Se anuncian huelgas y hostilidades para recibir al Papa en España. No por conocida deja de chocar la ojeriza de los antiglesia contra una institución que hoy es facultativa y sus libres observancias. Fieros enemigos de la mansa iglesia que crecen en su denuncia de la presunta perversidad cuando menos puede aplicarse ésta.
No se entiende en qué afecta el mensaje papal a todos los que en bares y noticiarios murmuran su rechazo. No se ve en qué les afecta más una misa de masas en Colón que los carísimos fastos pro-olímpicos de Gallardón en el Prado y la Cibeles. No se explica por qué les molesta más que los predicadores evangélicos de la plaza de España, que si nunca cortan una calle es porque de momento caben en un banco. Que se quejen con un quinto en una barra o se rían de las monjas frente a la tele.
Pero sería muy feo que salieran a gritar. Vendrá gente de medio mundo, pacífica y con ganas de disfrutar. Que en las calles se censurara su forma sería un golpe para el buen nombre de Madrid, una ciudad con fama de amable y abierta de la que dicen que no pregunta. Si no lo hace sobre la procedencia tampoco debería de los motivos de celebrar o las maneras de emocionarse.
Madrid es Chueca, los ejecutivos de La Castellana, la noche junto a la Gran Vía y también sus iglesias y procesiones. La ventaja de las ciudades es su grandeza. Caben todos y el cruce es posible, pero no obligado.
Estoy de acuerdo contigo en que no se debería «censurar», pero el fondo del asunto no es el de prohibir o censurar la visita. El fondo es la cantidad de dinero que el Estado a través de sus distintas administraciones, en forma de efectivo, instalaciones, personal, etc., ha puesto a disposición de la iglesia católica sin ningún tipo de miramiento. ¿50 millones de euros con la que está cayendo? Me niego a que el Estado lo financie. ¿Quiere venir el Papa? Pues que venga, pero que lo financie íntegramente la iglesia y que las administraciones no censuren según qué comportamientos debidos a su visita: quitar los anuncios de preservativos de los autobuses, intentar sabotear las manifestaciones PACÍFICAS de los indignados, etc. ¿Tolerancia? Me parece bien, pero de forma equitativa, que parece que nos estamos olvidando de muchas cosas.
Eso de los 50 millones de euros es una mentira que no por mucho repetirse se convertirá en verdad. Es una estimación muy alegre, un traje a medida para justificar la protesta y el fondo de la cuestión, que no es tanto la pasta, sino el grito contra el Papa y la Iglesia. http://goo.gl/tAIZ3
Creo que por el lado económico es por donde menos puede atacarse. Precisamente lo que necesita Madrid es visibilidad mundial, turismo, actos multitudinarios, que es lo que traerá la movida esta. El 2% del PIB de la comunidad viene del Ifema, para que nos hagamos una idea.
No veo por qué está bien que venga Lady Gagá o se celebren los Juegos Olímpicos y no que venga el Papa. En las grandes ciudades hay eventos y tendencias de todo tipo, unas nos gustarán y otras no.
Mucho tragafraile hay en este país y demasiada inquina contra los católicos, y sólo contra ellos.
Ciertamente, la cifra de 50 kilazos es engañosa dado que el gasto real originado por la visita de Palpatine permanece y permanecerá sumido en la más abosluta opacidad.
Mucho meapilas hay en este país, y especialmente repugnante es el maridaje entre la caverna neocon y el Vaticano, territorio regalado al papado por Mussolini.