«No tengas miedo» es el último film de Montxo Armendáriz. Tras varios años de ausencia, el director retornó al cine para tratar un asunto espinoso —los abusos sexuales— y eligió como vehículo principal de su historia a Michelle Jenner. La actriz catalana, que ha forjado su popularidad en la televisión, afronta su primer papel protagonista en el celuloide: todo un reto a sus 24 años.
El Museo Thyssen y la exposición «Heroínas» —dedicada a la mujer como protagonista activa del arte— era el marco idóneo para que la heroína de No tengas miedo hablara para Jot Down. Conversadora, modesta e irradiando un contagioso sentido del humor, la actriz trató mil y un temas con nosotros: la película y la delicada temática de los abusos sexuales, sus gustos cinematográficos y literarios, sus aficiones, sus malas experiencias con la prensa del corazón… hubo lugar para hablar sobre todo ello y más. La vimos atender amablemente a sus fans, contemplar absorta cuadros de la exposición —parecía detenerse automáticamente, como impulsada por un resorte, ante las pinturas barrocas— y mostrarnos su lado más cercano y risueño en una conversación francamente divertida.
Es temprano: Michelle Jenner, Jesús —el fotógrafo— y quien les habla nos sentamos en la todavía tranquila cafetería del museo, que está casi vacía. Elegimos una mesa y sobre el mantel vemos un aparato de tamaño similar a un cenicero con tres botones: un botón para llamar al camarero, otro para pedir la cuenta, y un tercer botón con una X que deducimos será el botón de «cancelar». A Michelle le hace mucha gracia el invento y bromeará con el botón de cancelar varias veces durante la entrevista. Pedimos algo para tomar y parte de la gente del bar le pide hacerse una foto con ella, lo cual será una constante durante la mañana.
¿Qué se siente cuando Montxo Armendáriz te da el papel protagonista en su regreso al cine?
Yo todavía pienso «¿seguro?». No sé, mucha responsabilidad. Por otro lado, sé que él está contento y fue él quien me escogió, o sea que intento pensar que si he hecho la película será por algo. Porque le he gustado, porque he dado el perfil, o lo que sea. Pero… una gran responsabilidad.
Cuando te llamaron y te lo dijeron, ¿qué pensaste?
Fue todo muy rápido, porque hice el casting y al día siguiente ya me dijeron que sí.
¿Al día siguiente?
Sí. Era como…. «¿¿ya??»
¿Te dio miedo? ¿Te daban ganas de decir…?
Hombre, miedo sí. Pero ni pensar en decir que no, era una oportunidad increíble trabajar con Montxo.
Y con Belén Rueda, Lluís Homar…
Fue genial. Ya me pasó cuando trabajé con Juan Diego y Adriana Ozores. Miraba a los lados y me decía: ¡wow! Estoy trabajando con gente consagrada. Con Lluís y con Belén fue igual. Fue un placer. Con Lluís, sobre todo, coincidí más y es un encanto.
La película trata el tema de los abusos sexuales, de los que la protagonista —Silvia— es víctima. Es un tema complicado. ¿Cómo preparaste el personaje? ¿Investigaste sobre el asunto?
He investigado, sí. Me puse en contacto con gente que ha sufrido abusos, he leído muchos testimonios, he visto filmaciones… en fin, un poco de todo. Y Montxo, sobre todo, es quien más ha investigado y ha tenido mucho más contacto con víctimas. Cada caso de abusos sexuales es un mundo; hay miles de casos y todos diferentes. Quisimos hacer una historia que tomara cosas de cada testimonio que Montxo había escuchado. Y traté de reflejar las sensaciones más importantes que te transmiten esas víctimas, que son sobre todo el miedo, la angustia, la soledad y la culpabilidad.
Lo de la culpabilidad me llama mucho la atención. La víctima se siente culpable, lo cual es paradójico, y si además los abusos provienen de un miembro de la familia o una persona cercana, está el hecho de temer a la persona a la que al mismo tiempo aman.
Además, y por ejemplo en esta historia sucede, se crea una situación de dependencia hacia esa otra persona. Al menos en este caso es una mezcla: el familiar es la persona que está abusando de ella, pero al mismo tiempo es una persona a la que ella necesita. Es una dependencia horrible que hace más difícil salir de esa situación, porque es una manera que la víctima tiene de sentir que está recibiendo cariño, aunque no sea la manera normal.
Quizá es la única manera que ha conocido.
Claro. Y también se sienten muy culpables, a veces, de que su cuerpo reacciona como no reacciona su cabeza. Eso sucede a veces.
¿A qué te refieres?
Pues esto lo hablaba también con Montxo, y es que algunas víctimas pueden llegar a tener orgasmos aunque sean producto de un abuso. Se sienten muy culpables porque en algún momento llegan a disfrutar físicamente, pero claro, mentalmente les sucede todo lo contrario. Es un tema delicado y ya te digo, hay tantos casos distintos y cada víctima es un mundo… pero bueno, éste es sólo uno de los posibles casos.
¿Y qué te parece cuando se producen casos donde se termina victimizando un tanto al abusador? No sé, pienso en Polanski y en cómo al final hay quien ha terminado defendiéndole.
