Llega tarde a La Manduca de Azagra porque Carlo Ancelotti ha retenido a los jugadores después de dos palos que los dejan en la cuneta de la Liga (Barcelona y Sevilla). La entrevista se produce un día después del viaje al Pizjuán. Pero Álvaro Arbeloa Coca (Salamanca, 1983) no está deprimido. Cojea vistosamente, eso sí. El técnico italiano les avisó de que la racha de victorias se iba a terminar pronto y vendría un bache que solo podrían superar si permanecían juntos. El Madrid aún no había jugado entonces los cuartos de Champions. Arbeloa se sienta en la mesa mirando de reojo a la fotógrafa. «He prometido no afeitarme ni cortarme el pelo hasta que juegue», dice. Extiende la carta y pide «blanco, blanquito todo, verde» mientras se frota los abdominales y pide agua. No habrá carnes rojas hoy en el asador, ni tintos, ni digestiones pesadas.
¿De dónde venís los Arbeloa?
De Carcastillo, un pueblo de Navarra. Mi padre creo que fue el único que nació en Getafe. Conoció allí a mi madre, que era de Barcelona. Se casaron y tuvieron a sus dos primeros hijos. Se mudaron a Palencia y después a Salamanca, donde nací yo.
Pero no pasaste tiempo allí.
Dos años, luego uno a Valladolid y desde los cuatro en Zaragoza. Hasta los dieciocho.
¿Futboleros?
Mi hermano mayor jugaba. Del mediano mi padre siempre cuenta que iba a verlo y lo encontraba jugando al baloncesto. Como no lo sacaban a jugar, se ponía con una pelota de basket, así que mi padre le dijo que hombre, para verlo al lado del banquillo tirando a canasta, no iba a verlo.
¿Tu padre era de algún equipo?
Sí, desde luego.
No se puede decir, entiendo.
Mi padre era aficionado del Atleti. Mucho, mucho [risas].
Tú empiezas en Zaragoza.
En el recreo, concretamente. Por eso, cuando pienso que vivo de lo que hacía en el recreo, imagínate.
Una buena escuela.
Los recreos eran un clásico eterno. Ahí se ganaba por lo civil o por lo criminal. Tres clases jugando en el mismo campo, tres balones diferentes. Empapados de sudor, empujándonos con todos. De allí no era tan importante salir ganador como salir vivo.
Tú ganaste.
A mí me gustaba el fútbol, pero no pensaba en vivir de esto. En casa siempre eran muy exigentes con los estudios. Lo primero nunca era el fútbol. Mi madre siempre me decía: tú compras un billete de lotería sabiendo que no te va a tocar. De este modo si hay una alegría, será mayor. Con el fútbol hice lo mismo. Jugaba por diversión y no le concedí nunca la posibilidad de un chasco. Todo lo que me podría pasar con el fútbol sería bueno.
¿Y estudiaste?
Me apunté a Publicidad y luego pasé a Empresariales. Fue para convencer a mis padres de que debía estar en Madrid. Yo ya tenía sitio en los juveniles del club y quería estudiar aquí.
¿Y estudiaste?
Llevábamos vida universitaria: ver Crónicas Marcianas hasta la una, jugar a la Play, ir poco a clase por la mañana y de tarde a entrenar.
El dinero.
Me sirvió para comprarme un coche. Nunca estuve muy obsesionado con eso. Al año siguiente dejé la residencia y me fui a vivir con mi hermano Raúl, que se vino aquí a estudiar.
¿Con quiénes hacías equipo?
Soldado, De la Red, Javi García, Borja Valero, Jurado, Codina, Juanfran, Negredo, Filipe Luis, Diego López. Una generación que el Madrid no había visto en mucho tiempo.
Todas las generaciones del Castilla no se vieron en mucho tiempo. Luego os quedáis dos o tres cada diez años.
Triunfar en el Madrid es muy difícil. Sobre todo si vienes de abajo, porque el salto es enorme. Yo jugaba de central y tenía que luchar con Cannavaro, Helguera, Ramos… Esto es el Madrid, aquí un entrenador no puede tener paciencia para poner a rodar a alguien en el campo.
Pero en el Depor jugaste al llegar.
Caparrós me puso desde el principio veinte partidos seguidos. Y tenía a gente como Lopo, Andrade o Coloccini. Gente mucho más veterana, pero Caparrós apostó por mí. Tampoco tenía él la necesidad que hay en el Madrid de ganar cada partido.
¿Quiénes la liabais en el Castilla?
Las únicas historias que recuerdo son las que no se pueden contar. Ese del filial es un momento en el fútbol en el que eres profesional pero no todavía a estos niveles. Juegas sin presión, para disfrutar. Y teníamos veinte años, imagina: muchas cenas de equipo que hoy no se pueden dar porque tienes niños, familia. Lo que había era muchísima más relación entre nosotros.
Subes del filial a la Galaxia.
Me lleva Camacho.
Pues sí que os duró el amor.
Me llamó el día que presentó su dimisión. Tercera jornada de Liga, perdimos 1-0 en Barcelona contra el Espanyol. Ya antes, en la charla previa al partido, había una tensión tremenda. Dejó en el banquillo a Beckham y a Raúl.
Estabas alucinando.
Te choca llegar allí, a una plantilla como esa que era la leche, y sentir tal carga de presión. Fue entrar de golpe en la realidad del fútbol.
Esa noche Camacho, que venía de perder 3-0 ante el Leverkusen en el primer partido de Champions (con Ronaldo y Figo en el banquillo), deja fuera a Beckham, Raúl y el delantero que no quería, Owen, porque había pedido un medio de contención. Y mete a Juanfran y a Celades. Septiembre y en el vestuario un polvorín.
«¡Ahora id a hablar con vuestros amiguitos de la prensa», gritaba después de dar la alineación. Y uno se reía. «¡Sí, sí, ríete!». Yo pensaba: «Joder, estos tíos están por encima del bien y el mal».
Al menos compartiste banquillo con Beckham.
Mi inglés entonces era un desastre. Él es un tío muy simpático que va a su bola. Te acercas a él pensando en el jaleo mundial que había con David Beckham y entonces cualquier cosa que hiciese te parecía normal, ¿pero qué se supone que iba a hacer?
Para diferente, Ronaldo.
Todo un caso. Nunca dejó de disfrutar en el campo. Si no le apetecía correr, no corría. Si le apetecía marcar tres goles, marcaba tres goles. Una cosa impresionante. Cuando me fui del Madrid al Depor jugué contra ellos después de Navidades. Era el año de Capello que luego ganaron la Liga. Perdían contra nosotros 1-0 y sale Ronaldo al campo. Entonces coge la posición, me acerco a marcarle y me mira alucinado: «¿Pero tú estás con ellos?». «Sí, sí. Aquí juego». El tío llegaba al campo y preguntaba: «¿Contra quién jugamos hoy?». Su mundo era el juego, el balón. Entraba, la pedía y él se encargaba. No he visto a nadie que definiese así. Era imparable.
De Garrincha se cuenta que un día llegó al campo y se quedó asombrado por la cantidad de gente que había. «¿Qué pasa?», preguntó. «Que es la final de la Copa del Mundo». Con razón le llamaban Alegria do Povo.
Yo pienso en lo que hubiera sido de Ronaldo o de Ronaldinho, que han sido lo que son, los mejores del fútbol mundial, si tuviesen la disciplina de Cristiano.
