Anoche leí un comentario en Twitter sobre un asunto del que sólo conocía el titular (aunque sólo con eso ya pensé —prejuicios que tiene uno— que se iba a enfocar mal). El comentario decía:
La ley es igual para todos. ¿A qué chorizo no le ha ofrecido la Fiscalía un pacto para devolver lo robado e irse a casa?
El chorizo es Iñaki Urdangarin, como habrán adivinado. La noticia se había publicado en El País y en El Mundo y aunque ya habrá muchos comentarios de todo tipo, imagino que la mayoría irá por una cierta pendiente que sólo se diferenciará por estar más o menos engrasada.
Es ciertamente desafortunado que el autor del comentario se pregunte irónicamente a qué chorizo no le ha ofrecido la Fiscalía un pacto para devolver lo robado e irse a casa, porque la Fiscalía le ha ofrecido eso a cientos de miles de chorizos en los últimos veinte años. Y también lo es —desafortunado— que Arcadi Espada califique ese “ofrecimiento”, si es que es cierta la noticia, como chantaje, porque se está refiriendo a una práctica no sólo legal, sino habitual.
La posibilidad de conformar, es decir de pactar con el fiscal y en su caso las restantes acusaciones una determinada pena, está prevista en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Más aún, una de las pocas reformas legales efectivas que se han realizado en los últimos años fue la del llamado “juicio rápido”. La esencia del juicio rápido es la posibilidad de pactar a cambio de una rebaja en el tercio de la pena. No vean la de dinero y tiempo que nos hemos ahorrado los españoles gracias a esta posibilidad legal. La conformidad es habitual incluso en aquellos supuestos en los que no aparece prevista: fuera del procedimiento abreviado.
Ahora háganse la pregunta: ¿por qué hace pactos la gente? Normalmente porque piensa salir mejor parado que si se arriesga a un juicio. Para conseguir el acuerdo, los fiscales son “generosos”; unos más, otros menos. Esa generosidad se da a cambio de asegurar una condena y, normalmente, de que la víctima se vea resarcida. Digo normalmente porque mucha gente ha podido conformar pese a no poder pagar las responsabilidades civiles si resulta insolvente. Como comprenderán no estoy hablando de gente con posibles, sino en la mayoría de las ocasiones, de las personas en situación más jodida: toxicómanos, alcohólicos, vagabundos …
La gente clama “¡que la justicia sea igual para todos!”, pero luego añade “¡que Urdangarin vaya a la cárcel!”. Y cuando se publica que el abogado sondea a la Fiscalía la posibilidad de un acuerdo para que su cliente la evite, gritamos indignados y nos preguntamos qué chorizo ha recibido antes un trato igual. Por desgracia para él, si Urdangarin fuera un chorizo cualquiera, uno que no saliera en los periódicos, nadie se haría una pregunta así porque la cuestión no es que esté mal que este intente lo que se intenta todos lo días en las Audiencias y en los Juzgados de lo Penal de España, la pregunta es justo la que forma parte de la negociación entre el fiscal y el abogado.
Para que vean por dónde voy, les contaré cómo se hace esto habitualmente. Yo soy el abogado de alguien. Es indiferente que haya cometido o no el delito. Sí, han leído bien: lo que importa es qué pruebas hay en tu contra. Si no has cometido el delito pero puedes resultar condenado —sí, sí, eso pasa— a lo mejor te conviene negociar. Si el acusado carece de antecedentes penales (o si los tiene y es toxicómano) lo primero que intentas es que la pena baje a dos años o menos. Sí, eso te permite pedir la suspensión condicional de la pena y marcharte a casa. No vean la de “chorizos” que hay en casa gracias a esta posibilidad. Si no es posible llegar ahí, siempre merecerá la pena intentar quitarte algún año de prisión. Sigo. Hago cuentas e interpreto todo lo que puedo el Código Penal a favor de mi cliente, incluso provocando alguna atenuante, como la de reparación del daño causado. Si es usted el acusado, le interesa que su abogado haga su trabajo lo mejor posible, porque esto es una negociación. Con mi plan me voy a hablar con el Fiscal. Se puede hacer mucho antes del juicio —y esto es habitual en asuntos de cierta enjundia—, pero les diré que es muy común hacerlo justo antes de entrar a la vista en la que te van a juzgar. El agente preguntará al abogado “¿quiere hablar con el Fiscal?”; yo contestaré que sí, y todos sabemos que no voy a hablar del tiempo. ¿Saben una cosa? A veces los jueces siguen con atención la conversación y es gracioso porque, si no hay acuerdo, luego tendrán que juzgar, pero todos somos muy profesionales. El Fiscal y el abogado discuten de la ley, de los hechos, de las atenuantes y agravantes, de la suspensión de la pena. Y el Fiscal dirá eso de “no puedo bajar de ahí” cuando tú le plantees una rebaja en un grado por no sé qué cuestión. A veces el juez aprieta un poco y el Fiscal termina hablando con algún superior. Y en un par de minutos saldrás y le dirás a tu cliente: lo tomas o lo dejas.
