Hace unos días TVE, la televisión pública, emitió el documental Los hijos de Hitler, dirigido y producido por Chanoch Ze’evil. Una auténtica maravilla. Describe de manera precisa los sentimientos de culpa que lastran las vidas de los descendientes de los dirigentes nazis. Los hijos y nietos de Himmler, Göring o Goeth, monstruos que planificaron y diseñaron un brutal régimen dictatorial y el exterminio de millones de personas, organizaron los campos de concentración y dirigieron las SS. Sus padres y abuelos les ocultaron la terrible verdad y les aislaron de la realidad. Cuando crecieron, y fueron capaces de comprender la barbarie del III Reich, investigaron su pasado, intentaron asimilar la historia y, destrozados por el dolor y la culpa, pidieron perdón entre lágrimas. Algunos fueron incapaces de seguir viviendo en Alemania, otros se cambiaron los apellidos, todos arrastran la ignominia de lo que consideran una herencia contaminada. Bettina Göring, sobrina nieta del lugarteniente de Hitler, Hermann Göring, se esterilizó de forma voluntaria “con la intención de no crear otro monstruo, de no producir más Görings”.
La memoria es enemiga de la indiferencia. Cómo utilizamos esa memoria, cómo ordenamos el pasado, infunde sentido a la realidad. Sentido histórico, sentido moral y sentido ético. Le cuento todo esto porque escucho a Alberto Núñez Feijóo recordar emocionado, durante la celebración de la victoria de su partido en las últimas elecciones, a Manuel Fraga Iribarne: “sin él esto no sería posible”. Y me suena obsceno.
“Es difícil de explicar la culpa. No hay ningún motivo, entonces… ¿Por qué voy a sentirme culpable? Pero lo cierto es que me siento culpable”, asegura con voz temblorosa Rainer Höss, nieto de Rudolf Höss, comandante del campo de concentración de Auschwitz. “Es una carga demasiado grande tener a alguien así en la familia, tan cercano, añade mucha presión”, dice Atrin Himmler, sobrina nieta de Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS. “Aunque se trate de los padres, hay que ser duro y justo… Cuando su cuello se rompió me libré de una vida horrible, ¡cómo me habrías lavado el cerebro! Como a la gran mayoría de mi generación que no tuvo la suerte de ver a su padre ahorcado” recita con frialdad Niklas Frank, hijo de Hans Frank, gobernador general de la Polonia ocupada y responsable de los guetos y campos de exterminio. Declarado culpable de crímenes contra la humanidad en Núremberg, fue ajusticiado.
La maldad no se transmite en el ADN. En la sangre no existe nada que contagie características oscuras de la personalidad. Ni siquiera el alma pasa de unos a otros con los trasplantes de órganos, pese a lo que diga la presentadora de TVE Mariló Montero. Alemanes de diferentes generaciones rompen el tabú del amor a los padres: se sienten culpables por aquello que hicieron sus antepasados cercanos. No deberían. Los que realmente tendrían que sentir ese dolor son quienes no sienten remordimiento, niegan la historia y carecen de sentido de culpa.
Encarar un pasado autoritario puede fortalecernos para superarlo. Pero no todos quieren liberarse de esa losa. Algunos no consideran un lastre el totalitarismo: lejos de ser motivo de congoja, distorsionan un pasado despótico y lo convierten en base de su doctrina democrática. Recuerde a Feijóo diciendo aquello de que “sin Fraga todo esto no sería posible” en el día de la gran fiesta gallega. El recuerdo y admiración por parte de los dirigentes del actual Partido Popular al que fuera consejero nacional del movimiento, promotor de la Ley de Prensa y ministro en la dictadura, es cuestión puramente ideológica: medio siglo después sigue siendo su director espiritual, su héroe, su caudillo. Son los hijos de Fraga.
La memoria es un instrumento de doble filo. Es capaz de sanar, pero también de condenar. Defender la vigencia de personajes mitológicos, que aún ejercen autoridad sobre nuestra percepción de la política o la moral, podría obligarnos a repetir los episodios más tristes de nuestra historia.
Aceptar el dolor causado es el primer paso del arrepentimiento.
