“Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer”
Santiago Ramón y Cajal
En el versículo 22 del segundo capítulo del Génesis, Jesús de Nazaret nos explica en un castellano peculiar cómo Eva fue creada a partir de una costilla que Dios tomó del hombre, a quien previamente había dormido —técnica adoptada posteriormente por bandas católicas de ladrones albanokosovares para robar en las urbanizaciones de lujo del Levante español—. Sin embargo, y a pesar de la omisión bíblica, la tradición revela que Adán ya había tenido una esposa, de nombre Lilith, quien habría optado por abandonar voluntariamente el Edén para instalarse en primera línea de playa junto al Mar Rojo.
Las diferencias entre ambas hembras son notables. Lilith fue creada del polvo de la tierra, tal y como había sido creado Adán. Eva, sin embargo, no recibió el divino aliento de vida en su nariz; nació de una chuleta. La primera mujer de Adán se consideraba igual a él y rechazaba ser dominada en la fornicación. La segunda esposa era dócil, sumisa, y aceptaba su subordinación al hombre. Una no refrenaba su lujuria, amancebándose con demonios y otros crápulas. La otra se convirtió en la Martha Stewart del Paraíso. Una era intrépida y decidida. La otra pecaba de prudente. Una era independiente, la otra se había resignado… Sin duda, era más lo que las separaba que lo que las unía, pero todas sus diferencias podrían nacer en realidad de la misma: Lilith era rubia y Eva era morena.
No es infrecuente, en la cultura popular, la consideración de las rubias como mujeres intelectualmente menos capacitadas que las morenas. Este tópico despectivo, cuyo origen suele situarse en la novela de Anita Loos Los caballeros las prefieren rubias, parece quebrar ante la evidencia reflejada en las Sagradas Escrituras. El talante autosuficiente de Lilith, opuesto al sometimiento de Eva, vendría a probar que son los cabellos rubios los que se encuentran asociados a un gran intelecto, en detrimento de la inmerecida reputación de la mujer morena. En relación con esta hipótesis, el Departamento de Sociología de la Escuela de Hostelería de la Universidad Jaime Bausate y Meza —probablemente, la trigésimo novena mejor Universidad de todo El Perú— realizó en el año 2008 un sencillo estudio en el que se comparaban los conocimientos de cuarenta mujeres rubias y cuarenta morenas. El estudio consistía en la formulación de cinco preguntas y en la valoración de los resultados mediante la comparación del porcentaje de acierto de ambos grupos. En concreto, fueron los siguientes:
Preguntas a las mujeres rubias y porcentajes de acierto.
1.- ¿Cómo se llamaban los Reyes Católicos? Porcentaje de acierto: 47%
2.- ¿Quién descubrió América? Porcentaje de acierto: 53%
3.- ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago? Porcentaje de acierto: 68%
4.- Enumere los continentes del planeta Tierra. Porcentaje de acierto: 62%
5.- ¿En qué ciudad se encuentra el Vaticano? Porcentaje de acierto: 56%
Preguntas a las mujeres morenas y porcentajes de acierto.
1.- Explique brevemente la resolución de la Conjetura de Poncairé de Grigori Perelmán. Porcentaje de acierto: 32%
2.- ¿Qué postulado de Euclides no se satisface en la geometría hiperbólica? Porcentaje de acierto: 41%
3.- ¿En qué año inventó Zacharias Janssen el microscopio compuesto? Porcentaje de acierto: 48%
4.- ¿Decía Epiménides la verdad? Porcentaje de acierto: 39%
5.- ¿A qué distancia del Sol se encuentra la Tierra en el perihelio? Porcentaje de acierto: 48%.
Como se puede observar, de la investigación se deriva que el número de mujeres rubias que contestaron correctamente a las preguntas es sensiblemente superior al de mujeres morenas, que en ningún caso alcanzaron el 50% de acierto, lo que revelaría que el cociente intelectual de las primeras es más alto que el de las segundas, invirtiéndose así el mencionado estereotipo de “rubia tonta”.
