¿Qué sucedería si las personas que han fallecido retornasen a la vida para intentar reclamar su antiguo sitio en el mundo? ¿Se sentirían felices de volver? ¿Se sentirían sus allegados felices de que hayan vuelto? Esta es la compleja premisa de la que parte una de las series sorpresa de la televisión del 2012, producida por Canal+ Francia y que lleva camino de convertirse en un clásico de culto.
Parece que Europa —y hablamos de la Europa continental, porque televisivamente hablando el Reino Unido es un mundo aparte— le está encontrando el punto a cierto tipo de series que hasta ahora parecíamos dejar casi exclusivamente en manos de los estadounidenses, acostumbrados como estábamos a que únicamente en Norteamérica dispusieran de los medios técnicos y la competencia necesaria para elaborar según cuáles productos de primer nivel. Ya comentamos en su momento la extraordinaria serie Forbrydelsen, ese oscuro y absorbente espectáculo policial realizado en Dinamarca que no tenía absolutamente nada que envidiar a los mejores títulos norteamericanos del género. Ahora nos encontramos con un ejemplo de otro género, el fantástico. Les Revenants (“los fantasmas”) es una serie de ocho capítulos —de unos 50 minutos cada uno— que narra lo sucedido en una pequeña ciudad donde un buen día empiezan a resucitar los muertos.
Antes que ninguna otra cosa, cabría aclarar que Les Revenants no es una serie de zombis. Insisto en ello, porque antes de verla leí por ahí alguna que otra crítica en donde se la calificaba como tal. Pues olvídenlo. Ya sé que el subgénero zombi se ha convertido en una moda que parece que no vaya a terminar nunca, pero esta serie francesa no tiene nada que ver con ello; es más, ni siquiera es una serie de terror. Sí, resucitan los muertos, pero la mejor manera de describirla sería decir que se trata de un drama fantástico. O si lo prefieren, un drama que va de lo fantástico a lo metafísico, pasando por sus buenos momentos de suspense.
En un principio, la serie explora los problemas de adaptación que experimentan aquellas personas que han revivido sin saber cómo ni por qué —y que ni siquiera recuerdan haber muerto— cuando retornan a sus hogares, causando la previsible conmoción entre los vivos. También se fija en las reacciones de sus seres queridos, para quienes no resulta nada fácil asimilar esa resurrección. Así pues, uno de los ingredientes de la serie es el drama intimista, pero no el único: también hay subtramas de suspense e incluso alguna de carácter criminal. Aunque la serie transcurre con un ritmo relativamente lento, como drama que es, durante los ocho capítulos hay también sitio para ciertos momentos de acción y bastantes momentos de intriga, e incluso de algo parecido al terror. Además van apareciendo misterios nuevos y cada episodio termina con un muy interesante cliffhanger, aunque —se lo digo desde ya— no todos esos misterios se llegan a explicar del todo al final de la serie.
Así pues, quien busque un argumento matemático donde toda pregunta tenga respuesta y donde cada suceso vaya a encontrar una explicación concreta, debería estar prevenido de antemano y contener su espíritu nerd. No, al final no hay interpretaciones científicas ni grandes teorías que se puedan resumir en un esquema hecho por ordenador. Les Revenants plantea muchos interrogantes, pero a menudo lo hace simplemente para seguir captando nuestra atención. En ese sentido puede decirse que es una serie tramposa y de hecho, el desenlace de la primera temporada es tan abstracto como deliberadamente abierto, lo cual frustrará a quienes estuvieran esperando una Gran Explicación en la que se aten todos los cabos. Pero ojo, eso no significa que el final de la serie no merezca la pena, sino sencillamente que se trata de un final más filosófico que científico. Pero hablaremos de ello un poco más adelante.
Decíamos que la mayor parte de la serie está centrada en los dramas humanos producidos por la inesperada resurrección de determinadas personas, muertas a distintas edades y en diferentes épocas, cuyo repentino e inexplicable retorno constituye un verdadero shock. El tema está tratado con sensibilidad e inteligencia, desde una perspectiva madura y sin sentimentalismos facilones. Todos los personajes son tratados con respeto, incluso los niños, y todos han sido cuidados para que ocupen un lugar concreto y reconocible en la narración. Lo importante en el argumento son las personas, esto no es Walking dead, por si alguien tenía la duda. En consonancia, el nivel de las interpretaciones es muy bueno. Por citar algún ejemplo, me llamó especialmente la atención el trabajo de la inquietante Céline Sallette (cuyo personaje parece anodino en un principio pero que, gracias a su interpretación, termina siendo de los más interesantes), pero vamos, podría nombrarse a unos cuantos más.
En cuanto a los guiones, están maravillosamente bien construidos. Quizá es cierto que los diálogos no son descollantes, pero tampoco necesitan serlo. En cierto modo, esto ayuda a la verosimilitud de la historia. Como decíamos, la historia va adquiriendo hechuras más abstractas conforme avanza, va decantándose hacia un extraño giro metafísico que tiene lugar en los dos últimos episodios y muy especialmente en el capítulo final. Este giro metafísico quizá haya molestado a quienes esperaban un desenlace en plan “personaje X resuelve situación Y” o “se nos da respuesta W para la pregunta Z”, pero a mí, por el contrario, me ha parecido una evolución fascinante desde un drama-suspense construido con elementos concretos hasta ese desenlace metafísico que descoloca, pero que obliga a pensar y mucho. Ese devenir espiritual, así como el ambiente opresivo y la presencia de elementos simbólicos, ha hecho que mucha gente compare Les Revenants con Twin Peaks. Obviamente, y sin ánimo de comparar series tan distintas, la influencia de David Lynch podría estar ahí (especialmente en el plano estético) y de hecho creo que la serie tiene bastante hechuras “lynchianas”. Pero también, por qué no, podrían encontrarse trazas del Luis Buñuel de El ángel exterminador, o de las pesadillas metafóricas de José Saramago al estilo Ensayo sobre la ceguera. Incluso, por qué no, hay momentos que podrían traernos a Borges a la memoria. Sea como fuere, cito estas referencias porque el desenlace de Les revenants tiene más un espíritu de metáfora filosófica que de ejercicio de género fantástico.