Probablemente les faltase algo genuino, identificativo, que llevan en la sangre.
Al final es su carácter, vale. Pero no puedes dejar de pensarlo. Qué barbaridad aún mayor hubieran sido. No sé, te da rabia.
Como Guti.
Era una auténtica pasada. Físicamente fuerte, tenía todas las condiciones. Porque se suele hablar de la técnica de Guti, pero tenía un físico portentoso. Y al final se impone el carácter. Guti como persona es un diez, pero claro, a lo mejor llegaba un día tarde a un entrenamiento y decía: «Me cago en la puta, no se vuelve a repetir. Voy a llegar todos los días el primero». Y se tiraba una semana llegando el primero al vestuario. Al octavo día, ¡pum! Pero sí, supongo que eso no se puede cambiar, y que también los hace especiales.
Ese dejarse llevar tan literario.
Por eso lo que hace Cris es tremendo. Porque él tiene un talento natural y condiciones para desarrollarlo, pero es que además es un obseso de la perfección. Ganar, mejorar, seguir, pelear. Un día tras otro, sin descanso.
Volvamos al vestuario del Espanyol.
Acabó el partido y en el avión no se podía ni respirar. No recuerdo lo que pasó al acabar el partido, pero no creo que Camacho dijera ya nada. Tenía claro que no aguantaba más desde antes del partido. Para mí fue un palo, porque al fin y al cabo él me había subido. Pero cogió el equipo García Remón y me hizo debutar.
¿Cuándo?
De forma inesperada. Me llevaron a mí y a Javi García el día del Betis. Si no jugábamos teníamos billetes con el filial. Íbamos perdiendo 1-0 y salí por Mejía, que estaba de lateral.
¿Por qué se puso a cambiar laterales García Remón si estabais perdiendo?
Supongo que Mejía tendría alguna amarilla. Y el Betis tenía por allí a un brasileño muy bueno que le estaba dando problemas. Empatamos con golazo de Ronaldo. Yo le di un taconazo a Zidane y García Remón me pegó un broncazo: «¡Fácil, fácil!».
Zidane no hablaba mucho en el campo.
Siempre ha sido muy callado. Ahora poco a poco va soltándose. Al final un segundo entrenador es más importante de lo que la gente se cree. Tiene más contacto con los jugadores, que nos atrevemos más a hablar con el segundo que con el primero: «Joder, es que el míster esto, el míster lo otro». Zidane ha ido soltando esa personalidad tan callada y está creando vínculos. Trabajamos muy bien con él.
Ya sabes que al poco de estar en Madrid le dijo a Florentino que lo quería dejar porque Figo no se la pasaba. Y efectivamente: Figo no se la pasó hasta que se lo ordenó el presidente. Luego el portugués hizo algo parecido con Beckham. Gestionar figuras es un ejercicio brutal.
Mira, el fútbol es un deporte colectivo al 20-30%. El éxito consiste en ser un equipo, pero esto la mayor parte de las veces es un deporte individual. Cada uno sabe que tiene que rendir lo suyo y mirar por él. Si no juegas bien, te matan; si pitan a un compañero, pues bueno. La mentalidad es: «Si yo lo hago bien, listo. Cada palo que aguante su vela».
Pero al final os vais con títulos. Cuando tengas cincuenta años nadie te va a recordar un hat trick en la jornada diez. Te van a recordar por una Champions, por una Copa, por una Liga.
Ya, pero da esa sensación, qué quieres que te diga. Si a mí me perjudican los árbitros, salgo y hablo de los árbitros; si perjudican a otro, que hable su prima.
¿Tanto como para condicionar un pase?
Hombre, a mí me costaría mucho distinguir el pase por afectos. A veces, viendo algún partido, notas que entre dos que se llevan muy bien se la pasan más, y si no, pues menos. A lo mejor por sensación de confianza.
O que te tiren un melón.
[Risas] Y tú ahí con un control de mierda, ¿no? Pero en fin, estas cosas las escuchas de otros equipos, las ves tú en la televisión. No son exclusivas del Madrid. Desde fuera esto es muy diferente a lo que es en realidad.
Cuando subes al primer equipo tienes claro que te vas a ir.
Me quedó la espinita de no irme antes. Aguanté tratando de aprovechar una oportunidad. Pero llega un momento en que te rindes. El año que fichan a Capello trae a Cannavaro, por ejemplo.
Se acabaron los ‘zidanes y pavones’ y se abrió la veda de fichar defensas y medios.
Conociendo el perfil de Capello y lo que quería, supe que me tenía que ir. ¿Sabes qué pasó ese año también? Que Florentino se fue y Calderón ganó las elecciones. No sabíamos qué iba a pasar con nosotros.
¿A qué te refieres con que sabes lo que quiere Capello?
Bueno, gente veterana y ganar un título urgentemente. ¡Que al final Miguel Torres subió del Castilla y jugó mucho con él, ojo! Yo no sé si quedándome hubiera tenido oportunidades, pero era un momento en el que pensaba que no iba a jugar en el Madrid en mi vida.
Y llegas a Galicia.
Me tiró Caparrós. Ya no era el Superdepor, pero había un proyecto de regeneración que me atrajo.
¿Cómo entrena Caparrós?
Yo jugaba bien un partido, llegaba al vestuario y me echaba una cantada por cualquier gilipollez. El día que tenía malo, no me decía nada.
Seis meses con él.
Muy poco, pero aprendí. Te hacía sentir el fútbol las veinticuatro horas, que es algo que se valora cuando eres joven. Porque madurando te das cuenta de una cosa: cuanta más edad tienes, más trabajas, más te cuidas y más vives para el fútbol. Debería ser al revés, porque ya has llegado, ya has hecho tu carrera en la élite, y se supone que estás de vuelta. Pero no.
Es curioso esto.
Un día en la pretemporada de Innsbruck, con el Madrid, salimos todos del gimnasio y nos dieron orden de dar un par de vueltas y a la ducha. Nos pusimos a trotar los canteranos en grupete y pasó Raúl al lado como un avión diciendo: «Si fuese por mí os ibais todos a Madrid». Y tú piensas: ¿pero este tío? Ahora, cuando tú eres el veterano, lo entiendes todo.
Caparrós compite.
Motiva muchísimo, es muy parecido a Luis. Luis apretaba, trabajaba el tema mental. Yo estuve muy poco con él, pero en aquella Eurocopa su primera virtud fue hacernos creer que podíamos ganar. «Sois los mejores y si con este equipo no llego a la final soy una mierda de entrenador».
Luis estuvo machacadísimo.
Fueron a Murcia y casi no les dejan ni entrenar. Los mataban cada día. El último partido antes de la Eurocopa lo jugamos en Santander contra Estados Unidos. Ganamos con gol de Xavi. Y nos pitaron, pero una pitada que tenías que oírla. Pitos en el campo y rajadas en la prensa.
¿Eso llega mucho?
El vestuario las guarda. Parece que no, pero las guarda. Ganamos 0-1 a Francia después de empatar contra Finlandia en Gijón. Estábamos en el autobús esperando a Sergio, que apareció con la jefa de prensa. «Estábamos atendiendo a los medios». «¿Los medios?», saltó uno de los pesos pesados. «¡Que les den por culo, si hace dos días nos estaban matando!». Pero esto es parte del fútbol.
