Estamos en pleno centro de Salamanca, en el número 11 de la calle Padilleros, medio metro bajo el nivel de la calle; hay luz, no andamos a tientas entre las tinieblas… “Aunque nuestro fuerte son los cómics también nos dedicamos al ocio alternativo”, nos cuentan Sole y Raúl mientras nos enseñan, nada más llegar, la cantidad de miniaturas y figuras y curiosidades varias que tienen perfectamente expuestas en diferentes estantes a lo largo y ancho del local y su trastienda. Son ya siete años de Shogun tal cual la conocemos hoy, ahora ya los dos solos, abriendo los sábados hasta las nueve de la noche.“Vivimos prácticamente aquí». “Y luego me voy yo a la radio”, donde lleva Raúl ya un tiempo colaborando con La rosa de los vientos de Onda Cero; «el café es fundamental en esta casa”.
Se le ocurriría la idea también a él durante los años que pasó viviendo en Barcelona; abrir un establecimiento que no fuera “la típica tienda de cómic que tiene todo el mundo en la cabeza; ese zulo, todo amontonado… romper con todo eso y cambiarlo”. Así, el anejo al fondo de Shogun es en realidad un espacio versátil, con aforo para 92 personas, donde se organizan presentaciones (veremos luego que vino Paco Roca, por ejemplo; pero también gente no tan conocida, “nos gusta mucho prestar nuestro espacio, y lo hacemos con frecuencia”), juegos de miniatura, torneos, charlas. “Es como en la tienda: está pensado para poder echarlo todo abajo cuando te canses y poder trasformarlo así en un espacio completamente diferente”, nos dice Raúl, orgulloso, “yo es que claro que vivo esto; soy lector de cómic desde los cuatro años, me lo paso muy bien con lo que hago” “¿Y ves el Gremlin que está en el escaparate? Pues vas a ver sólo ese y el de la Warner. No hay más”.
Sole es más de novela gráfica; le gustó mucho“Transmetropolitan, que va sobre un periodista en un futuro en el que la sociedad ha perdido todos sus valores; él es el primero que los ha perdido”, se ríe. Nos enseñará también con cierta satisfacción el expositor de novelas autoeditadas, “Música para tus ojos , de Francisco Javier Panera, por ejemplo, un melómano redomado que se dio el capricho de sacar este libro, que es una gozada”, apunta Raúl. Son publicaciones “más lentas”, pero que sí están funcionando.
Disfrutaron ambos, volviendo ahora al cómic para adultos, con Blacksad, “sus autores —Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido— podemos decir que son de ida y vuelta: en España no gustó nada, tuvieron que editarlo en Francia, donde fue un éxito, y luego ya fue cuando volvieron aquí (…) Este año el Salón del Cómic de Angoulêm, que es el más grande de Europa, el segundo del mundo, y que suele sacar anuncios animados de series, etc… la escogió, junto con otras afortunadas, para abrir esta edición”. También son asiduos de Paco Roca, decíamos, que ganó el premio nacional de cómic en el 2008 y que a ellos les conquistó —de verdad— cuando fue a Shogun. Allí les contaría cómo para hacer Arrugas fue a documentarse a residencias de ancianos donde conoció a los personajes en los que luego se basaría la historia que cuenta. Hablamos también de Memorias de un hombre en pijama, que hace a quien esto escribe especial gracia, no sólo por la parte que nos toca, “cómo es tu vida cuando trabajas desde casa, ese día a día, divertidísimo cómo lo cuenta, toda esa serie de anécdotas cotidianas”.
No se cansan de enseñarnos cómics, ediciones originales, cuidadas, de contar anécdotas de los autores más conocidos que han ido por allí a presentar su obra, de cómo han ido creciendo con ellos los chavales que ya no son tan chavales, «casi una generación»; de un señor ya de cierta edad —sin circunloquios: en torno a los 80— y experto en Cómics como el que más, uno de sus mejores clientes, sin duda; de los chiquillos que empiezan con el Spiderman, cómo corren a por la abuela para que les de el euro que les falta; de la gente que asiste a las charlas que dan en la Facultad, de los grillos; de lo bien que se pasa haciendo esto juntos, del día a día; de todas esas cosas que les pasan y de todas las que pueden llegar a pasar.
