Lumberton está a 550 kilómetros de donde vivo. Ni he estado ni probablemente estaré nunca. Es un pueblo pequeño de Carolina del Norte, con poco más de 20.000 habitantes, en el que cada familia guarda una motosierra en el trastero pues la economía de la ciudad ha estado tradicionalmente ligada a la producción de madera. En Lumberton hay petirrojos, tulipanes amarillos y bomberos que te saludan sonrientes desde lo alto del camión mientras van a rescatar algún gato de la copa de un árbol. Lumberton es la ciudad en la que puedes ganar 1000 dólares si telefoneas al 9107381133 y facilitas la información que conduzca a la detención de algún criminal que opere en la zona, pues el principal anhelo de las autoridades es convertir Lumberton en un plácido paraíso de jubilados y gente de orden.
Pero además de todo eso, en Lumberton también hay una comunidad indígena, los llamados lumbees, de la que hace unos años salió una chica llamada Carmen Hart para convertirse en una estrella porno. Según ella misma cuenta, todo comenzó cuando vio la película Striptease en la que Demi Moore se contoneaba medio desnuda delante de un grupo de cincuentones empalmados. Cuando salió de la proyección Carmen se montó en el coche y condujo por la 95 hasta Fayetteville para solicitar trabajo en el primer local de striptease que le saliera al encuentro. Si en vez de haber conducido hacia el norte lo hubiera hecho hacia el este por 7th Road quizás se hubiera encontrado el Slow Club, un local frecuentado por «gente del otro lado» en el que una mujer llamada Dorothy Vallens solía cantar canciones melódicas por las noches.
Mi secuencia favorita de Blue Velvet es aquella en la que Frank Both (Dennis Hopper) y sus amigos le parten la cara a Jeffrey Beaumont ( Kyle MacLachlan) mientras se escucha a Roy Orbison cantar In Dreams y una gorda borracha baila con los ojos cerrados sobre la capota del coche. Si alguna vez alguien me pega una paliza espero que al menos tenga el buen gusto de hacerlo con guantes, permitiéndome escuchar Perfect Day de Lou Reed y preguntándome con cara de preocupación, cuando me empiece a brotar la sangre, si me está haciendo daño. Follando no me van las hostias ni los lapos a pesar de que me lo hayan preguntado varias veces (empiezo a pensar que debo tener cara de merecer ser hostiada) por eso, cada vez que Frank abofetea a Dorothy en la película siento un irrefrenable impulso de meterme en la pantalla y arrancarle el ventolín. Tras ver Terciopelo azul un crítico escribió que Ingrid Bergman debería estar retorciéndose horrorizada después de contemplar a su hija Isabella dando vida a Dorothy Vallens en la película. Mi reacción fue bien distinta. Debía tener poco más de 20 años cuando la vi y lo primero que hice fue comprobar qué edad tendría Isabella Rossellini en ese momento. Luego maldije mi suerte por no haber nacido en el mismo año, en la misma ciudad y en la misma casa que ella, por no haber hecho que nuestras vidas se cruzaran en algún momento y por no haber hecho que ambas hubiéramos caído rendidamente enamoradas la una de la otra. Mi otra opción era Laura Dern, pero por aquel entonces la hija de Bruce Dern y de Dianne Ladd no me ponía demasiado. Isabella había tenido una hija con el modelo Jonathan Wiedemann, a la que habían llamado Elettra. Elettra tiene mi edad y, aunque tiene una belleza mucho más convencional que la de su madre o la de su abuela, creo que una de las mejores cosas que podría pasarme en la vida sería que nos pudiéramos quitar las pulgas la una a la otra un domingo por la mañana. De momento la he agregado en Facebook, espero tener suerte.
Pues haber si hay suerte con Eletrra.
Me encanta tu entrada. Soy fan de las películas de David Lynch y me lo he pasado bien leyendote.
Saludos.
Gran texto. Uno de los mejores arranques que he leído.
de verdad un gran comienzo?, de verdad lo piensas o quieres ligarte a la chica?
Unos quieren ligarse a la chica y otros, simplemente, darle por el culo. Así es mi vida
que soez no deberias ponerte asi por un comentario ya tienes muchos que te elogian
¿Tienes algo en contra del sexo anal?
personalmente no me interesa ensucia demasiado pero bueno si te gusta enorabuena seguro que encuntras a alguien que tambien
Arranca bien, al final siempre acabamos tocando el mismo tema.
el único tema my friend.
«Terciopelo Azul» sigue siendo una de las grandes miradas cinematográficas a los acantilados (que no abismos) de la Sexualidad en el cine contemporáneo, bajo la excusa de un thriller.
Isabella clamando enloquecida ante la ñoña Dern que lleva el semen de Jeffrey dentro de ella; las parafilias de Frank y sus secuaces (algunas solo intuidas); la atracción de Jeffrey por el lado oscuro del sexo, de su ciudad y de sí mismo, siguen siendo momentos inagotables y que no se extinguen como un insecto devorado a modo de exorcismo, por un pájaro.
Con un pie en nuestra realidad, Isabella se ríe cuando le preguntan cómo es estar casada con alguien tan raro como Lynch, a lo que ella responde que «David es un tipo de lo más normal. El que está como una puta cabra es Marty (Scorsese)», su anterior marido, quién supongo que -en verdad- quería casarse con Roberto Rosellini.
jeje, nunca había leido la respuesta de la Rossellini pero me lo creo, seguro que Lynch es de los tipos más equilibrados que te puedes encontrar haciendo cine.
Tengo para mi que rodó «The Straight Story» solo para cerrarles la boca a todos los que decían que era incapaz de contar una «straight story».
A todo esto, podrías escribir bien el nombre del actor que interpreta a Jeffrey Beaumont, que no es otro que Kyle MacLachlan; si, ya sé que al pobre diablo le parten la cara y tal, pero una cosa es que le rompan dos piños a hostias y otra bien distinta que le salten un par de letras al apellido…
No esta mal la peli, no.-
Pues mira que por más que lo miro me parece que lo has escrito igual que yo… No es bueno mezclar bebidas
Follaté lo que quieras pero no llegues hasta la Z, por favor
Da gusto ver lo bien que encajas las críticas. Muy al nivel de esta publicación sí señora.
Por favor, no llegues a la C.
Adoro los trolls
Me encantó el texto y soy fan de Lynch. De «Terciopelo Azul» me gusta la temática y el ambiente perturbador que reina en la narrativa, así como las actuaciones. Es un clásico que no me canso de ver.