Antoni Daimiel es un tipo peculiar. Nacido en Ciudad Real, este vallisoletano militante llega a la cita con Jot Down Magazine embutido en un abrigo largo sobre el que asoma la capucha de una sudadera que le dotan de un aspecto más yankee que castellano (leonés o machego, tanto da). Su rostro y su ritmo pausado en las respuestas evidencian un déficit de sueño que jamás recuperará. Un jet lag que le acompaña desde hace 17 años. Tan minucioso como desordenado, uno sospecha que Antoni es incapaz de recitar la lista de los reyes visigodos, pero se conoce de memoria el roster de los Bulls del 95-96, aquellos del celestial 72-10. Su futuro, contra pronóstico, no descansa en la sección 102 de la courtside chairs del Staples Center junto a Lou Adler, Jack Nicholson, Alec Gores, Kay Harrington y Yori Saneyoshi. Él visualiza un helado amanecer en un tranquilo pueblo de Soria, Segovia, quizá Ávila, quién sabe si Teruel, regentando una casa rural. «Un sitio frío donde la esperanza de vida me dé dos o tres años más de tregua». Amarrategui Blues. «Y aunque la vida puede ser maravillosa», que diría su admirado Andrés Montes, Daimiel no se fía un pelo de ella pese a ser uno de los pocos españoles que vio a Jordan, su celestial majestad, volar en directo en su etapa más esplendorosa.
En un año tumultuoso para la NBA por todo lo que ha supuesto el lockout, la aparición de un jugador ha minimizado los daños económicos abriendo un mercado que se había cerrado con la retirada de Yao Ming. ¿Cómo explicas la aparición de alguien como Jeremy Lin?
No he conocido nada igual en todos los años de mi carrera periodística, nunca he visto un caso similar. Algo tan exagerado en tan poco tiempo. De la nada al todo. Soy un poco retorcido y ante la rareza del caso me pregunté cómo puede ser. Es la típica historia de un extraterrestre que abduce a un tío. Este chico hace dos o tres años, según dicen sus compañeros de la Universidad de Harvard, no las metía y ahora las mete todas. ¿Cómo es posible? Pero las clava en un Madison lleno, con la gente de pie, coreando su nombre y partido tras partido. Es tremendo. Luego, según me he ido enfriando, he ido buscando otras explicaciones. Creo que durante el lockout, un tío muy inteligente como él ha aprovechado para hacer una preparación tremenda de cinco o seis meses. Sobre todo de físico y de lanzamiento. Porque lo otro, el pase y la lectura de juego, sí que podría tenerlo.
Es un guión de cine, la historia de El Patito Feo.
Es alucinante. Que meta triples de siete y ocho metros teniendo encima a Nowitzki, a Calderón… El tipo es muy atrevido, se aísla de todo por el hecho de ser muy religioso. No le gusta demasiado el lujo y el star system que rodea a las estrellas. Eso le beneficia. Hablamos de un fenómeno imparable porque no se puede obviar que para la NBA es un regalo a nivel de imagen, económico, de rentabilidad…. Es perfecto. Meses después del lockout y en el mayor mercado de Estados Unidos, en NY, en los Knicks. Un cuento.
¿Qué parte de culpa otorgas al hecho de que su entrenador sea alguien como Mike D’Antoni? Un tipo, digamos, poco tradicional y de todo menos convencional.
Que sea Mike D’Antoni también ayuda porque siempre ha sido un entrenador arriesgado y valiente. Es muy posible que con más de la mitad de los entrenadores de la NBA no hubiera ocurrido el fenómeno Lin porque no le habrían dado la oportunidad.
Lin es un hallazgo y Stern estará encantado, pero analicemos el fenómeno desde otro punto de vista. ¿Realmente están preparados Carmelo Anthony y Stoudemire para que un tipo que sale del fondo del banquillo se convierta en clutch de los Knicks y sea su primera opción de tiro?
Lin es más listo que Carmelo y que Stoudemire. Él va a ser quien cubra todas esas etapas de transformación para adaptarse a sus compañeros. Tengo la sensación de que eso de «fue Carmelo quien le dijo a D’Antoni que apostase por mí el día de Nueva Jersey” se lo ha inventado para ganarse a Carmelo. Sabrá adaptarse, pero no hemos visto una versión de él en la que renuncie a la gloria. No ha frenado, ahora debe hacerlo para que todos estén contentos. O a lo mejor sigue para adelante, DAntoni le apoya y pasaríamos a la fase en la que echa un pulso a Carmelo y a Stoudemire. Tengo curiosidad por ver cómo evoluciona el asunto.
Se habló mucho de la posible llegada de Sergio Rodríguez a los Knicks por ese estilo de D’Antoni tan cercano al Run&Gun de aquellos Warriors de Don nelson. ¿Podía haber protagonizado la historia de Lin, Chacho?
Hay circunstancias que habrían impedido que Chacho hubiera explotado así. No tiene su potencial de tiro. Aunque tampoco lo tenía Lin. Está el tema de que es un español con un dominio del inglés limitado frente a un asiático nacido en Estados Unidos. Creo que Sergio no tuvo suerte. Él tiene muchas cosas que podrían haber provocado un chispazo y arrastrado al público, porque es un jugador que en sus mejores momentos conecta muy bien con la gente. Pero el perfil anotador de Lin no encaja en los parámetros de Sergio.