Eso no significa que la serie sea como una película de Bergman, ni mucho menos. Tomemos por ejemplo el primer episodio, que está casi enteramente construido a base de suspense. Aunque ya sepamos lo que va a suceder —van a resucitar los difuntos— el modo en que se nos presenta ese retorno de los muertos no puede ser calificado de otra manera como de absolutamente brillante. De hecho, ese capítulo inicial perfectamente puede contener 50 de los mejores minutos de televisión (y cine) que he visto recientemente. Guión y dirección se las arreglan para tenernos en vilo y ponernos un escalofrío en el cuerpo, en la mejor tradición del cine de fantasmas, pero sin fantasmas. Por así decir, Les revenants hace por las historias de “zombis” (con comillas) lo que Déjame entrar hacía por las de vampiros. Lo dicho, ese primer episodio resulta francamente fascinante; para mí, de hecho, es el mejor. Una pequeña obra maestra.
Eso sí, aunque la serie mantiene un buen nivel hasta el final, el impacto inicial va desapareciendo paulatinamente durante los siete episodios siguientes. Pero incluso pasada esa indescriptible sensación que nos provoca al principio la extraña historia, sigue teniendo más que suficientes alicientes para mantenernos atentos. Además de las ya mencionadas interpretaciones y de los giros de guión, Les revenants llama la atención por una fantástica dirección —mejor que bastantes películas actuales, de hecho— y por un apartado visual realmente impresionante. Las localizaciones y los exteriores son hipnóticos, filmados y fotografiados con un buen gusto exquisito. Ya solamente esa imaginería paisajística nos envuelve para crear la sensación de que el pueblo donde transcurre la acción —una extraña mezcla, muy “a lo americano”, de paisaje montañoso y región suburbana— es, pese a los elementos convencionales que lo conforman, como el irreal escenario de una pesadilla. También llama la atención el inteligente y comedido uso de la banda sonora; según parece, se compuso la música antes de empezar a filmar, al estilo de lo que hacía Sergio Leone. Eso podría explicar la perfecta comunión entre sonido e imágenes. En todo caso, esa música minimalista es utilizada con una impresionante sabiduría y únicamente en los momentos precisos.
Ya hemos comentado que la serie es un tanto tramposa y que se mete en algunas subtramas que al final no resuelve ni explica, además de introducir algunos elementos misteriosos de los que se olvida más tarde. Sabemos que los guionistas recurren a estos trucos para mantener el interés, pero también hay que aclarar que nunca llegan a abusar de la trampa. Es más, no solamente se les puede perdonar, sino que —al menos a mí— esos artificios ni siquiera me han llegado a molestar (y eso que, aunque no soy especialmente puntilloso, sí me suele inquietar el que haya demasiados cabos sueltos). Los entiendo como una concesión al ritmo de la serie, aunque otras personas han hablado de “síndrome Lost”. Bien, yo no he visto Lost, pero supongo que la comparación resulta exagerada. Tampoco me ha molestado el que, en algunos momentos (muy contados), haya ciertas actitudes de los personajes que no parecen completamente explicadas. Los flecos que haya dejado la serie no son nada en comparación con sus virtudes.
Como sucedía con la mencionada Forbrydelsen, puede decirse sin miedo que Les revenants está al nivel de lo mejor que puedan producir los Estados Unidos en su género. De hecho, creo que se está preparando un remake americano… lo cual, por cierto, no parece una idea demasiado buena. No sé si una serie americana podrá captar el espíritu de la original. Les revenants imita a la ficción americana en las formas, pero es inconfundiblemente europea en el fondo. Me explico: Europa es un continente que ha muerto y resucitado más de una vez. Casi cada país ha sufrido invasiones, guerras, hambre y catástrofes humanas de toda índole en unas pocas generaciones atrás. El contacto directo con la decadencia y la muerte está en el ADN cultural europeo y veo difícil que el tenebrismo desencantado de Les revenants pueda traducirse exitosamente en “la tierra de las oportunidades”, un país joven que sigue construyendo y que no tiene una experiencia apocalíptica similar. Pero bueno, veamos qué hacen los americanos con el material.
En resumen, Les revenants es una serie fascinante, inteligente, imperfecta pero solo lo justo, bella, incómoda, lo suficientemente tramposa pero sin pasarse, y con una metáfora final bastante profunda, aunque también bastante abstracta. Merece muy mucho la pena incluso con sus defectos, porque son los defectos de una obra de arte. Cierto, al final esta primera temporada deja muchas cosas sin contar, pero precisamente ese carácter hermético hace que nos quede la sensación de haber contemplado, más que un ejercicio genérico, una especie de poema audiovisual cuya interpretación queda a la sensibilidad de cada cual. Creo que se planea una segunda temporada. Desde luego, su final abierto da pie a que así sea, pero francamente… yo no la continuaría. No se me ocurre cómo una segunda temporada podría evitar arruinar la metáfora —sea cual sea— de la primera, la cual finaliza como una enigmática y deprimente pero sumamente brillante elegía. Pero bueno, si finalmente la continúan, habrá que echarle un vistazo. Espero equivocarme y que la continuación no quebrante el espíritu. No se me ocurre cómo podrían evitarlo, pero ante todo, el beneficio de la duda. También está la película del mismo título en que se basa la serie, aunque todavía no he podido verla; la comentaré en cuanto lo haga, porque ahora, desde luego, se me ha despertado el interés.
En resumen, una serie más que recomendable y que cualquier espectador inteligente disfrutará.
Y ahora, para quien ya la haya visto, dedicaré unas líneas a desgranar mi interpretación particular del sentido de la historia, de la metáfora final. Ni que decir tiene que quien todavía no haya visto Les revenants, debe dejar de leer aquí mismo. Vuelva cuando la haya visto para terminar de leer lo que queda.
