Vivo en un país con un himno feo; una marcha real de los tiempos oscuros que, a falta de letra, se canta tachín tachán en los estadios de fútbol. Con un himno así es imposible rodar Casablanca, fichar a Humphrey Bogart e Ingrid Bergman y vivir el emotivo duelo musical en el bar de Rick en el que vence La Marsellesa; la libertad frente la barbarie.
Vivo en un país que lleva siglos discutiendo sobre las mismas cosas y en el que siempre pierden los mejores, los García Lorca, los imprescindibles, los Nadies de Eduardo Galeano.
Vivo en un país castigado por la crisis, por los Zapajoy o los Rajateros de turno; a medio pintar, o a medio borrar.
Vivo en un país sin símbolos de pertenencia, sin instituciones eficaces, salpicado de muros mentales y prejuicios, de miedos al Otro, y con una bandera ni fu ni fa rescatada en el Mundial de Sudáfrica por los Xavi, Iniesta y Casillas, y por decenas de miles de jóvenes que tomaron las calles. Un país-Titánic del que todos tratan de escapar encaramados en votos salvavidas: catalanes, vascos, españolistas. Se multiplican los dirigentes que calculan el rédito de cada abismo.
Vivo en un país con seis millones de parados, de tragedias familiares reducidas a una estadística, varado en una crisis ética en la que los corruptos ocupan cargos públicos, conservan el prestigio social, se presentan a elecciones y dan lecciones en unos medios de comunicación que pierden fuelle, periodistas y crítica, porque criticar resulta caro: exige pensar, decidir, correr riesgos.
Vivo en un país en el que llamamos millonarios a los que se lucraron en la rapiña y en la impunidad, a los que tenían “amiguitos del alma”, a los que prosperaron sin inventar, producir y sudar.
Vivo en un país en el que los grandes empresarios son una rareza, una casualidad. Personas capaces de apostar y perder; apostar y ganar, de crear riqueza para todos, no solo para ellos. Faltan visionarios, locos; necesitamos miles de plazas de garaje que alumbren nuevos Steve Jobs y Bill Gates. Vivo en un país de liberales, de privatizadores con la mano larga y la inteligencia corta.
No es país para heterodoxos, librepensadores y emprendedores. Ser joven en esta España muerma, descolorida, casi en blanco y negro, es más que una desgracia, es un robo. Son la generación estafada.
Vivo en un país en el que los bancos irresponsables que financiaron burbujas y especulaciones, que se forraron en las vacas gordas y se forran en las flacas, asfixian con condiciones inmorales, que deberían ser ilegales, a los timados, a sus víctimas, a los que cayeron del tren de alta velocidad.
Vivo en un país en el que la mentira política, el engaño, la mofa del ciudadano, no cuestavotos ni elecciones. Aquí, como en la Italia de Berlusconi, hace gracia. Todos quieren ser el más listo, colarse en el mercado, adelantar por la derecha, aparcar en doble fila, mear en las esquinas, hablar a gritos por el teléfono, ganar una pasta.
Vivo en país que no conoce la voz de Marilyn Monroe, que dobla las películas, las mancilla y amputa. Vivo en un país que no habla inglés, que aún lo está estudiando, que produce líderes anclados en My Tailor is Rich y en Cine de Barrio. Deberían prohibir esos doblajes herencia del franquismo que nos reducen. Deberían prohibir los medio actores a precio de uno entero, solo gestos y la voz suplantada.
Y los coches oficiales con cristales tintados para no ver la realidad, no olerla.
Vivo en país donde los desahucios son la imagen de la España egoísta, injusta, cruel, la de un sistema que no funciona porque es incapaz de proteger al débil, garantizar la igualdad ante la ley. Cada suicidio es un mazazo en la honestidad colectiva. Hay medios, más los televisivos, que convierten cada desgracia en carnaza de infoentertainment para subir la audiencia. No hay límites, todo vale. La inmoralidad no es solo un virus que afecta a políticos y banqueros, nos afecta a todos. A los silenciosos.
Vivo en un país acrítico e inmaduro, que confunde un programa basura con un informativo de la BBC.
Vivo en país en el que los dos grandes partidos —¿grandes en qué?— publicitan su búsqueda de un pacto que llevan años evitando; se dejan fotografiar en la esforzada tarea de ser útiles cuando ambos son culpables, corresponsables de que la dación no sea ley, de que no existan medidas paliativas para los casos más graves.
Muchos se lanzaron a una irrefrenable compra de casas impulsados por la codicia ambiental, por unos bancos que regalaban el dinero y escondían la letra pequeña. Nos creímos ricos cuando solo estábamos endeudados. España se transformó en pocos años en un país sin pasado, sin pobreza, sin Los santos inocentes; un país nacido de la nada, una ilusión formada por gentes que se daban importancia en el caminar, al viajar transmutados en turistas altivos.
Todo empezó en los ochenta con la beautiful people y los Carlos Solchaga. Nadie es virgen, ninguna sigla está limpia. Ni los dirigentes ni los dirigidos, los que callamos cuando todo iba bien; los que seguimos callando cuando todo va mal.
Vivo en un país chato, poca cosa, en el que la clase política se ha reducido a una casta encerrada en un castillo, enrocada a espaldas de los ciudadanos, a su costa. Un clan que protege sus privilegios, los pluses por vivienda y sus vuelos en business ante cualquier petición de transparencia. Que escoge los miembros de los Supremos y los Constitucionales para blindar sus derechos. Todo es un juego de poder y dinero.
Vivo en un país en el que los medios de comunicación han abdicado de su papel de fiscales, de vigilantes. Hay excepciones, claro. Lo ocurrido con el marbellí Carlos Dívar debería ser una constante. Nadie está por encima de la ley, ni siquiera la ley.
La regeneración democrática empieza con la regeneración de la información.
La transición olvidó la justicia; sin ella es imposible la reconciliación. No se puede construir un futuro común sobre el olvido de más de 100.000 desaparecidos que permanecen en fosas comunes y en cunetas por no molestar a los verdugos, o a sus hijos y nietos. Este país carece de un relato común. Nadie nos lo impuso, como a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Aquí aún se discute si hubo dictadura, asesinatos, matanzas, exilio.
Pero en este país tenso, donde bulle tanta historia inacabada, tanta manipulación y tanta estupidez supina, está repleto de personas sanas que se empeñan en pelear cada día contra la España ruin, avara, cruel. En esta España de mercados, primas de riesgo, pelotazos, pérdida de derechos, ERE y recortes, de necios de cuello blanco, queda espacio para la utopía. Ese es el verdadero sueño: el triunfo de la España de los Quijotes.
(Si este texto fuese música, sonaría a España camisa blanca. Entre esos versos está mi verdadero país: bares, parques, calles que pisaré nuevamente, voces y miradas).
De acuerdo en todo, excepto en lo de los doblajes:
-No es cierto que sean una herencia franquista, en España se está doblando desde 1931, esto es, desde que existe el cine sonoro. Es más, la creencia de que el dictador impuso el doblaje es una leyenda urbana, ya que la única ley franquista del cine, la de 1946, habla claramente de los estrenos en versión original.
-Tampoco es cierto que el doblaje sea culpable de nuestra ignorancia idiomática. Más bien son carencias de sistema educativo. No sólo somos analfabetos en idiomas, también en muchas otras cosas, lo que explicaría todo el resto de tus lamentos. Ejemplo: en Alemania, Francia e Italia también se dobla, y al menos en el primer caso, su nivel de inglés es envidiable. Por contra, en U.K. no se dobla, y los british no son precisamente políglotas. No olvides el pequeño detalle de que el cine extranjero es algo más que el de Hollywood, y por tanto viene en muchos idiomas, no sólo inglés.
Por lo demás, un saludo y gracias por tu artículo.
De acuerdo en lo que dices, salvo en un punto que conozco bien: los alemanes no tienen ningún nivel excepcional de inglés, especialmente en la parte oriental.
¡Doy fe de ello!
Si en alemania tienen un mejor nivel de inglés, es simplemente porque se parece más a su idioma y, por lo tanto, su pronunciación y vocabulario nos llevan la delantera. Pero no es tanto como se nos hace creer.
Ni italianos ni franceses. Todos dejan mucho que desear.
Gran artículo. Las cartas sobre la mesa, esto lo que hay y lo que nos queda hasta que los ciudadanos nos concienciemos en que pantomima vivimos.
En Portugal no doblan ni las películas, ni las series, ni los dibujos. ¿Consecuencia? Los portugueses hablan inglés muchísimo mejor que los españoles.
