Tiene narices sentarse a escribir para enmendarle la plana a Mariano Rajoy, pero así es: la culpa no es suya. Ni de Zapatero, ese hombre, que gasta una tarde a la semana en el Consejo de Estado y tres con los playoffs ACB. Ni de “los mercados”, pronunciado como solo saben hacerlo los tertulianos progres, como si mentaran a Magneto, Octopus o cualquier otro villano Marvel. No. La culpa es nuestra: suya de ustedes y, faltaría más, mía.
La culpa es de un país de listos. De un país que se vanagloria de ser en el que mejor se vive y cada vez resulta más difícilmente habitable. De un país que vive atemorizado por la posibilidad de un rescate, como si no hubiese quebrado ya moralmente. De un país que solo habla de crisis económica cuando la ruina es moral, como escribe Enric González.
La culpa es de un país que ha estandarizado la corrupción con pisacorbatas dorado. En Italia, el crimen siempre ha estado un poco mejor organizado; tiene una estructura, códigos seculares, una épica y hasta a Marlon Brando para darle su pátina. La mierda italiana tiene al menos un relato. La nuestra está un poco más desperdigada. En España no hay mafia, dicen. Mejor que cada uno se monte la suya en su jardín. Corrupción modelo Ikea: la montas en tu casa, ayuntamiento, empresa constructora, comunidad autónoma o caja de ahorros.
La culpa es de la televisión. De los que sabemos que dos tetas te dan ese pico de audiencia al final del programa. De los que dejamos que Boing y Clan nos cuiden a los críos. De esa TV que nunca se equivoca apostando por el mal gusto de la gente. De los que llegaron a España a importar sus putillas, sus minifaldas, sus garrulos en huis-clos y otros laxativos de prime-time. Justo esos que teorizan que este negocio no es más que rellenar los espacios entre las tiras publicitarias.
La culpa es de un país capaz de indignarse con unos muñecos de látex. O, mejor dicho, capaz de indignarse solo por unos muñecos de látex.
La culpa es del 15M. Interesante como síntoma pero inútil y hasta peligroso como remedio. Tan incapaz de separar los bongos de las ideas (yo también copio a Dani Mateo). Ya se han hecho mayores, con su camisita, su canesú y sus escisiones, casi más como una separación de matrimonio viejo: para ti la casa en la playa, para mí los cuadros; para ti Twitter, para mí Facebook.
La culpa es del periodismo. Y, sobre todo, de quienes lo dirigen. Que critican el despilfarro del Estado, los blindajes de los altos cargos, los sueldos astronómicos de los consejos de administración y los han calcado en sus trémulas pirámides empresariales. Engordaron sus sueldos, sus sobres a fin de año, sus tarjetas de crédito a cargo de la empresa, y ahora intentan entrar en la talla XS de la crisis a base de eres. Como si Mastroianni, Tognazzi, Piccoli y Noiret se hubiesen apresurado a emprender la dieta del pepino en las últimas escenas de La grande bouffe. Ayer, por primera vez en meses, me emocionó una historia en un diario nacional. Una escritura de llamaradas. Un regreso al futuro del periodismo. Algún directivo igual hasta se vanagloria de haberla publicado. No encontró espacio en portada. El diario no pagó ni un euro de ese viaje. Y el redactor lo hizo empleando su tiempo de vacaciones.
La culpa es del PSOE. Aplicar los métodos de Bernardo Provenzano no es malo en política. Al menos, no novedoso. Pero u tratturi no se dejaba pillar con el micro abierto mientras amenazaba con cargarse al sospechoso de turno. Y Provenzano no habría tomado represalias contra Maru: a las mujeres la mafia suele dejarlas tranquilas. Se habría ido a por Tomás Gómez. Casi prefería al PSOE hace dos semanas, defendiendo a capa y espada que no era necesaria una comisión de investigación sobre Bankia, a su nuevo prêt-à-porter inquisitivo para el verano. Era, no sé, como más sincero.
La culpa es de Mariano Rajoy. No solo, pero también. Es difícil tratar de mentecato a un político cuando sabes que no escribe lo que lee. Pero no tanto toda vez que asume proclamarlo en público. Como el viernes, cuando afirmó ante 23 futbolistas y un país con más de cinco millones de parados que España “necesita una alegría en estos tiempos difíciles”. Aquí no se ha producido ninguna catástrofe natural, ninguna desgracia divina. Vivimos los tiempos que hemos creado, pero sin que los responsables estén siendo investigados ni se haya extraído lección alguna. El Sahel necesita comida y España necesita trabajo y otra escala de valores, no panderetas ni golazos. Del Bosque le afeó la parida un día después, para evitarle el feo de no tener dónde esconderse ante el estrado. Del Bosque, por cierto, un ejemplo de esa izquierda genética y modosa, de esa izquierda honesta y que suda, de esa izquierda fea, joder, benditamente fea y de pueblo, que tanta falta hace, frente a la izquierda guay de los turistas del ideal, la izquierda puedelotodo, la izquierda dicta-consciencias. Escribió en La Repubblica Michele Serra sobre las tipologías de la izquierda, y siempre me sentí identificado con la que él denominaba “la izquierda de autogrill”, cuyo máximo exponente era Nanni Moretti: aquéllos a los que ya les basta con que en el restaurante de carretera les den el ticket y no defrauden a Hacienda.
