Dicen de él que nació con muleta y espada y que tumbó a la matrona con una estocada sin puntilla. Torero desde niño, protagonizó la última gran revolución taurina de la tauromaquia a la antigua usanza, toreando más que nadie, cobrando más que nadie y llenando las plazas de toros más que nadie. Su fama y popularidad alcanzó niveles similares a los del icono Manuel Benítez, “el Cordobés”. Aquel niño guapo, rubito, de ojos azules, que conmocionó al mundo taurino desde su etapa en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, que estuvo seis o siete años cumpliendo los mismos dieciséis, que se convirtió en multimillonario, que copaba titulares y anuncios publicitarios; aquel niño del famoso “¡Qué viene el Juli!” de Joaquín Vidal, de repente, un día se hizo mayor y, después de años y años actuando y triunfando en todas las plazas de toros importantes de España, Francia, Portugal, México, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela vio cómo su nombre ya no aparecía en las primeras ferias importantes de la temporada taurina.
Julián López Escobar (Madrid, 1982) nos recibe en su hogar, una finca bellísima llamada El Freixo (muy cerquita de Olivenza, Badajoz), viendo estos primeros meses cómo en los carteles no han puesto un nombre que él quisiera mirar: el Juli. Ni Castellón, ni Valencia, ni Sevilla, ni Madrid por San Isidro…
Es incomprensible que con la trayectoria que tengo mi nombre no aparezca este año en las ferias de Castellón, Valencia, Sevilla y Madrid. Los empresarios han considerado prescindir de mi nombre para sus ferias. No es nada agradable, soy un torero muy competitivo y está siendo duro ver estas primeras ferias sin que pueda competir. Es algo que va en contra de la filosofía del cambio y la evolución que debe llevar el toreo. Vivimos un momento muy complicado en la Tauromaquia, además sumado a la crisis global, y no me parece pertinente que se prescinda de nombres de figuras del toreo. No sólo yo, tampoco vemos a José Tomás, por ejemplo. Una feria como San Isidro, que es el escaparate de los toros a nivel mundial, debería contar con los mejores y no será así.
No torea porque tiene unos honorarios estratosféricos, según unos. Es decir: cobra mucho más de lo que genera. Según otros, porque es el líder de una pequeña revolución en el sector taurino: un grupo de toreros lleva unos meses preocupado y preocupándose de cosas del sector. Para empezar, del paso del sector taurino desde el Ministerio del Interior al de Cultura. Ahora, cambiando el sistema de los derechos de imagen en televisión de los toreros. Para el que lo desconozca, hasta la fecha las cadenas de televisión (antes Vía Digital, ahora Digital Plus, pero también las cadenas nacionales que se interesaron y las autonómicas que lo siguen haciendo) negociaban los contratos televisivos con las empresas taurinas, arrendatarias de las plazas de toros. Éstas, una vez firmados esos acuerdos, contrataban a los toreros, que se veían en la obligación de torear con televisión o no torear. Algo inaceptable para toreros como Joselito, por ejemplo y, después, José Tomás y el Juli.
Mis honorarios son los mismos desde hace años. Lo hemos explicado cien veces. La empresa de Madrid ha mentido y lo hemos repetido hasta la saciedad. Pero unos toreros hemos decidido que las cuestiones de imagen, de nuestra imagen, son nuestras, y estamos trabajando en esa línea. Es una lucha difícil y surgen ampollas entre los que controlan todo. Que los toreros sean dueños de su imagen no significa que queramos apartar la televisión. Todo lo contrario. La televisión es fundamental para el toreo, queremos televisión. Y queremos ser dueños de nuestros derechos de imagen. Eso no significa que queramos más dinero. Miren San Isidro: por primera vez en los últimos veinte años los toreros hemos decidido si se televisa o no y desde el primer momento hemos propiciado que hubiera televisión, sin ninguna duda. A partir de ahora, una vez conseguido ese legítimo derecho, trabajaremos en más cosas.
Los aficionados se quedan sin ver, en un mismo cartel, a José Tomás, el Juli y Morante de la Puebla, por decir tres nombres de relumbrón. Y los no aficionados no entienden qué pasa: es como si se anuncia un gran torneo de tenis y no aparecen Nadal ni Federer ni Djokovic. ¿Por qué no hacerse empresario, alquilar una plaza y juntarse los tres cuatro o cinco tardes?
No creas que no le he pensado veces… Pero los toreros tenemos una educación, un poco conservadora, en la que todos seguimos un patrón dentro del sistema y parece que el que se sale de ese sistema es un revolucionario y está en contra de todo. Es algo extraño, lo sé, pero primero tendríamos que renovar todo el aspecto organizativo del mundo taurino. Hablo de las nuevas necesidades de comunicación, difusión, publicidad… Cosas que se supone que deben partir de los organizadores del espectáculo que, repito, están dejando fuera de sus carteles a los nombres más conocidos del panorama actual. El sistema es el sistema, en este mundo y en todos. El que va por libre tiene problemas. Yo tengo una forma de entender la vida, y el toreo, que se basa en la independencia. Que se lo pregunten a José Tomás… Así lo he entendido siempre. Si eres tan hombre para jugarte la vida, ¿cómo vas a ser luego marioneta de un sistema? Así lo hemos entiendo unos cuantos, debemos ser dueños de cosas que no somos. Creo que beneficiaría mucho al toreo que todo se separara, que cada uno defendiera su parcela y que no hubiera tantos intereses entrelazados. Ahora mismo, hay dos o tres personas que acaparan todo en el mundo del toro. No es bueno.
