Desde que me enteré de la muerte de Gil Scott-Heron no me saco de la cabeza We almost lost Detroit (Bridges LP, 1977), basada en el relato del mismo título de John G. Fuller sobre el accidente nuclear de 1966 en el que el primer reactor comercial de los EEUU puso en peligro toda el área de Detroit. Pero el motivo de recordar esta canción, más que con el tema, tiene que ver con la melancolía de esta joya del soul, una melancolía que brota de la voz turbia y clara a un mismo tiempo de este soulman poeta. El 27 de mayo del 2011 Gil Scott-Heron finalmente perdió Detroit, aunque no por una catástrofe nuclear. Más bien las drogas, los años de cárcel tras tres condenas consecutivas desde el 2001 y más de una dolencia crónica se lo arrebataron para siempre. Precursor del rap y posteriormente uno de sus más exigentes críticos, precursor del neo-soul, poeta, bluesologist, como él mismo se definía, novelista, defensor de derechos sociales, crítico feroz de las políticas antisociales de Reagan y el segregacionismo en Sudáfrica y, en los últimos años, fumador de crack compulsivo. Y de todo ello son testigos sus canciones: la crítica social en The Bottle, la sátira política ácida de The revolution won’t be televised, o de H2O Gate Blues… inspirados poemas del soul acompañados de maravillosas melodías que reflejan un pedazo de realidad. El año pasado volvió de nuevo al panorama musical con I am New Here (2010), producido por XL Recordings, y hace poco estuvo de gira en España presentando este nuevo trabajo. En todo caso, aunque hay algún tema de su nuevo álbum que me ha interesado (por ejemplo, Me and the Devil, con esa combinación de fría electrónica y la voz desgarrada de Scott-Heron), preferí no asistir al concierto y que quedara en mi memoria el good old soul del Gil Scott-Heron de los 70. Y así ha quedado.
Peace go with you, Mr. Scott-Heron.
Si aún no conocéis su música, os recomiendo que empecéis por Winter in America (1974, incluye The Bottle), It’s your World (Live) (1976) y Bridges (1977, incluye We almost lost Detroit). En estos tres álbumes contó con la inestimable colaboración de Brian Jackson y, en mi opinión, son imprescindibles no sólo para conocer a este genio de la música, sino para comprender la evolución de la música que se ha hecho en los últimos 30 años.
Curioso que hables de este músico. El otro día lo descubrí, gracias a la serie «The finder», y me encantó. ¡Gracias por esta entrada!
Escuchad la tremenda version en directo de The bottle del disco de Gil Heron…vaya, ahora no lo recuerdo…los efluvios del crack han llegado a mi a traves de las ondas sonoras…