Margaret Thatcher es vicepresidenta de honor del Blackburn Rovers, aunque nadie conociera nunca a la baronesa de Grantham grandes simpatías futbolísticas. Se lo propuso en 1998 el ex presidente Jack Walker, industrial del acero, quizás por eso de la Dama de Hierro. La ex primera ministra aceptó y debió de sonreír ideológicamente satisfecha al ver la inscripción latina que orna el escudo del equipo de Lancashire: Arte et Labore (Por la habilidad y el trabajo).
Es cierto que Jack Walker tuvo tanto de lo uno como de lo otro, pues levantó un imperio siderúrgico y acabó residiendo en Jersey a fin de esquivar los impuestos del Gobierno. No se tienen noticias de que Míchel Salgado haya hablado con su vicepresidenta de honor en su etapa en la Premier, y más dado su precario estado de salud, pero no me caben dudas de que si a Thatcher le gustase el baloncesto, sería fan del Real Madrid.
Se acaba de estrenar en España La Dama de Hierro. En una escena que retrata una entrevista televisiva en 1975, antes de alcanzar la presidencia tory, Thatcher compara Europa y Estados Unidos: “Nosotros, en Gran Bretaña y Europa, nos hemos construido a través de nuestra historia. Ellos, en cambio, se han construido a través de su filosofía. No sobre lo que fueron, sino sobre lo que pueden ser. Sí, tenemos una gran oportunidad si aprendemos de ellos. Claro que sí”.
No imagino a Pablo Laso con su escaso pelo cardado y un tocado azul pronunciando esas palabras, pero, con más mala leche, algo parecido debió de arengar a sus chicos esta pretemporada. Sé que a algunos les joderá, pero el Madrid de basket ha obrado una transformación parecida a la del Barcelona de fútbol: se abraza a una idea, no a su historia.
Quedaban ayer en el Palacio de los Deportes algo menos de tres minutos por jugarse, vencía el Madrid 76-69, y el librillo de estilo recomienda paciencia, sobe de balón y dejar que el contador de tiempo adelgace. En menos del tiempo que se requiere para leer la última frase, Sergio Rodríguez había cruzado la pista como un tren bala, con Llull haciendo de Pegaso acompañante, en busca de un contraataque como si huyesen de un cazarrecompensas.
A la mayoría de los entrenadores más laureados, los que ganan Euroligas, los que ganan ACB’s, los Ivanovic, Pascual, Obradovic o mi querido Messina les habrían faltado tranquimazines para superar el trance. No era cuestión de piernas; el Chacho y Llull cabalgaban a lomos de una idea.
El Madrid cobró ventaja frente al Caja Laboral gracias a una (bendita) enajenación mental transitoria de Llull, veloz hasta de apellido, con ocho puntos en cuatro contraataques que habrían pugnado en la foto finish con un raquetazo de Nadal. Habían vencido a un Caja Laboral competitivo pero sin brillo. Y el Palacio de los Deportes, siempre avaro en ardores y clamores, despidió a sus jugadores en pie, como si vinieran de levantar un título. Los aplausos no eran cuestión de manos; el público también se ha subido ya a esa idea.
¿Cuál es esa idea? La de que el resultado es consecuencia de un estilo: la velocidad, las canastas, el espectáculo, el ataque. El showtime de los Lakers, salvando las distancias. El Run TMC de aquellos Warriors bajitos de Chris Mullin, Tim Hardaway y Mith Richmond. Si obligo a los demás a practicar mi juego, siempre tendré yo más posibilidades de ganar. Jugarle igual a los pequeños y a los grandes. Con un cinco titular o sus respectivos suplentes. Amar este juego y hacer que los que pagamos una entrada o encendamos la televisión sintamos que ha merecido la pena.
Laso ha conseguido que sus hombres interioricen que la idea se impone a la estrategia y también a quienes la ejecutan. Exactamente como el Barça de Guardiola. O como hizo Thatcher: el camino es éste y está claro: ahora sólo queda seguirlo sin salirse. Nadie daba un duro por el entrenador de Vitoria a principios de temporada, cuando llegó como tercer plato en una sección en crisis tras el divorcio ‘a la siciliana’ con Messina. Nadie daba un duro tampoco por Thatcher y obtuvo tres mandatos consecutivos en Downing Street. Abrazada a una idea.
Más bien se parece al Run TMC de los Warrios, el Showtime de los Lakers era bastante diferente y comparar ambos me parece bastante arriesgado.