Es obvio que el doblaje nos perjudica. Una sociedad que se queja de que no ve películas subtituladas porque se aburre, se cansa, y no le gusta, es una sociedad condenada al último coche del tren de la modernidad.
Por cierto, los alemanes hablan inglés de pena (los austriacos ni te cuento). Los únicos europeos que hablan inglés bien fuera de las islas británicas son los holandeses (que encima son políglotas), los suecos y los daneses.
Me temo que meter a los austríacos en el mismo saco que los alemanes es como decir «los españoles hablan mal inglés y los mejicanos aún peor…» sólo por que la lengua materna sea la misma.
He tenido la inmensa suerte de vivir en Viena y la gente hablaba muy bien inglés y, sobre todo, con un acento bastante envidiable, nada parecido a la pronunciación de «th..» «w…» etc alemana de la que se suele hacer mofa
Bueno, los mexicanos hablan inglés mejor que los españoles, para empezar. ¡Más quisiéramos nosotros que hablar tan bien como ellos!
Y segundo, también yo conozco bien Austria, y no, no hablan mejor inglés que los alemanes.
Por lo menos los austriacos con los que tuve la suerte de convivir no lo hacían.
Tampoco he conocido a todos los austriacos del mundo, pero en general hablan de pena. Al menos esa ha sido mi experiencia.
Yo vivo en Innsbruck, Austria. Antes lo hice en Viena.
Ya quisiera yo que en alguna ciudad de España hubiera un nivel de inglés que fuera la mitad del de cualquiera de estas dos. ¿Qué digo la mitad? La cuarta parte.
El doblaje influye, pero no es el culpable. Es cierto que el oído se acostumbra a sonidos si los escucha desde pequeños, pero también es cierto que por mucho que los escuches, si no los repites no sirve de nada.
El hecho de que el Español tenga tan sólo 5 vocales, un sonido para «s» o no distinga entre «v» y «b», entre otras cosas, no ayuda en el tema de pronunciación (lo mismo ocurre con los griegos, que hablan con nuestro mismo acento).
Sin embargo, el problema del inglés es de contenido y de cómo se imparte ese contenido. No tenemos un sistema educativo que fomente el uso de las lenguas extranjeras, se repiten constantemente los mismos temas de gramática y se deja de lado la parte más importante: la comunicación.
Cuando vivía en Londres me parecía una aberración que los niños ingleses no supiesen nada sobre metalenguaje, no comprendían lo que era un complemento directo o una preposición. En cambio, en mis clases de español, hablaban, se comunicaban.
Es un enfoque totalmente distinto, que no tiene nada que ver con doblar o no doblar películas, porque estos niños hablaban castellano y no habían visto una peli en nuestro idioma en su vida.
…bueno, en Inglaterra tienen un magnífico nivel de inglés…el resto simplemente no importa mucho, a no ser el mandarín. En Portugal nos dan sopas con onda en nivel de inglés, claro, desde pequeñitos oyendo los dibujos animados en inglés, aunque sea el oído ya lo tiene educado. Somos un país que no habla idiomas. Lo de los presidentes del gobierno que hemos tenido parece una broma macabra con su nivelito de inglés. Y los grandes empresarios no le van a la zaga, hay por ahí circulando un video de Botín hablando en inglés, memorable.
Portugal ha pasado toda su historia orientada hacia Inglaterra. Portugal es un país anglófilo, incluso cuando fue una potencia. Me atrevería a decir que no tiene nada que ver el cine, en todo esto. Lo portus hablan inglés, porque les gusta. A mi, particularmente, no me gusta hablar inglés, prefiero ver a un inglés hablando español. No se, me entretiene más.
Contra la creencia ya arraigada, segun un estudio que salio hace no mucho, hay mas ingleses que hablan un segundo idioma que españoles que hablan un segundo idioma. Y yo de erasmus he comprobado que el nivel de ingles de otros paises en jovenes le da unas cuantas vueltas al nivel español, quizas con la excepcion de los turcos.
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Joder!
Vivo en un país en el que el diario El País echa a sus trabajadores para que sus dirigentes no ganen menos de 10 millones de euros al año.
Poco más que añadir, es la España de la desinformación, por desgracia.
Extremadamente triste, pero indudablemente cierto.
Y, lo peor, es que se está volviendo un país que consigue fagocitar las pocas ideas buenas que quedan, los relámpagos de ideas inovadoras, todo por no dar espacio a las mentes creativas, ni apostar por algo fuera de lo convencional.
El olor a naftalina empieza a ser inaguantable.
Brutal. Vaya manera de dar en el clavo. Una tras otra. Grandísimo artículo.
Yo también vivo en ese país y seguiremos peleando…
Muy bien escrito, muy bien hecho, muy bien todo. Pero no, no me voy a quedar sólo ahí. Ramón Lobo cae en el tópico, lo que cuenta es lo que cuenta todo el mundo porque, en la vida, se nos hace mucho más sencillo (y funciona mejor) comentar lo malo y no lo bueno.
Soy un español que no ejerce. Es aquello una casualidad más que en absoluto me define, no es algo de lo que esté orgulloso. Pero España no es ese lugar oscuro y repulsivo que Lobo (y otros muchos) tratan de vender. No lo es, al menos no sólo es eso. Creo que en este tipo de textos habría que recordar siempre las cosas positivas, lo otro es una versión sesgada de la realidad porque se sabe que va a funcionar. ¿O es que el autor es incapaz de encontrar tantas cosas negativas como positivas? A mí no me costaría mucho.
Pues si crees que no te costaría mucho escríbelo y publícalo, a mi me encantaría leerlo.
Nos merecemos todo lo que nos hacen, simplemente porque nos dejamos. Todos agachamos la cabeza y nos dejamos hacer. Cobardes somos y asi nos tratan. LLevan decadas riendose en nuestra cara y tomandonos por lo que somos: Tontos de remate.
Aun poco nos han hecho pero nos lo haran, tiempo al tiempo. Y seguiremos dejando que nos lo hagan porque es lo que en el fondo queremos.
parece que nos estamos impregnando de noventayochismo, que manera de llorar, que aburrido!
…y por que no promovemos el milenarismo, a follar a follar, que el mundo se va a acabar???
Efectivamente el doblaje no fue impuesto por Franco pero su gobierno tampoco fomentó la versión original. Sea o no culpable de nuestro proverbial atraso con los idiomas, el doblaje no deja de ser una mutilación del trabajo de los actores, cualquiera que sea el idioma en el que actúen, es una práctica sencillamente indefendible. En Portugal ven hasta los dibujos animados en inglés y la gente se defiende muy bien en dicha lengua, no sé como será la enseñanza allí, pero en algo debe ayudar la exposición continua a un idioma, ¿no?
En cuanto a Oxímoron ¿no has leído el último párrafo? Me parece bastante positivo. De todas formas el denunciar las sombras no es volverse parcial, el artículo trata de eso precisamente, de la parte mala.
No se en que parte de Portugal habrás estado pero yo tengo varias visitas a Lisboa y a toda la zona sur y te puedo garantizar que la tele la doblan y que encontrar a alguien por la calle que hable inglés es igual o más complicado que aquí en España
Yo he estado viviendo en Lisboa y conozco bien todo el país, he viajado mucho por el durante años, domino el inglés, y te puedo asegurar que su nivel nos lleva mucho la delantera, hablando siempre de la población de 30-40 años para abajo.
¿Los peores? Nosotros, los gabachos y los macarroni.
Tal vez si, tal vez les sirve esa exposición continua al inglés que tienen todos los portus, especialmente los algarvinos. Los cuatro portus que quedan en Albufeira lo deben de flipar, con su nivel de exposición al inglés, en todas sus formas y sabores, pero no se, no creo que me gustase estar tan expuesto al inglés… Para hablar inglés con acento. En cuanto al nivel de enseñanza de Portugal, ¿va en serio?
Lamentarse de España, ¿la eterna moda? Vivo en un país de quejicas y pesimistas. Vivo en uno de los países con el mejor sistema sanitario público (sí, a pesar de que ahora se intente desmantelar, continúa siéndolo a día de hoy), vivo en un país en el que no se comercia legalmente con órganos (ejem, Alemania …).
Los pecados de nuestra sociedad son a grandes rasgos los pecados de cualquier sociedad occidental (y los pecados por los que aspiran las sociedades en desarrollo). Los golpes de pecho de los países del sur de Europa solo evidencian su pasado servil.
Vamos ostia, VAMOS!!!