Otro tipo al que le va el showtime es Rudy. ¿Qué me dices?
El caso de Rudy es extraño. Baloncestísticamente es superior a Lin o a Sergio. Su problema ha sido de adaptación. No ha tenido suerte con McMillan, su entrenador en Portland, y luego es un tipo al que le cuesta mantener el cien por cien mental si las condiciones no le favorecen. Durante el año y medio previo a su marcha a la NBA demostró una superioridad descomunal en el Joventut. Le recuerdo dominado durante seis o siete meses varios registros en cada partido. Pero llegó allí y como los americanos son así, le etiquetaron como tirador. Y él, por responder a la exigencia, se puso a tirar, a cumplir con ese papel cuando es más versátil. Ahora veremos qué pasa con Denver con alguien más afín como George Karl.
¿Y el fenómeno Ricky Rubio, como lo interpretas?
Ricky necesitaba un reseteo porque los problemas que tuvo aquí en el último año y pico tenían que ver con temas de mentalidad. Si hacemos memoria, sus primeros malos momentos vienen a la hora de asimilar críticas que seguramente no le correspondían, al menos en número, una vez concluido el Mundial de Turquía. A mí cada día me cuesta más entender a la afición. A veces pienso «será cosa de España y en otros países no pasa». Criticar a jugadores que destacan tanto y que tienen tanto que ver con cada uno de nosotros… No sé a qué perfil psicológico responde, pero es injusto. Y Ricky ha reseteado allí ubicación, entorno y trabajo. Le ha venido muy bien porque ha recuperado la relación jugador-balón, que es la realidad pura del baloncesto, la que él dominó en un primer momento demostrando que era el mejor del mundo con su edad. Ahora lo ha recuperado y se nota que está disfrutando. Me apena mucho su lesión.
Hablábamos del infortunio de Rudy al tropezar con McMillan o la suerte de Lin con D’Antoni. Parece que Minnesota es un buen hábitat para permitir que Ricky se exprese en libertad, especialmente por su conexión con Kevin Love, al que ha hecho crecer hasta sonar como posible MVP de la regular season.
Ha tenido suerte con Minnesota y sobre todo con el entrenador, Rick Adelman. Y esto sí ha sido casual. No sabían si iban a cambiar de entrenador. Y al final se ha quedado Adelman, que es buen entrenador, pero que además presenta una magnífica evolución de carácter y del planteamiento de las relaciones con sus jugadores. Ha cambiado mucho con los años y siempre a mejor. Esto le ha pillado con edad de abuelo de Ricky y los abuelos siempre valoran más lo bueno de los nietos. Ricky en lo que ha acertado es en empezar bien porque allí había muchas ganas de verle. Estaban alerta porque todo lo que habían recibido en el último año de Ricky era negativo. Nadie lo conocía realmente y lo que vieron desde un principio ha sido buenísimo. Y lo de Love es química, pura química. Talento e inteligencia.
Queda claro entonces que el entorno, la ciudad, es tan importante como el equipo.
Es muy importante, porque en el viaje de los españoles a la NBA no podemos utilizar las mismas varas de medir que aquí en el baloncesto español. Hay componentes fundamentales para que ellos estén en las circunstancias ideales de rendimiento. Dónde vivas, con quien juegues, la ciudad, el entrenador… Si hiciéramos una valoración general, creo que han tenido suerte porque les ha ido bastante bien en esos aspectos a la mayoría.
Juan Carlos Navarro es uno de los que escapa a esa valoración positiva que acabas de hacer.
Navarro es un ejemplo de buena suerte transformada en mala suerte. Se fue a Memphis, donde tenía un gran embajador en la persona de Pau Gasol. Pero al irse Pau a mitad de temporada se quedó solo, en un vestuario complicado donde por lo poco que pude ver y por la sensación de los partidos, apenas tenía relaciones con la gente del equipo. Además su mujer y sus hijas también estaban apartadas. Memphis es una ciudad particular. Debía de ser duro para la familia Navarro. Y eso confirma lo que decíamos antes.
El siguiente protagonista, Marc Gasol, parece que es el que mejor ha entendido el american way of life. ¿Lo adviertes así?
Marc se centra en lo suyo. Es un tío listo y creo que con mucha claridad en la noción de lo que son las prioridades de su vida y su carrera. Ha utilizado todo lo que conoció como adolescente. La ciudad, la franquicia, la gente de los Grizzlies, desde el que te abre la puerta de las oficinas hasta el entrenador. Todo lo vivido como hermano de una estrella del equipo, como era Pau. Y al recalar allí se le simplifica mucho el problema. Y luego Marc coge una velocidad tremenda. Han sido tres años y medio sin un tropiezo, sin desentonar, siendo cabal. 12-7 (puntos-rebotes), 13-8, 14-9, 15-10… Con mucha tranquilidad y una jerarquía tremenda en la plantilla y en el club aún siendo joven y de fuera. Y además es muy psicólogo. Se lleva bien con todos en el vestuario y sabe tratar a cada uno de forma diferente al resto. Todos les respetan.
Uno diría que incluso le respetan más que a Pau.