Hace unos años nació la Fundación El Juli con el objetivo de promocionar los valores de la fiesta de toros, acercar ésta a la juventud, formar nuevos valores… Luego llegó una escuela taurina que comienza a dar sus frutos, reverdeciendo el panorama de los novilleros. El torero siempre colaboró en los movimientos de defensa que surgieron en Cataluña, cuando se sembró el germen de la prohibición. Participó activamente en la promoción del espectáculo taurino con gentes como Vargas Llosa, Albert Boadella, Joaquín Sabina, Fernando Savater… Toreó desinteresadamente para ONGs, donó honorarios para causas benéficas…
La pena es que los toreros tenemos que torear y son otros los que deberían dedicarse a estas cosas. Desgraciadamente hemos tenido que coger las riendas de muchas cosas porque los que las llevan no son capaces o no quieren hacer las cosas como se debería. Está claro que algo no ha salido bien. Hemos sido nosotros los que hemos conseguido que el toreo esté reconocido en el Ministerio de Cultura, por ejemplo. Viene una época difícil. Creo, sinceramente, que el toreo tiene que evolucionar y cambiar en un montón de aspectos. Sobre todo, en materia de comunicación y de difusión. Y eso es un proceso lento. Es cierto que hay movimientos y lo que siempre se ha dicho de las situaciones de crisis: surgen oportunidades. Empezamos a ser conscientes de que las cosas no están como deberían estar y algo se mueve. Tenemos un ejemplo clarísimo: el otro día se presentaron los carteles de la feria de San Isidro en una rueda de prensa que, si no me equivoco, fue igual a las de hace veinte años. Y, por la noche, un grupo de jóvenes celebró una gala espectacular que ha tenido una difusión tremenda. Dentro de la plaza tenemos un espectáculo único, genial, verdadero; fuera de la plaza no estamos en consonancia con esos valores. El Foro de la Juventud Taurina ha demostrado que, con ilusión, ganas y partiendo de lo que ocurre dentro de la plaza, podemos demostrar a la sociedad qué es el toreo. Por eso siempre colaboraré con ellos en todo lo que necesiten.
Puede sorprender que, con toda la presión que soportas teniendo en cuenta lo que sueles torear cada año —al menos hasta ahora—, además tengas tiempo para hacer tantas cosas.
(Sonríe con el “al menos hasta ahora” clavando los ojos en el entrevistador porque no tiene dos puñales a mano). Soy así. Me inquieta irme de esto sin aportar algo. Las personas inquietas y emprendedoras aciertan muchas veces, pero también tienen más posibilidades de equivocarse. Es muy fácil vivir del sistema, aprovecharse de él, ganar dinero… Torear, ganar dinero y dejar esto igual que estaba o peor. La educación taurina, como la deportiva, está muy encaminada a eso: una vida muy corta, aprovecha, sácale el máximo rendimiento. Pero yo, no. Tengo la inquietud de pasar por este mundo dejando algo. He defendido —y defiendo— ideales. Si por eso hay represalias y soy un damnificado, prefiero ser yo. Mi trayectoria está hecha y me preocupa mucho más el futuro del toreo que mi carrera. Quiero dejar el toreo mejor que cuando me lo encontré. Logrando esto tendré una gran compensación.
No es el Juli el clásico torero que tiene finca, ganadería (que las tiene) y que se abstrae en el campo. La entrevista la realizamos al poco tiempo de organizar una especie de fiesta campera con los miembros de La Oreja de Van Gogh debido a su amistad con uno de los integrantes del grupo, Pablo Benegas, en la que los músicos torearon unas vaquillas. Después se marchó a Málaga, para torear de salón ante cientos de chavales en la calle. Es activo.
No somos capaces de explicar a la sociedad que, lo que ocurre en el ruedo, está al alcance de muy poca gente y de muy pocas artes. La forma que se trata el toreo desde el punto de vista organizativo, empresarial, es despreciarlo. Vivimos una época convulsa, con ataques a la fiesta de los toros por todos lados. El antitaurino, que respeto al igual que pido que me respeten a mí, se apoya en una ausencia tremenda de información y comunicación de lo que es esta fiesta de toros. Veo, leo, escucho mensajes de antitaurinos que, sinceramente, no están informados. Los habrá, pero la mayoría hablan desde el desconocimiento. Y, por supuesto, no es su culpa. ¿Cómo van a hablar desde el conocimiento de algo si ese algo no se encargan de explicárselo?
¿Cómo se lo explicas al antitaurino?
Hay una parte artística que es muy complicada de explicar. Es como la pintura: si no le entra por los ojos hasta el sentimiento, ¿qué vas a contarle? ¿Le hablas de técnica, de materiales? Es algo muy subjetivo. Ahí no hay nada que hacer. Pero hay otra parte histórica, cultural, social, económica… en la que el toreo sigue formando parte de nuestras vidas. Y es la parte ecológica la que más me duele; no hay más que ver cuántos animales viven a costa del espectáculo (señala a la ventana y se ven vacas y añojos pastando, cerdos, caballos, cigüeñas… Campo extremeño en primavera). El toro bravo es un animal creado por el hombre para y por la fiesta de toros. Desaparece la fiesta y desaparece el toro bravo. Y, con él, todo lo que le rodea. Tiene la opción de luchar como no la tiene ningún animal, tiene una vida como no la tiene ningún otro animal. Y, además, repito: a su costa, si podemos decirlo así, viven otros muchos animales. No hablemos de las vacas o de los sementales, a ver qué animal vive como ellos y muere como ellos. Pese a todo, sé que el que lea esto no compartirá conmigo una palabra si antes no entiende el sentido artístico de la lidia. Sin ese entendimiento, ya puedes decir misa que no hay manera. Pero insisto: lo respeto. Afortunadamente, tenemos aficionados que han expresado estas ideas mucho mejor, como los filósofos Francis Wolff o Víctor Gómez Pin, por ejemplo, cuyas ideas nos enriquecen a todos.