Otro lamento. Llevo años, más o menos desde que empezó la crisis, leyendo periódicamente algún artículo en clave de lamento y crítica sobre el país. No me parecen mal, pero ya hay mucha cosa que ya está dicha. No creo que descubra nada nuevo al lector de Jotdown, es más, posiblemente este ya sabia que comulgaba con bastantes cosas de este artículo antes de haberlo leído, lo que termina suponiendo casi un ejercicio de onanismo ideológico y reafirmación. Esto, llegado a audiencias propias de Tele5, tendria otro efecto, pero la información se ha ghettizado.
Sin embargo, empiezo notar a faltar creatividad e imaginación en la crítica y el lamento. Empiezo a notar a faltar propuestas de alternativas más allá del «yo no quiero ser esto». Y obviamente, noto a faltar propuestas creativas construidas desde el conocimiento de la realidad. No me gusta ese ramalazo del 15M de «no me gusta: fuera», que esconde un «no me gustan los efectos generados y como no comprendo bien el sistema y sus leyes quiero reiniciarlo». Con la llegada de internet tenemos una cantidad de información brutal, pero una cantidad de ruido tremenda, que evita que el canal entre información y conocimiento sea limpio, obstaculiza la comprensión, reduce nuestra paciencia al mínimo y trastoca nuestra capacidad crítica y el reposo intelectual. A veces leo la Constitución que no pocos quieren retocar y veo auténticas joyas respecto al derecho y los deberes de las personas, artículos que de ser cumplidos (derecho de vivienda digna y trabajo están reflejados) y fomentados por políticas tanto eficaces como preventivas, quitarían muchos dolores de cabeza.
No quiero que se me interprete como una crítica al artículo, es solo una reflexión en modo casi de escritura automática, que me ha venido a raiz de él y que me gustaría compartir. Creo que si queremos un cambio, ya va siendo hora de, realmente, usar nuestra imaginación al servicio del conocimiento para proponer alternativas sólidas de máximo consenso posible.
Yo me alegro de vivir en España y no en la RD del Congo, donde el valor de la vida tiende a cero.
Yo me alegro de vivir en un país en el que no he pasado hambre, me ha escolarizado y me ofrece una sanidad digna.
Dicho esto. Ésta claro que España nos ha cubierto los mínimos y por vergüenza torera, a los que están arriba se les debería caer la cara de vergüenza cuando permiten que el señor Blesa o ayer, el amigo Moltó nos digan que el aeropuerto de Ciudad Real tenía posibilidades. Hace falta justicia, sino, cuando ustedes, señores diputados, ministros, acudan a reuniones internacionales, les verán como a unos señores graciosos, poco serios. Nos tomaran a guasa y los únicos que querrán invertir aquí serán el señor Adelson y el propietario del prostíbulo de la Junquera.
Claro ésta no todo el campo es oregano y que los amigos Ingleses, tienen su bazofia como el reciente escándalo del Libor.
España tiene lo básico para ser un gran país (por ahora) cosa que es de agradecer, pero tenemos que aspirar a ser un sitio un poco mejor. No nos podemos mirar al ombligo ni perder el tiempo con disquisiciones bizantinas.
Siento la ortografía desastrosa del anterior comentario.
Qué verdad es lo del himno. Yo oigo La Marsellesa y se me ponen los pelos de punta, así hago Casablanca yo también, majo. El God save the King tampoco es moco de pavo, por no hablar de Inglaterra de Elgar, el que usan las selecciones de rugby y futbol cuando compiten sin el conjunto de U.K. Bromas aparte, falta un relato común con más entidad. A mí me gusta la tierra, el paisaje, hasta el aire que corre entre las ruinas, pero no vivo mucho el himno y la bandera. Lo mejor nos ha sido legado, el patrimonio cultural y el natural, pero lo que es el montaje que tenemos para trabajar y vivir es aterrador. Yo na soy joven, pero dudo de que siquiera mi hijo vea cambiar alguna vez a España, es de los mismos y siempre lo será, la suerte está echada cuando naces. Por cierto, la horterada mata
Curiosamente, Reino Unido ni tiene himno «oficial», ni bandera «oficial».
Francia no tiene un escudo «oficial».
Y de alguna manera sobreviven.
Da ganas de llorar, pero la realidad que vemos y escuchamos nos aclara y fortalece para mejorar nuestra actitud. Aun queda una posibilidad: apostar por la humanidad y ser nobles ante lo que nos toca cada día en nuestro territorio y sino emigrar como lo hicieron nuestros antepasados, en todas las direcciones. Que no se apodere de nosotros los Zapajoys ni los Rajoteros…
Uno de los mejores artículos que he leído, Ramón
Se te echó de menos hoy en Salamanca
Vivo en un país que ha hecho del tiro en el pie, un arte.
También vivimos en un país donde la gente prefiere escuchar a Woody Allen doblado porque no les gusta la ‘voz de pito’ que tiene en inglés.
Donde la gente no habla, grita. Donde la gente cree que llamarle negro de mierda a un amigo de color negro no es racista porque se lo dice con todo el amor del mundo.
Donde llamar maricón a cualquiera está bien visto. Donde no se cree que decir coño o coñazo sea machista.
Donde la administración pública se rige por oposiciones decimonónicas que atan al país firmemente al siglo XIX bajo el pretexto de que son justas, cuando lo que este sistema produce es un cuerpo de loros entrenados a vomitar un texto con todos sus puntos y comas ante un tribunal pero que no favorece el aprendizaje.
Un país donde hay un sistema universitario que no favorece en absoluto el análisis y exige que repitas el texto de tu catedrático personal sin más.
¿Nos extraña que no haya ni una universidad española entre las primeras 200 del planeta? ¡¡Las primeras 200!!
No. No nos extraña en absoluto porque las estadísticas y los informes se escriben en inglés, y a nadie le importa nada que no sea futbol y toros. ¿El diario más vendido de España? El Marca. ¿Y el personaje más conocido? Belén Esteban.
Queremos competir con economías capaces de producir automóviles de lujo, aviones supersónicos, tecnologías que cada día más definen el mundo, pero no participamos de ninguna manera en las conversaciones que las forjan.
Creemos que produciendo naranjas, trapos a la moda y turismo, España se puede medir con Alemania, o Reino Unido- no ya con EEUU o Japón.
Y no sigo porque esto sería interminable.
Muy acertado!
El himno de España lo siente quien quiere sentirlo porque no es ni más bonito ni más feo, ni más militar o ni menos militar que otros himnos. Que no tenga letra sí que es una pena, pero parece imposible que a estas alturas nos pongamos de acuerdo en ensalzar los valores de la patria como la tierra de nuestros padres, la tierra que nos ha visto nacer o crecer, o que nos ha dado cobijo si hemos venido de fuera. En cuanto a que viene de tiempos oscuros supongo a que te refieres a que en el siglo XVIII no se había inventado la luz eléctrica.
Si los españoles tuviéramos más claro quiénes somos y lo que queremos para nuestro país, si nos hubiéramos querido a nosotros mismos un poco más, no hubiéramos permitido que estos partidos políticos nos hubieran gobernado mucho tiempo y tampoco que los gestores corruptos hubieran destrozado nuestra economía y nuestro futuro. Con cosas como las que tú escribes parece difícil que lleguemos a algo bueno. No merecemos nada, por lo visto. Cuanto antes nos vayamos a hacer puñetas, mejor.
Algunos escriben de forma que se diría que no forman parte y no son parte del país y de sus problemas.
Hablar del trabajo de los actores de doblaje de forma tan despectiva en medio de un texto con tanta demagogia y decir que hacen falta más Bill Gates y Jobs como ejemplos de virtud es, cuando menos, risible.
Vivo en un país de quejicas, pero de quejicas de plumilla. De los de gritar alto y después, agachar la cabeza.
Lo de gritar alto y después agachar la cabeza es el sino de este país, un lugar donde enseguida nos lanzamos al cuello de quienes ponen el dedo en la llaga, pero luego bien que nos subimos al carro de los derechos y libertades conquistados por otros. Si hay alguien que conoce de primera mano realidades bastante más jodidas que la española y que se ha partido la cara porque lugares como la RDC y tantos otros países africanos tuvieran la presencia que se merecían en los medios de comunicación occidentales, ese alguien se llama Ramón Lobo. Probablemente por eso lo denuncia, porque conoce el infierno que puede llegar a ser la realidad y porque los privilegios de los que disfrutamos no caen del cielo como en los juegos de Mario Bros. sino que hay que lucharlos, trabajarlos y defenderlos, y eso no se alcanza desde el conformismo y las palmaditas en la espalda. Lo de siempre, que como yo no era (todavía), no me importó. Las cosas siempre les pasan a los demás. Luego cuando le pasan a uno, resulta que se acaba el mundo y a mí cada día me cuesta más entender en qué clase de dimensión paralela vivían esas personas para no ser conscientes de la situación que les rodeaba.