La culpa es de un país que ha alterado la evolución de la especie. Infancia, adolescencia, primera edad adulta, madurez… han sido sustituidos por la primera generación eternamente adolescente. Empezó a los 14 y no tiene fin. Se trabaja incluso, se gana dinero, pero el objetivo es rehuir las responsabilidades, de gin-tonic en gin-tonic hasta la curda final de la madurez epicúrea. Suelen decir los antropólogos que la natalidad es el mejor índice de salud de una sociedad. Convertido a fútbol, España habría acabado este año goleada hasta por el Rácing de Santander. Si alguien quiere saber cómo se tienen hijos sin un duro que pregunte a nuestros abuelos.
La culpa es del Gobierno. No solo, pero también. Un Ejecutivo que iba a ser “el de los mejores”. Hasta que preguntas a jefazos del PP por qué tal o cual ministro ocupa puestos para los que no están preparados y contestan en privado, con algo de apremio, que “a ése lo impuso el partido”. Un Gobierno sobrepasado y, lo que es peor, que no consigue ocultarlo. A esta Moncloa de Bernarda Alba se le aprecian arrugas siendo un Ejecutivo neonato, como una de esas mujeres a las que el sufrimiento y la desesperación han convertido en viejas prematuras. Parece un equipo carcomido por las hostias que da el viento tras 12 años de mandato y no llevan ni 12 asaltos.
La culpa es de la Justicia. Perdón, mejor con minúscula. Esta semana salió a dar una rueda de prensa Carlos Dívar, un señor de hablar anquilosado y gesto ídem que no había tenido a bien dar ninguna desde que tomase posesión en 2008. Explicó, en suma, que sus 20 viajes a la Costa del Sol a hoteles de 4 estrellas fueron todos por motivos profesionales. ¿Cuáles? Eso ya no consideró de importancia mencionarlo. Y una ley de 1996 le ampara para no desvelar el motivo de sus desplazamientos oficiales. Ni siquiera me parece tan importante saber si se vio con Merkel o con tres putas rusas. Lo vergonzoso de todo es que el Estado ampare desde dentro que, sean tres putas rusas o una tía suya a la que guarda tamaño afecto, no debamos enterarnos.
Solo tenemos lo que nos merecemos. ¿Soluciones? Me perdonarán, pero uno es escéptico por naturaleza. Y no cree que España la tenga. Por culpa nuestra.
Creo que decir que la gente normal, gente que trabaja duro y no va de gin-tonic en gin-tonic (la gran mayoría) tiene también parte de culpa es como decir que la culpa de una violación la tiene también la víctima por ir provocando
Basta con que se fije en los resultados de la votación «Toros o trabajo» en la subdesarrollada Extremadura.
Tres pueblos de Cáceres no son toda Extremadura, de la misma forma que cuatro palurdos con máscara, txapela y pistola en mano no son toda Euskadi. No obstante, no dejas de tener razón al hacer mención del resultado de tan polémica votación.
Todos podemos ver gente a diario quejándose de los políticos, sus corruptelas, los pelotazos… pero que no se cortan un pelo en afirmar que si ellos estuvieran en su lugar también harían lo mismo, faltaría más, ni que fueran tontos.
En fin, this is Españistan!!!
antes de llamar sub a algo debieras conocerlo… Por otra parte, una votación democrática dónde un pueblo ha decidido qué hacer con 5000 euros.. Y han decidido que ese dinero lo disfrute todo el pueblo y no que den «trabajo» a algunos pocos que seguramente sean familiares de los pocos cargos politicos que existen en el pueblo como pasa con casi todos los trabajos subvencionados.
Un saludo
¿Realmente es necesario conocer Extremadura muy a fondo para afirmar que es un territorio subdesarrollado respecto a la media española?
Pues nada, que se gasten todo el presupuesto municipal en vino y putas. Total, para que lo malgasten los políticos entre sus amigotes… Es eso, ¿no?
No se qué ha despertado más mis sentidos, si el artículo, si su comentario… ¿A qué se refiere con subdesarrollado, Toni? ¿Que prensa aniquila y atenta contra su conocimiento, Toni? ¿Vive en España o en una ficción infinita, Toni? ¿Necesita salvado de cereales para ir al retrete, Toni? Permítame decirle Toni que mis años y mi deambular de aquí para allá son más que una licencia para espetarle que personas como tú son las que le sobra a este país, exactamente la culpa pública, de la que versa este artículo, recae completamente sobre indivíduos de su condición (en mi tierra se les llama «mala gente»). Para salir de un bache, y da igual quien lo haya escavado, se necedita ingenio y creatividad. Usted, afable parlanchín, como por ahí le dicen, no es ninguna de las cosas. Imagino que será jóven y que algún día cambiará.