En efecto. Es curioso, pero Marc tiene muy buena imagen en la liga, sobre todo entre jugadores, prensa y aficionados. Una figura mucho más respetada que la de su hermano, habiendo sido menos deportivamente que éste. Su imagen, su expresividad, su gestualidad, le hacen ser una figura mucho más respetada incluso por los afroamericanos, que suelen recelar del blanco, del extranjero.
Deportivamente ha dado un paso adelante tras la lesión de Zach Randolph, que le ha llevado a instalarse ente los grandes de la NBA.
Ha rentabilizado lo que a priori era un inconveniente para el equipo. Detectó enseguida que podía venirle bien a nivel individual y que era un deber que tenía que asumir como jugador de Memphis. Se lesiona el máximo anotador y el segundo reboteador, algo tendré que comerme yo de lo que deja de proponer él. Y lo ha aprovechado para llegar al All Star.
Calderón es otro jugador que se ha ganado el respeto.
Calde es el ejemplo de una carrera tranquila con los objetivos cumplidos. Cuando uno se va para allá como hizo Calderón, tratas de demostrar que tiene nivel para jugar allí. Luego lo de ganar y jugar playoffs no depende de ti. Él ha cumplido objetivos, ha sacado un contrato para solucionarse la vida y cuando pasen los años tendrá un gran recuerdo de una carrera larga en un mismo club. Algo que hoy en día se tiene que valorar bastante.
Entremos en el tema estrella: Pau Gasol y su relación de amor y odio con los Lakers, con Kobe, con Mike Brown…
Lo de Pau es un culebrón como la vida misma. Es curioso. El enfado de la afición de los Lakers en verano por cómo cayeron ante Dallas provocó que se hablase de cambios, pero Pau no pensaba que hubiese posibilidad real de traspaso. Y se encuentra con un traspaso que los Lakers no más allá de avalar incentivan. Se sorprendió, pero afortunadamente la NBA se echó atrás como dueño de los Hornets y él reaccionó muy en plan Gasol: lejos de enfadarse dijo que quería seguir allí, que iba a dar todo lo que tenía por los Lakers y, como los políticos al cargo, se aferró al puesto de ala-pívot. Luego todo lo que ha pasado es una sucesión causa-efecto muy interesante que nos lleva a una parte de la historia apasionante, porque él se aferra, el equipo no va bien y yo creo que su relación con Kobe sigue en línea descendente desde el año pasado.
Debe de ser incómodo que tu nombre se vincule cada semana a un equipo.
Creo que él no esperaba que los rumores de traspaso le vinculasen a unos y otros prácticamente todas las semanas. Eso duro, desgasta. No sólo a él, al equipo. Y al final, quien ha saltado es Kobe. Kobe es un tipo egoísta, que en realidad salta y parece que va a defender a Gasol, pero lo que le mosquea es que todo se esté haciendo sin contar con él. Considera que como jugador franquicia debe opinar. Y luego está el entrenador, con una actitud rara, con declaraciones como las últimas en las que se descuelga diciendo “que diga la gente lo que quiera, pero no seré tan malo cuando llevo tantos años de entrenador jefe, he ganado tanto dinero y tengo un contrato de cinco millones de dólares al año”. Y lo dice sin haber demostrado nada en Lakers.
Lo que está claro es que Pau parece más fuera que dentro.
Por las reacciones, hasta le apetece irse aunque no lo diga. Sería lo normal, pero no es fácil traspasar a Pau porque alguien debe asumir su contrato y dar lo suficiente a los Lakers para que no sea otro escándalo como lo de Odom a Dallas. Seguramente la única posibilidad es involucrar a dos equipos más. Si no, no salen las cuentas. Las declaraciones de Pau y Kobe son claras: “Haced algo ya”.
Hablemos del lockout. ¿Pasará mucha factura a la NBA económicamente?
Le ha hecho daño porque repercute mucho en esta temporada en cuanto a mayor número de partidos feos, partidos malos, partidos que se deciden por paliza… Muchos equipos hay días que salen a jugar en cuerpo, no en alma. Y eso hace mella, no cabe duda. Luego, a nivel económico no sé si va a tener el efecto del lockout del 98-99, porque a la gente la veo muy animada. Tengo el reflejo de España y lo ocurrido con el lockout aquí nunca lo podría imaginar. Muchos medios españoles han realizado más seguimiento que cuando juegan. Se ha producido un interés inusitado por cosas farragosas y aburridas. No sé si era porque los Gasol entrenaban en Barcelona y Rudy e Ibaka en el Madrid. Quizá eso ha influido, pero no esperaba algo así. El resto dependerá de los playoffs y si los grandes mercados funcionan: Miami, NY, Chicago, Lakers…
¿Ha cambiado mucho la NBA en estos 17 años que llevas involucrado en ella?
