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Los mejores partidos de tenis del último lustro

Roger Federer
Se apagan los focos y se asienta la arcilla. Se recupera el pasto castigado mientras al cemento se le repintan las líneas de juego. La temporada de tenis 2012 llega a su fin con los últimos eventos oficiales. Las mejores raquetas de la ATP se reúnen en Londres para disputar la Copa de Maestros, que enfrenta a los ocho grandes nombres de la temporada. Se juega el torneo a cara de perro y con las últimas fuerzas que restan, e inevitablemente se hace balance del año recorrido. Notarán todos la ausencia de Rafa Nadal, fijo en esta cita de final de año, y será inevitable no pensar en el serio aviso que le ha dado su salud. Se destacará con toda justicia la temporada de Andy Murray, por fin ganador de grandes cosas, como el oro olímpico y el US Open, una explosión paciente y trabajada que no llega ni tarde ni pronto. Tampoco se olvidará el trabajo de un Roger Federer que, lejos de marchitarse a sus 31 años, volvió al liderato del ranking durante buena parte del curso, a raíz sobre todo del título en Wimbledon. En cuanto al número uno, Novak Djokovic, su curso ha sido otra vez notable, aun habiendo sido imposible igualar el inalcanzable año 2011; ha firmado la victoria en Australia, las finales de París y Nueva York y se ha llevado los Masters 1000 de Miami, Toronto y Shanghái. Asimismo, conviene acordarse también de David Ferrer, a la sazón hombre más victorioso del año en número de partidos ganados y títulos conseguidos, un Ferru cada vez más cerca de los cuatro magníficos que lo preceden. Completan la nómina de competidores más nombres habituales del Masters Cup, como Juan Martín Del Potro, cuya recuperación ya es todo un hecho, Tomas Berdych, al que hay que darle crédito por su permanencia ya de varias temporadas entre los mejores, Jo Wilfred Tsonga, otra raqueta aspirante consolidada, o Janko Tipsarevic, que el año pasado ya entró en la terna de participantes, aunque fuera a última hora. Con independencia de quiénes se alcen con los últimos títulos en juego —Copa Masters y Copa Davis—, podemos calificar ya la temporada 2012 como notable.

Abundando en este balance del curso, es un ejercicio interesante elegir cuál ha sido el mejor partido de todo el año. ¿Quizá una de las finales de Grand Slam? ¿Algún partido de Masters 1000? ¿Un partido de la Davis? Siendo una selección caprichosa, y siempre personal y discutible, hacerlo no representa ninguna medida de importancia global pero sí señala a grandes rasgos cuáles han sido algunas claves del año. Elegiremos el encuentro de tenis ATP más memorable de la temporada 2012, y seleccionaremos también el partido más destacado de cada una de los cuatro últimos cursos, como manera de crear un mapa de completo temporalmente. Lo que quedará es un mosaico, un esbozo de cuál ha sido el paisaje tenístico reciente, y de un vistazo nos dirá por dónde se ha movido el deporte de la raqueta en la última época. En orden cronológico, los mejores partidos son los siguientes:

2008: Rafa Nadal en la cumbre

Nadal se apoderó de París muy temprano, con solo 19 años. Lo haría en adelante muchas veces más, pero el torneo que más ilusión le hacía ganar desde siempre era el Grand Slam de hierba: Wimbledon. Pese a su supuesta debilidad en esta superficie, Rafa logró ser pronto competitivo. En 2006 jugaría su primera final, repitiendo este éxito hasta cuatro veces más en los siguientes seis años. En esa primera edición ’06 no tuvo nada que hacer contra un Federer que le pasó por encima, pero en 2007 Rafa se quedó realmente cerca, forzando el quinto set pero viniéndose abajo en esta última manga, también frente al campeón suizo. La tercera reválida la logró justo al año siguiente, y aquella tenía que ser la intentona definitiva.

