Dijo un sabio que las noticias del prime time son la guerra por otros medios. Si estas suelen venir cargadas de fútbol cada dos días, ¿qué será el balompié a la guerra? ¿La crema, lo más de lo más, algo así como sostener los testículos sangrantes de una res en la cabeza con mueca triunfante? Hay prensa sobre fútbol que vende millones al día, sus páginas web son las más vistas del país, y también hay literatura, análisis, tertulias y exhaustivas categorizaciones de las nuevas generaciones de futbolistas, la sangre fresca de los nuevos gladiadores. La humanidad gasta tanto tiempo y energía en preparar, celebrar y recordar la guerra como en hacer lo propio con el fútbol.
Y no es que se diferencie mucho un gol que sucede tras una elaborada combinación de la toma de un bunker en el frente. Esos pasajes del escritor Sven Hassel donde sus protagonistas se entierran hasta estar a punto de asfixiarse para sorprender al enemigo por la espalda, ¿no tienen mucho de la Grecia de Rehhagel que ganó la Eurocopa de Portugal? De hecho, los protagonistas de las obras del autor danés eran todo un equipo de fútbol. Estaban los fríos asesinos, como Heide y el Legionario; el veterano capitán, el Viejo; el pulmón del equipo, Hermanito, y un tío que sabía hacer de todo, Porta, que era imprescindible. Este gran soldado hacía también de músico, cocinero y era un excelente jugador de cartas. La vida del pelotón giraba en torno a él, también era fundamental en todas las acciones bélicas. Sus hazañas eran las más entretenidas de leer. Y este rol en el fútbol tiene un nombre, es el todocampista.
En el Real Madrid galáctico supuso un accidente gravísimo perder a Makelele. Era un bregador extraordinario, pero no reunía las condiciones necesarias como para que Florentino Pérez pudiera pagarle lo que pedía. Era clave en el juego, era querido, salvó más de una vez los muebles, pero no era un todocampista. No podía cobrar como galáctico. Él se marchó y el Madrid, en cuanto perdió a Ronaldo por lesión esa temporada, se fue como Joseba Beloki por la curva del puerto de La Rochette. Florentino, consciente de su error, fichó luego a Pablo García. En las fotos de presentación del jugador el presidente quiso pedir perdón con tácticas propagandísticas más propias de un supervillano de Marvel. Hizo posar al uruguayo junto a su compatriota Diogo sosteniendo ambos de forma extraña dos balones como si fueran inequívocamente un par de testículos. Aquello también acabó en tragedia. No se trata solo de huevos.
Porque no ha sido hasta la llegada de Xabi Alonso que el Madrid ha podido descansar a gusto tras dar con alguien digno de los galones del todocampista. Duro pero fino, terco pero inteligente. Es difícil describir a estos jugadores. Al mismísimo Zidane, por circunstancias de la vida, le tocó en el Madrid desenvolverse en esa posición y el chico se agostó hasta el llanto. Es que este no es un lugar en el esquema de un equipo de fútbol que pueda desempeñar cualquiera. Es más que una forma de jugar y más que, como diría Valdano, un sentimiento. Es un compromiso. Y viene probado por las biografías deportivas de los más grandes en esa posición. Son de una raza épica.
El brasileño Toninho Cerezo es un buen ejemplo. Pudo ser jugador del FC Barcelona a principios de los ochenta, pero la caja no estaba para muchas alegrías. El jugador, de espeso bigote, se había forjado en el fútbol setentero de Brasil. Emprendió entonces, cuando estaba tan fulgurante, la aventura italiana en la Roma, pero donde triunfó verdaderamente fue en la Sampdoria, en la que militó desde el 86. Era el armazón de un equipo que llegó a la final de la Recopa del 89, que palmó ante, vaya, el Barça, y de la Copa de Europa del 92 que se dejó también, lo que es la vida, contra los catalanes. Y para colmo, la Recopa del 90, que sí que se fue para Génova, no la pudo jugar Cerezo porque estuvo casi toda la temporada lesionado.