Figo decía que si no le daba una entrevista a un periódico le ponían, jugase como jugase, un cuatro. Y a otro que jugase peor y sí atendía, un siete.
Los periodistas son personas. Y tienen sus afectos, como cualquiera. Esto me lo ha dicho un periodista, ¿eh? «Yo, al que me trata bien, lo trato bien, y al que no, pues no».
¿En esa relación dónde queda el lector?
No me parece que sea la preocupación fundamental.
Tu llegada a Coruña.
Había buenos centrales. Estaba Andrade, por ejemplo.
Expulsado en semifinales de Champions contra el Oporto de Mou.
¿Pero de coña, eh? Era muy amigo de Deco. Y Deco estaba tirado en el suelo cuando Andrade le dio una patadita de cachondeo diciéndole: «Venga, anda, levántate». El árbitro le sacó la roja. El pobre estaba alucinando.
¿Tu llegada no provocó malestar?
Andrade entonces no estaba al 100%. Quizás con el que más presión tenía Caparrós era con Coloccini, pero lo subía de la defensa al mediocentro. Sí que notas la competitividad, el día a día con gente a la que le quitas el puesto o te lo quitan ellos a ti.
¿Tuviste algún problema?
Pasas de jugar con amigos, como en el Castilla, a amigos ni uno. Cuando yo llegué, Caparrós no contaba con Tristán, Scaloni y dos o tres más. Un día la prensa me preguntó por eso y yo contesté que estábamos centrados en nuestro trabajo y en hacer las cosas bien, ya que esos problemas los tenía que resolver el club. Al día siguiente Scaloni entró en el vestuario diciendo que qué cojones tenía que decir yo, que somos compañeros y no me podía poner de parte del club. Vamos, que me echó una bronca que ni reaccioné. Luego me llamó Caparrós al despacho y me dijo: «Tú ni puto caso, has dicho lo que tenías que decir».
Tu despedida de allí fue una fiesta. El Depor conseguía dinero en un momento agónico y tú te ibas al Liverpool.
Yo me fui al Depor firmando cinco años. Ni cedido ni leches. El Madrid no tenía opción de recompra: se llevaba pasta del traspaso y podía igualar la oferta, y esto durante los tres primeros años. Yo pensaba: «¿Tal y como es Lendoiro me va a vender a mí para darle la mitad al Madrid?». Daba por hecho que estaría allí tres años como mínimo.
Y duró seis meses.
Un día llegó mi representante y me dijo: «Te vas al Liverpool». Me tuve que sentar del susto. Había pagado la señal de mi casa de Coruña y la firmaba dos días después.
¿Qué pasó?
Pues que cuando supo del interés del Liverpool, mi agente se enteró de que el Depor tenía una deuda con un banco, no recuerdo cuál, y que tenía que cumplir con el pago tal día. Lo que hizo fue ir al banco y decirle que le iba a llevar ese dinero por mi traspaso. Habló con el club y estuvo de acuerdo. Llevábamos dos meses sin cobrar, había una situación económica difícil y de repente el Depor se encontraba con cuatro millones de euros por un tío que había comprado por uno y medio seis meses antes. Joder, era un negocio redondo. Y Joaquín, además, sabía que para mí irme a Liverpool era la bomba.
La élite.
Me costó mucho. Con el idioma era un desastre y no me acostumbraba a los horarios; comer a las once de la mañana para jugar a las tres, por ejemplo. Los primeros seis meses estuve perdido. Y eso que jugué más de lo que pensaba.
De lateral.
Yo era central en el Deportivo, pero Rafa me fichó para ser lateral. Que fue otro cambio grande, por cierto.
Benítez tiene fama de robótico.
Lo es, mucho. Prepara los entrenamientos de acuerdo al partido que tengamos el domingo. Metódicamente es una pasada. Un fenómeno de entrenador. No tiene quizá ese contacto personal con el jugador que consiguen otros entrenadores. Él nos decía: «Un fisio no se puede ir a cenar con un jugador. No pueden ser amigos». Con él pasaba lo mismo. «Si yo me hago amigo de un jugador, el día que lo deje en el banquillo, ¿qué?». Yo no estoy de acuerdo con esto, porque se puede tener buena relación con el entrenador y saber dónde está él y dónde estás tú, pero es su forma de ser.
Lo amaban allí.
No hay muchos campos en el mundo que le hayan cantado a su entrenador como a Rafael en Anfield. Lo quieren muchísimo.
Llegaste dos años después de la final de la Champions 2005, cuando el Liverpool le remonta tres goles al Milan de Ancelotti.
Estaba solo en casa. Lo dejé en el descanso pensando que ya no había nada que ver y cuando volví a pasar por el canal me encontré con el 3-3. Me puse rápido el partido con esa opción de verlo con treinta minutos de retraso para ver qué había pasado. Así que lo vi acabar más tarde que el resto. Esa forma de ganar la Champions es única. Fíjate, en el descanso la única afición que grita y anima es la del Liverpool. Algo así no tiene precio.
El calorcito.
La gente no es consciente de lo que puede influir la grada en el rendimiento de su equipo. Anfield premia a cada jugador en cada acción que hace: si al rival le ganas un balón dividido de cabeza, la gente te aplaude. Psicológicamente es de mucha ayuda. Las remontadas del Bernabéu se deben a eso: el público se enciende, el equipo se viene arriba empujado por él y al rival no le queda más remedio que echarse para atrás, amedrentarse. Es impresionante la influencia que puede tener el Bernabéu en un rival.
¿Te juntaste con Xabi nada más llegar?
¡No! Con Mascherano, que acababa de llegar. Compartíamos idioma y éramos nuevos. Españoles estaban Xabi y Pepe Reina. Fabio Aurelio también sabía español, pero iba un poco a su bola. Con Xabi y Pepe me costó coger confianza.
¿Por qué?
Bueno, con Xabi hay que madurar y pelear mucho la relación. Te mira y remira como pensando: «¿Este por dónde va?». Y cuesta.
Más tarde llegó Torres.
Torres la rompió. Esperábamos que fuese bueno, pero no tanto, no tan exagerado. Lo metió todo, absolutamente todo. Se iba de cualquiera.
Con Mascherano en el Barça fue como encontrarse de mayores en la guerra.
En cuanto me fui al Madrid perdimos contacto. Al acabar algún clásico nos hemos quedado diez minutos hablando, preguntándonos por la familia. Pero pasa mucho esto, ¿eh? Tienes una gran relación con alguien en un equipo y en cuanto cambias se pierde casi todo el contacto. Por ejemplo, en el Castilla Juanfran, Soldado y yo éramos inseparables. Ahora Juanfran y yo vivimos a cinco minutos y a lo mejor comemos una vez al año o nos cruzamos cuando llevamos los niños al cole, nada más.
¿Yendo a un cruce en el campo da tiempo a pensar: «Este es mi amigo»?
Depende de cómo esté el partido y la tensión que haya. Si no hay mucho en juego pasas al lado de uno y le pellizcas el culo, yo qué sé. Si estamos jugándonos la Liga, no hay amigos.
Tú debutaste en Champions por la puerta grande.
Marcando a Messi en el Camp Nou.
¿Cómo se reciben esas noticias?
Llegué a Liverpool a finales de enero. Mi primer partido de Premier lo jugué a mitad de febrero. Y una semana después teníamos la eliminatoria contra el Barça, que era campeón de Europa.