La final de 2008 también tuvo a Roger como contrincante. Nadal sabía bien dónde estaba, para él, la clave para ganar: “Había aprendido la lección de la derrota de hacía doce meses y tenía claro que no me iba a fallar la concentración; me podía fallar cualquier otra cosa, pero la cabeza, no”.¹ Fueron 4 horas y 48 minutos de lucha sin cuartel. El partido empezó tarde, pues la amenaza de lluvia se confirmaría en los minutos previos al encuentro. Una vez comenzó, las nubes negras ya nunca los abandonarían, siempre amenazantes toda la tarde. Nadal ganó las dos primeras mangas aprovechando mejor sus bolas de rotura. Tiraba al revés de Roger insistentemente, ciñéndose concienzudamente a este plan de juego. Rafa llevaba ventaja, sobre todo por saber gestionar mejor las situaciones importantes, pero Roger aguantó magnífico y consiguió igualar a dos sets iguales, ganándolos en el desempate e incluso salvando dos bolas de partido. Ya entonces el choque había alcanzado un nivel imperial, el público del All England Club estaba entusiasmado y todavía aguardaba el parcial definitivo. En el quinto set la batalla fue también épica, produciéndose incluso una parada por la lluvia, la segunda interrupción tras un chaparrón durante el tercer set. Todo parecía indicar que el partido se aplazaría hasta el lunes, pero finalmente se reanudó con 2-2 y 40 iguales en la mortal quinta manga. Los nervios seguían a flor de piel. Hasta el 7-7 ambos tenistas se mantendrían más o menos sólidos, limitándose a aguantar, resistir al máximo. Sin embargo, la cabeza de Nadal terminaría por marcar la diferencia. Con escasísima luz y un ambiente ansioso e histérico, Rafa terminó por desgastar a Federer y hacerlo sucumbir al momento, rompiendo su servicio tras un juego muy largo. Luego el español hizo bueno su saque, no sin dificultades, y se alzó finalmente ganador cuando Federer estrelló una derecha contra la red. El marcador final fue 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 9-7, un absoluto triunfo de la convicción. John McEnroe, nada sospechoso de regalar elogios, declararía después del partido que era el mejor encuentro de tenis que había visto jamás. Para Nadal el partido supuso auparse definitivamente hasta la altura del número uno y lograr el torneo que tanta ilusión le hacía. Por su parte, Federer entregaba la cuchara de su imperio, que en adelante sería ampliamente cuestionado y muchas veces cedido. Aún hoy, según el propio Rafa, sigue siendo el partido más brillante en la memoria del jugador de Manacor.

2009: Una semifinal estratosférica

Nadal llegó a 2009 en plena madurez. Lo vistieron para la ocasión y cambiaron el pantalón pirata y la camiseta sin mangas por un atuendo más sobrio y menos juvenil, probablemente el vestuario más bonito que Nike le ha dispuesto nunca al tenista español. Cuando llegó al US Open’09, el tenista balear era afianzado número uno y su magnífico 2008 le respaldaba. Se plantó en semifinales de Australia sin perder un solo set, lo cual reforzaba su candidatura al Grand Slam oceánico, que nunca había conseguido ganar. Su rival en la antesala de la final no fue un jugador con gran ranking, precisamente porque el protagonista se había zampado a unos cuantos de los mejores. Esperaba Fernando Verdasco, por entonces número quince del mundo. El madrileño venía impresionando tras haber derrotado a Stepanek, Murray y Tsonga en las rondas previas. Se plantó en las semis sin nada que perder y en un estado de forma inédito, exhibiendo un cambio absoluto de mentalidad que dificultó las cosas a Nadal hasta el extremo más extraordinario.

Ambos tenistas se masacraron durante 5 horas y 15 minutos. Verdasco se negaba furioso a aceptar el orden establecido, lanzado a tumba abierta, agigantando por la victoria en Mar del Plata de la Copa Davis. Nadal empleaba el 120% de sus recursos para sobrevivir a las embestidas de su rival, luciendo un repertorio total en una superficie poco afín. Se sucedieron los winners y los momentos fulgurantes de todas las formas posibles, derechas ganadoras, reveses cruzados, dejadas magistrales, una colección interminables de highlights para los ojos, un nivel de tenis irreal para el espectador. Llegaron al último lance del partido con 192 puntos ganados cada uno, quinto set, 5-4 para Nadal y servicio de Verdasco para igualar, pero el madrileño hincó la rodilla al cometer una inoportuna doble falta con match point en contra. Fue lo único vulgar de todo el partido. Nadal se desplomó ganador, vencido en el suelo tras 5 sets trabajadísimos, 6-7, 6-4, 7-6, 6-7 y 6-4, todos sin respiro alguno y resueltos por estrecho margen, hasta tres de ellos en la muerte súbita. Tan cerca estuvo Verdasco de ganar a Rafa, que el balear contaría años después, en el libro que escribiría con John Carlin: “Finalmente, la ocasión llegó cuando ganaba yo 5-4 y 0-40 sacando Verdasco (…) Perdí los dos primeros puntos. Aquello fue demasiado para mí y me vine abajo; la coraza se me desprendió, y el guerrero Rafa Nadal dejó al descubierto al Rafael vulnerable y humano. El único que no lo vio fue Verdasco (…) Los nervios también le traicionaron y, en un momento de suerte increíble para mí, cometió doble falta y me entregó la victoria sin que yo hubiera tocado la bola”. Nadal quedaría tan exhausto que su participación en la final con mínimas garantías competitivas, dos días después, fue dudosa hasta horas antes del partido. Pero logró sacar increíbles fuerzas de flaqueza y se impuso a Roger Federer en un encuentro también sensacional, jugado a cinco sets durante cuatro largas horas. En cuanto a Verdasco, lograría ser top ten durante dos años, para luego volver a transitar por donde solía.