Personalmente, este estudio no me convence. Adolece de algunos defectos que, aun no siendo determinantes, me impiden atribuirle el rigor científico necesario para advertir en sus resultados un grado pleno de certeza. Coincidiendo con la conclusión del profesor Baldomero Schenkenberg en su célebre ensayo de 1978 Rubias picaruelas, ¿qué voy a hacer con vosotras?, opino que lo más sensato en este caso es conceder a la Biblia el beneficio de la duda y considerar la posibilidad de que las rubias no sean más que un error de Dios. La omisión de la creación de Lilith y su emancipación no fue accidental. A lo largo del primer capítulo del Génesis, Jesús va narrando cómo su padre creó en seis días todas las cosas conocidas, añadiendo a continuación de cada nueva creación la muletilla “Y vio Dios que era bueno”, lo que nos sugiere que el Sumo Hacedor no sabía de antemano cuál iba a ser el resultado. Esta técnica, denominada “ensayo y error”, suele conducir a la comisión de numerosos fallos antes de obtener el resultado pretendido, y no es descabellado pensar que, deliberadamente, Jesucristo los silenció en su escrupulosa descripción bíblica de la Creación. Que en ningún momento se refiera a Lilith y, por extensión, a la mujer rubia, nos indica que Dios vio que lo que había creado no era bueno. Que el propio Creador se percató de que había cometido un error. Y estarán de acuerdo conmigo en que el error de Dios jamás puede ser superior a su acierto: Eva. Como acostumbra a comentar el propio Schenkenberg cuando ofrece una conferencia sobre este tema, “o bien la explicación es ésta, o bien Dios es rubia”.
En mi opinión, la prueba definitiva de la preeminencia de la mujer morena se encuentra en la elección de Adán, quien en ningún momento se esforzó lo más mínimo en conservar a Lilith. Es cierto que desconozco sus gustos, y tal vez se me esté escapando algún dato que incline la balanza a favor del cabello rubio, pero siendo un hombre tan inteligente como para dar nombre a todos los animales de la Tierra en un solo día (Génesis, 2:20), si eligió a Eva, por algo sería.
El principal error del estudio radica en que no se tuvo en cuenta que hay más morenas que se tiñen rubias que viceversa y no se especifica si se procedió a la comprobación in situ vaginalis.
Habría que repasar este estudio y prestar especial atención a la pregunta «¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?».
Siempre hemos pensado que blanco pero es completamente falso. El color blanco de los caballos no existe. Nunca un caballo es completamente blanco. Sería tordo en cualquier caso. Habría que revisar ese 68% de aciertos para ajustarlo a la verdadera respuesta.
De todas formas, cuando me preguntan «¿tú prefieres rubias o morenas?», yo siempre respondo con «Sí».
Como siempre, brillante el artículo.
¿No se supone que tooooodo el antiguo testamento se escribió antes de la aparición de Jesús?
Ja, ja, ja!
Yo me he quedado de piedra al leer esa frase…Jesus describiendo escrupulosamente la creacion ja ja…por dios, este articulista no ha leído la Biblia en su vida! Qué patinazo épico!
Y el artículo flojito,flojito…esa encuesta parece una broma..y todo gira entorno a una sola idea floja alargada y mientras la alarga y la alarga descubre su poco dominio de todo lo que roza sin tocar de verdad…
Al refranero popular no le gana nadie en sabiduría efectiva :
Rubia de bote
hereje, hugonote
John Collier. Es Lilith, sale en la entrada de la wikipedia. Y, efectivamente, pretende ser pelirroja, aunque aquí lleve una pátina californiana, la imagen.
¿Sabe alguien de quién es el cuadro de esa mujer que a mí me parece pelirroja?
[como Tadeo ¿a quen se debe la autoría del cuadro?]
Oiga: ¿Desde cuándo es Jesús el narrador omnisciente del Antiguo Testamento? El único fundador de grandes religiones que escribió su propio libro sagrado fue Mahoma (no entremos en el tema quién dictaba).
De John Collier. Es Lilith.