Un artículo muy bonito. Me viene a la mente los versos de García Lorca:
«Para que aprendas, hijo, lo que tu pueblo olvida.»
Federico García Lorca
Poeta en Nueva York
«El niño Stanton»
http://www.casa-de-citas.com/index.php?query=lo+que+tu+pueblo+olvida&boton.x=0&boton.y=0&boton=Buscar
no estoy del todo seguro de esos arepentimientos. Los familiares de mengele niegan cualquier realidad a las acusaciones y la mayoría de familiares ocultaron a nazis huidos. Es más, cómplices son casi todos los que vivieron en la alemania nazi. Desde las empresas que usaron mano de obra esclava de forma desvergonzada hasta los actuales dirigentes de pasado nazi
en españa la cosa es más grave, ni una sola empresa ha reconocido el uso de trabajadores forzados en obras y eso lo hicieron TODAS las constructoras grandes del país, renfe, las empresas eléctricas y también la actual aena
si quieres ver desvergüenza puedes escuchar a cualquier familiar de generales que han hecho la guerra civil (penosas biografías hechas por familiares como la de queipo de llano que podría haber sido firmada por disney) sus familiares no mataron a nadie, y se quedan tan anchos
Esta noticia también se refiere a la decisión tomada hoy por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid de dedicarle una calle a Santiago Carrillo,¿verdad?
comparaciones odiosas. en este país, si se ha sido de derechas no se te perdona nada pero si has sido de izquierdas y has cometido atrocidades comparables, no te preocupes, que distorsionamos la realidad para que nadie se sienta culpable y encima pases por ser un heroe de la democracia
¿si se ha sido de derechas no se te perdona nada? Héroe de la democracia. Democracia ( ¿Qué Democracia?) Háztelo mirar Paco. Te recuerdo que en España no hubo ruptura con la dictadura, que los que mandan siguen siendo los mismos, que Pachu lo dejó todo «atado y bien atado». Y no se distorsiona la realidad, se oculta directamente. La Ley de Memoria Hístórica es papel mojado. La oligarquía y la partitocracia siguen mandando y los que intentaron un auténtico borrón y cuenta nueva en la vergonzosa transición fueron silenciados y aniquilados políticamente entre otros por Felipe González y por supuesto Don Tirantes…
Es de coña, esto:
Le cuento todo esto porque escucho a Alberto Núñez Feijóo recordar emocionado, durante la celebración de la victoria de su partido en las últimas elecciones, a Manuel Fraga Iribarne: “sin él esto no sería posible”. Y me suena obsceno.
“Es difícil de explicar la culpa. No hay ningún motivo, entonces… ¿Por qué voy a sentirme culpable? Pero lo cierto es que me siento culpable”, asegura con voz temblorosa Rainer Höss, nieto de Rudolf Höss, comandante del campo de concentración de Auschwitz.
Tu verdad no; la verdad / y ven conmigo a buscarla. /La tuya, guárdatela. (Antonio Machado).
Esta es otra diferencia entre los paises civilizados y España, allí lo que está mal lo condenan, aquí buscamos la manera de no llamar a ciertas cosas por su nombre, por cierto que Fraga es un padre de nuestra Constitución, cuando antes era un representante genuino de la Dictadura que asoló España durante cuarenta años, y francamente es sorprendente, como poco, que sea ambas cosas.
además del artículo de javier bilbao sobre la desnacificación de alemania en jot down, estos día leí este artículo del país publicado hace unos meses, http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/10/actualidad/1336651972_022555.html la parte dedicada a alemania es muy interesante. este tema es tabú en galicia, fraga fue un gran demócrata que consiguió terminar con la dictadura desde dentro. Cuando el que dicta la historia muere en cama el riesgo es que esa historia sea la única y verdadera.
1. ¿Es Alberto Nuñez Feijóo pariente de Fraga? ¿Tiene que arrepentirse él directamente de algo?
2. ¿Acaso no es cierto que sin todo lo que hizo Fraga por Galicia, no sería posible que el PP aplastase de esa manera en las ciudades no capitales de provincia en Galicia?
3. ¿Veremos algun dia en JotDown tratar como a un Nazi a alguien como Carrillo?
