capítulo cuarto, con el momentazo de «sé hablar alto valirio» que podría servir de anuncio para una academia de idiomas. Y para hacer justicia al pobre Loras, he de decir que tiene un momento especialmente gracioso esta temporada… Cito de memoria, pero es cuando se le acerca Cersei y empieza a contarle una historia sobre algo que le había dicho su abuelo. Loras la mira de arriba abajo, la interrumpe contestando que no le importa un carajo que le dijera su abuelo y se larga. Glorioso.
Me temo que la escena que narras entre Cersei y Lorelei, el Caballero del Vidal Sasoon, es justamente con los papeles intercambiados, Pep.
Tienes toda la razón: cada vez me falla más la memoria, así que supongo que llegó la hora de dejar de esnifar pegamento.
Pingback: Juego de tronos III: osos, chulos y señoronas
Gran análisis de la temporada, pero tengo que puntualizar una cosa: los favoritos del público no son los Targaryen y los Stark, sosos, lloricas, perfectos y heróicos. Son sin lugar a dudas Tywin, Tyrion y Jaime Lannister; la inteligencia, el vicio y la gracia de la serie. Que se jodan los buenos.
Chabal no tienes ni puta idea, el público adora a los Stark más que a cualquier otra casa, (probado en encuestas), así que antes de decir tonterías sin sentido primero informate.
Olvidé añadir «y si no son los favoritos, deberían». Por otro lado, no soy ningún «chabal» (supongo que querrías decir «chaval» y tu analfabestismo te lo impidió).
Tengo idea, pero no es puta, por lo tanto tienes razón en eso. Y si no eres hijo de algún Stark, que me lo temo, no deberías indignarte tanto. Te voy a contar un secreto: todos y cada uno de los personajes de la serie NO EXISTEN, SON FICTICIOS, por lo tanto, no se ofenden.
Aprende a expresarte y di «mis favoritos» y no «los favoritos de la mayoría» antes de llamar analfabetos a los demás.
Ser analfabeto es no saber escribir, y me parece que «chabal» no existe. ;__)
¡Oye mi rugido!
Chabal es este: http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%A9bastien_Chabal
No se que respuesta me ha gustado más de todas jajaja
Y MS, para escribir así, se puede ir usted a los foros de Marca.com
Va a ser que no… entre otras cosas porque Arya y Jhon nieve son dos de los preferidos de todo el mundo y son stark… de los otros que has dicho Tyrion sin duda… los otros no tanto..
Arya y Jon precisamente, no quiero hacer spoilers de los libros, así que no puedo decir porqué, pero digamos que son los starks menos starks.
Además uno es un bastardo y la otra la hija rebelde, los dos únicos personajes que no intentan hacer continuamente lo correcto desde el punto de vista de la casa Stark y que sus tramas se separan pronto de los asuntos oficiales de la familia.
Ahora, que algo parecido se puede decir de Tyrion y el Matarreyes. En mi opinión la gente empatiza más por aquellos personajes que no anteponen los intereses de su casa a los que ellos consideran correctos, los que piensan por si mismos vamos.
PD: Soy el único que se alegró de que le cortaran el cuello a la Arpía de Catelyn? Recordad que la guerra comenzó antes de que ejecutaran a Ned, justo cuando la cerrada de mente de su esposa se llevó prisionero a Tyrion… vamos que realmente empezó ella la guerra.
Si no hubiera sido por eso tywin hubiera estado en Desembarco y hubiera evitado la ejecución de Ned (por conveniencia, no por compasión) metiendo en vereda a su nieto… pero claro, entonces no habría novelas.
Jon* (sin h) no es Stark, es un bastardo. Diferenciemos.
Mis favoritos son sin duda de los Lannister. Y entre ellos no dudo en quedarme con Cersei. ¡Más escenas para ella, por favor!
Y Jon Snow es, de muy lejos, el personaje más aburrido de la serie (y de los libros también). Me cuesta entender que a algunos les guste tanto.