Totalmente de acuerdo. Además añado que en mi opinión, ese concepto de «en inglés es mejor, en español es peor» no es más que una herencia de aquel ideal franquista de «imitemos a los americanos, son majos, ricos y mejores que nosotros». Hay más idiomas que el inglés, ¿por qué tiene que hablar toda la humanidad el inglés como si fuera un idioma común y despreciar en cambio al resto? ¿No es otra forma de afirmar que el tiene la pasta hace la ley? Sinceramente me parece triste ese pensamiento, que por desgracia está muy extendido en la mentalidad de todos los españoles. Si hubiera triunfado el Esperanto como segunda lengua otro gallo cantaría, pero claro, siempre hay muchos intereses comerciales en imponer una cosmovisión propia al resto…
Los dobladores también tienen derecho a trabajar y realmente yo valoro su trabajo; alguien dijo en algún momento que «los malos dobladores traducen, los buenos dobladores adaptan». El cambiar un texto de inglés a español no tiene ningún mérito, es cierto, y seguramente todo sea negativo. Pero el adaptar el texto de un idioma a otro es algo positivo cuando se adapta algo más que las palabras, cuando no tienes que ser un americano de pura cepa para entender todo lo que dicen; y si realmente te sientes un moderno y cosmopolita yanki, siempre puedes ponerlo en versión original, nadie te lo impide. Con el TDT se pueden poner los programas, series en películas en varios idiomas (teóricamente).
Y por último, ¿más Bill Gates y Steve Jobs? ¿Te refieres a empresarios draconianos que se dedican a hundir otras empresas más pequeñas y sabotear cualquier propuesta de tecnología o cultura libre para sacarse una pasta con tus productos baratos? Me temo que de eso en España hay de sobra.
Para bien o para mal, yo también vivo en ese país.
Por suerte o por desgracia, nací en él. Y aquí sigo, mirando a mis mayores a los ojos, sabiendo que ellos sufrieron y padecieron mucha más y que nunca dieron su brazo a torcer.
Madrugaron, sudaron, trabajaron como burros, apenas conocían la escuela y, mucho menos, los días de fiesta, y siguieron adelante.
Yo también vivo en este país, en el que se habla mucho se critica más y pocos se «arremangan» para hacer.
Aunque sólo sea por ellos… me «arremangaré».
Estoy de acuerdo en muchas miserias contadas de esta España y de sus gentes, pero me niego en pensar solo en esa España.
Hay otra España de gente que se revela contra muchas injusticias, gente solidaria, yayoflautas que lucharon mucho por conseguir lo que tenemos y que no están dispuestos a que se lo carguen, niños que juegan y ríen como los míos, que crecerán con valores, como crecí yo.
Y sí también creo que se habla mucho y que son pocos los que se «arremangan» para hacer.
Lo más curioso de toda esta debacle en la que andamos metidos los españoles es que uno va leyendo y escuchando docenas, cientos, miles de opiniones (públicas o privadas) que van incidiendo en todos estos puntos y algunos otros… al final yo me pregunto, si aquí somos todos tan ideales y lo tenemos todo tan claro, y es tan obvio que falta esto y aquello, ¿cómo es que el país no sale adelante? ¿Quienes son esos misteriosos Otros Españoles, los corruptos, ladrones, ineficaces, incultos, ruidosos, vagos, especuladores, etc, que nos están hundiendo y de los que todos hablamos, esos que al parecer son una gran mayoría pero que nadie reconoce ser?
No son misteriosos. Todos tienen nombre, apellidos y afiliaciones políticas.
Por cierto, espero que todos los talibanes de la versión original subtitulada, de la que yo disfruto en su justa medida y sin necesidad de denigrar a nadie, os neguéis radicalmente a leer una novela escrita en una lengua que no conozcáis, supongo que consideraréis un destrozo inmoral y hasta una fuente de atraso la traducción al castellano, ¿no?
El argumento de las traducciones de novelas, no por repetido deja de ser falaz.
Nadie tiene nada en contra de que las ideas viajen por todo el mundo independientemente del idioma en que fueron escritas. Así nos ha llegado la Poética de Aristóteles, El origen de las Especies de Darwin o las magdalenas de Proust.
El problema no son los textos, sino las voces. Los actores interpretan con el cuerpo, con la mirada, con el gesto, y también con la voz. Y yo quiero poder oír la voz de Marilyn, la de Trintignant, la de Mastroianni o la de Bardem cuando actúa en una película americana.
No es mucho pedir, no cree?
No es falaz en absoluto, aquí no estamos hablando de una mera traducción técnica de ideas, de conocimiento, de teorías científicas como las de Darwin, lo cual sería similar a traducir un discurso científico o un ensayo… sino de disfrutar de una interpretación, lo cual es perfectamente asimilable al disfrute de un estilo literario, de un vocabulario, de un tipo de prosa que inevitablemente se pierden (en mayor o menor medida) con una traducción. ¿Ha pensado alguna vez lo que tiene que ser leer a García Márquez traducido, perder esos giros, esas palabras, todo eso que lo hace único? Pues eso mismo lo aceptamos como inevitable todos los días y no dejamos por ello de leer una novela de Dostoievsky en castellano… sin embargo, con el cine y la versión original hay un esnobismo que no comparto, pese a aceptar como válidos sus argumentos en cuanto a que la voz es parte de la interpretación y que es una pena perderla, tampoco es natural estar leyendo constantemente un texto mientras te pierdes detalles, miradas, gestos de una película o de una serie, por lo que la opción del doblaje es perfectamente respetable.
Y repito, trato de disfrutar de la versión original cuando tiene un sentido hacerlo, cuando se pierde demasiado en el doblaje, cuando la obra está rodada en alguno de los idiomas que entiendo razonablemente bien y no tengo que leer el 100 % de los subtítulos, porque eso también es perderse cosas, pero de ahí a denigrar el doblaje con tanto desprecio, atribuir propiedades mágicas a la versión original en cuanto al aprendizaje de lenguas (que es algo muy útil es indudable, pero no tanto) o directamente relacionar doblaje con retraso cultural, va un trecho.
Lo siento, pero el argumento cojea escandalosamente, porque si el doblaje es una traducción, el subtitulado también. A ver si queda claro, el doblaje es la sustitución de una de las partes (imagen y sonido) de una película por otra cuyo contenido íntegro decide una persona llamada director de doblaje ajena al rodaje original. ¿De verdad alguien piensa que ver a Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal o Manuel Alexandre con la voz de Constantino Romero, por muy agradable que sea, tiene sentido alguno? Eso es el doblaje, ni más ni menos. Y si no aceptar una falsificación es ser esnob, pues mira, soy un esnob.
Lo primero decirle que no estoy diciendo que preferir la versión original al doblaje sea esnobismo, muy contrario, es lo lógico… lo que sí me parece snob es la corriente de histerismo actual según la cual el doblaje es enemigo de la cultura, freno para el aprendizaje de lenguas o directamente una «falsificación» como usted mismo dice. Falsificar sería traducir cosas que no son, cambiar el sentido de las frases del personaje, me parece que no es el caso.
No acabo de entender, de cualquier manera, a qué se refiere usted con que el argumento cojea. El único que he dado es que al leer, ver, escuchar, una obra cualquiera que no haya sido producida en una lengua que dominemos con verdadera fluidez, SIEMPRE se va uno a perder parte del pack, sea la voz, sea el lenguaje, sea parte de la imagen, sea el sentido de la letra de una canción. Según el caso, aceptamos muy naturalmente leer una novela traducida, mientras que no aceptamos en absoluto doblar una canción (lógicamente). En el caso del cine, imagen y sonido como usted dice, el doblaje a veces tiene un cierto sentido, otras no. A mí particularmente no me compensa ver una película coreana en la que voy a tener que leer el 100% de los subtítulos, porque mientras tanto me voy a perder gestos, miradas, imágenes, etc, y en cambio prefiero ver una en inglés VOS porque tendré solo que leer el 15-20-25 % y en conjunto me merece la pena. Se trata de elegir el mal menor.
@Juanzuria, el doblaje es una cosa, y la traducción de un texto otra. Una película es la labor del actor con su cuerpo y voz como herramienta. Un texto es la labor del escritor con su intelecto y pluma como herramienta. No es para nada lo mismo ni es comparable.