El tema este de «Toros o trabajo» es pura demagogia. Y lo han hecho de puta madre, dándose mucha publicidad. Suprimimos los toros para contratar a un fulano durante un año (15.000 euros), y que se maten los que vivían de la fiesta (bares, taxis, hostales…). Pero somos así, nos quedamos con el titular, porque mola un güevo.
¡Qué razón tienes, querido Toni! Extremadura está subdesarrollada, pero usarlo de forma despectiva demuestra que el subdesarrollado de miras eres tú, parlanchín. Extremadura es vista desde Europa como el último reducto mediterráneo, cosa que, al parecer, está reñida con ese «desarrollo» del que se goza en otras regiones europeas. Cuando en otro lugares se levantaban industrias aquí se hacían pantanos, lo curioso es que las industrias las movían extremeños y andaluces, pero eso es otro cantar. De todos modos denotas no haber pasado ni de lejos por Extremadura. ¡Subdesarrollado Toni!
Hacen falta más mensajes como este. No vamos a cambiar nada con más leyes, con otros políticos, con otros banqueros. Esta no es la solución. El problema está en la gente, en nosotros. Hasta que no nos demos cuenta de cómo nos hemos engañado pensando que nuestra sociedad valía algo, no podremos cambiar nada. Hace falta un lavado de cara completo, de arriba a abajo, de izquierda a derecha.
No suelo estar de acuerdo con tus planteamientos la mayoría de las veces, pero hoy y aqui sí lo estoy. Sobre todo en lo de la «izquierda de Del Bosque» con la que me identifico, no por feo, ojo.
Si bien es cierto que creo que ha sido más culpa de las élites que de «nosotros», al pueblo llano no se le puede achacar un agujero de 50 mil millones en un banco, extorsiones y recalifiaciones, y opacidad en las cuentas públicas.
Bueno, Manudo, el pueblo llano se entrampó y se compró un piso, un coche y un crucero reunificando la hipoteca de la casa cuando el sueldo no se lo subieron. Nos guste o no, algún papel también jugamos en esta farsa.
Ya bueno, ¿Pero que va antes el huevo o la gallina? ¿Que es peor pedir un credito creyendose uno el sha de irán o que te lo de el banco sin interesarse en que puedo devolverlo o no?
Perdona pero el piso, el coche y el crucero te los comprarías tú, pero yo no lo hice. Y me jode infinito escuchar eso de «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades». Sigo con el mismo coche porque aún anda, vivo de alquiler desde cuando decían que eso es tirar el dinero, y tengo una tele culona que hay que aporrear de vez en cuando para que no se vea todo verde. Así que no se qué culpa tengo yo de esta mierda….
Mi más sincera enhorabuena por el artículo. Irreprochable de principio a fin.
Excelente, pero con una ausencia en la crítica muy destacada: los nacionalismos excluyentes periféricos.
Estamos todos de acuerdo, sí.
Pero, ¿qué hacemos para cambiarlo? ¿Huimos cada uno por su lado, emigramos? ¿O nos unimos en la calle y lo quemamos todo, como en 1789? Porque ya sabemos quién tuvo la culpa, pero ahora necesitamos ingenio para arreglarlo.
¿O mejor nos quedamos en casa quejándonos e ideando qué podría, a lo mejor, cambiar algo de una situación que fácilmente seguirá siendo la misma por mucho cóctel molotov que te tire?
Yo me identifico con todos esos que han decidido huir del monotema en la calle y de la «tranquilidad» de vivr en la casa familiar. Inmigrante y sin un duro, pero satisfecho conmigo mismo. Y de hecho NO somos la primera generación que ha tenido las pocas narices de hacer la maleta y buscar algo en lugar de esperar a que caiga del cielo.
El artículo es claro y acertado. Aunque duele leer que nosotros participamos del juego. La situación no cambiará hasta que hagamos una poquita de autocrítica y la autocrítica tenga alguna conclusión.
@NOP trabajando muy duro y no dándose a la bebida puede ser uno igualmente culpable.
La culpa es del gobierno, pues no haberlos votado. La culpa es de los bancos, pues apostemos por entidades que aboguen por una mayor transparencia y un firme compromiso social (que las hay, aunque probablemente no tengan un cajero a la vuelta de cada esquina ni te den una tele cuando abres una cuenta). La culpa es de los mercados, pues seamos críticos a la hora de orientar nuestro voto monetario: exijamos a las empresas en que trabajamos y a las que nos venden productos y servicios, y si no acudamos a otras.
Basta ya de paternalismos: lo que hace falta es educar en la responsabilidad.
Desgraciadamente tienes toda la razón. Por cierto, puede saberse cuál es ese artículo escrito con llamaradas??