La interpretación (SPOILERS a tutiplén: si no la ha visto, NO LEA A PARTIR DE AQUÍ, alma cándida)
Como decía, la impresión que me quedó al final es la de haber contemplado una elegía visual que, ante todo, trata de capturar y expresar el terror inmemorial e innato que la muerte provoca en todos nosotros. Muchas series y películas tratan el asunto, pero Les revenants lo hace afrontando la muerte desde una perspectiva distinta. Aquí se nos presenta a una serie de personajes que parecen haber vencido a la muerte, que traen consigo una esperanza mágica, de carácter casi religioso. Y cuando esos personajes ya se están acostumbrando a su “nueva” vida, cuando sus seres queridos consiguen finalmente sentirse felices de tenerlos con ellos otra vez… es cuando la muerte —en forma de “la horda” encabezada por la camarera Lucy— regresa para reclamarlos. Es precisamente en ese momento, en el último capítulo, cuando comprendemos el dolor que causa la muerte. La esperanza que ha brillado durante siete episodios se volatiliza. Un deprimente realismo se cierne sobre nosotros. La adolescente Camille es arrancada a su familia. El pequeño Victor, que se había estado resistiendo a la llamada de los muertos, también ha de resignarse a partir. El joven Simon ha de renunciar a su antiguo amor y a su hija, que en realidad es más la hija de otro. La nueva vida de los resucitados, pues, ha sido un espejismo, una mera ilusión.
Si nos fijamos, varios de los resucitados mostraban síntomas de putrefacción (Camille en la cara, Victor en el brazo, Simon en el estómago), casi como un recordatorio de que —lo quieran o no— ya estaban muertos, de que no deberían hacerse ilusiones con respecto a una supuesta “segunda oportunidad”. Lo que no llegué a entender bien es por qué Lena, la hermana de Camille, muestra también ciertos estigmas en la espalda, de no ser por esa extraña conexión entre mellizas que se nos muestra en algún momento (como cuando una hermana está experimentando, a distancia, el orgasmo de la otra… lo cual termina ayudando a provocar el accidente de autobús en el que muere).
Por otra parte, tenemos los problemas de filtraciones del pantano, que al principio no parecen tener una relación directa con el tema central, y que terminan causando un derrumbamiento catastrófico que inunda todo el pueblo como ya había sucedido décadas atrás. Esas filtraciones, para las que los ingenieros no encuentran motivo, parecen representar el inevitable paso del tiempo, la decadencia, el destino. Durante toda la serie, los fallos de electricidad son símbolos asociados a la presencia de los resucitados, y esos fallos eléctricos están (también o paralelamente) causados por las filtraciones de agua en la central eléctrica. Otro detalle: cuando los amigos de Camille desentierran su ataúd para comprobar si es ella realmente la que está viva, encuentran el féretro repleto de agua. Además, los animales del bosque se ahogan —al parecer voluntariamente— en el embalse, poco antes del desastre. Una de las resucitadas, que ya vivió en primera persona el primer derrumbamiento del pantano, es curiosamente la única revivida que no alberga ninguna esperanza con respecto al futuro. Su experiencia le dice que no se puede luchar contra el destino, en este caso simbolizado por los problemas en el pantano. Su escepticismo se acompaña con la previsión de lo que está a punto de ocurrir: “volveremos a pasar hambre otra vez”.
Otro signo de ese destino inevitable es la imposibilidad de abandonar el pueblo. Cuando Toni y Serge tratan de huir por el bosque, a pesar de conocer bien la región (ambos han crecido en esas montañas y son cazadores), se dan cuenta de que terminan siempre caminando en círculo. Finalmente recurren a intentar cruzar el pantano a nado: Serge se ahoga, reclamado por el agua (el destino del que trata de escapar). Algo parecido sucede con Julie y Victor, que tratan de abandonar el pueblo en coche pero que también terminan pasando una y otra vez por la carretera del pantano, sin poder abandonarla. Como se ve, el pantano —el destino— es el epicentro del que nadie puede escapar.
El pequeño Victor, por su parte, parece representar la conciencia. El niño se acerca a Julie, a la que considera su “hada” salvadora, quizá porque Julie es probablemente la persona más bondadosa y generosa de todo el reparto. Aunque en un momento vemos que Julie es físicamente idéntica al hada de un cuento que él leía de pequeño, la elección tiene también tintes simbólicos. Solamente junto a ella se siente seguro. Por el contrario, cuando Victor se encuentra con una persona que tiene cargos de conciencia (como la malévola vecina o Toni, el que mató a su hermano Serge para que este no siguiera asesinando), la sola presencia del niño provoca que los demonios interiores de esa persona salgan a la luz. Por ejemplo: la vecina se enfrenta a su propia inmoralidad y termina suicidándose de manera horrible, como buscando el final que merece. Toni también se suicida, ante el remordimiento de lo que hizo en su día. Incluso la pequeña Chlóe, hija biológica del resucitado Simon, se enfrenta a su cargo de conciencia infantil cuando está con Victor. La niña cree —equivocadamente— que podría tener culpa de la antigua tristeza e intento de suicidio de su madre y se desmaya. Cabe hacer notar que Victor enfrenta a las personas con su propia conciencia, pero no con la culpa real. Sabemos que la pobre Chlóe no es culpable de nada. En cambio, el asesino Serge, que es el más culpable de todos, no sufre el “ataque” de Victor porque sencillamente no tiene conciencia.
Un detalle más sobre Julie: tras haber sobrevivido a un asesinato, está obsesionada por comprobar si también ella murió y ha resucitado. Intuimos que no es una revivida, porque no muestra ningún síntoma ni ha llegado a desaparecer del pueblo; nadie tiene noticia de que hubiese muerto alguna vez. Ella, sin embargo, expresa sus deseos de que así sea. Parece desear pertenecer al mundo de los muertos porque ya no aprecia la vida. Quizá ese sea otro motivo por el que Victor se siente cómodo junto a ella: cuando al final la horda reclama al niño, Julie se entrega voluntariamente junto al pequeño, a pesar de que no es su madre y lo conoce desde hace muy poco tiempo. Además, la horda parece respetar a Julie, ya que mientras ella duerme rodean su automóvil para llevarse a Victor… pero estando Julie, no hacen nada, como si presintieran que con ella no necesitarán combatir.