Es como si en España, en vez de escuchar un cantante extranjero en su versión original nos vendieran la música grabada por artistas españoles y con las canciones traducidas al castellano. Sería ridículo.
No creo que el pedir que las películas se dejen en paz sea ni esnobismo ni histeria. Es simplemente una cuestión cultural y educativa. No hablo ni por asomo todos los idiomas del mundo, sin embargo, jamás, es decir, jamás de los jamases iré a ver una película doblada, da igual del idioma que sea. Lo siento pero ver a un coreano, o a un senegalés, hablando con acento de Valladolid en la pantalla me parece una aberración.
El mal menor es un concepto extraño, ya que el único mal es la película doblada, no la subtitulada, que no es ningún tipo de mal en absoluto.
@Ynot Por mucho voluntarismo que se le ponga, ver una película en un idioma que no entiendes en absoluto es un cierto grado de mal, mayor o menor según cada cual, pero lo ideal, desde luego, no es. El grado de comprensión de la misma nunca va a ser el 100%, porque ni el subtitulo transmite todo, ni puedes leer y captar todo al mismo tiempo, ni la opción del doblaje es ideal porque vas a perder la voz, etc. A eso me refiero con mal menor.
Respecto a lo otro, doblaje y traducción de una novela no son lo mismo, pero sí son comparables. En un caso pierdes parte de la interpretación (la voz), en el otro te quedas sin parte del estilo del escritor (su uso del idioma, sus giros, su vocabulario particular). En ambos casos te llega la esencia de la obra, el argumento, el mensaje, pero perdiendo parte del estilo de la misma. Si ha tenido ocasión de leer un libro primero traducido y en versión original más tarde sabrá que la diferencia es notable e inevitable.
Cada persona da una razón para preferir algo y todas son respetables aunque susceptibles de discusión. Yo no llamaría esnob a quien quiera aprender idiomas o sentirse más culto (no es mi caso) por la misma razón que no llamo inculto a quien prefiere el doblaje. Creo que se equivoca, y lo argumento, pero le respeto. Mutilar una parte fundamental de una obra (que no afecta solo a los diálogos, sino a elementos como el sonido ambiente que suele quedar eliminado) y sustituirla por otra es una falsificación, o al menos así lo veo (dejemos aparte traducciones como a uno le parezca, suavizado de expresiones, «adaptaciones» a la cultura propia y otras anécdotas que dan para un libro). No se trata de una simple traducción, que como decía también se hace en los subtítulos. Es otra cosa, es una obra distinta totalmente a la original. Lo ideal sería prescindir de los subtítulos, hasta ahí ya llego, pero mientras no se conozca el idioma hay que ir a ese «mal menor» que es la v.o.s. En inglés, francés, alemán, italiano o coreano. Da igual. Respecto a esa pérdida de expresiones, matices y demás al leer es una cuestión de costumbre. Llevo viendo cine en versión original desde hace al menos 30 años y no me pierdo nada. Soy capaz de leer y ver al mismo tiempo. No es tan difícil.
En ningún caso he pretendido llamar snob a alguien que quiere aprender idiomas o ganar cultura, sino a una corriente de gente que, en mi opinión, desecha el doblaje por sistema sin haber llegado a pensarlo por sí mismo, porque suena cool.
En cualquier caso, si de mi comentario le ha parecido que le he faltado al respeto, retiro el término de buena gana y le pido sinceras disculpas por mi probable prepotencia. Lo siento. Un saludo!
En ningún momento me he sentido ofendido, ningún problema. Un saludo y un placer charlar aunque sea desde opiniones distintas.
Vivo en un país lleno de pesimistas catastrofistas.
Dos españoles tres opiniones (Vainica Doble)
Todo lo que dice es cierto lo que pasa es que se podría hacer otro artículo incluso mucho más largo que este con las cosas positivas que sin duda son mayoría.
Te lo pueden decir cientos de miles de extranjeros que se quedan a vivir aquí, y no me digais que es solo por el sol por que va a ser que no.
Sí, es eso. España es eso. los españoles somos eso. Pero no sólo eso. Ni todos. Aquí, como en cualquier lado, somos humanos. Y participamos de la idiosincrasia humana, tal como somos. También, allí, como aquí, hay personas de chapeau. Y hasta que saben inglés (hombre, siendo importante, también hay cosas que lo son más). Cierto que hay que proscribir entre todos a los corruptos, activos y pasivos, a los que creen y practican que no hay nadie como ellos. A los que, sin importarles las leyes, se aprovechan, de los demás. En este pais, como en otros de nuestro entorno, hay unas generaciones muy, muy, preparadas. Que hay desajustes y personas bien preparadas pueden verse infrautilizadas. Cierto. Pero nuestra sociedad será cada vez mejor. Al tiempo. La botella, en cualquier caso, medio llena. Que esto son cuatro días y a muchos ya se nos han pasado tres y medio. Salud.
Yo pisaré las calles nuevamente… como tú xD
Pues a mi este artículo me parece un decálogo para hacer las maletas (si eres joven). No es mi caso. Me repugna la corrupción, la picaresca, el trapicheo y todo lo que Ramón ha descrito con precisión de cirujano (no de demagogo). ¿El inglés?, es una anécdota en el artículo. En España la frondosidad del bosque de desmanes, no deja (¿no dejará?) que crezca ningún brote. Además, no consigo ni siquiera intuir la luz al final del túnel. Aunque me esfuerce en mirar sólo lo bueno, que lo hay, la mierda acaba salpicando casi todo. Además no soy forofo del fútbol.
Vivo en un país que durante 35 años ha creído que todo lo que decía «El País» iba a misa…
Lobo, para hacer de plañidera ya tiene, o tenía hasta hace poco al menos, su blog personal. No venga aquí a llorarnos de este modo. Usted puede currarse alguna historia interesante. Joder, usted ha estado en sitios muy interesantes. Me gustaría que los presentase en sociedad de una forma más o menos serena, si le parece bien. Pero estos sollozos bien escritos empiezan a cansar un poco. Y no, no son necesarios. Eran necesarios. Ahora ya no lo son. Son carne de archivo histórico.
Un saludo.
Ah, y pregunte por ahí o investigue cómo terminó el creador de ‘La Marsellesa’. Igual se sorprende con la «libertad» de los enfants de la Patrie.
Bien, salvo que esto ya lo he leído muchas veces.
Un apunte:
– la dación en pago está ya en la Ley Hipotecaria, no hay que ponerla ya.
Un saludo
Tristemente de acuerdo. SIn embargo encuentro que hay una España próxima, vecinal, ocurrente, rápida, solidaria, creativa. Si miras a tu alrededor hay un montón de personas que son buenos ejemplos. Y enfrente ese pelotón de gritones, mentirosos y avariciosos. La pena es que estos últimos tienen el poder. Pero tendrá que cambiar pronto porque van perdido crédito vertiginosamente.
Pingback: Generación frustrada | Nuria Molina
Touché
Prefiero ser critico y pesimista que conformista y poco exigente
Excelente artículo y excelentes comentarios.
Por mi parte, creo que va siendo hora de que pasemos a la acción: todo lo que Lobo nos dice viene sucediendo hace mucho tiempo. No es de ayer. Lo nuevo y aterrador es el futuro sin futuro. El pesimismo es de vagos, ha dicho alguien y es verdad. Pasemos a la acción: ideas, iniciativas, cambios, condenas, alternativas, viabilidad, trabajo, solidaridad, oposición activa a conceptos que como virus nos meten en el ambiente. Si la soberanía es de los ciudadanos, actuemos.
En 34 años de democracia los españoles no hemos elegido ni un solo político, hemos elegido siglas. Empecemos por ahí. Listas abiertas y democracia interna en los partidos. Los políticos de verdad son más necesarios que nunca. Elijámoslos.
Leo mucho comentario aquí supuestamente patriótico enlazando nuestra desgracia con nuestra pobre productividad.
A lo mejor tenemos que volver un poco atrás, a nuestro mito fundacional: Don Quijote, un tipo emprendedor, sí, pero ineficaz, leído pero trastornado. A lo mejor no asumimos que nuestra característica nacional (y también nuestra grandeza) queda lejos de ese modelo al que aspiramos.
Vivo en un país en el que todo el mundo va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío.
Y yo añadiría;
Vivo en un país en el que se cree que invertir en I+D es peor que crear una web inútil para un senado aún más inservible. Vivo allá donde los diputados pierden 30 ipads y los superdotados no llegan a mil euristas porque tienen becas de post doctorado que dan risa.
