Suelo empezar los artículos con una imagen. Fue un consejo de Venanzio, un viejo jefe, cuando compartíamos las viejas salas de ese museo de Italia que es el Corriere Della Sera. Igual que los boxeadores recordarán siempre los mantras del viejo que les sostenía el saco, “¡uno!, ¡dos!, ¡cruzado!, ¡uno!, ¡dos”, ¡cruzado!”, yo me acuerdo siempre de aquella frase: “Javier, l’attacco e la chiusura, sempre la forza nell’attacco e nella chiusura”.
Hoy no puedo emplear ninguna imagen porque no conozco el tipo del que voy a escribir: Álex Fábregas. Ni mucho menos su deporte: el hockey sobre hierba. Sólo compadezco la espalda de unos tipos que se pasan el partido encorvados. No he visto un encuentro completo en mi vida, me parece honestamente aburrido y debe de ser el deporte preferido de Ion Tiriac: han cambiado a suelo azul y no se queja nadie.
Álex Fábregas, que lucha por la medalla en Londres 2012 con la selección española, se sinceró políticamente con el diario en catalán Ara: “Mi sentimiento es catalán. Juego con España porque es con quien me toca jugar, no tengo otra opción. No siento lo mismo escuchando el himno español que Els Segadors”. Ha tenido un notable mérito, el centrocampista: conseguir que en España la gente se entere de que en Cataluña hay nacionalistas.
Los nacionalistas, según se entiende por aquí por la meseta, están sólo en el Parlament, silbando cuentas, y en las gradas de los estadios, silbando himnos. Pero jode y descoloca sobremanera que haya panaderos nacionalistas que se permiten vender barras de pan a la española, camareros nacionalistas que osan servir tortillas de patata e incluso jugadores nacionalistas que se ponen un horrible chándal para servir a la selección por pragmatismo. Es lo que tienen los demonios: uno los hace con cola, cuernos, mal aliento y tonalidad rojo bandera, pero a ver quién digiere un Belcebú rubio, con raya al lado y náuticos.
El nacionalismo español de copa y puro, que también existe, cuando dejó de insultar a Cesc Fábregas por homonimia, cargó contra Álex Fábregas por inconsecuente. Por lo visto en twitter y lo oído acá y acullá, lo expresaron con otras palabras, pero vayamos al concepto.
Fábregas se expresó con un respeto máximo. Realizó una valoración política y subjetiva. ¿Le quita el derecho a competir con la selección española? ¿Se puede obligar a alguien a sentir el himno nacional? Muchos deportistas en el pasado, nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, han jugado con la selección española por puro pragmatismo. Y a un congoleño como Ibaka, un chino como Juanito el del ping-pong o un alemán como el ex esquiador Johan Muehlegg cuesta imaginarles con la lagrimilla en los acordes de la marcha real. Todos ellos han querido vencer. Y muchos lo han hecho, incluyendo seguramente alguno de los ídolos que nos han sentado en el Himalaya futbolístico en los últimos años. Pero ninguno o casi había tenido la sinceridad de Álex Fábregas, al que no le pasará como a Oleguer, epítome del rebelde abajofirmante, porque es auditor. Sí, también hay auditores nacionalistas y puede que hasta lleven náuticos.
También decía Álex Fábregas que Cataluña ganaría a España y que, de 18 jugadores, hay 16 catalanes. Y aunque pueda escocer, lleva razón. De 46 títulos disputados en la Liga española, 44 han ido a parar a equipos catalanes, en concreto los últimos 43. Es más, ocurriría algo parecido en waterpolo.
Vayamos ahora con la imagen que no cuadraba en el arranque del artículo. Cuando suena el God save the Queen antes de los partidos de la selección británica de fútbol, Ryan Giggs permanece inmutable. Ni una palabra sale de su boca. Es su símbolo y capitán y ha nacido en Gales. Tampoco entona Craig Bellamy, igualmente nacido en el país del dragón. Ambos se sienten galeses de nacimiento y sentimiento y administrativamente británicos. Juegan. Ganan. Los critican en la prensa inglesa. Y el mundo sigue girando.
Personalmente, madrileño hijo de madrileños, con orígenes en La Mancha y en Andalucía, me cuesta entender eso que llaman el sentimiento nacional. El de aquí; y el de Fábregas, también. Cargo a mi espalda con una cuota de representatividad de España equivalente a uno dividido entre 45 millones. No es mucho, pero ahí está, y pesa. Si me preguntan en el extranjero por mi país ahora mismo, la verdad, dudo que el tal Álex se expresara con mi virulencia. No veo motivos por los que presumir de español en un país que ha arruinado a sus ciudadanos, defraudado a las generaciones futuras y hecho ricos a una panda de constructores, banqueros, políticos y anónimos mequetrefes, que también los hay, que decidieron especular con el suelo a costa nuestra. No quita que, si fuese catalán y nacionalista, sentiría un bochorno aún mayor: mi supuesto país ni siquiera paga a funcionarios y mantiene sus pantomimas de embajadas. Pero eso ya es cosa de Álex.
Fábregas ha sido simplemente torpe. Pero no por hablar de política, por mucha alergia que le dé al pueblo de sobremesa. Los deportistas son ciudadanos y está bien que de vez en cuando nos lo recuerden. Simplemente, con esta historia se ha desconcentrado, ha conseguido enrarecer la convivencia de su equipo, al menos hacia fuera, y pone en un brete a su seleccionador. Aunque de eso ya se habrá dado cuenta él solo, que acaba de cerrar su cuenta de twitter para dejar de leer ataques. Él sabrá si buscaba hacer sonar el gong en el momento de mayor atención mediática, para servir a la causa de las selecciones catalanas, o fue un traspié mediático. Él verá cómo lidia ahora con el cartel de Justin Bieber nacionalista que ya le están colgando en su tierra.
Hace unas semanas, el mismo Fábregas decía en La Vanguardia: “Pese a que muchos han intentado manchar el deporte español, este está a un nivel muy alto”. No parece una declaración muy anti española. Ni locamente independentista. Parece la de alguien que siente Cataluña como nación y España el país en el que le ha tocado vivir. Al que defiende deportivamente con respeto, aunque no le emocionen sus símbolos. Puede que Fábregas sea un inconsecuente que mancha la camiseta nacional. Pero a lo mejor España sería un país más cabal y más madura si se entendiera que se puede jugar en sus selecciones y darlo todo por la victoria, con una propia opinión sobre el sentimiento nacional. E incluso hablar de ello.
