Una entrevista a Steve Rogers, a través de citas de casi cincuenta años de cómics del Capitán América
Cuando cruzo las puertas de la Mansión de los Vengadores (aún no me lo creo) un topicazo furtivo me chafa el sense of wonder del momento: desde fuera parece más grande. Pero lo pienso dos veces y lo agradezco. Conociéndome, aún y así, soy capaz de perderme tres o cuatro veces; no quiero ni pensar dónde hubiera acabado en la Mansión Infinita en la que reside la Academia Vengadores. Por suerte, me intercepta primero Victoria Hand, la nueva jarvis del lugar que revisa, analiza y escanea mi grabadora como si fuera el nulificador supremo. Acto seguido, me pasa a mí por media docena de gadgets de detección y telemetría diferentes. Por si los skrulls, supongo.
Impresiona, hay que reconocerlo. El lugar está todavía medio en ruinas desde el último ataque recibido y sabiendo lo que acostumbra a pasar cuando uno se junta con la gente de este gremio, no sería tan extraño que a media entrevista se nos plantara el Doctor Muerte, la Brigada de Demolición o una avanzadilla de cincuenta mil matones de HYDRA a amenizar el encuentro. Todos menos Batroc, por favor.
Una vez la Srta. Hand queda convencida de que soy inofensivo (…) me lleva ante mi entrevistado, que espera en la sala de reuniones de la mansión, la “mesa redonda” superheroica. Y allí está él, recibiéndome con una sonrisa cien por cien americana.
Déjeme agradecerle, antes de empezar, que haya encontrado un momento en su ocupada agenda para concedernos esta entrevista y contestar nuestras preguntas.
Tengo la intención de responderlas con toda la honradez y la franqueza que sea capaz. ¿Puedo preguntaros que enfoque vais a adoptar?(1)
Bien, la idea sería hacer un repaso a su historia como Capitán América deteniéndonos en algunos momentos clave de su biografía. Tocando temas tanto profesionales como personales, si bien es cierto que, a día de hoy, ya no ejerce como tal. El actual presidente parece que le ha seleccionado como su mano derecha en lo que se refiere a cuestiones superhumanas y ha dejado usted la labor de ser el Capitán América a otra persona. ¿Qué fue lo que hablaron usted y el presidente?
El presidente me preguntó qué era lo que el mundo necesitaba ahora. Le dije que lo mismo de siempre: héroes. No agentes de SHIELD ni de HAMMER. Vengadores. Ahora, quizá más que nunca.(2)
Y ahí lo tenemos, dirigiendo a uno de los varios grupos que hay en activo actualmente, los Vengadores Secretos. Es un grupo de un estilo algo más encubierto que los Vengadores clásicos que ha liderado durante muchos años, ¿se encuentra cómodo trabajando así?
En realidad se parece mucho a cómo operaban Los Invasores durante la guerra, pero sí que me gusta. Con todo lo que ha sucedido está bien dejar de ser el centro de atención pública, pero aún así seguir haciendo un buen trabajo.(3)
Precisamente, quizá sea bueno que vayamos remontándonos a los tiempos de Los Invasores, su primer grupo, y la Segunda Guerra Mundial. Tenemos más de medio siglo veinte por delante. Todos conocen bastante bien su origen “secreto” como el Capi, pero ¿cómo era Steve Rogers antes de ese momento y qué le llevó a alistarse?
Antaño fui un chico delgado y enfermizo recién salido del instituto… que nació y creció en Manhattan, así que lo sabía todo sobre el mundo. Iba mucho al cine y nunca me perdía los noticiarios. Supe que los nazis estaban podridos en el momento en que los vi. Estaban suprimiendo… asesinando a los europeos ¿no? Tenían espías aquí ¿no? Sabía donde estaba mi deber. Steve Rogers, con 18 años, tenía que convertirse en soldado.(4)
Sin embargo, lo convirtieron a usted en algo más en el momento en el que alguien del Proyecto Supersoldado apreció su entrega y vocación.