Esto es como todo, para gustos estan los culos. A ti te gusta Cersei y Jon te parece aburrido y a mi Cersei me parece una imbécil con infúlas de ser inteligente cuando realmente no le da para mucho mas que abrirse de piernas para cualquiera que le ofrezca algo por mínimo que sea, y Jon me parece un gran personaje con una gran e importante labor en el futuro de la saga.
Ya que he dicho que para gustos están los culos, entre el de Cersei y el de Jon no tengo duda ninguna, ahí si que estoy contigo :-)
Jon Nieve recoge el testigo de Ned Stark en cuanto éste palma, igual es por eso.
Yo creo que a mucha gente le gusta Jon «de rebote». Quicir, la trama del Muro suele ser muy interesante, diferente al realismo sucio de Desembarco, con toques de fantasía, batallas, traiciones, buenos personajes… y Jon es el personaje central de esas historias.
De eso nada… los Stark, los que se han ido y los que quedan son sin duda los favoritos del público junta a the Mother of Dragons… que especialmente gusta a las seguidoras femeninas…
Yo particularmente me quedo con Fantasma y Verano.
Serán tus favoritos. Decir que los Starks son perfectos es no haber visto la serie. Jon es un emo, Robb la fastidia por pensar con la entrepierna (y no hablemos de lo de Karstark), Sansa es una princesa Disney trasplantada a la edad media de verdad (con todas sus consecuencias), Arya es una princesita guerrera que quiere vivir aventuras, las vive de verdad y ya hemos visto el resultado, Bran está tullido, Catelyn también mete la pata… De perfectos y heroicos, nada.
Dany desde luego roza la perfección, pero estamos hablando de alguien que empieza siendo vendida y tiene que escalar aprendiendo de una esclava sexual. No es un personaje típico.
En cuanto a los Lannister, Tywin y Tyrion son muy carismáticos. Jaime también. Eso no quiere decir que caigan bien.
En esta serie no hay «buenos».
verdaderamente, es el mejor resumen de la casa Stark que he oido nunca…
PD. Rickon sobra, de momento
Brillante análisis, estoy de acuerdo con todo.
A mí el sadismo de Joffrey me encanta, además de que el mocoso borda el papel. Hace rato que quiero que no lo maten.
Ese final, madre mía. Cada vez que esta muchacha le habla a las multitudes me parece que se le van a desgarrar las cuerdas vocales. Le vendrían bien unas clases de voz, antes de que el personaje le empiece a quedar más grande. Y sí, una mierda de cierre.
Y a Jon Snow lo odio. Siempre lo odié.
De la tercera temporada destacar el papel y la interpretación que hacen de Ramsay Bolton… menudo sádico hijo de puta!
Por otro lado los salvajes me han dejado muy frío (estoy que lo tiro con los chistes) no parecen la gran amenaza que parecía en los libros, más bien una panda de vagabundos bastante poco peligrosos.
Bueno… en el libro también son así. En el puño de los hombres se hace hincapié en que 300 soldados de la guardia son rivales para las decenas de miles de salvajes que lleva Mance. Son gente peligrosa en una pelea de taberna, pero pocos de ellos llevan espadas (casi siempre robadas a la guardia), ninguno viste armadura y carecen de cualquier tipo de entrenamiento militar.
La cosa es que son muchísimos y la guardia muy pocos, pero como le dice Jon a Ygritte los salvajes han asaltado el Muro muchas veces… para ser masacrados.
El «puntazo» de acuchillar repetidas veces en el abultado vientre a la mujer de Robb Stark (que en el libro no está presente en la boda), además siendo el asesinato que abre la sesión, creo que al final me gustó, pero perderemos los momentos de duelo y desgarro de ese personaje en su marcha.
Por cierto, ¿tanto tiempo llevaban juntos como para que estuviera de taitantos meses?
Sería de agradecer que tuviera cuidado con sus comentarios puesto que hay gente que no ha leído los libros y a la que le gustaría poder sorprenderse cuando se produzcan determinados eventos en la cuarta temporada.
Te acabas de lucir.
Errrrr… es un spoiler, sí, pero del libro. En el libro, la mujer de Robb (que no es una noble de Volantis, así que ni siquiera hablamos del mismo personaje) sobrevive. En la serie evidentemente no. Así que no va a poder llorar por su marido muerto, como en el libro. Pero no sé dónde veis el spoiler de la cuarta temporada. ¿Que no va a aparecer en la cuarta? Bueno, eso era obvio.