Ya. Sobre el abusador habrá gente que diga «no, es que es un enfermo mental, qué le vamos a hacer». Si me pongo en el lugar de la víctima creo que nunca en la vida podría disculpar o justificar los actos del abusador. Hay psicólogos que dicen que algunos abusadores provienen de un hogar donde también sufrieron abusos y eso les hace actuar de esa manera, pero aun así no es justificable.
¿Tú crees que es una especie de enfermedad mental o sencillamente es la psicopatía de gente que disfruta aprovechándose de los demás y ejerciendo poder sobre las víctimas?
Yo creo que es psicopatía. O como te decía, en algunos casos es por cosas que les pasaron en la infancia, donde también abusaron de ellos.
¿Repetición de esquemas?
Claro. Y también puede ser una manera para ellos de compensar, de recuperar lo que les quitaron: «yo tengo el poder ahora».
Y un personaje como Silvia, ¿alguna vez llegas sentir que es casi como un personaje real, te acuestas mirando al techo y piensas algo como «pobre Silvia»?
No. Tampoco soy una actriz que se monte una historia y se crea que el personaje existe. Hombre, claro, cuando la interpreto y me pongo en su piel evidentemente pienso «Hostia, qué putada» (Michelle ríe al oírse decir tacos).
(risas) Volviendo a Montxo Armendáriz, ¿es la clase de director que habla mucho con los actores?
Sí. ¡Es un señor muy majo! Muy, muy majo. Muy amable.
¿Te daba libertad?
Sí. Además desde el principio me dijo que no estaba preocupado conmigo porque lo que me pedía, yo lo pillaba enseguida . Eso me gustó.
Ahora imagina que das el salto a Hollywood…
¡Para! (risas)
Oye, nunca se sabe. ¿Con qué director te gustaría trabajar?
¡Tim Burton! (lo dice sin pensarlo ni medio segundo y suelta una carcajada al ver mi cara de asombro)
¡Te ha salido del alma!
Me ha salido de dentro. Me encanta. Big Fish es una de mis películas favoritas.
Y si pudieras viajar en el tiempo y hacer cualquier papel en cualquier película de la historia, ¿cuál sería?
Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma, Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes…
…Audrey Hepburn en Sabrina… ya veo.
(risas) En todas.
Hay un papel en el que siempre te he visto, creo que te pega bastante, y es el de Juana de Arco, ¿te gustaría hacer ese tipo de papeles épicos?
Me encantaría. Hacer ese tipo de mujer… de armas tomar.
¿Harías un papel que te pareciera muy bueno pero que dijeras «este personaje le va a caer muy mal al público y lo van a odiar»?
¡Me encantaría! Hacer de mala malísima, fea, horrible… me encantaría. Lo que me gusta de esta profesión es cambiar, jugar con diferentes cosas.
¿Te fastidiaría que siempre pensasen en ti para hacer, por ejemplo, de niña buena?
Hombre, entiendo que tengo una cara y un físico, pero siempre hay gente que es capaz de verte en otros registros. Me ofrecen cosas bastante opuestas. Precisamente la última prueba que he hecho es para hacer de junkie.
¿De junkie?
De junkie (risas).
Eres muy joven pero llevas ya años en el mundillo y has hecho casi de todo. Y sé que te gusta editar vídeo. ¿Eso significa que te gustaría alguna vez convertirte en directora?
Pues sí, me gustaría. Lo que pasa es que me parece muy complicado. De momento me gusta hacer cortos caseros. Muy caseros.
Imagina que un productor te dice; mira, te queremos como directora en una película…
¡Qué presión!
…e imagina que pudieses elegir el género, el argumento, ¿qué tipo de película te gustaría dirigir?
¿Qué me gustaría dirigir? ¡Ahí va! Bueno, me gustan los musicales. Pero claro, lo veo complicado. Dirigir un musical tiene que ser…
Bueno, pero te conoces bastante bien el mundillo, ¿no? El rodaje, la danza…
Ya. Las películas que también me gustan son las que tienen toques de fantasía… y ya lo de los efectos especiales no sé cómo se dirige. Ahí me pierdo, entonces mejor empezar con un drama.
Y si te convirtieras en directora, ¿qué directores serían tus influencias?
Las influencias son sobre todo aquellos a quienes he visto trabajar. Por ejemplo, Montxo podría influirme porque ahora acabo de ver cómo hace una película entera y —quieras o no— te quedas con cosas.
¿Alguna vez ves una película y piensas que te gustaría haberla dirigido a ti?
Me hubiese gustado hacer Amélie.
¿La hubieses hecho de forma distinta?
Si amo una película, la veo y pienso que no podría ser de otra manera. Pero si me diesen el guión y la tuviese que hacer yo desde el principio, me saldría distinta.
Amélie, Tim Burton… cine «dulce».
Sí (risas). Hombre, también me puede gustar por ejemplo alguna película de miedo. Pero reconozco que ese tipo de cine me gusta.
¿Te gusta el cine en 3D?
Pues no he ido a ver una película en 3D nunca. Nunca.
¿No has visto Avatar o Tron Legacy?