Pero él era toda una viga de hierro con patas que cabeceaba, la enchufaba desde lejos, daba esa sensación de hombre jugando contra niños y levantó al equipo en años de máxima competencia. Se cruzó en su camino el Barça de Cruyff. Ahora recordamos al Milan de los holandeses, al Inter de los alemanes o al Nápoles de Maradona y el lugar histórico reservado a la Sampdoria de Vialli y Cerezo es propiedad del Dream Team. ¿Así de dura es la vida? Pues no, Cerezo volvió para vengarse.
No fue su mejor partido, pero jugar una Copa Intercontinental contra el FC Barcelona con 37 años no está al alcance de cualquiera. Casi retirado, Tonhino fue fichado por el Sao Paulo prácticamente para este partido. Con que ordenase el juego y compensase las subidas de sus compañeros durante una hora era suficiente para Telé Santana, su entrenador en esta etapa pero también en el Mundial de España de ingrato recuerdo para ambos (cayeron ante Italia). Aunque esta vez funcionó. Toninho aguantó hasta el ochenta y algo y por fin pudo derrotar a los azulgrana. El equipo que por mediación de Salinas en la Recopa y Koeman en la Copa de Europa consiguió que no todo el mundo se acuerde de la que fue la mejor etapa en la historia de su querida Sampdoria de Génova. 37 años tenía.
Un caso similar lo tenemos también en Frank Rijkaard. Pocos jugadores pueden ser recordados a la vez como defensores duros e infranqueables y generosos y finos mediapuntas. El holandés fue ambas cosas. Y muchas más. También se quedó a las puertas del Barça porque tuvo problemas con Cruyff. Sin embargo, al contrario que Toninho, él no se perdió nada de la fiesta. Previo paso por el Zaragoza, donde ya fue recordado como buena y afable persona, entró en el Milan de Sacchi. El equipo más demoledor de la historia del fútbol contemporáneo hasta que los Galácticos de Madrid y, después, el Barcelona que ha batido todos los récords de calificativos, lo hayan arrinconado un poco en la memoria. La altura del salto se debió a la Eurocopa de Alemania donde enterró a la que quizá fue también la mejor Unión Soviética de toda su historia. Se revalorizó demasiado para los maños sin que fueran realmente conscientes de que habían recorrido once partidos en un Ferrari.
Pero la gracia de Rijkaard es que para ser un jugador polivalente que tenía costumbre de recorrerse el campo entero en cada partido, era también un fumador empedernido. La habitación que compartía con Van Basten en las concentraciones del Milan ha sido descrita en los medios varias veces como “una nube de humo”. Todo parece que fue por un “problema personal”, que no solo le sumió en el vicio, sino que también le hizo perder el interés por el deporte. Sacci en un entrenamiento le llegó a espetar delante de los demás jugadores que, con su apatía, le estaba robando al Milan. Esto le afectó de tal manera que decidió rechazar la millonaria oferta que le ofrecía Berlusconi e irse de vuelta a su Ajax por mucho menos dinero. Su decisión fue acompañada de una carta a Sacci, le escribió: “Yo no soy un estafador”.
Pues no tardó mucho en cruzarse su camino con el de los rossonero. En la final de la Copa de Europa de 1995, cuando el Milan seguía siendo el dueño de Europa merced, esta vez, a Fabio Capello, Frank hizo un partido que acabó con la supremacía de su antiguo equipo. Fue en Viena, donde el mismo Rikjaard le había dado una Copa de Europa al Milan empotrando a Silvino, portero del Benfica, de mala manera. Capello repitió la misma táctica que había finiquitado la etapa del Dream Team, pero en un momento de descontrol en la segunda parte, un Kluivert de 19 años marcó para el Ajax y puso en el firmamento a un entrenador y un nuevo concepto, Louis Van Gaal. El Milan tardó casi una década en recuperarse del susto y Rijkaard, con la edad de Jesucristo, dejó el fútbol en activo para regresar como entrenador. De nuevo con su tabaquismo y cordialidad no impostada, pero decidido a marcar otra nueva era, la que empezó a coronar al Barça como mejor equipo de todos los tiempos, la que reza que «jugando bien» también se puede ganar, como ha demostrado otro equipo irrepetible, la selección española. No obstante, antes de eso, la posición en el campo del todocampista siguió generando literatura.
