Esta entrada llega con algo de retraso, pero por lo menos os puedo asegurar que los juegos de los que hablo hoy han sido probados a conciencia. Algunos recordaréis una entrada que apareció hace unos meses acerca de lo difíciles que se estaban poniendo los simuladores de fútbol para los jugones que lo petábamos en los tiempos anteriores a esta generación. Aquí va una buena noticia: las sensaciones se han recuperado.
Puede que en Electronic Arts y en Konami se hayan puesto las pilas o que me haya vuelto aún más viciado de lo que ya era, que también podría ser, así que os animo a compartir experiencias en los comentarios, pero lo cierto es que tanto FIFA como PES están este año a un gran nivel.
A un gran nivel, aunque siguen teniendo sus diferencias. Comienzo con Pro Evolution Soccer, la sorpresa más que agradable de este año. Tuve la oportunidad de jugarlo en el pasado E3 y la primera sensación fue inmejorable. Sí, Konami sigue estando varios pasos por detrás de su competidor pero después de años de ir a la deriva parece que el proyecto de este año es un buen punto de partida.
Al juego sufre de algunas carencias graves (ritmo endiablado, jugadas muy poco masticadas, un online en el que se premia en exceso el juego vertiginoso frente al elaborado) pero después de tantos años de decepciones, la edición de 2013 es un soplo de aire fresco para una franquicia que tiene que centrarse en pulir aspectos del juego y buscar su propia vía para diferenciarse de FIFA.
De primeras se me ocurre la jugabilidad instantánea que tiene el título. Si os quejabais de lo difícil que se estaba poniendo petarlo en un juego de fútbol, os aconsejo que le deis una oportunidad, ni que sea a la demo, para comprobar que de buenas a primeras se pueden marcar golazos dignos de cuando éramos estrellas del balompié.
Me pegué buena parte del verano alabando a PES por lo visto en el E3, cita en la que también tuve la oportunidad de ver FIFA 13, del que reconozco que no tenía muy buenas sensaciones… hasta que lo pude probar en todo su esplendor.
EA hizo campaña en esta edición por potenciar el realismo y la imprevisibilidad del fútbol. Ponían como ejemplo el final de temporada de la Premier, con aquellos minutos de locura en el campo del City y, por lo que se podía ver en las demostraciones para la prensa, la idea era hacer un juego aún más realista: jugadores incapaces de hacer controles reservados a los Ronaldinhos del mundo, mayor indefinición en las jugadas… En definitiva, hacer el fútbol más real en base a hacerlo más humano, más imperfecto.
Un servidor ya se temía lo peor. Más realismo, más aburrimiento. Más realismo, más imposibilidad de hacer una jugada en condiciones. Hasta que me tuve que callar la boca. No me preguntéis por qué, pero FIFA 13 es tan increíblemente adictivo y realista que incluso te permite ganar partidos en los que te mereces ir a la ducha con un 0-3 en contra y en cambio es capaz de desesperarte al perder partidos que tenías ganados.
La influencia de FIFA Street es más que importante en ambos títulos, e incluso diría que FIFA ha admitido que necesitaba subir un punto la velocidad de los partidos para perder realismo a costa de ganar ritmo. Los partidos son más alocados y ese componente de ruleta rusa juega a favor de la imprevisibilidad que tanto quería implementar Electronic Arts en su simulador estrella.
Llevaba tiempo diciendo aquello de que FIFA era el juego de fútbol del momento, pero… Con la edición de este año puedo decir que no hay excusas. Con la siguiente generación a la vuelta de la esquina, EA ha puesto el listón por las nubes aunque de cara a las siguientes consolas es necesario un lavado de cara gráfico y de animaciones. La potencia de dichas máquinas no les va a dejar excusa alguna para mantener los mismos gráficos del último lustro.
Después de esta pared entre los mejores simuladores, me guardo un espacio para mi mánager de cabecera. Me van a permitir que un juego de gestión futbolística se cuele en este espacio dedicado al fútbol a ras de suelo, pero lo que ha hecho Sports Interactive este año con Football Manager 2013 es muy bruto. Mucho.
