Supongamos que acaba de conseguir usted 100.000 euros gracias a una herencia, un golpe de suerte en la lotería, un delito (eso da bastante caché si quiere fundar una dinastía de financieros) o lo que sea. Supongamos que no desea hacer lo que haría la mayoría en su situación, como pagar la hipoteca o comprar un billete de ida a Nueva Zelanda para comenzar una nueva vida, sino invertir. De terrenos y ladrillos, por el momento, no quiere ni oír hablar. Hace bien. En cuanto se pone a pensar en qué hacer con el dinero, ingresa usted en eso que se llama “los mercados”. Enhorabuena.
DEUDA PÚBLICA. Un anuncio le propone que adquiera bonos a 10 años del Tesoro español. Lo que le proponen es que le preste dinero a España. Pero usted sabe que España ya debe un montón. Ahora mismo, el 80% del Producto Interior Bruto. Es decir, que para pagar la deuda haría falta casi todo lo que producen en un año entre todos los españoles (si fuera posible trabajar sin comer ni consumir nada). ¿Se fía usted de la solvencia de España? No mucho, ¿verdad? Como cabe la posibilidad de que España no le devuelva el dinero en el plazo previsto, exige compensación por la vía de los intereses. Eso siempre es así: una inversión segurísima da poco interés; una inversión suicida da muchísimo. Alemania, que también pide dinero, le ofrece en torno al 2%. Es solvente. España le propone pagarle un interés del 7%. Hummm. La diferencia entre el 2% de la deuda alemana y el 7% de la deuda española es lo que llamamos PRIMA DE RIESGO. ¿A quién le presta usted? ¿A los alemanes, sacando poco beneficio? ¿A los españoles, sacando un buen margen pero temiendo que al final no vaya a ver ni la pasta que pone ni el margen que espera? Como es usted un valiente, decide prestar a España, pero forzando un poco: sólo soltará el dinero cuando le paguen el 7,5%. Acaba usted de elevar la prima de riesgo.
SOLVENCIA. Ay, amigo mío. Con su justificada codicia de inversor, ha complicado las cosas para usted mismo y para su país. Porque el Reino de España, ya muy endeudado, ahora no sólo tiene que devolver la deuda, sino pagar por ella un interés cada vez más alto. Aumentan las posibilidades de que España no pueda devolverle el dinero. Es decir, su inversión ha contribuido a aliviar las miserias del Reino de España, pero a la vez ha reducido su solvencia. Ingenioso, ¿no? En ese momento, las llamadas agencias de calificación, Moody’s, Standard&Poors, etcétera, rebajan la nota de solvencia. Tiene usted motivos para preocuparse. Y no sólo eso: ahora el Gobierno tendrá que subirle los impuestos para poder devolverle el préstamo. Si es usted un serio aspirante a financiero y ha obtenido los 100.000 euros por vías inconfesables, ya se las arreglará para no pagar impuestos.
BANCA. Ha oído usted que la banca española ha recibido una ayuda de 100.000 millones de euros y ahora piensa que quizá tenía que haber comprado acciones de un banco. No, no lo piense, por favor. Ya ha visto lo de BANKIA. ¿Qué ha pasado ahí? Pues que para tapar los problemas de unas cuantas cajas insolventes se las juntó para formar un gigantesco banco insolvente. Fantástica idea. El presidente del banco, Rodrigo Rato, no creó el pufo, pero se sentó sobre él y durante un año hizo como si no existiera. Habría que preguntar al ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y al anterior jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por qué permitieron que se montara ese desastre.
Aunque Mariano Rajoy, el que prometió decir siempre la verdad, hable de préstamo a la banca, se trata en realidad de un RESCATE. ¿Cuál es la diferencia? Muy sencillo. Si usted tiene una deuda y puede pagarla sin problemas, no pasa nada. Si tiene la deuda y no tiene dinero pero el banco se lo presta, no pasa nada. Si para pagar la deuda tiene usted que suplicarle al borde de su cuñado que le deje dinero, ya estamos en el ámbito humillante de los rescates.