En cuanto a la religión, apenas es tratada directamente. Vemos algunos momentos, como cuando el sacerdote del pueblo se muestra escéptico ante la resurrección y llega a contradecir el dogma católico del retorno de Cristo en carne y hueso, afirmando que “no debe ser interpretado literalmente”. Sin embargo, sí hay bastantes referencias indirectas a la religión. El refugio para “descarriados” en donde al final los resucitados intentan inútilmente escapar de la muerte, parece simbolizar el refugio de la religión incluso más que la propia iglesia. Una pista es que vemos un gran crucifijo, que se nos muestra profusamente presidiendo bastantes planos que tienen lugar en el edificio. El responsable del refugio está convencido de que desde allí podrá combatir los acontecimientos futuros. Cree disponer de las herramientas para hacer frente a la incertidumbre del destino, ya sea ofreciendo caridad mediante alimentos y camas, ya sea defendiéndose con el arsenal de armas que guarda en el sótano. Es decir: el refugio, como la religión, promete salvar a todos de la muerte y muestra los dos aspectos de una religión organizada, el del mensaje misericordioso por un lado (cama y comida), y el del fanatismo ciego e irracional por otro (armas). En todo caso, comprobamos que en última instancia el refugio no sirve como salvaguarda ante la llegada de “la horda”, así como la religión no sirve como salvaguarda ante la llegada de la muerte.
La comida y el sexo son otros dos símbolos importantes en la trama. Sirven para representar de manera física el miedo a la muerte. Para empezar, los resucitados están siempre hambrientos, tienen un apetito voraz. También parecen ansiosos por consumar físicamente sus emociones amorosas, incluso estando en mitad de una situación emocional extrema. Para ellos, el apetito alimenticio y el deseo sexual son dos maneras de aferrarse a la vida (curiosamente, la camarera Lucy usa el sexo para comunicarse con los muertos), ya que son dos instintos básicos de la existencia. Por contra, los resucitados no duermen. Dormir se parece demasiado a la muerte y sus organismos parecen rechazar el sueño, especialmente al principio, cuando varios de ellos afirman que no consiguen pegar ojo. Únicamente cuando van sintiéndose más seguros y más integrados, cuando llegan a creer que su retorno a la vida es definitivo, será cuando concilien el sueño. De hecho, en algunas ocasiones son ellos mismos quienes se sorprenden de ello y preguntan alegremente “¿me he dormido?”, como una feliz confirmación de que realmente están vivos, de que pueden permitirse el lujo de abandonarse al sueño sin morir. Justo en esa etapa, vemos que dejan de ser tan voraces con la comida.
Así pues, la metáfora final de Les revenants parece ser un “no hay esperanza”, pero creo que más bien es una manera de recordarnos lo que la muerte supone para el ser humano. En circunstancias normales, nadie quiere morir, y nadie quiere que se mueran sus seres queridos. Pero el pantano, el destino que al final inunda todo el pueblo, es desgraciadamente imparable.
El argumento recuerda poderosamente a ‘Descansa en paz’, de John Ajvide Lindqvist, el autor de ‘Déjame entrar’. ¿Van por ahí los tiros?
No he leído el libro «Descansa en paz», aunque sé que hay quien sí lo ha leído y efectivamente lo compara con esta serie. Pero no puedo afirmarlo.
Lo que puedo decirte es esto: si te gustó la versión cinematográfica de «Déjame entrar», es más que probable que disfrutes bastante con «Les Revenants». Aunque «Les Revenants», insisto, apenas tiene relación temática con el género del terror, salvo en algún momento puntual y muy tangencialmente.
Gracias por la recomendación. Le hincaré el diente.
Por cierto, la banda sonora es de Mogwai y es cojonuda. Otra buena noticia.
Cierto, Ben. Recuerda mucho a la novela de Lindqvist, al que siempre recordaré por «Déjame entrar» y su maravillosa adaptación al cine por parte de Tomas Alfredson.
«Bien, yo no he visto Lost, pero supongo que la comparación resulta exagerada».
Pues sí, a mi todas estas descripciones me parece que se pueden aplicar al 100% a Lost:
«Así pues, quien busque un argumento matemático donde toda pregunta tenga respuesta y donde cada suceso vaya a encontrar una explicación concreta, debería estar prevenido de antemano y contener su espíritu nerd. No, al final no hay interpretaciones científicas ni grandes teorías que se puedan resumir en un esquema hecho por ordenador. (…) plantea muchos interrogantes, pero a menudo lo hace simplemente para seguir captando nuestra atención. En ese sentido puede decirse que es una serie tramposa y de hecho, el desenlace (…) es tan abstracto como deliberadamente abierto, lo cual frustrará a quienes estuvieran esperando una Gran Explicación en la que se aten todos los cabos. Pero ojo, eso no significa que el final de la serie no merezca la pena, sino sencillamente que se trata de un final más filosófico que científico».
«Ya hemos comentado que la serie es un tanto tramposa y que se mete en algunas subtramas que al final no resuelve ni explica, además de introducir algunos elementos misteriosos de los que se olvida más tarde».
Y por eso mismo (porque podría ser un nuevo Lost) veré Les Revenants en cuanto pueda. Gracias por la recomendación, Emilio.
Bueno, «Les Revenants» es mucho más breve que «Lost», por lo que deduzco que los cabos sueltos serán menos. He oído y leído muchas cosas sobre el final de «Lost» y me hago una idea aunque lógicamente no puedo opinar de primera mano. Pero dudo que vayan a ser series similares, la verdad. Sólo vi un par de episodios de «Lost» y no se parecían en nada a esto.
Sí puedo decir que el final de «Revenants» es abstracto, metafórico y abierto… pero que está muy bien traído y que no desentona en absoluto con el desarrollo de la trama anterior. Es sólo que la lleva de repente a otro nivel, más metafísico. Cierto es que no cierra los cabos sueltos, pero es que hace más hincapié en el sentido filosófico de la historia que en otra cosa (y de todos modos la serie tampoco tiene muchos cabos sueltos, teniendo solamente ocho episodios… por ahora). No es un final inventado sobre la marcha, ni un parche para cerrar el argumento porque no se les ocurría otra cosa, sino un final bien planeado de antemano para el que se ha estado trabajando toda la temporada.