Fernando Carlos Redondo Neri. Cuando Rijkaard abandonó el Milan para irse al Ajax estuvo a punto de terminar en el Real Madrid. Mendoza hizo lo imposible por ficharle y hasta paralizó las negociaciones por Fernando Redondo, que también interesaba a Berlusconi. Pero el equipo blanco tenía a las estrellas de la Quinta del Buitre por encima de los treinta años y necesitaba un relevo generacional. Por eso, finalmente, Redondo, con sus 25 años, terminó en el Madrid y sus actuaciones llegaron a ser más que determinantes o históricas. Puede hablarse de epifanías.
La jerarquía del caos, ese es el mote que nadie le puso nunca a Redondo pero que mejor encajaba con su papel en el Real Madrid. El club en el que recaló fue todo un ejemplo de inestabilidad. Cinco entrenadores y dos presidentes en cuatro años, suficiente como para bajar segunda, pero el Madrid es asina y donde terminó fue en Amsterdam, jugándose la final de la Champions contra la Juventus. No era una Vecchia Signora cualquiera, iba de EPO hasta las jártolas, como quedó demostrado en el juicio al médico del club, Riccardo Agricola. Redondo no brilló balompédicamente hablando, pero se batió el cobre, repartió palos, y no dejó, junto a un inconmensurable Seedorf, que esa colección de tipos musculados campara por sus respetos en el centro del campo. Hizo lo que hizo su equipo, el Madrid, aguantar el chaparrón hasta que, por tenacidad, sonó la flauta de Mijatovic. Con sangre, sudor y lágrimas, volvió a situar al equipo de la capital en el lugar en el que sus aficionados llevaban cuarenta años esperando que estuviera. Como la foto en la que los marines alzan la bandera estadounidense en el Pacífico en la II Guerra Mundial, pero en blanco y rojigualda.
Los años siguientes no fueron precisamente un camino de rosas. Cuatro entrenadores más en dos años. Y una derrota, seis a cero, frente al Valencia en Copa del Rey con un Redondo cabizbajo, alineado junto a Guti, en lo que parecía el fin de una era dorada que ni se sabía a ciencia cierta cómo había llegado. Pero el argentino reapareció. Fue en la recordada fecha de Old Trafford. Toda una carrera deportiva repartiendo leña, con una conducción impecable y un guante en el pase en corto en la pierna, pero sin pisar casi nunca el área rival, hasta que Redondo subió por la banda en un contraataque, miccionó sobre Berg con taconazo incluido para que Raúl empujara un tercer gol que a la postre resultó decisivo. Para qué describirlo, está en todas las retinas.
Del Real Madrid nunca se sale bien, dijo otro sabio, y Redondo fue malvendido al Milan a las pocas semanas de esta exhibición. Sabido y notorio es que Florentino tiende a cargarse a las estrellas que han traído los directivos anteriores a sus reinados, pero también que Redondo se lesionó de gravedad en el Milan al poco tiempo. Al margen de todo esto, el argentino, por dignidad, no quiso cobrar su ficha en ese estado. Parece que el todocampista es, aparte de una forma de juego, todo un compromiso ético.