Las he visto, pero en dos dimensiones .
¿Y qué te parecieron?
Pues Avatar no me fascinó. Yo creo que la gente estaba más fascinada que yo precisamente por que la habían visto en 3D. Supongo que si te sientas en un cine para verla en 3D acabas diciendo «¡ahhhh, parece que todo esté justo aquí!». Pero…
Yo también la vi en dos dimensiones y me pareció…
¡Es como Pocahontas!
Hablando de convertirte en directora, ¿crees que el cine es un mundo machista? Por ejemplo, el Oscar a la mejor dirección no se entregó a una mujer hasta hace dos años, a Kathryn Bigelow por la magnífica En tierra hostil.
Es verdad. No sé por qué hay más directores que directoras. No sé si es machismo. Es como el mundo de la cocina: también los cocineros más importantes suelen ser hombres.
¿Alguna vez has experimentado machismo en el mundillo?
No. En mi profesión, gracias a Dios, no he tenido que enfrentarme a ninguna situación machista. Sé que hay trabajos donde todavía hay diferentes sueldos, por ejemplo. Pero en mi trabajo, nunca.
Sin embargo, visto desde fuera, hay pocas directoras, guionistas… tiene que haber algún motivo.
No sé, supongo que aunque parezca que ya somos un mundo muy evolucionado hay cosas que son lentas de cambiar. Hace sólo un siglo la situación de la mujer era… y todavía estamos ahí un poco.
(justo ahora entra en la cafetería un nutrido grupo de adolescentes que están de visita en el museo. Michelle los ve, sabe que van a reconocerla y que le empezarán a pedir fotos, y dice: «¡Cuánta juventud!», se ríe y comienza a fingir que aprieta con urgencia un botón de la X del aparato de llamar a los camareros)
¡Cancelar, cancelar!
(risas) ¡Control-Alt-Suprimir!
«Como íbamos diciendo…» (trato de ocultar su rostro de la vista de los adolescentes poniéndole un papel a modo de parapeto y nuevamente estalla en carcajadas) ¡Es el momento de pánico!
De pánico absoluto. Adolescencia…
Volviendo al tema: se siguen haciendo películas para público femenino y películas para público masculino. ¿Por qué este empeño? ¿Al final no nos gustan a todos las mismas películas, o sea, las buenas?
Mmmmm… hombre, yo supongo que depende. En algunos aspectos a lo mejor sí somos diferentes. A mí, como mujer, me sigue gustando mucho Disney . Por ejemplo. Me gusta Amélie, me gustan películas «sensibles» y no conozco muchos chicos que digan que Amélie es una de sus películas preferidas, ¿sabes?
Tengo que confesar que ni siquiera la he visto.
¡Muy mal! (risas) ¡Tienes que verla! Ayyyy…
(risas) No sé, igual la veo y me gusta.
Pero es lo que te digo: conozco muchas chicas que me han dicho que les ha gustado esa película, y no tanto chicos.
Pero parece que la industria del cine no confía mucho en ir más allá de esos estereotipos.
Yo pienso que cuando se plantean la idea de arriesgar, se echan para atrás, porque siempre es más fácil hacer lo que sabes que funciona y te va a dar dinero.
Supongo que tienen la teoría de que si estrenan una comedia romántica, en las parejas la mujer arrastrará al hombre a verla y serán dos entradas en vez de una.
Claro.
O al revés, si es una película de Chuck Norris…
¡Yo no me dejaría!
Sí, no suele funcionar. «Mira, vamos a ver esta película, hay tiros, pero…».
«…pero hay mucho amor».
No suele colar, ¿no?
No (risas)
¿Te gustan las series de televisión como Los Soprano?
Los Soprano la tengo muy pendiente pero aún no la he empezado. Vi Prison Break, me gustó mucho. Y Perdidos me la tragué entera, aunque me perdí un poco yo también . En la penúltima temporada ya me decía «¿pero qué es esto?». Y en cuanto al final, supongo que como todo el mundo todavía estoy en ello (risas), todavía estoy meditándolo.
No he visto Perdidos, pero sí, me han comentado que al final cuesta seguir el guión.
Es que yo creo que se pierden hasta ellos. Pero la serie ha sido una pasada, ha tenido algunas temporadas muy buenas… creo que es una de las mejores series que se han hecho.
¿Crees que las series de TV han llegado a igualar e incluso superar el nivel del cine actual?
Sí, totalmente. Se hacen con muchísima calidad, incluso con guiones mejores que los de muchas películas. De hecho hay muchos actores de cine, incluso en Hollywood, que están haciendo televisión.
¿Porque da más seguridad laboral?
Supongo que te da una seguridad laboral, sí. También la calidad ha subido mucho… antes era muy diferente. O eras actor de televisión o eras actor de cine, pero ahora ya no hay tanta diferencia.
(cinco chicas del grupo de adolescentes se acercan para pedirle fotografiarse junto a ella, y Michelle accede sonriente. Pasa un par de minutos posando con ellas y con otros chavales, y después regresa a nuestra mesa: ¡He vuelto!)