Felicidades
Me cansan este tipo de debates, no soy ni nacionalista, ni me considero un «patriota español» precisamente, pero esto de que «Cataluña no es España» y similares, es cansino e hipócrita. Si no quiere jugar con la selección española, pues que no juegue, que le ponga un par de pelotas y que se quede en su casa, que nadie le obliga…
En fin, me parece patético… quieren independencia? no se lo creen ni ellos, adivina quien ha sido una de las primeras Comunidades de este país en pedir el rescate económico…
Por favor…
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l10-1990.t4.html
Excelente artículo, gracias.
De hacer eso, la Federacion Caspañola de Hockey le suspendería la licencia para jugar en este país entre 3 y 5 años. Con la selección, su equipo o en eventos oficiales deportivos. O es que no miramos todos los detalles?
El problema es simplemente que no hay lugar para selecciones catalana, vasca, etc. teniendo la posibilidad de competir a nivel oficial e internacional.
Si se diera la posibilidad, no habría más debates «cansinos» y cada uno elegiría libremente en función de sus sentimientos e ideas.
Respecto a rescates, España va enfilada a pedir un segundo rescate, con eso ya está todo dicho.
Indignado, te lo explicaria, pero como no lo vas a querer entender… Mejor me ahoro el tiempo…
A mi lo que me parece patético son manifestaciones como las tuyas, si no sabes de qué hablas calla. Creo que no te enteras, Fàbregas no quiere quedarse en casa, quiere jugar representado a su país, Catalunya.
Y también es patético y repugnantemente paradójico que tu país de pandereta nos deba dinero y, ahora con el nuestro, nos vaya a rescatar.
¿Nos va a decir tú que no podemos decidir sobre nuestra independencia? ¿Tan difícil es entender que queremos dejar de ser la última colonia española?
Perdona, eso de que nadie le/les obliga a jugar con espanha es simple y llanamente mentira. Y si no, mírate el reglamento y verás como no solo es obligatorio, si no que además no hacerlo conlleva sanciones. Las cosas como son. Que triste que espanha tenga que ampararse en leyes así para conseguir «adhesiones inquebrantables». En cuanto a la parte final de tu comentario, no merece ni respuesta,
Me cuesta comprender el sentimiento nacionalista. El hecho de que sea albergado por personas a las que respeto ética e intelectualmente, me desconcierta profundamente. El debate sobre el tema no puede ser más pobre, con lo cual mi desorientación permanece intacta. Prevalecen los argumentos de fe, de carácter religioso, por lo que he tenido a bien incluir los nacionalismos como una nueva categoría de religiones, a la par que las monoteístas en capacidad de influencia y sugestión. Es un amor hacia la propia tierra, pero mal entendido, que surge siempre por confrontación y necesita ser inducido. De la misma manera que a nadie se le ocurre dirigir u organizar una empresa en base a los sentimientos, no deberían tampoco prevalecer a la hora de definir la organización social.
«El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.» Einstein
Como dice Xevi, Alex Fábregas no puede renunciar a jugar en la selección española ya que sería inhabilitado.
Por otro lado, no dice que no quiera jugar con España, dice que juega con España porque no puede jugar con Cataluña, que no es lo mismo. Por cierto, algo parecido les ocurre a los galeses y escoceses en las olimpiadas, dónde sólo pueden competir estados independientes.
Yo no me siento italiano, pero anda que no iría a jugar con ellos unas olimpiadas si me lo ofrecieran!
Excelente artículo, por cierto.
Si Catalunya ha pedido el rescate económico es, en buena parte, debido al espolio español. Si fuera independiente, Catalunya sería el cuarto o quinto estado de Europa en cuanto a renta por cápita. Pero tranquilos españoles, que mientras tengamos los políticos que tenemos, Catalunya os va a seguir manteniendo.
Digno de la mejor antología de Eugenio: «espolio español… sería el cuarto o quinto estado de Europa». Con una región quebrada, qué lástima el ciudadano manipulado.
Indignado, las opiniones como la tuya, basadas en el desconocimiento y la apatía fomentan el nacionalismo más que todos los esfuerzos de los furibundos nacionalistas.
La estupidez en la España central y ombliguista ha patrocinado el separatismo con un fervor eficaz y continuo. Los intereses bastardos de los que necesitaban auparse en sus poltronas aunque fuera a costa de ‘hablar catalán en la intimidad’ la irresponsable candidez de los que abandonaron la responsabilidad educativa en manos de propagandistas más eficaces que Goebbels, la chusma vociferante que aplaude la desgracia de sus compatriotas y sostiene la mala administracion, ceran la grieta en la que encajan a la perfección las mentiras del nacionalismo.
Históricamente el nacionalismo aldeano se ha nutrido de los errores y los fracasos de la administración, ahora llamada central y que siempre ha sido Centralista.
Para que todos podamos sentir el orgullo de pertenecer a un gran pais, este pais debe existir, en lugar de ser la tierra de nunca jamás. Mientras tanto los nacionalismos de cualquier tipo no son más que mentiras con las que hacer sonar los cántaros vacios. Pero en una algarada lo que importa es el ruido, de la misma forma que en una democracia lo que importa no es lo cientificamente cierto, sino lo que la gente vota como cierto y por eso los cántaros ruidosos son tan importantes y tan cuidadosamente tañidos.
Nos han robado el sentimiento nacional para convertirlo en un folclore bastardo, representado por columnas de humo que simulan incendios hasta que un artificio de humo se les vaya de las manos y provoque un incendio de verdad. Y nosotros en lugar de preparar las mangueras y dispersar el humo, respiramos a fondo. Asi nos va.
Es posible que incluso tengas razón.
Me gusta, as usual. Pero discrepo un poco con la comparación entre británicos y españoles, allí los sentimientos no se engloban en lo británico, pese a que lo sean todos. El inglés, el escocés y el galés se consideran ante todo, eso.
A mí me parece que Fábregas no es del todo coherente, después de todo, sí tiene otra opción y si su país no puede competiren los Juegos no es por culpa de España. Son las reglas. Pero sí es cierto que prefiero bastantes veces a alguien respetuoso como él que a miles de españoles vociferantes pidiendo su cabeza.
Un saludo :)
Pingback: Fábregas y el sentimiento español
El God save the Queen es el himno de Gran Bretaña, reino al que pertenece Gales, y de la Commonwealth. Si sonara el himno inglés Giggs tendría algún derecho a pasar de él, pero no es así, por una razón muy sencilla: Inglaterra no tiene himno oficial.
El God save the Queen será el himno de Gran Bretaña pero tiene unas connotaciones Inglesas innegables.
Y teniendo en cuenta que en las últimas frases del himno inglés se habla de cargarse a los malditos escoceses… no creo que todos lo sientan igual.