Esa noche me llevaron a una siniestra tienda de curiosidades. Recuerdo que no sentía miedo y que me asombraba a mí mismo por ello. Tal vez porque todo parecía tan irreal… La arrugada vieja que cuidaba plácidamente de la tienda… mientras mantenía un ojo vigilante al más increíble secreto que tenía que seguir lejos de los oídos del Eje. Era una aventura más allá de la imaginación… como en las películas, sólo que Bogart y Flyn no estaban allí. La audiencia… todo oficiales de alto rango… estaban allí, observándome. Me sentía irreal… aventurero… ¡y tan seguro como los impuestos, me sentía maravillado! Ningún acontecimiento en mi vida, ni antes ni después, tiene la importancia de ese momento. ¡Por primera vez me di cuenta plenamente de lo que habían hecho por mí! ¿Luchas por América? ¡Tío, yo era el Capitán América! Desde entonces han pasado tantas cosas…(5)
A usted le dan entonces la identidad, el traje y el escudo del Capitán América. Primero le entregaron el viejo escudo con forma de placa triangular, pero alguien ya usaba un escudo similar y parece que no era correcto. Entonces Roosevelt le entrega el ya legendario escudo circular. Ha habido casi tanto debate sobre su escudo como de las garras de Lobezno. ¿De qué material está hecho? ¿Adamántium? ¿Vibránium? ¿Se puede explicar su estructura?
Es como una galleta gigante, con masa de adamántium y relleno de vibránium.(6)
Lo maneja con una precisión impecable.
Años de práctica constante. Su peso exacto, sus trayectorias… incluso la forma en la que me adapto a sus imperfecciones microscópicas… todo eso ahora es instintivo para mí.(7)
Usted tenía que haber sido el primero de muchos. Pero por culpa de un agente infiltrado en el proyecto, acaba siendo el único supersoldado en aquellos momentos. No obstante, no estuvo solo. Tuvo un joven ayudante para echarle una mano en su lucha. La historia de Bucky está llena de luces y sombras, ¿no es así?
La versión oficial dice que era un símbolo para contrarrestar el alza de las Juventudes Hitlerianas… y algo había de cierto en eso, pero como todo en la guerra, había una verdad más siniestra detrás. Bucky hacía lo que yo no podía. Yo era el icono. Yo llevaba la bandera, pero mientras daba discursos a los soldados en las trincheras… él actuaba según lo que le habían entrenado… y estaba muy bien entrenado. No hubiera estado con nosotros de no ser así.(8)
Aún así, alguien tan joven en medio de semejante enfrentamiento bélico…
Como tantos otros chicos, James Buchanan Barnes mintió sobre su edad para conseguir entrar en el ejército. Conociendo su propensión por la aventura y los problemas lo tomé como compañero. Pensé que así podría cuidar mejor de él. Combatimos junto a lo mejor de lo mejor. Americanos de todas las clases, Namor y el resto de Los Invasores, e incluso Nick Furia y sus Comandos Aulladores. Era nuestro destino sagrado detener a Hitler y los suyos.(9)
El tema de Bucky ha sido tratado con bastante profundidad en sus aventuras en estos últimos años así que dejaremos el resto para que los lectores las descubran por si mismos. En aquella época también aparece quien es su némesis, Cráneo Rojo…
¡Mi más antiguo enemigo!¡La peor amenaza para la libertad y la democracia que el mundo haya conocido jamás!¡Entonces… es por eso lo que el destino me ha preservado todos estos años! ¡Es mi destino combatir con él!¡interponerme entre Cráneo Rojo y los hombres libres de todo el mundo!(10)
Y tan preservado. En el mismo incidente en que desapareció Bucky se le dio a usted por muerto, pero en realidad estuvo congelado durante un par de décadas.
¿Quién habría predicho entonces que un raro accidente me dejaría en animación suspendida al acabar la guerra y pasaría varios decenios congelado en un bloque de hielo, perdido para el mundo? Aún sería una figura congelada adorada por esquimales en el Ártico de no haber sido por un hombre… Si un aterrado esquimal no se hubiera topado con una estación meteorológica estadounidense y no hubiera contado la historia, jamás habría conocido al responsable de mi resurrección. De algún modo parecía adecuado que Namor, aliado mío durante la guerra, fuera quien me liberara… sabiéndolo o no.(11)
Y ahí empieza también su larga relación con Los Vengadores.