Da la impresión, desde fuera, de que el propio sector taurino tampoco quiere evolucionar. Es como si dijeran: “Sí, vale, somos mediocres, somos decadentes. Pero nosotros controlamos nuestra mediocridad y no queremos que venga nadie de fuera a desbaratarnos este control, por mucho que aporte”.
Exactamente. El toreo se ha separado excesivamente de la tradición, de la cultura, del arte, porque no hemos sabido comunicarlo —no ha interesado—. La sociedad ha ido evolucionando y el toreo no ha sido capaz de adecuarse a esa evolución. Nos hemos quedado obsoletos en las formas y no hemos explicado el fondo. Es terrible. Los productores, los empresarios… No quieren. O no pueden. No sé qué es peor. Hay que apoyar a gente nueva, empresarios nuevos que no pueden entrar en plazas de toros importantes porque los pliegos de condiciones son exigentes en cuanto a la experiencia… Las plazas son de titularidad pública (ayuntamientos, diputaciones o comunidades autónomas), se convocan concursos públicos en los que prima la experiencia, el empresario nuevo, con ideas, con ganas, no puede concursar… es la pescadilla que se muerda la cola. Apoyemos a ese empresario nuevo, con ilusión, con conocimientos de la época que vivimos, que no solamente piensa en el corto plazo, que promociona, que de verdad busca un interés general y no solamente el particular. El problema que tenemos es el corto plazo. Miren Olivenza: una plaza que en 14 ó 15 años se ha convertido en una feria de referencia, a base de trabajo, trabajo y trabajo de su empresario. No buscó rentabilidad a corto plazo. ¿Qué ocurre en otras plazas? Se conceden por cuatro años y el empresario quiere explotarla en ese plazo. Eso hay que cambiarlo y es una materia con la que trabajaremos.
Aún no has cumplido los treinta años y ya eres una referencia en el mundo del toro. Dejando estos problemas actuales aparte, tanto los particulares como los generales, ¿qué conserva Julián López de aquel niño apodado el Juli?
Mi vida es a la inversa. Cuando era niño tuve que sacar fuerza, responsabilidad y seriedad en una edad que no me respondía. Ahora, que estoy en una etapa ya madura como persona y como profesional, afloran cosas juveniles, disfruto con amigos, hago lo que no hacía antes… Me siento más jovencito que cuando tenía 15 ó 16 años… Sí es cierto que oigo a amigos contar cosas de sus infancias, anécdotas, travesuras… Y lo echo de menos, porque sin serlo tuve que comportarme como adulto, rodeado de adultos en todo momento. Esas cosas curten, por supuesto, y quizá por eso ahora veo todo con los ojos con los que lo veo. De todas formas, hay un matiz: desde pequeñito soy un enamorado del Toreo, hacía lo que me gustaba de verdad. Y lo sigo haciendo. ¡Es que no hay otra cosa que me guste más que esto!
(Al finalizar la entrevista, el Juli se marchó a la placita de tientas de su finca, en compañía de otro matador, Alejandro Talavante, para torear durante toda la tarde a puerta cerrada. No parece que haya otra cosa en su cabeza. De hecho, durante la entrevista uno tiene la impresión de que en cualquier momento le van a pegar dos naturales y el de pecho).
En esa época, en la que arrollaba, tenía un montón de seguidores, fama, popularidad, espacios por doquier en los medios de comunicación… sin las ideas que tenía ahora y no puedo aprovechar ese momento para explicarlas. Esa espinita tengo. Con aquel tirón popular podía haber dicho muchas cosas, podía haber propagado un mensaje que ahora sí tengo en la cabeza. Un torero es capaz de cambiarlo todo, pero por entonces no pensaba así; disfrutaba, toreaba como el que más, seguía la corriente del sistema… Pero no era eso, no era eso. Ahora lo veo. El mundo se mueve por interés, y son los toreros los que tienen interés. No hemos sido capaces de conseguir lo de otros campos: el futbolista, el tenista… que son ídolos. Como ídolo considero que estuve varios años, pero no difundí un mensaje que sirviera a la fiesta para el futuro. Claro, era el número uno, ganaba más que nadie, la inercia, la inercia… Y resulta que pasan los años, la cabeza se amuebla y piensas: “Me lo hubiese planteado de otra manera”. No era dueño de mi vida. Y eso que pienso que aporté muchas cosas. Traje gente nueva a las plazas y colaboré en la promoción del propio toreo. Ahora que sé más no tengo esa popularidad que tenía y el mensaje no llega tan rotundo.
Esa madurez se complementa, o se completa, con la reciente paternidad.
¡Y dos a la vez! Me pasa como a casi todo el mundo: empiezas a ver la vida desde otra perspectiva. He aprendido a relativizar mucho todo porque pienso más allá, mucho más allá. Por ejemplo, en estos momentos tan controvertidos para mi carrera, estoy convencido de que veo todo de otra forma a antes de ser padre. Me gustaría que pudieran vivir esa infancia que yo no pude vivir, claro, como todo padre desea para sus hijos.
¿Cómo es la vida familiar en la casa de el Juli? ¿Seguimos con los tópicos del torero-machista y la mujer-ama de casa sufridora?
No, no. Podrían situarme en un término medio-alto respecto a la implicación de la paternidad. Considero que el papel del padre y de la madre, una vez los niños han nacido, es el mismo. Evidentemente, por esta profesión no tengo el tiempo que otras personas tienen, pero la educación de los niños y compartir las tareas forma parte de mi vida diaria.
Aparte de esas tareas que todo padre conocerá, ¿cómo es el día a día de un torero de éxito?
