Decía Polibio —disculpen la cita de memoria— que el ser humano no soporta la incertidumbre y que, por esa razón, una vez que se decide es capaz de arrostrar las mayores dificultades. Esto es algo que sabe, instintiva o conscientemente, todo tipo que se pone una gorra de plato. Lo importante es decir que se tiene un plan. El que sea. Tener una respuesta. Y además rápida. Aunque suponga que nos levantemos todos y nos pongamos a correr en círculo gritando consignas. Esa es la forma de tranquilizar a la gente, simular movimiento, sobre todo cuando las cosas van mal. Y créanme, no está claro qué es peor, que el tipo tenga un plan de verdad que consiste en cambiar algo para que todo siga igual, usando la conocida expresión del sobrino, o que ni siquiera llegue a eso y solo tenga soflamas en el zurrón. Esto último ha terminado muchas veces destrozando sociedades enteras. Al fin y al cabo, los expertos en liderar a la turba prometiendo respuestas rápidas, sencillas y revolucionarias se alimentan del propio cambio. Como saben nueve de cada diez personas instruidas, la probabilidad de que el tipo continúe cambiando cosas una vez que sus primeras medidas no han logrado aumentar la producción de azúcar es enorme. Es lógico: el tipo llega al poder prometiendo cambiar las cosas, cuando sus medidas no dan resultado, continúa siendo un hombre de acción. Esa dinámica totalitaria es conocida: se justifica en el poder de la masa como algo siempre en movimiento, camino de un destino, capaz de pasar por encima de cualquier anhelo actual e individual en beneficio del sueño colectivo identificado en un lugar al que nunca se llega.
Cuando digo algo así, siempre surge el que dice: es peor caer en el inmovilismo. Y yo me pregunto ¿por qué es peor? ¿Por qué es peor mantener lo que tenemos, lo que nos ha convertido en un país democrático, con un alto nivel de vida, en el que no se mete a la gente —a menos de forma sistemática— arbitrariamente en la cárcel y en el que puedes opinar lo que quieras y hasta presentarte a las elecciones? Sobre todo, ¿por qué es peor el inmovilismo cuando la alternativa es un programa de acción rápido, poco meditado, destinado ni más ni menos que a “refundar” el Estado? A lo mejor es mejor quedarse quieto mientras pensamos qué cambiamos.
Además ¿qué tienen de malo nuestra Constitución y nuestras leyes como para que sea necesario cambiar todo el edificio? Ya, ya sé que todo se puede mejorar, pero es que la gente no habla de eso. No se habla de introducir cambios, de mejorar instituciones partiendo de lo que tenemos. Se habla de dar la vuelta a España como si fuera un calcetín.
Hay, por otro lado, en esto, un voluntarismo e ingenuidad maravillosos. En mi opinión, los males de España tienen que ver básicamente con una tendencia de los españoles en general a ser muy laxos con ley y su cumplimiento y a la ausencia de un control social de las corruptelas, en particular porque las cometemos todos. No hablo del tradicional fontanero que cobra sin IVA (aunque también), sino de algo mucho más general, que va desde que nuestros niños copien impunemente en sus exámenes desde que empiezan a hacerlos hasta que están a punto de salir de la Universidad, a que la gente se haya lucrado masivamente con las ventas de Viviendas de Protección Oficial por encima del límite máximo marcado por la ley y que, por definición, entre los que se han lucrado se encuentren personas con pocos ingresos (ya que estas son las personas que podían acceder a ese tipo de viviendas), por poner dos ejemplos sencillos. Sospecho que la corrupción no le ha interesado demasiado a los españoles —ahí están los resultados electorales— mientras el político corrupto repartía, de miles de formas diversas. Esa es una forma muy sutil y dañina de corrupción: mirar para otro lado porque, aunque no gano mucho y aunque sé que el que manda es un chorizo, recibo mi tajada del Estado a cambio. Digo tajada para que quede claro a qué me refiero: los políticos han hecho como algunos bancos, han comprado a los ciudadanos pagando intereses en especie, y la gente ha comprado el material.
Vuelvo a la ingenuidad. Si nuestros males no eran producto de nuestras leyes, es ingenuo pensar que por cambiarlas la cosa va a mejorar. Seguramente empeorará. Veamos un ejemplo. UPyD propone que los acusados no puedan presentarse a elecciones. Yo creo que esto es un disparate mayúsculo. El que nos faltaba de cada diez personas instruidas sabe que somos inocentes hasta que nos condene un juez con una serie de garantías. La garantía fundamental es el juicio. Como se tarda en juzgar a alguien, la ley ha previsto que se adopten medidas cautelares, pero estas no solo deben ser excepcionales y restrictivas, sino que se adoptan para que no se desvirtúen los fines del proceso penal. Esos fines, no otros. Se adoptan para que el tipo no se escape o no destruya pruebas, pero no para quitarle de en medio mientras se decide si es un delincuente o no. Sin embargo, como en España los procesos tardan una eternidad —la justicia en España sí es tercermundista— resolvemos el problema con la solución rápida, eficiente y que sintoniza con el pensamiento del ilustrado pueblo que sigue agolpándose en la puerta de los juzgados para linchar al detenido de turno. Que se tarda mucho, pues que se joda, que algo habrá hecho. Y si aparece alguien que plantea que la solución es realmente modernizar nuestra administración, para que los procesos sean más rápidos, el ciudadano cabreado se pondrá nervioso —sobre todo si el que se presenta acusado de corrupción es del “otro” partido— y dirá que no, que “hay que hacer algo”.