Ha cambiado. La liga ha cambiado en cuanto a nivel de juego y en cuanto a estética de juego a mejor. La NBA se lo ha propuesto cambiando reglas para que se juegue más rápido y se metan más puntos. En cuanto a estrellas, estaba Jordan que no es comparable con ninguno de los que han llegado después. Pero no pasa por un mal momento en cuanto a jugadores. Si miras el nuevo Dream Team para los Juegos de Londres, parece buenísimo. Pero también noto en la NBA, como en cualquier ámbito de la vida, porque quizá soy un pesimista sanguíneo, que las cosas van a peor. En la NBA los primeros años las fiestas y los conciertos de la propia NBA eran espectaculares. Recuerdo un concierto en el teatro del Madison, tres o cuatro horas con los mejores artistas para los invitados del All Star. Unas barbacoas para la Prensa…. Se ha pasado del buey y el chuletón a las alitas de pollo en el hospitality. Ha ido todo a peor, pero ha sido en la vida en general.
¿Te marcó debutar en la NBA en pleno reinado de Michael Jordan?
Sí, lo considero un golpe de fortuna. Canal + firma los derechos de la NBA a finales de noviembre del 95 y empezamos en diciembre, en la mejor temporada de un equipo en la NBA: el 72-10 de los Bulls. En aquel momento no era consciente porque la dinámica era de novedad tras novedad. Dábamos cinco partidos por semana, dos en Canal + y tres en Sportmanía. Yo empecé haciendo los tres de Sportmanía, dos con Andrés Montes y uno con Sixto Miguel Serrano. Y luego los titulares de Canal + empezaron a ir fallando por propia dinámica, ya que no era su principal dedicación. Segurola, Luis Gómez… Entonces una jefa que teníamos, Cristina Díez, cada vez que fallaban me llamaba a mi. Un sábado me llamó a las 8.30 de la mañana y a las 10 estaba retransmitiendo. Fue una época bonita. Teníamos el precedente de Trecet en TVE, pero se planteó desde el punto de vista de Canal +, una televisión de pago, con usos y costumbres de una tele más moderna… Fue bonito, como todos los inicios en esta profesión. Una aventura preciosa.
¿Jordan ha sido el más grande?
Creo que Jordan fue lo más grande y sospecho que tiene que ver con que lo pude vivir en directo. Luego he intentado aparcar esa visión tan particular y poner todo en perspectiva, pero aún así creo que es el que más ha influido en la NBA. Ha sido el deportista más moderno en cuanto a imagen, explotación de marca, de llegar a todos los rincones del mundo por globalización y los medios, estéticamente por su capacidad de salto, su manera de mantenerse en el aire… Lo tenía todo. Hay veces que los adeptos de Magic o Bird inciden en las virtudes de éstos dando a entender que Jordan era más egoísta. Pero no es cierto. Demostró todo lo contrario. Fue un gran jugador de equipo, si no, no habría ganado tantos títulos.
¿Qué hace que un jugador de ese nivel siga mejorando y supere sus límites?
Al final todo es adaptación, adaptación para ganar, que es lo que esta gente tiene metido entre ceja y ceja. Y posiblemente estaba obsesionado con ganar. Kobe es un poco así, pero todo el mundo sospecha que quiere imitar a Jordan, y como tiene el modelo de Michael no es tan auténtico. A Kobe, siendo justos, hay que situarlo muy arriba en el Olimpo de la historia. En España cae mal por su fama de individualista, porque cuando ganaba con Shaquille dicen que era gracias a él, por su relación tormentosa con Pau. Y en Estados Unidos cae antipático por su manera de hablar en público. Le consideran un producto creado en Italia… Yo siempre me quedaré con Jordan.
¿Lebron está al nivel de Kobe? ¿Pertenece a la estirpe de Jordan?
Lebron James es muy bueno. Físicamente es de lo mejor que habido, tiene mucha facilidad para el baloncesto y lo entiende muy bien. Pero tiene un punto de extrema exigencia a la hora de ganar y jugar una final. Aún así, le falta un punto. No ha tenido la ayuda de un entrenador como le ocurrió a Jordan o Kobe, que sí la han tenido y además del mismo: Phil Jackson. Si Lebron hubiese trabajado a las órdenes de Jackson ya tendría anillos. Nunca he sido partidario de Lebron, pero al final he tenido que ceder. No hay manera de pararlo. Pasa por encima de sus rivales. Y eso requiere un trabajo, una disciplina impresionante.
¿Con la marcha de Phil Jackson se cierra un ciclo de técnicos en la NBA?
No lo sé. Phil Jackson es el Jordan de los banquillos, y es una lastima que no esté. Pero Doc Rivers me encanta y Popovic es un entrenador que ha experimentado una gran evolución. No me gustaba nada cuando comenzó en San Antonio, pese a que ganaba. Pero el actual es mucho mejor. Y eso hay que valorarlo.
¿Veremos europeos dirigiendo equipos NBA en un plazo corto de tiempo?
Veremos europeos, pero será un proceso lento. Lo lógico es que los primeros no vayan a ser los que pensamos que van a ser los primeros. Hay un serbio, Igor Kokoskov, que ahora está en Phoenix, que no me extrañaría que fuese el primero. La NBA respeta mucho los turnos de orden de llegada. Para que fuese inmediato debería pasar algo raro como lo de Toronto, que tiene a dirigentes como Collangello, medio italiano, Gerardini, italiano… Si no, deberán cumplir otras etapas antes.
Existe un recelo del baloncesto FIBA hacia el mundo NBA y viceversa, sobre todo a nivel técnico. ¿A qué crees que obedece?