Ahora vuelvo a cuál es la pregunta. Naturalmente, la pregunta no es si Urdangarin chantajea a los fiscales, si los fiscales le ofrecen algo a Urdangarin que no ofrecen a ningún “chorizo”, si te “puedes ir a casa devolviendo lo robado” o si todos debemos ser iguales ante la Ley. La pregunta es: qué pruebas hay y de qué delitos. Sí, lo único que a mí me interesaría saber es qué hay en esas diligencias previas y cómo se puede calificar eso. Justo lo que no conocen todos los que están gritando desde que oyeron la noticia. Así sabría si lo que ofrece el abogado de Urdangarin es absurdo y si el Fiscal hace algo raro aceptándolo, en su caso. Que el abogado haga una interpretación favorable, provocando la concurrencia de atenuantes y construyendo una tesis sobre delitos mediales no me extraña. Coño, es lo que haría yo. Lo interesante es si esa construcción es posible y si el Fiscal la aceptaría —junto con los millones que vuelven— y el ahorro del juicio, de no tratarse de Urdangarin. No vean lo desternillante que es eso de que la Fiscalía no acepta un pacto “a la baja”. ¿Qué hostias significa eso? ¿Ofrecer una pena menor que la que pedirá en el juicio? Pues si no lo hace, ya puede decir Urdangarin que no le estarían tratando igual que al resto de los españoles: le estarían tratando peor.
Y ese es el hilo que me interesa. La Hoguera de las Vanidades se fundamenta en la fuerza de la pulsión por el linchamiento cuando aparece una pieza de caza mayor. Y a esa fiesta se apunta todo el mundo: los unos por resentimiento contra los poderosos, los otros por desviar la atención y dar carnaza al populacho.
Hace un tiempo decía aquí mismo que no sabía qué había hecho Urdangarin; a la vez que señalaba que su mujer, en cualquier otro caso igual, ya habría ido a declarar.
Sigo igual. Eso sí, viendo la diferencia de reacción entre la noticia de que la Infanta no declare ante el juez y el rumor de que el abogado de su marido haga su trabajo, me queda perfectamente claro qué papel le ha tocado al duque.
Lo relevante de este caso, del que no sabemos apenas nada, es que la presunta propuesta se realiza cuando el procedimiento está en plena fase de instrucción, y el MF y acusaciones no han podido calificar los hechos, mientras que en el resto de causas de las que usted habla de acuerdoMF/Defensa y que todos los profesionales conocemos, ese acuerdo de conformidad se realiza tras la calificación del fiscal o justo antes, una vez iniciada la fase intermedia del procedimiento penal y finalizada la instrucción. O bien apoyados sobre las sacrosantos estrados, segundos antes de iniciarse la comparecencia del artículo 800 de la LECrim, en el procedimiento de Juicio Rápido que usted cita.
En cualquier caso un acuerdo en este momento sería realmente extraño, al menos desde mi punto de vista.
Sin ir más lejos: el director de un diario importante que se adornó espectacularmente con los detalles filtrados del sumario, pedía ayer mismo una pena «ejemplar». Tiene algún efecto jurídico toda esa campaña anterior al juicio?
Gran artículo y muy buena reflexión.
Don Miguel, que no lo conozcamos nosotros no implica que no lo conozcan los fiscales y los abogados. Y si hay datos suficientes, basta con cerrar la fase de instrucción y conformar. Y nada impide pactar la calificación del fiscal y la conformidad a la vez. Vamos, yo lo he hecho. Es cierto que normalmente se pacta con la calificación ya efectuada, y que la conformidad es una modificación del escrito de acusación, pero tampoco es extraño hacerlo antes.