La cosa es que Cataluña NO es una nación. La pueden sentir como quieran, como isla si se les antoja, pero no por eso va a llegar a serlo. Ni es país ni lo será. Y si vas a representar a tu país, España, ante el mundo, que menos que sentirlo. Y si no lo sientes, ahí tienes la puerta, que otro vendrá. Será por candidatos…
pues muchos candidatos no hay a la vista están los resultados… y vamos que Ibaka tiene que sentir españa una barbaridad…
Soy nacionalista catalán e independentista, pero entiendo perfectamente a quien no lo sea, o a quien no se sienta nacionalista de ninguna parte. Por ello coincido plenamente con el artículo. Me parece un punto de vista cabal y respetuoso. Tal vez si a los catalanes nos llegaran más artículos y opiniones con este tono el independentismo sería menor.
Entiendo por tú última frase que dices que el sentimiento independentista es únicamente un reflejo de la hostilidad con la que hablan sobre cataluña los nacionalistas españoles. ¿Un poco simple no te parece?
Concuerdo con el artículo en su mayoría (un comienzo un poco raro). Que cada uno sienta lo que le apetezca y que lo manifieste como mejor le parezca, luego se puede racionalizar o debatir. Supongo que la trascendente para mí no es que haya manifestado que le gustaría jugar con Cataluña, sino la reacción un tanto fanática que ha provocado.
muy buen artículo. al menos, se intenta racionalizar el problema desde los diversos puntos de vista y se busca la empatía de los demás. aún así, no estoy de acuerdo en algún punto.
intentando responder y preguntar a los varios participantes en el foro:
– por qué sólo se odia a muerte el nacionalismo catalán? alguien ha visto las declaraciones de un miembro de amaiur en el congreso? si ese discurso lo hubiese hecho un partido catalán, le hubiesen llovido los mil infiernos! algún nacionalista español, que tanto se llena la boca contra los catalenes, tiene lo que hay que tener para insultar igual a los vascos? o es que les dan miedo? porque no lo entiendo, la verdad…
– hablando de catalunya, si españa dejase que catalunya se sintiese catalana, y se sintiese respetada como una región más de españa, el independentismo sería mínimo, y el respeto y concordia sería superlativo.
– he visto españoles reclamando la independencia por el tíbet y por regiones del mundo a miles y miles de kilómetros de distancia. pero cuando se menciona a las regiones nacionalistas de españa, se les cambia la cara y dicen: ah, no! catalunya (o el país vasco) no!! dónde está el criterio de esa gente? porque a lo mejor se creen que son magníficas personas gritando «libertad para el tíbet», y que ya tienen el cielo ganado… menos hipocresía, por favor.
– por qué en españa hay nacionalismos? sólo hay que repasar la historia de españa. y quien siga sin entenderlo, es porque padece algún tipo de fobia, no hay más explicación. por cierto, para quien no lo sepa, los nacionalismos no tienen que ver sólo con hablar un idioma diferente: andalucía también tiene sus nacionalistas.
– los que no tienen argumentos, sacan cosas que a los catalanes nos importan más bien poco: «cataluña jamás fue un reino», «el catalán es un dialecto», «los catalanes son nazionalistas» y otros razonamientos igualmente infantiles. tanto si son verdad o mentira, nos resbala (eso sí, el cinismo supurante de la última frase tiene bemoles).
– por otro lado, que uno sienta su región más intensamente de lo que siente españa (y eso se puede aplicar a todos los niveles) no lo hace merecedor de un juicio. que camareros nacionalistas sirvan o coman tortilla de patatas? y? los nacionalistas españoles (o vascos o catalanes) también comen pizza, o espaguetti, o macarrones, o beben coca-cola (y quizá son anti-yanquis). que tiene que ver la velocidad con el tocino? esa parte no la he entendido nada, nada.
– hay MUCHOS nacionalistas catalanes que no odian españa. simplemente quieren más a catalunya… no son demonios por ello.
– es complicado sentir más bochorno a ser español que a ser catalán. en catalunya tampoco nos gustan las medidas que se toman, aunque claro, nuestro «supuesto país» no recauda el 100% de lo que recauda un estado, por eso sentimos bochorno cuando no se puede pagar a los funcionarios y se intenta mantener una «pantomima de embajadas» porque españa sigue reacia a proteger uno de sus mayores bienes culturales: la diversidad lingüística. debería haber una asignatura, una vez a la semana durante uno o dos años, en la que los alumnos aprendiesen sobre las diversas lenguas de españa: gallego, euskera, vascuence, bable, catalán, valenciano, aragonés… y créditos en las universidades para aprender alguna de estas lenguas por el motivo que sea (eso a lo mejor existe, no lo sé).
saludos
Se sobreeentiende que cuando escribes «tal vez si a los catalanes nos llegaran más artículos…» quieres decir «tal vez si a los catalanes nacionalistas e independistas nos llegarán…» porque a los otros catalanes (no sé si de distinta calidad), que no son ni nacionalistas ni independentistas (haberlos haylos) creo que no les hace falta que les llegue nada.
En cualquier caso estas cosas no llegan como quien recibe una butifarra enviada por la abuela desde el pueblo, ni nadie está en la «obligación» de haceros llegar artículos con este o ningún tono para que los supuestos destinatarios os sintáis más a gusto. Por otro lado, este argumento supongo que también debería funcionar a la inversa: si a los ciudadanos no les llegará tanto pueril victimismo nacionalista por parte de sus más insignes representantes tal vez el españolismo, y el hartazgo identitario, sería menor.
Déjate de victimismo, los independentista hablamos de derecho a decidir, de libertad. Quiero ser catalana sin tener que pedir perdón cada día por serlo.
Otro apunte a tu comentario, el lugar de la víctima no lo puede ocupar quien tiene una posición predominante, de poder; no te equivoques, lo ocupa el verdugo.
Por cierto, comparto contigo la no necesidad de dedicarnos artículos, sólo quiero respeto, y no pueril como el tuyo. Gracias
Cómo que déjate de victimismo, si en la frase siguiente ya estás haciéndote la víctima («quiero ser catalana sin tener que pedir perdón por ello»). Está claro que lo tienes tan interiorizado que ni te percatas de ello.
¿Los independentistas, además del derecho a decidir, la libertad y todo eso, habláis también del respeto a la ley?
El derecho a decidir sobre lo común, sobre la cosa pública, sobre el Estado, lo tendremos que tener todos. No sé dónde vives, pero donde yo lo hago nadie pide perdón por haber nacido al este o al oeste. En mis treinta años, todavía no he conocido ninguna «víctima» ni ninguna «posición de poder». Hablas de algo, pero no sé de qué. Quizá de una distopía…
El señor Fábregas tiene todo el derecho a declarar sus ideas políticas aunque el lugar y momento no haya sido el más acertado, desde luego. Personalmente no me molesta que haya deportistas nacionalistas en nuestras selecciones pero sí que ninguneen esa oportunidad que se les brinda (en este caso, disputar unos JJOO) por el hecho de ser con España. Creo que sería mucho más honesto, respetable y coherente haber dicho desde un principio “señores, no estoy motivado para jugar con esta selección, me siento únicamente catalán”.