Casi que de pronto tenemos entonces que acabar la charla: Sole tiene que ir a comprar unos peces. “Es que nos vamos a una boda”, dice, como si eso fuera a explicar… Pero no, no vamos a hacer esa pregunta. Lo vamos hoy a dejar aquí y de esta manera.
Fotografía: Cristina Urruzola.
Shogún no está mal como tienda de cómics, los chavales son majos y se esfuerzan en aconsejarte cómics aunque sus gustos a veces no coincidan del todo con los de cada uno, lógico. Pero de ahí a decir que es una librería con encanto… si va Ud. a Oporto eche un ojo a Lello & Irmão, que entoces va a fipar http://locuraviajes.com/blog/librera-lello-una-de-las-ms-bellas-del-mundo-en-oporto/
Tendremos en cuenta la que nos muestra para una guía más obvia, Hernán; es un lugar muy agradable. Ocurre que el encanto del que se habla en esta serie es de un tipo diferente, y no sale siempre en las fotos.
Yo le animo a que nos siga, ‘el viaje es el camino’.
«Son ya siete años de Shogun tal cual la conocemos hoy», que antes era bien diferente y no conviene olvidar las raices, aunque el pasado sea turbio…
Gastarte 17€ en comics y que luego te pidan 1 mísero euro para quedarte a ver un torneo de Warhammer en el que participa un amigo, con la excusa de que si no lo hacen vienen los gorrones, no tiene mucho encanto.
¿Un euro por ver un torneo de warhammer? qué encantador, sí. ¿Con factura, incluyendo el iva, o en dinero negro?
Bueno, siete años de Shogun como se la conoce ahora, la verdad es que sí, de todos modos, yo trabajé en ella hace bastante más de esos siete años, y hemos de decir que la idea de la tienda no fué original de Raúl, ni de Sole, si no de un grupo de cuatro amigos, entre los que no me incluyo, que soñaban con que en una ciudad como Salamanca hubiese un espacio para el ocio alternativo más allá de la clásica imagen de los típicos «frikis» gordos y con problemas de socialización. Por supuesto nadie pretendía hacerse rico con ello, sino llevar una cultura diferente a la de las mayorías y poder vivir dígnamente de ello. Dejé de ir por Shogun hace algo más de siete años, ya entonces estaba Raúl, y solamente quedaba uno de los tres amigos que la montaron inicialmente, pero no lo hice por la gente, sino porque en el camino había perdido precisamente todo el encanto que se suponía había de tener para convertirse en un apéndice más de la cultura al servicio del máximo beneficio económico.
Pero siempre quedarán los buenos recuerdos de ese original Shogun de la calle Tavira, un lugar realmente auténtico.
Personalmente, las librería con más encanto de Salamanca, aunque un poco caras para ser de segunda mano, son El Buscón, que no da para muchas fotografías ya que es un zulo de cuidado, pero tiene los anaqueles repletos de libros hasta por el suelo, y La Nave, que también es joyería y te cuidan como a un amigo. ¡Esas dos serían mis librerías con encanto de Salamanca!
Chao!
Pues a mi, los de Hydra, me tratan estupendamente…
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A mí también :)
Shogun tiene su encanto, nadie lo puede negar, pero creo que con el tiempo ha ido cambiando el trato a los clientes. Cuando conocí la tienda me encantó pero al final ha ido perdiendo personalidad en mi opinión. Por eso me volví más hacia otra tienda en Salamanca que es » DTBOS» con un trato que se podría decir más personalizado en el que te encuentras más a gusto. Para mi Shogun se ha vuelto una tienda más.
No comprendo la censura sobre mi comentario, sres. de Jot Down, en lugar de censurar mi mensaje (que no incluía ni lenguaje ofensivo, ni insultos, nada) podrían haberlo rebatido caso de ser mentira lo que exponía: que las liberias con encanto son las que distribuyen el Jot Down. Les rogaría no comentieran otra vez el mismo error, sobre todo cuando hablamos de una publicación abierta al debate y seria como esta. Salud.
Shogun es una librería de mierda. Venden cartas promo de magic que no deberían vender, cartas 11 euros mas caras que en otroa sitios, muy poco stock de manga y encima que te cobren un euro por jugar. Sencillamente ahora que el dueño de Dtbos ha muerto no se que va a ser del manga en Salamanca. Me parece una real mierda, eso si encanto tiene.