Pingback: Y vio Dios que era rubia
No jugar con Lilith, no jugar…que gasta un genio…
pregunta que me corroe después de leer este sesudo artículo. Y las que tenemos el cabello de color …. castaño ¿no existimos? vivo sin vivir en mi oiga
Saludos a todos los lectores ansiosos de conocimiento: la imagen que encabeza el artículo pertenece a la obra Lilith, de John Collier.
La pregunta 1 de las morenas, les cuento que ya no es conjetura, es un teorema. Y sí, soy morena.
Bastante lamentable esta reseña. ¿Cómo se atreve a dudar del intelecto de cualquier mujer un tipo que cree que Jesús es el narrador del Génesis? Lo peor es que se las da de interesante por mencionar a Lilith (la Primera Eva, de sobra conocida en el judaísmo y popularizada para las grandes masas en fecha tan reciente como ¡1946! por Robert Graves: http://www.lecturalia.com/libro/18210/rey-jesus). El día en que descubra que también hubo una Tercera Eva (que la hubo, según la «tradición») me imagino que deberemos de soportar otro intragable artículo como este, que no llega a la altura de JotDown.
Qué terriblemente cansinos sois los adalides de la Excelencia, por Dios bendito.
Bastante lamentable este comentario, Apócrifo. Cómo se atreve a dudar de cualquier cosa un tipo que cree que el autor atribuye por error a Jesús la narración del Génesis?
¿Y nadie va a decir nada de que el narrador use un «castellano peculiar» en el Génesis?
¡Este señor no está insinuando que Cristoyisus era catalán!
¡A la hoguera con Don de Lorenzo!¡Fuera de este templo de inmaculada sabiduría e infinita hambrosía!
Evidentemente, Vd. no ha leído los Rollos de Qumrán, también llamados manuscritos del Mar Muerto. Concretamente, en el Libro de Enoc, se dice «En verdad, en verdad, os digo que uno de mis valedores será puesto en entredicho [la otra traducción posible es en barbecho, y la descartamos] por un intelectual [o tal vez un infiel, aquí hay una mancha de aceite] por escribir un artículo jocoso en las puertas del Templo [en clara alusión a JotDown]».
PS.: Buen artículo, como siempre, Sr. De Lorenzo. Enhorabuena.
Es más que lamentable. Ridículo hasta más no poder.
Totalmente de acuerdo.Estaría de vacaciones y no tenia tanto tiempo de limar apariencias.O tendria una rubia delante y pasó de todo.
Para los amantes de la ciencia ficción, «Amanecer» de Octavia Butler. Lilith y los demonios …
siempre creí que «Rubias picaruelas, ¿qué voy a hacer con vosotras?» lo había escrito Jose Luis López Vázquez… (con prólogo de Antonio Ozores of course) será que el agua oxigenada se me subió a la cabeza y la mezcla con el sol me hizo desvariar….
Muy bueno el articulo. Mi enhorabuena, aunque creo que el autor comete el error de no hacer mención en ningún momento a Friedrich Ludwig Gottlob Frege, el filósofo y matemático alemán, que una vez hubo fijado los principios axiomáticos de la lógica, acometió la tarea de edificar la aritmética sobre la base de aquella, y que es el autor de la frase: «Aaaaay, rubiaaaaaa, si voy con la de mear». Un olvido imperdonable…. pero lo demás, bien
Ahora la Torah la escribó Jesus??? Y encima con un «castellano particular»?!! Vamos, de risa!!
Menuda verborrea gastan ustedes por aquí. Me voy a lavarme las enaguas.
Qué recuerdos me trae, al leer el artículo, mi estancia en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Mis 170 centímetros me hicieron ser el más admirado y alto de la clase, lo cual me abrió puertas (no las del Imaginarium) para el equipo de baloncesto de la facultad (E.T.S.I. Movistar) en el que destaqué en cometer faltas en ataque. Gran época aquella. Snif.
¡¡Tened cuidado no vaya una morena a entrar aquí y piense que el artículo es una broma!!
