Quién nos iba a decir que el problema del debate futbolístico de este país iba estar en su paleta de colores. Que estás conmigo o estás contra mí. Que o dices blanco o dices negro. Y si optas por lo uno, ni se te ocurra recular en un momento de debilidad. Antes muerto que rectificando. Jamás reconoceré una bondad del rival. Antes, me cuelgo.
Que lo que hace mi equipo está muy bien hecho pero, si se le ocurre hacer lo mismo al contrario, lo lapido. Que me falta tiempo para criticar en otros algo idéntico a lo que alabé en los míos en el pasado. Si a este cóctel, encima, uno le añade el oportunismo demasiadas veces inherente al comentario deportivo y la tradicional genética cainita del españolito medio, aquí no acabamos cada fin de semana a guarrazos porque San Pedro no lo quiere y porque hay mucho individuo al que, menos mal, luego se le va la fuerza por la boca.
Qué diferente sería todo usando el gris. Un color feote, adusto, hasta peyorativo a veces. Pero muy necesario en este sentido figurado. Porque alude a la moderación. Al salir de la trinchera y pasearse por entre el fuego cruzado, esquivando las balas y oteando el panorama con la perspectiva de quien no está de rodillas en el barro disparando al enemigo. Huir de quienes han convertido el hablar de fútbol en la batalla de Gallípoli, solo mirando al frente, como burros con antojeras. Que un día de estos, con la venda puesta, nos lanzamos gas mostaza.
Que el señorío no es compatible con morir en el campo, que no se es del Barça si no se es catalán, que es imposible alabar a Messi si no criticas antes a Cristiano, que jugar como el Barça es aburrido y que Mourinho solo sale a defender. Medias verdades. Tramposas. Repugnantes. Tendenciosas. Que encima luego se multiplican como las ratas. Y que, una vez más, solo buscan que el individuo se posicione. A la izquierda o a la derecha. Y si no razona, mejor. Pretorianos. Algo mal estaremos haciendo si el enemigo no nos odia. Y vuelta al chocar, a la batalla del Medievo, al correr dando alaridos sin más afán que el de estamparme contra el de enfrente, a lo William Wallace.
Observa la moderación: lo proporcionado es lo mejor en todas las cosas. Lo dijo Hesíodo, un tipo que ponderó magistralmente mitología y religión, el Madrid y el Barça de la Grecia del VII de antes de Cristo. Pocos mejores que él para hacer un llamamiento a la cordura. Al perder y dar la mano. Al debate no prefabricado. Aunque solo sea porque resulta demasiado aburrido empezar a ver un partido de fútbol sabiendo ya de antemano lo que vas a decir cuando este acabe.
la equidistancia por norma sí que es tramposa. Y sirve para justificar muchas cosas.
Decepción
De verdad, cada vez que entro a Jot Down es para no leer las mismas chorradas que se pueden encontrar en otros diarios como Sport, Marca, MD, AS, leer algo diferente, pero ya veo que es imposible, que aquí tambén os van este tipo de cosas.
Completamente de acuerdo.
Es como la telebasura: quién tiene la culpa, las televisiones por programar mierda, o es lo que piden los espectadores? ¿Que fue antes, Marca, As, Sport, Punto Pelota, o los forofos recalcitrantes?
Da mucha rabia también que redactores tipo Relaño, amparándose en su «prestigio», intenten crear opinión y se crean más de lo que en realidad son (o se lo hagan creer), enmascarando su forofismo. El nivel periodístico actual es tan lamentable como el politico.
El forofismo está destruyendo el fútbol. Antes había más pluralidad, ahora sólo Barça y Madrid. Y encima tanto en Cataluña como en Madrid se está politizando de una manera bárbara. Pero bueno, la falta de cultura en este país es lo que tiene.
Yo no he visto que el autor se refiera en este artículo a la equidistancia como valor, creo que lo que está haciendo es criticar esa moda tan española de asignar los roles bueno/malo por los santos cojones del que opina. Los suyos los buenos, ergo todo bueno por que yo lo digo, los otros, pues lo malos y al enemigo ni agua. Todo ello sin reflexionar lo más mínimo, sin que se vislumbre ni un mínimo atisbo de autocrítica. Que si los míos hacen algo mal, pues lo justifico diciendo que no está tan mal y encima los otros lo hacen peor. Ese es el tema. Ese es el drama. Eso es lo decepcionante.
Saludos.
Brillante. Y atinadísimo.
Enhorabuena, ha roto usted el topicómetro
No hay que ser un lince para darse cuenta de que ahí está precisamente la gracia del artículo. El autor recopila de manera sarcástica los tópicos que critica.
Y caer en el gris y que te acusen de ser una ONG, las Naciones Unidas o de aquellos que no se mojan bajo la ducha.
Reconocer las bondades del rival para que él te crea débil…
Eso es lo que algunos piensan y quizá por eso se radicalicen.
http://saliendodesdeelbanquillo.blogspot.com.es
La foto del artículo no deja nlugar a dudas.
Plantillazo de Messi, roja y expulsión
Cuánta verdad. Felicidades.
A mi me enseñaron que el centro, equidistancia es un punto que siempre termina virando hacia la derecha. Así que la equidistancia para quien la quiera.
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