Sí, queremos saber
Creo que algo de Níger que da hoy El Mundo
Todo el texto es irónico, ¿no? Porque el «tenemos lo que nos merecemos» suena muy bien como crítica general a un país, pero es que aquí la mayoría de los que eran ricos siguen siendo ricos y los que iban tirando ahora son pobres. Tu conclusión se parece mucho al paraíso ultraliberal de «este es pobre porque no ha sabido hacerse rico».
¿Todos tenemos lo que nos merecemos? ¿También el banquero retirado con pensión multimillonaria después de hundir una entidad? ¿También el padre de familia que trabajó desde los 15 años y que ahora a los 55 se ve en la calle y con un hijo también parado?
Y quién inventó el concepto de culpa?, quienes se escudaron en él?, quienes mataron,golpearon y moldearon a esta sociedad con la dictadura?, quienes,una vez moldeada, la siguieron engañando con la monarquia partitocrática?. Un pueblo narcotizado por la culpa ni tiene identidad, ni sabe quién es,ni dónde está ubicado. No es fácil sacarlo del muermo cuando el poder,los medios ,etc. continuan incidiendo para mantenerlo en la misma empanada. Una lástima, pero es verdad. Mañana hablamos de los vicios de cada uno de los elementos de ese pueblo.
Se supone que somos todos los culpables cuando solo nombras a las cupulas de diversas castas del pais. Te has contradecido varias veces. El titulo es como las «guarrillas» que enseñan tetas en la tv para ganar audiencia, porque luego como ya he dicho te contradices.
Me hace gracia porque yo realmente no he escuchado que la culpa la tenga Rajoy (como persona). Si no más bien una mala gestión del partido al que pertenece y no solo su partido también otros.
Me parece a mi que tu si que eres Javier Gomez de los que se van de gintonic en gintonic, porque escribir lo que has escrito tiene tela.
Gracias por decirme que tengo la culpa cuando lo único que he hecho en la vida ha sido estudiar y ahora que tengo 21 años con un FP superior no tengo empleo, evidentemente como soy un adolescente que va de gintonic en gintonic he decidido hacer una carrera ya que no hay muchas oportunidades de trabajo.
Gracias,
Joven en Paro.
al fin se empieza a hablar de la responsabilidad del pueblo. hasta ahora, sólo nos fijábamos en los políticos y los banqueros, que son parte fundamental de todo esto, pero no sólo.
el fracaso moral y ético es generalizado y no hay más que ver qué se entiende por «lo público», que empieza por la basura de las ciudades y los montes y termina en el engaño aplaudido al estado. años atrás mirábamos a italia y berlusconi y no entendíamos nada. aquí tenemos lo nuestro a nuestra manera. «lo público» está al servicio personal, ya seas concejal de tu pueblo, ya seas empresario.
pero, ¿dónde empieza esta cadena de responsabilidades? nosotros votamos a los políticos, que gobiernan y legislan. de nuevo, votamos y ¿legitimamos? su actuación (comunidad valenciana, andalucía, madrid…). mientras, engañamos a hacienda, a la escuala infantil, a la seguridad social, al inem… trabajamos y cobramos en negro y, claro, comprendemos cuando un político mete la mano en la caja de caudales y no nos importa que no pase por la cárcel. porque «lo píblico» está a mi servicio, lo mismo que al del concejal corrupto.
los políticos, al final, nos representan. lo hacen cuando no saben hablar sin leer un papel, cuando nombran a su cuñado para no hacer nada y cobrar miles de euros por ello, cuando miran hacia otro lado cuando uno de los suyos es pillado delinquiendo… no es que nos merezcamos lo que tenemos, es que tenemos lo que somos.
la política, como la conocíamos, ha dejado de ser válida. ahora, antes que sujetos políticos somos consumidores. a crédito, para más señas. compramos y somos en la acción de comprar, que nos define en relación a los otros. somos un coche, una casa, una ropa determinada…
en definitiva, ¿cuántos casos conocemos de gente que se haya enriquecido en los últimos 15 años y haya gastado su dinero en, por ejemplo, pagarle una buena estancia en una universidad extranjera a sus hijos? la única «mejora» que entraba en nuestra cabeza de hidalgos era la material, y ahora resulta que ni siquiera las casas y los coches eran nuestros sino del banco.
somos una sociedad de hidalgos, y llevamos así siglos…
Otro artículo a mayor gloria del sistema criminal que nos domina, el de las oligarquías empresariales y financieras que no cesan en su empeño, a través de los medios de comunicación que dominan, de mostrar a la gente que la política no sirve, que la democracia no funciona, que si están mal es por su culpa. Única y exclusivamente por su culpa. El sistema te da oportunidades, si no las aprovechas es por tu ineptitud y la precariedad y la pobreza son el justo castigo. El que la gente haya interiorizado este discurso ha sido su gran triunfo.
Como lo fue el arrebatar a los trabajadores de toda idea de clase para después convertirlos en mendigos de un puesto de trabajo, cuando no en esclavos directamente, con la bandera de la competitividad y la maximización del beneficio como la única que verdaderamente cuenta.
Y lo más triste es que el autor dice ser de la izquierda. Así nos va. Izquierda es Galeano, es Sábato, es Anguita. ¿Del Bosque? Por favor, oiga, por favor.