¿Qué te dijo Benítez?
Se acercó a mí en el entrenamiento y me dijo: «Vas a jugar de lateral izquierdo». Yo me quedo mirándole con los ojos como platos y pienso: «Este tío vino borracho a entrenar».
Los dos sabíais qué significaba jugar ahí.
Messi no era lo que es ahora. Pero venía de una lesión, había salido a jugar contra el Valencia y lo había revolucionado todo. Llevaba varios partidos liándola de verdad. O sea, que no era lo que es ahora, pero es que ya era buenísimo.
¿Qué tenías que hacer?
Rafa me dijo que se pegaba mucho a banda y salía por el centro, y que necesitaba que yo lo tapase. Me parecía muy arriesgado, la verdad. Pero al final fuimos al Camp Nou y les ganamos 1-2. Me salió un buen partido. Él arrancaba muy pegado a la línea y cuando cogía el balón se iba para el centro, me cogía la derecha. No hace lo que ahora, que puede recibir en todas partes.
¿Cómo pararlo?
Rafa me insistía en que le tapase su salida natural por la izquierda, la que embocaba al centro. Si me cogía la derecha, mala suerte, pero por ahí se iba por banda. El peligro era que enfilase el área por el centro. Fue casi un marcaje al hombre. Joder, en Liverpool aún me recuerdan aquel partido. Pero en fin: mérito de Rafa. Tácticamente prepara muy bien los partidos, sobre todo las eliminatorias. Si tiene que cambiar al equipo para hacer daño al contrario, lo hace a conciencia. Estudia al rival, nos explica sus puntos débiles, nos dice cómo explotarlos. Obsesivamente.
¿Te dice algo Messi en el campo?
No. Yo creo que nunca he hablado con él.
¿Fue el más difícil de marcar?
Messi, Ribery, Cristiano… A ese nivel todos son difíciles. Tienen recursos para joderte. Y tú en defensa puedes estar ochenta minutos frenando a Messi, pero si se te va una vez y acaba en gol, olvídate: ya no vale lo hecho. Y una vez siempre se te va. Es completamente imposible anular a Cristiano todo el partido. Una vez, solo una, se te va a ir. Por eso son los mejores del mundo.
Hay mucha diferencia del Cristiano que marcabas con el Liverpool al que marcaste con España.
Como le pasó a Messi, antes jugaba muy pegado a banda. Y aunque Cris ahora arranca desde la izquierda, abarca todo. En Manchester lo hacía desde la derecha, pero era en la banda contraria donde tenía mejor salida, sobre todo para buscar puerta. El año que perdimos la Liga con el Manchester Cris metió más de treinta goles jugando en banda. En Liverpool estábamos escandalizados. Y ahora mira.
¿Baja el ritmo en los entrenamientos?
Es igual de pesado, igual de complicado. Y en los entrenamientos jugamos con más tensión de lo que la gente se cree. Este año cogí un papel e hice una lista con los números de todos. Al final de cada sesión apuntaba quién perdía y quién ganaba. Bueno, pues llegó un momento en que los arbitrajes de Ancelotti eran tan nefastos que cogí la hoja y la rompí, los mandé a tomar por culo a todos.
¡Por eso los lesionas!
No, no, con Casillas fue jugando. Con Gareth fue un choque del que ni nos dimos cuenta. No fue una patada ni una entrada. Un choque fortuito en el que le di con la rodilla en el gemelo, que lo debía de tener en tensión.
¿Por qué te vas de Liverpool?
Me quedaba un año y esa temporada estuvimos negociando sin llegar a un acuerdo. Y encima Rafa fichó a Glenn Johnson, un lateral por el que pagó veinte millones de euros. Entonces dije: «Pues esta es la mía». Si estuvimos a punto de ganar la Premier y en lo primero que te gastas el dinero es en un lateral, me voy. Florentino ese año había ganado las elecciones y yo sabía que estaba interesado en que volviese a Madrid. Así que el fichaje de Johnson me daba la excusa perfecta: «Ya tienes a un tío que me va a cubrir. Me queda un año de contrato y para irme gratis entonces, mejor véndeme ahora». Y además volvía a casa.
O al banquillo de casa, que era el riesgo.
Muchos amigos me decían que no me fuese al Madrid. Me estaba jugando ir al Mundial. Pero no quise dejarlo escapar. Pensé: «Voy a ir y voy a dar lo mejor». Yo no puedo decir: «No voy a ir por si acaso no juego». Ese año jugué mucho por la izquierda con Marcelo por delante. Y Sergio a veces se iba al centro de la defensa y le cogía la derecha.
Sergio ya no estaba con la cabeza en el lateral.
Ese año y el siguiente sí. La obsesión por jugar de central la tuvo en el segundo año de Mou.
Llegaste en medio de Kaká y Cristiano, la apoteosis del neoflorentinismo.
Fue un año muy raro. Condicionado por Alcorcón. Y aquello de Marca con Pellegrini, que fue brutal. La experiencia en carne de entrenar a un club como el Madrid. Un día que perdimos, al día siguiente, en el desayuno, alguien pasó y le dijo al segundo entrenador: «¡Venga, Rubén, que el sábado ganamos!». Y el tío levanta la mirada y dice: «Si llegamos, si llegamos». Ellos venían del Villarreal, llegaron aquí y se encontraron no solo con el Madrid, sino con todo lo que hay alrededor del Madrid.
¿La campaña de un periódico afecta al vestuario?
Es que todos los palos eran para él, no se repartían, que es lo habitual. Nosotros estábamos contentos con Manuel y teníamos buena relación con él. Le gustaba jugar rápido, por banda. Pero pasó lo de Alcorcón, pasó lo de Lyon y nos quedó la Liga, donde hicimos un temporadón, sí, pero detrás del Barça. Fallamos en todos los partidos claves de esa temporada.
¿Estabas en Alcorcón?
Joder, yo metí el gol en propia puerta.
¿Qué pasó allí?
Yo venía de una lesión y el míster me dijo si me reincorporaba en Liga contra el Sporting, el partido anterior. Le dije que prefería un partido más tranquilo, el de Copa contra el Alcorcón.
La que se lió.
Para empezar, el Alcorcón no era un equipito de Segunda B. Era un Segunda, y de hecho ese año subió. Un equipo bueno, bastante bueno.
Hombre…
Ya, pero eso hay que dejarlo claro porque parece que perdimos contra aficionados. Y después, por nuestra parte, se incorporaron al equipo muchos que venían de una lesión, como yo. Fue un once muy bueno pero hecho para salir del paso, porque teníamos vuelta. Y nos pasaron por encima. Completamente.
¿Qué os decíais?
No sabíamos donde meternos. Con 3-0 en el descanso se montó una gordísima en el vestuario. Guti discutió con el míster y lo cambió. Gritábamos que era una vergüenza, que no podía ser lo que nos estaba pasando. Salimos en la segunda parte dándonos ánimos, haciendo piña y la primera falta que tuvieron ellos la tiraron al palo. ¿Tuvimos ocasiones? Sí. Pudimos quedar 6-2 en vez de 4-0. Y en la vuelta ganamos 1-0 con gol de Van der Vaart en el último minuto.
¿Mou cambia el chip?