La película, dirigida por Robin Campillo, es aburridísima y pretenciosa. Supongo que la serie corrige y aumenta las carencias del largo, aunque (y la vi hace cuatro años) creo que la premisa inicial iba sobre todo por establecer un cierto paralelismo entre el problema de reubicar a estos «resucitados» en la sociedad y la inmigración ilegal. Aparte de esto… ¿seres impolutos saliendo de sus tumbas?… No sé yo… Habrá que verla.
Olvida la película y dale una oportunidad a la serie. No te arrepentirás. Es otra cosa.
Viendo el penúltimo episodio (con el «viaje en coche»; evitemos spoilers aquí) a mí también me vino a la mente «El ángel exterminador» de Buñuel, como tú comentas.
Y viendo el último (con el encierro, rodeados de cristal y creándose una minisociedad), me vino a la mente la película «La niebla», que tú mismo comentaste en otro artículo.
La BBC ha emitido recientemente una serie de temática similar a esta llamada In The Flesh. Tres capítulos de 1 hora y muy recomendable por su trama, personajes y posibles interpretaciones. Mola que se estén haciendo cosas distintas con los muertos vivientes.
Muy buen artículo, estoy de acuerdo al cien por cien. Aunque, eso sí, la segunda temporada ha sido confirmada por lo que yo, por el momento, nola valoro como serie (todavía) habrá que ver que nos preparan para lapróxima entrega
Estupendo artículo: sepa que me he comido los ocho capítulos del tirón, después de leerlo. La digestión ha sido buena.
Tengo que decir que no comparto esa visión de la serie como con «imperfecciones y cabos sueltos» que aquí se menciona. De hecho la encuentro sutil, que no matemática y efectivamente simbólica.
Céline Sallette es una actriz muy interesante. Recomiendo verla en «L’Apollonide (Souvenirs de la maison close)».
En cuanto a la comparación con «Déjame entrar», aprovecho para reafirmarla diciendo que de una forma muy semejante a como hacía aquella con el sonido en general, aquí se apoya gran parte del misterio y el suspense en el fondo musical de Mogwai, que es francamente bueno.
Le diré que yo vivo en una «extraña mezcla de paisaje montañoso y región suburbana» muy similar a la de la serie. Francamente inquietante todo.
Gracias por el análisis
Saludos.
Muy buena serie. Comparto casi todo lo expresado aquí.
Recomiendo Bron|Broen, serie policíaca sueca y danesa.
Me has leído la mente, porque «Broen» va a ser la siguiente en la lista.
¡Qué ganas tengo de calzarme «Broen»! El trailer es espectacular. Emilio ¿Qué tal un imprescindibles dedicado a «Community»? La serie vale mucho la pena, es revolucionaria en caunto a sitcoms( aunque va mucho más allá) y no mucha gente la conoce.
Me pasa como a María: me zampé los ochos capítulos, unas siete horas, de un tirón, lo que habla bien del modo en que se construye la serie y la buena dirección, pues en caso
contrario no las hubiese aguantado.
También como ella le veo una explicación más clara a todo el argumento, acaso porque la vimos de un tirón y nos hemos formado una visión global más unificada de la serie que si la hubiéramos visto tal y como se emite por televisión, que imagino sería un capítulo por semana y donde para mantener la intriga y el interés van apareciendo nuevas subhistorias que acaso diluyen esa visión general. Como los árboles que no dejan ver el bosque.
El entorno no me parece tan surreal, esa mezcla entre montaña y construcciones modernas se puede ver por ejemplo en la región de Clermont-Ferrand. Además tiene explicación lógica en la película: es el nuevo pueblo levantado tras la inundación del antiguo por la rotura de la vieja presa.
Tengo una muy personal visión de la visión que los franceses tienen sobre la muerte. Es decir, no es que sea su visión sino como yo, por motivos de mera sensibilidad particular, que no tiene que ser válida para otras personas, asocio la cultura francesa con la muerte del mismo modo en que, por ejemplo, se podría tener una idea de México y la muerte, España y la muerte o Japón y la muerte.
Es decir, como cada cultura se relaciona con la muerte pero no considerado desde un punto de vista académico, antropológico, sino desde la mera sensibilidad individual que tiene mucho que ver con la biografía de cada cual.
Y creo que esta película refleja muy bien esa atmósfera francesa de la muerte, de un modo que me resulta difícil explicar pues tiene más que ver con la atmósfera sentimental e incluso el paisaje natural con que rodean a la muerte y que coincide con esa noción poco clara, irracional, de sensibilidad que yo tenía.
Dos datos de mera experiencia particular podrían explicar esto. De niño se vivió un drama con familiares cercanos cuando en Francia murió un primo lejano, niño también, atropellado por un coche. Cuando veíamos fotografías familiares y aparecía él siempre había alguien que señalándole recordaba como murió. Estas fotos solían estar hechas en eventos especiales: bodas, comuniones, etc. por lo que el atropellado siempre iba vestido con ropas de domingo que precisamente eran de la misma época, principios de los 70, que las que llevaba en la serie el jodido niño Víctor. De alguna manera quedaron fijadas y asociadas de manera indeleble en mi mente infantil varias ideas: Francia, niño, muerte, accidente, coche, flores, celebración, fiesta, tristeza.
Otra cosa pienso que contribuyó a consolidar aún más esas ideas infantiles de Francia y la muerte, ideas no elaboradas racionalmente por cuanto quedaron fijadas en mi mente infantil con todas las características emocionales, sentimentales, de visión del mundo que pueda tener un niño y que ya por siempre aparecerán ligadas a esa mi particular sensibilidad sobre la muerte y Francia por más que, como ahora, trate de dar una explicación racional. Quien haya viajado por carreteras nacionales francesas, es decir, fuera de las autopistas y autovías que conectan todo el país, se habrá sorprendido de encontrar a los lados de las carreteras unas siluetas de madera a tamaño natural de personas, las hay grandes y pequeñas, de personas adultas y de niños. Son como el toro de Osborne, exactamente iguales, pintadas de negro, pero representando a personas justo al pie de la carretera a veces solitarias, otras en grupos de dos o tres, incluso más. Suelen tener además muchas de ellas flores. Son los muertos por accidente en esa carretera y hay tramos que cada 600 o 700 metros aparece una silueta negra. Están casi en el arcén de la carretera, como sombras en medio de campos florecidos y paisajes soleados casi idílicos. Se dice que sirven como advertencia del peligro de accidentes y como recordatorio para sus familiares. La verdad es que dan mal rollo.
