La página principal está muerta. Al menos, eso es lo que dijo The Atlantic el año pasado a propósito del gráfico interno de The New York Times que obtuvo la web BuzzFeed. Según aparece en la mencionada gráfica, la portada digital del rotativo norteamericano perdió en dos años —desde 2011 a 2013— ochenta millones de visitas.
La gente ya no lee los periódicos ni las revistas empezando por las páginas de inicio de sus webs, sino que entran mediante enlaces directos a los artículos que les interesan. Desde Google o agregadores de noticias y, sobre todo, a través de los feeds de sus redes sociales. Ya lo afirmó Ramón Trecet: «Un periodista vale hoy su número de followers». Y tiene perfecto sentido, porque el New York Times perdió ochenta millones de entradas a través de su homepage, pero el total de sus visitas permaneció esencialmente estable.
En efecto, la propia BuzzFeed elaboró un informe en el que constataba la verdadera importancia de las redes sociales. Lo que realmente leemos. En dos años —desde 2012 a 2014— las entradas por Twitter se duplicaban y las de Facebook se habían triplicado.
Porque habrán perdido ochenta millones de clics a la página principal, pero al New York Times le siguen leyendo por internet ciento sesenta millones de personas al mes. Cuatro veces la población de España. Y estamos hablando de un periódico con siglo y medio de antigüedad que ha pasado trece décadas publicando exclusivamente en papel. Fíjense la importancia que tiene posicionarse en las redes sociales y aún más, en la propia web. Ya han visto cómo empieza el presente artículo: The Atlantic, BuzzFeed y New York Times. Una cascada entretejida de enlaces digitales. Si no estás en la web, no existes.
Esta afirmación no solo es válida para grandes empresas o conglomerados de la comunicación, sirve para todo el mundo. Desde sastrerías que venden trajes de nazareno hasta algo tan tradicionalmente asociado a la presencia física como comprar naranjas. Y es una inversión que acaba dando sus réditos: las tiendas, incluso las más pequeñas, acaban multiplicando hasta por diez las ventas que habrían tenido en caso de no haber salido de su nicho habitual.
Sí, hay que estar en Internet. Lo primero es elegir el servidor adecuado, después hay que elaborar una estrategia que nos permita destacarnos de nuestros competidores. Puede ser una estrategia seria, puede ser desenfadada, artísticamente deslumbrante o sobria y formal. Y finalmente, tenemos que saber cómo colocarnos y a quién dirigirnos. Tenemos que escoger cuidadosamente quién es nuestro cliente potencial y mostrarnos en los timelines de sus redes sociales. Si el cliente es el apropiado, sus contactos probablemente también lo sean y nuestro impacto acabará creciendo prácticamente solo.
Ahora ya no nos vale con tener prestigio, estar asociados a una marca célebre o depender de una cabecera potente. Ahora hay que merecerlo. Ahora hay que bucear en los comportamientos de la gente; aprender lo que hacen, lo que buscan y lo que quieren y así, convertirlos en nuestros clientes. Aunque nuestro producto sea un blog, fotos de bodas o la opinión que tenemos sobre la última serie de éxito.
Oscar Wilde escribió La importancia de llamarse Ernesto en 1895. Poco sabía que, ciento veinte años después, la mala traducción española de su título tendría tan plena relevancia. Porque el título original de la obra de Wilde es The Importance of Being Earnest: la importancia de ser merecedor.
Diría que alguien en AEDE debería leer esto, pero no estoy seguro de que fueran a comprenderlo.
«The Importance of Being Earnest: la importancia de ser merecedor»
¿En serio o me he perdido algo?
No es más que un anuncio de 1and1, pero lo de Wilde no lo sabía.
Al menos el excipiente de la carga publicitaria es interesante, cosa que no suele ser lo habitual.
El posicionamiento en redes sociales es uno de los nuevos timos en todos aquellos cursos que se crean para no contar nada y recaudar un montón. Y es que el tan meneado «branding», que no es otra cosa que la búsqueda de notoriedad de toda la vida, se consigue en el plano analógico como en el digital realizando actividades de valor real, y con capacidad para llegar primero y llegar en condiciones. El resto, humo del malo.
http://casaquerida.com/2015/03/31/banderas-de-nuestros-muertos/
Lo que me ha parecido más interesante del artículo es lo de Oscar Wilde y el link a la entrevista del Trecet.
Interesante artículo, y vuestra revista en general, pero podríais ser más cuidadosos con hacer publicidad encubierta de vuestro proveedor web, atufa un poquillo.