Buenas. La morena soy yo y el artículo es serio. La lógica es aplastante y punto. Propongo a D. Lorenzo ir más allá con otro, en la resolución de que lo mismo aplica a los morenos respecto a los rubios. Salvo a Fassbender que es pelirrojo. Casualidad? No lo creo.
Lilith no era pelirroja?
En la mayoría de sitios la ponen pelirroja, en otros, rubia. El cuadro de John Collier, que encabeza la entrada, la pinta rubia o pelirroja según la saturación del color que le hayan dado a la fotografía (ignoro cómo es el original).
Para mí, Lilith debería ser pelirroja, considero el rojo como un color mucho más peligroso que el rubio, que también casa perfectamente con muchachitas dulces y mojigatas, y de eso, Lilith nada de nada. :D Un saludo.
Me ha encantado. Pero cualquier Lilith actual que se precie, pelirroja ella, después de responder bien a todas las cuestiones expuestas, hubiera soltado un puñetazo en la mesa y un «amosvengaya» Para seguir recopilando esperma perdido.
El estudio ese será una broma, no?
A mí tampoco me convence por un simple hecho…en países latinoamericanos, nos guste o no, la diferencia del color de pelo (suponiendo que las encuestadas tienen ese color de pelo natural), al igual que la del color de la piel, pese a que no sea determinante ni aplicable en el 100% de los casos, sí que muestra una diferencia cultural. Cuanto más moreno seas, provienes de estratos sociales más bajos; lo que conlleva a una mayor falta de cultura; por lo que es lógico que las morenas hayan respondido correctamente en un menor porcentaje.
Por cierto, ¿alguien se ha fijado en las preguntas? jajajaja. ¡qué barbaridad! y yo contando chorradas de estratos sociales, en fin…
Aquellos conceptos racistas que comparan rasgos físicos e intelectuales entre hombres y mujeres, en general, deberían caer ya en desuso, pues no son ni exactos ni inteligentes. La historia misma nos muestra que la inteligencia no se mide con rasgos físicos o color de pelo; el estudio es bastante pobre y casi un chiste, pues si se comparan las preguntas de rubias y morenas se ve, perfectamente, que las primeras son más fáciles que las segundas. SI uno va más allá del texto, casi que parece una burla a la intelectualidad «rubia», ya que las respuestas son tan básicas y generales que no saberlas ya sería el colmo de la estupidez, en cuanto a la morenointeligencia, si se es buen estadista, se deduce que gran cantidad de mujeres respondieron tan difíciles y complicadas preguntas, lo que las hace, según el texto, mucho más inteligentes que las primeras.. Qué pasaría, me pregunto, si las preguntas cambiaran de orden. Qué tontería de estudio, qué estupidez de texto, que comentarios tan impertinentes, es como si nadie se hubiera dado cuenta del chistecito.
Una cosa más: un estudio serio se hace bajo los mismos patrones de medición. Ya se pone en duda una investigación que le pregunte a unos una cosa y a otros otra. Es tan absurdo como preguntarle a las rubias ¿cuál es la capital de España o Italia? y a las morenas ¿Cuál es la capital de Serbia o Guinea Bissau?
Sin mencionar los enormes errores históricos y bíblicos jajajajajajajaja
Mi blonda Eva:
Tómalo como una burla, un artículo jocoso, una broma como aquel estudio sin rigor, o aquella referencia bíblica disparatada. Tan impreciso como creer que se puede inferir la capacidad cognitiva-intelectual de alguien por sus características físicas.
Hay que ser bastante cuadriculado para creer a pie juntillas lo que se dice en este texto. Haz como yo, una pelirroja travesti que expulsa el humo de un cigarrillo lentamente, mientras se ríe y se masturba recordando que no fue Adán quien eligió a Eva sino que fui yo quien pasó de él.
Ajajaja!!! Muy gracioso!!! Creo que todas llevamos a la boba y a la inteligente dentro, y ellos las quieren encima… La mujer independiente, emocional y económicamente hablando, asusta, no? Bueno, la mayoría nos convertimos tarde o temprano en una. Muchachos! Ustedes eligen!