Supongo que la suerte me llevó a flotar en las aguas cálidas del golfo, donde mi prisión de hielo se fue fundiendo… y pasé junto a una nave submarina tripulada por Los Vengadores. Si a Los Vengadores les sorprendió encontrarme, más aún se sorprendieron al descubrir que seguía vivo. Le debo mucho, me dejaron unirme a ellos… Dieron sentido a mi vida… mientras trataba de ajustarme a este nuevo mundo en el que me encontraba.(12)
Ha pasado mucho tiempo desde los días de sus primeras aventuras.
Ya lo creo. ¿250 pavos por unos pantalones? Cuando me alisté no ganaba tanto ni en seis meses.(13)
Una vez en un mundo en el que no existían las circunstancias que propiciaron su creación ¿Cómo encajó el Capi en los “tiempos modernos”?
Sí, hubo un tiempo cuando la nación se enfrentó a un terrible agresor que permanecimos unidos contra él. Pero ahora no es sencillo. Los americanos tienen muchas metas, algunas de ellas contrapuestas. En el país de los libres, cada uno de nosotros puede hacer lo que quiera… pensar en lo que quiere pensar. Cómo debería ser… pero eso supone que hay muchas versiones de lo que es América. Así que cuando la gente del mundo me mira a mí… ¿Qué América se supone que simbolizo?(14)
Es una buena pregunta, ¿cómo cree que le ve la gente? ¿Y como se ve usted mismo?
Es divertido saber cómo la demás gente me ve. Para algunos soy una leyenda viviente. Otros creen que soy una especie de arreglaproblemas con traje intercambiable… o un símbolo arcaico que ha perdido el contacto con las modas actuales. Supongo que yo me veo a mi mismo como un hombre que hace todo lo que puede para hacer del mundo un lugar más seguro y feliz. Un hombre sencillo que intenta marcar la diferencia.(15)
Hay un momento en su carrera, muy pronunciado a mediados de los setenta, en los que usted marca una distancia respecto del sistema político y encara la figura del Capitán América más hacia la defensa de los ideales y las libertades civiles de América que del gobierno americano. Fue en los tiempos en los que el Imperio Secreto elaboró una campaña de difamación contra su persona.
Si hubiera sido más vigilante… menos confiado… pero no podía creer que una campaña de propaganda masiva de descrédito pondría en mi contra a la opinión pública. ¡Me enfurecí pero no actué! Debería haberlo pensado mejor. He sido testigo de la técnica de la gran mentira… Di algo lo bastante a menudo y parecerá verdad. Pero yo consideraba que esto era una herramienta de los gobiernos totalitarios, imposible en los Estados Unidos. ¡Me equivoqué! Ellos coronaron su campaña acusándome… de asesinato. Protesté asegurando mi inocencia. Pero para entonces ya había un montón de gente que había perdido la fe.(16)
Aquella historia terminó con el Imperio Secreto desmantelado, pero con la terrible verdad de que detrás del mismo había un alto oficial de los Estados Unidos dirigiéndolo. Pese a que los lectores no llegaron a verle la cara, hay quien cree que se trata de Nixon o que, al menos, hace referencia a él (su dimisión es de agosto del 74). Pero aquello hace mella en usted y durante un tiempo deja de ser el Capitán América para convertirse en un personaje de su invención, Nómada.
Fue hace años, cuando perdí la fe en USA… y en mi mismo… cuando sentí que no podía llamarme Símbolo de la Nación, ni caminar con la cabeza erguida. Dejé de ser un héroe. Un enfrentamiento con el Arquero Dorado, que resultó ser Ojo de Halcón disfrazado, me convenció de que no podía dejar la aventura como no podía dejar de respirar. Entonces, decidí adoptar otra identidad. Así nació Nómada. Forjé una nueva vida, encontré esperanzas… Pero unas circunstancias desgraciadas, entre ellas el asesinato por parte de Cráneo Rojo de un joven que intentaba reemplazar al Capitán América me enseñaron algo muy importante. Por más terrible que fuese la realidad… ¡el Capitán América debía seguir representando los más altos ideales de este país!(17)
Y volvió a vestirse con el traje. Sin embargo, unos diez años después, a mediados de los ochenta, llegó su segunda renuncia. Topó usted con la comisión de asuntos superhumanos del gobierno en plena época Reagan. ¿Qué pasó entonces?