Hago una vida muy de campo. Sé que sonará a tópico, pero ¡es que me encanta! Esto del campo me ha acercado mucho al mundo de los caballos, todo lo relativo a este animal: las faenas del campo con este animal, los ejercicios como la doma, el caso y derribo, el salto, el rejoneo… Me llena mucho y puede ser lo que más ocupa mi tiempo libre. Y, además, cosas típicas de mi edad: el cine, el deporte, viajar… He tenido la oportunidad de viajar mucho debido a mi profesión y además he conocido a gente que me ha ayudado a desplegar esa inquietud de saber y conocer que, cuando niño y adolescente, no pude desarrollar. También influye mucho mi mujer (Rosario Domecq); me ha enseñado cosas que desconocía relacionadas con la pintura, la literatura, el teatro… Me fío de ella y ella tira de mí: ¿Vamos a Málaga para algo mío? Pues aprovecha, me lleva y me explica Picasso. Y me encanta aprender. Me falta mucha base cultural, claro. Eso hace que intente exprimir al máximo cada momento que tengo de llenar ese hueco. Me pasa igual con la lectura: me regalan libros y me suelo fiar de los gustos del que me los regala; ahora ando con El Aleph de Coelho. De toros no leo. Tampoco las crónicas, eso me pasa desde hace tiempo; antes me influían mucho, ahora las paso de largo… En cuanto puedo me acerco al cine. Quizá sea un poco moñas… me gustan las películas románticas, pero no solamente. También el suspense, el drama. Menos la ciencia ficción, que no me atrae, me gusta todo. En realidad lo que me gusta es ir al cine, sin más. Y viajar, me gusta mucho. Lo que pasa es que toreando es muy difícil conocer lugares. La responsabilidad y la presión hacen que no puedas dedicarte plenamente a conocer una ciudad en cuya plaza toreas por la tarde. Pero esos inviernos en los que termina la temporada, antes de empezar la americana, he podido disfrutar de viajes a lugares maravillosos que me han servido para conocer más y más cosas. Por ejemplo, un viaje del que tengo un gratísimo recuerdo fue el que hice hace poco a Londres: estuve dos meses allí, aprendiendo inglés, como uno más. No me conocía nadie, no era más que un estudiante, y aproveché para conocer otra forma de vivir, no sólo de otra cultura, sino diferente a lo que siempre había hecho: una rutina, unos estudios, un anonimato.
El campo, los toros, los caballos, el cine, viajar… Y el Atleti.
(Ríe). Sí, soy sufridor… atlético. No soy obsesivo de ver todos los fines de semana el fútbol, pero lo sigo. Lo que me encanta es ir al campo, porque la afición del Atleti representa exactamente lo que a mí me gustaría que fuese la afición a los toros: siempre apoyando, siempre ilusionado en que todo salga bien, siempre queriendo disfrutar. Soy socio y cuando nacieron mis hijos me mandaron un carnet también… Soy del Atleti por mi hermano Ignacio, que de pequeño me inculcó esto.
De esos tiempos arrolladores de el Juli-niño se publicaron seis o siete libros… Da una idea de la importancia que tuvo tu llegada al mundo del toro.
Sí, pero falta el gran libro. Mi historia terminará cuando acabe mi trayectoria y lo que pienso ahora no se refleja en ningún libro porque, lógicamente, ni siquiera pensaría lo mismo. En cierto modo, me siento vacío, esos libros tan pronto…
¿Y la situación general, Julián? ¿Y la política? ¿Te interesa el día a día, las noticias, la información? De siempre los toreros tuvieron inquietudes políticas, porque además cuando llegáis al campo comprobáis las zozobras de un mundo desconocido para la sociedad urbana.
A la problemática del campo hay que añadir que, si no llueve, el desastre se multiplica por mil. Imagina… Soy un ciudadano nivel medio. Leyendo periódicos, escuchando la radio, viendo los telediarios… Sin preferencias de editoriales ni de emisoras. La situación es complicadísima, es evidente, considero que si las cosas no van bien al menos es un estímulo, o puede serlo, cambiar. Es más, considero que en la vida hay que actuar igual: ni de derechas ni de izquierdas, sino amoldándote a las circunstancias. En algunos momentos se debe actuar de una forma y en otros, de otra.
Te obsesiona la comunicación, poder explicar cosas a la gente. Tienes cuenta de Twitter y la usas asiduamente.
Por eso, por eso. Twitter me gusta porque hay cosas que en un momento quiero decir y lo aprovecho. Cosas que se te quedan en el tintero, cosas que no se han entendido como uno quisiera… Lo malo es que me gustaría responder a tantas y tantas menciones, pero me falta tiempo. Ahora vamos a hacerlo mejor, con una nueva cuenta —aparte de la personal— que trabajará más profesionalmente, porque está claro que al seguidor hay que atenderle y me da rabia que no pueda haber ni una palabra amable para alguien que pierde su tiempo, como mínimo, en enviarte un tweet o en preguntarte algo. No solamente estoy yo, también Manzanares, Talavante… Todo lo que sea comunicación es positivo.
¿Hay el Juli para rato?
Es muy difícil, estando en activo, pensar en una retirada. No veo fácil vivir sin torear. Esa emoción, esa adrenalina, esas sensaciones con el público… no encuentro nada que lo pueda sustituir. Tengo que aprender a vivir sin eso y, sinceramente, lo veo complicado. En otras etapas de mi carrera sí pensé en retiradas, pero ahora mismo no: quiero seguir emocionándome. Lo que sí sé es que seguiré involucrado en este mundo, apoyando proyectos buenos para la Fiesta.
Fotografía: Joséphine Douet
Este tiene pinta de ser un tío de la cabeza a los pies. ¡Bien por acercarnos la visión de un torero!
En mi opinión han dejado al Juli un poco abandonado en el G10, pero se ve que tiene las ideas muy claras y eso es muy importante en la vida y más para el ambito profesional.
Un abrazo, y suerte para la temporada!