Jesús y yo estábamos comentando que debe de ser difícil de llevar. Ya sé que te debes un tanto a tus fans, pero…
Claro. Estas chicas han sido muy majas, pero paso por delante de un colegio y voy así (hace el gesto de ocultarse la cara con el abrigo). Aquí porque son menos y van con la profesora, pero como te los encuentres por ahí…
Es que Los hombres de Paco te ha dado mucha popularidad entre la juventud… ¿tú crees que la fama rápida que da la televisión es más difícil que te la dé el cine?
Sí, porque la televisión hace que estés cada día de la semana en casa de todo el mundo. Una semana y otra, y otra. Te da una familiaridad que no te la da el cine. En el cine te ven en una película y ya está. En la televisión estás presente todo el tiempo, entonces te sienten como de la familia.
¿Hay gente que se toma libertades o la gente suele ser respetuosa?
Suele ser respetuosa, pero hay de todo. Hay algunos que dices «¡pssshhhh!» (adopta una indescriptible expresión de desagrado)
(carcajadas) Qué lástima que esa cara no se pueda transcribir, ha sido todo un poema.
Claro… hay de todo.
Volviendo a las series, ¿te gustan las series cómicas?
Era muy fan de Siete vidas. Tenía algunos guiones inteligentes y muy divertidos. Como serie cómica me gustó. Pero Aída, por ejemplo, no me gusta tanto. Ese tipo de humor no me gusta tanto.
Cuando enciendes la TV, ¿qué te hace cambiar de canal porque lo ves y dices «no puedo con esto»?
Las cosas estas del corazón. Son, cómo lo diría… «chungas» (risas). Lo peor es que cambias de canal y llegas a otra.
Es difícil huir. Pero es curioso: mucha gente tenemos esa sensación de rechazo hacia el «corazón» pero es lo que domina la televisión.
Pero es que es terrible, ¿eh? Que eso domine la televisión, madre mía.
¿Cómo te lo explicas? ¿A qué crees que se debe?
No lo sé. Siempre me lo pregunto yo también. ¿Cómo es posible que cambie de canal y por la tarde, por la noche, a cualquier hora, estén los programas de este tipo? No sé, supongo que hay gente a la que sí le gusta; si no, no tendría sentido. Lo que pasa es que también pienso: hombre, si no te dan más opciones… está claro que siempre acabas en un programa de esos, ¿me explico? Pero no sé, no lo entiendo.
Quizá tiene un público que no considere la opción de, por ejemplo, ver otras cosas en internet o poner un DVD. Quizá es un público cuyo contacto con la tecnología del ocio se limita a encender el televisor y ver lo que se esté emitiendo.
Es igual que las revistas del corazón, que también son horribles. Supongo que se evaden un poco escuchando miserias de los demás para intentar pensar que su vida no es tan miserable como ellos creen… (se queda pensando en lo que acaba de decir) ¡Zasca, en toda la boca! (suelta una carcajada y vuelve a bromear con el botón) ¡Cancelar, cancelar!
(risas) ¿Qué sientes si alguna vez te ves en una de esas revistas?
Uf… (se queda pensando, muy seria) Mira: impotencia, angustia, rabia, tristeza.
¿Por qué crees que se permite?
Pues, ¡eso digo yo! Es que es terrible, porque la gente te dice «es que eres un personaje público». Ya, pero ¿yo cuándo he firmado en algún sitio que quiero que me saquen en una revista hasta cuando voy paseando a mi perro?
Pues yo creo que no eres un personaje público. Es decir, eres un personaje famoso, pero un personaje público es el presidente del gobierno. Tú no tienes esas obligaciones.
Ya. Es lo que te digo: la familiaridad hace que la gente quiera saber más de tu vida privada. Pero viéndome en esas revistas… me entran instintos asesinos. Es terrible, me parece terrible.
Pero a estas alturas, si te ves en alguna revista ya lo ignoras, imagino.
¡Intento ignorarlo! Pero, me sigue costando, ¿eh? Porque me entra la impotencia de decir: es que no lo entiendo, es que ¿por qué? ¡Es que no quiero! Si las dos partes están de acuerdo, pues muy bien. Pero yo ¡no quiero! No quiero que nadie me siga por la calle, no quiero que me saquen una foto. Porque no, porque es mi vida. Porque yo trabajo con mi rostro, no trabajo con mi vida privada. Puedo vender mi rostro, pero no vender mi vida.
¿Te han llegado a perseguir?
Me ha pasado y trato de olvidarlo. Me afectó muchísimo. Muchísimo. Pero es que afecta a la salud, o sea: llegas a tener ansiedad y tener pánico a todo, ¿sabes? Yo me digo: ¿cómo es posible? Si no he hecho nada malo, ¿por qué al ver una persona con una cámara o al verme yo en una revista me tengo que sentir así? Por Dios, ¡dejadme vivir! Y eso me ha pasado, pero claro que hay gente para quien es cien veces peor, que tiene diez cámaras detrás y eso ya… vamos, yo me tiro por el balcón.
A lo mejor no es peor porque eres muy terminante a la hora de no discutir tu vida privada.
No, pero te digo por experiencia: no he hablado nunca jamás en mi vida y he llegado a leer cosas que han puesto en mi boca que no he dicho jamás. Aunque no haya hablado nunca, da igual.