“Hay que hacer algo” y “¿qué propones tú?” se han convertido en el alimento para el miedo por nuestra indecisión. Yo les diré qué propongo. No cambiar la Constitución, no cambiar la Ley Electoral, no cambiar el Código Penal, no limitar el derecho de sufragio de alguien porque esté acusado o porque sea un “profesional de la política” porque el problema no es que alguien sea elegible, sino que los españoles lo elijan. Propongo modificar algunas leyes procesales para minimizar la carga de los juzgados; propongo que no se pueda dar indulto a nadie sin motivación y sin informe favorable de una institución independiente creada al efecto; propongo que los españoles decidamos gastar más dinero en la justicia —y en educación y en investigación— y menos en pagar pensiones, por ejemplo; propongo que la contabilidad —y los soportes contables— de los partidos políticos sea absolutamente pública para cualquier ciudadano y lo mismo en el caso de todas las administraciones públicas y las sociedades participadas por el Estado, por ejemplo. Y más cosas, pero como esto ha quedado ya largo, como no me pagan por proponer nada y, sobre todo, como no me he puesto a trabajar en ello y es posible que algún experto, que sí haya trabajado en la materia, me explique que lo que propongo es inviable o muy costoso o contraproducente por algún mecanismo de esos que se nos suele escapar a los que opinamos apoyados en la barra del bar, propongo que nos tomemos las cosas con calma y que dejemos que las instituciones que tenemos hagan su trabajo. Son un desastre y funcionan bastante mal, pero son mejores que las de Bangladesh y cuando llueve y hace frío, nos protegen un poquito. Si no que se lo pregunten a los que cobran pensiones del Estado o van a sus hospitales o llevan a sus hijos a colegios públicos o universidades o van a un juicio con un letrado que pagamos todos o llaman a un policía porque alguien ha robado en sus casas. Y, desde luego, no propongo que se meta en la cárcel a un grupo de personas por pertenecer a un grupo (aunque sea el de la “casta extractiva” o el de “vagos y maleantes”), ni que se inicie un proceso constituyente sin ni siquiera presentar un puto borrador de nueva constitución, para ver si esta vez han puesto todas las comas en su sitio, porque ya se sabe que los detalles son para los chupatintas.
En fin, que conmigo no cuenten. Sobre todo para “acabar con la corrupción de un plumazo”. Yo ya sé cómo se acaba con la corrupción de un plumazo. Con otro tipo de corrupción mucho más peligrosa: la de los iluminados.
Razonable, sensato, frío. Excelente muestra de sentido común, frente al Apocalipsis.
impecable
El problema de los que tienen tantas ganas de cambiarlo todo es su desmesurado optimismo: creen que las cosas no podrían ir peor.
Conviértase en elegible. Gracias :)
Creo que estás confundiendo los términos, rechazas todo lo que se propone, porque dices que no conseguirá nada y que es mejor pensarlo.
¿Qué no hay que hacer reforma electoral? Dices el problema quién elegimos, no que lo podamos elegir. Vale, pero es que con la ley que tenemos ahora, si yo quiero elegir a 20 personas del partido X, tengo que votar al lote completo, y si en el lote me vienen 20 corruptos, ¿qué hago? Tengo que meter a mitad de ladrones para meter a 20 buenos.
¿Qué no se puedan elegir imputados? Pues mira, sí tienes razón en qué hasta que no se juzgue no sabremos, pero si alguien está imputado es que hay pruebas razonables de que ha cometido un delito, no te imputan porque sí. Por lo menos, debería ser suspendido de su puesto mientras dure el juicio, si después es inocente, que vuelva. Además no creo que pueda desempeñar sus funciones correctamente si tiene que estar preparando su defensa, que no suele ser poco el tiempo que se dedica.
Estoy de acuerdo en que no se debe tocar las cosas porque sí, pero es que todas las cosas que atacas sí están bien pensadas. Y de lo de dejar dedicar tanto dinero a pagar pensiones, mejor no entro.
Totalmente de acuerdo
Por fin un comentario con sentido.
Ya pensaba que todos se habian dejado convencer por motivos de teoria sociologica y no por defectos que son autenticas realidades facticas de nuestro sistema constitucional y legal.
Por otro lado si el edificio falla en sus cimientos (Constitución Española de 1978) todo lo que de ela derive adolecerá de los mismos defectos. No rige el principio de( – + – )= +, todo lo contrario sale peor y se hace imposible de arreglar, que es lo que hoy sucede.
Por otro lado completo acierto es que es una cuestión de defectos de la sociedad, frase muy oída hoy en día: «lsa sociedades tienen los políticos que se merecen», (no se quien la dijo).
Gracias.
¿»acusado» e «imputado» es lo mismo?
Me parece un punto de vista interesante, porque en España, desde las épocas de Joaquín Costa, se acuñó el término de cirujanos de hierro, y lo que viene después es atroz. Yo sí creo que hay que refundar muchas cosas, pero porque quiero que el país al que pertenezco, España, se parezca a una democracia profunda, sin castas extractivas, corrupción y desigualdad. Quiero que se parezca más a Canada o a Suecia, (claro, ya puestos), no quiero que a lo que tenemos lo sustituya el terror, la dictadura o la barbarie. Pero sí que hay que cambiar cosas, y es difícil imaginar, dentro de los parámetros de un lugar que no sea directamente africano un lugar más corrupto.
Pues yo apuesto por darle la vuelta al calcetín.
Lo de la educación y estulticia de los españoles es otro debate.
Me imaginaba lo que iba a encontrarme, y no me he equivocado.
Sr. Tsevan, este artículo, aunque muy bueno, sobraba. No es necesario, las cosas no están tan mal, ni nunca estarán. O por lo menos así lo veo yo. Quizá sea que no vivo en España y mantengo un poco de perspectiva, aunque lo dudo. Acampo en twitter como hijo de vecino la mayor parte del día (para mí ha sustituido a la radio; ojalá hubiera un twitter con voces de gente, sería como asomar la oreja al patio, pero que la gente sólo hablase durante 10s seguidos), leo todos los periódicos españoles, hasta los que no merecen ese nombre, veo las televisiones españolas de izdas, derechas, muy de derechas y muy de izdas. Y sabe qué? El español sigue siendo esto que Julio Camba describió hace mucho tiempo ya:
«[…] Un hombre muy pequeño, y muy débil, muy débil, que se muerde los bigotes haciendo muchos gestos, que sopla, que tose, que se da un puñetazo en el hongo y se lo abolla de un modo lamentable, que le tira un puntapié a una mesa y se estropea el pie y que, por fin, rendido, extenuado y sin haber conseguido nada de provecho, se deja caer en una butaca.
Es triste y es ridículo, y es así. »
El que lo quiera leer entero lo tiene aquí:
http://passerby.tumblr.com/post/10802255450/que-cosa-es-el-espanol
La descripción de Julio Camba sobre los españoles es una estupidez de campeonato.
Me resulta bastante snob el artículo. Ahora que todo el mundo se ha puesto de acuerdo en que hay que cambiar algunas cosas, usted llega y dice que no.
Muchas cosas en el texto son ciertas, por supuesto. Verdades innegables. Pero decir que no se debe cambiar la ley electoral ni ciertas partes de la Constitución sólo tendrían sentido en un país en el que los electores no fuéramos estúpidos.