El termómetro de la competición europea todavía sirvió para destacar a varios todocampistas históricos. El Manchester United se llevó en el Nou Camp con una remontada heroica en dos minutos al Bayern esa Copa de Europa que le había birlado el Real Madrid. No pudo jugar Scholes, su hombre de referencia en el centro, pero había hecho mucho para que sus compañeros estuvieran ahí. Denominado “el mejor jugador desconocido del mundo”, Scholes había ofrecido lo que le salió de las narices en las áreas rivales sin dar una voz más alta que otra. Todo lo contrario que su compañero Beckham, experto en rentabilizar su juego más que en jugarlo ya por aquellos tiempos. El inglés, en cambio, era todo un catálogo de recursos. Un centrocampista que cuando llegaba al área decía el «por aquí se la voy a pasar Cole«, y se la pasaba y era gol o golazo. Se perdió aquella final por sanción, pero aún le quedó gas para estar en la de 2008 frente al Chelsea, en otro mundo, el de los Beckham 2.0 aka Cristiano Ronaldo, que enchufó el primero tras, precisamente, una pared de Scholes con Brown. Y sigue siendo incombustible. Ya retirado, este año le ha hecho Ferguson volver y ahí sigue, con 38 años.
Son muchos más, como Lottar Mathaus, que logró vengarse de Maradona en el Mundial de Italia 90, aunque luego naufragara en la aludida final de Barcelona. Difícil olvidar su cara, tumbado en la banda, creyendo con arrogancia alemana que los ingleses no iban a superar el cerrojazo de su equipo. Para algo se inventaron los corner, aprendió un Lottar abofeteado por dos goles en un minuto. O De Rossi, que tuvo sus minutos el día que Zidane prefirió firmar el cabezazo a Materazzi en lugar de otro menos bello pero más útil que acabó en el larguero. Esta es quizá la posición más compleja y literaria de este deporte porque es la única donde importa poco la técnica y la clase, ya que una buena inteligencia y voluntad firme te hacen técnico y elegante por fuerza mayor.
La selección española cuenta con uno de estos últimos guerreros, Xabi Alonso, que cumple hoy 31 años. Sin dar una voz más alta que otra, apodado el chico tranquilo en múltiples ocasiones, es de los que siguen engrandeciendo esta posición. En su caso, donde otros han ejercido más de mediapuntas, él se emplea como infranqueable medio defensivo con un pase largo teledirigido y potente disparo lejano. Ya es campeón del mundo y de Europa con España, lo fue con el Liverpool en Champions, pero todo parece indicar que, como a sus antecesores, aún le queda carrete para un suceso épico, de raza y de historia. Lo queremos ver, por favor, para colgarnos unos cojones sangrantes en la cabeza, aunque solo sea.
«…el Milan de Sacchi. El equipo más demoledor de la historia del fútbol contemporáneo hasta que los Galácticos de Madrid y, después, el Barcelona…»
Puede que la naranja mecánica, el madrid de di stefano, el brasil de zico y el ajax de cruyff (pep team aparte). pero, en mi opinión, los galácticos no están para que les abran las puertas del olimpo.
Hay una errata. No es Tete Santana. Se llamaba Telé.
Interesante articulo, pero el pobrer infeliz que sufre el taconazo de Redondo es Berg y no Jaap Stam, cosa que ademas piensan muchos aficionados
Pero usted se ha leido el articulo?
Puede que el autor lo haya corregido, sin dejar constancia de ellos.
Pues yo siempre he asociado más los todocampistas a los Schuster o Gerrard que a un hombre con menos movilidad que la Estatua de la Libertad como es Xabi. Supongo que tenemos conceptos distintos del término.
Según mi concepto, el todocampista por excelencia del Madrid es Khedira, lástima que su juego ofensivo quede reprimido por la sobredosis de talento ofensivo del Madrid.
Estoy de acuerdo, el todocampista del Madrid es Khedira. O al menos a mi modo de entender, ya que considero todocampista a lo que también se conoce como un centrocampista de box-to-box. Xabi Alonso ha sido el que ha dado estabilidad al centro del campo del Madrid pero desde la posición de pivote.
Redondo tenía 25 años cuando fichó por el Madrid, no 23. Además en la famosa jugada de Old Trafford a quien sobrepasa con el maravilloso autopase de tacón es al noruego Henning Berg, no a Stam.