1. Lo es, política ideológica y caciquilmente.
2. Absolutamente cierto. Plueblerinamente y caciquilmente cierto.
3. Todo es posible…
Siempre que leo algo referente a Fraga, lo recuerdo. Pasé la infancia en un colegio de curas en los años 80. Compañeros de clase recitaban un bello poema que rezaba más o menos así (perdonad mi memoria):
“Cuando Franco vivía, en la tierra llovía
Cuando Franco Murió, la tierra se secó
Vino Suárez y arrancó los olivares
Con Carrillo, sin un duro en el bolsillo
Y con Felipe, todos a pique
Si quieres que todo vuelva a ser como antes
Vota al tío de los tirantes.”
Se lo canté a mi abuelo, yo todo inocente, y me preguntó si sabía quién era el tío de los tirantes. Cuando le cuento esto a chavales que trabajan conmigo y les saco 10 ó 15 años no se lo creen (y otros, más o menos de mi quinta no se lo quieren creer). En este mismo colegio, uno de los púberes que lo entonó cuando le tocó salir a la tarima por un turno para contar un chiste, ahora trabaja en una empresa que asesora donde invertir. Lo sé porque salió en la tele explicando los mecanismos del buen inversor. Por supuesto la inmensa mayoría de los alumnos y profesores de este colegio apoyaban las tesis del tío de los tirantes. En este mismo colegio estudió, por ejemplo, el actual alcalde de Salamanca.
Si te sirve mi opinión, humilde, te diré que el articulo está bien, no creo que escribas un mal artículo, por lo menos yo no lo recuerdo, vi el programa y me pareció estremecedor por lo que cuenta y por qué trata uno de los temas que más me apasionan, la memoria, me preguntaba lo diferente que hubiese sido la vida de esos seres humanos si no hubiesen sabido nunca la historia que les precedía, la verdad es que es una putada saber ciertas cosas, y bien pensado ¿qué necesidad había? Y ¿qué culpa tienen ellos de lo pasado para tener que vivir sus consecuencias y en cierto modo pagar por ello? eso entronca con otros de mis temas favoritos, la inocencia del no saber, pero ya qué pides una opinión crítica, al menos eso me parece, creo, con reparos y respeto que a veces estas demasiado apegado a la actualidad y no era necesario entrar en temas políticos, Feijoo, ni mencionar temas televisivos, Marilo, ensucian el tema principal, lo suficientemente grave como para vivir solo en tu artículo, creo que si hubieses seguido como comenzaste, ciñéndote al documental te hubiese quedado más redondo, leyéndote a veces pareces dos personas, una más lírica (me gusta) y que escribe bonito y otra más acida, difícil de mezclar ácido y lirico, claro que ese eres tu… un saludo
Que desafotunados, tener que estar relacionados con los personajes que han tenido el impacto mas negative de nuestra historia.
http://inaworldwithothers.wordpress.com/
Las comparaciones son odiosas… pero a menudo necesarias.
Son odiosas porque casi nunca son exactas y con frecuencia ponen en evidencia cosas que no queremos enfrentar. Y son necesarias para establecer un modelo sobre el que comparar si esto es mejor o peor que aquello.
Fraga es un tipo que, durante la dictadura, utilizó el poder que tenía para reprimir e incluso para ajusticiar. Era su trabajo, consideraciones éticas o políticas aparte.
Luego, se puso a mediar en esa Transición y Constitución que, con todos sus defectos (hoy dia muy patentes muchos de ellos) muy probablemente fue lo menos malo que nos pudo pasar (lo que en absoluto quita que hoy dia no pueda y no deba ser revisada y a fondo).
Pasó pues de bota del dictador a demócrata (tal vez solo obligado, que no convencido) y «Padre de la Constitución», liderando un partido político democrático, con el cual no consiguió nunca gran cosa, probablemente pagando sus años de servicio al franquismo, para tener más suerte luego en su tierra.
Ya acabara sus dias convencido de que una democracia es mejor que una dictadura o que sólo lo aparentara y con sus muchos errores como político democrático, trabajó, mejor o peor, para esta nuestra raquítica democracia.