O sea que llegan a inventar directamente…
Pero no sabes tú. A veces llegas a reírte y decir, «¡pero que jeta tienen! ¡qué jeta!». Pero claro, tampoco te puedes meter ahí a…. ya no hablo de denuncias, creo que así lo que consigues es lo contrario de lo que pretendías. Está claro que lo que hay que intentar es pasar y que no te afecte, pero… a mí me ha resultado muy complicado. Ahora no me ocurre tanto, hace tiempo que no estoy tanto en la televisión y por lo demás la verdad es que me dejo ver poco. Fui a los premios de Fotogramas y antes de eso hacía un año que no iba a nada.
¿Sueles seguir las entregas de premios?
Los Goya los veo, los Oscars los veo al día siguiente.
¿Viste los Globos de Oro?
No, este año no los he visto.
Te iba a preguntar por la labor de Ricky Gervais como presentador.
Sé que fue polémica, eso leí.
Al parecer en la gala hubo gente que se sintió ofendida.
Supongo que se puede hacer humor sin que alguien lo tenga que pasar mal. Es como el humor de Corbacho, ¿sabes? A veces ese tipo de humor me hace pasarlo mal… vergüenza ajena, sufrir por la otra persona. A mí ese humor no me gusta.
Veo que no te gusta Corbacho.
Tiene cosas divertidas, pero no, no me suele gustar.
¿Quién sí te gusta?
Buenafuente me gusta mucho. Creo que hace muy bien su trabajo. Porque aparte de hacerlo con humor, lo hace con humor inteligente. Hace entrevistas inteligentes, no es eso que llegas y hablas de todo menos de lo importante, ¿sabes? Pienso que lo hace bien. Ese humor sí me gusta.
¿Y qué pasa si te hacen una entrevista y sólo te preguntan cosas como «cuál es tu color favorito»?
Claro, no. Es como… ¿para qué? ¿Qué interés tiene?
Respondes y ya está, ¿no?
Claro. La tuya me está gustando un montón. Hacía tiempo que no me hacían una entrevista así, en serio.
(a Jesús) ¡Haz una foto de este momento! Vamos a llamar a los camareros, ¡quiero testigos! Por cierto, hay una cosa que me ha llamado mucho la atención y es que te gusta grabar con el Cubase (un famoso programa para grabar música usando el ordenador como si fuese un estudio)
Sí, aunque lo tengo un poco apartado. Pero sí, he hecho mis pinitos.
Tiene que interesarte bastante la música para molestarte en usarlo. ¿Lo manejas tú misma?
Sí, lo manejo yo misma, pero mal. Tengo una mesita de mezclas, Multimix se llama. Me compré un micrófono y ¡a grabar! Aunque me liaba y a veces no me escuchaba por los cascos, o me escuchaba a mí pero no la música…
Es que es un programa difícil de manejar al principio.
Sólo sé lo básico.
A mí me costó meses aprender lo básico…
Sí (risas). Por intuición aprendí a cortar, a grabar sólo un fragmento…
¿Grabas sólo voces o usas instrumentos?
No, instrumentos todavía no. Aunque tengo un piano, una guitarra y un ukelele.
¡Un ukelele!
Sí (risas), lo que mejor toco es el ukelele, porque es más fácil, son sólo cuatro cuerdas y es de mi tamaño. La guitarra es como «qué grande» (hace el gesto de intentar abarcar una guitarra enorme). Pero estoy ahí, con la guitarra un poco, con el piano… pero sin tener ni idea.
¿Te veremos alguna vez sacando un disco?
De momento no. Me lo han propuesto alguna vez. Me gusta mucho cantar, pero soy más actriz que otra cosa. Quiero centrarme más en mi carrera de actriz, asentarme —si es que alguna vez te puedes asentar en esta profesión— y de momento, en música, sólo hacer colaboraciones. Aunque igual un día (¿por qué no? Nunca digas nunca) me da por ahí y digo: «pues venga, como Leonor Watling«.
Por ejemplo. Además la ventaja que tiene es que siendo ya una persona famosa te saltas la fase de darte a conocer ¿no?
Creo que en mi caso, si sacara un disco la gente diría (con tono escéptico) «¡Ja! A ver… ahora ésta se pone a cantar». Si ya haces una cosa a la gente le cuesta mucho pensar que también puedes hacer otra distinta.
La canción que cantabas en Los hombres de Paco gustó mucho, por lo menos al público de la serie.
Ya. Pero claro, la canción estaba dentro de la serie. Y precisamente por haber estado en esa serie y al ser mi público un público muy joven, al resto de la gente le costaría más tomarme en serio como cantante. No el estar cantando en una serie en plan «lalarala» (risas) sino el sacar todo un disco.
Pero si llegaras a grabar un disco, ¿qué estilo de música sería?
Suave. Yo no tengo el vozarrón de Beyoncé, ¿sabes? pero me gustaría (risas). No sé… yo creo que algo así como Françoise Sardi o Jane Birkin, o estas chicas que cantan suavecito. Así como para adentro.
¿En francés?