Por lo demás, el recordatorio a tan grandes centrocampistas (Zidane no jugó ahí en la vida, por cierto) no ha estado mal, pese a las imprecisiones.
Lamentable que en un reportaje sobre todo campista te olvides de los mejores que ha dado el fútbol porque sean del Barcelona… Guardiola, Busquets, Xavi, Touré Yaya,
No te has leído el reportaje
Muy bien artículo, de parte de otro enamorado de los todocampistas, pero eso de comparar a los Galácticos (y lo pingo con mayúsculas por educación) con el Milan de Sacchi, el Dream Team, el Pep Team, la Quinta del Buitre, el Ajax de Van Gaal, la eterna y alegre Brasil… No sé, es como un segunda b en primera.
echo de menos a Mauro Silva.
Siento ser de esos pesados que a poco que sale el tema de Makelele empieza a dar su opinión sobre el tema sin que nadie le haya preguntado por ello. Lo reconozco y hago proposito de enmienda, pero tengo que decirlo una vez más:
El error del Madrid con Makelele no fue dejarle marchar, sino no buscarle un sustituto de parecidas caracteristicas y pretender que Beckham sirviera como bregador del centro del campo. El desplome del Madrid galactico empezó una tarde de domingo en el Sanchez Pizjuan donde el Sevilla vapuleó al Madrid metiendole un 3-0 en los primeros 45 minutos. Aquel día Queiroz alineó a Guti y Beckham en la medular. Pero el sustituido a poco de que la tragedia empezara a mascarse fue un tal Ruben, chaval de la cantera que jugaba de central y que tuvo la mala suerte de meterse un autogol con el culo.
Nada más llegar Florentino al Madrid en el verano del 2000, decidió vender Redondo al Milan, causando un gran enfado en buena parte de la afición. Se iba un referente del madridismo además de uno de los mejores del mundo en su puesto. Pero justamente aquel verano tambien se fichó a Makelele del Celta, y nadie más se acordó de Redondo en los tres años siguientes porque lo hizo bien y porque era lo que el equipo necesitaba. Quien sabe si Makelele no hubiera caido tambien en la molicie autocomplaciente de los galacticos durante aquella temporada, que de livianos que eran sus entrenamientos los quitaron de la progamación del Real Madrid TV.
Redondo, Vieira, X. Alonso, Yaya Touré, Cesc, Schweinsteiger, Verón, Ballack, Senna… esta es la escuela. Gente a la que es habitual ver detras del pivote y con gran facilidad para llegar al area rival. Gran despiegue, posición y llegada. Y si hay un especialista en esta faceta ese es Frank Lampard.
En mi opinión estan muy equivocados los que nombran a gente como Gerrard, Xavi o Mauro. Grandes talentos fuera de este subgenero.
Y puestos a opinar para mi el Madrid Galactico si fue un gran equipo (y marco época, Champions, ligas…) Cuando aceleraban era un espectaculo. Una pena la defensa.
Si Gerrard no es un todocampista apaga y vámonos.
Gran post, pero discrepo en lo de citar al Madrid de los galácticos como uno de los mejores equipos de la Historia.
Y Paul Scholes no es escocés, sino nacido y criado en el extrarradio de Manchester (ha comentado varias veces que no le importaría jugar/entrenar en el Oldham Athletic).
Muchas imprecisiones/errores.
Si, yo también eché de menos por aquí a Mauro Silva, que a lo tonto fue campeón de la Liga, y si no me equivoco no lo fue del mundo en USA 94 por lesión. Y ahí estuvo hasta los 37 años dándolo todo
Si que fue campeón del mundo en el 94, aunque yo no lo consideraría un jugador del corte que menciona el artículo. Más bien creo que quien se ajustaba como un guante a la definición de todocampista fue su compañero de generación y equipo brasileño, Mazinho, de quien solo pudimor ver su mejor versión en España en el Celta y durante no demasiado tiempo por culpa de las lesiones.