De nuevo muerte y Francia se asocia con accidente de tráfico, campos florecidos, muerte en un paisaje natural y normal.
Esta sensibilidad particular de alguna forma conectó con la atmósfera en que la serie trata la muerte.
Como, abusando de vuestra paciencia, me he extendido más de lo necesario en intentar explicar lo que muchas veces es inexplicable, la sensibilidad, paso ahora a dar de forma rápida mi visión del argumento y del significado de la serie.
En un determinado pueblo, que tiene sus muertos como cada pueblo tiene los suyos en esa geografía de la muerte de la que hablaba García Márquez, ciertas personas fallecidas parecen no aceptar su muerte y vuelven como si tal cosa a intentar retomar sus vidas, algunas pocos años después de muertas, otras cuando han pasado décadas y otras tras unos instantes tan sólo de muerte clínica. (Creo que te equivocas cuando consideras que Adele no es una aparecida, pues realmente se suicidó pero regresó inmediatamente después para estar con su hija. Lo que la diferencia del resto es que apenas estuvo muerta unos instantes, no se hizo funeral ni duelo y por eso la gente consideró que nunca había muerto. La prueba de que murió es que la horda la reclama en el capítulo final)
Conmoción lógica para los vivos, familiares, que les ven regresar. Intento de explicación y schock que algunos, tocados del ala y con un pasado muy turbio, intentan aprovechar llevados por el fanatismo de todo converso para tener influencia y control sobre la vida de esos familiares traumatizados. Primera lectura de la serie: drama sentimental en torno a relaciones sociales y familiares que se van descubriendo con la llegada de los aparecidos.
Todos los que regresan de la muerte tienen algo en común: muerte trágica e inesperada y una atracción muy poderosa, de tipo sentimental o pulsión vital, para lo que dejaron atrás. Atracción no siempre positiva. Simon, por ejemplo, vuelve por Adele, su gran amor, porque no entiende que no estén juntos en la muerte. Camille vuelve por amor a Fredéric pero también por unos enormes celos por su hermana. Víctor porque espera a su madre, también muerta, que vendrá a recogerlo y está buscando al hada de la que ella le hablaba para que le proteja mientras tanto. El asesino caníbal por su irrefrenable pulsión de matar. Etc.. Segunda lectura de la serie: visión de la muerte espiritista.
Evidentemente todos estos aparecidos no pueden escapar así como así al reino al que pertenecen. Desde el mismo se manda a una mensajera o guardián (¿ángel?), la camarera que cierto día sin dinero y sin saber de donde viene llega al pueblo y pide trabajo en el pub. Se folla a todos los que han perdido a familiares, pues en pleno éxtasis es capaz de ver a esos familiares y saber así si se trata de los muertos que ella busca para que vuelvan al redil del que nunca debieron regresar. Ante la resistencia de ellos a volver la camarera pide refuerzos de su mundo. Todos los ahogados en la rotura de la antigua presa. Y estos salen del pueblo bajo las aguas y se adentran en el bosque esperando órdenes. Los ciervos ahogados en el lago se arrojaron a él ante el pavor de esas hordas de aparecidos. Son como la Santa Compaña gallega. Al salir del pantano se producen filtraciones inexplicables que lo que hacen es hacer emerger de nuevo ese pueblo de muertos ante la llamada de la camarera. Del mismo modo inteligentemente por parte del guionista la presa abastece de luz al pueblo y las filtraciones inundan la central eléctrica con lo que hay apagones de luz cada vez más frecuentes. El reino de la oscuridad, de los muertos, se va progresivamente imponiendo al mundo de los vivos desde el momento en que este mundo alberga seres del reino de los muertos y ofrece resistencias para dejarles marchar.
El final de la primera temporada queda abierto para una segunda. Adele, la muerta, no se ha ido con ellos por lo que inevitablemente regresarán a por ella. Además está embarazada de Simon y este le reclamará su hijo, concebido por muertos y por tanto el mismo perteneciente a ese reino. Queda además por saber la suerte de los que estando vivos les acompañaron para no dejar solos a sus muertos. La madre de Camille y el “hada” de Víctor. Por último llama la atención que no reclamen al asesino caníbal, lo que puede dar pie a pensar que ese reino al que vuelven no es para personas intrínsecamente malvadas. También Chloé, la niña, que ha estado con la horda parece conocer secretos que en esa segunda temporada se desvelarán. Final abierto por tanto.
Interesante la interpretación sobre la camarera Lucy… era algo que me había quedado sin explicar, lo mismo sobre Serge. Una cosa sobre Adele: ¿no será que la reclaman simplemente porque está embarazada de Simon? Yo no interpreté que ella fuera una resucitada tambien, aunque puede ser, ya que muestran la escena de su intento de suicidio..
La serie engancha desde el principio. La historia es fantástica, y a nivel técnico tiene una fotografía preciosa (¿para cuándo se hará algo así en España?). La segunda temporada parece que se rodará en 2014, así que a ver qué hacen con los personajes de los niños, porque el cambio puede ser muy grande.
Opino como tú, Emilio, tras ver la recomendación me he tragado los ocho capítulos en apenas dos días y sí, si no hubiera una segunda temporada no pasaría nada, a pesar de los varios interrogantes que nos han dejado. Aún así, esperaré la siguiente temporada con impaciencia.
Promete… Mi última experiencia positiva con los muertos en TV fue «A dos metros bajo…». Como tú, tampoco pude con «Lost»…
(Saludos de un antiguo compañero de falcultad)
Yo también vi la serie en plan maratón. Estoy de acuerdo con lo que dices sobre «Déjame entrar» y espero que sepan desarrollar la segunda temporada con la misma elegancia.
Creo, como Dunker, que debe mucho, pero mucho, a Lost, (que me encanta), sobre todo por la estructura a base de flashbacks que nos van dando pistas sobre el pasado de los personajes. Para mí es evidente.
