Aleix Saló
Glenat, 2011
Nos llega de la mano del irreverente a la par que simpático (¿es posible?) Aleix Saló esta reciente sátira comiquera. Españistán nos cuenta a modo de fábula epicómica la historia de un pobre e inocente desgraciado que pretende que le anulen la hipoteca y para ello emprende un peregrinaje reivindicativo por las tierras de su país, metáfora semiabsurda del nuestro. El planteamiento es bueno y la ejecución monigotil de Aleix, adecuada. El principio quizá es lo más flojo de la historia, sacándote alguna sonrisa de vez en cuando. Pero a la que los personajes, en su periplo esperpéntico, se meten en Ciudad Burocrática, empiezan a abundar mejores situaciones y chistes de los de «reir por no llorar» cercanos a escuelas montipitonescas. Y sin llegar a ser Forges, puede que algo flote del madrileño tanto en el humor como en el grafismo; los personajes son de línea clara y gruesa, si bien más parientes de la patata que del pepino. A pesar de todo, el «gnie» que le ponemos a Españistán es que, cuando la historia se pone bien, se acorta. Las escenas en Ciudad burocrática, Las tierras muertas y el Distrito financiero (las más divertidas) terminan cuando empiezas a llevar un cierto ritmo de risa-carcajada y pasan al siguiente escenario. Pese a todo es una lectura recomendable, entretenida y con humor para gustos varios; desde el fino e inteligente hasta el importado de chiquitistanes vecinos.
Me ha gustado más la película
Vale, no es justo. Por dos razones. Primero, porque son obras distintas y los contenidos, si bien relacionados, son diferentes. El cómic es una metáfora cómica (¿exagerada?) de sucesos socio-económicos que tocan a todos en nuestro país, mientras que el vídeo es una explicación de forma didáctica y cómica de cómo pasamos de la burbuja inmobiliaria a la crisis actual. Y segundo, porque el video es MUY bueno. Es de aquellos que «hay que ver».
El mismo Aleix nos daba algunos datos de la repercusión del video en la presentación del cómic en la Librería Bertrand de Barcelona. El autor, acompañado de su editor de Glénat y de los autores técnicos del video, nos contó cómo en dos días, De aquellos barros, estos lodos ya había tenido medio millón de visitas, codeandose con videos de Champions y promociones veraniegas cerveceras varias. Una semana después ya iba por más de los dos millones de visitas. Además, ha sido distribuido y traducido internacionalmente y visionado en clases de economía diversas. Como expuso el autor, el video no pretende culpar a nadie en particular y pretende ser una perspectiva o forma de explicar los fenómenos recientes que nos han llevado a la situación de crisis actual. Respecto a las concentraciones recientes, comentó que le gustaría hablar de ellas, como de otros tantos temas que tiene en el tintero pero que quizá para el análisis es mejor dejar pasar un tiempo.
Majo él, contestó a todas las preguntas, estuvo dibujando monigotes y dedicando libros hasta al último asistente a la presentación y nos emplazó a la futura exposición, de ésta, su última obra.