El nacionalismo, ¡vaya timo! http://laetoli.net/product.php?id_product=72
Querido Javier, escribes un articulo de un tipo que no conoces y de un deporte que te aburre,,, mal comienzo. Menos mal que luego mejora.
Buen artículo.
Indignado, por lo que leo, él no ha dicho que no quiera jugar con la selección española, sólo que preferiría jugar con la catalana, si tal cosa existiese. Y ya mezclar todo eso con los rescates a las comunidades autónomas y no se qué, pues en fín.
Luego está lo de que si te obligan a jugar o no. No sé, yo he jugado a baloncesto como simple aficionado, y por Dios que si hubiese sido profesional de ello, me hubiese encantado poder participar en unos JJOO, con la selección española, la francesa o la de Túnez. E intentar meterle un triple in his face a LeBron James, y driblar a Kobe, y ponerle una chapa a Durant. ¿De verdad no entendéis eso?, ir a un evento donde competirías contra los mejores de tu deporte, quiero decir. Me aprendo y voceo el himno nigeriano, si es preciso.
Hai moitos españois intolerantes e canis aos que lle custa entender que haxa tanta xente que non queira ser como eles. É cuestión de que se miren no espello: Yo soy ejpañó ejpañó ejpañó y te gano a incultura, paro, corrupción…
Desde luego tú ganas a todo eso que dices
Perdon????
pocos sitios mas corruptos, con mas paro (o nivel de calidad laboral) y mas incultos (informe Pisa) que Galicia, si acaso Andalucia
siempre me queda la misma sensacion con el tema de los nacionalismos en este pais…somos un pais de paletos ignorantes…y hasta que no nos demos cuenta, no saldremos del agujero.
PD: un gallego de Santiago
Vaya, llegó el sordo se cargó el discurso. Xián, flojo, flojo…
«La forza nella chiusura», hizo usted caso a su mentor, buen articulo con gran reflexion final.
Sorprendente. Todo el mundo sabe que Gran Bretaña es el nombre dado a la Gran Inglaterra creada tras la anexión de Escocia e Irlanda. El País de Gales fue conquistado por los ingleses ya en la edad media. Si «Inglaterra no tiene himno» es por que el himno de Inglaterra es el mismo que el de GB. Precisamente por eso los jugadores galeses rehusan cantar, tararear o silbar el «Dios Salve la Reina [de Inglaterra]»—algo que en GB se tolera porque es un país de tradición democrática, no como España.
No ha existido nunca una Gran Inglaterra, como dices. La denominación de Gran Bretaña fue un compromiso alcanzado a principios del siglo XVIII (Acta de Unión, 1707) precisamente para que la nueva configuración del país no reflejase en su nombre los de las coronas que se fundían de derecho, como ya se habían fundido de facto desde hacía más de un siglo en la persona de los monarcas de la casa Estuardo, es decir, Inglaterra y Escocia. Gales no era un país sino un conglomerado de tribus bastante mal avenidas a las que acabó sometiendo parcialmente después de largas guerras Eduardo I de Inglaterra a finales del siglo XIII. Los galeses no querían reconocerle como rey y éste aceptó, según una leyenda bastante ingeniosa, que jurasen lealtad a un príncipe de sangre real, nacido en Gales y que no hablase inglés. Entonces les presentó a su propio hijo recién nacido en campaña, el luego malhadado Eduardo II, que se convirtió en el primer Príncipe de Gales, título que se concede al heredero de la corona desde entonces. La leyenda, ya digo, es apócrifa, pero se remonta al menos al siglo XVI. Por contra, el himno de Gales es una balada de mediados del XIX, cuando en toda Europa se despertaba el nacionalismo más o menos regional. Muy bonita, por cierto, pues lo que mejor saben hacer los celtas es cantar, beber y pelearse.
Entristece que en lugar de intentar hacer de la Unión Europea una entidad política auténtica en lugar de la confederación deslavazada que ahora es, haya tantos europeos (corsos, eslovacos, lapones o catalanes) empeñados en dibujar más lineas en el mapa cuando lo que habría que hacer es borrarlas. Que cada cual sienta lo que quiera, puesto que sobre el corazón no manda nadie, y todo mi respeto para el señor Fábregas y para su deporte. La infumable ceremonia de apertura de los Juegos, donde desfilaba China y también Kiribati, nos tendría que poner en guardia sobre adónde nos llevaría el corazón si cada cual siguiera su bandera. Tardarían una semana en encender el pebetero.
Enhorabuena por la reflexion. Perfectas palabras que debería ser obligatorio leer en un pais marcado por el cerrilismo mas atroz.
Felicidades por el artículo.
Al Indignado y a otros que piensen «que se quede en su casa, que nadie le obliga», lamento decirles que tristemente no es así.
Les transcribo la primera parte del artículo 47 de la ley del deporte española: «Es obligación de los deportistas federados asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales para la participación en competiciones de carácter internacional, o para la preparación de las mismas.»
Error al elegir el hierro. Hay tantos ejemplos de deportistas que no van con sus seleciones y no son sancionados, que aburre citarlos. Nadal, Gasol, Fran Vázquez y Bojan no adujeron lesiones para excusar su presencia. En la realidad, este precepto no es ningún impedimento.
Nunca seremos como Fuenteovejuna; ni falta que hace.
Nunca sentiremos todos los mismos colores de banderas ya arcaicas; ni falta que hace.
Nunca decidiremos terminar esta absurda batalla que ni tan siquiera empezó nuestra generación y que la mayoría no sabemos ya ni de qué va.
Y nunca, y esto es lo más triste, nunca seremos capaces de apreciar toda la diversidad cultural y lingüística de nuestras tierras; esas diferencias entre hermanos que son las que nos harían realmente fuertes como comunidad. Pero no, disfrutamos más con ese intento político constante de disgregación bajo diferentes telas.
Fielmente ocupados en nuestros quehaceres diferenciadores, es incluso divertido criticar a un deportista por haber ido a representarnos en vez de quedarse en casa.
Pues a mi me parece obsceno vender mis sentimientos por una beca ado y jugar unos juegos olímpicos. Yo personalmente no lo haría, y ni me doy golpes en el pecho ni me vanaglorio de nada. Pero para mi no existe pragmatismo en los sentimientos como tiene este deportista.