La banca española ha tenido que pedirle un pastón al cuñado alemán, y el cuñado, que no se fía, ha puesto sus condiciones: exige que sea el Reino de España el que reciba el dinero (con lo que aumenta su deuda global), lo administre y se haga responsable de devolverlo. ¿Qué quiere decir eso? Que si un banco con problemas se lleva, pongamos, 20.000 millones para solucionar sus pufos y luego no puede devolverlos, cosa que parece bastante posible, será España quien pague el pato. Volverán a subirle los impuestos. E incluso puede ocurrir que eso no baste y España ya no tenga forma de pagar. Entonces será todo el país el que necesitará un rescate (estamos muy cerquita de eso) y no parece que el cuñado alemán y el resto de cuñados europeos sean tan ricos como para poder hacerse cargo. Grecia, Portugal e Irlanda son economías pequeñas y rescatables sin excesivos problemas (salvo para sus ciudadanos). La economía española es demasiado grande. Puede ser que el Reino de España pida un rescate y los cuñados contesten que hasta ahí no llegan. Cuando eso ocurra, lamentará usted no haber emigrado a Nueva Zelanda.
EURO. Usted, avispado amigo, ya habrá notado que el dinero es sólo papel. Creemos que vale algo porque alguien que manda mucho nos dice que vale lo que vale. En la Unión Europea, quien manda es Alemania porque es el país más rico y uno de los que más ahorran, con lo que, a diferencia de España, que no ahorra un duro, dispone de dinero para las emergencias. El euro es, en realidad, el antiguo marco alemán con otro nombre y otros colorines. Un alemán se fía de su moneda porque su economía es fiable y su Gobierno es fiable. Ojo: es fiable para los alemanes. Los griegos entraron en el euro pero contrajeron muchísimas deudas que ahora no pueden pagar y han tenido que pedirle 170.000 millones al cuñado alemán, quien, como buen cuñado rico, borde y moralista, ha dicho que sí pero a cambio de que Grecia cumpla unas condiciones brutales: ni Seguridad Social, ni salarios dignos, ni nada.
¿Qué puede hacer Grecia? Puede obedecer al cuñado. O puede mandarlo a tomar viento y crear una nueva moneda (basta una imprenta para eso) y fabricar montañas de billetes. Esos billetes, se llamen dracmas u otra cosa, serán vistos en el extranjero como dinero de Monopoly, pero en Grecia valdrán. Nadie prestará dinero al Estado griego, que, sin embargo, confiará en que el Fondo Monetario Internacional se apiade y realice préstamos de emergencia porque al fin y al cabo esa es su obligación. Si eso pasa, ¿qué pensará usted? ¿No temerá que otros países, entre ellos España, acaben como Grecia? ¿No temerá que sus bonos españoles, que usted pagó con euros, se conviertan en papelitos de Monopoly? ¿No le entrará el pánico? Pues eso. Si cae un país, el pánico y el carajal serán terribles.
¿De verdad ha pillado usted 100.000 euros? Pues piense en Nueva Zelanda. En serio.
Gracias por explicar a los no entendidos en economia cual es la situacion real de lo que esta sucediendo. ¿Le mandamos este enlace al Sr. rajoy?
Enhorabuena.
Perfectamente comprensible, condensado, claro y ameno.
+1 para Ud.
Enric, creo que no había leído tanto de economía nacional como en este último mes. Gracias por tu artículo, viene bien leer sobre estos temas de forma relajada y con lenguaje claro.