Creo que falta aún un tiempo para poder juzgar con certeza si ese trabajo fue productivo o no.
Carrillo siempre ha sido como la otra cara de la moneda de Fraga. Siempre que alguien ataca a uno, sale otro a atacar el contrario. Decir sólo dos cosas: Una, que de las vidas que pisó Fraga con la bota de la dictadura hay constancia, documentos firmados de su puño y letra; de la omnipresente implicación de Carrillo en Paracuellos, que yo sepa, no, aunque dudo mucho que no estuviera al menos informado de lo sucedido. Y dos, que Fraga y Carrillo siempre msotraron un respeto mútuo que se fue agrandando con el tiempo.
Los hijos de Fraga pueden ser de dos tipos: Los que añoran su pasado dictador y en el mejor de los casos toleran su legado (el que sea) democrático y los que se consideran herederos de ese legado democrático y, simplemente, hacen la vista gorda con el pasado dictador.
Ambos hijos son criticables, pero no ambos lo son por igual.
Desconozco que tipo de hijo es Feijoo.
Fraga fue el Otegui del franquismo. Si la (pseudo)democracia toleró a Fraga habrá de tolerar a Otegui. ¿Cuántos de los que ensalzan a Fraga están dispuestos a tolerar a Otegui? Me temo que muy pocos.
El problema es que en España el fascismo ganó la guerra. En Europa la perdió, pero en España salió victorioso, y gobernó a sus anchas durante casi 40 años, incluso permitiéndose el lujo de dibujar el perfil del régimen sucesor. Sus herederos se sienten con la fuerza moral que obtuvieron sus padres vía represión y secuestro intelectual de todo un país. Ya ven, y hablamos de un régimen terrorista en mucho mayor grado que ETA. Pero era un «terrorismo bueno», católico, nacionalista ejjjjpañol, anticomunista… ¿Notan la hipocresía? Batasuna es ilegal pero no la fundación Francisco Franco.
Y lo de Carrillo ya huele que tira de bruces. ¿Es lo mismo lo de Hiroshima que el Holocausto? ¿El 11-S que los bombardeos aliados de Afganistán? ¿Es lo mismo el estrés en pleno conflicto bélico que una situación post-bélica en el que la represión y el crimen son institucionalizados por el estado durante cuatro décadas?
La derecha española tiene muy mala conciencia. Tanto que por sistema se dedica a intentar simetrizar cada fechoría, cada atrocidad perpetrada por sus hordas, con las del bando contrario. ¿Que dieron un golpe de estado en 1936 provocando una cruel guerra de tres años y una posterior dictadura de 40? Nah, la culpa fue de los rojos y de la revolución de Asturias, o de los anarquistas por quemar conventos. ¿Que están documentadas las persecuciones y crímenes franquistas durante la dictadura? Bah, la II República fue mucho peor, ahí está Casas Viejas o el asesinato de Calvo Sotelo. ¿Que alguien se acuerda de las miles de fosas comunes con asesinados por los fascistas aún por desenterrar? Pfff… aquí toca el comodín Carrillo. No hay simetría, ni puede haberla, pero el facha de manual se nutre de propaganda, no de datos objetivos.
Y así hasta el día de hoy. Da igual la violencia, el crimen sistemático, la persecución ideológica, la falta de libertades básicas. «En el fondo tenían buena fe», eso parecen pensar. Esta derecha batasunizada piensa de la misma forma y tolera lo mismo que toleran los batasunos que votaban a Jon Idígoras. De puertas afuera rechazan las formas, lo que saben que no encaja con en discurso demócrata oficial, pero por dentro saben que el franquismo era algo suyo que en el fondo añoran. Las cosas bien hechas, como deben hacerse, como dios manda. Vaya si lo añoran.
Ah ¿la relevancia de Fraga durante el franquismo? Quedó retratada en la absoluta ausencia de alusiones a su pasado franquista en los reportajes que la prensa de derechas le dedicó con motivo de su muerte. Nunca tanto silencio fue tan estruendoso.
Si yo fuera un radical, Selito, aprovechaba tu última frase para hacer una gracieta. Pero no lo soy (al menos, hoy).