Bosco
Jotdown, revista cultural y contemporánea. Pues bien, el toreo no sé lo que será, pero desde luego no es cultura, y desde luego tiene cada vez menos afición así que de contemporáneo cada vez menos. Menuda decepción…
Odio la tauromaquia, pero forma parte de nuestra cultura (en mayor o menor medida, no lo sé). Igual que uno puede ser ateo pero no negar que el cristianismo forma parte de la cultura de cualquiera que haya nacido aquí.
Si no, no sabrías qué quiere decir «estar para el arrastre», «cambio de tercio» o muchas otras expresiones.
El conocimiento de la historia, es cultura. Y la tauromaquia ha formado parte de la historia de España, estoy de acuerdo.
Ahora bien ¿es cultura en sí misma? dados los parámetros morales actuales, en la que un gran porcentaje de la sociedad (¿20%? ¿50%?¿80%?) consideran que el toreo, en su forma actual, debiera estar prohibido, no creo que sea cultura, ni de lejos.
En cualquier caso, lo sea o no, lo que tengo clarísimo es que su espacio no es una revista que pretende ser moderna, cuando la tendencia de la tauromaquia es la que es, hacia su desaparición en su forma actual.
Un inciso. Jot Down dice que es una revista «contemporánea», no «moderna». Para muchos es lo mismo. Para muchos, también, no es lo mismo.
Cultura son los mitos, valores, relatos que dan cohesión a una sociedad.
Y los datos del Ministerio del Interior nos dicen que se celebran anualmente en España 2.000 espectáculos taurinos y 11.000 festejos populares.
http://www.uclm.es/profesorado/produccionanimal/TAUROLOGIA/EstadxsticasTaurinas2010.pdf
O sea, que la tauromaquia es cultura y no es minoritaria. Pero, ¿y si lo fuera? ¿La prohibirías porque no le gustase a la mayoría? ¿Prohibirías entonces la poesía, los restaurantes vietnamitas, el voleibol?
«Dados los parámetros morales» la Alemania nazi prohibió el arte de vanguardia. Y, sin embargo, legisló cómo cocer langostas o herrar caballos. Para que no sufrieran. ¡Pobres animales! ¡Malditos judíos». Ay, los parámetros morales de las mayorías dominantes….
Andamos listos si para llamarlo cultura, antes debemos contar con un «gran porcentaje de la sociedad». Pobre cultura si de ello dependiera.
Cultura, según Wikipedia, tiene dos acepciones:
1.Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura.
2.Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales (tecnologías) que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo.
Claramente confundís la primera con la segunda.
Quiera o no, los toros forman parte de nuestra cultura. Este El Juli, además, tiene cabeza y le funciona. Hay cinco
o seis sentencias, oigan, sea torero o apicultor.
Qué buena entrevista! No soy aficionado a los toros pero me ha interesado mucho.
Muy interesante entrevista, enhorabuena
Acabo de descubrir a un tipo sensato con menos de 30 años. Rara avis. Les felicito porque al ver que era un torero no me llamaba mucho la atención, pero tengo que reconocer que ha merecido la pena.
Una entrevista que muestra a una gran persona, con muchos valores y con las ideas muy claras. Y sobre todo, muy respetuosa. A los que no nos gustan los toros, deberíamos aprender a respetar como hacen ellos.
Gran entrevista y grande siempre el Juli! Enhorabuena a JotDown por acercarnos todos los ámbitos de la cultura.
Muchas gracias por todo lo que está haciendo, maestro. Comparto con usted la visión de la Fiesta, la falta de comunicación y la ignorancia de muchos que les lleva a situarse en contra de esta maravilla cultural.
Es un orgullo poder tenerle como ejemplo para luchar por nuestra Fiesta, si usted no se rinde…¿cómo nos vamos a rendir los aficionados?
De nuevo, muchas gracias. Y a pesar de mis 17 años lucho cada día por defender este mundo, porque una faena de campo me llena más que nada, una faena suya me hace rozar el cielo con los dedos, y una tarde de toros es la mayor ilusión que tengo en la vida.
Le echaremos mucho de menos en todas las ferias a las que no le han dejado ir, pero ante todo le apoyamos y le agradecemos que se mantenga a pie de cañón defendiendo sus ideales
Va siendo hora de que esta sociedad se de cuenta de que los toreros son personajes de gran calado, artistas que ponen en juego su vida para provocar emociones profundas, y que, como tales, tienen un concepto muy auténtico de la existencia y de sus valores. Todo un ejemplo en estos tiempos livianos y de artistas cínicos y sin compromiso.
Taurinos o no, creo que es una entrevista digna de respeto, al igual que otras muchas. No merece la pena contestar a aquellos que juzgan a una publicación por entrevistar a un matador de toros. Libertad de expresión es la base del periodismo. APRENDAMOS A RESPETAR y si no te gusta un personaje, no leas la entrevista. Gracias a Jot Down por todo lo que me aporta a diario
Quien quiera conocer al verdadero Juli que lea esto:
http://salmonetesyanonosquedan.blogspot.com.es/2010/06/july-o-la-calidad-que-te-gusta.html?m=1
Un saludo
Los taurinos no soltáis mas que patrañas para justificar vuestro espectáculo bañado en sangre . Que decepción Jotdown…
Primeramente,agradecer a los editores de ésta revista su atrevimiento a publicar entrevistas como éstas. Segundo, decirles que estoy totalmente de acuerdo con lo que dice El Juli.
El problema del toreo es la destaurinización de la sociedad. Ése es el gran reto. No hay rito,actividad o espectáculo más verdadero que éste.
A mí me gusta también mucho el rito de tirar a la gente al pilón. Desde aquí reivindico una pilonización de la sociedad.
No mereces respuesta. No entiendes nada. Me compadezco de usted.