De todas formas, la economía nacional/internacional es como la doméstica a gran escala, salvo el mercado financiero. Si yo le presto a mi vecina cuatro huevos (yo soy Alemania) y ella me lo devuelve con medio vaso de las natillas que ha hecho con esos huevos (España) está bien. El problema es que otros vecinos a los que también les prestó huevos (Grecia, Portugal, Irlanda…) también acuden a su puerta con medio vaso de natillas cada uno. Conclusión: excedente de natillas para todos, pero de huevos nada de nada salvo los que le quedan al que los presta y para él (siempre gana Alemania). Lo mejor es cuando además el vecino que prestó los huevos le vende natillas a los vecinos que a su vez hicieron natillas de las que le llevaron parte al vecino prestatario de huevos…
Ains, ains….
Gracias, gracias, gracias. Más o menos lo intuía, ahora me lo han explicado perfectamente.
ironía
Me gustó (el artículo; por descontado no me gusta nada como se están poniendo las cosas).
De hecho: reclamo que paren el sistema, que yo me bajo.
Un test para descubrir si eres un antisitema:
http://www.comunsinsentido.com/2012/03/antisistema.html
Incluso en un tema tan jod…peliagudo como éste, es un placer leer todo lo que escribes. Gracias Enric.
Muy bien, pero en ese juego ha olvidado usted hablar de su colega. Su amigo. Sí, ese que ya era rico antes de que a usted le tocaran los 100mil euros. Ese colega, especulador, que no tiene 100mil, tiene cientos de miles de millones de euros (llámeseStanley Morgan). Bien, pues ese colega hoy puede tener interés en que suba la prima de riesgo, dado que tiene intereses en empresas privadas españolas, y desea que las públicas, que siempre tienen cierta ventaja, desaparezcan o se privaticen. Por ejemplo. O su otro amigo, que se llama George Soros, que también tiene miles de millones, y le puede interesar que la libra no entre en el euro. Basta mover unos cuantos miles para evitarlo, como hizo en 1992 evitando que Reino Unido entrara en el euro.
Espero que olvidarse de esos amigos sólo haya sido un lapsus, que son amigos muy reconorosos, y no se lo perdonarían.
A colación: http://blog.manola.es/2012/06/vinetas/rescatame-hasta-el-fondo/
Si el dinero valiera lo que vale porque la autoridad lo dice, entonces las crisis de divisas no existirían. Todo se fundamenta en la confianza. Y ese es exactamente el meollo de la crisis de la euro zona. Los demás problemas son consecuencia directa de este.
Lo cierto es que después de miles de páginas de catastrofismo, el euro está vivo y apreciado frente al dólar. ¿Cómo se explica que el euro esté más caro que la moneda de la primera economía mundial? Si verdaderamente el euro estuviera en peligro, nadie demandaría euros. En realidad, hay mucho de juego perverso entre los inversores.
Y esa es otra de las claves: los mercados están funcionando de forma disfuncional. ¿Cómo se explica que las bolsas cayeran tras el rescate parcial a la banca española? Los grandes portfolios de derivados han perdido todo sentido de la realidad, si alguna vez lo tuvieron. Están jugando al desastre.
Alemania tampoco es el coco. Tiene todo el sentido del mundo lo que proponen: no se pueden compartir los riesgos sin tener mecanismos de control. Europa está en construcción y podemos ver el nacimiento de un proyecto político europeo mucho más fuerte, inimaginable hace tres años.
El mayor problema a corto plazo es el factor tiempo. Hay urgencia. Pero no estamos al borde de ningún abismo. Y la historia reciente de Europa demuestra que cuando llegan los momentos cruciales, el consenso necesario surge para dar pasos de gigante, apuntalar al euro y seguir adelante.
Por esta misma razón, llegué a la conclusión el fin de semana pasado (aunque ya me esperaba que no quedaba otra) de que en terminar el año que me queda, me voy de España.
Al igual voy a estar yo pagando los intereses de un fregao en el que nos han metido y de un dinero que ya se han gastado por mí. Más cuando en vez de reestructurar el país se preocupan más de subir más impuestos y bajar sueldos.
Gracias Enric. Otra vez.