Brillante reflexión. Creo que aporta algo de raciocinio y cordura a un debate cargado de hipocresía, vísceras y odio. El nacionalismo, ya sea catalán, vasco, gallego o español, es un sentimiento perfectamente lícito. Fàbregas lo expresa con respeto: «si pudiera elegir, elegiría Catalunya, y no siento lo mismo al escuchar los dos himnos». Uno puede estar de acuerdo o no, pero es lo que siente y lo expresa de la forma más correcta.
Mireia Belmonte se manifestó abiertamente a favor de las selecciones catalanas diciendo que le gustaría ver a Catalunya y España compitiendo en una piscina pero aquí nadie dice nada, y todos a sacar pecho que sus dos platas. ¿De verdad creemos que Ibaka, Muehlegg y compañía se sienten muy españoles? Lo dudo.
Artículo muy sensato. Sólo apuntar que Fàbregas y otros muchos no juegan con España por pragmatismo sino por obligación de la ley del deporte española, una obligación que contempla sanciones severas si se incumple, precisamente para evitar que gente como Fàbregas decida no acudir a la selección.
Si el jugador quiere renunciar, podría llegar a un acuerdo para que no se le llamase, estoy seguro. Dicho esto, es realmente vergonzoso que exista una obligación así.
Creo recordar que Vazquez, el jugador de baloncesto del Barcelona, renunció a jugar con la selección y no pasó nada…
Sí, renunció, pero no tenía nada que ver con cuestiones políticas ni nacionalistas ni nada parecido.
Renunció porque no se siente bien entre el grupo de jugadores que forman la selección, y punto.
En España las heridas están abiertas y supurando. Existe un odio latente entre las personas que se traduce en intolerancia, y al menos, el himno no tiene letra, porque si la tuviese, habría barra libre para criticar y demonizar a los que no lo cantasen. ¿Ser español es un orgullo? a ninguno nos preguntaron donde queríamos nacer, a partir de ahí, el sentimiento patriótico es muy relativo. Me sorprende cuando la gente ensalza o critica ideologías nacionalistas, sea de la naturaleza que sean, ya que no hay una verdad absoluta y que al final el nacionalismo español, catalán, vasco o vietnamita, es lo mismo: nacionalismo. ¿Quien tiene razón?
Quizá es más lícito participar con el país en el que te ha tocado vivir, aunque no te guste, que nacionalizarse y competir bajo la bandera de un país elegido poco menos que al azar por el simple hecho de tener más oportunidades de hacerlo… Al fin y al cabo, seamos sensatos, todos los deportistas compiten por ellos mismos, para su propia gloria. No imagino a ninguno de ellos (y conozco a un par de Olímpicos) levantándose a las 5 de la mañana para entrenar pensando en España…
En aras de cuantificar las magnitudes de los correspondientes bochornos, agradecería una clarificación de la frase «mi supuesto país ni siquiera paga a funcionarios y mantiene sus pantomimas de embajadas».
Habría que aclarar si es cierto el concepto «déficit fiscal» que tan a menudo aparece en los media catalanes, y habría que aclarar cuál es el orígen de la falta de liquidez de la Generalitat. Habría que comparar el número de sus funcionarios respecto de otras administraciones, y estimar sus rendimientos. Habría que comparar costes y resultados entre las «pantomimas de embajadas» y las embajadas como Dios manda. (Espero que no sea cierto que Trillo, embajador en Londres, no habla bién el inglés, a pesar de vanagloriarse de ser especialista en Shakespeare…).
Por otra parte, habría que aclarar si el tal Fábregas es libre de formar parte de la selección o no, y en caso de no serlo a qué sanciones se expondría.
Enhorabuena por el artículo.
Las palabras de Fabregas me parecen sinceras y cabales. El es nacionalista catalán, se siente como tal y afirma que preferiria jugar las olimpiadas con una selección catalana. Eso no significa que como tal selección no existe no vaya a jugar con la española, que por la actual configuración política del estado es la que le corresponde. Él es deportista, y como tal poder jugar los Juegos Olímpicos supone una de sus máximas aspiraciones. Las reacciones de «pues que no vaya» no tienen sentido porque él lo que quiere en primer lugar es competir con los mejores, al margen de las circunstáncias políticas, aunque no por ello debe callarse su opinión.
Me gusta el respeto con el que está escrito el artículo, cosa que en la España post-nuevos ricos (la de encofradores cobrando más que médicos) hace falta. Yo soy mallorquín y hablo por igual el catalán (con su variante dialectal) y el castellano. No tengo problema en sentirme español. Pero no me gusta que se me imponga el sentirme español. Creo en una España plural, porque sé que es plural, porque sé que tengo cosas diferentes a un vasco, un catalán, un madrileño, un gallego, un andaluz, un asturiano o un canario. Del mismo modo, me siento español porque sé que hay muchas cosas también en común. Lo que entiendo pero no trago, es el deseo de una España homogénea a imagen y semejanza de Madrid. Lo entiendo porque comprendo el sentimiento nacionalista de sentir formar parte de algo más grande, de compartir una idea romántica abstracta que es la de nación. No lo trago porque esa España homogénea tiende a menospreciar mi identidad y entra en conflicto con muchas cosas que quiero, entre ellas mi lengua materna. Entiendo que el «Una, grande y libre» siga teniendo su gancho (a mi es a lo que me recuerdan las siglas de UPyD), pero es una actitud que amenaza una parte de mi, y por ahí no paso.
Hombre, podría haberlo dicho antes de ir a Londres. Nadie está obligado a ser patriota, de acuerdo, pero tampoco a nadie se le obliga a jugar en la selección española, no? si tan mal se siente que se vuelva a su casa y fuera, no?. Pero claro, a la hora de poner el cazo todos somos españolitos y lo que haga falta. Si tan nacionalista es, que lo demuestre como hizo el tal Oleguer, que renunció a jugar con España. Hay que ser consecuente con tus sentimientos pero como he dicho antes, las becas ADO y las primas por medalla son muy jugosas y más si eres catalán, claro.
‘¿Y más si eres catalán?’ Al final luciste tu fobia. Mira, no tengo ni idea si Fàbregas cobra becas ADO o no, pero como todo contribuyente del Estado español, él, tú y yo tenemos todo el derecho a recibir las ayudas que éste disponga. El día que se haga objector fiscal, te daré la razón… Y la comparación con Oleguer. Aquél fue consecuente, según tu teoría, y este detalle no le evitó llevarse todos los palos habidos y por haber. A la democracia española le falta cultura del diálogo. Por eso doy gracias a los impulsores de Jot Down por existir. Dejemos las fobias en el lado oscuro de cada uno.
http://deportes.elpais.com/deportes/2005/12/12/actualidad/1134375715_850215.html
¿Quién vendió que Oleguer renunció? Presas fue, simplemente, descartado por el seleccionador.