Hay tantas cosas que cambiar en España que este artículo me parece una irresponsabilidad. Hay que hacerlo poco a poco, en eso estoy de acuerdo. Pero hay que hacerlo.
Claro, Carlos. Y como los electores españoles somos, según tu opinión, estúpidos, lo que hace falta es una vanguardia de iluminados que nos enfile en el Buen Camino.
Prefiero que me dirijan unos iluminados al populacho. Sigamos lo que dice este artículo y volverá a ganar el PP las siguientes elecciones.
¿El populacho solo se manifiesta electoralmente cuando gana el PP? ¿Las victorias del PSOE no fueron cosa del populacho?
Está vd hecho todo un demócrata.
ah sí? en qué se ha puesto de acuerdo ahora todo el mundo, a parte de en decir que esto no puede seguir así?
Estoy totalmente de acuerdo con el autor del artículo. Pero le comunico que somos minoría.
El autor señala las claves: necesidad de una pluralidad de reformas que toquen diversos aspectos, todas necesarias pero ninguna suficiente, por lo que no es fácil; transparencia (la dichosa Ley sobre el tema, que se hace esperar…); y la dotación de la Justicia, que quizás también necesite sus ajustes.
Pero conmigo que no cuenten para asonadas ni para unirme al coro de rebuznos, ni para pegarle fuego a esto o aquello. La situación económica es muy dura, estos casos de corrupción indignan, y hay que aprovechar la ocasión para estudiar el tema, aprender de los errores y hacer los ajustes necesarios para mejorar las cosas de forma efectiva, sin prisas pero sin pausas, midiendo bien.
Tengo esperanzas puestas en que salgamos de esta con alguna lección aprendida y mejor organizados.
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La gente no sabe lo que es un proceso constituyente, ni lo que supondría ahora. Hablar por hablar.
Este artículo me parece absurdo.
Empecemos por una falsedad: «UPyD propone que los acusados no puedan presentarse a elecciones». No, lo que UPyD (y mucha otra gente) propone es que los imputados no puedan presentarse a elecciones, no los acusados, hay una gran diferencia. Y ya ocurre con otros campos, como por ejemplo los policías, así que no es tan extraño.
Hay mucho, muchísimo por cambiar. Una cosa es no hacerlo a lo loco, sin pensar, y otra muy distinta quedarte como estás. Por supuesto que se puede estar peor, y en muchos lugares lo están, pero también se puede estar mejor y, de nuevo, en muchos lugares lo están. Además, estamos viviendo un retroceso en lo político, en lo económico y en los derechos individuales durante los últimos años y esto no tiene pinta de que vaya a frenarse si no hacemos algo, así que el inmovilismo no nos lleva a quedarnos como estamos sino a seguir empeorando. Lo que este artículo propone es, básicamente, rendirse, creer que no se puede mejorar.
Luego están los errores de base que arrastramos desde hace años, por ejemplo la Constitución. La redactó un grupo pequeño a puerta cerrada, sin la posible participación de la población. Puedo llegar a entender que en su momento no había otra opción pero una Constitución no debe hacerse así, de ahí todas las propuestas de proceso constituyente que hay últimamente, que como proceso inclusivo es muy lento, no algo rápido y sin pensar.
En fin, podría seguir, pero tengo que ponerme a trabajar, que yo por suerte aun tengo trabajo, no como tantos otros (seguro que también les parece que se está bien).
No digo una falsedad:
«a) la inelegibilidad de las personas acusadas por delitos de corrupción política.»
Eso dice UPyD http://www.upyd.es/contenidos/noticias/318/93639-Manifiesto_por_la_Regeneracion_de_la_Democracia_y_la_Refundacion_del_Estado . Así que me temo que se equivoca usted.
Por otra parte, lo que usted indica sería aún peor, ya que primero se imputa y luego se acusa.
Todo lo más se me podría acusar de que no se refiere a todo tipo de acusados sino sólo a los acusados de «corrupción política» (delito que como tal no existe).
En cuanto a lo de los «policías», creo que se olvida de que la reforma pretende limitar el derecho fundamental de todo ciudadano a ser elegido y que no es lo mismo acceder por oposición a policía (caso en el que no es previsible una persecución política) que intentar defender un programa político (supuesto en el que es más previsible que se pueda urdir contra uno una acusación falsa).
Pues a mí me parece que si se demuestra una acusación falsa ya habrá tiempo de restituir al acusado su honor y su cargo y de darle un par de h****s al falso acusador, pero mientras tanto no le pasará nada al presunto corrupto si se queda en la nevera.
El principal problema en el que siempre pienso cuando oigo estos llamamientos a «refundar» España es algo tan sencillo como que, ahora mismo, en este país no hay consenso generalizado en nada. En 1978, en circunstacias más difíciles, se asumía como positiva (o como un mal menor, según cada uno) la monarquía constitucional, hoy la mitad de España pide una República y la otra lo rechaza. En aquel momento, los nacionalismos periféricos estaban contentos con un sistema autonómico y ello no parecía mal al resto de las regiones, mientras que ahora mismo unos quieren irse del todo y otros en el otro lado eliminar las autonomías por completo (no hablo de partidos sino de gente de la calle). Y así con casi todo.
Al pueblo español le sobra polarización política y le falta una visión medianamente común de la realidad, aparte de una población realmente preparada en términos de cultura democrática. Y con esto me refiero a lo que dice acertadamente el artículo: el sistema está podrido por la gente que lo integra, no por la estructura del mismo.
Que razón tienes. Como nos gusta dividirnos en blanco y negro y rechazar todos los grises. Como nos gusta nacer en un sitio o en otro y nunca cambiar. Como nos gusta politizar todo y clasificar a los demás en izquierda o derecha, cuando la realidad es que algunas veces somos gris derecha y otras gris izquierda. No siempre somos lo mismo. los clichés a veces ayudan para sosegarnos, ero nunca son reales. A winston Churchill le preguntaron una vez «que opinaba de los franceses» y contestó «no lo se no los conozco a todos» .