Es curioso. En España tenemos una idea sobre las diferencias NBA-Europa que no coincide en nada con lo que ellos piensan de nosotros. Pensamos que allí no se defiende, que se simplifica mucho el baloncesto y que luego es todo físico, nada talento. Y ellos piensan que los europeos son tiradores, que no defienden y que la hipotética complicación táctica sólo son correas que ponemos que destruyen la esencia del juego. Los estadounidenses creen que son más respetuosos con el baloncesto de Naismith que nosotros. Pero al final, hoy en día todo está en función del modelo de negocio. Y ahí ganan por goleada.
El baloncesto está sufriendo especialmente las consecuencias de la crisis.
Hay que ser extremadamente cuidadosos. Se nos va de las manos. Aquí está fatal. En el baloncesto español la mitad de los clubes están en situación concursal o lo han estado. En Europa, Italia y Grecia se han venido abajo, y sólo aguanta Turquía económicamente. Y hay una afectación de lo que pasa en el fútbol en el baloncesto. El pago de los contratos de televisión provoca que Real Madrid y Barcelona sean los clubes más poderosos del mundo, y eso de refleja en sus secciones de basket. Y eso aumenta la diferencia con Caja Laboral, Valencia y Málaga. Da la sensación que Caja Laboral es peor que los últimos 8 o 10 años y que va a ser peor en las próximas temporadas. Malas noticias.
Hablemos de periodismo. ¿El estadounidense es aplicable al europeo?
Más que aplicable se puede aprender mucho. El periodismo deportivo de Estados Unidos está muy evolucionado. No sé si ahora es peor que el de hace 15 años, pero creo que es más amplio y hay más diversidad. Y con ello más rincones de mal periodismo también. Cuando empecé no había Internet, era papel. Leía crónicas y reportajes magníficos. Aquí no se veía eso entonces. En determinados sitios se veían ramalazos de calidad, pero no en términos generales como allí. Tomé algunas cosas y traté de aplicarlas aquí, aunque al principio parecían una frivolidad o sorprendían, al final la gente las ha ido asimilando.
Tu principal fuente de documentación es Internet, pero ¿antes cómo lo resolvías?
Ahí está todo. Resúmenes, partidos, información. Cuando empecé, los dos primeros años, no había Internet. Era todo a través de libros. Había una guía de una editorial particular, buenísima. Un libro grueso y pequeño que se llamaba Thunder and Hollander. Una especie de register de todos los jugadores de la liga, pero en lugar de datos objetivos te ofrecía un comentario subjetivo de cada jugador, muy interesante. Te intentaban explicar cómo jugaba el tío y luego su personalidad. Sporting News editaba el register oficial y luego una guía histórica, más extensa. A eso se sumaba un servicio muy curioso que proporcionaba la NBA, el fastback. Enviaron un folio con los equipos y cada equipo tenía un número de teléfono. Tú llamabas y marcabas el número del equipo y luego una operadora te pedía el número de fax; a vuelta de llamaba te mandaban las games notes de un partido. Te llegaban 40 o 50 folios por fax. Tremendo. Luego tenía contactos que me mandaban revistas, información…
¿Cómo comienza tu relación con Andrés Montes?
Conocí a Montes aproximadamente siete meses antes de empezar a trabajar con él. Estaba haciendo reportajes de futbol en El Día Después, había un Sevilla-Atlético y quedé a comer en una terracita cerca del Pizjuán con varios compañeros. Uno era Montes. Me llamó la atención la clase de personaje que era. Luego me dijeron que tenía que trabajar con él. Tenía la actitud de una esponja, hacía todo en función a lo que marcaba él. Yo era de la casa y a él lo ficharon de fuera. No tengo conciencia de que me costara, seguramente me lo puso fácil y a mi me pareció agradable trabajar con él. Pero es cierto que había que estar preparado para cualquier cosa en cualquier momento. No me agobiaba que hablase de otras cosas o me preguntase cosas que no sabía, porque dentro de su estilo, no saber algo y decirlo no importaba.
Montes tenía un personaje o era en sí un personaje, pero el personaje de Antoni Daimiel se fue creando a la sombra de Montes.
Montes no sólo dejó que creciera, lo incentivó. Quería que saliera de mí un personaje o ayudar a crearlo. Para ello se tomaba licencias, acertadas o erróneas. Lo hacia con todo el mundo que trabajaba con él. Me ayudó mucho en ese sentido. Me lo pasaba bien. Era un tipo que gustaba mucho o no gustaba nada. La gente suele ser reacia a los diferentes y enseguida ponen espacio de por medio. Sin embargo a mí me encanta la gente diferente. Nos lo pasábamos bien viajando y trabajando. Era una sorpresa constante.
Muchos te han calificado como el Maldini de la NBA y pocos saben que Julio y tú habéis sido compañeros de piso.
Julio es dos o tres años mayor que yo, pero enseguida conectamos al comenzar a trabajar en Canal +. Recuerdo que incluso pillamos alguna vez tres días juntos y nos fuimos de viaje. Yo vivía en casa de una tía mía y llegado el momento alquilé un piso. Maldini estaba aún con sus padres y en el verano del año 92 otro compañero, Nico Abad, que entró conmigo en Canal + y con quien también me llevo muy bien, nos llamaban Zipi y Zape, me dijo que sus padres tenían una casa y que podíamos alquilarla y vivir allí. Y le dije que adelante. No caímos en decírselo a Maldini, pero se enteró y nos dijo que se apuntaba. Estuvimos los tres dos años juntos y luego Nico se casó. Maldini y yo aguantamos siete meses más, pero teníamos novias y las chicas tiraban mucho.