2010: El partido interminable

El encuentro entre Nicolas Mahut y John Isner de Wimbledon’10 no destaca por su calidad tenística, pues palidece claramente al lado de sus vecinos de página. Pero es innegable que se trata de un partido especial en varios sentidos, de ahí que lo hayamos elegido a modo de anécdota. El encuentro duró 11 horas y 5 minutos, y se jugó a lo largo de tres días, iniciándose el martes 22 de junio y finalizando el jueves 24. El primer y el segundo día el juego se suspendió a las nueve de la noche por falta de luz. Al tercero vino la Reina de Inglaterra, que no se lo quiso perder, y tras una horita extra en el tiempo de sobremesa, justo antes del té de las cinco, Isner logró finalmente imponerse con un marcador total de 6-4, 3-6, 6-7, 7-6 y ¡70-68! La cancha dieciocho de Wimbledon era muy modesta, pero ese día estaba hasta arriba de curiosos. Tras la victoria, el americano diría de su rival: “Este chico es un absoluto guerrero. Quizá nos encontremos de nuevo, pero no volverá a ser 70-68”. Batieron un montón de récords infinitos de enumerar, entre ellos el de partido más largo de la historia de la ATP. Fueron 183 juegos jugados, 980 puntos repartidos y un último set que duró 8 horas y 11 minutos, superando holgadamente por sí solo la anterior plusmarca del encuentro más largo (un Santoro-Clement de 6 horas y 33 minutos en Roland Garros).

Sin duda no fue tanto un partido de tenis como más bien una rareza de Libro Guinness, un encuentro tan largo que terminó por aburrir a los beefeaters en su guardia. La proeza daría la vuelta al mundo y los protagonistas se fotografiarían al pie de los marcadores, como plusmarquistas de atletismo, y serían galardonados nada más finalizar el encuentro con un premio especial del club de tenis londinense, más otra distinción dos semanas después, el Premio ESPY en la categoría de Records. Con todo, en la siguiente ronda John Isner sucumbiría en apenas hora y diez frente al holandés Thiemo de Baker, 0-6, 3-6, 2-6, siendo incapaz, con sus más de dos metros de estatura, de efectuar ni un solo saque directo, cuando en el partido con Mahut había logrado 112, y en un encuentro normal firma 15 ó 20 de media. Fue un partido diez veces más corto, malogrado por la victoria heroica pero pírrica de Isner sobre Mahut bajo la mirada atenta de la Reina Isabel de Inglaterra.

2011: Las mil vidas del nuevo Djokovic

El increíble año 2011 de Novak Djokovic solo parecía tener una pequeña kriptonita: Roger Federer. El tenista serbio masacró como quiso al número uno, Rafa Nadal, y sometió con igual rotundidad a Andy Murray y a los que le precedían en el ranking, pero con Federer a Djokovic le costaba más trabajo. No era nada demasiado serio, pues le ganó cuatro de los cinco partidos que ambos disputaron esa temporada, pero el suizo siempre parecía encontrar unas cosquillas que los otros ni olían. Sucedió como nunca en las semifinales de Roland Garros de ese año 2011. Nole llegaba a París con el impresionante récord de 43 victorias consecutivas, una racha cuyo inicio se remontaba a diciembre de 2010. Pero aquel viernes de junio Federer le ganó en cuatro sets igualados, rompiendo con justicia esa impresionante plusmarca que venía aterrorizando al circuito desde hacía meses. Sin embargo, el destino dio pronto al serbio la posibilidad de vengarse. Djokovic y Federer volvieron a coincidir en las semifinales del Us Open, en el mes de septiembre, donde ambos firmarían un duelo absolutamente espectacular.