Hombre, podría ser en francés. Me gusta.
¿Algún otro hobbie oculto?
Me gusta mucho pintar cuadros. Ahora me ha dado por la pintura. Me compro mis lienzos y me pongo a pintar en casa.
¿Algún estilo en particular?
¡Uh! Nada. Igual que cuando me compré un piano. Me compro las cosas sin tener ni idea. Luego si sale algo o no sale nada… pero así libero mi creatividad. Pintar me gusta mucho. Mi abuelo pintaba muy, muy bien y creo que lo llevo ahí, un poco.
Se suele heredar.
Sí. Mis padres también dibujan y pintan muy bien, los dos. Lo que pasa es que ahora ya hace años que no pintan.
¿Te gusta la literatura?
¿Leer? Me encanta.
¿Qué has leído últimamente?
He leído hace poco El jardín olvidado, que me parece una novela maravillosa. También he acabado de leer ahora mismo El tiempo entre costuras, que también me ha gustado mucho, y Contra el viento del norte, que me lo regaló mi mejor amiga.
¿Y un libro con el que no hayas podido?
Pues mira, comencé el de Millennium y nunca lo acabé. No me enganchó. Me han dicho que no he llegado aún a la parte que engancha, pero siempre que lo empiezo se me cruza algún otro libro que me atrapa más y el de Millennium lo dejo.
¿Y una película con la que no hayas podido tampoco?
Me salí del cine con La playa, de Leonardo DiCaprio. Es la única vez que me he salido de un cine.
¿De lo mala que era?
No sé… luego la vi en televisión y dije: pues tampoco es como para salirte del cine.
Es que cuando pagas jode más.
Claro.
¿Y algún personaje que te dé mucha tirria?
Torrente. Lo siento (risas).
Ahora ha sacado la cuarta parte.
Ya, ya, por eso. Está en todas partes. No tengo nada en contra de Santiago Segura, y de hecho tiene que haber todo tipo de cine en este mundo. Y tiene mucho éxito, pero a mí especialmente… la verdad, no me llena el alma.
¿Has visto Dos tontos muy tontos?
La vi hace bastante. De Jim Carrey la que me pareció un peliculón fue El show de Truman.
Se parece mucho a las novelas de Philip K. Dick, como pasa con Matrix.
Matrix no me gustó tanto, ves.
No, Matrix es horrible, puedes decirlo.
Vale: Matrix es horrible.
Una apuesta que tengo con la directora de la revista…
A ver… (risas)
¿Cómo se pronuncia tu apellido, «Yéner» o «Yené»?
Lo correcto es «Yéner».
¡He ganado!
¡Enhorabuena! (risas) Porque es inglés, lo que pasa es que incluso yo también lo pronuncio mal a veces.
Otra pregunta: ¿Ciudadano Kane o Lo que el viento se llevó?
Lo que el viento se llevó.
Porque es más…
Pues mira, porque Ciudadano Kane ¡no la he visto! (suelta una sonora carcajada), ¡acabo de quedar fatal!
…y luego me dice a mí porque no he visto Amélie…
(se ríe y vuelve a bromear con el «botón de cancelar») La veré, te lo prometo.
¿Quentin Tarantino o los hermanos Coen?
Kill Bill me gustó un montón, no es mi tipo de cine pero me gustó. Y de los hermanos Coen, cuál te gusta, por ejemplo…
El gran Leboswki, ehh… (me quedo pensando, en otra laguna de memoria)
¡¡A-já!! (risas)
¡Las he visto, las he visto! Fargo es mi favorita.
Fargo también me gustó mucho. Entre Tarantino y los Coen no sé decidirme.
¿La guerra de las galaxias o El señor de los anillos?
El señor de los anillos, for ever.
Un poco «friki».
Las llevo en el corazón (risas). Me encantan.
¿También te gustó el libro?
Del libro leí las dos primeras partes y al final de la segunda ya me distraía…
Es bastante espesito. No me gustó.
Sí, pero las películas están muy bien hechas, me encantaron.
¿Audrey Hepburn o Marilyn Monroe?
Qué complicado. A ver, soy muy de Audrey, me encanta, tenía un ángel que no ha tenido nadie, esa elegancia… lo que pasa es que de Marilyn me fascina su vida, lo que había en su cabeza. Tengo el libro que han sacado con fragmentos y textos suyos y es increíble leer cómo se sentía. Siempre se sintió sola. Tenía inteligencia y nadie era capaz de ver más allá de su físico. Como actriz me gusta más Audrey, pero… me cuesta mucho escoger.
Entonces te ha gustado el libro de Marilyn… me lo habían recomendado.
Me ha gustado muchísimo. Hay una frase que se me quedó grabada: «sé que nunca llegaré a ser feliz pero sé que puedo llegar a ser muy alegre». Fíjate, qué cabeza.
Creo que era más inteligente que el crédito que se le suele dar.
Dicen que tenía un cociente intelectual superior a la media. Estaba muy interesada en la filosofía, la poesía… tenía mundo interior y ganas de saber. En cambio, la gente sólo veía… «a Marilyn».
¿Terror o ciencia-ficción?