Pone el ejemplo de Del Bosque, porque su padre era Republicano (de izquierdas) y el obviamente el es tambien progresista. Y el perfil que da es de persona de izquierdas, sensata y trabajadora igual que los que tu nombras.
Perdón, pero, ¿desde cuándo ser de la izquierda es un perfil? ¿Qué tiene que ver ser sensato y trabajador para ser de izquierdas? Yo no tengo dudas de que el señor Rajoy es sensato y trabajador. ¿Y?
La izquierda es una actitud filosófica, humanista. Anti-sistema, porque la izquierda no puede aceptar un sistema que condena al hambre, a la pobreza y al miedo a la inmensa mayoría de la población mundial. La izquierda es solidaria, pero no caritativa. Porque la caridad es degradante, puesto que se hace de arriba a abajo, del que lo tiene todo al que no tiene nada. La solidaridad es horizontal, se hace entre iguales.
Hay que tener algunos conceptos claros en la cabeza. Zapatero no es la izquierda, ni Rubalcaba, ni Hollande. Del Bosque, al que nunca le he oído ningún comentario que ni por asomo pueda calificarse como político, a lo mejor sí. Me alegro por él, pero será como el catalán de Aznar, es decir, en la intimidad, por lo que cualquier comparación con los pensadores y líderes que cito (y otros) es ridícula.
Si pretendes que Del Bosque haga un discurso a lo Azaña rollo Paz, Piedad y Perdón obviamente no lo vas a encontrar pero si sabes leer entre lineas y a ver si ahora uno solo puede ser de izquierdas si eres una persona de gran talla moral e intelectual, eso diselo a un minero asturiano o a uno que recoja la aceituna en Jaén.
Rectifico que me he comido ahí un par de letras con coma incluida (…) pero sí, si sabes (…)
La izquierda siempre fue y será una utopía. La izquierda nunca debería estar en el poder. No supo jamás manejar los recursos económicos y a los hechos me remito: La 2ª República una ruína, la última etapa de Felipe González más ruína y Zapatero dilapidó toda la tesorería que había dejado el gobierno Aznar. Aunque nos joda es la triste realidad. Otra cosa Manudo deja a los mineros en paz que tienen lo que se merecen. Soy asturiano y Asturias dejó de recibir mucho de los fondos estatales para los asturianos por culpa de los fondos mineros que solo les beneficiarion a ellos. Por mucho que sea un trabajo duro no se puede prejubilar a alguien con cerca de 3000 € al mes con cuarenta y pocos años. Mientras esto estaba así verdad que no se les oía?. Somos unos hipócritas redomados eso es lo que es este pueblo. No recuerdo que a Zapatero se le haya puesto de patas para arriba por su mala gestión como se le está poniendo a Rajoy sin llevar ni un año. Lo que no puede ser es ver resultados inmediatos después de la ruína en la que la dejaron.
Creo que tienes un concepto apolillado y estrecho de lo que es la caridad. Caridad es más que dar limosna, es también solidarizarse (voluntariamente) con el sufrimiento ajeno y para eso no hace falta ser horizontal ni vertical ni diagonal, sino hacerlo. Y si eso pasa por dar de comer, procurar vestido, una vivienda o medios de subsistencia, etc. no sé qué tiene ello de degradante. La caridad, en este sentido, es una expresión más de ese humanismo que reclamas (absurdamente) como distintivo de la izquierda.
¿Cómo son de horizontales e iguales y en cuánto degradan Bill Gates y Warren Buffet a los infectados del SIDA de India cuando donan millones y millones de dólares para su prevención? ¿La redistribución de la riqueza (no voy a entrar a través de qué medios) también es degradante porque va de «los que los tienen todo (mucho) a los que tienen nada (poco)»?
No sé, sinceramente, de qué demonios estás hablando. ¿Redistribución de la riqueza? ¿En serio? Jaja. Que Gates o Buffet destinen una minúscula parte de sus gigantescas fortunas (sin entrar en cómo fueron amasadas) a limpiar sus conciencias me dice poco o nada. Y sí, mis conceptos suenan apolillados, pasados de moda. Lo moderno es otra cosa, lo vemos todos los días. Pero permíteme soñar en que otro mundo, más justo, es posible y, sobre todo, deseable.
Desde hace décadas el PSOE no se puede considerar ni siquiera un partido socialdemócrata. Lo único que hace es maquillar su política económica neoliberal con alguna medida de corte social de vez en cuando. El Partido Conservador británico tiene politicos más progresistas que muchos políticos del PSOE. El problema es que la derecha española es tan anacrónica, ultraconservadora y carca que a cualquier cosa se le llama «izquierda». Ya me gustaría a mí tener una derecha democrática como la que tienen muchos países europeos. El «megaprogresista» Felipe González hizo posible una desregulación del mercado laboral en el año 1984 en España que ya la hubieran querido muchos neoliberales para sus países. Del Partido Popular directamente me voy a ahorrar los comentarios porque si el PSOE es una vergüenza absoluta, el PP es para hacerse el hara kiri, asegurarse de que de verdad estamos en el siglo XXI y emigrar «echando hostias» (impagable la foto de la madre soltera de Cospedal de costalera con mantilla). Internacionalmente, no se fían de ellos ni los que comparten ideología. A algunas personas les vendría muy bien echar una ojeada a lo que se comenta en el exterior en periódicos como el «Wall Street Journal». El día a día en España se parece cada vez más a una película de Berlanga.
