Michael Jordan. El rey del juego
Máximo José Tobías
Ediciones JC
¿Por qué ponerse a buscar lo bueno cuando aún queda por descubrir el fondo de lo mejor? Y es que aunque todos sepan quién es Michael Jordan, pocos son los que conocen con detalle el extraordinario camino que le llevó a cambiar el baloncesto para siempre y a convertirse en el más importante icono deportivo de todos los tiempos. Aprovechemos pues esta minuciosa biografía amena y llena de curiosidades para, a través del trayecto que conecta al Michael de sus años de infancia en Carolina del Norte con el cuarentón de su fase crepuscular en Washington, ir recorriendo sus fundamentales etapas de instituto y universidad, su condición de estrella mediática y símbolo de la NBA y, sobre todo, la intensa carrera que le llevó a ganar 6 anillos de campeón con los Chicago Bulls. La inexorable historia del más celebrado rey del juego.
Los Traidores y otros cuentos
Eduardo Alfredo Sacheri
RBA Libros
Es en la abundancia de libros que enmascaran meros productos de marketing sobre el jugador de moda o el equipo de siempre cuando resulta tan necesario reivindicar —o, mejor aún, descubrir— el valor de autores como Eduardo Sacheri (hoy más popular que nunca por escribir la novela en que se basó la oscarizada El secreto de sus ojos) y su formidable destreza para contar historias de vida y fútbol llenas de autenticidad. En este libro de relatos, el primero de varios publicados, nos encontramos con el fútbol en su raíz, con ese que define a un barrio o a una niñez, con el de la pasión a unos colores por humildes que sean, con el del ganador fugaz y el perdedor ilusionado. Historias desde el fútbol argentino hacia el universal a través de las singulares vidas anónimas de aquellos que sólo conciben existir alrededor de un balón.
Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer
David Foster Wallace
Mondadori/ Debolsillo
Este libro no trata sólo sobre tenis, va mucho más allá. Sobre todo porque, con propiedad, estamos ante una colección de ensayos en su mayoría dedicados a retratar desde la visión mordaz y divertida de uno de los mayores talentos literarios de las últimas décadas, diversas escenas de la sociedad moderna norteamericana. En particular, porque aquellos dos que tienen como tema central el tenis están entre los más brillantes escritos que se han dedicado a este deporte; especialmente El talento profesional del tenista Michael Joyce (…): una auténtica pieza de culto de indispensable lectura para aquellos apasionados de la raqueta. Y es que David Foster Wallace empleó gran parte de su juventud en jugar al tenis. Y se nota. Sabe de lo que habla y, por supuesto, es capaz de contarlo como pocos.
De qué hablo cuando hablo de correr
Haruki Murakami
Tusquets Editores
Si hay una obra capaz de establecer una dependencia incluso vital entre literatura y deporte, es ésta que nos ofrece el autor japonés más afamado de la actualidad. Murakami se nos confiesa como creador que entiende escribir desde una labor esencialmente física y que, por lo tanto, requiere de entrenamiento para resultar eficaz. Pero también como deportista que emplea el tiempo de carrera en componer mentalmente sus escritos. Así establece un proceso existencial casi místico profundizando en lo que conlleva ser un corredor de fondo, la resistencia física y mental requerida, la capacidad de superación, la soledad y, en su caso, además, el difícil pero enriquecedor proceso de convertirse en triatleta. Recomendado tanto para los que afrontan la vida corriendo como para aquellos que no quieren moverse de la buena literatura.
El ciclista
Tim Krabbe
Los libros del lince
Por si no lo sabían, esto es lo más parecido a un libro sagrado sobre ciclismo que se haya escrito jamás. Valga por tanto decir que aquellos aficionados a este deporte que todavía no lo hayan leído deberían ya esprintar para agenciárselo so pena de agarrar una pájara criminal la próxima vez que se monten en una bicicleta. Por si estos elogios y amenazas no les valieran, les contaré que esta obra es la historia con mayúsculas de una carrera (Tour de Mont Aigoual, 1977) y de todo lo que significó para Tim Krabbe (novelista y ciclista amateur) intentar ganarla: el sufrimiento, el dolor, las estrategias, la relación con el resto del pelotón, los anhelos de victoria… En síntesis, una magnífica novela corta que el tiempo ha convertido en homenaje sobre todo aquello que significa ser ciclista.
El análisis de DFW sobre el mundo del tenis y las capacidades físicas necesarias para jugar alta competición es brillante. El libro de Murakami me pareció un poco «soso», habla sobre su dinámica de entrenamiento y lo que le aporte, pero me pareció algo carente de substancia. Yo soy runner y me pareció interesante, aunque por ahora no conozco a nadie que no corra y le haya gustado.
De ciclismo ando tras «Éramos jóvenes y despreocupados» de Laurent Fignon, pero creo que no lo han traducido.
A cualquier persona que corra yo le recomendaría «Nacidos para correr» de Christopher McDougall; un libro imprescindible y muy inspirador.
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Horreur, Murakami colocó en el mercado un leño de proporciones afortunadamente moderadas. Pero parece sacado de un blog de un advenedizo. La triunfadora, su espabilada editora.
El Ciclista, de Krabbe, si os gusta el ciclismo, de verdad, es El Libro. Imprescindible.
David Foster Wallace fue un jugador de tenis mediocre y efectivamente sabe de lo que habla, pero el libro que reseñan no trata en absoluto de tenis ni es una colección ni de relatos ni de ensayos, lo único tenístico que hay en él es la portada.
El libro en donde se habla con profusión de tenis es en la Broma Infinita, pero no es un libro que esté al alcance de cualquier cabeza y menos aún de las que han escrito esa barbaridad sobre «Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer» que es una sátira sobre la sociedad Americana a través de un crucero de superlujo.
Creo que alguien ha metido la pata.
Estimado Juan Andrés: el libro que se reseña es la colección de artículos publicada por Mondadori que contiene el titulado «El talento profesional del tenista Michael Joyce como paradigma de ciertas ideas sobre el libre albedrío, la libertad, las limitaciones, el gozo, el esperpento y la realización humana». Como bien señala el autor en el mismo artículo. Puede que sea verdad entonces que DF Wallace no esté al alcance de cualquier cabeza, si ni siquiera tenemos muy clara su obra ni cómo está editada, ¿no? Me parece que alguien ha metido la pata. Un cordial saludo.
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He tenido que levantarme e ir a buscar el libro (la edición de Mondadori De Bolsillo, que es precisamente la que se pone en la foto) y citó textualmente la contra:
«Foster Wallace elabora en Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer una postal gigantesca basada en su experiencia en un crucero de lujo en el Caribe».
No recuerdo si en algún momento charla sobre tenis en el comedor o con alguno de los empleados, pero este libro no va sobre tenis.
Una lista de este tipo sin Correr, de Jean Echenoz, no es lo mismo.
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