El positivismo jurídico es muy razonable y muy sensato, don Tsevan, pero los que siempre han tenido razón son los realistas jurídicos estadounidenses. Lo cual no quita para que mi deseo sea que la proporción de cínicos realistas como yo y de razonables positivistas como usted sea de 1/1000 como mínimo. Porque esa es la única garantía de que no acabaremos gobernados por gente como Ada Colau, como Garzón o como los demagogos analfabetos del movimiento popular de turno. Gente de esa cuyo odio e ignorancia no caben en el Camp Nou ni puestos de canto.
Pero los que tenemos razón somos los realistas. Usted ya me entiende, que para eso nos hemos chupado la misma carrera. Es el eterno dilema entre la verdad cínica y estéril y las ficciones posibilistas.
Magnífico artículo, por cierto.
Es usted muy generoso, pero siento tener que seguir insistiendo en que tengo razón.
Me parece que la manía del autor con UPyD le hace decir cosas que probablemente no quiere decir.
No parece lógico que no quiera cambiar una ley electoral que discrimina de facto a los ciudadanos según dónde y a quién voten. No es una cuestión de beneficiar a determinado partido, sino a acercarse más a una democracia.
No parece lógico que no quiera cambiar la Constitución ni siquiera en el carácter pseudofeudal de las disposiciones adicionales que consagran regímenes fiscales privilegiados para algunas comunidades españolas. Otra vez vulnerando, al menos en espíritu, el principio de igualdad ante la ley.
O explicitar la división territorial de España (en la Constitución no está ni el número ni el nombre de las CCAA).
O enmendar la preeminencia del varón respecto de la mujer en la herencia de la Corona.
O cerrar el marco competencial de las distintas Administraciones.
Hay cosas que mejorar y no son para ir a la Revolución Totalitaria como nos quiere hacer creer el autor.
El autor tiene razón en una cosa, lo que tenemos ha ido sirviendo mal que bien desde hace casi cuarenta años. En aquel momento, y en contra de lo que dice el autor, se dio a España la vuelta como a un calcetín (no la reconoce ni la madre que la parió, como dijo Guerra), y precisamente esa vuelta ha posibilitado el Estado moderno y tranquilo que tanto gusta al autor. No estaría de más darle otra vuelta. Las instituciones han de evaluarse con criterios de calidad y eficacia, y no hay que rasgarse las vestiduras por cambiar lo que no funciona. Y efectivamente, se puede uno equivocar. Para eso mismo las instituciones tienen mecanismos de evolución.
Se ha dicho antes, parece más un artículo de provocación y postureo a lo Sostres.
Sólo una puntualización, que no quiero entrar en discusiones, porque prefiero que ustedes opinen. Mi sistema electoral es el mayoritario con circunscripciones uninominales. Sin embargo, sé que todos los sistemas tienen ventajas e inconvenientes. hace muchos años que discuto con amigos sobre esto. Mucho antes de que apareciera UPyD. Creo que nuestro sistema es equilibrado entre la búsqueda de una representación proporcional y la gobernabilidad y que la mayoría de las veces los partidos defienden el sistema con el que mejor resultados obtendrán a corto plazo.
Muy bueno lo de aumentar el gasto en educación, justicia e investigación, a costa de las pensiones. Ya se sabe que a partir de los 65, con mijo vas tirando.
Y lo de que estamos mejor que Bangladesh. Claro que también estamos peor que Francia o Bélgica.
Y lo de que no hay que cambiar la ley electoral. Es mejor que nos sigan colando las listas cerraditas y llenas de porfesionales de la genuflexión, a 4000 al mes.
Y lo de pensar que las cosas no se puedan cambiar a mejor. Total, vivan las caenas….
Lo ideal es, mientras te mean en la cara, imaginar que es limonada y confiar en que el «mandamás» de turno no haya bebido mucha agua.
Muy buen artículo, lleno de sentido común y de rigor intelectual.
Dijo una vez un señor bastante sabio, que era de idiotas pretender conseguir resultados distintos desarrollando idénticos métodos.
El inmobilismo no es nunca una opción ante la adversidad. (y menos cuando es una adversidad que se alimenta de este inmobilismo y a la que se ha llegado a traves del inmobilismo).
Que ciertas reformas son necesarias, es evidente.
Que no todas las reformas propuestas deben ser adoptadas, es tambien evidente.
Lo que pasa es que los cambios llevan tiempo, y cuando solo tienes 4 años para llevarlos a cabo, pues como que dan más igual y apetece más salir en la foto.
Por otra parte, los miembros electos del gobierno, cortes, generalidades y alcaldias que se encuentren imputados, deberian ser apartados de su cargo. No por responsabilidad penal, sino por responsabilidad POLITICA.
Un disparate mayúsculo es mezclar responsabilidades penales con responsabilidades políticas. Otro disparate mayúsculo adicional, decir que las cosas cambian sin cambiar la Ley Electoral (que requiere de reforma constitucional) cuando la actual otorga el 50% a un bipartidismo reaccionario con la mera inercia. Añadan lo reaccionario que resulta sumarle además el nacionalismo decimonónico y la paleoizquierda de IU. Así tenemos un Parlamento reaccionario al 99% (sí, ese que según el autor *sólo* tiene que reformar unas pocas leyes procesales).
La reforma de la Justicia es fundamental (como lo es la de Educación), pero no se puede tener una visión parcial de los problemas que nos ocupan. Un disparate mayúsculo es someter el poder político exclusivamente a las resoluciones judiciales que son condiciones necesarias, pero no suficientes. Hay mecanismos de responsabilidad política independientes, como lo es el inhibirse o vetar la posibilidad de ejercer cargos públicos siendo imputado, por mera vergüenza, o llámelo Ud., dar ejemplo.
Esto no es una ocurrencia peregrina de UPyD, a las de otros estamos acostumbrados y así nos va. Esto es algo normal en democracias de más larga tradición y hasta puede que admiradas por Ud., señor Tsevan, como la inglesa sin ir más lejos. En 2009, el escándalo de los abusos en los gastos de los parlamentarios (destapado por cierto por la prensa, el Telegraph) provocó una avalancha de dimisiones por vergüenza, pues lo que hicieron (algo similar al cobro de dietas por diputados españoles para residencia en Madrid, viviendo en Madrid) SIEMPRE FUE LEGAL. Pero no era políticamente presentable. Eso es lo que hace falta recuperar en este país para la política, independientemente de que los procesos judiciales sigan su curso.