Genial la entrevista. Qué grande eres maestro Juli. ¡Qué ejemplo!
compadezcase del pobre animal y reze para que algun dia los toros pasen a tener la consideracion que se merecen, es decir, permanecer prohibidos junto con las peleas de perros, de gallos,el tirar a una cabra desde un campanario y cualquier otro espectaculo que tenga como base la mutilacion y la muerte de un animal
perdon este comentario era para toros siglo xxI
«Los toros son el acontecimiento que más ha educado social, e incluso políticamente, al pueblo español». Tierno Galván. Gracias a la revista por tenernos en cuenta a los aficionados a los toros. Sigan así por favor.
Agradecimiento a esta revista por algo que venimos reivindicando desde hace tiempo. Los toros son cultura aunque haya gente que no lo entienda y comprenda. Cosa que me parece totalmente respetable.
Enhorabuena a jotdown, por este y por todos los artículos que publicáis. Que la presión no os haga dejar de publicar artículos taurinos!! Sin preciosos.
Una recomendación: Morante de la Puebla es un gran personaje, que tiene una buena entrevista.
Bien por la entrevista, muy completa. Tantos detalles de la vida de El Juli y del entorno taurino.
Extraordinaria la entrevista al Juli, como aficcionado me da igual lo que cobre ,porque se lo gana año tras año y yo lo que quiero es verle en todas las ferias. Nunca ningun empresario a dejado la plaza de las ventas por perder dinero con los honorarios de las figuras. A lo mejor no saben gestionar la plaza corectamente y lo mejor es que se vallan?. Un abrazo para el «Juli” y mucha suerte torero.
Grandes palabras Julian, pero hacen falta más actos, quizás en las ferias que son televisadas por el plus, lo que tendriais que hacer es en vez de pedir mas dinero, reclamar a los empresarios que bajaran el precio de las localidades, sobretodo a los jóvenes. Facilitar que los padres o los abuelos llevaran a sus hijos y nietos a la plaza y les expliquen y muestren este bello espectaculo, cada dia mas desconocida para la juventud.
Enhorabuena a la publicación. Muy buena entrevista. Sincera, cercana y reveladora. Gracias por tratar a la tauromaquia como un elemento más de nuestra cultura. Mis felicitaciones.
Los toreros son la parte esencial de la Fiesta. Sin ellos jugándose la vida cada tarde, ni existirían los toros bravos, ni las plazas de toros, ni la leyenda de vida y muerte alrededor de la actividad más original que la cultura hispana ha aportado a la cultura mundial en toda la historia. La batalla a los intratables hay que darla en el mismo lugar que la dan ellos cada día como un martillo pilón, machacándonos hasta la nausea con sus consignas antitaurinas en contra de la libertad de acudir-o no- a un espectáculo único; en Internet. Tiene razón El Juli: es inutil intentar explicar a un intratable la emoción de un natural en la boca de riego a un toro que se arranca de largo. O qué es una mariposa de oro dibujada en el envés del aire del vuelo del capote. No conocía la revista. Enhorabuena por esta entrevista. Pero os van a caer chuzos de punta de los estupendos intolerantes.
Grande Juli! No seas como el resto, un figurón como tu debe mantener su estatus y dignidad. En el toreo hace falta más gente como tu, que no solo mire sus intereses sino que se preocupe por los intereses del toreo. Ya esta bien de gentuza que pudre la grandeza del toreo, como: empresarios peseteros, toreros ponedores, toreros que están en el escalafon sin meritos, ganaderos de toros sin bravura (ganaduros),… Hay que fomentar las bases del toreo y sobretodo volver al aspecto cultural, volver aquellos Belmonte con Valle Inclan y Ortega Gasset, Sanches Mejias con Lorca, Luis Miguel Dominguin con Picaso, …, y no a Jesulin con la Esteban.
Muy buena entrevista, enhorabuena.
VIVA EL TOREO
Completamente de acuerdo con El Juli.
Es necesario dar a conocer los valores eternos y universales de la Tauromaquia.
Así, aquellos que no la disfrutan, pueden entenderla y tener una opinión más fundada, alejada de simplismos vacuos.
Enhorabuena y muchas gracias Jot Down por esta entrevista tan buena y esas fotos hermosas. Viva los Toros ! Viva el Arte ! Viva El Juli !
Enhorabuena a la revista por ofrecernos esta entrevista. Es un ejemplo de vida, alguien con valores en peligro de extinción y un luchador, siempre. Un placer leer a Julian López «El Juli». Gran persona y torero cumbre!! Ya tiene escrito, al menos, un capítulo entero en la Historia de la Tauromaquia…
COMO SIEMPRE SUBLIME.
HAY UN DATO QUE A LO MEJOR NO HA QUEDADO CLARO,LAS PERSONAS MAS SENSIBLES Y AMANTES DEL TORO SON LOS PROPIOS TAURINOS.
YO HE VISTO A UN MAYORAL DORMIR EN EL COCHE TODA LA NOCHE JUNTO A UN TORO HERIDO HASTA QUE LLEGO EL VETERINARIO POR LA MAÑANA.
Interesante entrevista. La pena es que El Juli haya tardado tanto tiempo en reaccionar y dar este paso. Y la pena es que Morante y Talavante no reaccionen también. El sistema no aguantaría que José Tomás, El Juli, Morante y Talavante a la vez le hicieran frente. Talavante debería cambiar de apoderado, pero Morante lo tiene más fácil.
Un torero no debería ser nunca una marioneta. Denigran la tauromaquia al aceptar serlo.
Excelente entrevista mis felicitaciones, Juli adelante sin doblegarte, tienes todo muy claro la madurez a tus 30 años no la adquirimos muchos ni a los 60, el Toro es otra cosa, saludos desde Mexico.