Depende. Me gusta el terror, pero las películas de miedo psicológico. No me gusta el gore: zombies, muerte, cabezas, sangre, vísceras…. de Saw no vería ni una.
La primera no está mal.
¡Ahhhh! He visto alguna vez algo con jeringuillas… (con cara de aprensión) ¡argh! Pero el miedo en plan Los otros, ese suspense… eso me encanta.
Ya me has dicho que no has visto Los Soprano, pero aun así… ¿Vito Corleone o Tony Soprano?
Me quedo con Tony Soprano. No he visto la serie, aunque sí cosas sueltas y sé cómo es el personaje. Me parece «muy guay».
Es muy macho Alfa.
Sí, sí. Y muy tierno por otra parte, ¿sabes?
¿Humor británico o humor americano?
El británico, yo creo. Es más… sutil.
¿James Bond o Harry el Sucio?
(sin pensárselo) James Bond.
¿Qué tiene de malo Harry el Sucio? (risas)
No, hombre, es que James Bond… he crecido con él, desde que lo hacía…
(de repente se le queda el nombre de Pierce Brosnan en la punta de la lengua; sufrimos una inoportuna y surrealista laguna amnésica: Michelle no consigue recordar el nombre y yo, que no soy un gran fan de la saga Bond, ¡no consigo recordar siquiera que existía Pierce Brosnan! Le digo, intentanto refrescarle la memoria, ¡¡aunque mi memoria es aún peor!!:)
¿Connery, Roger Moore, Timothy Dalton, Daniel Craig?
¡El de en medio, coño! (risas)
¿Hay uno en medio?
¡Claro! El de… madre mía ¡cancelar, cancelar! Lo tengo en la punta de la lengua…
¿Aquél que sólo hizo una película en que moría la mujer de Bond?
No. El que lo hizo justo antes de Daniel Craig.
¿No era ése Timothy Dalton?
No. El que hace el anuncio de las gafas….
Ah, joder, sí.
¡¡Claro!! (risas) ¡Claro! Pero no me viene el nombre… ¡arrrgh, por favor!
¡He borrado a un James Bond de la lista! Y ya puestos, ¿quién es el mejor James Bond para ti?
Siempre me ha gustado mucho Sean Connery.
¿Alfred Hitchcock o Sergio Leone?
Hitchcock.
¿Qué película suya te gusta más?
Los pájaros. Me gusta mucho. Y Psicosis.
Además eres el tipo de actriz que le gustaba a él.
Así rubia, sí.
¿Te imaginas a ti misma en una película de Hitchcock?
¿Yo en una película de Hitchcock? Sí, me puedo imaginar, pero creo recordar que por ejemplo Tippi Hedren lo pasó bastante mal rodando con él.
Hitchcock podía ser un tanto truculento.
Sí.
¿Teniente Columbo o doctor House?
Columbo, ¡para siempre! (carcajadas). Columbo y la señora Fletcher.
Ah, pues… ¿Columbo o la señora Fletcher?
¡Ay! Pues la señora Fletcher.
¡Columbo es más inteligente!
Pero ella es mujer. Siempre me reía cuando veía esa serie con mi madre y decía: nunca invitaría a esa señora a una fiesta porque siempre acaba alguien muerto. Es llegar ella y «¡huy, un cadáver!»
(risas) Todos en la fiesta mirándose de reojo, a ver quién prueba primero la tarta…
(risas) Y bueno, Columbo, con su voz y su puro… (imitando la voz de Peter Falk)
Yo soy muy fan de Columbo.
Es mítico. Aunque ahora el hombre no parece estar muy bien de la cabeza… vi unas fotos de él por la calle… (pone cara de lástima)
¿Charlie Sheen o Mickey Rourke?
Charlie Sheen. El otro me da mal rollo (risas).
Es que Rourke es un poco orco de El señor de los anillos.
¡Ya! Da un poco de grima. Pero claro, tiene un pasado, y su pasado es…
Oye, que Charlie Sheen también se está construyendo un pasado importante. ¿Has seguido sus peripecias recientes?
No.
Pues le echaron de la serie donde cobraba dos millones de dólares por episodio…
(al oír la cifra, Michelle adopta una indescriptible cara de asombro y dice:) ¿¿…qué??
(risas) ¡Has puesto la cara de los dos millones de dólares!
¡¡¿Qué estoy haciendo con mi vida?!! (carcajadas)
¿Palomitas y refresco, o cerveza y patatas fritas?
Palomitas… y cerveza (risas).
¿Te gusta ir a las salas de cine o eres más de ver cine en casa?
Soy más de ver cine en casa. Me gusta estar en pijama, me hago yo las palomitas…
¿Pero porque en la sala de cine la gente te reconoce y…?
No, no. La verdad es que siempre me pregunto ¿por qué no voy más al cine? Hace unos días, por ejemplo, fui a ver El cisne negro. Y claro, me gusta ver el cine en pantalla grande.
¿La película qué te pareció?
Pues mira, yo a Natalie Portman la admiro desde siempre. Me encanta, me parece muy elegante, muy buena actriz y cualquier cosa que haga me va a gustar. Me gustó mucho, pero…
(en este momento se le vuelven a acercar para pedirle unas fotos; Michelle nos dice sonriendo «¡otra vez!» y atiende a los fans con su amabilidad habitual. Tras un minuto vuelve a la mesa)
Ya entiendo por qué no vas al cine.