Creo que se refieren a lo de los salvajes…
La escenita spa medieval entre Jaime y Brienne es de lo mejor de la temporada. Ni Corín Tellado en lo más alto de su carrera.
Después de la boda roja, se han marcado un último capítulo muy relajado y decepcionante, apenas un par de buenas frases, especialmente: «has mandado a la cama sin cenar al rey de poniente» De Tyrion a Tywin Lannister y dejar todo preparado para la siguiente temporada, difícil superar algo tan potente como la boda roja, pero decepcionante acabar con esa «boda de Farruquito»
Yo creo que también ha sobrado un poco todo lo que concierne a llevar al Pez Negro a la boda en Los Gemelos. No han sido solo uno o dos los que han creído que El Pez Negro ha traicionado a Catelyn y a Robb yendo a mear antes de la masacre. Si los guionistas querían conseguir esa ambigüedad de «¿si habrá tenido algo que ver?», vale, aunque es un poco absurdo. Pero luego lo solucionan al capítulo siguiente de boca de Bolton con un «El Pez Negro ha escapado». Eso me ha parecido un poco truco fácil y burdo. No creo que el Brynden Tully de los libros deje en Los Gemelos a sus sobrinos y a su Rey para salvar él el culo y volver corriendo a Aguasdulces. No me lo creo…
A nadie le molesta el tremendo cambio de personalidad entre el Stannis del libro y el de la serie?¿ Porque a mi un montón!
Sí. Pero tienes que hacerte a la idea de que la serie es una cosa distinta, que no tiene tanto que ver con los libros.
Por ejemplo, la relación entre Loras y Renly en los libros es magnífica, y en la serie han reducido increíblemente la profundidad, tanto de la relación como de los personajes.
Yo solo espero ver a los mejores asesinos del hierro haciendo embutidos con los contenidos del cuerpo del marrano de Ramsay Snow.
A mi tampoco me gustó el final de temporada. Y eso que no tengo ni la más mínima idea de quién es Farruquito.
De todas formas, la 3ra es ampliamente mejor que la 2da.
El tag «runfeta», ¡GENIOS!
:)
A ver qué pasa en los Emmy. Pero siempre olvidan a Lena Headey (Cersei Lannister), protagonista de varias de las mejores escenas de la serie, en especial mi escena favorita, ese momento con Robert Baratheon en el que hablan de su matrimonio en el 1×05, o su interpretación de madre desesperada en el 2×09. A ver si sus compañeros de reparto tienen más éxito.
Eres grande Oberlus, muy grande. Buen spoiler que me jode la vida… Qué poco respeto, en serio.
Si no has terminado de ver la temporada no entiendo que haces leyendo este artículo.
Spoiler de la boda el 12 de junio? va a ser que no. Si no quieres saber nada, no te metas en una pagina que hace un resumen de la tercera temporada
A Catelyn Stark siempre la veo como la señora Bennett (‘Orgullo y prejuicio’) de Poniente.
Lo peor de la serie es que la primera temporada sigue siendo mucho mejor que el resto.
Los libros me importan un comino, comprendo que lo que los leáis comparéis cosas, pero que sea distinto que en el libro, no quiere decir que sea peor, y además agradecería que no nos metierais spoilers. que han caído hasta en el articulo, me habéis jodido la sorpresa pero bien.
Sí, tiene que haber sido un gran esfuerzo obviar lo de «ojo, espoilers a cascoporro» para poder quejarse más tarde.
Eso.
No pone eso, pone (Y aquí es cuando empiezan los SPOILERS de la tercera temporada), y habla de cosas que en la tercera temporada no han ocurrido.
Obelix, acuéstate.
jajajajaja… gran respuesta
Pues seré la única persona que disienta, pero aparte del evidente parecido con una boda gitana como Dios manda, no sé qué encontráis de decepcionante en la escena donde se aúpa a la Targaryen, que por cierto, es épica y espectacular, sobre todo cuando la cámara «enfoca» al remolino humano que se crea en torno a ella y da idea, junto al ejército de Inmaculados, de lo que la moza está gestando alrededor de su persona.