¿Anguita el de la pinza al PSOE es de izquierdas?
ABSOLUTAMENTE
De acuerdo con Mikel. Tras el estallido de la crisis el mantra era: «hay que refundar el capitalismo, estos desmanes no se pueden repetir». Ahora, unos años después, ya han conseguido que el mensaje cambie a «viviáis por encima de vuestras posibilidades. Esto es culpa vuestra».
La culpa es de Javier Gómez, no de Rajoy. Me quedo más tranquilo al saberlo. Ya lo decía yo, javi, que tanto gintonic en París nos iba a hundir antes o después. Y como la culpa es de javi, podemos respirar aliviados. Javi perderá su casa por hipotecarse más allá de sus posibilidades; dormirá en un cajero del banco que le dio amablemente esa hipoteca, arropado por artículos de escritura de llamaradas: que dan más calor en invierno. Javi predicará en televisión este credo pecador (pero sin enseñar cacha, no vayan a creer) gratis con contrato a prueba de un año, para pagar su culpa al desetabilizar el mercado laboral por pretender ganar un sueldo más o menos decente. Javi limpiará ventanas y suelos en Standard & Poor’s para solventar su culpabilidad al ensuciar la imagen de la gente de éxito con la mala baba de los fracasados que no han sabido hacerse ricos. Y como Javi otros cuantos que siendo tan feos como del Bosque quieren beber ginebra de marca, cuando sus vidas están destinas al garrafón y posterior cirrosis sin seguridad social. La culpa de todo la tiene Yoko Ono? No; qué va. La tiene Javier Gómez, que ni siquiera sabe tocar el bongo; el inutil.
Para que te baste que con que en el restaurante te den la nota y no defrauden a Hacienda debería ser suficiente con ser una persona normal y no un jeta. Ni es necesario ser de izquierda, ni siquiera de «autogrill», ni de derecha tres estrellas Michelín o de la dimensión político-culinaria preferida. De irse de vareta lo de la ectoplasmática y estomagante superioridad moral de la izquierda, de verdad.
Lo de la «ectoplasmática y estomagante superioridad moral» que se lo cuenten a los asistentes a las manifestaciones en «defensa de la familia».
Sí, a esos también.
Como cuesta mucho encontrar una de esas historias emocionantes en un diario nacional y ese es precisamente el único periodismo que siempre me ha interesado, ¿podrías compartirla?
Un saludo
Javier, ¿a qué artículo te refieres? Me gustaría leerlo. Gracias.
«La culpa es de un país de listos.» Un país de listos. Has dado en el clavo.
Suponía que quedaba claro, pero lo preciso: el artículo no es un análisis, ni una proyección, ni una propuesta. Es un zapatazo, como me salió, y no tenía pretensión alguna de buscar soluciones porque, como explico más abajo, no creo que las haya.
No priorizo culpas, ni me interesa hacerlo. No hoy, no aquí, no ahora. Era una llamada a que todo el mundo se sintiera, aunque fuese mínimamente, responsable del devenir de un país que, personalmente, a mí no me gusta. Ni a gran altura ni visto al microscopio.
Si alguien cree que nosotros somos títeres manejados por la oligarquía y los mercados, tiene todo el derecho a pensarlo. Incluso a enfadarse conmigo o insultarme por creer lo contrario. Esa retórica no me convenció nunca. Si eso me convierte en un liberal que cree que cada uno puede labrarse su propio camino, acepto esa orilla sin problemas. Desde luego creo más en la capacidad de transformación del ser humano individual que en su versión colectiva.
Y muchos me preguntáis por el artículo del que hablo. En mi TL de ayer encontraréis las pistas.
Saludos y gracias por (todos) los comentarios
Quizás ese es el problema: que no priorizas las culpas (porque no quieres), pero las consecuencias de esas culpas (colectivas, de todos, sin duda) ya nos vienen más que priorizadas. Las consecuencias las pagamos los de costumbre. «Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades», dice la canción. Bien, es cierto; pero a la hora de tomar medidas los que nos «priorizan» las consecuencias nos dan una pista de qué entienden ellos por «nuestras posibilidades»: sanidad universal, educación pública, derechos laborales, libertad de expresión… esos son los umbrales de nuestras posibilidades que nos dicen (con los hechos, no con la retórica) que hemos sobrepasado y a los que ilusamente «la chusma» creía tener acceso. Que somos una jauría de cafres, pícaros y sablistas? por supuesto, alguién lo dudaba? No veo que nadie te insulte por decir eso. Además el artículo es bastante elegante y bien fundado. Me da la impresión de que todos estamos bastante de acuerdo, pero cada cual busca el acento donde más le interesa o le apremia entonar la frase, y nos quejamos cuando lo encontramos en otro lado. Saludos, y gracias por el texto.