Se me dijo que debía ser el Capitán América a su manera o dejar de serlo. Fue la decisión más dura que jamás haya tomado y sólo tuve 24 horas para tomarla. Pasé los mejores años de mi vida viviendo mi papel de símbolo de todo lo que es bueno en América… Era inimaginable dejar todo eso. Sí, es lo que decidí hacer al fin. Después de tantos años sirviendo a mi manera a América, no podía empezar a servirla a la manera de algún otro. Debo tener la libertad de representar los ideales de América, no la política oficial del gobierno de América. Así que devolví el escudo y el uniforme que me pertenecían por derecho al gobierno que los diseñó y me fui. Aun dudo que alguien de la comisión comprenda porqué tuve que hacer lo que hice. No parecen aceptar que mi idea llega más lejos que la suya… fui más que el supersoldado antinazi que debía ser…(18)
Sin embargo, actualmente, su cargo parece bastante oficial y comprometido con el gobierno. Aunque claro, ahora el Capitán América es otra persona y usted es solamente Steve Rogers.
He aprendido mis opciones por la vía difícil. Puede que el Capitán América tenga sus limitaciones, pero la política de Steve Rogers es suya y sólo suya.(19)
Hace tiempo le ofrecieron ser candidato a la presidencia y lo rechazó.
La presidencia es una de las tareas más importantes del mundo. El encargado de desempeñarla debe representar los mejores intereses de toda una nación. Debe estar dispuesto a negociar, comprometido 24 horas al día con la preservación de la república a toda costa. Lo comprendo, lo… agradezco. Y sé que hay que trabajar dentro de ese marco. Y, por lo mismo… he trabajado y luchado toda mi vida por el crecimiento y avance del sueño americano. Creo que mi deber para con el sueño limitaría gravemente cualquier capacidad mía de preservar la realidad. Debemos vivir en el mundo real y, a veces, ese mundo puede ser muy gris. Pero es el sueño, la esperanza, lo que hace que vivir la realidad merezca la pena. En los primeros años cuarenta, me comprometí personalmente a defender el sueño. Y, mientras el sueño no se materialice del todo, no puedo abandonarlo. Por eso espero que entiendan… que con toda justicia, no puedo ser su candidato.(20)
Menudo discurso, para no querer ser presidente, sr. Rogers. ¿Está seguro de no querer sentarse en el despacho oval?
No podría hacer lo que sé hacer si me meto en política… Además, en el servicio secreto estarían todo el día enfadados conmigo. (ríe)(21)
Bueno, díganos al menos de donde viene su propensión a los discursos.
Por culpa de mi padre. Era un escritor frustrado. Enamorado de las palabras. Y tenía una afición a los discursos que creo que he heredado.(22)
Hemos hablado de momentos en los que usted no era el Capitán América, porque estaba congelado en el Ártico, porque renuncio al papel un par de veces… Durante esos tiempos y otros, ha habido otros “capitanes” que llevaron su uniforme… con diferentes resultados. ¿Alguno que crea que ha hecho honor al escudo?
William Naslund se llamó en principio “Espíritu del 76”. Era el único americano en un grupo de héroes británicos durante la guerra. Los Invasores y yo nos los encontramos una vez, cuyos detalles será mejor ignorar… pero incluso tras esa debacle, cuando su grupo se había separado, Naslund siguió luchando junto a los aliados. Le respetaba mucho… respeto que se ha ganado.(23)
Cuenta la historia que salvó la vida a JFK cuando sólo era un senador.
