Sexo, drogas, rock & roll. Es el gran tópico en torno a las estrellas del rock: sus vidas repletas de excesos, megalomanía y pérdida del contacto con la realidad; biografías adornadas además con multitud de leyendas truculentas y anécdotas delirantes. Todo esto hace que las biografías de los iconos rockeros constituyan a menudo una lectura fascinante, no solamente para sus seguidores sino para cualquier tipo de lector, le guste o no la música rock. Proponemos aquí una breve selección de títulos que os harán pasar un buen rato: insistimos en que no es necesario apreciar la música de estos artistas —es más, ni siquiera es necesario saber exactamente quiénes son— para poder disfrutar de estas lecturas:
Último tren a Memphis / Amores que matan, por Peter Guralnick
Los dos volúmenes de la que, sin lugar a dudas, es la obra definitiva sobre Elvis Presley y una de las mejores biografías que se hayan escrito nunca sobre un icono del mundo del espectáculo. Aunque Elvis es quizá el artista al que se ha dedicado la bibliografía más extensa del siglo XX, ningún otro libro ha llegado —ni probablemente llegará en el futuro— al nivel de excelencia de estos dos tomos. Peter Guralnick ha documentado cada momento de la vida de Elvis a través de fuentes fiables y pese a su exactitud enciclopédica no es ni mucho menos una lectura pesada: de hecho la narración resulta dinámica y absorbente. La agilidad del estilo de Guralnick y la constante inclusión de testimonios directos de gente que conoció a Elvis hace que los personajes y las situaciones cobren vida ante nuestros ojos.
El primer volumen, Último tren a Memphis, describe de manera extraordinariamente vívida los humildes orígenes de Elvis Presley y su repentina ascensión al estrellato. El segundo volumen, Amores que matan, describe el proceso de deificación del ídolo y su progresiva decadencia personal. Durante toda la obra se perfila no sólo la personalidad de Elvis, sino las razones que hicieron de él un mito viviente —razones que iban mucho más allá del simple marketing— y la colosal influencia que tuvo sobre la cultura juvenil y la evolución musical de la segunda mitad del siglo XX. Aunque Guralnick es obviamente un fan de Elvis, uno de los aspectos más interesantes del libro es su apabullante objetividad, ya sea para describir al personaje, ya sea para hablar de su música. Peter Guralnick no importuna al lector con sus opiniones, lo cual se agradece, y las pocas veces en que se permite la licencia de juzgar la música de Elvis da muestras de una finura de criterio admirable: uno puede estar de acuerdo o no con Guralnick las pocas veces en que critica tal o cual disco, pero es innegable que el escritor sabe muy bien de lo que habla. Pero insistimos: la música es sólo el telón de fondo de lo que es una obra sobre la epopeya personal de un individuo singular, Elvis Presley, que fue catapultado a un irreal estatus de Dios sobre la tierra que terminó por destruirle. Estos dos libros son la crónica del precio que pagó un individuo por convertirse en la sacrosanta efigie cultural de una generación.
En resumen: lectura recomendada para cualquier lector sean cuales sean sus gustos musicales; imprescindible para quien esté interesado en la música popular y los fenómenos sociológicos asociados a ella… y sencillamente una Biblia que debería lanzarse a adquirir ahora mismo quien sea un fan de Elvis Presley. Dicho de otro modo: una obra maestra del género biográfico.
Los trapos sucios, por Mötley Crüe
El nombre Mötley Crüe quizá no dispare demasiados resortes en aquellos lectores ajenos al mundillo del rock duro, pero han parido una de las autobiografías más divertidas publicadas en años. Es bien sabido que sus vidas han consistido en un maremagnum de sexo, alcohol, drogas, escándalos y en definitiva, un carrusel de constante irresponsabilidad suicida. En Los trapos sucios se han encargado con contárnoslo ellos mismos: los cuatro músicos han escrito el libro, pero no juntos, sino por separado. Lo realmente divertido de esta autobiografía es que los miembros de Mötley Crüe se reparten la escritura de las diferentes partes de libro, con lo que cada capítulo es alternativamente escrito por cada uno de ellos. Esa forma de escribir la autobiografía es una gran idea, porque según quién escriba el capítulo concreto les vemos dar distintas —y contradictorias— versiones de un mismo hecho, ridiculizarse mutuamente, desmentirse unos a otros y dando la hilarante impresión de que entre ellos reina la más absoluta falta de entendimiento.
Además de las anécdotas de toda índole que pueblan el libro —las más aberrantes protagonizadas, cómo no, por el esquizoide Ozzy Osbourne, capaz de esnifar una fila de hormigas o lamer un charco de orín— resulta sumamente ilustrativo contemplar cómo las cuatro personalidades del grupo van emergiendo capítulo a capítulo, hasta que tenemos una buena idea de lo difícil que resulta para individuos tan diferentes seguir juntos en el negocio. Desde la permanente acidez y sarcasmo de Nikki Sixx hasta la evidente cortedad de Tommy Lee, quien —como sospechábamos— es un tontolaba de consideración (por ejemplo, el capítulo en que narra cómo se enamoró de Pamela Anderson es estúpido y sonrojante a partes iguales). Pasando por la más serena reflexión de Mick Mars —el único que parece una persona normal ahí dentro— o las autojustificaciones del autodestructivo Vince Neil, quien debe de tener bono de cliente preferente en todos los antros de strippers de la nación. En resumen, un libro divertidísimo para comprobar en qué han empleado su tiempo tipos que a los veinte años se convirtieron en estrellas y aún no han bajado de la nube… sea cual sea la sustancia que les provoca esa nube.
White line fever, por Lemmy Kilminster.