Si no recuerdo mal Florentino llegó al Madrid y Redondo era uno de los hombres de Lorenzo Sanz. Quiso irse él (cosa que a Florentino tampoco le disgustaba) e incluso lanzó a la prensa mentiras sobre Florentino. Pero lo básico era que quería irse él, no que Florentino le echara pese a lo bien que, ciertamente, le vino quitárselo de encima sobretodo por la buena cantidad de dinero que recibió por un jugador de 30 años.
Por un jugador de 30 años que no volvió a jugar dos partidos seguidos y que, si no recuerdo mal, dejo más de 30 kilos en la caja. Decir que Redondo fue malvendido es una burrada como otra cualquiera…
Incluiría a Mazinho: ataque, defensa, técnica….a pocos he visto abarcar campo como él. Makelele creció hasta lo que fue, por estar a su lado. Hasta Ito acabó siendo internacional, simplemente por estar cerca…
El artículo me parece cojonudo -quitando eso de Beckham 2.0 para Cristiano, a años luz del inglés para mí- pero el título creo que está mal elegido. Para mi, que he visto jugar a todos los que se mencionan salvo a Toninho Cerezo, ninguno de los jugadores mencionados son lo que se conoce popularmente como «todocampistas». Son centrocampistas, muchos de ellos maravillos, pero no todocampistas.
El ya mencionado Touré Yayá sí podría entrar en esa categoría, capaz de jugar en toda la zona central del campo desde la defensa hasta la mediapunta, o -cogido con pinzas- Steven Gerrard.
ES verdad lo que ha dicho uno de los comentaristas. Es lamentable el olvido de Busquets. Claro que al articulista (que sitúa al Madrid galáctico a la altura del Milán de Sacchi o al Barça de Guardiola) se le ve el plumero.
Hombre, hombre. 3 goles en 123 partidos de Liga…como que muy todocampista no es.
Cerezo tampoco era goleador que digamos no? Estoy de acuerdo con que se le ve un poco el plumero al articulista, pero no deja de ser interesante, sobre todo la parte referida a Cerezo y a Rijkaard
Hombre, Busquets no es todocampista porque juega en el Barca y no es su papel, pero calidad tiene de sobra para ser un box-to.box, que todo sea dicho, son más propios del fútbol inglés que del español. El artículo evidentemente desvaría de su sentido original, pero no está mal recordar grandes nombres de vez en cuando, aunque esto nos lleve a recordar grandes olvidos.
Por cierto para mí Gerrard, en su mejor momento, fue la definición perfecta del todocampista, jugó desde extremo derecho en sus inicios, hasta de segundo media punta, por detrás de torres o como mediocentro, y todo por su calidad y entrega.
y shuster???? shuster es el todocampista mas infravalorado de la historia, qué lástima. Muy buen artículo, por cierto
Gran artículo.
Hombre, lo llamado «todocampista» más grande que he visto en mi vida fue a Rijkaard. Luego Redondo en su plenitud llegaba a muchos sitios pero se prodigaba menos de lo deseado en ataque, en su disparo…
http://saliendodesdeelbanquillo.blogspot.com.es
Ahora es turno para un articulo sobre lo contrario: nadacampistas. Torrichelli, Pablo Garcia, Thiago, Ireland, Conceicao, Romaric… Grandisimo articulo!
1.Torricelli era defensa
2-Pablo García y Flavio Conceiçao (no creo que te refieras a Sergio) hasta su llegada al Real Madrid desempeñaron un gran papel en sus respectivos equipos.
3-Thiago vale, un poco tuercebotas como Romaric aunque cumple con creces.
4-Ireland en el City fue todo un jugadorazo, y buen todocampista.
Excelente articulo… solo le pongo un pero, te falto hablar del mas grande*… Don Mauro Silva
*En mi opinion claro je je je.