Me pareció un fin de temporada bestial. Aparte, de este «perillo» que le pongo, opino que un diez para el artículo, por supuesto. La descripción de Daario no ha tenido precio, jojojo…
es un pelín ortera la escena, Laura, no crees? un pelín forzada
Para cuando un artículo sobre los libros?
Me gusta(ría)
Me sumo a la petición.
Es tremendo que la gente se queje de los Spoilers en los comentarios y se haya leído este artículo…
El personaje favorito de todos los televidentes es Hodor, no hay más.
Hodor.
¡Hay que joderse, la cantidad de buenas gentes que normalmente no escriben para nada en estos blogs de Jot Down, que se ha volcado para opinar sobre esta seriecilla!
Sr. Díaz Caviedes, encuentro grandes similitudes de estilo entre usted, Josep Lapidario y Miguel López Neyra. ¿Son acaso todos la misma persona, o es que se juntan a menudo para jugar a la garrafina y al gañote?
¡Son lo únicos que me hacen reír en estos blogs de gente tan estirada!
Falto reconocer en el análisis (bajo mi opinión), que en esta tercera temporada los actores que han interpretado los personajes de Tywin Lannister, Roose Bolton, y Stannis Baratheon, han bordado y superado los limites de la elegancia y el dandismo.
Lo mejor de la 3ª temporada, el desnudo de Ygritte.
Qué pecosilla tan bella, Ygritte. Aunque no dejaron ver si era pelirroja natural.
exacto..!! porque ese final definitivamente no me gusto. Y la temporada tan buena hee..
Me temo que la erección que tuve con la Boda Roja no era más que una ilusión transitoria que me hizo pensar que ésta 3ª temporada estaba siendo espectacular. Después del truñazo de último capítulo (¡Qué manía con que todos los primeros y últimos capítulos de temporada sean un truñazo de personajes yendo y viniendo!), he hecho un balance de toda ella y la verdad es que deja mucho que desear, salvo varias bombas emotivas.
Menos mal que en lo que queda de tercer libro aún esperan un par de «Bodas Rojas» para dejarnos yendo al baño una semana. Pero solo de pensar en que el cuarto libro es más largo aún y no ocurre PRÁCTICAMENTE NADA, me espero futuras temporadas peores que ésta… Esperemos que sean sabios y al igual que han separado el tercer libro en dos, compriman el cuarto en media temporada o algo así. Es una idea.
Según tengo entendido, la 4ª temporada va a abarcar lo que queda de Tormenta de Espadas (que es mucho y muy muy bueno) y una prqueña parte de Festín de Cuervos mezclado con Danza de Dragones, ya que los dos libros, como sabrás (ya que intuyo que eres lector) ,ocurren a la vez pero vistos desde diferentes personajes y lugares. La 5ª temporada sería lo que quedase de esa mezcla de Festín de Cuervos y Danza de Dragones y la parte de este último en que si que avanza la historia.
Que es lo «bueno» de todo esto? que el señor R.R. Martin no puede tardar mucho en escribir los próximos libros o le alcanzará la serie, aunque dicen que llegado este caso puede que hagan una temporada sobre «La Rebelión de Robert»
Muy bien todo, el texto y los comentarios. Solamente un matiz:
«interpretada y muy bien por Diana Rigg, que los británicos conocen bien por su papel en Los Vengadores y que a nosotros quizá nos suena más de cuando salió en 1969 en 007 al servicio de Su Majestad».
Yo no creo que nadie que sepa que la Rigg salió -y de que manera- en el 007 de Lazenby ignore que es la megafantabulosa Emma Peel
Es más, en una encuesta tipo lo sabe no lo sabe creo que los que la conocen la asociarian antes a Los Vengadores que a su particular luna de miel roja
Y entre lo mucho bueno que se ha dicho destaco esto:
«Martin va incorporando nuevos personajes, sí, pero sobre todo recicla moralmente a algunos de los que ya existen en el plano principal y les hace cambiar de bando, reequilibrando constantemente el déficit de buenos con malos conversos. […] Hablamos de lo que hablamos cuando hablamos de buenos y malos en la ficción, que es de si gozan o no de la empatía del espectador. Si queremos que triunfen, son buenos, y si queremos que fracasen, son malos. Es algo terriblemente simple».