Felicidades por el súper análisis. Tú sí que no dejas cabo suelto :)
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Yo también la comparo más a Twin Peaks que a The Walking Dead.
Me ha gustado bastante y creo que no hay que buscar demasiadas respuestas. Todo es simbólico y cada uno puede sacar sus propias conclusiones.
De todas formas habrá segunda temporada.
Aquí toda mi opinión.
http://planetamancha.blogspot.com.es/2013/05/zombies-europeos-in-fleshles-revenants.html
Serie sin coherencia interna ninguna. Así hago yo también un guión, no te jode.
Muy buen artículo que me clarificó cosas para elaborar mi propio texto al respecto. Os lo dejo, por si alguien quiere echarle un ojo. Saludos!
http://cestadepatos.wordpress.com/2013/05/20/les-revenants/
Siento decir esto al que ha escrito el artículo, pero deberías ver la serie otra vez, o desde otra perspectiva porque NO TE HAS ENTERADO DE NADA
Iluminanos con la perspectiva correcta.
Por favor, danos tu interpretación…
Oh gran faro de la verdad, inteligencia supina, ilumínanos.
Acabo de terminar de verla, y coincido con la mayor parte del artículo, me ha gustado mucho, la historia, las interpretaciones, la atmósfera, la ambientación (serie rodada en Annecy y alrededores, por cierto). Esperaba una historia de zombies (algo había leído al respecto en algún sitio) y me encontré con una historia de muertos vivientes, literalmente. Un cuento fantástico, complejo, quizá un poco tramposo en algún momento puntual, pero qué narices, si el fondo lo merece (que es el caso) es precisamente un punto a favor. Decir también que me he enamorado de Clotilde Hemes, por cierto. Muy recomendable.
Me encanta esta serie, por si alguien aún no la ha visto,en mi blog pueden hacerlo.
Me la recomendó mi vecino y tengo que decir que ha sido lo mejor que he visto en series en los últimos años. Ojalá hagan 15 temporadas más, aunque no sé… Lo bueno, si breve, pues… con ganas me quedo
Que «esg» explique su interpretación, ya que esta no le parece, quizá la tuya sea igual de interesante, por favor coméntanos…
Como muchos de vosotros he visto los 8 capítulos en dos días. Después de leer un artículo sobre las mejores cabeceras de series, entre las que se encontraba la de Les Revenants, me decidí a ver la serie. Por cierto, me ha llamado poderosamente la atención que nadie haya comentado los excepcionales títulos de crédito. Son, cuanto menos, inquietantes. Muestran la gran fotografía de la serie y, por supuesto, su esencia.
He leído el artículo y todos los comentarios que se han dejado aquí y muchos me han parecido especialmente interesantes. Estoy de acuerdo con la mayoría, diré que el primer capítulo me parece una auténtica obra de arte. Hasta el 4º capítulo me parece una serie maravillosa, luego comienza a hacerse más lenta y los personajes dejan de evolucionar. En mi opinión, el clímax necesitaría más fuerza, pero a pesar de eso me quedo con un buen sabor de boca.
Decir que al igual que vosotros, he encontrado muchas semejanzas con películas y series (señalable también la gran cantidad de referencias cinematográficas en los posters colgados en las paredes de las casas de los protagonistas, desde Memento a El exorcista).
De esta manera, encuentro en la serie pinceladas de Twin Peaks, por la simbología y el entorno; The Walking Dead por cierta estética y la horda; Perdidos, por su incapacidad (en mi opinión) para resolver tantas cuestiones que se plantean; Los 4400 por la desaparición de personas y su regreso; y, como no, de la película Irreversible, una de las más duras que he visto. Podría citar muchas más, pero estas son las más llamativas, a falta de ver la tan citada “Déjame entrar”.
Las actuaciones de los actores y actrices son más que estupendas. En cuanto a los personajes, a pesar de que en el artículo se comente a Julie como uno de los personajes más interesantes, me resulta un poco plano. Atormentada por su ataque, el personaje no le encuentro evolución durante los 8 capítulos. Ella se siente muerta desde su agresión y el único sentimiento que tiene es su “amor” hacia Víctor. Sin duda, me quedo con Víctor y Camile, ambos escalofriantes, cada uno a su modo.
Y como punto final, resaltar que aquí encontramos una serie que supera a muchas estadounidenses. No sé de cuánto presupuesto estamos hablando, aunque imagino que mucho, muchísimo, pero seguramente no llegue a muchas americanas y su calidad es indiscutible.
Alguien comentaba que para cuándo una serie así en España. Dudo que de aquí a 10/15 años se pueda hacer algo así en nuestro país. Si hay algo que todavía no entienden aquí es que no hay que tratar al espectador como un idiota, mostrando planos detalle o subrayando en el guión ciertos elementos (entre otros muchos artificios) para explicar cosas que un espectador medio entiende a la primera. A series como Les Revenants no le hace falta nada de eso, trata al espectador como lo que es, una persona acostumbrada a ver cine y series de calidad y donde va a saber apreciar la calidad de la serie a pesar de que queden algunos flecos sueltos sin resolver, quizás de manera deliberada o quizás no.
Excelente serie, y con ganas de ver una 2 temporada, pero al mismo tiempo con miedo a que esta fuese un bodrio, pero igual me gustaría que hubiesen aclarado algunas dudas como el pasado delictual del tipo de la casa de acogida y de por qué Victor no volvió a tratar de matarlo/suicidarlo, por otra parte nunca se supo cual fue la muerte de la mujer revivida.
Además de todas los parecidos a libros, películas y series que muchos han encontrado yo sumaría el juego Silent Hill por la decadente atmósfera que va adquiriendo el pueblo francés en los últimos capítulos. Saludos!