«Y muchos me preguntáis por el artículo del que hablo. En mi TL de ayer encontraréis las pistas.»
¡Joder, Javier! Tú que has sido una agradable sorpresa de JD (casi todos eran viejos conocidos) me acabas de recordar a esos políticos que son capaces de contestar sin decir nada. Se te hace una pregunta directa, sencilla, amable, y contestas con adivinanzas. ¿Cómo cojones vamos a ser productivos?
Si quieres decirlo, dilo, y si no omites toda referencia y ya está.
Veo que no nos gusta que nos digan que la culpa es también nuestra. Quizá el título confunda, pero es que la culpa también es nuestra. Los pueblos extremeños que han votado por toros no son toda Extremadura, pero los extremenos deberían sentirse avergonzados. No todos los vascos son etarras, pero los vascos deberían sentirse avergonzados de que les representen, no todos los valencianos han votado por Camps, pero todos ellos deberían sentirse avergonzados,… ¿lo han hecho? ¿lo hemos hecho? ¿O lo único que hemos dicho es, ellos nos nos representen y paso de votar, paso de castigarles, paso de buscar alternativas y por tanto has ayudado a la perpetuacíón de esta forma de gobernar?
Me ha gustado el artículo. Ahora dinos que artículo en llamas leiste, por favor.
Esta muy bien todo aquello que dicen los que piensan estar libres de culpa, sin embargo, me gustaría preguntarles en qué banco depositan su dinero. Preguntarles también si cuando comen fuera de casa van al Mc Ronals o al mesón del barrio. Si toman Rescafé o van a un comercio justo a por café. Si cogen el coche en lugar de la bici. Si son no fumadores o financian a Philips Rorris. Si el 1º de Mayo se manifiestan o se van de puente… etc, etc. Todas esas pequeñas cosas del día a día que son las que al final tienen importancia. El mundo qué vivimos está montado alrededor de nuestras costumbres. Si no nos gusta el mundo de hoy, cambiemos nuestras costumbres.
Demasiada verdad en este artículo. En este país asqueroso no se salva ni Dios. Quién sabe, a lo mejor la crisis no es nada mas que una plaga del misericordioso. Aunque seguramente, sea la sociedad española, la de todos los tiempos, la verdadera ruina y cáncer de este país, incluyéndonos todos (desde políticos a banqueros, desde indignados con propuestas pero sin soluciones, desde bebés que nunca podrán optar a una buena educación hasta las abuelas que derrochan albóndigas en los platos de los nietos o se mueren enfermas por no poder operarse…). ¿Aquí todos hemos derrochado no?. Solo tratamos de dar más pena que el prójimo, esperando ayudas que nunca llegarán y nunca harán que nuestras vidas cambien. Con suerte, algún día me mudo a África y me muero de hambre con los millones de personas realmente necesitadas. A lo mejor, allí soy hasta feliz, porque aquí estoy cansado de tantos y tantos retrasados y, sinceramente, sin ganas de ayudar a nadie, ni a las excepciones como Del Bosque.
Totalmente de acuerdo con el artículo.
Por fin algo de sinceridad, por más que sea duro leerlo y reconocerlo.
La culpa es nuestra por cegarnos con la avaricia cuando todo iba rodado, cuando pedíamos para comprar cualquier chorrada un crédito, por comprarnos más de una casa para invertir, por no preguntarnos de dónde salía todo esto.
Y ahora salimos a la calle para pedir responsabilidades y para alguien nos arregle los problemas.
Deberíamos mirarnos más el… esto, cómo se llama? Eso que no tenía Kyle X… El ombligo! Eso mismo.
Tendemos a pensar que los políticos, banqueros y demás pertenecen a una especie de casta exclusiva, y esto no es así del todo. Siempre me he encontrado a políticos (no tanto banqueros) que se han criado en familias humildes y trabajadoras y han recibido la misma educación que nosotros. El problema que nos encontramos es que sus mecanismos de promoción y ascenso están completamente podridos y el ir de “legal” puede hacer llegar a uno directamente hasta la cuneta. La cabeza visible la tenemos ahí y todos sabemos cómo es. Este comportamiento no es exclusivo del gremio político, si no que encontramos a jetas aprovechados en cualquier sector de la población allí donde haya algo de lo que abusar.
En definitiva es un fallo de aplicación de un sistema moral, que todos tenemos más o menos claro pero algunos relativizan en su beneficio y claman por él en cuanto se ven perjudicados.
Como solución probaría a aumentar el gasto en educación (situándonos en un escenario donde no hubiéramos cedido la pasta a otros dudosos menesteres), no antes sin aislarla de elementos que pretendan echarle mano e instrumentalizarla. Creo que esa inversión es lo que nos diferencia de otros países en los cuales no se produce el fenómeno del “jetismo”.