Enhorabuena por la entrevista. Y a El Juli por enseñarse tan bien. A lo mejor un poco tarde con todo este follón, pero era necesario.
Se podrá estar a favor o en contra de algunas de las cosas expresadas, pero demuestra una sensatez muy poco común.
Enhorabuena a la revista y a El Juli, por dejarnos ver los interiores autenticos de la fiesta de toros. Los sentimientos de Julian demuestran que es una autentica figura del toreo y de la vida que no se queda en la comodidad , nos demuestra que evoluciona hacia la grandeza que todos tenemos como seres perfectos de la creacion y que no no lo creemos, o nos cuesta trabajo creernoslo, Julian a traves del ejercicio honesto y sincero de su profesion se lo cree, a desarrollado una perfeccion tal en su profesion, que lo ha llevado a tener su alma en estado puro, que lucha por demostrarselo y demostrarlo a los demas , para su bien y el de los que tenemos la fortuna de verlo torear
Que lastima que te hayas dado cuenta tan tarde Don Julián, es hora de separarse del G-10 e iniciar un nuevo grupo «EL I-10» la «i» de INDEPENDIENTES y el 10 por que los que estéis seáis tíos «10» de verdad. Permíteme recomendarte algún nombre ràpido, Jóse Tomas, Sebastian Castella… tú me entiendes. Por otro lado creo que el palo que te han dado este año te debería decir mucho de tus compañeros que «han tomado el olivo» por lo que, con todo el corazón te lo digo, debeías mandarlos a su sitio (para no ser grosero). Felicidades por tu paternidad y te deseo lo mejor para la temporada y la guerra que se te avecina, donde estés anunciado y me lo pueda permitir iré a verte como siempre he hecho.
Julian Lo’pez El Juli la base de su voz esta’ basada en la realidad de sus hechos.
La voz de una figura de la tauromaquia de e’poca, los dema’s deben aplicarse atencio’n si valuen la fiesta brava.
Cada temporada viajo a Espan~a para acudir las corridas de varias ferias, vale la pena, porque la fiesta brava Espan~ola es u’nica!
xtorero
Gracias a JOT DOWN por una entrevista tan rompedora en una revista cultural y completamente inaudita en un medio taurino. En el toreo y sus negociados mediáticos rige la omertá. La sombra del Sistema es muy alargada… aunque, a veces, como dicen Los Planetas, «sale el sol, ilumina el sistema».
Hace diez años, José Tomás comenzó su particular rebelión. Juli y Perera han sido represaliados en las primeras ferias de esta temporada. ¿Y si se se sumasen otros toreros? Sánchez Mejías le echó un pulso a la patronal taurina en 1924 y lo ganó.
No me gusta la tauromaquia (sólo la parte del baile entre toro y torero, detestando la sangría y la muerte) ni me parece que Juli diga cosas sensatas, sino más bien coherentes, que no es lo mismo: su línea argumentativa es solida. Eso ni es malo ni es bueno, pero bajo ningún concepto significa decir verdades. Simplemente significa decir siempre y hacer siempre cosas en una misma dirección.
No me parece mal que se hable de toros aquí, me parece estúpido decir de qué debe hablar una revista o no. Cada cual que hable, escriba y haga lo que quiera o pueda. No puede respetar la tauromaquia, pero qué le voy a hacer, no me gusta casi nada de este mundo y no por ello voy detrás de cada uno diciéndole sobre qué debe escribir o como hacerlo. Si una persona cree que la tauromaquia tiene unos valores universales y educativos, bien por él. A mi me parece una gilipollez, como otra cualquiera (los valores de Dios, el materialismo histórico, el sincretimo hippie, la libertad del mercado, etc.).
Si estuviéramos hablando de pintura o incluso de economía o política, estaría de acuerdo. Sin embargo hablamos de algo que implica sufrimiento y tortura. Y que se hable de ello obviando ese hecho, me parece mal, fatal.
Además, igual que defiendes la libertad de expresión del artículo, debes defender la de los lectores que, como yo, sienten repulsa por este espectáculo, y opinan que debería estar prohibido. Y lo estará, al tiempo…
La verdad es que la entrevista me ha resultado bastante interesante, y reconozco que originalmente solo la he pinchado para dejar clara mi decepción contra Jot Down por entrevistar a este personaje que viene de este mundo.
Sigo opinando que cuanto más lejos quede JD de «la fiesta», mejor que mejor. Pero aún así, como caso aislado, como entrevista en sí, es un trabajo casi tan bueno como cualquier otro de esta web.
De modo que al final la decepción no es tal, pero ahora, cautela con esta web, no se llene de pronto de crónicas taurinas y tenga que salir por patas.
EH!
ESTA MUY BIEN TODO LO MANIFESTADO POR EL JULI. PERO SE HA OLVIDADO DEL TORO. ESE DEBIA SER EL PRINCIPAL PROTAGONISTA DE LA FIESTA. COMO LO FUE EN MI JUVENTUD (TENGO 86 AÑOS) Y NO HE DEJADO DE VER TOROS. QUE LOS TOREROS DE HOY PUEDAN DARLE CON LA CADERA A LOS PITONES DE UN TORO Y SE QUEDEN TAN TRANQUILOS, ES LO QUE
HACE QUE LA FIESTA VAYA CAMINO DE TERMINAR MAL
Gran entrevista, ajena al tópico y al refrito. Increíble el fanatismo de aquellos que son incapaces de asumir que haya gente que queramos profundizar en el mundo del Toro, pidiendo literalmente la censura. Desde mi Bilbao natal, sólo puedo decir: felicidades, jotdown.
Podremos estar de acuerdo o no, pero lo cierto es que el tío argumenta, no huye de la polémica, explica su punto de vista y, lo más importante, no se sale de madre como sí hacen muchos antitaurinos.