El artículo es pretencioso un rato, empezando por el título, parece escrito en pleno arrebato místico pesimista, aún así, reconozco que es interesante. Tiene razón pero le falta desde mi punto de vista algo de sentido del humor y menos aires poéticos.
Sobre la versión original, hay gente que ni se plantea ver las películas sin doblar, o bien por desconocimiento o por simple pereza. Profesores de universidad, gente que se supone que tienen un nivel cultural alto, ve películas y series como The Wire dobladas y se niegan a verlas en versión original. Es como el gato que no echa de menos salir fuera porque no lo conoce. Mi hermana arguye que le duelen los ojos al leer los subtítulos, excusas para no leer y hacer un pequeño esfuerzo al comienzo.
Malditos cines que no nos dan la posibilidad de elegir ver una película doblada o no (por lo menos en mi ciudad).
Tony Soprano tiene la voz de Homer Simpson y Fraiser Crane tiene la voz del malo de los Simpson también. Patético.
Bueno, podías haber buscado otro ejemplo, porque Frasier y el actor secundario Bob también son la misma persona en la Versión Original…no se eligió al mismo doblador por capricho.
Y en tu queja sobre los cines, 100% de acuerdo. No sería tan difícil reservar parte de las sesiones de cada película para la V.O., se contentaría a mucha gente y seguro que a la larga los cines recaudarían más.
Un saludo.
Vivo en un país donda hasta hace nada un chaval dejaba los estudios y se hacía yesero y se ponía a ganar 3.000€, y un ingeniero con 5 años de carrera y 10 de experiencia laboral apenas ganaba 1.200€. Ahora el yesero gana 0, y el ingeniero 850.
Que el himno espanol no tenga letra es una bendición. El himno alemán comenzaba con «alemania patria grande, por encima de todos, nuestra patria»… Ese párrafo, claro, está actualmente descartado tras la II GM. Las letras son peligrosas, una melodia es suficiente para identificarse con el país, si quieres.
Segundo, el doblaje. Soy traductora. Los subtítulos tienen que ser más cortos (el ojo humano no puede leer más rápido) y concisos que el texto hablado. Así, mucha información que se dice se TIENE que eliminar o simplificar. Y dime tú, cómo trasmites la agresividad o el tono de jerga callejera de Denzel Washington haciendo de poli del Bronx, por ejemplo, si no es con un -excelente- doblaje. Además, sinceramente, quieres ver las películas rusas o japonesas en versión original, pensando que así aprenderás esos idiomas? Los cines en VOS, por cierto, están diariamente vacíos. ?No sería una solución que tu televisor ofreciera la VO y la doblada? Así, dependiendo de las ganas que tengas de aprender o relajarte, puedes poner una u otra.
El problema es que todo doblaje, por muy ‘excelente’ que sea, sigue siendo una abominación de la obra. Es incomparable una película en lengua original con el refrito que constituye una película doblada. Escuchar a Denzel Washington hablar como si fuese de Soria, es ridículo hasta decir basta.
No veo películas en versión original con la esperanza de aprender el idioma en cuestión. De la misma manera que no escucho una ópera en, digamos, ‘versión original’, con la idea de que igual aprenderé alemán escuchando a Die Zauberflute. Es absurdo el siquiera sugerirlo.
Es cierto que los cines en VOS suelen estar vacíos, pero de igual manera en España suelen estar vacíos los templos de la cultura (desde bibliotecas de barrio hasta las galerías).
El problema en España es cultural, no es la cultura en sí. Por esa regla de tres, mejor cerramos los cines y todo lo demás y ponemos campos de fútbol por todas partes y plazas de toro y punto. ¿Para qué más si no va nadie?
Me parece una estupenda idea que la televisión ofrezca subtítulos, de hecho, deberían subtitularlo todo en las distintas lenguas de España, pero doblar jamás. Es una aberración.
No se trata de no doblar para aprender. ¿Aprenderás a pintar viendo Las Meninas de Velázquez? No. Se trata de no doblar para no cometer un crimen con la obra de autor. Y de paso, todo lo demás.
Y tercero. En Espana no se habla bien inglés porque el sistema de ensenaza es malo. Y porque hay vergüenza en pronunciar bien (Por qué???). Nadie puede decir «Maiami» sin que se rían de él.
He hecho las prácticas del antiguo CAP (ese curso malísimo de especializacion para ser profesor de secundaria) ensenando inglés y solo se trata de cumplir objetivos. En lugar de ensenar situaciones reales (comprar un billete de avion a UK, organizar un viaje, saber qué moneda se usa allí, frases útiles etc.) se aprende en frases sueltas la pasiva o los pasados. Inútil. Y nada oral.
Joder, alguno dice que este texto no tiene nada nuevo y demás y que solo hay lamentaciones… pero después dicen que como no es el congo… tampoco es para tanto.
Este artículo no tiene un contenido nuevo, pero es necesario decirlo de todas las formas posibles. Que haya países que estén peor debería ayudar a que abramos los ojos y empezar a quejarnos.
Creéis que los esclavos negros siempre se «arremangaron» cuando les dieron latigazos?, pues no, se cabrearon y se quejaron. Nosotros no debemos decir que tenemos que «arremangarnos», tenemos que quejarnos!, pero quejarnos de verdad, no de boquilla.
Que tenemos la mejor sanidad pública?, tonterías! y eso es ser conformista.
Hay que dejar de lado muchas cosas y una de ellas que la motivación sea el dinero y no el progreso, el mejorar.
Si el Congo Está peor lo que hay que hacer es montarla gorda para salir TODOS, de aquí y de allí del pozo.
El himno… es una mierda y a mi no me la pone dura ninguno. Los himnos son tonterías de modas del año catapún, habría que ir superándolo ya. La bandera igual, de hecho yo la cambiaba porque es fea de cojones y la republicana no es mucho mejor. Pon una bonica y le dejas ahí donde haga falta, no más, que el patriotismo idiotiza las mentes.
Hay algo que no dicen nunca en la tele y es que el hecho de que la deuda sea legítima o no (que no lo es), es lo de menos. Se supone que somos una sociedad, ¿cómo puede ser que la prioridad sea pagar antes que garantizar la supervivencia y el equilibrio de sus componentes?, sus ciudadanos. Este comportamiento va en contra de lo que significa la famosa palabra «sociedad».
Os quejáis de que la gente se lamenta y se queja, curioso. Cuando todo el mundo se queja, debe ser por algo. EMPATÍA, chavales, EMPATÍA.
Bien escrito tu artículo, alguna cosa no estoy al 100%, pero tienes razón y aunque ya supiera y pensara todo eso, no hay que parar de decirlo para que cuando al gente despierte, vea cuanto tiempo ha estado dormida y que poco a escuchado.
Un saludo!
Les paso esta entrevista con Ramón Lobo. Es de hace muy poco y habla del futuro del periodismo. Es estupendo todo lo que dice:
http://daemprendedores.com/2012/11/29/ramon-lobo-los-emprendedores-tienen-un-camino-tremendo-en-el-periodismo-3/
Dice:»La regeneración democrática empieza con la regeneración de la información».
Qué pena que le hayan tenido que echar de El País para darse cuenta de esto.
Su discurso es oportuno. El señor Lobo podría haber escrito este artículo 5 años antes sin tener que esperar a ser despedido. Debe ser jodido dejar de pertenecer al «periódico global en español».
(Insisto, a ver si este comentario no se me censura). Sólo decía que joer, qué sermón nos larga Lobo para contar algo tan simple como que todo es una m…. (supongo que por esta palabra vino la censura, no me lo explico).
Aquí se la sujetan con papel de fumar.
Estimado Sr Lobo. Lamento profundamente su visión negativa y sesgada del país en el que vive pero que parece desconocer por completo. Lamento que desconozca la historia y la grandeza de este país, los valores y la generosidad del pueblo español. Yo si me siento profundamente orgullosa de mi país, de mi bandera, de nuestro himno y nuestras costumbres. Lamento que algunos no sepan apreciar lo que tienen y se empeñen en despreciar lo que algunos amamos.
Arriba España
Señora, la historia de España, como la de cualquier otro país, es un desastre libre de ‘grandeza’ a menos que por grandeza usted se refiera a la ‘obtenida’ a base de aplastar a pueblos más débiles. Eso no es grandeza, eso es vergonzoso si se ve desde nuestra perspectiva.
Segundo, desconozco los valores del pueblo español a los que usted se refiere. Siendo valores, me imagino que serán los mismos que tienens los demás pueblos del planeta. Por suerte, los valores no tienen nacionalidad.