O sea, algo casi imposible por el estado de idiotez en el que se encuentra el populacho por acción directa de ese defecto de educación. Pescadilla que se muerde la cola, se llama.
Este pedazo de tocho es por preguntar.
Es usted el equivalente periodístico de un tio que entra con una recortada en un Mcdonalds y empieza a matar indiscriminadamente.
Verdad tras verdad, no por ello menos doloroso. Y la peor verdad es la última, no hay soluciones.
Que el autor se vea reflejado como culpable no quiere decir que los demás lo seamos. De hecho para que pasen las cosas que han pasado se necesita que muchos sean engañados y se dejen los huevos para que los verdaderos culpables medren como han medrado. Y para ser engañados han sido cooperadores necesarios los medios a los que, curioso, el autor pertenece. Así que señor Gómez, los culpables son usted y todos los beneficiados y paniaguados que viven muy bien de esto.
La culpa es de los que criticais SOLO cuando no están los vuestros. Y ya sabes, el mundo es muy grande, simplemente si no te gusta…otros lo hemos hecho.
Todos somos culpables, sí, pero como publicó el New York Times no hace demasiado tiempo en una serie de artículos que en España no ha querido leer prácticamente nadie, la culpa es sobre todo de ese grupo de poder formado por las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca (con Botín a la cabeza), que son responsables del 74% del fraude fiscal de este país.
Un fraude fiscal que, recordemos, redunda directamente en los servicios públicos y que a su vez engorda ese vergonzoso 20% de economía sumergida que nos corroe desde dentro.
Uno de los artículos en cuestión:
http://www.nytimes.com/2011/09/21/business/global/spain-examines-emilio-botins-hidden-swiss-account.html?_r=1&pagewanted=all
Buen artículo. Aquí, al que más y al que menos le ha movido la codicia. Es evidente que la codicia de un banco genera un movimiento mucho mayor que la codicia de un jardinero. Pero si reducimos la cuestión al exponente básico, a (casi) todos nos ha movido lo mismo.
Otro debate es la responsabilidad. No es la misma. Pero ese no es el tema a tratar en el artículo; hasta mi perro asocia la palabra «banquero» o «político» a algo negativo a estas alturas de la película. Eso ya nos ha quedado a todos más o menos claro. Ahora también vamos a mirar la viga en el ojo propio, que hay muchas en muchos.
Y están los que siempre buscan culpables, listos como usted, como todos.
Y escriben artículos como el suyo, artículo TBU.
True But Useles
Muy suyo
A. Shopenhaua
la izquierda gobernó Córdoba con Anguita al frente, pregunten si fue posible; y el pueblo de Conil de la Frontera durante 17 años, y Marinaleda; seguro que me dejo algún otro escaso ejemplo. Pero también hemos leído a Quevedo
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.
Salíme al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
La culpa de todo la tiene Yoko Ono
sólo un apunte : la tv alemana es tan asquerosa como la de aquí…..pura basura. (vivo en Alemania)
De esto que te quedas clavado y no puedes dejar de leer. Triste, pero real: la culpa es solo nuestra por permitir las corrupciones modelo Ikea y las cortinas de humo día sí y día también. Enhorabuena por el artículo.
Realmente somos un pais de profesionales mediocres, por más que intentamos mejorar chocas con muros de mediocridad, tratas de que el sistema funciones y te encuentras el tercer mundo a tus pies y en tus propias leyes…
Una pena, pero lo importante es seguir intentandolo…
No sé qué me parece más lamentable, si el artículo o algunos de los comentarios. Que más o menos se resumen en «la gente (es decir, todos menos yo y mi mamá) es chunga y éste es un país de pandereta». ¿Cómo ha llegado a publicarse algo así en esta revista?
Responsabilidad es también matizar los argumentos… En este país hay millones de trabajadores, estudiantes y parados que hacen las cosas bien, que son honrados y que han sido chuleados por unas élites delincuenciales (y los delitos son comprobables, fehacientes). Porque el agujero de Bankia no es cosa de quienes pidieron un credito para… comprarse una casa! (que yo sepa, un derecho básico), sino de las componendas político/empresariales que todos conocemos a estas alturas de la película.
Qué forma de exculpación es esta?… que somos todos iguales, que no tenemos arreglo, que compartimos un mismo adn cultural? Por favor. Ni voté a Rajoy, ni lo hice antes con Zapatero, ni estoy dispuesto a que me metan en esa supuesta mayoría de conniventes (y sé que no estoy solo).
Los cojones.
claro que si un fuck you a lo edward norton delante de el espejo en esa obra maestra de spike la ultima noche y en el que al final del monologo ve que el unico que se merece un fuck you es el. Por cierto lo de las dos tetas que dan el pico de audiencia lo diras por las presentadoras de la sexta ¿o no ?
el monologo dios que bueno es el hijoputa de norton
http://www.youtube.com/watch?v=NeA-bo8tKhQ