Cierto, la negociación puede ser anterior a la calificación, pero en este proceso las investigaciones parecen estar bastante vivas con relación a la comprobación de algunos de los hechos imputados, que quizá requirieran nuevas declaraciones de los imputados y otros exámenes de testigos. No se, en abstracto la conformidad es una herramienta muy habitual, en este caso concreto me resultaría extraño en este momento.
A mi me asusta cuando los periódicos alientan a les tricoteuses, sino hacen el papel ellos mismos.
Este es un asunto jurídico, por supuesto, pero sobre todo es un asunto político. La legitimidad de la Monarquía es, de algún modo, prestada, y en cualquier caso cualitativamente distinta de la de cualquier otra institución que provenga de la soberanía popular de un modo natural y directo, valga la expresión. Los miembros de la Casa Real tienen la obligación de corresponder a esa legitimidad otorgada con algunas concesiones y algunas renuncias. Entre estas últimas, en mi opinión, la de acogerse a esa práctica del acuerdo de conformidad, por muy legal y habitual que sea. Desde este punto de vista, el mejor modo de demostrar que todos somos iguales ante la ley es, paradójicamente tal vez, desistir de hacer uso de esa posibilidad que las leyes y las costumbres le ofrecen. No se trata de resentimiento hacia los poderosos ni de piezas de caza mayor, sino más bien de justa correspondencia.
Albert, Urdangarín no es la monarquía. Es un señor contra el que se dirige una acción penal. Como, para mí, la igualdad es básicamente la igualdad ante la Ley, eso de renunciar a un derecho para ser más igual me resulta incomprensible. Naturalmente, la cuestión política es otra, incluyendo qué debe hacer el rey con su yerno -y con su hija-, pero yo en eso no entro.
Evidentemente que un pacto sería positivo para el estado, si recuperamos el dinero y se ahorramos montar un juicio para el imputado este… pero evidentemente que no se puede aceptar que alguien que roba por valor de 10 millones, pongamos que beneficio 5 ofrezca un pacto por 3,5 cuando tiene propiedades por unos 6 millones. Eso en mi opinión sería absolutamente injusto, el que roba por 10 debe resarcir por 12 al menos y si no tiene a la cárcel como muchos.
Como bien dice, aquí tenemos la carnaza ¡La Carnaza Perfecta o La Madre de las Carnazas!, y, encima, la historieta del Rey. Menudo servicio el que está haciendo el Rey a España ¡ni en el 23F! El país se va a freir puñetas por unos lustros.
Nunca sabremos del expolio de las Cajas, el Palau ya apenas suena, los ERE ¡para el pueblo! iban muy repartiditios, las misteriosas cuentas de los partidos… Pillar a Urdangarín, para algunos, ha sido la salvación. Ahora que el PP ya no está en la oposición parece que se ha desinflado el interés por desenmascarar las prácticas mafiosas y los robos descarados. Y el Psoe, ay Dios, que se fue indultando a banqueros…
Se pacta si el fiscal no las tiene todas consigo. En un toma y daca, los dos se ven con posibilidades de ganar, pero también de perder.
En este caso, la fiscalía ya ha declarado que lo tienen todo para ganar dicho juicio:
«Hay caso, existen pruebas, constan en la causa documentos de sobra y hay testigos dispuestos a declarar que los dos socios estaban al tanto de todo. Hay materia más que suficiente para sentar en el banquillo a Iñaki Urdangarin y a Diego Torres; conseguir una condena por malversación, fraude a la Administración, falsedad documental y evasión fiscal; y lograr una multa millonaria muy por encima de la que ofrecen… ¿Por qué aceptar un acuerdo que les libraría de la cárcel y que les supondría un desembolso menor cuando sabemos que lo tenemos todo para ganar en un juicio?».
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20120502/politica/fiscalia-anticorrupcion-quiere-meter-20120502.html
Eso. Qué razones hay para aceptar un acuerdo si tienes todos los ases en tu mano.
Sólo dos precisiones como Abogado que lleva más de veinte años en esto y quince en el turno de oficio
1.- Es absolutamente aberrante y no sé si ilegal que el Juez presencie las deliberaciones entre Abogado y Fiscal.
2.- Las dichosas conformidades son básicamente un chantaje al Abogado y a su cliente. Lo que el Fiscal dice y el Juez piensa es: «como no te conformes, te pongo la máxima solicitada por Fiscalía».