Enric González puso luz a un documental que hice hace unos años sobre «La Champions del Vaticano». Ahora, con la misma capacidad de síntesis y arte pedagógico quita la paja para que veamos en que nos han o nos hemos metido. Celebro poder tener a un periodista como él que siga poniendo luz en esta época de despropósitos y estafas de Estado. De nuevo, gràcies Enric.
Brillante… de lo mejor que he leído desde que empezó la crisis.
Enric, me gustaría hacer una pequeña puntualización sobre el volumen de la deuda de un país. Ésta se calcula como porcentaje del PIB, es decir del producto interior bruto, por lo tanto a la hora de valorar su importe hemos de tener en cuenta la cantidad del mismo; y ésto es así porque cuanto mayor sea el PIB, es decir la actividad económica mayores posibilidades tiene un país de afrontar las consecuencias, dicese pago de los intereses, de la deuda.
Tengo la impresión que confundís los datos relativos con los absolutos, así se da el caso de países con un nivel de deuda superior al de España, no tienen ningún tipo de problemas con su deuda, debido a que el tamaño del PIB es superior.
Enric te recomiendo que leas el libro Boomerang: una crisis de ida y vuelta de Michael Lewsi, donde se explica que el importe de la prima no refleja la capacidad del Estado para pagar sus deudas, sino las del sistema financiero, es decir los bancos y cajas, que el Estado gustosamente se ha comprometido a responder por ellas.
Queda totalmente claro. Ójala Rajoy hablara la mitad de bien que Enric.
´
http://planetamancha.blogspot.com.es/2012/05/superavit-de-conformismo.html
Con esta breve narración se entiende la codicia humana, puntuada por unas agencias de calificaciones privadas, es decir, dirigidas por los mismos grandes inversores que hunden las economías de muchos países. Pero, sobre todo, refleja el futuro que nos espera como colonia de Alemania.
Totalmente de acuerdo que el Euro no es más que el Marco alemán, tan sólo hace falta recordar la falsa conversión de precios que se realizó cuando pasamos de la peseta al euro. Allí empezó una burbuja, que juntamente al desenfreno del crédito, nos hicieron creer que éramos europeos, cuando en realidad nos dirigiamos al nuevo contexto neocolonial del siglo XXI.
Felicidades Enric.
Pingback: Blog de Maruja Torres, marujatorres.com » No os perdáis a Enric González
Queda clarísimo que estamos en una situación de mierda. Excelente artículo, sin duda. Felicidades por él.
Aún así, creo que señalar, como se ve en los comentarios de este artículo, a Alemania como responsable me parece equivocado o por lo menos sesgado.
http://fonsesquerra.wordpress.com/2012/06/15/no-tot-es-culpa-dalemanya/
Desde la más absoluta ignorancia, ¿ayudaría en algo una campaña para que los pequeños ahorradores invirtiesen en deuda española?
Ayudaría tanto como la campaña para que todos nos hiciéramos ‘bankeros’. Si los gestores mienten y gestionan desastrosamente, no sirve para nada.
Los yanquis lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, pero es que, aparte de ser patriotas, confiaban en ganar la guerra.
http://en.wikipedia.org/wiki/Liberty_bond
Perdón, el link menciona la Primera Guerra Mundial, no la segunda
Pingback: “Pequeña guía financiera” d’Enric González a Jot Down. | Al fons, a l'esquerra
Alto y clarito, comprensible hasta para quien se empeña en negar el rescate. Todos a Nueva Zelanda.
Fácil y sencillo. Había leído cosas de economía, pero no tan claro y con conceptos tan bien explicados como en esta entrada. Enhorabuena por este fabuloso artículo. Muy recomendable.
Muchas gracias, hasta ahora solo oía unas palabras y solo entendía que la cosa estaba mal. Ahora entiendo lo que representan esas palabras y por qué está la cosa mal. Gracias de nuevo por concienciarnos.