La referencia a lo que pasó en Reino Unido, contada paso a paso. Creo que llegaron a más de 30 dimisiones, y le costó la reelección a Gordon Brown (y una renovación total del Laborismo):
http://www.telegraph.co.uk/news/newstopics/mps-expenses/5324582/How-the-Telegraph-investigation-exposed-the-MPs-expenses-scandal-day-by-day.html
Por lo que veo, excluido el bipartidismo, los nacionalismos decimonónicos y la paleoizquierda, va a resultar que sólo queda UPyD. No se preocupe, si se presentan a las elecciones y sacan, pongamos, más de un 25 % de los votos, la actual Ley Electoral será muy generosa con Ustedes. Es lo que pasa cuando la gente te vota mucho.
Pero yo quería sólo puntualizar una cosa, para no desdecirme de mi intención de dejar que los comentarios sean para los lectores: no tengo nada en contra de que la gente dimita por presión social, o de los partidos o, incluso, de los propios compañeros. A lo que me opongo es a que se prohíba presentarse a unas elecciones a alguien que ha sido acusado. Lo digo para que quede claro.
No se vaya por las ramas Sr. Tsevan que aquí el tema no es UPyD ni el cálculo electoral (ahora va a resultar que según Ud lo que vale es el volumen cuando lo que cuenta es la ponderación territorial que distorsiona el valor personal del voto). Mi crítica ni siquiera va por ahí, sino por lo profundamente reaccionario que es cambiar algo para que nada cambie, y lo parcial que resulta juzgar un estado moral de las cosas desde exclusivamente la norma y su cumplimiento, cuando lo que cuenta es quien la dicta y en qué se inspira. Y eso es política, cambiar las leyes para que sean mejores para la mayoría.
Enhorabuena: no he entendido nada.
Casi mejor. Le estaba llamando carca y corporativista. Desde el cariño.
“La política sin ética es ilegítima”, responsabilidades penales al margen. No lo digo yo, sino una catedrática de ética y filosofía política. Parece que esta señora lo tiene más claro. http://buff.ly/14J6rc5
El señor Rabtan sigue sin entender que la petición de reforma de la Ley Electoral no es para ver «qué hay de lo mío», sino para que el voto del ciudadano no se vea ponderado por un coeficiente de calidad dependiente fundamentalmente del sitio donde vota y de la fuerza a que lo hace.
No es para aumentar el poder de un partido sino para igualar el efecto del voto de todos.
¿De verdad el blindaje del bipartidismo o la inflación de los localismos son una forma estupenda de representación?
Está claro que el problema de España es el sistema electoral y los nacionalismos «periféricos». La falta de educación de la sociedad, el caradurismo (también llamado picaresca para que suene bonito), la falta de medios del sistema Judicial y los 50 años de atraso provocados por una dictadura militar no tienen nada que ver.
Y la solución, claro está, se llama UPyD. O el Falangismo democrático. http://www.falange-autentica.org/categorias/en-clave-de-fa/1024-rosa-diez-y-el-falangismo-democratico
No. Ninguna de las propuestas que ha lanzado UPyD es nueva. Las lleva (llevamos) en nuestros programas y acción política desde la fundación del partido hace cinco años. Pueden parecerle descabelladas, absurdas o lo que quiera, pero están meditadas. Y las comparte mucha gente, y no sólo los que defraudan con la vivienda de protección oficial. Nuestras instituciones pueden ser mejores que las de Bangladesh, pero son insuficientes. Usted lo reconoce. En este partido trabajan expertos, algunos están en la dirección, algunos son representantes públicos y otros, muchos, dan soporte desde los grupos de trabajo.
Olvida mencionar (o quizás no lo sepa) que el Ministro de Justicia ya ha dicho que le parece bien que los acusados no puedan ir en listas. Para que no parezca que es sólo una chorrada de UPyD. En todo caso, una chapuza compartida. Olvida mencionar que desde hace unas semanas los partidos y los sindicatos tienen responsabilidad penal, por una iniciativa de UPyD. O que también pide tipificar como delito la financiación ilegal de los partidos y el enriquecimiento injusto de los cargos públicos. O que ha presentado una iniciativa porque, como el propio autor, pretende reducir la arbitrariedad de los indultos (aquí: http://www.upyd.es/contenidos/ficheros/93651). Nunca se ha tratado de acabar con la corrupción de un plumazo sino de reconocer que hacen falta mejores leyes para, al menos, reducirla al mínimo. También se puede hacer como el presidente en su debate de investidura: ofenderse y decir que no es un problema.
En fin, en otros países se reforman las constituciones, pero será que en España no podemos. Tenemos que dar gracias a Dios por tener una y no tocarla, no vayamos a joder el invento. Cualquier día de estos, Bangladesh reforma la suya, y nos deja en ridículo.
En fin, deduzco (y si me equivoco ya me lo dirá) que Rabtan se ha sentido motivado para escribir este artículo por el Manifiesto que ha presentado UPyD. Como no lo ha enlazado, aquí lo hago, por si alguien quiere opinar con más criterio:
http://www.upyd.es/contenidos/noticias/318/93639-Manifiesto_por_la_Regeneracion_de_la_Democracia_y_la_Refundacion_del_Estado
Don Juande, me olvido de muchas cosas en mi humilde artículo porque es eso, un articulillo, no un programa electoral. Aunque le parezca así, este artículo no se refiere a UPyD. Más aún, creo que como dijo otro lector mi postura es minoritaria y que todo el mundo se va a apuntar a las «reformas». Y no me opongo en absoluto a reformas, como es evidente y como sabe cualquiera que me haya leído. Ni siquiera a reformas muy concretas y limitadas de la Constitución, aunque soy partidario de no tocarla en lo esencial. A lo que me opongo es a eso de refundar el Estado.
Sé que no se opone a las reformas, porque le leo a menudo. Y no recuerdo una que me pareciera insensata. En cambio, creo que a lo que sí se opone es a UPyD. Aprecio animadversión, o al menos un vivo rechazo, aunque tampoco voy a fingir que en esto soy un observador imparcial (el vínculo emocional termina siendo inevitable). En fin, si alguna vez siente curiosidad por saber cómo es esto por dentro, creo que sabrá localizarme.
Gracias por enalazarlo.
Me parece un panfleto populista en el que:
1º Se piden reformas que no se detallan pero que se autocalifican de buenas. Nadie se opone a leyes eficaces o justas; la cuestión es ¿cuál es la ley que propone UPyD y cómo se sabe que es eficaz o justa?