La generosidad del pueblo español… bueno sé que en España hay gente generosa, y gente que no lo es, como en todas partes. Y como no conozco personalmente a todos los miembros del pueblo español, no puedo decir que es un pueblo generoso o que no lo es.
Supongo que la gente en hispanoamérica no pensará en general que lo somos, vistos los últimos 520 años de historia común.
Lo bueno de vivir en una democracia es que usted se puede sentir orgullosa de la bandera de España y su himno y sus costumbres, a la vez que hay personas para quienes tanto la bandera como el himno como las costumbres, ni fu ni fa, y no por eso son malas personas ni usted ni ellos.
Igualmente, el amor ciego a las cosas acaba en fracaso. Y pensar que en España todo es maravilloso por el simple hecho de ser español es algo similar al fanatismo ciego de los nacionalismos del siglo XIX.
Aunque no lo crea, el criticar a España para que mejore es infinítamente más saludable para la sociedad que el pensar que todo está estupendamente y el que no lo piense así es que es mal ciudadano.
Lo siento, no vivimos en una dictadura desde hace mucho tiempo. Hoy en día tenemos la gran posibilidad de quejarnos de aquello que creemos que debe cambiar a mejor, y de desechar aquello que nos parece anacrónico. Como los nacionalismos ciegos y los símbolos patrioteros que solo dan una cara de lo que verdaderamente es el país.
Y por último, gracias a dios, y a la democracia, gritos como el de Arriba España hace tiempo que perdieron su sentido.
Arriba está el cielo, no España.
Coincido con Ynot. Su reflexión la veo serena y lúcida; acertada. Criticar (o lloriquear, como considera Guillermo Gómez de Salazar) es un medio democrático para cambiar las cosas: gracias a las críticas se humanizaron mínimamente las leyes de desahucio, por ejemplo.
Soy mexicano, y coincido en la percepción de que lo mejor de lo humano no tiene nacionalidad. Admiro y amo profundamente a mis amigos españoles, pero no por ser españoles: algunos por su bondad, otros por su inteligencia, algunos más por su alegría…
Creo que «patriotismo» es algo distinto a apostarle a un proyecto común, justo, que no nos ponga trabas a una vida con calidad y a un trabajo justamente retribuido. Son cosas diferentes.
Duele España, sí, porque duelen las tonterías criminales que permitieron que ahora esté así. Y entre estas tonterías estuvo el silencio cómplice de muchos de los que ahora se quejan, eso sí.
Y lamento diferir con paco: en este preciso momento no me gustaría irme a vivir a España.
Yo vivo en un país de quejicas de caña en el bar, que sólo lloriquean y no hacen nada para cambiarlo. Empezando por el arriba firmante.
España, ese sitio misterioso que los españoles aborrecemos y que los extranjeros adoran. ¿En qué están de acuerdo un alemán, un ruso, un marroquí y un argentino? En que a los 4 les parece una buena idea venirse a vivir a España. Algo tendremos.
¿La privilegiada situación geográfica…?
¿Si hicieran las pelis en versión original sabes que pasaría?
Que no iría nadie. NI subtitulandolas, por que la gente no va al cine a leer.
En el extrangero claro que no se molestan en doblarlas, pero es que no se molestan ni en ponerlas en los cines (y lo digo por experiencia). ¿Sabes que es ver los 7 samurais en japones y subtitulos en inglés? Un dolor de muelas, no sabes si leer o ver la peli.
¿Sabes que es verla doblada al castellano?
Un disfrute total
Es muy facil comparar a España con el resto del mundo, pero es triste ver como la gente escribe un articulo sin ver la situación en otros paises. Y te puedo decir que tampoco se valora la cultura en otros paises.
¿sabes lo que significa cultura?Poder leer en España autores de todo el mundo, no como en el resto del mundo (por que cada pais solo publica los libros de los de su pais)
PD: Eres de los tipicos que ponen verde a España y no quieren darse cuenta de como es el mundo de verdad.
En México, todas las películas las ponen subtituladas (excepto las infantiles, que se ofrecen en dos versiones: dobladas y subtituladas). Van carretadas de gente y es una gozadera. Lo mismo pasa con las series de televisión, aunque he de admitir que sólo ocurre con las que trasmiten por telecable o satélite. Nadie se queja y, en cambio, solemos tener una buena pronunciación y comprensión del inglés.
Hay, incluso, festivales de cine que ofrecen películas francesas, alemanas, coreanas… con subtítulos en inglés. Y las salas se llenan. No digo que sea bueno o malo; digo que a mí me encanta y me sirve.
La cuestión, creo, es acercarse lo más posible a la obra de arte. Si leer nos lo coarta de manera inaceptable, pues tendremos que conformarnos con ver las películas dobladas. Si escuchar a Marlon Brando con acento defeño nos hace carcajear, pues a leerlo o, mejor, entenderlo. Y lo mismo con los libros: es una pirámide. Claro que es mejor leerlos en su lengua original, pero si lo desconocemos… La cuestión es leerlos.
(La segunda parte de la frase de Pedro: «¿sabes lo que significa cultura?Poder leer en España autores de todo el mundo, no como en el resto del mundo (por que cada pais solo publica los libros de los de su pais)», es claramente falsa).
@pedro.
Lo primero, las películas se filman en versión original siempre.
Segundo, si el cine fuera exclusivamente en versión original, como en la mayoría de los países europeos, es cierto que al principio la asistencia decaería, pero al final la gente iría porque se acabaría acostumbrando.
Tercero, quizá te convendría leer más, inclusive en el cine- ‘extrangero’ está mal escrito; extranjero se escribe con ‘j’.
Ver los 7 Samurais en castellano sí que es un dolor de muelas. Es de lo más inverosímil ver una imagen japonesa, en un contexto japonés, pero en la que los personajes hablan castellano como si fuesen de Ávila o Valladolid. Eso sí que es absurdo hasta decir basta. O ver películas ambientadas en el sur de EEUU donde los esclavos negros hablan con acento cubano. Eso sí que es un insulto a la cultura.
Sin conocerte, me atrevería a decir que el que no sabe de la situación de la cultura en otros países eres tú, y no el autor.
La cultura se valora mucho en ‘otros países’. No sé a cuales te refieres precisamente, pero en Francia la cultura mueve el país entero, y en Reino Unido el nivel cultural medio está muy por encima de la media del de España.
Empezando por la televisión británica, donde personajes como Belén Esteban y todo ese circo que la acompaña llamado ‘Sálvame’ estarían prohibidos.
En España es cierto que puedes leer autores de todo el mundo, siempre y cuando te hayas comprado el libro que estás leyendo en otro país. En España se traducen muchos autores extranjeros, cierto, pero no todos, y no toda su obra. Puesto que las editoriales no son hermanitas de la caridad, es normal que quieran traducir (la mayoría de las veces mal porque no quieren pagar lo que cuesta un buen traductor) las obras más populares de un autor. Esto no quiere decir que sean las mejores; simplemente son las que mejor se han vendido.
No entiendo en absoluto lo que quieres decir con que cada país solo publica los libros de los de su país. Esto en absoluto es cierto.
Sin ir más lejos, las obras de muchos disidentes cubanos han sido publicadas en Francia antes que en Cuba o España (Reinaldo Arenas por ejemplo). Lo mismo ha pasado con los autores soviéticos, que encontraron en las editoriales occidentales el antídoto a la censura de la URSS.
Hoy en día, en España se publican todo tipo de autores extranjeros, al igual que ocurre en muchos otros países.
Y por último, si el autor pone verde a España -que no lo hace-, es porque hay muchísimo material ya que en absoluto se ha inventado ni un ápice de lo que escribe.
Perdona, lo de los libros es aplicable por idiomas y pais.
Los paises de habla hispana esto no se nota por que no han de traducir el libro.
Pero me juego lo que quieras a que me dices autores mexicanos y no encontramos que hallan sidi editados en España y viceversa
Correcion: por pais y habla.
Pero me juego lo que quieras a que me dices autores mexicano y no encontramos que hallan sidi publicados en España y viceversa.
Por.cierto trabaje 3 años en Mexico y no vi lo que me dices en ningun lugar. Ni tan solo ese inglés que dices
Una lástima que no lo hayas visto. Yo he vivido 29 años acá y lo veo cotidianamente. Los festivales a los que me refiero son, al menos, los de la Cineteca, los de Cine Alemán y los de Cine Francés. Y sobre autores mexicanos editados en España, se me ocurren Octavio Paz, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Juan Villoro, Jorge Volpi, Xavier Velasco (todos editados por casas españolas, con tiros en Madrid o Barcelona). E igual hay montones de españoles editados en el FCE, Conaculta, SEP, etc.