Bajo el sol del verano neoyorkino, el número uno y el número tres sacaron el máximo partido a la veloz cancha Arthur Ashe, de altísimas gradas y envergadura infinita. Protagonizaron un encuentro hipersónico, con intercambios furibundos a un nivel de tenis altísimo y realmente veloz. Al principio Federer volvió a encontrar las flaquezas del temible serbio, consiguiendo ponerse dos sets arriba, pero Djokovic protagonizó una remontada llena de casta y coraje, con ese instinto asesino que le había convertido en campeón. Igualó el partido a dos sets, sacando a relucir todo su tenis arrollador y encendido, pero llegados al último parcial Federer jugó mejor las bolas calientes y logró una ventaja que parecía definitiva. En ese momento tuvo al serbio prácticamente derrotado, 5-3 arriba en el quinto set y 40-15 con servicio, y parecía que el campeón suizo era, en efecto, la kriptonita de Súper Djokovic. Pero entonces el serbio sacó a relucir su cualidad más valiosa durante su singladura victoriosa, además del olfato depredador: la supervivencia. Nole exhibía una capacidad impresionante para sobrevivir cuando las cosas se le ponían feas. Aquel día y en ese momento, la cámara le enfocó frunciendo los morros con sorna, acaso ya sintiéndose perdedor. Entonces, Federer lanzó su primer servicio, un saque potente a la esquina del cuadro, y el serbio conectó un resto inverosímil, una devolución de una entre cien, totalmente imposible de devolver por Federer. El serbio se fue hacia el lado del público y levantó los brazos para jalear al gentío, que estalló en júbilo. Aún quedaba otra bola de partido, y cuando fue a enfrentarla Djokovic lo hizo con una sonrisa burlona. ¿Resultado? Restó con éxito un primer servicio extraordinario de Federer lanzado al cuerpo, y al golpe siguiente el suizo no pudo devolver la bola, estrellándola en la red. De forma inverosímil Novak había escapado con vida. Luego se comió a Roger a pequeños bocados. Había destruido su plano psicológico después de la oportunidad perdida del suizo, y terminó por darle la puntilla y ganarle rompiendo su saque, con un marcador total de 6-7, 4-6, 6-3, 6-2 y 7-5. La consecuencia de aquella gesta fue importante, pues apuntaló el reinado de Djokovic y le otorgó la oportunidad de conseguir un trofeo que aún no tenía. En la final se impondría a Nadal en cuatro sets, siguiendo claramente la tónica de dominancia vista durante toda la temporada sobre el balear. Ese fin de semana Nole rubricó un año estratosférico.

2012: Nadal delante del muro

Otra vez se encontraron Rafa y Novak a la vuelta de la tregua de Navidades, nada más comenzar el nuevo curso 2012. Fue en Melbourne, en el mes de enero. Djokovic buscaba conseguir su tercer Abierto de Australia y comenzar con fuerza la defensa del número uno. Nadal, por su parte, estaba otra vez delante del coco, su muro personal, un jugador con el que la temporada pasado había acumulado un balance adverso de cero victorias y seis derrotas, dos de ellas, incluso, en tierra batida. No solo por la losa psicológica el partido era un galimatías para Rafa, pues no parecía haber dado en todo ese tiempo con la clave para derrotar a su rival: “Cuando me enfrento a Federer sigo un patrón de juego que tarde o temprano le obligará a cometer errores. Cuando me enfrento a Djokovic, la táctica no está tan clara”. Ninguno de los contendientes hizo un torneo impecable, pues tuvieron que ganar partidos a cuatro y cinco sets por el camino, pero sin duda llegaron con pleno merecimiento a la final de Australia, siendo los mejores del momento y conformando el duelo esperado por todo el mundo. Llegado el momento, las expectativas se vieron generosamente colmadas.

La pista Rod Laver estaba completamente llena para la ocasión. Rafa se llevó la primera manga por 7-5, después de romper el saque rival con 5 iguales. La agresividad y sangre fría del español, muy serio y concentrado, le estaban dando valiosos réditos. Se insinuaba un partido distinto a los recientes, pero Djokovic fue poco a poco imponiendo su ley. El serbio se llevó la segunda manga con un ajustado 6-4, aprovechándose de los errores en el servicio de Nadal, sobre todo al final del parcial. En el tercer set la tendencia se acrecentó. Novak se impuso claramente por 6 juegos a 2, y lo que es más importante, comenzó a dominar a Nadal al modo en que lo tenía acostumbrado últimamente, la fatal espiral dominante del balcánico. Sin embargo, Rafa resistió. El español supo sufrir de lo lindo en la cuarta manga para al final llevársela en el desempate, remontando incluso un 5-3 adverso en ese tie break. El set duró hora y media, el más largo de todos, y el reloj ya rebasaba las 4 horas y 30 minutos de partido. Aquellos dos tenistas estaban protagonizando, otra vez, un enfrentamiento que ya era un clásico instantáneo.