William Naslund murió salvándolo… Murió llevando el uniforme. Así fue como Jeff Mace se convirtió en el siguiente Capitán América… Acabó el trabajo que había empezado Naslund y gracias a ellos, Kennedy vivió bastante para llegar a ser presidente. Lo bastante para cambiar este país para mejor…(24)
Díganos ahora uno que no le caiga tan bien. Creo que hay unos cuantos: El Capitán América anticomunista de los 50, el más reciente Anticapi,… o quizás John Walker, el que empezó encarnando al Superpatriota, después al Capitán América y por fin al USAgente.
No conocía bien a John Walker y mucho de lo que sabía me escandalizaba.(25)
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Apéndice de citas
Todas las citas indican primero la fuente original norteamericana (Marvel Comics) y luego la edición española (Forum o Panini). Acto seguido, indican el contexto de la cita y una explicación breve de la misma. Remarcar al lector que las respuestas asignadas a las preguntas provienen de citas que contienen reflexiones o respuestas a cuestiones planteadas al personaje en otras circunstancias pero con similitudes patentes a las preguntas y que colocadas aquí no perderían coherencia con el personaje actual, tratando de evitar la descontextualización completa (hechas las excepciones con algún que otro giro humorístico para salpimentar el documento). También se ha tratado de ofrecer un amplio muestrario de citas de varios autores, sobretodo de los más significativos.
(1) Civil War : Front Line 11, Jenkins/Bachs (2007) – Civil War : Primera Línea 6 (Infiltrados Parte Once)
En el inicio de una entrevista que el Capi concedió a Ben Urich y Sally Floyd para el Front Line, después de los acontecimientos que dieron final a la Civil War.
(2) Avengers Vol.4, 1, Bendis/Romita Jr. (2010) – Los Vengadores Vol. 4, 1 (Los próximos Vengadores. Parte Uno)
Dirigiéndose a la plantilla completa de los Vengadores que él reunió, tras Asedio.
(3) Secret Avengers 1, Brubaker/Deodato (2010) – Vengadores Secretos 1 (Historias Secretas. Primera Parte)
A Sharon Carter, que le hizo una pregunta similar durante la primera operación de los Vengadores Secretos.
(4) Y (5) Captain America 176, Englehart/Buscema (1974) – Excelsior BM Capitán América 13 (¡El Capitán América debe morir!)
Reflexión-flashback del Capi sobre su origen y su vida en la recapitulación que hizo tras el desenlace de la saga del Imperio Secreto.
(6) Captain America Vol.4, 21, Morales/Bachalo (2004) – MK : Capitán América Vol.5, 21 (Patria. Parte Uno)
A una de sus últimas novietas de Brooklyn, curiosa con el tema del escudo. Conoció a Steve una vez ya hizo pública su identidad secreta.
(7) Captain America Vol. 3, 2, Waid/Garney (1998) – Capitán América Vol.4, 2 (Servir y proteger)
Durante una situación crítica en un submarino tomado por HYDRA, preguntado por un oficial de mando del mismo, respecto de la habilidad del Capi con el escudo.
(8) Captain America Vol. 5, 5, Brubaker/Lark/Epting (2005) – Capitán América Vol.6 (Otro Tiempo. Parte 5)
Recordando con Nick Furia una vieja operación con Bucky en el frente ruso en el 42.
(9) Captain América Vol.3, 48, Jurgens/Jurgens (2001) – Inédito en España (América Perdida. Parte 4)
Palabras del Capi durante el funeral simbólico que se le organizó a Bucky, casi sesenta años después de su desaparición.
(10) Tales of Suspense 79, Lee/Kirby (1966) – CA : La Leyenda Viviente o Excelsior BM : Capitán América 1 (¡Cráneo Rojo vive!)
Tras impedir un complot para difamar a su persona y descubrir que Cráneo Rojo estaba detrás del mismo. Una dramática exclamación al aire al más puro estilo Lee/Kirby.
(11) Y (12) Captain America 251, Stern/Byrne (1980) – Capitán América Vol. 1, 13 (El loco y el mercenario)
Parte de una reflexión del Capi sobre su vida pasada, en un tejado de Brooklyn Heights durante una de sus patrullas nocturnas.
(13) The Ultimates Vol.1, 2, Millar/Hitch (2002) – The Ultimates Vol.1, 2 (Hijo del Siglo XXI)
El Capi volviendo a casa después de ir de compras con La Avispa… normal.