Recomiendo Wellington, mejor que Auckland.
Y si en vez de Educación a la Ciudadanía incluyésemos educación financiera. Pocas alegrías recibe uno últimamente cuando abre la prensa, pero con usted, hoy, sigue siendo distinto.
Hay una posibilidad que no se contempla: Que en Grecia o España haya un cambio de de gobierno que se niegue a pagar la mayor parte de la deuda por considerarla ilegítima, pero manteniendo el euro como moneda. ¿No sería posible?
Gracias, de verdad.
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Quizás no lo haya entendido bien, pero creo que en este texto el concepto de Prima de Riesgo no está muy bien explicado.
Mezclar los bonos a 10 años del Tesoro español (mercado primario), con la Prima de Riesgo (mercado secundario), no es lo mismo. Si se hace un texto didáctico, lo que hay que explicar a la gente es la repercusión de ese mercado secundario en las propias emisiones de deuda del Estado.
Buenisimo!!
Pingback: La economía y los datos « vasos comunicantes
mentira Enric
diciendo que «sólo soltará el dinero cuando le paguen el 7,5%» NO «acaba usted de elevar la prima de riesgo»
estás partiendo de un concepto totalmente erróneo
Demuestrelo forastero, no se limite a escupir.
¿Nueva Zelanda?
Mejor a Francia, a por guillotinas
Estoy con usted señor/a. Me pregunto frecuentemente (desde hará cosa más de 3 meses) que ambiente se vivía en Francia días, semanas, meses antes de la Revolución Francesa. Llegará un día igual no dentro de 2 o 5 o 20 años pero llegará en que este nuevo régimen económico al que nos vemos sometido llegará a un fin. Y ese día rodarán cabezas literalmente hablando. Un saludo a Louis XVI y a Maria Antonieta que saben de lo que hablo.
Con lo rico que es el lenguaje castellano y lo fácil que es entender el problema del despilfarro, y lo difícil que es encontrar la claridad explicativa que tiene este artículo.
Imagino, que a pocos se les escapa el remedio que debería esperarnos, lo que, naturalmente, no comparten nuestros políticos.
¿Y para qué queremos y pagamos a tantos economistas, que dicen que saben? Cuando Terra bajó de 150 a 100 euros por acción recomendaban comprar, al cabo de unos meses se puso a 10, luego se perdió. ¡Vivan los economistas!
Muy bien.
Me pregunto el motivo por el cual los politicos no practican este arte de explicar las cosas bien y claras.
Si se deben al pueblo que los vota,
¿qué servicio nos prestan en realidad?,
para quienes gobiernan estos «cualquieras» que ignorantemente votamos.
No me deja de sorprender lo borregos que somos y como nos las tragamos todas.
Quien puede dender lo justo?
Será que estamos programados para esto…
qué tiene que pasar para que digamos NO.
Lo siento. No encuentro salida.
El 15 M no lo siento vivo… no sabemos defendernos.
la ignorancia y la cobardia nos puede.
Muy bueno y cuanta verdad hay en estas palabras escritas.
gracias por no tener ni un mínimo de conciencia social, métase sus cien mil euros por donde le quepan y márchese de este país cuanto antes, pero devuelva antes la educación gratuita, la sanidad, el uso de carreteras, de alumbrado público, de alcantarillado, de amistad de quienes creían que era usted un compatriota, ¿le suena rara esa palabreja, verdad? Cójase su dinero y lárguese.
Seria un buen profesor…
Enric, si te hubieses quedado en Londres viviendo del aire ahora nos podrías explicar como se hace…
Pensemos en positivo porque estos artículos nos matan
Si todos devolvieran lo que se han llevado, entre ellos las pagas vitalicias con pocos años trabajados estaríamos mejor qu alemania
Transparente y divertida explicación.