Sin entrar en grandes detalles, Football Manager viene a ser el equivalente de PcFútbol con muchos esteroides. Un juego de gestión tan completo y profundo que abruma de buenas a primeras y al que cuesta su tiempo cogerle el punto. Personalmente, me tuve que hacer con una buena guía en inglés en su día porque no era capaz de aguantar una temporada entera en el banquillo.
Como decía, Football Manager tiene una profundidad y una complejidad que llegan a asustar. El juego te obliga a hablar con los jugadores antes, durante y después de los partidos, a preparar el juego que haremos sobre el rival, las tácticas individuales y colectivas… ¡hasta te permite ensayar los saques de banda!
Tanta profundidad, eso sí, convirtió al juego en un mastodonte que, poco a poco, se fue escorando hacia un nicho de mercado muy concreto: los ultrafans del fútbol con mucho tiempo libre. Pero en Sports Interactive vivieron en sus propias carnes una situación que muchos seguidores hemos sufrido estos años: ante el crecimiento del juego, se hacía imposible echar una partida en condiciones. Para hacernos una idea, unas cuatro temporadas en la Premier League suponen unas 100 horas de partida. Para finalizar Skyrim son necesarias, siempre en función de lo que nos distraigamos, unas setenta. Ahí queda el dato.
Frente a esta situación, Sports Interactive ha contraatacado de primeras: Football Manager Classic. ¿Un nuevo juego? Sí y no. Nos lo venden como un nuevo modo de juego aunque es una propuesta totalmente independiente de Football Manager que lleva ese Classic por apellido porque es una vuelta a los orígenes. Intenta conservar la esencia de Football Manager a la vez que le quita capas y capas al juego para que aquellos que no tengan tiempo libre o encuentren el juego original demasiado complejo puedan reconciliarse con el mánager definitivo. La mejora de tiempo es sustancial: una temporada se puede finalizar en menos de diez horas. Sigue siendo una burrada, sí, pero nadie dijo que los juegos de gestión fueran para echar unas partidas rápidas.
PES murió con la anterior generación de consolas, con aquellos colosales PES5 y PES6. Todo lo que ha venido después es simple y llanamente basura.
FIFA 13 es un gran juego, pero me quedo con el 12. Menos velocidad, más facilidad para elaborar jugadas.
Buen artículo.
Interesante texto. Una duda, cual es la proxima generacion de consolas?
el fifa 13 es una delicia donde las haya!
juego en clase mundial y puedo ir perdiendo 0-2 que remonto y viceversa… sencillamente espectacular
por primera además jugar contra la CPU no es aburrido, porque ataca mucho mejor y no defiende tan bien. Puede haber resultados abultadísimos: Juego con el Borussia Monchengladbach y gané 5-3 el último partido contra el Hertha Berlin.
En fin, muy recomendable!
Algo que no se suele comentar es que Fifa te deja variar la velocidad de «casi» todo. Existe un apartado en opciones en el que puedes variar la velocidad de los jugadores, del balón, del juego en sí…etc.
Por lo tanto si te parece rápido o lento, con que pases unos minutos probando los distintos baremos ya pones el juego a tus gusto.
El mío por ejemplo es cuando más lento, mejor.
Pablo, la próxima generación empieza con Wii U y seguirá con las sucesoras de PS3 y Xbox 360, de las que sólo sabemos que saldrán pero todavía desconocemos fechas y nombres.
Estoy de acuerdo en que PES nunca ha vuelto ha ser el mismo desde PES 6, sin embargo, este año creo que efectivamente sí ha dado con la tecla y te encuentras con un juego verdaderamente bueno. Lo digo como un PESadicto que, resignado, tuvo que pasarse a FIFA durante éste ultimo lustro. Sin embargo, FIFA siempre me dejara la espina de la IA, que para mi gusto deja mucho que desear. Además, hay un factor que no sabría como definir que siempre ha estado presente en ediciones de PES (y por supuesto, en el fútbol no virtual), que es la ‘aleatoriedad’ o ‘lo imprevisible’ como esencia en sus juegos, de la que creo FIFA carece… ¿qué opináis?