Forzar la quinta manga fue, a todas luces, un aporte de moral para Rafa y una decepción para Djokovic. Demostrando una fortaleza admirable, Nadal consiguió una valiosísima ventaja en el quinto set: rompió el saque del serbio para ponerse 4-2 arriba, ¡y con servicio! Era, sin duda, lo más cerca que había estado de derrotar al nuevo Djokovic nunca jamás, su pesadilla personal, sobre todo en pista dura. Lo tenía realmente contra las cuerdas, pero Nole tiene mil vidas, y de forma absolutamente brillante, consiguió romper el servicio de Nadal, igualar el partido con su saque y terminar adueñándose de él. Rafa no pareció acusar la oportunidad perdida en exceso, pero cuando Djokovic viene remontando desde atrás ya es casi imposible de parar. A la postre, el balcánico terminaría por romper con 5-5 y se llevaría el partido con su servicio, con un impresionante marcador global de 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 y 7-5. Abrazó a Nadal y se echó al centro de la pista, se sacó la camisa del pecho rompiéndola con furia y comenzó a rugir hacia donde estaba su equipo. Rafa, mientras tanto, se preparaba para la ceremonia con tranquila resignación. Había sido la final más larga de Grand Slam en toda la historia de la Era Open: 5 horas y 53 minutos, una verdadera maratón sobrehumana. Después del partido, Rafa declararía estar medianamente satisfecho: “Es la final que he perdido que menos me ha dolido, porque he hecho todo lo que he podido, he luchado, he competido de tú a tú con un jugador que es brillante y he estado muy cerca. Lo he llevado al límite, algo que no había conseguido en 2011, y también me he llevado a mí mismo al límite (…) Después de un tiempo en el que he sufrido sin disfrutar, hoy he podido sufrir disfrutando, y ese es el camino”. Aquel mismo año, este año 2012, Rafa lograría por fin vencer a Djokovic. Lo haría en tres ocasiones, todas en tierra batida, y aunque aún le queda la cuenta pendiente de hacerlo sobre pista dura, el fantasma del serbio ya le da bastante menos miedo.

¹ Rafa, mi historia, John Carlin con Rafa Nadal. Editorial Indicios.

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27 Comments

  1. Xabier

    Buenas elecciones , pero me sobran el de mahut con isner y el nadal-verdasco. Y meteria la final de wimbledon federer-roddick y por meter uno en tierra batida el nadal-djokovic de madrid.

  2. Witold

    Gracias por este articulo, pero una cosa: ¿Se juega el mejor tenis cuando hay 5 sets?

    Hombre, no es ninguna critica, esta claro que toda antologia es subjetiva, pero da la impresion de que eso ha sido un criterio de seleccion y es una pena, al eliminar unos partidos brillantisimos.

  3. granjefeindio

    Elecciones bastante absurdas. ¿Qué pinta ese partido de Guinness? Poca calidad tenística tuvo. Si había que poner partidos largos, haber puesto el Federer Roddick de 2010.

    Para mí la final del US Open del año pasado tuvo muchísima calidad. Por poner un ejemplo.

    • Xabier

      Maravilloso tercer set , con tie break incluido, en la final del us open 2011. Aunque el resto no es comparable a la final de australia.

  4. SirLameth

    Grandes partidos todos ellos (salvo el Isner – Mahut, que reconozcamos que fue un duelo de sacadores puro, y si no fuese por la duración no estaría en el top), pero para mi, el top 5 sería:

    Wimbledon 2008 Final Nadal Vs Federer

    Australia 2009 Final Nadal Vs Federer

    US Open 2009 Final Del Potro Vs Federer

    Roland Garros 2011 Semifinales Federer vs Djokovic

    Us Open 2011 Semifinales Djokovic vs Federer

  5. Sacary7

    Anoche, tras charlas con varios tweets con Carlos Zúmer, y como varios de vosotros, creo que se podrían incluir varios partidos en la lista (no se si al mismo nivel, pero para mí con gran importancia en estos 5 últimos años) A botepronto recuerdo los siguientes en cada temporada:
    – En 2007 ninguno en especial, ya que tanto Federer como Nadal eran los claros dominadores; quizás la final de WB, ya que después de la paliza de 2006, Nadal se dio cuenta de que podía ganar en hierba, como se demostró un año después.
    – en 2008, claramente estoy de acuerdo con la final de WB como uno de los mejores partidos de siempre. También se podría incluir la final de Roland Garros, que fue un auténtico paseo de Nadal. Y por supuesto, los partidos de la final de la Davis, tanto el Delpo-Feliciano, como el definitivo Acasuso-Verdasco
    – De 2009 destacaría el partido Nadal-Soderling de RG, que por ahora sigue siendo la única derrota del español en París, y la propia final, ya que Federer consiguió el único Gran Slam que le faltaba. Incluso destacaría la final del AO por encima de las semis, que aun siendo un gran partido, no creo que fuera de España tuviera una gran repercusión (dentro de la repercusión que tienen unas semis de un grande). Y por supuesto la final de Wb entre Federer y Roddick.
    – En 2010, tengo especial predileccion por los Qf de Australia, en los que Federer ganó a Davidenko, que venia de un final de 2009 y un comienzo de 2010 apabullante, incluso en el primer set y la primera parte del segundo, estaba dando un auténtico recital, hasta que Federer empezó a pegar muy duro al centro de la pista, y acabó pasando por encima del ruso, que empezó a caer en la clasificación de manera definitiva.
    -En 2011 la semis de Roland Garros entre Nole y Federer fueron un auténtico espectáculo, así como las del Us Open entre los dos.
    – Y para este año, la final de Shangai fue brutal, y emocionalmente Roland Garros, Wimbledon y los JJOO han sido geniales.

    Obviamente, la lista puede ser infinita y muy subjetiva, pero para mí el ranking seria este:

    – Final WB 2008 Nadal-Federer
    – SF Roland Garros 2011 Djokovic-Federer
    – Final WB 2009 Federer-Roddick
    – Final Davis 2008 Del Potro-Feliciano
    – QF Austrlia 2010 Federer-Davidenko (este es mi debilidad en este lustro)

    Que opinais??

    • Xabier

      Para mi la final de australia 2012 ocuparia un lugar muy alto en esa lista.
      Por cierto la semi RG 2011 de Federer-Djokovic fue un partido fantastico , la calidad fue brutal , recuerdo la decepcion del Murray-Nadal posterior despues de ver el espectaculo de la primera semifinal.

      Tambien me gustaria destacar un Ferrer-Verdasco en el usopen 2010 con remontada de Verdasco que me parecio buenisimo.

      Para finalizar me falta algun partido de Murray aunque no creo que haya ninguno que pueda entrar en el top 5, quizas las semis de este año en australia o unas semis con nadal en el master.
      Un saludo.

    • SirLameth

      Recuerdo esos cuartos de Australia Federer vs Davydenko, donde el ruso llegaba pletórico después de ganar la copa masters y y el torneo de Doha (remontando en la final a Nadal) y hace un comienzo de partido abrumador ante el suizo, que a mediados del segundo set encuentra el modo de atacarlo y creo que le conecta 12 juegos (tal vez más) consecutivos.

      Respecto a la final de Wimbledon 2009, a mi me parece que peca un poco como el Isner Mahut de 2010 (aunque salvando las distancias, obviamente). Tiene toda la épica de ser la final con más juegos, más larga y demás «mases» que tuvo en su momento, pero para mi la calidad tenística no fue tan alta como la del resto de partidos que nombras (la de 2007 por ejemplo me gustó mucho más).

      Por añadir partidos a tres sets, a vuela pluma diría:

      Semifinales Roma 2011 Djokovic-Murray
      Master Cup 2008 Round Robin Murray-Federer
      Master Cup 2011 Round Robin Federer-Nadal
      Semis JJ.OO. 2008 Nadal-Djokovic
      Semis JJ.OO. 2012 Federer-Del Potro

      Y no entra en el ranking por un año, pero me gustaría dejar constancia del partidazo que se marcaron Nadal y Federer en la final de Roma 2006.

      • Sacary7

        De acuerdo con casi todo. Insisto en incluir la final de este año de Shangay Nole-Murray, fue un auténtico partidazo.

        En cuanto a las dos semis de JJOO que nombras, totalmente de acuerdo contigo, especialmente el Nadal – Djokovic de 2008. La final de WB de 2009 sí la recuerdo de un alto nivel, aunque puede ser que el tipo de juego de Roddick no favorezca tanto el espectáculo como el de otros. ¿y si no tira aquella volea al pasillo de dobles?