¿Cómo era la vida en aquella casa?
De convivencia, muy buena. Los mejores años que recuerdo. Mezclábamos trabajo y ocio. Maldini siempre estaba con sus partidos y sus historias, Nico era más ordenado y yo más desastre. Tramitamos nuestras fiestas y como no teníamos los mismos días libres, siempre había alguien en casa y alguien fuera. Parecía que estaba organizado aunque realmente no lo estuviera.
Hablemos de Cuba, tu pasión oculta.
Hice un viaje de turismo hace 20 años y después fui a otros sitios que me han gustado, pero en aquel viaje noté algo diferente. Hay gente que lo dice en los libros de viajes. Cuando vas a un lugar y sientes que has estado o que perteneces allí. Luego lo he ido alimentado con viajes posteriores y al final, no sé si voluntaria o involuntariamente, he vinculado mi vida en cuanto a amistades, familia y tal con aquello. Hay años que he ido tres o cuatro veces, pero el trabajo no me permite ir todo lo que quiero. Ha tenido épocas de crisis laboral, no porque me fuera mal, sino porque no estaba a gusto, en que busqué la posibilidad de irme allí trabajar. Pero no salió. Cuba es igual desde hace cincuenta y pico años, y eso aquí cada vez está peor visto, suena más raro y la gente me pregunta más extrañada por esta querencia mía. No tengo que defenderme ni justificarme, me gusta y me siento bien allí.
¿Sigues sufriendo con el horario nocturno de trabajo?
Me sigue dando problemas trabajar de noche. Si hago un partido a las 2 de la mañana, salgo a las 5 y no puede entrar en casa e ir directamente a la cama. Si una noche hago el sacrificio de dormir 4 o 5 horas estoy fundido al día siguiente. Y si sobre esa base rutinaria hago un exceso, me dan las ocho de la mañana y no me puedo dormir. La noche es implacable.
¿Eres conscientes de que la gente de la NBA de Canal + habéis creado un ejército de zombies?
Es alucinante. No creo tanto que se haya creado, como que estaba latente. En España se duerme muy poco. Es tremendo ver gente que está a las tres de la madrugada activa y trabaja a la mañana siguiente. No se cómo lo hacen.
¿Twitter ha disparado los canales de retroalimentación con ese ejército de zombies?
Twitter es una herramienta. No sé de qué aún, pero está bien como herramienta de trabajo. No todo son malas noticias para el periodismo. Te ayuda a formarte y a promocionarte. Y ahora que todo tiende a que seamos autónomos y trabajadores por cuenta propia, es muy útil.
Te confesabas pesimista sanguíneo. ¿Incluyes al periodismo en ese pensamiento apocalíptico?
El periodismo es una punta de lanza de ese sentir. Soy un despechado vocacional del periodismo y un pesimista sanguíneo. Mi madre me cuenta que cuando era pequeño intentaba hablar como los presentadores de los telediarios y decía que el Rey leía muy mal. Entré en esto con mucha ilusión, pero a partir del primer año empecé a divisar los sinsabores de esta profesión. Ya los había hace 20 años, pero ahora está la cosa está mucho peor. Alguna vez me han invitado a dar charlas en facultades de periodismo y las experiencias no han sido buenas. Especialmente para ellos, que pensaban que iba a abrirles lo ojos a los chicos y lo hacía, pero no como esperaban. No tengo hijos, pero si los tuviera, intentaría disuadirlos para que no fueran periodistas. Dicho esto, me dedicaré al periodismo porque es lo único que sé hacer. Leer mis periódicos, navegar en Internet… Me gusta cada cosa en su momento. No quiero abandonar el papel, no quiero que desaparezca. De hecho, si Internet mata al papel, le voy a coger manía a Internet.
Acabamos con un pequeño test.
Andrés Montes. Un genio inconsciente de su genialidad y un amigo perdido.
Atlético de Madrid. Es una afición que casi no elegí y una vida de sinsabores que no quiero abandonar.
Magic Johnson. Un revolucionario del baloncesto y la sonrisa perfecta.
Santiago Segurola. Lo mejor que puedo decir de él, que creo que es decir mucho y más hoy en día como está el negocio, es que un periodismo muy culto.
David Stern. Un gran hombre de negocios y un gran responsable de lo que es, ha sido y será la NBA
Antoni Daimiel. Un descreído de casi todo que está obsesionado con que está ya en la segunda mitad del partido y le gustaría, más pronto que tarde, tener como principal actividad una casa rural a la que fueran algunos de esos frikis que le ven por las noches a pasar una semana de vacaciones y desayunar, después de dormir plácidamente de noche, hablando de basket.
Fotografía: Javier Villabrille
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Muy grande Daimiel. Él y Montes han sido capaces de hacerte tragar más de un partido infumable a las tantas de la madrugada. Eso tiene mucho mérito.