No me interesaba en lo más mínimo la economía hasta que hace siete años leí una entrevista a Santiago Niño Becerra. Desde entonces intento leer todo lo que escribe el tipo; es redundante pero, a fuerza de, he logrado entender lo que.
De no ser por ello, tu artículo me hubiese resultado de enorme ayuda.
Ahora mismo con 90.000 € se puede adquirir un apartamento para reformar en el centro de Madrid. Se puede contratar a un Arquitecto como yo y hacer una reforma espectacular por unos 30.000€ + 10.000€ de impuestos.
TOTAL : Por 130.000 € se puede tener un apartamento a estrenar y rentarlo a 700€ mes. Rentabilidad anual del 6.5%.
De Nueva Zelanda NADA!
Una versión simplificada y amena de los procesos de endeudamiento… buen artículo Enric. Aún así falta muuuuuucha chicha y sobre todo dejar de ver a «los otros» (agencias de rating, Alemania, bancos, políticos…) como los culpables, siendo nosotros siempre las pobres víctimas.
En España nadie se pregunta a dónde van sus impuestos ni de dónde vienen sus sueldos públicos: nos encanta vivir en Lalaland, hasta quedarnos sin acantilado sobre el que correr: leming insulta a leming que culpa a leming que escupe a leming… pero ya es demasiado tarde. Estado del Bienestar?? jajaajajjaajajaaaajajaaja!!!
Muy bueno. ¿Le pasamos el enlace a alguno de los que están en «el poder»?
Pingback: € ? | Texto casi Diario
Gracieta, ‘boutade’, artículo ameno,… ¿o cinismo?: Cómo se puede decir: “¡Váyase a Nueva Zelanda con sus 100.000 €!” de la misma forma que nuestros millonarios ya lo hacen con sus no cien mil, sino doscientos mil o un millón a sus paraísos fiscales sin invertir un duro en España. Para semejante recomendación, ni explicación pedagógica ni nada: más parecería la respuesta fácil en consultorio (‘financiero’) a quién preguntase: ¿qué me aconseja para mis ahorros? En vez de por ejemplo como le responde bien un tal Julio J., “pues contratando (y dándole así empleo) a un arquitecto, podrías sacarle una rentabilidad de 6,5% a esos cien mil € reformando un apartamento”, o como Mararbes propone con su natillas por huevos o… (emprendedores y gente formada tiene España se lo aseguro). ¿Por qué está de moda ser simplificador en las explicaciones económicas -como bien previenen Víctor o Raúl M en sus comentarios-, con comparaciones del tipo: “las cuentas del Estado son como las de una familia”, o “si se gasta más que se ingresa pues pasa lo que pasa”, y cosas por el estilo?: Pues para vender la moto del “No-hay-más-remedio-que” -como viene a señalar a su manera Kozkilla-. Y así ocultar tras una espesa cortina de argumentos deslumbrantes por aparentemente prístinos que en realidad “la confianza de los mercados” (que haga bajar/subir la prima de riesgo, etc.) es una decisión política por ejemplo de los estados acreedores tipo Alemania o de inversores financieros gigantes con ayuda de las agencias de (des)calificación). También ocultar que los ingredientes financieros de las cuentas de un Reino o República presumen de suyo ciclos de déficit y superávit, de crecimiento y recesión, que estaría en manos de los representantes legítimos de la ciudadanía contrarrestar, como se ha podido hacer siempre para superar cuantas crisis han sufrido los Estados en democracia: Sin llegar al abismo de ceder todo a las fuerzas “ciegas de la economía” (sic), en realidad a las de intereses de autoridades ilegítimas por externas al propio sistema de representación de que nos dotamos los ciudadanos. Sin despojar al poder político de todo lugar en este entierro, al objeto inconfesable de condenar a la indignidad, como pretenden los vientos actuales que agitan el sempiterno librillo liberal -cual Libro Rojo de Mao de nuestros días-, a la gran masa de población que no tenga cien mil € para ”huir” a Nueva Zelanda.
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