Ayer estuve en el Palacio de los Deportes. No voy a decir que no disfruté del arranque de ‘locura’ de Llul pero a veces hay que tener cabeza e incluso ser ‘amarrategui’ que se dice en el fútbol…
Esa misma locura (aunque de Sergio Rodríguez) le pudo haber costado el partido de Euroliga antes los belgas en Madrid y esa derrota le podía haber hecho mucho daño al RM (clasificación, sorteo Top-16).
Personalmente, la gran diferencia entre Laso y Messina además del estilo es que Laso es consciente de los puntos fuertes del equipo e intenta explotarlos… Messina creo que se obsesionó por lo que no tenía, en lugar de sacar partido a lo que había… Tal vez es que el italiano estaba mal acostumbrado a que en el CSKA le fichaban lo que necesitaba o tal vez porque el Madrid es un club tan complejo que le hace perder el norte hasta a los más capacitados…
La comparación es arriesgada, siendo muy brillante la idea de construirse «no desde la historia sino desde la filosofía», la clave del éxito de Guardiola y puede (veremos) que de Pablo Laso. Pero no conviene olvidar que estos dos entrenadores promueven valores como la belleza estética y el divertimento como principales pilares de sus discursos, mientras que el de Thacher carecía de estos síntomas, pues el neoconservadurismo es una lacra gris carente de todo sentido de la belleza, puro pragmatismo demoledor.
Estuve en el Palacio viendo el partido contra el Caja Laboral y me divertí como un enano, como todos los presentes. También me desesperé un poco con algunos momentos de aparente falta de reflexión (de pausa y pensar un poco, mejor dicho) de los jugadores, pero creo que este Madrid tiene muy buena pinta. No me divertía así desde el primer año de Joan Plaza, un caso parecido de entrenador sin pedigrí que lo bordó en su temporada de estreno. Laso me parece mejor, de todas formas, aunque el tiempo dirá…
Me ha gustado la comparación con la cita de Thatcher. No encaja al 100 %, es arriesgada, sí, pero a veces hay que arriesgarse para dar espectáculo, también en el periodismo, ¿no?
Sin duda Dario. Lo que propone en este artículo Javier Gómez (no sé en otros, solo leí éste) es un acercamiento a lo que se denomina periodismo narrativo. Y solo el intento es, desde mi criterio, siempre bienvenido. Yo prefiero el riesgo del error (desenado que no exista) al error de que no exista riesgo.
La comparación Thatcher-Madrid de basket me parece cogida con pinzas, demasiado rebuscada. Y qué es eso de que «el resultado es consecuencia de un estilo: la velocidad, las canastas, el espectáculo, el ataque»? Acaso hay algún equipo que juegue sin velocidad, sin meter canastas y sin atacar? Esas son virtudes intrínsecas al baloncesto y salvo que seas griego vas a jugar con velocidad, con canastas y con ataque sí o sí, o sea que no entiendo cuál es la novedad en la forma de jugar del Madrid. Que los contraataques rápidos no son sólo cosa del Terrific Trio ni de los Lakers. No corre
No me gusta el artículo ni su autor, que como presentador de laSexta ha adquirido todos los vicios de los peores del gremio (JJ Santos, Manu Sánchez, Luque…). Periodismo forofo, que es lo que se lleva, y que de informativo tiene más bien poco. Se deja llevar por los colores en la tele y en el artículo. Ay, bendita enajenación mental transitoria de Llull, eh? Sobre todo para los lectores del Caja Laboral.
Es el artículo que menos me ha gustado desde que empecé a devorar JotDown. Sin acritud.
Sinceramente he leido hoy este artículo!!!!!
Pero quien escribe está burrada?????? sabe del deporte que habla????? pero si estamos ante un equipo lamentablemente diseñado, un equipo de basket sin BASE!!!!!!!!! por dios, si es el hazmerreir de la liga, si no defienden ni por una maleta de dinero!!!!!!!
Que grande el run TMC, no ha habido otro equipo como aquel, quizás sacramento, pero no era lo mismo. En cuanto a Laso, a ver cuanto le dejan hacer, aunque de momento ya ha caído la primera copa. De todos modos necesita algo más para poder competir en Europa, Rudy y un pivot fuerte por lo menos, y habría que ver el tema bases, aunque creo que se puede tirar con estos dos cuando venga Rudy.