Daimiel, cuando montes esa casa rural resérvame el primer fin de semana. ¡Jugón!
Los Bulls del 72-10 son los del 96, no los del 95.
Las 2 veces que comenta algo de ese equipo hace referencia a que son los de la temporada 95-96, que es lo mismo que tú dices.
Muy buena entrevista. Me gusta mucho la pregunta sobre las fuentes, porque la idolatración de periodistas como Daimiel, Segurola, Maldini u otros periodistas se basó en el acceso a unas fuentes a las cuales no podía acceder prácticamente nadie en España. Con la llegada de Internet, estos periodistas pasaron en buena medida de idolatrados a sobrevalorados porque la llegada de Internet permitió llegar a toda la gente a las mismas fuentes y eso descubrió las carencias de este tipo de periodistas. Ahora su rol de expertos en información es mucho menos importante que antes, pero no dejan de ser periodistas competentes demasiado menospreciados.
En el tema del baloncesto, es curioso la de mentiras que nos han llegado a vender antes de la llegada de Internet y que se han quedado registradas en las mentes de los seguidores de esa época.
No entro a valorar a Daimiel o a Maldini porque no los sigo.
A mi Segurola me gusta (realmente me gustaba porque desde que se fue del País no lo he vuelto a leer con regularidad) fundamentalmente, por lo bien que escribe. El tema del que escriba, sus filias y fobias me dan bastante igual.
Echo en falta algo de Crónica en rosa.
Tremenda entrevista, muy completa. Gracias.
Daimiel eres un crack!
La pregunta del Chacho está un poco liada. No sé si te has liado buscando su biografía y pensaste que rechazó ir a los Knicks, o especulabas sobre su vuelta. No sé si te ha quedado claro, o he sido yo que no he entendido la pregunta, que Chacho jugó una temporada en los Knicks junto a McGrady… No está clara la pregunta…
Está confuso el guión de la pregunta, intentando focalizarse en las expectativas que ya había antes de su traspaso entre el aficionado patriotero, cuando McMillan y el Roysistema eran los motivos oficiales de su fracaso y había que inventarse alternativas donde Sergio pudiera mostrar su talento.
De todas formas, se entiende bastante bien el contexto de la pregunta y su respuesta.
Lo de Run-and-Gone no sé si es una genialidad o un facepalm. En general la pregunta es un despropósito, y demuestra que probablemente la entrevista merecía un par de revisiones más a costa de perder un poco de la inmediatez derivada del interés por Ricky Rubio y su lesión.
Antoni Daimiel y Jotdown juntos, coñooooooooo esto es demasiado ¡oeee, oeee, oeeeoeee!
Estoy por abrirme una cuenta en twister y hacerme seguidor solo de él.
Ya solo os queda por entrevistar a los Coen, los de Gomaespuma y al Clint Eastwood, con eso completáis el poker de ases.
Viva las vaquillas!!
Viva jotdown !!
Cohen es con «h» intercalada, arrgg!!
Como no te refieras a Sacha Baron Cohen y Leonard Cohen, lo habías escrito bien:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Coen
Tienes razón en mi locura y frenesí acerté.
Gracias shur!
Soy de «provincias» y una noche que estaba de paso por Madrid, coincidí cenando frente a él. Estaba con su pareja y unos amigos y no quise molestar. Casualmente volvimos a coincidir una hora más tarde en un bar y tampoco me atreví a acercarme.
Mis amigos (y yo mismo) no me perdonan que no me acercase a saludar a «uno de los nuestros».
Muy buena entrevista a uno de los mejores profesionales del periodismo que tenemos en este país, un lujo.
Y si algún día se abre esa casa rural, estoy seguro que la visitaré.
Simplemente un matiz no es THUNDER sino ZANDER & HOLLANDER, la biblia del vitriolo NBA, un abracadabrante bestiario sin perdón, en el que muchos hemos bebido. El entrevistador ha cometido un tan involuntario como delicioso error, pues desde luego que aquella guía estaba repleta de expresiones tormentosas, retruécanos que reverberaban por largo tiempo en nuestra mente. Por lo demás, muy agradable entrevista, que demuestra, como siempre sospeché, que Daimiel es algo más que un rentista del ADSL y que al igual que Montes tenían inquietud por las fuentes auténticas en tiempos de USA TODAY y tiente tieso.
Puto amo!!!
Me parece que Antoni tampoco se da cuenta de lo que representa para una generación de aficionados al baloncesto en España
Lo sabe, pero se hace el loco. jugón!!!
Grande Daimiel, llevo 20 años siguiendo NBA y es el único que me engancha, me gusta lo que dice y cómo lo dice. Yo doy amigo del que comenta que no se atrevió a saludarlo. No somos de provincias, cateto, somos de Huelva, capital modesta pero orgullosos de ella. Nunca te perdonaré que no le entraras al Daimiel y le dijeras que es de puta madre.
Cuantas horas de sueño perdidas gracias a ti y a Andres empapandonos y aprendiendo de baloncesto… cuando hagas la casa rural espero ir, pero asegurate de poner un aro o dos para jugarnos una pachanga !!!!
El más grande dentro del periodismo baloncestístico, un ejemplo.