Para ellos de puta madre: no pegan golpe y encima maquillan estadísticas. He llegado a ver conformidades de hasta ocho años aunque en algún caso también la culpa es del Abogado que no le apetece pelear tampoco
Le admiro mucho pero me parece que no se ha bregado demasiado en el turno de oficio.
Un saludo
Contesto a Dan y alegret conjuntamente porque la respuesta es, en parte común.
No se pacta si el fiscal no las tiene todas consigo. Se pacta si el acuerdo es bueno. En esa noticia que se linka se analiza precisamente que la «oferta» es ridícula. De eso hablo en mi artículo. Si es así (repito, si es así) es normal que los fiscales no acepten. Ahora, veamos que pasa si la oferta empieza a ser más «realista». En mi experiencia, los fiscales, para conformar, y aunque las tengan todas consigo siempre rebajan sus peticiones, salvo que la rebaja suponga hacer algo raro, como, por ejemplo, bajar un grado cuando normalmente no se bajaría. Así, es muy común ofrecer el mínimo previsto para el delito. Si, por ejemplo, se baja de tres a dos años, eso puede suponer que te libres de prisión.
Yo no veo a los fiscales como justicieros que sólo negocian cuando ven problemas. Eso te puede ocurrir con algún acusador particular, pero no con los fiscales normalmente. Y, por cierto, no sólo se negocia porque haya riesgo de absolución. Yo le saqué año y medio a un tipo en un caso de venta de heroína, consiguiendo una eximente incompleta de toxicomanía (que no estaba probada ni de coña -sólo había un «refiere» en un informe forense) porque el juicio se había suspendido seis veces al faltar una testigo, con la prueba admitida. El casuismo es tan variado que cualquier abogado podría contar mil batallas.
Si los fiscales se ponen más «duros» de lo normal por ser Urdangarín pasará lo que digo en el artículo.
En cuanto a que sea escandaloso que el juez presencie la «negociación» estoy de acuerdo. Mi tonillo era irónico, pero claro que pasa. Y hasta intervenir en la negociación. A veces, por cierto a favor del abogado.
Termino. No le voy a hablar de la práctica privada (entre otras cosas porque no suelo llevar personalmente asuntos penales como abogado particular, pero la conozco bien porque sí se llevan en mi despacho). Así que le hablaré sólo del turno de oficio que es por lo que me pregunta. Llevo diecinueve años colegiado. Al año de colegiarme estaba ya en el turno de oficio (como alguien se dará cuenta, ya anticipo que sí, entré sin los cursos y sin necesidad del tiempo preciso de colegiación, gracias a una solicitud especial por razones académicas -que está o al menos estaba prevista en Madrid). He llevado cientos de asuntos de turno de oficio y he conformado cientos de veces también.
Y no es aberrante conformar en ocho años. Depende. A veces empeñarte en entrar a juicio sólo sirve para que tu cliente se chupe un par de años más en prisión que se podría haber ahorrado.
Una pena privativa de libertad no se puede negociar o regatear como si fuera un mercadillo. Es lo más grave que le puede pasar a un ser humano, después de la muerte, claro.
Lo que digo y mantengo es que hay casi siempre un chantaje bastante burdo: «o te conformas o te cae la máxima» y he visto cientos de casos en que el Abogado -aprovechándose del desconocimiento del cliente- le ha obligado a reconocer delitos de los que bien podía haber salido absuelto o cuando menos con una pena mínima
Recuerdo una frase conjunta del Fiscal y del Juez en mi último juicio del turno de oficio penal, ante su sugerencia a negociar y mi negativa a la conformidad:» Vd. verá lo que hace». Si eso no es un asqueroso chantaje, dígame Vd. lo que es
Es Coacción.
Pero vaya usted a denunciarla …
A mi9 también me pasó algo increíble. En presencia de la Juez de lo Penal. Una petición del Fiscal de 5 años de prisión y una oferta de ¡¡multa de 100.000 antiguas pesetas!! El cliente era «exquisitamente» inocente. Pero tuve que aconsejarle declararse culpable. Por supuesto, él quedó encantado. Pero a mi me siguen zumbando los oídos.
Muy buen hilado artículo y titular. Sin duda alguna caso muy similar al que se cuenta en la novela, en la cual, por cierto, también se explica como funcionan las negociaciones en las Cortes estadounidenses. Por lo que desprendo de su artículo (y de los comentarios) un funcionamiento bastante similar al de aquí, y con una finalidad también muy parecido: aligerar la ya de por si amplia carga de trabajo en los juzgados, y liquidar estadística.