Siento que se interpreten así mis palabras porque no quiero parecer un anti-catalán / anti-nacionalista, tengo muchos amigos viviendo en Cataluña, pero es que esas declaraciones están fuera de lugar de todas todas.
Es algo en plan «voy a los JJOO porque me obligan a ir con España, que sino no iría…». Que viva la mentira y la hipocresía, qué pasa, que si le dicen que no le sancionan va a renunciar a ir?? jajajjajajjaa por favor!!
Yo no voy de «españolito» por la vida, pero es que esta prepotencia me supera, todavía hay que darle las gracias por ir a competir sin ganas, anda venga hombre…
Y si, yo también he competido y anda que no hubiese estado bien llegar a competir a nivel profesional y en unos juegos, pero iría con ilusión y con ganas, y no llorando por las esquinas, es que me parece tan lamentable, hipócrita y prepotente, que creo que ya he perdido demasiado tiempo con esto.
Afortunadamente, no todos los catalanes son así.
Un saludo
¿Desde cuándo Cataluña ha sido un país o una nación, igual que desde cuándo las Vascongadas han sido un país? Es más, Cataluña entraba en el reino de Aragón
Punto 1: «país» no es sinónimo de Estado independiente, como usted parece dar a entender. Del diccionario de la RAE:
país. (Del fr. pays).
1. m. Nación, región, provincia o territorio.
Cataluña es un país, como lo es el País del Loira en Francia, como lo puede ser Asturias, Toscana o mil ejemplos más. Que perteneciese al Reino de Aragón es tan relevante a estos efectos como el que fuera cartaginés, una marca de Carlomagno o un condado medieval
Punto 2: «Nación» tampoco es necesariamente sinónimo de Estado independiente. RAE, acepción número 3:
nación.(Del lat. natĭo, -ōnis).
3. f. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.
¿Encaja o no Cataluña en esa acepción?
Sí, es una región o provincia.
¿Y no sería más consecuente o cabal que, ya que defiende unos colores que no le representan, que renunciase?
Para mi sería más lógico, no?
Me quedo con tu último párrafo: «Hace unas semanas, el mismo Fábregas decía en La Vanguardia: “Pese a que muchos han intentado manchar el deporte español, este está a un nivel muy alto”. No parece una declaración muy anti española. Ni locamente independentista. Parece la de alguien que siente Cataluña como nación y España el país en el que le ha tocado vivir. Al que defiende deportivamente con respeto, aunque no le emocionen sus símbolos. Puede que Fábregas sea un inconsecuente que mancha la camiseta nacional. Pero a lo mejor España sería un país más cabal y más madura si se entendiera que se puede jugar en sus selecciones y darlo todo por la victoria, con una propia opinión sobre el sentimiento nacional. E incluso hablar de ello.»
Felicitats per l’article. I pels comentaris. Siguin a favor o en contra. Tots denoten respecte i voluntat d’entendre el que passa. Catalunya és una nació i a dins d’ella hi ha nacionalistes i no nacionalistes, conservadors i nazis i extremistes d’esquerra i de dreta i putes i gais i musics i paiassos i gent honrada i corruptes. Com a totes les nacions. No som pitjors ni millors. Som el que som. I ens agradaria que ens entenguessin. Si hi haguessin més articles com aquest i els mitjans permetessin aquest debats i s’imposses el respecte democratic Catalunya no voldria sortir-se d’Espanya. Però ara ja és tard. Espanya, la que ha donat majoria absoluta al PP mai ho entendrà. No hi ha altra sortida que fer veritat l’advertencia de Maragall: ‘Adeu Espanya!’
A ver, no sé que tendrá que ver la mayoría absoluta del pp con que se pueda respetar el sentimiento de la gente. El respeto debe ir aparte.
Por otra parte creo que el pp cambiará el discurso cuando electoralmente le vaya bien, es triste, pero es así.
«Si hubiera más artículos como este…» Nosotros no queríamos, pero nos habéis forzado a serlo… por no concedernos la independencia. Muerto el perro se acabó la rabia.
«Si los medios permitieran estos debates…» ¡Sera por falta de debates y medios!
«Si se impusiera el respeto democrático…» Y a la ley, y a la ley.
Ten un poco de educación y escribe en el idioma que está escrito el artículo.Gracias.
Cómo nos gusta que no nos entiendan, eh. No será muy importante entonces lo que hay que decir.
Excelente artículo que demuestra que se puede y debe hablar y escribir sobre cualquier idea en España, con respeto, por mucho que escape del dogma constitucional. Duele la intolerancia hacia un sentimiento expresado con respeto por un deportista, lo haya hecho torpemente o no, y aún duele más la tolerancia hacia ese otro deportista que iba para abanderado olímpico y que a principios de años fue investigado por Hacienda por evadir impuestos y utilizar Guipúzcoa como paraíso fiscal. Gran patriota, gran sinvergüenza en tiempos de crisis. Como aquella otra deportista modélica que a su muñequera le cantaba ‘banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda’ y a su cuenta corriente le hablaba íntimamente en catalán de Andorra.
Probablemente son sus últimos juegos, así que tiene poco que perder y mucho que ganar, un nuevo estandarte, un puesto en la administración un nuevo valiente que desafía al opresor etc.Por lo demás el artículo flojo, Team GB de fútbol es un invento, Giggs, Bellamy o Ramsey nunca han jugado en el Team GB, pero por lo menos piden a la aficiñón del Millenium de Cardiff que respeten en himno británico, casi como aquí en el Calderón hace unos menos.Ah se me olvidava al que vanagloria el espíritu democrático del Reino Unido, no voy a negar que existe, pero recuerda Belfast.
Sólo un comentario sobre las recurrentes «embajadas», aquí referidas cómo «pantomimas de embajadas» (este sí, un «argumento» cansino).
Las embajadas de pantomima, quieran verlo o no, son las españolas, que sólo sirven como jubilaciones de lujo para dinosaurios políticos. ¿Qué sentido tiene enviar a un tipo que no tiene ni idea de inglés como embajador a Londres? Y esto es sólo un ejemplo, los «embajadores» se caracterizan por su prepotencia y desprecio hacia todo lo que no lleva la bandera española y un toro. Con actuaciones de este tipo, es totalmente lógica la creación de una red paralela que sirva a los intereses de los empresarios catalanes (y no sólo los catalanes, todas las autonomías han sufrido esta necesidad).