Ahora bien, creo que no me di a entender: el punto de mi alocución es defender el humanismo en detrimento de los nacionalismos, y ponderar la cultura en ese contexto. ¡Un saludo!
Una cosita: no es «taylor», sino «tailor» (sastre). He aquí una muestra más del gran problema que tenemos con el inglés. Ni el articulista lo ve de primeras, ni lo revisa después, ni en una retahíla de comentarios aparece la corrección. Penoso. Nos lo tenemos que hacer mirar.
Por lo demás, gran artículo. Muy necesario. Enhorabuena, señor Lobo.
Vivo en un país donde el pesimismo y la falta de esperanza son el peor de los males y el peor de los virus; que se come cada día un poco de cada uno de los españoles
Siempre es agradable comprobar que no hacen caso omiso de lo que comentan los lectores y corrigen.
Lobo no podías haberlo plasmado mejor: «Vivo en un país acrítico e inmaduro, que confunde un programa basura con un informativo de la BBC» y desgraciadamente, es LA CRUDA REALIDAD.
Señores de Jot Down, por favor, hagan filtro, un test o algo similar, para que no todo el mundo pueda comentar aquí. Que la pluralidad es buena, pero hay comentarios que son la hostia.
Por no añadir mucho más, gracias Jot Down por dejarnos disfrutar de este PERIODISTA, así con mayúsculas.
No, no me avergüenza ser Español, ni que mi himno sea una marcha real de una época oscura , pues si miro mas allá de los muros de la patria mía veo una Inglaterra de corsarios y piratas donde quien encargo la partitura de God save the Queen reconocía el trafico de esclavos como un bien supremo, e irrenunciable
No no inventamos la coca-cola ni los burger King ni fuimos los primeros en pisar la luna ni hacemos películas inolvidables como lo que el viento se llevo, ni fabricamos ostentosos Cadillac de gran consumo gasolinero, ni producimos tecnología de última generación, ni fuimos los mas bravos ni aguerridos guerreros contra Hitler y sus secuaces , no arrojamos la primer bomba atómica en Hiroshima ni hicimos los primeros vagones para negros, ni autobuses para blancos, ni inventamos guerras con dudoso pretextos armamentístico,
No no somos ni Romeo ni Julieta, ni inventamos el Rock and roll
ni hicimos religiones a la carta , para justificar las promiscuas necesidades sexuales de un Rey, ni cortamos cabezas a hachazos a nuestras reinas ni guillotinamos a nuestros reyes a un que por dejadez no llevamos al garrote vil a Fernando VII,
Somos diferentes, no fuimos ni los primeros ni los segundo en generar dos guerras mundiales, ni tuvimos la oportunidad de de acabar con los aborígenes de Oceanía, ni cargamos con el VII de Caballería a los mandos del Teniente Coronel George Armstrong Custer sobre la maltrecha raza Amerindia
No no creamos el soviet –supremo ni la revolución bolchevique fue una iniciativa nuestra en Rusia, pero hacemos una ensaladilla Rusa que nos mata el hambre , y nuestras purgas fueron la mayoría con aceite ricino y agua de carabaña, no no descubrimos ni la molécula ni el átomo, pero si la tortilla Española, a un que fueran los Incas los creadores de tal culinario plato, no hicimos el primer trasplante de corazón, pero somos los primeros en trasplantar corazones
Y en regalarlos por medio de las donaciones ,somos los más generosos, de este globo terráqueo,
somos la España de las contradicciones de lo bueno y de lo malo, somos la España conformista ,la que monta un tenderete a ritmo de pandereta y castañuelas, pero sin un Titanic del petróleo se nos hunde cerca de nuestras costas se moviliza media plebe a limpiar chapapote a golpe de azada pala y carretilla , no, no escribimos la novela de Cumbres borrascosas , pero si vemos las cumbres con nieves y borrascas nos hacemos un escaldon de gofio con tropiezos de tocino que resucitan a muertos y alientan a un parado
No somos la España de la Historia interminable , lo que pasa es que a mucha gente no le gusto el final de la historia y quieren guionizar su propia historia , no escribimos la biblia ni el Coran , ni la Iliada , ni Dante ni Petrarca fueron de los nuestros , apenas dominamos la lengua Inglesa , pero tenemos la gramática mas rica y culta del planeta tierra y Cervantes con su Quijote acumulo mas riqueza lingüística que la suma de muchas obras literarias de la lengua anglosajona , pero es que somos diferentes
Calderón de la Barca , Lope de Vega , El Arcipreste de Hita , San Juan de La Cruz , Azorin Juan Ramos Jimenez, Espronseda Camilo Cela , Garcilaso De La Vega , Velazquez , Goya Zurbaran , Picazo , Dalí y Antonio López también fuero Españoles quizás de casualidad pero Españoles ,
Somos la España donde enterramos a los dictadores resientes y desenterramos a los tiranos Romanos de hace XX siglos, pero es que somos distintos y que vamos hacer si es que muchos Españoles nacieron en el Mediterráneo.
Esta España nuestra ,igual que Inglaterra, Francia Alemana Estados Unidos Italia o Australia tiene renglones torcidos en su Historia escritos ,con tinta de genocidios sangre y muerte pero yo nací aquí ,y si bien es verdad que hoy tenemos dificultades graves y profundas, con toda seguridad nos levantaremos y a paso de una marcha real volveremos …
El titular es falso, todo el mundo conoce la voz de Marilyn.
http://www.youtube.com/watch?v=EqolSvoWNck
Pues nada los que esten descontentos ya sabeis a emigrar y a seguir vuestra vida, que mania con quejarse siempre estamos quejandonos, que si los actores son malos, que mira los americanos, que si mejor en VO. POR FAVOR! Basta ya, os leo y más de uno me dais miedo pareceis comunistas
Este tipo de textos siempre ocultan algún tipo de optimismo por parte del autor. En este plan: yo me quejo, me desahogo y a ver si, tras abrirle la mente, levanto a alguien del sofá. Pero, como ya ha dicho un tipo muy espabilado por aquí, al lector medio de Jotdown no hay que convencerle de nada.
A quienes hay que convencer es a ésos que todos conocemos. Y, con perdón, eso es imposible. Para que en España hubiese un cambio profundo de verdad, España tendría que dejar de ser España. Vamos, tendríamos que abandonar esa divertida personalidad del anuncio de Campofrío y ser completamente distintos. Lo cual, repito, es imposible.
Yo desde hace unos años lo tengo claro. Antes que gastar energías en este pseudo-desierto, dándole oportunidades una y otra vez que se quedan en nada, me piro. Soy consecuente conmigo mismo. España no me gusta, pues adiós.
Ya está. Así de fácil.
Si te lo curras y tienes suerte los países son como las empresas: compras al que más te convence. Emigrar evidentemente no es fácil, pero tampoco lo es vivir en un país que se personifica en Belén Esteban. De verdad, esta mujer encarna todo lo que es España. La España real. La de verdad. No ésa que habla de Lars Von Trier entre cervezas de importación y sale cada finde a ver el concierto del grupito indie de la hermana del colega diseñador gráfico de turno. Me explico, ¿no?
Y, ojo, aclaro que cuando digo España también incluyo Cataluña y País Vasco (me la suda el tema de la independencia. Lo hago por puro pragmatismo). A Cataluña la conozco muy bien, pues viví allí durante casi diez años. No los vi muy distintos al resto. Excepto, tal vez, en la manera de vestir de los adolescentes.
Pues eso, que ya está bien. Admitamos que este país ha sido, es y será una mierda. No tiene solución. Quien tenga dudas que consulte los libros de historia. Si pese a ser una mierda, te gusta, felicidades. Si no, deja de molestar a quienes la pandereta ya les va bien y lárgate. Siempre tendrás casa para volver en verano. Con suerte, cerca de la playa.
También, autor, vives en un país de gentes tolerantes, que sabe convivir con tensiones políticas y sociales que otros países no aguantarían. En un país al que las marcas que le dejó la historia, siempre injusta, volvieron sabios sus mayores, está por ver a sus jóvenes.
La corrupción es humana y está por doquier, España no es peor que otros países en ese sentido.
Yo no soy de aquí y soy de aquí al mismo tiempo. Espero que los españoles sepan ver la sabiduría de los abuelos y se sientan orgullosos y no avergonzados. Si no hay ojos para verlo es que vivimos en un país miope.