Octubre se ha llevado a uno de los mayores genios del marketing, a la persona que un buen día de 1976 decidió, junto a su buen amigo Steve Wozniak, acercar los ordenadores a todos los hogares desde el garaje de una casa cuando estos eran pasto de oficina, naciendo así Apple y el primer Macintosh.
La persona que fue despedida de la empresa que había creado (reconociendo posteriormente que fue lo mejor que le podía haber ocurrido en esa época) y siguió adelante creando NEXT y Pixar para volver a Apple cuando ésta compró NEXT (base de lo que luego sería Mac OS X e iOS) y salvarla del desastre gracias al iPod y a Mac OS X.
Alguien capaz de conseguir que muchísima gente tenga uno o más de sus iProductos y sean parte de su día a día. Convertido en la carismática imagen (una especie de guía o líder para muchos) de la marca de la manzana consiguió crear una increíble expectación con cada nuevo lanzamiento logrando casi que el mundo girara alrededor sus productos.
Todo lo anterior es solamente una parte de lo que era Steve Jobs. Visionario para algunos, profeta informático para otros, gurú tecnológico y una de las mentes más brillantes del marketing. En lo que todo su entorno está de acuerdo es en que el mundo ha perdido a una grandísima persona. A sus 56 años el cáncer le ha ganado una batalla que llevaba años librando.
Mi humilde persona solamente puede dar las gracias a quien ha ayudado a acercar la tecnología de forma amigable a muchísimas personas, a quien ha hecho la vida más fácil a diseñadores y músicos y a quien en su día colaboró en introducir la informática en los hogares. Por todo esto…
… Adiós iGracias, Steve.
Stay hungry, stay foolish.