2º Se piden cosas que suenan bien a la sociedad pero cuya eficacia para resolver los problemas es más bien escasita (las alusiones a la corona, etc.).
3º Se pretende que con estos brochazos administrativos se resuelva la crisis económica.
Lo que no tengo claro es si esto lo han escrito unos estudiantes de 3º de eso o es que se considera que el nivel mental de los ciudadanos es ese.
Un saludo.
De nada.
1. En la mayoría de los casos, si pincha usted los enlaces puede encontrar las iniciativas y se explica por qué se consideran eficaces y justas. Pinche y lea. O llame a un niño de 3º.
2. Las alusiones a la corona, etc. Enhorabuena por este etc.
3. Si lee usted con un poco más de atención, verá que lo que se dice es que la crisis económica es más grave en España por los factores institucionales, no que resolviendo éstos se solucione automáticamente la crisis. Cambiar el Codigo Penal, la Ley Electoral, reformar la Constitución… son brochazos administrativos. De nuevo, enhorabuena.
Por último, los de 4º de la ESO no deberían meterse con los de 3º. No hace tanto que pasaron por aquí.
Siga con salud.
Me ha gustado que el autor señale la responsabilidad ciudadana. Últimamente escucho con cierta incredulidad decir que los trapicheos en B de los ciudadanos corrientes son justificables porque los políticos ejercen mayor responsabilidad. Los cojones. Si uno no está dispuesto a asumir su cuota de responsabilidad que no venga con exigencias para los demás. Lo máximo que demuestra que un político sea un tramposo es que ni siquiera los supuestos guardianes de lo público creen en lo público, pero eso no es excusa para hacer lo mismo.
Dicho esto, si en el PP (y por extensión, en el PSOE y en CiU) tuvieran un poco de dignidad, comenzarían las dimisiones en cascada.
Pregúntale a un padre/madre de família al que hayan despedido,o que se haya quedado en la calle con su família,o que tenga que ir a pedir comida para sus hijos,en fin, ya sabes a quien me refiero,si le gustaría hacer algo al respecto y qué le gustaría hacer.Ja,ja!!Da igual,sospecho que todo esto a ti te suena a klingon verdad?
Solo faltaría que encima nos pareciese bien.Mira,haz lo propio y cuéntaselo a los amigotes del bar.
Es realmente aturdidor leer tu artículo.Estoy estupefacto.
Demagogia?.Si.O la puta verdad.
Que te cunda macho.
El artículo creo que parte de una premisa falsa: Que los ciudadanos pretendemos hacer una revolución. Y es mentira porque definitivamente los que están haciendo la revolución son los gobernantes (unos y otros, desde hace años). Como ejemplo podemos enumerar la reforma laboral, la ley de tasas, la fusión de las cajas, la amnistía fiscal…………………….
Los ciudadanos lo que estamos es pretendiendo defender el estado de derecho, que está siendo asaltado por los bucaneros abanderados bajo el pendón de las siglas de los partidos.
Nunca en mi vida hubiera pensado ver huelgas de jueces, y las he visto…, nunca en mi vida hubiese pensado ver a los ricos manifestarse en contra de lo que ganan los más desfavorecidos, y los he visto…, nunca en mi vida hubiese pensado que alguien que defiende lo que gana no se cual directivo bancario, futbolista, ejecutivo, consejero delegado…, porque según él lo genera; en sociedades, bancos, clubes…, que tienen pérdidas, defendiese la rebaja de sueldos, los eres…, en trabajadores de empresas que tienen beneficios (al parecer estos beneficios no los generan los trabajadores, nacen como fruto de la salida del sol).
Defiendo la política y el estado de derecho, y por eso quiero que el país despierte, y si hace falta igual frialdad en el uso de la guillotina a la que algunos tienen en el uso de la reforma laboral y las leyes que rigen nuestras relaciones, así sea. (Que conste que en esta frase tengo que hacer un “trago forzado”, ante la interpretación literal que de la misma se pueda hacer).
No señor Rabtan, no somos los que pedimos cambios los que estamos haciendo la revolución. Lo que estamos intentando es precisamente protegernos de ella. Lo que ocurre es que los que la están haciendo no son los de siempre. Paradójicamente estamos sufriendo la revolución de los poderosos, que se rebelan contra la “opresión” que significa para ellos la existencia de una “chusma” que pretende compararse en dignidad a ellos.
En cuanto a los temas del día a día, sobre corrupción, puede que parezca lo de siempre, pero no lo es. La diferencia estriba en ese término tan usado estos días de la “captura del regulador”, que se ha generalizado. Estos tipos que nos gobiernan desde hace un par de décadas, no son más que prisioneros de lobbies energéticos, bancarios, grupos de comunicación…., y lo único que se dedican es a velar por sus intereses. El Banco de Santander le perdonó 30 millones de euros al PSOE, estoy seguro de que algún otro se los habrá perdonado PP,… los consejos de las eléctricas y empresas de comunicación los copan exgobernantes…, el incremento del precio de la electricidad nace de un “déficit tarifario” cuyo origen está en una graciosa prebenda concedida por Ansar, sin obligación legal alguna, para la liberalización del mercando energético, cuyo resultado todos conocemos….
Es fatigoso por exhaustivo enumerar la cantidad de actos abusivos contra la ciudadanía. Y ante eso Vd. pide calma, que todo siga igual….. ¡Exactamente!, eso es lo que queremos los ciudadanos, que el estado de derecho siga vigente, que no nos sigan haciendo la revolución desde “arriba”; pero para eso parece ser que hay que tomar medidas drásticas; que ya me gustaría saber a mí cuales son…, pero hay que tomarlas, porque si no nos comen vivos.
Personalmente creo que este artículo lo ha escrito Vd. más con la vanidad que le hace significarse dentro del clamor, que con la razón; pero quizás seamos todos los demás los que estamos equivocados.
D. Fulgencio, como soy muy vanidoso, siempre escribo desde la vanidad. Pero no pretendo llevar la contraria por sistema. Gracias por su comentario.
Sr. Tse, tsepa Vd. que mi última frase estaba escrita con sarcasmo y cierta complicidad, no con intención ofensiva alguna.
Me suelen gustar bastante sus artículos, llenos de racionalidad y bastante sentido común (algo que, -aunque devaluado ultimamente-, yo siempre admiro), pero en este creo que ha «derrapado». Es mi parecer y se que Vd. no le sienta mal la discrepancia.
