Vaya por delante que este es un post sobre un par de shooters en tercera persona que se nos vienen en breve y que, por unas razones u otras, tienen muy buena pinta. Así que no, no habrá bromas fáciles sobre la familia real, que para algo twitter ya se ha encargado de sacar todo el jugo posible.
Así que si todavía aguantas por aquí, que espero que sí, tienes por delante una reflexión sobre Max Payne 3 y Spec Ops: The Line, dos juegos de acción que están al caer y que son interesantes por diferentes motivos.
Como de Max Payne se está hablando demasiado en medios me voy a permitir el lujo de abrir con el tapado de esta dupla. Soy el primero al que el shooter como género no le apasiona en exceso (no digamos ya si es en primera persona, al que soy incapaz de jugar sin un chute de biodramina) pero no es motivo para saber ver las cualidades del género cuando se está delante.
Y en estas que Take-Two ha montado una mini gira estos días por Barcelona para presentar dos de sus productos estrella de cara a la colección primavera-verano. De Spec Ops: The Line no se sabe mucho. Vale, sí, sabemos que llegará a las tiendas a finales de junio pero lejos de la información técnica es un título que no está levantando demasiada polvareda. Con la actual generación más que consolidada y las franquicias haciendo entregas como churros, comenzar de cero cuesta. Cuesta mucho.
¿Qué hay que hacer para hacerse un sitio en las estanterías? Obviamente, algo diferente. No valen clones de Call of Duty (ya vimos cómo le fue a Battlefield 3 el pasado otoño) por lo que los tiros deben ir por otro lado. En este caso, el estudio responsable, Yager, ha optado por hacer un doble combo: mezclar una historia potente con una jugabilidad que haga partícipe al jugador de aquello a lo que se está enfrentando.
La historia va de la siguiente manera. En un futuro no muy lejano, una gran tormenta de arena arrasa Dubai incluyendo a un grupo de soldados norteamericanos dejados de la mano de dios en la ciudad estado. Contra todo pronóstico, el coronel Konrad logra sobrevivir y manda una señal de emergencia que capta el ejército. Al jugador le toca la misión de viajar hasta ese Dubai post apocalíptico para dar con el coronel Konrad.
Si habiendo leído la descripción de la trama te suena a una adaptación de El corazón de las tinieblas, estás en lo cierto. Los responsables de Yager no esconden en ningún momento que la novela de Conrad es la fuente de inspiración de un título que pretende llevar al jugador y a los personajes protagonistas en un viaje hacia la oscuridad.
¿Tiene este Spec Ops algo que lo haga realmente diferente de la competencia? No nos engañemos, en lo relativo a mecánicas de juego no deja de ser una apuesta muy parecida a muchas otras que ya hemos visto. Sin ir más lejos, la mecánica mama claramente de Gears of War y la estética no difiere mucho de otros títulos del estilo.
Pero por lo poco que nos han enseñado, sí que se atisba esa idea de viaje hacia el fondo de uno mismo a lo largo de las diferentes misiones. No es sólo una cuestión de matar civiles o entrar en combate con soldados norteamericanos con los que se supone que deberíamos congeniar, también tendremos que utilizar armamentos prohibidos y llevar a cabo acciones poco éticas. La práctica no es el pan nuestro de cada día (no hay más que recordar la que le liaron al segundo Modern Warfare por la escena del aeropuerto) y lejos de presentar una violencia detestable pero aséptica, la intención de Yager es que el jugador se enfrente cara a cara con las consecuencias de lo que hace: soldados desfigurados, tipos que se arrastran sin piernas preguntando el porqué de esas represalias…
En definitiva, Spec Ops quiere cumplir con esa premisa de ser un shooter diferente. Habrá que ver, cuando llegue su salida, hasta qué punto es cierto pero las primeras impresiones son un soplo de esperanza por ver algo diferente en nuestras pantallas. Si lo logra ya será otra cosa bien distinta.