(risas) Bueno, El cisne negro me gustó mucho. El final… esperaba algo más tremebundo. Es un final sorprendente, aunque no tanto como me decían. Pero me gustó. Además me gusta mucho el baile y ella está fantástica.
¿Qué otras películas te han gustado últimamente?
Habitación en Roma. Me encanta Elena Anaya.
¿Madrid o Barcelona?
Pues mira, yo creo que Barcelona es mujer y Madrid es hombre. Porque Barcelona es elegante, bonita, fina. Pero Madrid tiene ese encanto granuja, ¿no? De ese callejeo, esos barrios: la Latina, Malasaña… en Barcelona no se da tanto esto de ir de bar en bar. Barcelona es llegar a un sitio y quedarte ahí. Hombre, está el barrio de Gràcia, que también tiene muchísimo encanto. Barcelona tiene mar, y claro, yo he nacido allí y lo necesito. No podría escoger. De hecho, mira, la semana pasada me empadroné aquí después de seis años. ¡Que llevo seis años viviendo en Madrid! Ahora que lo pienso…
¿París o Londres?
No conozco Londres. París… mi madre es parisina, lo llevo en la sangre, París… ¡ah, París! El «amourrrrr» (arrastra la erre al modo francés).
Siempre lo digo, París es la ciudad que más me ha gustado.
Y Londres sé que me gustaría mucho, por todas las tienditas, ¿no? Es cool, me han hablado muy bien y quiero ir… lo que pasa es que estoy en proceso de volver a subir en avión.
Los que tenemos un problema, tenemos un problema.
¡Vale! (risas) Pero me apetece mucho conocer Londres, mucho, mucho. Es mi meta este año.
Yo me hubiese quedado a vivir en París.
Es maravilloso.
Esto va a sonar… pero el solo hecho de salir a la calle y que todas las chicas hablen en francés… parece que estén cantando.
Es un idioma maravilloso.
Di algo en francés.
Qu’est-ce que tu veux qu’il te dise en Français? (risas) Je te peux parler en Français? Bon jour. Oh la la. No, rien de rien (risas). Me pongo a cantar a Piaf… no sé, me encanta.
A ver, canta.
(carcajadas) ¿Eso cómo lo vas a transcribir? No se puede… (Michelle canta un fragmento de Rien de rien ante la grabadora). Mi «madge siempge» habla así. Se le ha quedado el acento «fgancés».
¿Tiene mucho acento?
Muchísimo. Y lleva en España desde los dieciocho años. No se le ha quitado.
Bueno, estas eran todas las preguntas.
Joder, no, oye, ha sido una entrevista supercompleta. Hacía mucho que no me hacían una entrevista así. Me encanta que no me preguntes cuál es mi color preferido.
¿…cuál es tu color preferido?
El verde.
Pero, ¿verde oscuro, verde botella…?
(Comienza a buscar algún objeto verde a su alrededor) …verde que te quiero verde… verde… verde… (se fija en las macetas de la terraza) ¡Verde planta! (risas)
Fotografía: Jesús Llaría
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Siempre olvidan al bueno de George Lazenby cuando se habla de James Bond. En fin.
¿El bueno de George Lazenby…? Imagino que se referirá usted a que debía de ser un «trozo de pan», porque si hemos de hablar de su capacidad interpretativa, mejor lo dejamos. Sí, efectivamente, EN FIN…
He llegado a esta entrevista por casualidad, y la verdad, me quedo fascinada. Siempre me ha encantado Michelle, creo que es bella por dentro y por fuera. Simpática, amable, dispuesta y siempre con una sonrisa… da gusto que tengamos actrices como estas en nuestro país.
Enhorabuena por la entrevista. Cercana, simpática, completa… me encanta.
Michelle Jenner se moja, es poco habitual que colegas de profesión se mojen así de otros.. como lo de corbacho.
y opine de temas fuera del cine así tan abiertamente.
tenía otro concepto de esta chica, por lo de los hombres de paco..
Esta chica es la mejor, por dentro y por fuera.
Y en otro orden de cosas, me ha parecido deliciosa Michelle (ah, The Beatles) Jenner en sus tiernas respuestas, amén de ser un alegrón para la vista. La entrevista ha quedado de lo más fresca, a lo que ha contribuído en gran manera la pericia en diversos terrenos de su autor; no solo escribe usted por aquí unos artículos del copón sino que veo que se maneja de miedo con las jovencitas. ¡Enhorabuena a los dos!
Muy buena entrevista. Michelle es adorable. En cuanto a George Lazenby, es la mejor peli por guion, por la trascendencia en la historia de 007, pero el actor es peor que pésimo y echa a perder el global de la peli
Superfresca la entrevista. Da la impresión de haber estado sentado a la misma mesa.
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Pues yo conozco a muchos tíos (y me incluyo) a los que les gusta Ameliè… no sé, no me parece nada raro.
Y decir que Matrix es mala… anda qué
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