Otra gran entrevista de Jot Down! Ahora bien, le falta una revisión, hay demasiadas erratas para mi gusto.
yo también me apunto a la casa rural de Daimiel, solo baloncesto y escucharle, tremendo plan ! ;)
Recio señor castellano, aunque aún estoy estudiando la extraña expresión de la foto que adorna la portada, no la del cafelito con gesto pétreo. Por cierto, podían haberle preguntado por la novela que dice estar escribiendo desde hace años, a ver si ya la acaba, o la cuelga en Bubok o algo. O sobre El Pupas de sus entretelas… Un tío tan viajado que aspire a poner una casa rural en la estepa debe significar algo. Sí que ha pulido el personaje a lo largo de los años, de manera silenciosa, como no podía ser de otra forma.
Por cierto, este parece que no se inventa las historias, no como Gonzalito el iluminado digital…
Formas parte de la historia viva del periodismo en España. El 50% de un duo inigualable, pasarán 40 años y nadie habrá podido ni acercarse a vuestras retransmisiones…..Que noches de baloncesto y de surrealismo…..Unico….En España y fuera de España creeme…
Eres una leyenda de la NBA….Ya nos diras la ubicación del Hotel Rural, yo desde luego iré!
Un ejemplo de periodista. Sin ser un campo muy transcendente el baloncesto, mediante su buena labor y el cariño con que hace y transmite su trabajo es posible conectar de forma inmediata con este deporte. Es una especie de superhéroe de cómic para una generación, el tío que no dormía para traernos la NBA. Un grande, sin duda.
Grande Daimiel!!! Gracias por todos los años de tu profesionalidad periodística dedicada al mejor baloncesto del mundo.
¿Sabéis si Daimiel realiza charlas digitales con los lectores en As.com? Si es así, ¿a qué hora y día?
Yo soy de esos a los cuales NO podiaisconvertir en vampiro(me gusta mas que zombie,y es mas nocturno), ya que no tenia ninguna posibilidad de NO conversion. Ayudasteis a «tragar» con mas facilidiad el ser un vampiro.
D.E.P. Don Andres
Y Daimiel,si alguna vez lo dejas,espero que trabajes al menos escribiendo en un blog cada cierto tiempo para disfrutar de comentarios unicos sobre NBA.
Y yo tambien me apunto a la pachanga en la casa rural
Eres un grande Antoni.Tengo 20 años y recuerdo perfectamente cuando era chico y me levantaba de madrugada a escondidas de mi madre para disfrutar viendo a Daimiel y Andres Montes transmitir el baloncesto.
se lo dije a el en persona en oviedo y es la verdad, he pasado mas noches con el que con mi novia, ahora mi mujer. Me encanta su narrativa, su forma de comunicar… un grande
De las pocas personas que, a pesar de no conocerlas, las sientes como parte de tu vida, como un amigo lejano al que no ves pero que siempre está en tu mente. Y eso no se puede nunca agradecer lo suficiente.
Y el recuerdo de Andrés siempre presente. Y las lágrimas derramadas por un amigo desconocido. Por un perfecto ladrón de afectos, por un manantial de empatía.
Gracias Antoni, por tanto y por siempre.
Muy buena entrevista, lo normal siendo Daimiel el entrevistado. Una cosa, podrá ser castellano por manchego, pero por leonés????
En la última foto parece un espectro que dice con voz de ultratumba: «Dejadme doooormiiiir».
Ahora en serio, parece un buen tipo.
Muy buena la entrevista. Me ha hecho recordar muchas noches en vela viendo las series de los playoffs y durmiendo un par de horas antes del desayuno. Eran buenos tiempos aquellos.
Yo creo que Daimiel tampoco es conciente de su genialidad. Gracias por estos 17 años, para mi 14!!
Y el entrevistador creo que se olvidò de Ibaka. No es español?xDxD
Diego, mientras sólo se me haya olvidado eso, me doy por contento.
A mí lo único que me interesa de este señor son sus conocimientos baloncentísticos. Y que quede claro que con los años me ha ido cayendo cada vez mejor, no vaya a pensarse nadie lo que no es. Pero, con todos mis respetos, me pregunto yo qué le puede importar a un aficionado a la NBA la vida privada de este buen hombre. A mí no, la verdad. (Tampoco la de los deportistas, ya puestos; a esos lo que les confiere interés es lo que hacen en la cancha, y punto.) Daimiel es un buen comentarista deportivo, de lo mejorcito en un gremio invadido por patosos o deficientes verbales, sí, pero al fin y al cabo un mero comentarista de lo que hacen en la cancha o en las oficinas los verdaderos protagonistas de este tinglado: los jugadores, entrenadores y demás componentes de los clubes. Su carrera y sus batallitas a mí me sobran. Por lo demás, me ha encantado la entrevista. Tanto, que he pensado: «Ojalá le entrevistaran o invitaran a escribir sobre la actualidad de la NBA regularmente».
Espectacular la entrevista, acabo de llegar a ella buceando en la web.
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No olvido tampoco las noches Montes-Segurola a las tantas comentando partidos. Y respecto a Daimiel, el único capaz de hacernos aguantar un Golden State vs Phoenix a las 3 de la mañana. Me imagino su cara al ver el programa semanal cuando les cuelan un truño de este calibre… Grande Daimiel, saludos de un fiel seguidor
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