Qué grande es Jot Down, entrevistas a gente de izquierdas, de derechas, taurinos, anti-taurinos, periodistas, informáticos, aristócratas… Lo mejor de esta revista es la pluralidad, qué pena que algunos la tachen de conservadora y otros roja. Este es el gran problema de españa, nunca hemos tenido un medio plural y en cuanto aparece uno nuevo tenemos que etiquetarlo en un lado o en otro para saber si puede leerse. Como diría el señor Mingote, lo importante no es elegir entre izquierda o derecha, sobre todo es no ser gilipollas.
Gran entrevista, el toreo necesita un lavado de cara, y con hombres como Julián y medios plurales lo conseguirán
Aunque no nos gusten los toros, creo que siempre es bueno escuchar a la gente del mundo del toreo. Jot Down hace bien en crear debate e invitar a personajes que probablemente despierten mas aversion que carinno entre su audiencia. A mi me gusta escuchar a gente que no piensa como yo.
En este caso en particular, creo que el Juli es un hombre honesto aunque discrepe con el. No ha concretado mucho en que consiste el toreo del futuro pese a que se lo han preguntado. Parece que le preocupa mas la organizacion del sector que no el cambio desde un toreo-matanza a un toreo-arte, algo en lo que la audiencia de Jot Down podria estar mas de acuerdo.
SOLO QUIERO DECIR QUE EL JULI SIGUE MANTENIENDOSE COMO MANDON DEL TOREO EN AMERICA Y EUROPA.
EN MEXICO SE TE QUIERE, ADMIRA Y RESPETA, Y NOS DAMOS CUENTA DE LA VALIA DEL MAESTRO AUNQUE ALGUNOS NO SE DEN CUENTA NI SIQUIERA DE LO QUE ES UNA FIGURA DEL TOREO.
VIVA EL JULI Y BIENVENIDO A MEXICO.
Felicidades por esta entrevista. El toreo fomra parte de nuestra cultura, guste o no. Y a mí me gusta. Que nos sea la última.
No conozco aún la revista Jotdown pero enhorabuena por su pluralismo. el tema da para mucho y han dado en el clavo al entrevistar a El Juli en este momento crucial que vive la fiesta.
La lección que dio El jJli desde el ruedo de la Plaza México el pasado 5 de febrero deben aprenderla matadores de toros y novilleros; subalternos; ganaderos; comentaristas y críticos de toros; empresarios; aficionados y público en general. No solo fue una tarde triunfal para el torero sino también un aviso a las empresas españolas que quieren desvalorizarlo por actuar con dignidad, para decirles » aquí estoy para lo que se les ofezca». Enhorabuena «figura auténtica del toreo»
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Con leer los primeros 15 o 16 comentarios es fácil comprobar que el mayor problema sigue latente: la falta de comunicación entre los taurinos y los antitaurinos.
Del «qué decepción Jotdown» al «no entendéis nada, sois unos ignorantes» hay un gran margen de diálogo abierto.
Me sorprende gratamente que el Juli entienda esta necesidad de apertura de la información y desestructuración de las jerarquías reinantes en la fiesta.
Los toros son difíciles de explicar, y su comprensión reside en el estudio y la asimilación de muchos aspectos tangentes previos a la lidia, así como del significado de la misma. Así, lo que es «humillación al animal» para algunos, lo es «respeto a la naturaleza brava del animal» para otros.
Si se pretende la supervivencia de un arte (así lo llamo yo) de la mayor altura conocida en nuestro tiempo, son necesarios Julis, José Tomases y revistas que informen, de manera imparcial y con gusto, como esta.
¿Porqué no se le ha preguntado su opinión sobre la tortura animal por puro entretenimiento humano? ¿Está de acuerdo con la tradición de lanzar la cabra desde el campanario? ¿Quizás aprueba la del Toro de la Vega?
Vale que no tiene porqué ser un reportaje anti taurino, pero pienso que ha faltado un tema esencial en una entrevista a un torero. Me pregunto si se negó a responder o no se atrevieron a preguntar …
Los toros son el pasado, es una fiesta barbara y cruel.
Cada vez que en Jotdown salga algo de los toros estaré una semana sin visitaros.
En las puertas del Camp Nou se reparte una revista futbolera llamada «Media Punta». Hoy salía una cita de esta entrevista.
Los toros son el presente, es una fiesta espléndida y culta.
Cada vez que en Jotdown salga algo de los toros estaré una semana visitándola continuamente y dándole al F5.
Siempre intentaré respetar las opiniones de todos, pero en el caso del toreo me resultan injustificables.
Es una tradición centenaria en España, pero se basa en torturar a un animal que (evidentemente) no ha elegido participar. Estoy seguro de que muchos toreros son maravillosas personas y se preocupan por los toros, pero al final de todo su finalidad es matarlos.
Matar un animal por ‘arte’, estética, valentía o cualquier justificación que se le quiera dar no es cultura, y no debe permitirse.
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Vamos a ver… No soy nada taurino pero hay una cosa en la que tiene razon. El toro bravo desaparecera en el momento que desaparezcan los toros porque no sirve para otra cosa asi que los que defienden que se prohiban los toros por el sufrimiento de dicho animal estan condenandolo a la extincion, ademas como dice hasta el momento de su muerte(que es poco traumatico si eres taurino y una tortura si eres antitaurino) es el animal que mejor vive.
Me rio de los antitaurinos que te dicen fuera el toro y el toreo comiendose un pollo que ha muerto electrocutado, ha vivido en condiciones infrahumanas (infrapolliles en este caso :D) con el pico cortado y las plumas arrancadas, un poquito de cordura y menos hipocresia.
Vuelvo a aclarar, el toro y el toreo me la traen al pairo pero pienso que hay problemas mas importantes para arreglar que condenar a un animal a la extincion.