Finalmente, tampoco tiene sentido el negacionismo o revisionismo histórico sobre si Cataluña es o ha sido nación. Se trata simplemente de un tema de DEMOCRACIA y respeto, ¿por qué no se puede preguntar al pueblo que es lo que quiere ser? (poder decidir nuestro destino ya sería la hostia, con perdón)
Es mejor inventarte una realidad paralela, pintando un país que afortunadamente dejo de existir hace muchos años, que afrontarla tal y como es. Es mejor reducir a tu «enemigo» a la caricatura del toro y la folclórica para así justificar mejor tu odio hacia él. Macho, no sé que embajadas habrás visitado tú en el extranjero pero en las pocas que he estado te aseguro que no vi a ningún funcionario vestido de matador ni de bailaora. Y Trillo seguramente sea uno de los ministros más necios que se recuerdan pero de ahí a decir que no tiene ni idea de inglés hay un trecho. Y no, las «embajadas» autonómicas no están para colocar amiguetes y despilfarrar el dinero con alquileres de lujo en las zonas más caras y exclusivas de distintas capitalesdel mundo. No, qué va. Todo el mundo sabe que gracias a ellas los empresarios han aumentado sideralmente su volumen de negocio en el extranjero y sus exportaciones. Tanto, que distintas organizaciones como el FMI, la OCDE o la OMC han recomendado a otros países seguir este camino en vista de su enorme éxito. Depués las AAPP no tienen para pagar a proveedores, los sueldos de los funcionarios o el mantenimiento de escuelas, asilos u hospitales. Mira que me sorprende.
Creo que no has leído bien mi respuesta…
Mi intención no es discutir porque está claro que no nos pondremos de acuerdo.
Aunque hay una cosa que no puedo aceptar y que me gustaría dejar muy clara:
España no es mi «enemigo» ni tengo ningún odio ni resentimiento hacia ella ni sus habitantes (entre los que yo me encuentro, sea dicho de paso).
Una cosa es no sentirse español y otra muy diferente, es sentir odio…
Siguiendo la «lógica» de tu respuesta: es más sencillo pensar que los catalanes odian a España y que se quejan para tocar las narices «para así justificar mejor tu odio hacia ellos», ¿verdad?
Las simplificaciones no son buenas…
Saludos
Por cierto, los que lo critican por «llorar por las esquinas» o por «no ir con ilusión», ¿han leído la extensa entrevista en el ARA? no, ¿para que? ¿verdad?
Señores, no se equivoquen. Aquí el problema no es el nacionalismo, ni lo que uno siente, ni la camiseta que viste. El problema es que es un catalán el que lo ha dicho y, seamos honestos, en este país (España), todo lo catalán parece que apeste. En el mismo artículo se menciona a esos deportistas como «Juanito» u otros muchos de distintas procedencias que se visten la camiseta española pero que, seguramente, no la sienten como suya, o por lo menos no tanto como un mesetario. Es evidente, y hasta normal, pero a estos no se les señala ni se les salta a la yugular. Pero cuando aparece un catalán, parece que ese fervor español que la mayoría ya tenía olvidado resurge de la mismísima alma de Franco. Aún no entiendo porque hay que obligar a alguien a sentir lo que no siente. No entiendo, porque un país que te odia quiere que te quedes…
Efectivamente, el problema no es el nacionalismo. Es el victimismo permanente, atosigante, cansino, atorrante, modorro, insaciable y meapilas.
Hay muchos españoles a los que, en efecto, los catalanes les dan asco. Pero hay muchos catalanes a los que todo lo español les produce sarna. Se ríen de ello y van por la vida con un sentimiento de superioridad que da pena.
Aparte está todo el imperialismo catalán: parte de Aragón, el sur de Francia, Valencia y las Baleares también entran dentro de su área de influencia y buscan que la gente piense como ellos. De eso, todos aquellos que critican el nacionalismo español y hacen referencia a Franco, se olvidan.
Y por cierto, Franco es historia reciente y no podemos olvidarnos, pero tampoco nos olvidemos que Franco murió hace 37 años, casi tantos como los que estudo en el poder, y ya hay muchísimos españoles para los que Franco es, tan solo, un tema de historia en el instituto. Desde entonces han pasados muchas cosas, y los nacionalistas catalanes, vascos, o de otras zonas de España bien que lo han aprovechado para denigrar todo lo español
Parcialmente de acuerdo con el fondo de tu reflexión, Javier. Reflexiono sobre el asunto y la verdad que no veo el problema en las declaraciones de este jugador sino en la incongruencia de su mensaje y de sus actos.
Por mí, madrileño de hijos madrileños y con orígenes en la meseta, el señor Fàbregas se puede sentir tan catalán como Giggs galés. A mí, personalmente, ni me ofende ni me escandaliza. Pero si su sentimiento catalán excluye el mínimo sentimiento español, país que engloba su tierra de nacimiento, quizá lo más congruente sería rechazar educadamente la llamada de la selección española como han hecho otros en actitud más que respetable.
Decir que no te sientes de una determinada manera pero servirte de sus medios para obtener prestigio personal no me parece propio de alguien coherente.
Sin perjuicio de lo anterior, un placer leerte como siempre.
http://saliendodesdeelbanquillo.blogspot.com.es
Me he olvidado lo más importante…
Dejando a un lado su obligación a presentarse, ¿por qué se insiste en la falacia tramposa de «que elija: competir con España o quedarse en casa»?
¿Cómo se le puede exigir a un deportista este sacrificio? si no siente los símbolos, ¡¿debe esconderse y dejar de practicar su pasión?!
¿Dónde queda la deportividad y el espíritu olímpico?
Y después somos nosotros los que politizamos el deporte…
¿Acaso no debería poder competir por Cataluña?
(con esta sencilla concesión habría la mitad de independentistas).
Lo que me jode como español es que los gibraltareños no se quieren venir, y catalanes y vascos se quieren marchar. Y estos últimos son quienes nos ganan las medallas…
Algo estamos haciendo mal. Fijo.
A ver, un último intento… nos hemos desviado «ligeramente»…
Mi sueño, cuando era niño, era participar en unos JJ.OO. (o en un mundial si fuera futbolista). Supongo que esto es comprensible y lo compartimos.
Entonces, me decís, que si no me siento español [no es culpa mía (interjección)], no tengo derecho a participar en una competición internacional de alto nivel? ¿es así?
¿Es que nadie ve la perversión y la injusticia de este planteamiento?
Lo peor de todo es que cargando contra un deportista que se expresa libre y elocuentemente, conseguimos que los demás -por evitar lidiar con la polémica- no salgan del discurso boderline del «partido a partido». Y lastimosamente, ellos son los referentes sociales de hoy en día
Felicidades por el artículo.
Me pareció desproporcionada la reacción que se generó con estas declaraciones, y es el primer artículo que he encontrado que me parece una reflexión serena y respetuosa. Álex Fábregas manifestó unas preferencias, con respeto y dentro de una entrevista más extensa, de la cual sólo se extrajo el titular.
La ley del deporte obliga a los deportistas a acudir a las convocatorias de las selecciones, previendo sanciones en el caso de que no acudan.
