Somos frágiles. Tanto que no les cuesta meternos en barcos o en trenes, llevarnos a trabajar a fábricas, echarnos de ellas, hacer jabón con nosotros. Somos frágiles. Nos obligan a dormir y a despertarnos. Pero nos jodemos. Nos jodemos. Quizá, es lo que mejor sabemos hacer. Nos jodemos. Somos frágiles, nos vemos, reconocemos nuestra fragilidad y nos jodemos. Nos olemos el cabello. Y nos jodemos. Nos comemos las bocas. Y nos jodemos. Nos acariciamos. Nos encerramos por horas en una habitación. A veces sucede en una cocina, en un pasillo, en un portal, en el cuarto de la fotocopiadora, en el bosque, en un lavabo, en un parque. Donde deberíamos trabajar, nos jodemos. Donde deberíamos dormir, nos jodemos. Nos jodemos sobre la mesa en la que deberíamos comer. Nos jodemos. Somos frágiles y nos jodemos. En ocasiones a cuatro patas, mientras susurramos palabras extrañas que nos agrietan el pecho. Nos jodemos. Con fuerza y contra la pared. Contra los árboles y las tapias. Nos jodemos a través de posiciones extrañas, que nos obligan a mirarnos a los ojos y ver la fragilidad del otro. Nos jodemos. Nos jodemos. Hace miles de años nuestros antepasados salieron de la selva. Jodieron en la sabana. Nos jodemos y emitimos sonidos y, durante unos minutos, desaparece la selva.
Fotografía: Txema Salvans
Hermosura de texto. Gracias por compartirlo.
Gracias.
Desaparece la selva… para convertirse en jungla.
Vivan las caenas…
Pingback: Que se jodan
Que el que acuñó lo de la CT etcetc sea el creador del contenedor subvencionado con más éxito de crítica y público ( cosas de la transición, supongo), es como si la Pepsi desvela la fórmula de la Coca-Cola.
Jodámonos.
¿La foto está sacada en Puente Mayorga?
El Milagro Económico existe !!
pues eso
http://johnself.blogspot.com.es/2012/07/que-os-jodan.html