Nosotros nos damos cuenta de quién es Mou un día de pretemporada. Los españoles veníamos de ser campeones del mundo y nos incorporamos en Los Ángeles. Allí jugamos un partido contra los Galaxy y en el descanso palmábamos 2-0. ¡Los gritos que soltó por esa boca! A todos, no se salvó ni uno. Aprendimos rápido quién era Mou. Tú no te imaginabas a Pellegrini gritándole así a Cristiano. Nos acordamos mucho de esa charla. Decía: «¿Tú no quieres correr? No problema para mí: banquillo. ¿Tú tampoco? No problema para mí: fuera». A quien fuese: a los campeones del mundo, a Kaká o a un canterano.
¿Cuándo empiezan a torcerse las cosas con el Barcelona?
Con el 5-0. No porque te metan cinco sino por las declaraciones que hubo después. Tras una goleada así hicieron unas manifestaciones que nos dolieron mucho, y que psicológicamente nos afectaron. Luego fuimos capaces de ganarles la Copa del Rey.
Con sufrimiento.
Toda esa semana anterior a la final de Copa Valdebebas estuvo empapelada con las declaraciones de ellos sobre su superioridad y su estilo y esas cosas, y la foto con el gesto de Piqué enseñando la mano. No me preguntes quién lo hizo porque no tengo ni idea, y sé que Mou no fue porque pasaba absolutamente de eso. Pero a alguno se le ocurriría.
Salisteis con rabia.
Sí, y les ganamos la final.
Y hubo cera.
Hubo mucha cera.
¿En el túnel os calentasteis ya?
No, ahí no. Pero antes de ese partido hubo un empate en el Bernabéu y allí sí tuvimos piques. Que si os vamos a ganar, que si tenéis el campo hecho una mierda y este césped es de Segunda B. Pero bueno, ¡lo típico! Y es normal, ¿eh? Estábamos jugando muchos partidos contra ellos, nos jugamos muchas cosas y teníamos unas tensiones enormes. Pero oye, la rivalidad no la inventamos nosotros. Es que el Madrid-Barça ha estado ahí siempre. Yo he visto a Zidane coger del cuello a Luis Enrique. Otra cosa es que esté mal, pero esto nuevo no es. ¿O antes se daban besos?
Pisaste a Villa.
Es un balón que le tiran al espacio y yo me pongo delante de él. Él me da un codazo por detrás que me tira, y al levantarme sé que lo tengo ahí en el suelo, así que le doy; no apoyé peso pero fue una forma de decirle: «Eh, me has tirado de un codazo y aquí estoy yo». Él se revolvió y lo levanté con Sergio. Luego se lió un pollo de cojones.
Pepe también le pisó la mano a Messi. Y a Messi a ti se te ve a veces molestándole si el balón está en otro lado, dándole alguna patadita.
Muchas veces tienes que intentar que no estén cómodos. Pero eso no quiere decir que le des una patada cuando el balón no está cerca.
No, patadas no. Aquello de Andrade a Deco pero sin cariño.
Ese juego de «hoy no te voy a dejar en paz», de darle algún empujón. Bueno, cosas de partidos de máxima tensión que en otros, sin tanta rivalidad, no haces. Pero sí, tocarle los cojones lo más que puedas.
La charla de Luis antes de la final de la Eurocopa. «El rubio ese que tiene un nombre tan raro», decía por Schweinsteiger. Os contaba que le habían echado ya una vez y que si erais listos lo echaban otra. «Soy listo y le digo alguna cosita, alguna palabrita, porque se calienta como la madre que lo parió».
Ahora se hace mucha incidencia en que tenemos que ser ejemplos para los niños. Yo no tengo que ser ejemplo para nadie. Tengo que ser ejemplo para mis hijos y punto. Nunca salgo al campo pensando en los niños. Ni pensando en hacer daño a nadie o queriendo lesionar. Soy jugador de fútbol y salgo pensando en lo mejor para mi equipo. Tuve un padre que cuando veíamos algo en la televisión me decía: «Mira, esto no se hace. Esto está bien y esto está mal». Y sí creo que hay situaciones en las que, ¿qué quieres te diga? Ves jugar a Diego Costa y piensas: «Joder, este tío qué cosas hace». Bueno, pues yo quiero a un Diego Costa en mi equipo. Un rompehuevos que va a por todos los balones y choca con todo el mundo. Y cuando juego contra él me tendré que pegar con él y ya está.
Le diste una patada en el área en Copa del Rey. Te fuiste de tu marca hasta él solo para calzarle.
Nosotros conocemos a Diego. Cosas como se hicieron esa noche con Diego no se las ves a hacer al Madrid todos los días. Sabes que es un jugador que siempre va más allá del límite y quisimos decirle que nosotros también podíamos ir un poco más allá. Que no nos íbamos a dejar intimidar. Sé que son actuaciones que ves y piensas: «A este tío se le ha ido la cabeza».
Te ve el árbitro, pita penalti, te saca la roja y adiós título. Y adiós Arbeloa, probablemente.
Vale. Pero son situaciones que se van a seguir viendo siempre. Que son reprobables, desde luego, pero yo soy muy competitivo, quiero ganar siempre, y si mi rival está pegando yo me pego con él.
Hablando de expulsiones, las dos amarillas seguidas contra el Galatasaray que te impidieron estar en Dortmund la noche negra.
Llegué a ese partido bastante jodido de la espalda. De hecho no jugué de inicio. Porque no estaba fino, no estaba jugando bien. Salió Essien, que se lesionó, y salí yo en la primera parte. Me noté incómodo desde el principio. No tenía buenas sensaciones. Me pitó el árbitro una falta y le dije que si estaba loco y me expulsó. Fue el reflejo de esa temporada mía, que no fue buena. Y después de ese partido estuve dos meses sin jugar.
En esa época ya no tenían relación Mourinho y Cristiano.
Se había deteriorado bastante la relación de Mou con algunos compañeros. Pero fuimos lo suficientemente profesionales para que nada de eso afectase en el campo. La Liga la perdimos al principio, pero llegamos a la final de Copa y a las semifinales de Champions. El 4-1 tuvo que pasar, ya está. No fue por llevarse mejor o peor.
Casillas.
Ya está todo dicho. Somos dos profesionales que peleamos por lo mismo, el Real Madrid. No es un tema del que vayamos a hablar.
¿Pero eso provoca bandos en un vestuario?
En absoluto. Yo tengo muy buena relación con el vestuario y él también. Somos un equipo y esta situación se ha dado antes. Alguna vez han estado dos jugadores que eran íntimos dos años sin hablarse. El vestuario lo lleva con naturalidad y ahora ellos lo han arreglado y listo. Somos veintidós personas en el día a día, la mayoría viajando juntas todas las semanas. Da tiempo a todo, a amistarse, a enemistarse, a llevarse mejor o peor. Pero por encima de todo está el Madrid y en el campo solo existe el Madrid.
¿Ancelotti cómo reacciona después de estas dos derrotas [Barcelona y Sevilla]?
Nos dijo que íbamos a pasar por un momento difícil y que teníamos que estar todos juntos para salir de esa mala racha. Es un momento jodido.
Del Bosque te dejó fuera de la última convocatoria, antes de lesionarte. ¿Esperas estar en Brasil?
Primero tengo que recuperarme. Luego, depende del míster.
¿Te llamó?