Es cierto, RR nos maneja, y nos convierte personajes odiosos en megasimpáticos y viceversa, gente que empieza apareciendo en el bando de los buenos y a los que luego les deseas una muerte lenta y dolorosa, o al menos un degüello rápido.
Sin duda, ese matiz sobre Emma Peel – Diana Rigg, se debe a la juventud o bisoñez del autor del artículo. También a no documentarse como corresponde.
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Muy buen análisis.
He terminado de ver la 3ª temporada como la mayoría, y acabo de empezar el tercer libro, mi duda es, si una vez acabe con este empezar con el cuarto libro o esperar a ver la siguiente temporada, después de la experiencia de la boda roja, creo que la impresión es mayor en la serie que en el libro.
¿vosotros que me recomendais?
Como ya alguien dijo arriba Sent1, la cuarta temporada presupone adaptar el resto del libro tormenta de espadas. Es probable que caigan cosas y tramas del cuarto libro. Yo te sugeriria que te termines tercero y cuarto antes de la proxima temporada ;D
Muchas gracias este verano caen los dos seguro
Me encanta la crítica y estoy de acuerdo con casi todo, pero discrepo con Sansa. No es de lejos uno de mis personajes favoritos, pero de lo hostiable que es en el libro, que parece que vive en el mundo de la piruleta, en la serie la actriz y los guionistas consiguen darle otros matices, se ve que en el fondo tiene carácter, es una Stark, pero está acojonada, traumada…
La boda de Farruquito me ha matao… Entre el oscurecimiento de cejas que está sufriendo la khalessi (ya se podían esmerar más en la caracterización, que se le nota hasta el peluquín) y ese baño de Masas parecía Madonna cantando like a virgin.
Sansa Stark es una belleza.
A mí la Sansa Stark del libro sí que me parece un personaje fascinante. Es una deconstrucción de la princesita Disney, igual que Arya es una deconstrucción de la princesita guerrera. Por desgracia, cogieron a una chica demasiado mayor y le amputaron la venda visual color de rosa que hacía al personaje interesante. También se cargaron su relación con El Perro.
En cuanto a Sansa Stark, el desarrollo del personaje desde el punto de vista psicológico es perfecto. Desde la incapacidad de ver la realidad, al primer palo, a una fase larga y absolutamente creíble de indefensión aprendida, al desarrollo que tiene después. Martin ha hecho uno de sus mejores trabajos con ella. Puede que no «mole» (ya sabemos que si no llevas espada o no tienes poder no molas), pero literariamente es una obra maestra.
No entiendo la manía que tienen algunos a este personaje. Sansa no tiene ninguna malicia. Es una niña que aún cree en cuentos de hadas. A lo largo de la historia madura y ve que en ese mundo las cosas no son así.
Me encantó la critica. Estoy deacuerdo en prácticamente todo. Eso si, esta temporada no era la de Cersei y la de Tyrion, ha sido la de Jaime y Arya, a mi parecer.
Lo de el cabrón salchichero no me ha quedado claro, a mi me encantó esta bizarra escena, y la pusieron en los aciertos, asi que debe ser que fue la hostia.
Y ¡POR FIN! CONCUERDO con alguien que no le gustara ese final (no se quien es Farruquito) pero es que dio pena.
Coincido bastante con el análisis general de la temporada, unas luces y sombras bastante pronunciadas que, en definitiva, acaban por convertir a esta 3ª temporada en la peor de la serie de momento. Probablemente ha sido un preparativo para la 4ª bastante acertado (habiendo leído los libros y flipado con Tormenta de Espadas) pero como producto per se lo encuentro bastante flojo.
La escena de Jaime-Brienne en Harrenhal es sencillamente lo mejor de la serie, eso sí. Mucho me temo que Coster-Waldau ha superado a Dinklage de la misma manera que supera Jaime a Tyrion en mi escala personal de personajes favoritos.