De todas formas parece que va a ser bastante fácil acabar con este gobierno presidido por un televisor que no acepta preguntas…, con desenchufarlo ya está. Así que no hay que preocuparse por el método.
Ve lo que le digo; ya no es solo el fondo, es que fallan ya hasta en las formas.
Magnífico comentario, muy acertado lo de la revolución desde arriba. Totalmente de acuerdo contigo Fulgencio.
Probablemente.
¿ Y tú qué harías? Maravillosa la frase, resume perfectamente la típica posición de la burguesía más casposa cuando las cosas vienen mal dadas. Podría formar triunvirato con el «algo habrá hecho» y el «yo que me quede como estoy». Nadie está proponiendo una revolución en este país, no hace falta que empiece a predicar el miedo todavía, no es necesario que comiencen a acaparar. ¿O quizás si? Quizás usted considera revolucionario pedir que se cumplan las leyes fundamentales de este país. Que se pongan los medios necesarios para que se cumplan, para que se cumplan de verdad. ¡Cuidado amigos! ¡No se dejen llevar! ¡Mantengan la calma! No será mejor esperar, confiar en lo que nos ha traído hasta aquí, seguir así, si no está tan mal, miradlos a ellos, ellos si que están mal, queréis acaso acabar como ellos, ¿eh? No, nosotros no somos así, no somos chusma arrabalera, somos la mayoría silenciosa y responsable. Y mientras tanto la verdadera revolución, esa de la que habla un poco más arriba Fulgencio, debe estar a punto de llegar al orgasmo. Se nos van a correr encima.
Es de un juicioso y circunspecto que da asco. Que le conste.
¡Con gente así ni revolución ni hostias en vinagre!
Efectivamente. Más daño han hecho los «hombres de acción» que querían «cambiar cosas» que el inmovilismo.
Pero claro, esto es España, donde de diez cabezas, nueve embisten y una piensa.
Efectivamente, y el problema es que el poder ha caído en manos de los que embisten. Lo que pedimos muchos (entre ellos algunos de los que también embisten), es que se ponga el poder en manos de los que piensan.
Hoy sale convocada para el día 20 una huelga de jueces y fiscales, que al unísono con otros colectivos del ramo jurídico, claman por la dimisión del ministro supermegagüay Gallardón.
Otros que embisten, y además con toga.
Ya he leído algunas noticias sobre casos de presuntas negligencias médicas en las que la interposición de la querella les resulta imposible a la familia por las altas tasas judiciales (por ejemplo, en una ascendían a unos 28.000 euros y en otra a 7.000). Y eso solo por preguntarle a un juez que le parece, sin posibilidad alguna de retorno (las tasas son tasas, no costas).
Ayer leí la noticia de que la empresa Roca piensa cerrar sus fábricas en España para llevarlas a otros sitios más rentables, y todo ello obteniendo sus buenos beneficios; pero es que ante los barato del despido…., hay que aprovechar la ocasión. Es un caso entre muchos, baste leer noticias sobre negociaciones de convenios colectivos.
Los registradores de la propiedad y mercantiles, están elaborando ellos solitos la nueva distribución de las oficinas registrales, que recuerdo que son de titularidad pública; es el Ministerio de Justicia el encargado de establecer las demarcaciones. Claro que basta mirar el organigrama del mismo para entenderlo, e incluso mirar más arriba.
El ínclito Ministro de Justicia que reparte la gracia del indulto con liberalidad entre sus allegados y con puño de hierro entre sus ajenos, se atreve incluso a mentir en el Congreso para defender uno de esos casos contraderecho a que nos tiene acostumbrados.
Impertérrito, ojiplático, estupefacto…., se me acaban los adjetivos para describir el estado en el que me encuentro observando sus desmanes. Y es que no me lo puedo creer. No ya los casos de corrupción y la insultante actitud de los presuntos implicados (pantallita de televisión incluida), que se podrían sobrellevar a la espera de lo que dijése la justicia. Hablo de que convierten lo ilegal en legal a su antojo, a capricho, a conveniencia….
Modificar la Ley Hipotecaria es un asunto harto complicado, rallando lo imposible, y menos aún darle carácter retroactivo. Para todo lo demás Mastercard.
Buen artículo, muy parecido a lo que dice J. García Domínguez en LD:
http://www.libertaddigital.com/opinion/jose-garcia-dominguez/no-somos-el-pais-mas-corrupto-del-mundo-67311/
A mí también me dan ganas de sacar la guillotina y fundirme a todos los políticos de una sentada, pero se me van rápido las ganas cuando me doy cuenta de que eso tampoco solucionaría nada.
Pero tampoco soy un inmovilista, como dice Rabtan. En mi opinión hacer cumplir las leyes de vez en cuando (creo que ese es un gran déficit que tenemos en España) podría cambiar las cosas.
Y respecto al tema «cambio de ley electoral» y similares, yo también preferiría otro sistema, seguramente uno presidencialista y también con distritos uninominales, pero eso no es el bálsamo de Fierabrás. Nuestro sistema beneficia el bipartidismo (*), pero es que se eligió así precisamente para que hubiera estabilidad. Prefiero veinte veces al denostado D’Hont que el gallinero italiano, p.e.. Además, si la gente sigue votando a PP y PSOE, la culpa no es de D’Hont, sino de los que les votan. Con otro sistema creo que no cambiaría gran cosa si la gente vota a PP y PSOE.
(*) Bipartidismo nada perfecto. Bipartidismo es lo que hay en USA, llamar a lo nuestro bipartidismo es mucho decir, cuando aparte de PSOE y PP tenemos a otros 5 o 6 partidos en el parlamento. Pero bueno, el meme del momento es asociar bipartidismo a todos los males del país, desde la situación económica hasta la derrota de la Armada Invencible. Ya encontraremos algún otro problema en el que entretenernos.
Pues para no ser partidario de grandes cambios, usted propone unos cuantos que suenan a ocurrencias del iluminado que precisamente usted dice temer.
Pues dígame cuáles. Lo único que propongo es que se cumpla la ley. Sería un gran cambio, sí, pero no creo que cumplir la ley sea una idea de iluminados.
Si se refiere a lo del sistema presidencial o los distritos uninominales, no los propongo, digo que son los que a mí me gustarían, pero a continuación digo bien claro que eso no cambiaría nada de lo demás (la corrupción, el 26% de paro o lo que sea).