Álex Fábregas ha representado al equipo español en diversos eventos:
4º clasificado en los Juegos Olímpicos de Atenas
Bronce en el Mundial de 2006
Plata en el Europeo de 2007
Campeón de Europa en 2005
No creo que se le pueda recriminar falta de entrega.
Se me ocurre que es parecido a cuando tocaba hacer la «mili» (a mi me tocó). La verdad, no me hacía mucha gracia tener que desfilar y darle un beso a la bandera «por cojones», pero lo tuve que hacer. Además, no me podía quejar.
Por lo demás, creo que este país adolece de falta de respeto a las diferencias. Si España es mi país, me encantaría poderme expresar y hacerme entender en catalán, castellano, euskera, gallego, en cualquier parte, sin temor a que nadie me apedree el coche, o que me menosprecie.
Si hay zonas de este país con estructuras de gobierno propias (autonomías), se las debe respetar. Si quieren crearse embajadas, igual es por que las embajadas oficiales no tienen en cuenta ni respetan esas diferencias.
Creo que esa actitud es la que le está dando alas al independentismo.
¿Se puede imponer un sentimiento? NO, ese es, como tantos otros, un asunto privado. Fábregas no tiene por qué sentirse español, como otros no tienen por qué sentirse independentistas catalanes, vascos o escoceses. Y todo ello ha de ser compatible con la idea de poder decirlo sin que por ello sufra amenazas. E incluso con la idea de jugar con España si esa es, como parece, la única salida profesional que le queda. ¿O acaso Fábregas desprecia al deporte español o no lo da todo por ganar la olimpiada con la selección española? Sinceramente creo que falta tolerancia y naturalidad, mucha.
Por cierto, ja aprovechado para lanzar su soflama cuando tiene 31 palos, ha participado en varias Olimpiadas y esta, seguramente, sea la última. Porqué no lodijo en Atenas 04? No era todavía independentista? O era para que no le borraran de siguientes competiciones? Mucho morro: en el fondo, la pela es la pela.
El señor Fábregas merece respeto por sus opiniones, como cualquier otro ciudadano, ni amenazas ni insultos. Su caso es solo un ejemplo más del famoso cainismo español, estamos deseando atizar a cualquiera que se ponga a tiro, y es por eso que nos mantenemos en debates trasnochados durante siglos. El nacionalismo se cura viajando y disfrutando de todos los lugares y sus circunstancias, y se puede tener cariño a tu tierra, simbolos y liturgias, pero no debemos despreciar las de otros, y eso lo hacen o hacemos tanto algunos de los nacionalistas catalanes o vascos, como otros de los nacionalistas españoles. Tenemos que aprender a respetar a todos piensen lo que piensen, y podremos recibir el mismo trato.
Desconocía por completo esta polémica sobre el señor Fábregas. Coincido con Javier Gómez y otros comentaristas de por aquí: más tolerancia y tranquilidad, que los aspavientos y el nacionalismo de salón son malos para el corazón.
Si este hombre no se siente español está en su derecho de sentirse catalán y de expresarlo libremente. Mucho español celebra los mates de Ibaka pero luego cuando se trata de un catalán se saca el rifle y tira a matar. Cainismo y estupidez.
Y como Fábregas hay otros tantos en la representación española en Londres y luego contaremos sus medallas, igual que se ha hecho siempre con las medallas de waterpolo y hockey.
La queridísima hipocresía de este país.
En lo que yo he visto el sentimiento nacionalista independentista surge por dos vías:
1. Sentimiento de superioridad: gente que se cree mejor que los demás por haber nacido en unas cooordenadas geográficas. Nadie se quiere separar de algo que cree mejor. Si se quieren separar es porque se creen mejores.
2. Interés económico. Es un argumento básicamente pragmático. Gente que considera que el resto son un lastre y que siendo menos «tocas a más».
Por supuesto, tanto Fábregas como cualquiera tiene perfecto derecho a decir tanto «soy mejor que vosotros» como «sin vosotros ganaría más» pero es bastante lógico que al que se lo dices se sienta molesto.
No entiendo las críticas a la gente que no escribe en castellano (hasta el momento gallego y catalán). No utilizas el traductor cuando no entiendes algo escrito en inglés o francés?? No puedes hacer un mínimo esfuerzo por entenderlo?? Digo yo que con un poco de imaginación y sentido común no tiene que ser tan dificil. La pereza (más que la ignorancia) es lo que tiene…
Hablando todos español, me parece un poco snob y estrafalario no hacerlo de modo en que todos nos entendamos.
En jotdown habeis abierto demasiado la mano…mi respeto máximo por este articulista, pero, baja mucho el nivel de la revista, que es excepcional. Es ese tipo de periodistas que cree que lo que dice es más importante por ser él quien lo dice.
Saludos.
No se cuestiona si Fábregas tiene derecho a ser nacionalista o independentista catalán, faltaría más, peros sí el hecho de que elija precisamente los Juegos Olímpicos para proclamarlo a los cuatro vientos. Eso es ser un oportunista, y no creo pertenecer a la «caverna españolista» por parecerme mal esa forma de actuar.
Hola, mi nombre es Ínhigo M. (prefiero mantener el anonimato). Soy nacionalista turolense. Aunque mi país no existe, llevo el nacionalismo en las venas, por lo que a las enfermeras les resulta muy difícil sacarme sangre. Mi padre es nacionalista belga y mi madre preferiría que la Tierra no formase parte del sistema solar; aún así,se pasa horas tostándose en la playa. Mi hijo de un año será un buen nacionalista hasta que su mujer diga lo contrario. Me encantan los pájaros de colores, pero en Teruel no hay guacamayos autóctonos y me tengo que conformar con criar una urraca bañada en Titanlux. Hermanos nacionalistas catalanes, vascos o españoles, confío en que vosotros lleguéis a valorar el alcance de mi tragedia. Publicaré mi nota de suicidio colectivo en Twiter. Teruel siempre etéreo.
No hay selección británica de fútbol, que yo sepa. Está la inglesa, la escocesa etc..
Si es que los JJOO deberian ser una competición de, entre y para deportistas, en lugar de una repugnante competición de nacionalismos, banderas, himnos y demás parafernalias de naciones y estados unos contra otros.
Yo soy y me siento Gallego,no español y ojo no tengo nada contra españa,pero cada uno es lo que el siente,supongo que para quien opine diferente o se sienta identificado con españa pos sera imposible entender lo que yo siento,pero lo que no podeis hacer es atacarme x eso como yo nunca atacare a nadie x sentirse de aqui o alla,en la vida ai q entender las posturas de los demas como nos gustaria q hiciesen los demas con nosotros
«Pero cada uno es lo que se siente» ¿Sí? ¿Seguro?