Dejo una última reflexión: La serie, como adaptación, es buena. La historia de Daenerys ya da tanto asco como en los libros, y agárrense que vienen curvas.
Vaya, vaya es decir que despues de un glorioso repaso del maestro Lapidario y nosecuantitos comentarios nadie hay que apunte que se ha incorporado al reparto el genial e inconfundible Ciarán Hinds. Pues estamos buenos. Julio César y el Mossad os maldigan.
Lo mejor de esta temporada, con diferencia y obviando golpes de efectos, bodas rojas y agradabilisimos rumpy pumpys, es sin duda el crecimiento del personaje Tywin Lannister. Esa inteligencia, ese frio emocional y esa mirada torva con los ojos fijos y brillantes sólo podía ser interpretada por el gran Sardo Numspa.
Una referencia a los opening y ending tampoco hubiera venido mal. Sublimes, por no ser exagerado.
Sorry, maestro Diaz Caviedes. Sustitúyase sin más. Lo mismo me da que me da lo mismo.
Excelente artículo. Y muy cierto: Joffrey empieza a molar. Es como Kevin Bacon en The Following. A fuerza de resultar detestable con todos su tics se le acaba cogiendo cariño. Para mí la mayor revelación de la tercera temporada ha sido descubrir que esa Gigantona caballera andante tiene un buen culo. A fuerza de verla siempre con la armadura puesta no había podido reparar hasta ahora en ese detalle fundamental para entender la saga.
Me gustó mucho leeros a todos,he disfrutado muchisimo con vuestros serios y documentados comentarios, yo no he leído las novelas, soy una vulgar televidente pero solo una cosilla…¿De verdad alguien cree que el culo que sale en pantalla pertenece a la actriz que interpreta a la caballera gigante? Si alguno de los escribientes de esta pág es capaz de demostrarmelo con pruebas y confesión ante notario de la actriz, me como la corbata del traje de bodas de Farruquito.
Angeles te paso un enlace de Entertaiment Weekly donde Nocolaj Coster-Waldau y Gwendolin Christie hablan de «su» desnudo en la bañera. No se si te servirá como prueba, pero en caso afirmativo que te aproveche la corbata de Farruquito (es broma).
http://insidetv.ew.com/2013/06/07/game-of-thrones-season-3-finale-nikolaj-coster/
Gracias Kilgore no esperaba menos de un sitio tan serio, me la zamparé con salsa de tomate de la boda roja jajajijijaijiajiaiia
Me parece como el culo que no critiques la patochada que hicieron con la hermandad por ahorrarse un mísero personaje que podía haber aparecido ahora, vendiendo a su herrero por unas monedas, cargándose muchas cosas al conocerse los dos sacerdotes de la luz que no se conocían en persona en los libros y que la tía les encuentre caminando por un bosque como sí fuera lost, joder que son guerrilleros! las emboscadas las hacen ellos, vergüenza ajena pase en esas escenas.
Además puede tener consecuencias no contempladas en los libros (o si ejem ejem) que la tía haya conocido a un sacerdote que resucite gente en vez de quemarla
REITERO: EL TERCER LIBRO NO ES EL MÁS LARGO DE LA SERIE, SINO EL QUINTO
Corrijan la errata, por favor
Sin intentar ser el especial, alternativo, diferente: mi personaje favorito es Bronn, el mercenario de Tyrion. Secundario de cojones, carácter poco construido. Pero sus comentarios divertidos y estilo en general, me encantan.
También están en mi top el soso de Nieve, el cabrón autoritario de Tywin Lannister, el simpático Tyrion y la atractiva Khaleesi.
Mención especial para Melisandre y Margaery, posiblemente las dos mujeres que más morbo me den en la historia de la TV.
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A estas alturas de la partida, vengo para comentar a todos los decepcionados con el actor elegido para Daario Naharis que, afortunadamente, el la próxima temporada será sustituido por Michael Huisman. Si además se atreven a ponerle la barba de tres puntas y el pelo azul, sería la leche.
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Las temporadas deberían ser más largas, que vale que el presupuesto sea difícil pero estarán ganando un dineral y al final se lo llevarán los productores.