Poco que añadir a lo que argumenta de manera perfecta Fulgencio Barrado. Solo que esto de incitar a la gente a hacer el Tancredo me recuerda a la peli El Bosque: no salgais de la aldea que va a ser peor. ¿No Don Tsevan?
Después de «Todo es falso, menos algunas cosas que se han publicado» llega a sus hogares «No hay que cambiar nada, menos algunas cosas que se me han ocurrido»…
ps: perdón de antemano por la comparación entre los autores
Enhorabuena, Señor Rabtan.
No sé si se había dado cuenta pero provoca usted unos comentarios gloriosos. ¿Quien se lo iba a usted a decir? Se ha convertido en la dinamo de la voz en red. Parece que lo hace adrede: su pluma genera unas respuestas magníficas, un torbellino de ideas.
Si se diera la vuelta como un calcetín, aparecería el líder populista que sospecha que habita dentro de usted.
Lo digo en serio y fuera de toda sorna. Que zorro…
Como hay mucho nivel les dejo un enlace a un trabajo sobre un sistema electoral MÁS justo, factible prácticamente sin reformar la CE.
http://www.ugr.es/~sistemaelectoral/documentos/InformeGIME09.pdf
Saludos.
Se podría estar de acuerdo si no habláramos de España. Aquí el inmovilismo está garantizado por ley. En un país con una sociedad civil medio educada y con una prensa libre que hiciera su trabajo ya no tendríamos esta Ministra de Sanidad, ni este Ministro de Hacienda, ni este Presidente. Y nada tiene que ver en esto último el haber cobrado en negro o no. Nunca pasa nada, Tse. Recuerde el lema favorito de nuestros políticos: el que resiste…
Así que muy bien el artículo referido a Barrayar.
Corrupto copiar en un exámen.
Absurdo.
Es una mera cuestión de grados. Y se dice «examen».
Disculpa por olvidar que hay palabras que cambian la sílaba acentuada en el plural (En este caso en el singular no la lleva)
Y te repito que eso es absurdo, con grados o sin grados. Es como decir que por cruzar por el paso de peatones con un semáforo en rojo soy un criminal.
Es una absoluta tonteria.
Para el que esté interesado en qué se puede hacer, lean «Informe sobre España: Repensar el Estado o destruirlo», del jurista Santiago Muñoz Machado, un gran jurista. Es un libro esencial para hacerse una idea clara de nuestros problemas y de cómo se podrían atacar, sin revoluciones ni fantasías utópicas.
Estoy bastante de acuerdo con el espíritu del artículo del señor Rabtan; sobre los detalles, evidentemente, todo es discutible (no creo que haya dos personas en todos los comentaristas que piensen exactamente igual).
Siempre he pensado (por ejemplo) con el tema de la República que ahora mismo no hay en España ninguna persona que genere el consenso mínimo para que fuera candidata a jefe de Estado y que, nos guste o no Juan Carlos I (a mí no es que me vuelva loco, precisamente), nos estamos ahorrando mucho dinero que se gastaría en elecciones presidenciales, campañas electorales, etc.
La cuestión es que creo que la única forma de cambiar las cosas es hacerlo poco a poco, con el esfuerzo de todos. No creo en soluciones milagrosas de refundar el estado, pero (todavía) sigo creyendo en el esfuerzo de las personas que intentan mejorarlo.
Pingback: Cambiar no es decapitar | Viaje alrededor de mi habitación
Un post que sirve de réplica a este artículo.
http://diazmadrigal.wordpress.com/2013/02/12/cambiar-no-es-decapitar/
Este rollo no he podido terminar de leerlo… ¡Pufff!. Estoy mas que harto de estos susodichos «genios».
Y es que, yo lo digo siempre y de esta no me saca nadie, el asunto de España es que no hay un solo demócrata: todos son IDÓLATRAS. A ver si me explico mejor, para que me entiendan los seguidores de «Punto Pelota» o los fans del «Hip-Hop»…
A saber: – Demócratas = aquéllos que son capaces de, por ejemplo, votar (si sirve para algo) utilizando el cerebro, la racionalidad, la información, la cultura y la inteligencia, lo cual, indefectiblemente les lleva a racionalizar sus votos, otorgándolos a lo que, en cada ocasión, parezca lo más interesante (en ole caso de España, la cosa queda reducida a la alternativa MENOS CUTRE).
– Idólatras: Los que cuando hay que votar, van a ello como si fuera un sacramento y que no votar «a los suyos de siempre» es un sacrilegio. «Oiga, que yo soy de «xxxxx» de toda la vida». Eso son los que IDOLATRAN a determinadas siglas o personajes o tendencias, y van y SIEMPRE les votan, aunque sepan seguro que les van a llevar a la ruina, al holocausto. Votan por orgullo, soberbia, cerrilez, o, lo que es lo mismo, por padecer encefalograma plano.
A ver, los del «Hip-Hop», los del «Punto Pelota»: ¿Os va quedando claro, o necesitáis leerlo diez veces mas, a ver si acabáis entendiéndolo?… En fin… ¡País!
¡Viva el cambio y muera el progreso!
El diablo está en los detalles.
No tienes ni idea de lo que hablas, primero dices que no pides que se cambie la constitución y luego hablas de cosas que cambiarías, pero que sí que están en la constitución. Revísate tu bipolaridad.
Un saludo
No estoy del todo de acuerdo. Cierto es que cuando hay que hacer «algo», siempre hay alguien que hace «algo», aunque no sea «eso» lo que habría que haber hecho, pero esto tampoco significa que algunas medidas puedan tener gran impacto en la situación en la que estamos. Por ejemplo, y hablando de la justicia, si por el sólo hecho de ser imputado se aparta por ley a un político de la vida pública, no te preocupes, que ya se ocuparán ellos de que los procesos por corrupción se diluciden en un tiempo record.
Lo que propone es razonable, pero me da la sensación de que cualquier cambio es imposible dentro de la coyuntura actual en la que, primero, la ley electoral es injusta, y segundo, los gobiernos elegidos nunca van a ser tan flexibles como nos gustaría a muchos.
Flexibles en el sentido de acometer muchas reformas o escuchar a la gente. Ser, en definitiva, más democráticos. Y esa es la luz que ve la gente con la república, al menos yo: una excusa para volver a reescribirlo todo, esperemos que para mejor. Está claro que con lo que hay ahora mismo no se puede hacer ningún cambio.
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