Marcel Gascón: Filantrópica

Nueve años después de que se estrenara la película, decenas de rumanos volvieron a ver anoche Filantrópica en el parque bucarestino de Herastrau. No sé si la película de Nae Caranfil está disponible con subtítulos en español, pero sí en inglés. Deberían verla todos los que estén interesados en las transiciones de las sociedades poscomunistas, porque esta comedia hilarante explica como pocos productos intelectuales la desilusión revolucionaria de la que habló Havel, las graves consecuencias de la liberación del corsé autoritario en una columna vertebral sin entrenamiento para mantenerse enhiesta.

El Bucarest de finales de los noventa es una ciudad vibrante, siniestra y hostil dividida entre canallas con suerte y desgraciados donde «sólo los perros callejeros forman la clase media». Ovidiu es un profesor con aspiraciones de escritor, que por cuatro duros lidia cada día con jóvenes díscolos consentidos cuyos móviles valen más de lo que él cobra. Los problemas de disciplina de su más temible alumno le llevan a conocer a una espléndida y jovencísima modelo barata, a quien sólo seducirá con un buen coche, restaurantes caros y una imagen de éxito y poder.

Frustrado por el nulo éxito comercial de sus libros, una visita desesperada al sórdido tugurio de la Unión de Escritores le lleva al hombre que le cambiará la vida. Pavel Puiut fuma, bebe, canta y hace dinero desde un agradable sótano de Bucarest. Es un «letrista de mendigos», y da un papel convincente a cuantos pordioseros le traen sus hombres para después recaudar los pingües beneficios de las limosnas. No puede ayudar a Ovidiu a vender sus libros, pero sí reclutarlo en su ejército de la lástima sin necesidad de que cambie el traje gris por los andrajos.

La colaboración funciona, el profesor hace dinero y conoce noches de vino y rosas en las discotecas más caras de la capital. Pero los buenos siempre pierden en la jungla.

Filantrópica es una película tan divertida como dura, demoledora con el buen salvaje, que plasma sin contemplaciones los implacables mecanismos de la supervivencia y la fuerza de la demagogia victimista entre las masas irracionales. Filantrópica es una Viridiana moderna y festiva, donde lo grotesco no tiene límite y la compasión es el peor pecado.

Véanla. Se reirán mucho y celebrarán no haber vivido en aquella Rumania. Aunque quizá deseen haber conocido el delirio de personajes y situaciones, que aún les esperan a los pies de los Cárpatos.