He visto la serie como otros de un tiron,y a mi parecer estupenda,me llama la atencion que Adele al saber del suicidio de Simon lo rechase cuando ella tambien intento suicidarse,lamentablemente en mi pais no pasaron esta serie,la que si pasan es Resurrection muy similar e igualmente inquietante,he oido sobre la pelicula Les revenants y me he quedado con las ganas de verla pero no la encuentro en español,si alguien me ayuda se lo agradesco,estare pendiente de la segunda temporada,un saludo desde Costa Rica
Si los muertos vivientes solo querían a sus muertos de nuevo consigo y van así de tranquis, a que viene la escena estilo Walking Dead del zombi bebiendo agua del inodoro? esta completamente fuera de lugar. La subtrama de los hermanos psicopatas a mi me sobra un poco, de pronto pasan de vivir en un pueblo de las montañas francesas a vivir en wisconsin cuando nos hablan de los hermanos, tienen un bar tipo peli americana, conducen una furgoneta 100% yanki y viven en una cabaña que parece sacada de la america profunda, y viven como auténticos rednecks cazando ardillas, por momentos no tiene nada de sentido como se comportan los dos hermanos y la escena de Lena cuando la secuestra el asesino y de pronto se vuelve bueno. Por lo demás los 3 primeros episodios son una obra de arte, te tienen en tensión, pero a partir del cuarto la cosa va decayendo un poco en algunos momentos hasta llegar a un final, para mi francamente decepcionante, una pena por que el comienzo prometía.
maravillosa serie y maravilloso artículo. da gusto leerlo después de devorar los 8 capítulos en una semana. Comparto todo al 100%, y sí no deberían hacer una segunda temporada. no es mejorable. Lo mejor que he visto en mucho tiempo. Gracias por el resumen de nuevo, felicidades.
Cd vi el 1er capítulo pensé que Léna se había cambiado por Camille xa q así ésta se acostase cn Fréderic aunq a lo largo de la serie no vuelven a hacer mención sobre eso.Tp entiendo pq no reclaman a Serge y si Lucy està o no muerta.Gran serie
Muchas gracias por el artículo. Me ha hecho recordar un poco la trama para coger con fuerza la tan esperada segunda temporada.
Muy bueno el artículo resumiendo lo que ofrece la serie y las influencias de las que parece beber.
Con respecto a la explicación que le vais dando al final y a los cabos sueltos, tanto en el artículo principal como en los comentarios, estoy de acuerdo en muchos de ellos (ese mensaje desolador de que la muerte viene a por todos y que aunque dé alguna concesión, tarde o temprano, se cobra su apuesta). Por aportar algo al debate, quiero dar respuesta a los puntos o «cabos» a los que parece que se le encuentra menos explicación:
Primero a lo de la herida que sufre Lena y de la que «milagrosamente» la cura el psicokiller… en la vertiente simbólica diría que es la señal de su rechazo hacia la resurrección de su hermana debido al miedo y sobre todo a la culpa por salvarse ella de la muerte en el autobús, encima a causa de la traición a su hermana acostándose con el chico que le gusta (por cierto, que no me quedó claro si el chico se pensaba que estaba con Camille y Lena le engañó o qué), y que se va haciendo más y más grande a medida que la culpa por los secretos que guarda se intensifica, hasta que «supura» toda la verdad y acepta lo que ha pasado (al relacionarse con otro resucitado que ha perdonado la traición de su propio hermano).
Por otro lado, Adele, parece que primero «abraza» la vuelta a la vida de su gran amor y se deja llevar por ella, pero que su actual pareja la hace enfrentarse a la verdad, él se suicido, la abandonó, está muerto. Simbólicamente diría que primero se deja llevar otra vez hacia la muerte, hacia la oscuridad por Simon, pero que finalmente elige la vida, gracias, otra vez, a su actual pareja que la «salva» igual que la salvó cuando ella intentó también suicidarse. Además supongo que ese rechazo que tiene hacia Simon cuando se entera de la verdadera causa de su muerte, en su rechazo así misma, a lo que ella también intento hacer. No creo que ella sea una resucitada como los otros, al menos yo no lo he entendido así.
Por último, con respecto a Julie, ella sí que estuvo muerta durante unos minutos, y supongo que de ahí viene el que Victor la vea como el hada, parece que ella está un poco en el limbo entre los vivos y los muertos. Además, ya no sólo por ese hecho de su muerte clínica, sino también porque es un personaje que está cómo muerto en vida desde el ataque que sufrió. Ataque me que me lleva a decir que lo único a lo que sí que no lo encuentro ninguna explicación en la serie, tal y como también ha dicho Juan, es a la trama de los hermanos americanizados, no entiendo su aportación a la serie, no entiendo el cambio del asesino una vez Lena se cruza en su camino… le habría visto más sentido si al revivir hubiese vuelto aún más loco y con más sed de sangre .
De todas formas, aunque haya escenas que se han quedado sin explicación, yo creo que más allá de la idea final principal de que la muerte siempre te alcanza, cada personaje también ha encontrado cierto final: Simon elige a Adele y a su hija tal y como no hizo en el pasado, Adele elige la vida y el amor actual frente a la muerte y el amor pasado, la familia de Camille se enfrentan a la culpa y el trauma de su muerte, mientras que Camille se reconcilia con su hermana y tiene su momento declaración con el chico en el baño, Julie parece que en su limbo particular elige la muerte (a Victor) frente a la vida (la poli), los hermanos chiflados se reconcilian y Victor… bueno, Victor que es el personaje más raro de todos, se lleva a su hada después de apretar las tuercas a unos cuantos personajes jajajajajaja
En fin, que mañana empiezo la segunda temporada para que se me desbaraten todas estas teorías que tanto me ha costado elaborar xD
Para cuando la crítica de la segunda temporada? :)
Me he visto temporada 1 y 2 de un tirón, ¿para cuándo la explicación? Creo que los q hemos visto la 2 nos hemos quedado tan atónitos que nos hemos quedado sin palabras…. Por favor, una crítica me vendría más que fenomenal.
Excelente serie .Bien narrada .buena banda sonora y también ofrece una buena visión . Existencialismo adaptado y adoptado a nuestra interpretación. Y a la de los personajes de la obra . Un clásico moderno .Modélico por lo objetivo , buena factura. Modélico por lo subjetivo , existencialista y pura en tiempos del tramposo mainstream . Solo espero que no decaiga la trama ni la factura si es que hay una tercera temporada .Igual no me explico bien .Lo mejor es ver la serie y pensar en lo que vemos .