Dejo a Max Payne 3 para el segundo plato porque es un juego del que ya hemos oído mucho. No en vano es el título estrella de Rockstar para este año (a no ser que GTA se avance al otoño, cosa que comienzo a dudar) y ya sabemos cómo se las gasta la compañía de la erre y la estrella.
En este caso la premisa por parte de Rockstar sencilla: hacer un título de acción frenético eliminando la barrera entre la cinemática y la acción (las únicas pausas las pondrá el jugador a través del mando) y potenciar la espectacularidad que, dicen, falta en los juegos en tercera persona.
Dice Rockstar que el género se preocupa demasiado por las historias que cuenta, el mismo Spec Ops del que hablo puede ser un buen ejemplo, y abandona la espectacularidad, monopolizada por la acción en primera persona. Ojo, ya sabemos cómo las gasta Rockstar en esto de venderse. Lo hacen muy bien pero en ocasiones se les va de las manos la pompa con la que intentan vendernos sus productos, aunque luego resulte que los malditos tienen razón cuando lanzan sus juegos.
Con Max Payne parece que la cosa va bien encaminada. El título es lo que es y no pretende ser nada más: acción a cascoporro, violencia cruda, tiempo bala para dar y tomar… Es más, el estudio se ha desmarcado de la tendencia de las coberturas, tan de moda y tan aburridas ellas, para premiar el combate cara a cara y las huidas hacia adelante. Algo que, por cierto, ya propuso Relic con su Space Marine con muy buenos resultados.
De lo poco que vimos de Max Payne nos queda el regusto amargo de no haber podido catar ninguno de los vídeos que enlazan los diferentes escenarios y que explican de qué va la trama. Y por ahí al final da la sensación de que el título podría ser un mata-mata sin más. Habrá que dar un voto de confianza al estudio para saber si logra dotar de profundidad al juego.
Hablaba el otro día de lo difícil que es mezclar una buena historia con una buena jugabilidad y estos dos títulos que llegarán en unos meses podrían ser un buen ejemplo de ello. A Rockstar le conviene dar un golpe de efecto después del desliz de LA Noire, ese juego que merece un análisis profundo y con calma después de los debates que levantó en su momento. Afortunadamente, la respuesta a estos enigmas la tendremos en breve.
P.S. 1: Se me llenaba la boca hace poco en el post de las futuras consolas de lo bien que estaba funcionando Xbox 360 según fuentes cercanas a Microsoft. Todo lo contrario. Ojito a los números que, ahora sí, podrían acercar el anuncio de una nueva consola viendo que el ciclo de ventas de 360 comienza a agotarse. No hay que olvidar que la máquina es de 2005 y Microsoft no debería cometer el mismo error de Nintendo alargando la vida de Wii cuando estaba más que muerta.
P.S.2: Hablamos de refilón en el post de los simuladores de fútbol y puedo dar buena fe de ello. FIFA Street es un diamante en bruto, un juego del que EA podría y debería extrapolar muchas de sus características a su hermano mayor. Creedme, que soy capaz de hacer elásticas, y de hacerlas cuándo y cómo quiero.
Pingback: Jaume Esteve: Un par de tiros
Muy buen articulo, me pasaron desapercibidos el resto sobre el mundo de los videojuegos. Los leere a la mayor brevedad…
Solo pondria una pega, si no es molestia, y disculpame si escribias con conocimiento de causa. Pero Battlefield me parece muchas cosas menos un clon de MW, por muy limitado que quede el juego en consolas. Prueba el multijugador de Battlefield buscando un buen equipo y no intentes matar a nadie directamente. Explora el resto de posibilidades del juego en modo conquista o asalto, sobre todo usando vehiculos aereos y la clase de reconocimiento… Es el unico shooter en el que sin matar a nadie o a casi nadie puedes ser el mejor jugador de una ronda por puntuacion, ni que decir tiene que puedes decantar una partida bestialmente sin llegar a destacar lo minimo en la clasificacion.
De nuevo enhorabuena por el articulo, the line queda marcado en mi lista. Un saludo.