Me llamó el día que se supo que iba a estar dos meses de baja. Me preguntó qué tal estaba, cómo iba la lesión y me dio ánimo. Me dijo que me tenía cariño y que a ver si conseguía ponérselo difícil. Se agradece.
Eso de ponérselo difícil cuando eras un fijo no suena bien.
Siempre he tenido buena relación con él. Lo que quiero es recuperarme de mi lesión. Y confío en llegar para estar en Lisboa. Ganando una Champions se olvida todo. ¡Después de todo lo que hemos pasado!
Fotografía: Guadalupe de la Vallina
Tápate arbetrolla
El auténtico capitán del Real Madrid. Trabajador, honesto y dejándose siempre la piel por sus compañeros y por su club.
Faltan más tíos como él.
Si hubiesen más tíos como él yo dejaba de ver fútbol.
Muchos dejaríamos de ver Fútbol
tu lo que eres esque eres un poco tonto. Ha ganado todo y con todos los entrenadores ha jugado de titular. vete a pastar
Puff, qué trollaco, eres todo un ejemplo de la Marca Españistán.
Cómo te la sacas, Jabois. Fantástica entrevista.
Me siguen sobrando comportamientos barriobajeros y en mi opinión innecesarios pero siempre me ha parecido un tipo más interesante que la media fuera del campo, se sale de los tópicos manidos en la zona mixta y muestra sentido del humor usando el twitter, cosa también rara.
Como aficionado rival (FCB) es de esos que no quiero ver en el campo, no por bueno -creo que es correcto sin más y prefiero futbolisticamente a Carvajal- sino porque es de los que tensa el ambiente
Estupenda entrevista
Lo de lo que les decían los jugadores del Barcelona en el 1-1 de 2011 es revelador. Entre otras cosa como lo que se calla de Casillas… Si algo me gusta de él es su sinceridad. Ahora en el campo de futbol me gusta menos pero una plantilla debe tener versatilidad y así como necesitas un carvajal, necesitas un arbeloa. Gran entrevista
Sí, tan honesto como Pepe.
Interesante entrevista, gracias! La prensa deportiva es vomitiva y no suele pasar de «un partido muy importante, 3 puntos difíciles».
Fantástica entrevista, enhorabuena. Grande Arbeloa.
El verdadero CAP17AN del Real Madrid. Gran entrevista.
Este es el clásico pelota y tribunero que te puedes encontrar en casi todos los puestos de trabajo. Sus declaraciones siempre son a favor del patrón (la anécdota con Scaloni lo resume perfectamente) y nunca del compañero a menos que sea amigo (como cuando salió con Diego López en aquella foto). Su rendimiento deportivo siempre ha estado muy por debajo de su reconocimiento. Ojalá se vaya del Madrid cuanto antes, es una rémora deportiva y un problema en el vestuario.
¿Clásico pelota y tribunero? ¿Hay que apoyar a Scaloni aunque no tenga razón? El apoyo al villano Mourinho no llega precisamente en un momento en el que le vaya a congraciar con la grada. Me parece muy significativa la diferencia a la hora de referirse a Cristiano Ronaldo o Casillas, ambos enemistados con Mourinho. Da que pensar. Me hace gracia también que se le acuse de «pelota y tribunero» cuando el fútbol español está lleno de mercenarios al servicio de x jugadores. Nada más dañino para un equipo, en este caso el RM, que «raulistas», «casillistas» y demás ralea. Más que a clubes deportivos, el fútbol español cada día se asemeja más al Vaticano. Faltan Chirbes con ganas de meterle mano.
Es curioso que digas que Scaloni no tiene razón…Resulta que el Depor (empresa) no paga a sus jugadores (trabajadores) y algunos de ellos (Scaloni entre otros) deciden denunciarlo por la Justicia, con lo que se ven apartados del equipo. Este tipo, pese a que no lo pagan, decide ponerse del lado del patrón y no del compañero. Para mí es Scaloni quien tiene razón y Arbeloa es un esquirol, ni más ni menos.
Apoyó a Caparrós y Lendoiro del mismo modo que apoyó a Mourinho y Florentino, porque sabe quién le paga y esos no son los aficionados. En algo te doy la razón, quizá el término correcto no sea «tribunero» sino «palquero» (aunque no exista), porque éste no muerde la mano que le da de comer y sería capaz de pisar al compañero que sea sólo por mantenerse.
Resulta sorprendente que siempre se tache a Arbeloa de persona sin pelos en la lengua y honesta, cuando mide mucho qué decir (sin ir más lejos en la pregunta sobre Casillas) y sus gestos siempre son impostados y a favor de sus superiores. No he visto jugador más pelota que éste.
En realidad lo de Scaloni lo preguntaba porque parecía que lo decías como si hubiera que apoyar al compañero por el hecho de serlo, no porque tuviera razón. El caso en sí lo desconozco y, si es tal y como comentas, yo tengo muy claro que estaría del lado de Scaloni.
Lo demás ya son juicios de valor sobre una situación interna que yo desconozco, pero cuando salió dando la cara por Mourinho lo hizo en un momento en el que ya era el villano absoluto para todo el mundo. Tanto Cristiano como Casillas estaban enfrentados a Mourinho y, sin embargo, es obvio que siente un gran respeto hacia Ronaldo. Lo que haya pasado con Casillas no parece una cuestión de «soy un pelota y me posiciono del lado del entrenador frente a un compañero». No soy «fan» de Arbeloa y no tengo nada contra Casillas, pero empiezo a ver en ciertos aficionados madridistas el mismo culto a Casillas que el del sector «raulista». El que verdaderamente me está pareciendo un señor para la falta de respeto que se le está demostrando es Diego López. Y si tuviera que apoyar públicamente a algún compañero, él sería mi primera opción sin ninguna duda.
Yo te digo que este Arbeloa, del que dicen que va de cara, siempre se preocupa de tener a su entrenador y a su presidente contentos, aunque eso no sea lo «popular». Luego con frases hechas que suenan a impostadas tipo «lo importante es el equipo» (cuando en la entrevista ya afirma que cada uno va a lo suyo) se gana esa fama de comprometido. Es más falso que Judas, y eso no tiene que ver con Casillas, estoy seguro de que se habría posicionado a favor de su jefe con cualquier otro (o quizá con algún amigo no, eso no lo tengo tan claro).
http://noteniabillete.blogspot.com.es/2013/06/mourinho-arbeloa-y-el-sindrome-de.html
Por otro lado, yo creo que Diego López es un gran portero, ha hecho una buena temporada y ha sido muy correcto en sus declaraciones (también Íker, ojo)…Pero que Casillas es mejor. Poner al primero por delante del segundo no obedece (a mi entender) a causas deportivas.
No entro a juzgar otro tipo de causas (que pueden ser igual de válidas) porque, aunque la prensa deportiva española sea la auténtica prensa rosa, y el fútbol el verdadero «pan y circo», yo las desconozco. Ancelotti parece un tío sensato, así que sus razones tendrá.
Ni zorra idea. Lo de Scaloni no es por lo de no cobrar, sino porque era un peso pesado del vestuario al que Caparrós le indicó la puerta. Arbeloa se encontró la situación y no la conocía bien, y salió del paso como buenamente pudo: diciendo que era cuestión del club. Algo lógico, por otra parte. Ni se metió en el tema.