En dos palabras: humor inglés. Para mucha gente, la apariencia de Ian “Lemmy” Kilminster o la ruidosa música de su grupo Motörhead serán sin duda una barrera difícil de superar, pero eso no debería impedir que se acerquen a este libro. Es una de las autobiografías más divertidas publicadas en años, gracias a la constante ironía típicamente británica que tiñe el texto desde el primero hasta el último renglón. Lemmy es una leyenda del rock y lo ha vivido prácticamente todo en el negocio: vio comenzar a los Beatles y a los Stones, conoció a Jimi Hendrix, ha visto surgir movimientos y corrientes de todo tipo, se ha codeado con estrellas como los Guns’n’Roses y ha tenido romances con célebres féminas del mundo del espectáculo (aunque, haciendo gala de su fama de gentleman, no cita a casi ninguna de ellas). Pero insistimos: el punto fuerte del libro es su sentido del humor y el distanciamiento hilarante con el que narra la evolución de su carrera. En su libro, Lemmy optó por dejar fuera muchas anécdotas, algunas bien conocidas, pero lo suplió con toneladas de ironía. Hay pasajes que no tienen desperdicio, como cuando Lemmy describe su paso por Hawkwind, aquel caótico grupo hippie que logró cierta notoriedad gracias a su música alucinógena —y por momentos intragable—, pero cuyos miembros desaparecían sin dejar rastro en pleno cuelgue de LSD para, en ocasiones, reaparecer al cabo de meses o años como si tal cosa, cuando sus compañeros ni siquiera sabían si estaban vivos o muertos. Lo dicho, un libro muy recomendable para el que hay que dejar a un lado prejuicios musicales, porque el humor de Lemmy trasciende géneros y estilos.
Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett
Una de las sorpresas editoriales en cuanto a autobiografías musicales en los últimos tiempos. El líder del grupo Eels podía ser una figura más o menos apreciada por según qué públicos, pero nadie esperaba que su autobiografía resultara tan interesante. De hecho, el boca a boca ha funcionado de maravilla con este libro y lo ha convertido en un éxito de ventas, incluso en el caso de lectores que —como quien escribe estas líneas— apenas habían escuchado su música o siguen sin interesarse mucho por ella. Hay buenos motivos para el éxito del libro, y uno de esos motivos es que Mark Oliver Everett sabe escribir. Aquí no tenemos el humor de Lemmy Kilminster o las historias truculentas de Mötley Crüe, pero tampoco hace falta. Es un libro serio, en el que Everett reflexiona sobre sí mismo y sus demonios internos, preguntándose constantemente cómo alguien que tenía todas las papeletas para ser un perdedor ha terminado teniendo éxito. Aunque pueda sonar a “músico que adopta la pose de artista maldito”, no nos engañemos: el libro destila sinceridad por los cuatro costados y Everett se destapa como un individuo sumamente inteligente, cuyas cavilaciones nunca dejan de sorprender al lector. La filosofía personal de Everett, su aguda inteligencia y el modo en que ha luchado por superar sus traumas personales y familiares ha conseguido que haya quien incluso etiquete Cosas que los nietos deberían saber somo un “libro de autoayuda”, lo cual es bastante inexacto pero da una idea de por dónde van los tiros. Everett no pretendía escribir un libro de autoayuda —ni mucho menos— pero habla de sí mismo con tal transparencia y perspicacia que acaba ganándose nuestra simpatía y, de hecho, convirtiéndose en una especie de referente. Sin embargo, que nadie piense que el libro es por ello aburrido o espeso: como ya hemos dicho, Everett sabe escribir (de hecho es todavía mejor escritor que músico) y su estilo es ágil, preciso y bastante absorbente. Hagamos que el boca a boca continúe: lectura muy recomendada que difícilmente defraudará a nadie.
Al libro de «Los trapos sucios» de Es Pop le tengo ganas desde hace tiempo. Musicalmente Mötley Crue no me dice nada, pero varias personas que se lo han leído (y en cuyo criterio confío) afirman que eso no tiene importancia para disfrutar del libro… A ver qué tal!
Y el libro de Lemmy lo compraré seguro: qué alucinante el documental sobre su vida que estrenaron el pasado In-Edit… Un personaje increíble! :)
Las biografías de Elvis por Guralnick son un MUST, y The Dirt se debe leer aunque uno no sea fan de Mötley Crüe. Fueron el mayor exponente de exceso sleaze.
A las mencionadas añadiría la de Ozzy, con pasajes hilarantes, la de David Lee Roth, y las de Ronnie Wood y el gran Keith Richards, entre otras.
Mención especial a la autobiografía de Slash por Anthony Bozza, y a American Scream, la historia del fallecido stand up comedian más rockero y censurado, Bill Hicks.
Alguien me puede recomendar una buena biografía sobre Pink Floyd
Claro, una muy buena, escrita por un miembro de la banda ‘Nick Mason’, se titula (en castellano) «Dentro de Pink Floyd» y otra que también es muy interesante es «La odisea de Pink Floyd» de Nicholas Schaffner. Estás son las que te pueden parecer muy interesantes, yo las utilicé para una pequeña tesis sobre el grupo. Espero que te sea de ayuda.
Saludos
Recomiendo encarecidamente ‘Scar Tissue’, la autobiografía de Anthony Kiedis (Red Hot Chili Peppers). Retrata con una crudeza brutal su lucha contra sus adicciones a lo largo de los años, sus relaciones con las mujeres y su atípica infancia en los bajos fondos de Hollywood. Lamentablemente, no estoy seguro de que esté traducida al castellano pero es un libro espectacular y que atrapa a seguidores y no seguidores de la banda.