        La final de Roma de 2006, puede estar entre los mejores partidos de siempre, con un Nadal inmenso en tierra, para variar, y un Federer en la cima de su carrera. Ese partido, y las SF que gana Safin a Federer en australia, mis partidos favoritos.

        Xabier, no recuerdo el Ferrer Verdasco que mencionas, y quizá no haya ningún «gran» partido de Murray porque hasta este año no habia disputado ningun partido serio a los top 3. Pero la final de WB podría entrar en la clasificación, esas dos voleas de Roger para cerrar el set….Y sin lluvia, puede que hubiera sido otro el resultado.

  6. Oxímoron

    No es este un mal momento para explicar en qué consiste una terna de ocho.

    Por otro lado, el partido entre Mahut e Isner fue un prodigio de gigantismo pero no de tenis. El partido, por muy largo que fuese, tuvo la calidad justita y los últimos diezmil millones de juegos estaban cargados de emoción pero no regalaron ni medio golpe al espectador. Si se entiende lo mejor por lo más largo tiene sentido escogerlo, pero en ese caso Isner, quizá el más alto del circuito, tendría que ser también el mejor jugador.

  7. C. Zúmer

    Hola a todos. Es posible que fuera una mala idea, pero la elección del Mahut-Isner no tiene nada que ver con la calidad tenística, es evidente, fue más la intención de meter un partido ‘anecdótico’ dentro de tanto gigante. Como digo, es posible que fuera una mala idea, pero el propósito está claro en el texto.

    Gracias a Sacary 7 por su detallado comentario. Es imposible contentar a todo el mundo, y a mí mismo me parece mal mi propia lista, en el sentido de que he dejado fuera partidos que me hubiera encantado meter, pero elegir tiene estas cosas y hay que mojarse. Creo, no obstante, que todos los encuentros escogidos son de una calidad muy alta, por lo que su presencia, si bien siempre será discutible, no debería ser insoportable para nadie.

    Y Witold, lo que dices es interesante. La verdad es que lo de los 5 sets no ha sido ningún criterio de elección intencionado, pero los duelos tan largos crean una épica que, es verdad, puede hacer olvidar partidos más cortos y mejores. Creo que esto me ha influenciado, pero no ha sido algo premeditado, ni pienso que un encuentro a 5 mangas es, por sistema, mejor que uno a 3.

    Lo bueno es que sigamos debatiendo y poniendo nuestros partidos preferidos, así que gracias a todos y avanti.

    • SirLameth

      Ahora que acabo de leer el artículo, dos correcciones:

      – La victoria de Nadal en Wimbledon, aunque obviamente fue clave para el ascenso del balear al nº 1, no supuso su coronación automática. Tuvo que ganar y hacer semis en los masters de Toronto y Cincinnati para lograr oficialmente el puesto de Nº 1 (que además se «retrasó» una semana por la celebración de los Juegos Olímpicos)

      -Al hablar de la semifinal del 2009, dices que Nadal llegaba al US Open 2009 como nº 1 afianzado. Obviamente tendría que poner Open de Australia (por que además, al US Open 2009 no llego como nº 1, jeje)

  8. Pingback: Tenis para recordar | Carlos Zúmer

  9. rayvictory

    lo siento. Donde esté McEnroe – Borg o McEnroe – Connors, que se quite el resto…..y con aquél grito de McEnroe…»estoy hasta los c….que los árbitros me den por c…..» con toda la créme de la creme de la british society mirando….eso sí que era salsa y morbo….

  10. rayvictory

    y otra cosa…no les da la impresión que los jugadores actuales son más de potencia pura dado el control y pegada que permiten los nuevos materiales?. ¿No da un poco la sensación que los jugadores de antes eran más de toque y por ende mejores técnicamente?. La prueba más evidente es que se han ralentizado las pistas de hierba (con productos específicos que no vienen al caso describir) así como las sintéticas también para que el tenis se vuelva más vistoso, puesto que con los materiales actuales se haría inviable ver un intercambio de pelota (incluso se llegó a barajar aumentar el tamaño de la pelota hace unos años). Y sacando me quedo con dos tipos: Roscoe Tanner, Kevin Curren y Eric Korita (el surfero). Y ya por último en cuanto a nostalgia: ¿qué decir de las novias de los tenistas de antaño?…todas páginas centrales del Playboy de turno, descomunales hembras, hechas para el puritito arte de la cópula, (quitando a la novia rumana de Borg que no estaba mal pero no era la de Connors por ejemplo), actrices de primera línea (Tatum O’neil) y no las buenas chicas, madres de familia, que conforman el panorama actual… bueno, me voy al asilo a que me den la papilla…