No podrías, te podría la moderación y tu gracieta caería en el olvido. ;)
No lo había hecho aposta, la verdad. El subconciente, que estaría juguetón… :)
Dejando aparte que la comparación entre nazis y franquistas me parece excesiva, sí que creo que el PP sigue teniendo un grave déficit democrático. O, dicho de otra forma, sigue teniendo demasiados referentes anclados en el franquismo. Y hay muchos hechos en los que basarse para afirmarlo: siguen obviando a miles de muertos enterrados en cunetas como animales, con la excusa de que no hay que remover el pasado; siguen teniendo cientos de alcaldes que se niegan a quitar las avenidas del Generalísmo o de José Antonio, o las cruces «por los caídos por Dios y por España» de sus pueblos; o siguen jaleando a exministros que califican casi 40 años de genocidio como un período «de extraordinaria placidez». Que sigan tomando como referencia a Fraga no es sino otra de estas reminiscencias totalitarias.
Pero me parece que hay una diferencia importante entre España y el resto de países del entorno: aquí sí ganaron los fascistas, como se ha dicho. Y como la historia la escriben los vencedores, el PP no solo se siente heredero de ese fascismo que se convirtió en teóricamente democrático durante esa transición que tantos años pasó por modélica y a la que ahora se le ven al fin sus costuras en forma de trágalas con los que todos tuvimos que cargar, sino que además hace alarde de ello. Y este puede que sea su mayor lastre para llegar a ser finalmente un partido de derechas democrático y libre de fantasmas. Mientras los descendentes (tanto genética como políticamente) de otros fascistas europeos han renegado de su pasado y tratado de asumir sus horrores y aprender de ellos para no olvidarlos y, por lo tanto, no repetirlos, en España ese lazo no se ha roto, porque al fin y al cabo, ellos ganaron. Muy al contrario, en vez de recordar, olvidan, y en vez de renegar, encumbran.
Mientras no asuman ese pasado que se empeñan en esconder al fondo del armario, y lo abran para ventilarlo de par en par, seguiremos viendo día tras día en el PP nuevos reflejos de un pasado negro en palabras como las de Feijóo.
Pues mi opinión es que pones en un mismo plano a gerifaltes del nazismo y a un gerifalte del franquismo como manuel fraga, y a los herederos de aquéllos con los herederos de éste. Y eso, sea porque en este país no tenemos plena conciencia de la barbarie franquista -años de apología, años de tergiversar la historia y ocultar lo más siniestro de ella-, sea porque todo ello ha condicionado mi forma de verlo, me parece exagerado. El franquismo fue un régimen siniestro, nació con una sublevación militar y una guerra civil terrible, con entre 600.000 y 1 millón de muertos, una represión posterior de gran crueldad, y décadas de dictadura militar. Pero no es comparable al nazismo, el más terrible episodio de la historia de la humanidad. Ni por dimensión ni por crueldad.
Entiendo y comparto la idea que desarrollas, la falta de conciencia de culpa de los herederos del franquismo, frente al profundo dolor de (parte de) los herederos del nazismo, pero, por lo que he explicado antes, pienso que fraga, con todo el lastre de su pasado franquista, no es una figura comparable a la de los halcones nazis.
La equiparación puede parecer dura. Pero no lo es.
Y lo es porque nos estamos acostumbrando. Y no hay que olvidar para no tener que repetir.
La diferencia está en que el fascismo alemán fue derrotado y el español no.
Las democracias occidentales no sólo lo toleraron y apoyaron indirectamente sino que llegado el momento lo asimilaron al resto de dictaduras “necesarias”, no está claro si fue Roosvelt hablando de Somoza o Kissinger sobre Pinochet, quien dijera que “es un hijodeputa pero es nuestro hijodeputa”. Frase que no desentoraría referido a Franco.
Así unos fueron obligados a repudiar su pasado, aunque muchos se les perdonara con tal de servir a Occidente.
En España no. Sólo se fueron adaptando a nuevos tiempos, pero en muchos casos orgullosos del pasado fascista de sus mayores.