(14) Captain America 176, Englehart/Buscema (1974) – Excelsior BM Capitán América 13 (¡El Capitán América debe morir!)
El Capi ante la insistencia de Peggy para que no dejase el uniforme, también tras los acontecimientos de la saga del Imperio Secreto.
(15) Captain America Vol. 3, 24, De Falco/Frenz (1999) – Capitán América Vol.4, 24 (¡La diferencia!)
Durante un desplazamiento entre edificios en dirección a desactivar una bomba en la ciudad de Nueva York y escuchando los comentarios de la gente en las calles.
(16) Captain America 174, Englehart/Buscema (1974) – Excelsior BM Capitán América 13 (¡Siempre es más oscuro…!)
Reflexión-resumen del Capi durante la saga del Imperio Secreto, en medio de una infiltración a una base oculta de la organización.
(17) Captain America 261, De Matteis/Zeck (1981) – Capitán América Vol.1, 19 (¡Héroes de celuloide!)
Recuerdos y reflexiones del Capi de cuando era el Nómada, surgidos tras conocer que había alguien llevando ese uniforme e identidad que creó él en su día.
(18) Captain America 336, Gruenwald/Morgan (1987) – Capitán América (y Thor) Vol.2, 73 (La llamada de la naturaleza)
Reflexión del Capi sobre su renuncia, semanas después.
(19) Captain America Vol.3, 13, Waid/Brainwaithe (1999) – Capitán América Vol.4, 13 (Negación plausible)
El Capi a Sharon Carter, ante el dilema de inmiscuirse en temas políticos a riesgo de poner en tela de juicio la neutralidad de la figura del Capitán América. Para poder actuar y no implicar lo que representa, decide reconocerse humano, pero no implicar a su identidad como Capitán América y actuar como Steve Rogers.
(20) Captain America 250, Stern/Byrne (1980) – Capitán América Vol.1, 12 (¡El Capi, presidente!)
Parte del discurso que dio el Capi en un mitin del tercer partido que lo presentó (sin su aprobación) como candidato a la presidencia del mismo y en el que retiraba su fugaz “candidatura”.
(21) Captain America Vol. 4, 25, Morales/Bachalo (2005) – Capitán América Vol.5, 25 (Patria. Parte 5)
Esta vez fue al exsenador Lester Paley, quien pretendía volver a hacer carrera política y presentarse para presidente, ofreciendo al Capitán América el puesto de Vice-presidente.
(22) Captain America 290, DeMatteis/Frenz (1984) – Capitán América Vol.1, 39 (Ecos)
Preguntado por Jack Monroe (Nómada, en aquel momento) sobre sus aptitudes como orador.
(23) Y (24) Captain America Vol.5, 4, Brubaker/Epting (2005) – Capitán América Vol.6, 4 (Otro Tiempo. Parte 4)
Una charla del Capi con un soldado en el Cementerio Nacional de Arlington ante las tumbas de Naslund y Mace. Los dos personajes sirvieron para ajustar la continuidad de la historias del Capi en los años en que se suponía que estaba congelado (como hizo también Englehart con las historias del Capi de los 50)
(25) Captain America 351, Gruenwald/Dwyer (1982) – Capitán América (y Thor) Vol.2, 10 (Cambio de guardia)
Parte de una reflexión del Capi después del atentado contra Walker, justo después de que le devolviera el uniforme y el escudo. No le caía nada bien, pero tampoco deseaba su muerte.
Pero… ¿son inventadas todas las citas y referencias o tenéis a un tío que se sabe todos los cómics de memoria y se ha pegado un curro de la hostia?
La «b» amigo, la «b». Iván ha bajado un buen montón de tardes a la Batcueva, donde acumula toneladas de tebeos, para elaborar la entrevista.
Y aún le ha sobrado mucho material.
Por lo general lo tenemos corriendo como un loco por los pasillos de la redacción con los calzoncillos de superhéroe. Sólo con los calzoncillos. Así de implicado está.
Currazo.
Para quitarse el sombrero.
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