  11. rayvictory

    y me viene a la cabeza: ¿y el partido de Jimmy Arias en Roland Garros que no se podía sentar en la silla porque las tías le tiraban las bragas y les tiraban los tejos de la manera más procaz imaginable?….en fin, tenis de verdad…

  12. Para mí, el mejor que he visto fue el Nadal-Federer de la final de Wimbledon 2008. Sin palabras sólo de recordarlo.

    http://saliendodesdeelbanquillo.blogspot.com.es

  13. claudio

    Hombre…es muy cuestionable cualquier lista; cada uno tiene sus partidos fetiche. No todos hemos visto todos los partidos del año, así que es una afirmación ligera. Cualquier lista es aceptable y rebatible. Eso sí, la final de Australia de este año (2012) yo no la meto ni de coñaentre los 20 mejores partidos que he visto. Reiterativa y cansina…y luego, más reiterativa y más cansina. La épica tiene un límite, como todo, y auqella final lo sobrepasó de una manera obscena. Eso no es tenis, no sé lo que fue, pero no tenis. Sin variantes, todos los puntos eran una repetición sólo alterada por la eficacia en el servicio. Sencillamente horroroso por momentos, y además perdió Nadal (si llega a ganar me habría parecido igual de horrible, que conste). Y lo de que McEnroe no es dado a «regalar elogios», será coña supongo. El tipo más sensacionalista que he leído nunca. Cambia de opinión cada 10 minutos. Como deportista genial. Como comentarista, sobresaliente. Como analista muy malo, de verdad. El que decía que Donald Young le recordaba a él (con 10 años, nada menos) o que Nadal voleaba mejor que Federer, o que Federer era el mejor de la historia (en 2007 lo dijo, cuando «sólo» llevaba 10 GS) y mil sobradas más. No, no puedo estar de acuerdo en lo de McEnroe, ni en lo de Australia 2012. Saludos

  14. carlos

    Personalmente me quedo con las semis de Roland Garros 2011 entre invictus Djokovic y Federer. Un partido de poder a poder,al pim pam pum,a ganar los puntos.Desde ese partido el serbio no le ha vuelto a jugar así a Federer. El tenis se esta convirtiendo en un deporte que lo practican atletas con raquetas y el hecho de que hayan ralentizados las pistas han dejado maratones no partidos de tenis.

  15. Iñaki

    Felicidades por el artículo. Antes de la mítica final de Wimbledon 2008, Nadal y Federer leyeron el estoico poema «If» de Kipling. Dos de sus versos están grabados en el All England Club:
    «If you can meet with Triumph and Disaster
    And treat those two impostors just the same»
    http://www.youtube.com/watch?v=vEeLh5ItQcY
    Eso sí, la interpretación es para matarlos. Se redimieron, en parte, con el partido.

    • C. Zúmer

      Gracias por la aportación Iñaki! No sabía nada. Lo de Nadal debe ser cosa de Opening.

  16. michelle

    POr calidad tenistica sin duda la final del masters entre NOLE y ROGER ha sido lo más grande de los últimos tiempos. Comparable a una antológica final de masters entre sampras y becker!!!!!!
    Es que no hay que confundir calidad con emocion. Incluir en la lista el nadal-verdasco es sencillamente PATETICO

  17. michelle

    PAra RAYVICTORY: ni lo dudes hombre, el tenis masculino atraviesa su mayor crisis desde nunca!!!! el top ten actual es de risa si lo comparas con el de hace 15 o 20 años. Ya tuvimos un debate de este tipo en este foro. Exceptuando federer el resto estarían muertos en los buenos tiempos, ni siquiera nole se salva de la dependencia del fisico….. claro que comparado con el circuito femenino lo dicho es una broma, el tenis femenino ha muerto.

  18. Falta Naldal vs Los controles antidoping…

  19. Pedro Mota

    Todo es subjetivo. Para el próximo lustro revise, cuando haga el artículo, la semifinal de Winblendon 2013 entre Nole y del Potro. Ha sido tenis con mayusculas, pegar como la pega en carrera el argentino no lo ha hecho, ni Pete, ni lo hace nadie, los recursos del serbio, aunque nos duela, son inmensos.
    La final fue un entrenamiento comparado con el monumento que fue ese partido.

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