Antes de señalar que alguien no sabe algo quizás deberías informarte. Me da que no conoces muy bien la situación económica del Deportivo de la Coruña esos años, justo cuando estaban en caída libre porque NO pagaban y su deuda era monstruosa. A determinados futbolistas, como Scaloni o Tristán, los apartaron del equipo para que se buscaran las habichuelas en otro lado y sacar algo de pasta (ya fuera en un traspaso o en una cesión en la que el otro equipo asumiera su ficha). Alguno va y lo denuncia y mira lo que sucedió…Quizá eres tú el que no tiene ni zorra idea.
Arbeloa titán!
Muy rica la entrevista, como me gustan a mí: profundas y creíbles. Parece una conversación entre dos amigos, que al final son las que más titulares sacan.
Enhorabuena.
No es un tipo que me caiga especialmente bien, pero charlas como estas ayudan a humanizarlo. Gran entrevista!
Vaya par de cracks. Jabois y Arbeloa. El futbol es esto. Tios de una pieza. Sin dobleces, ni amiguismos. Sera todo lo tronco que se quiera. Pero va de frente. Y es un profesional como la copa de un pino.
Mira que le tengo tirria como aficionado, pero me ha encantado la entrevista. Muy buen trabajo.
Neymar sí que fue difícil de marcar en la Confederaciones, Arbeloa.
Habla del repaso que te metió Dani Carvajal este año. Arbeloa,fuera del Madrid. Viva Casillas.
otro tonto mas
El nivel de jotdown continúa bajando. Soberano tostón.
La entrevista es cojonuda. Los comentarios, nivel MARCA.
*ALGUNOS comentarios
Como jugador no me gusta mucho, pero hablando es interesante, dentro de las limitaciones de la profesión.
Es un tío franco, lo que ha hecho la entrevista muy entretenida, con un Casillas por muchos esfuerzos que hiciese Jabois la entrevista hubiera sido un peñazo.
Las entrevistas y reportajes sobrefutbol en JotDown me parecen buenisimas, muy alejadas de lo habitual en prensa deportiva, enhorabuena.
En efecto, gran entrevista. Pero aunque después de lo de Pepe con Casquero uno nunca sabe, no creo que le vaya a venir bien a Arbeloa tanta sinceridad. Una cosa es que ex jugadores como Biriukov o Arlauckas se pongan a soltar barbaridades y otra que un jugador en activo confiese que pisó adrede a este o fue a cazar a aquel. Porque, entre otras cosas, los árbitros también leen. Y aunque todos tengamos ojos para ver cómo funciona Arbeloa en un campo, que lo diga él da como cosica.
Por supuesto que no será ejemplo para mis hijos, sólo juega a fútbol. Lo que me sorprende es que se considere uno bueno para los suyos cuando su comportamiento en demasiadas ocasiones dista bastante de ser un ejemplo para nadie. Se ve que su umbral de exigencia en ese aspecto todavía está por llegarle. A ver si hay suerte y le llega antes a ellos. O como quieran, vamos.
Por cierto, utilizo la expresión «ir a cazar» porque no sé si es lo que el autor quería decir con ir a calzarle. Si es correcta y era por «calzarle una hostia» o similar el error es mío.
Entrevista a Camacho YA!
Pero YA, YA.
Excelente entrevista, al igual que otras anteriores a futbolistas, especialmente la de Tote. Da gusto cuando hablan del fútbol de verdad y de lo que pasa en un vestuario.
Buena entrevista. Me esperaba un empacho de Mou, Casillas esto, Piqué lo otro , en definitiva, del personaje que se ha montado Arbeloa pero no, ha sido un repaso a su carrera, con humildad, sinceridad, como la entrevista a Jémez y Tote, de las que me gustan. Un buen tipo aunque futbolísticamente limitado.
En todas las entrevistas de este tipo me llama la atención como dejan entrever esas juergas que se montan los futbolistas
O detalles de vestuario como esa bronca de Coloccini, o la de Raúl.
Genial la entrevista por eso, y no tanto Mou, Guardiola o Casillas
PD:Lo de empapelar el vestuario con portadas creo que ya lo hizo el Barcelona la semana del 2-6 con las portadas de Inda, no obstante, aunque seguramente es tan viejo como la prensa misma
Buena entrevista. Es una pena que no se haya profundizado en analizar el comportamiento de la prensa deportiva respecto, en este caso, al Real Madrid. El papel de El País, As, Marca, Cope, Ser… Seguro que Arbeloa tendría cosas interesantes que contar sobre cómo se inventan historias apoyadas en fuentes inexistentes, se premia a unos jugadores y se castiga a otros, se lanzan campañas contra un presidente, un entrenador, un jugador…
Por jugadores con una mentalidad así de brillante el Madrid es el equipo más odiado y envidiado del mundo. Qué grande eres Arbeloa!! Capitán!!
Gran entrevista Jabois. De Arbeloa que se puede decir, titular con Benitez, con Luis Aragones, con Del Bosque, con Pellegrini, con Mou, con Ancelloti…en fin, un tio de equipo, trabajador y que come mucha mierda de la prensa deportiva por no pasar por su aro. Hizo grandisimos partidos en Mundial y Eurocopa pero solo se le recuerda por la final de la Confederaciones. Habria que recordar el partido en el que le sustituyo Juanfran…eso si que es un desastre para enmarcar. Ahora le ha salido un digno adversario en Carvajal y no ha tenido una mala palabra ni ego, trabajo, trabajo y mas trabajo. Jugadores como el, Xabi Alonso y Diego Lopez (ademas de CR, Ramos o el mismo Carvajal) son los que necesita el Madrid para no perder la identidad. Despues de 25 años de socio he visto muchos Casillas, Raules y Gutis que se han creido por encima del club…
¿Grandísimos partidos en el Mundial? ¿Te refieres a los 13 minutos contra Honduras?
También se le recuerda porque en el 11 tipo de la Eurocopa de 2012, que jugó él de lateral derecho, él era el único de la Selección que no figuraba. Así de lamentable estuvo.
La entrevista es excelente, porque logra despojar al personaje y revelar la persona. Con ello vemos, entre otras cosas, que es un excelente baila-aguas y que sabe qué batallas pelear.
Nadie ha dicho que fuese el mejor, pusieron a Lahm que no es ningun cojo precisamente. Segun tu teoria como a Cristiano no le han dado el balon de oro en los ultimos anios ha estado haciendo un papel lamentable no?
6 entrenadores de primera linea le han tenido de titular pero es un paquete..claro, todos sabemos mas. Viva Espana! Asi nos va.
Sí, hombre sí…. Sr Arbeloa, Vd lo que es… es un MAL ejemplo.
No obstante, no se apure, nada es un fracaso total… al menos puede servir de mal ejemplo.
Ala, a la ducha…
Juan Gómez, «Juanito», al día siguiente de pisar a Matthaus les dijo a sus niños de la escuela de fútbol de la AFE «Lo que hice anoche, no lo hagáis nunca». Este tío dice (entre otras cosas) que no tiene que ser ejemplo para nadie. ESTE es el nivel :(
Cuando explica el momento en el vestuario con Camacho, genial…
felicidades
Intensa la merma en Ud. es, joven pádawan. Del Atleti hincha eres?
Me han impresionado sus conocimientos sobre Filosofía alemana y literatura francesa del XIX.