Me parece de un mal gusto extremo así como de un forofismo desorbitado la expresión «miccionó sobre» que utilizas para referirte a la acción entre Fernando Redondo y Henning Berg, como si el segundo fuese un don nadie. Para proseguir me parece que no distingues bien entre los centrocampistas «box to box» tan amados en la premier de los centrocampistas completos a los todocampistas, y si, muchos mencionan ahí la época dorada de Frankie Lampard como uno de los mejores todocampistas de la historia.
Bonito artículo al homenajear a esos jugadores que no se roban las portadas pero sí el cariño de la afición. Algunas imprecisiones. Ya lo de matizar al Madrid de tres Champions lo dejamos para otro artículo.
Hay un jugador, y ya me dirán ustedes, que tiene una elegancia y polivalencia genial: Danielle De Rossi. El autor lo menciona, aunque no sé en qué sentido. Pero hay que hacer un repaso a los partidos de Italia en la Euro. Pirlo se llevó los faroles pero quien le daba esa frescura fue el por momentos defensa y luego contención, centrocampista romano. Buena pegada, gran toque, recuperación y temperamento. Me gusta la Roma, pero quisiera verle en otro club. Madrid, quizás. Una pena que Alonso sea contemporáneo.
Khedira, como ya lo mencionaron, sí que es todocampista -no me fío del término-. Sobre todo en Alemania, donde marca golazos entrando al área, recupera y las corre todas. Aunque últimamente con Mourinho llega más a los linderos del área a cerrar la pinza.
Touré, Lampard, Gerrard. ¿Gattuso? Le faltó más al artículo en pillar a los de ahora, considero. Saludos.
Parece que aquí hay gente que no entiende el concepto de «todocampista». Se trataría de un jugador que demuestra un equilibrio tanto en ataque como en defensa. ¿Es Busquets un todocampista? Pues según este precepto, no. Busquets, primordialmente, defiende. Igual que Kedhira, que Gattusso, que Mauro Silva, etc etc.
Los mencionados en el artículo sí lo son: Redondo, Matthaus, Rijkaard, Xabi… hombres que se incorporan al ataque y asisten e incluso marcan goles, al tiempo que destruyen el juego rival y recuperan balones. Makelele no era todocampista, como bien dice el artículo: destruía, pero en ataque no aportaba.
hubiera estado mejor si el autor abriera las miras más allá de lo merengue… hay todocampistas, o centrocampistas expansivos, que no se entiende por qué no están nombrados: schuster, simeone (¿sólo bregador? 13 goles en el año del doblete), vieira, veron, lampard, gerrard, hoy beñat…
Y nos olvidamos de un joven Fernando Hierro en el Madrid de Antic.
En este tipo de artículos el problema sea cortar la lista, por lo que aún comprendo menos que en ella aparezca Xabi Alonso. Será que no ha habido jugadores que lo merecen. Es más, ya no hablo de calidad, sino que no es un todocampista. Alonso tiene buen disparo desde fuera y buena llegada, pero por lo general cubre poco terreno de juego y defiende poco. Solo hay que ver que en España queda, salvo contadas excepciones, siempre está a la sombra de Busquets. Y en el Madrid estaría a la sombra de Khedira, si no fuese porque el tunecino no cuenta con esa entusiástica prensa que se empeña en poner a Xabi Alonso a la altura de los Busquets-Iniesta-Xavi, por mucho que el tolosarra no les llegue a la suela de los zapatos…
Vamos, que la conclusión que yo saco de artículo es que aquí la gente no sabe lo que es un todocampista o box to box…
El todocampista por excelencia ha sido Deco, capaz de jugar en cualquier posición de ataque en el Oporto, y una vez llegado a Barcelona reconvierte su posición para ayudar tanto en tareas defensivas como ofensivas.
El Manchester United ganó la Champions al Bayern en la temporada 98-99, en el Camp Nou.
Y la jugada estelar de Redondo en Old Trafford fue en la temporada siguiente, la 99-00.
Así que en el 99 el Manchester no logró la Copa de Europa que le había quitado el Real Madrid.
No estaría de más un poco de rigor y de precisión en los datos. Porque el gazapo es tremendo