Al mismo tiempo la otra España, vencida y laminada su élite intelectual, no le quedó otra que tragar, y aceptar a criminales de una guerra y la posterior dictadura, como demócratas renacidos. Y en el culmen del buenismo zapatero elaborar una triste ley con cierta buena fachada pero como muchas cosas del último PSOE vacías sin estructura ni sustento económico ni político.
¿Podemos considerar a todo el PP como herederos del Movimiento Nacional, superestructura del Franquismo?
Puede parecer excesivo, pues hoy ya son los hijos, nietos y biznietos de aquellos en el PP. Y bastantes que no tienen porqué tener relación alguna más allá del apoyo tácito. Sin olvidar que ningún delito, o culpa moral puede heredarse, faltaría.
Eso sí, todos ellos como miembros del PP son responsables del ninguneo a las victimas defensoras de la democracia republicana, son responsables de que hoy día a finales del 2012 España sea el 2º país del mundo con más desaparecidos en zanjas y cunetas. O que en connivencia con la Iglesia Católica se tenga culto y loa a un dictador en el Valle de los Caidos, o sanguinarios criminales de guerra como Queipo de Llano en la Macarena.
Se puede perdonar al que pide perdón.
Pero no se puede olvidar. Y mucho menos cuando se hace aún apología activa o permisiva del fascismo.
Y no se está por la labor cuando alguien lo hace como en el caso de Feijoo hacia Fraga ese señor que como ministro de gobernación fue responsable de reprimir una huelga a balazos en Vitoria causando muertes. Claro que son hijos. Hijos de Fraga.
Es que lo de España es una jodida e insoportable vergüenza. Es lo que conlleva la impunidad más absoluta. No solo tienes que aguantar que los golpes de Estado y dictaduras no tengan ninguna consecuencia para quienes los llevan a cabo y los sustentan sino que ahora andan creciditos con sus nuevas dosis de revisionismo franquista. Todo esto de puertas para dentro, de puertas para fuera prefieren quedarse callados para no hacer más el ridículo y, si hace falta, hasta se hacen comisarios de exposiciones que denuncian el nazismo. A esta alturas todos sabemos perfectamente quiénes son y dónde están los que lloraron en masa la muerte del dictador.
La mejor forma de fortalecer al nazismo o de debilitar las lecciones del Holocausto es trivializarlos, banalizarlos, manosearlos con las manos grasientas del aprovechategui de la inercia de aquella tragedia.
Esa simetría que algunos quieres establecer entre Fraga y Carrillo, o entre un bando y otro, se rompe facilmente: Unos «purgaron» sus pecados en mayor o menor medida (exilios, prisión, ostracismos…), y otros fueron premiados con cuarenta años de reconocimiento oficial, entre otras cosas.
Lo que más me asombra siempre del fascismo, es la «mala leche» que se gasta con «los otros» (aunque no tengan significación política, les basta la «clase social»).
Una prueba del desvarío y de la falta de escrúpulos y valores de los nuevos rico/progres. Para mí que J. Perez DE ALBENIZ (¡HAY QUE VER!)..estaba mejor «cantando» que dando el «cante».
Es obsceno que aún no hayamos avanzado nada en la crítica política y que esto sea el mejor ejemplo.
En un país en el que el periódico insignia de la izquierda lo dirige un tipo que era director de informativos de Franco… se ve que la gente es tan poco crítica que se traga cualquier cosa.
Dedicado a todos aquellos sectarios, como el autor del artículo y no pocos de los comentaristas.
Paz y a ver si comenzamos a vivir hacia adelante.
Saludos
+1
Una vez más, el sectario de Albeniz produciendo vergüenza ajena sin el más mínimo sentido del ridículo.
Quiza Feijoo y el PP gallego debiera arrepentirse de pertenecer al mismo partido que fraga, quien sabe.
¿pero que hacemos con las mayorías absolutas que ganó Fraga en galicia antes de que Feijoo fuera presidente?
Supongo que los gallegos tendrán que hacer algúntipo de acto de contricción, vaya.
Lo dicho, Albeniz dando pena allá por donde va. Por eso le despiden de todos los sitios y sólo le aguantan las grupis de su blog.
Coño! Si ahora que lo veo las grupis de Albeniz se han venido a este blog.