Este ya se debe considerar un ex-jugador para soltar algunas cosas de las que salen en esta entrevista. Y si no estuviese en un equipo al que los arbitros se lo piensan mucho antes de sancionar a sus jugadores no tendría los huevos de admitir que agredió a Villa o Costa. Pero si eres jugador del Madrid o Barça y encima de la selección sabes que tienes un plus con los arbitros. No hay más que ver algún partido de Marchena con el Depor este año en 2ª, los arbitros se hacen caquita antes de sacarle la amarilla a un campeón del mundo. En fin, «sinceros» como este sobran en el mundo del deporte como para que encima vayan haciendo bandera de su antideportividad. Aunque teniendo en cuenta la evolución del fútbol en las últimas décadas, detrás vendrá quien bueno lo hará.
No es lo mismo decir que agredes a alguien porque te cae mal o porque es muy guapo que decir que cuando te agreden, agredes tú también, a lo mejor tú eres de los que ponen la otra mejilla cuando te dan una hostia. De lo que dices de la protección arbitral prefiero no contestarte, pero me ha hecho mucha gracia, eso sí.
«soy un tío competitivo»…jajaja…tu lo que eres es muy malo y un un tío tan mediocre debería estar más tiempo callado.vaya nivel…»no tengo q ser ejemplo para nadie»…así vamos
Claro y como es tan malo y mediocre ha sido titular en el Liverpool, R.Madrid y la selección con no sé cuántos entrenadores que, según tu criterio no deben tener ni idea de fútbol.
Grandes entrevistador y entrevistado
Creo que el adjetivo «genial» se prodiga demasiado por aquí, desgastando mucho su significado primigenio.
A la entrevista le falta la pregunta más importante: si es consciente de que con la que lió contra Brasil los aficionados españoles no lo quieren ver nunca más con la roja y que ese partido le dejó sin Mundial… La respuesta, por otra parte, es obvia, aunque en esto no creo que fuera tan sincero.
La primera entrevista interesante que leo a un futbolista en muchos años, merito de los dos, porque para conseguirlo tienes que preguntar bien y sobre todo responder, cosa dificil cuando tienes serrin en la cabeza, como la mayoria de los futbolistas. Te podra gustar mas o menos, pero este tipo sabe hablar y razona
Qué lamentable que los «periodistas» de deportes 4 no sepan ni pronunciar el nombre de la revista y hagan bromas sobre lo que «les gusta leerla». Penosos. Y grandes vosotros.
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muy buena entrevista, esperamos verte pronto en el campo alvaro.
Enhorabuena por la entrevista. Arbeloa no es el más noble, pero dice verdades como puños.
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Resulta curioso que algunos considereis que Arbeloa cuenta cosas que no se saben. Una cosa es que se salta la regla de que un jugador en activo jamás confirme según que historietas (que tiene su mérito, no lo dudo, aunque más merito tendría que lo hicise a los 25 años y no a pocas temporadas de su retirada y en la que seguramente es su última temporada en España), otra cosa es que lo que diga sea una verdadera novedad y que no se haya oído hablar de esos mismos casos u otros semejantes.
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Ejemplo de varias cosas sí que parece ser, principalmente de jugador marrullero, sucio y vengativo, cuya época más gloriosa como deportista se construyó en base al odio hacia uno de los equipos más importantes de las últimas décadas en el fútbol europeo. Supongo que el respeto lo dejó aparcado cuando se hizo amigo de los ultras sur o cuando su líder Mou le convirtió en uno de sus más ilustres epígonos junto a ese otro que también militó en el club de Anfield.
Desde luego, mejor que nadie coja ejemplo
-¿Y estudiaste?
-Llevábamos vida universitaria: ver Crónicas Marcianas hasta la una, jugar a la Play, ir poco a clase por la mañana y de tarde a entrenar.
Espero verte pronto jugando, y si es el 24/5 en Lisboa mejor. Creo que eres un jugador necesario para tú equipo y a poco que te sigas cuidando te quedan unos cuantos años de tú mejor fútbol. Enhorabuena por la entrevista, hace años que no leo una entrevista con tanta calidad y tanta sinceridad. Felicidades Manuel Jabois.
No me lo puedo creer, una semana esperando las entrevistas de JD y otra a un deportista!!! Tan difícil es encontrar gente interesante de cultura en España que tenemos que entrevistar a un millonario que pega patadas a un balón y a los colegas… Subvenciones y fútbol..
Tampoco nos pasemos que Carvajal es mucho mejor, ahora resulta que Arbeloa es Pelé. Es simpático y tal pero vaya, yo para España y el Madrid prefiero a otros. No vería mal que se presentara a las elecciones como presidente dentro de unos años, si es lo que nos gusta de Arbeloa, su pico.
Si que ha hablado de las campañas de prensa, en concreto de la de Pellegrini. Algunos querían una entrevista monotema, solo para hablar de Mourinho!
«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente»
El mundo es un lugar curioso: Arbeloa tiene más mundiales que Messi
Es obvio que Arbeloa no lee a Javier Gomá, el filósofo español probablemente más importante de los últimos años. Según él, y en tanto que ciudadanos éticos y responsables, todos somos o debemos ser necesariamente ejemplares para los demás. Tanto en la vida íntima o interior del hogar como en el trabajo, en la calle o en las tiendas. Todos miramos lo que hacen y dicen los demás y es imposible no estar influido, consciente o inconscientemente. El problema no es que Arbeloa piense que no tiene la obligación de ser ejemplar. La cuestión es que, lo quiera él o no, «ya está siendo ejemplo» para mucha gente.
si tu juegas bien lo que hagan los demás compañeros da igual. Genial, por eso es amigo de «Cris», éste tipo suena mal, siempre, marrullero y pelota. Cuando yo jugaba los entrenadores no nos decían eso, hablaban de un juego de equipo, de apoyarse los unos a los otros y de compañerismo, de saber perder y saber ganar,me hablaban de no perjudicar al «compañero» rival, por cierto era en los juveniles del Madrid
Hay que ser un poco lento para no entender en qué sentido dice eso. Lo has entendido al revés.
No se que me ha gustado más, si las fotos o la entrevista jajaja!
Gran jugador y luchador Arbeloa, no todo es talento puro en el fútbol y él se ha hecho un hueco con muchos grandes entrenadores. Buena entrevista con buenos detalles como el de Ronaldo en A Coruña, pero me parecen excesivas las menciones a las pataditas que has pegado, al pisotón de Pepe…etc., cuando una entrevista con Arbeloa se puede aprovechar mejor preguntándole por el Mundial 2010 o la Euro 2012 que apenas mencionas. Ahí tambien habría anécdotas y no solo en los piques con el Barcelona.
En AS.com fusilaron esta entrevista a saco. Un enlace al principio, sí, pero luego copiaron párrafos y párrafos hasta tener su articulito.
Excelente la entrevista, Manuel y Álvaro unos grandes en lo suyo.
Como se nota en los comentarios que enlazó la entrevista el fanzine AS. Está bien que Arbeloa justifique sus artimañas por amor a los colores y como «profesional» pero no creo que Casillas, Ramos, o Carvajal lo sean menos que él y ellos no actúan de esa forma. La clave está en sus limitaciones físicas y técnicas, no le basta con su capacidado condiciones y necesita el juego sucio. Pepe y Alonso son mas talentosos pero igual de sucios aunque quizas mas cobardes porque dan menos la cara
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Como defensa, simplemente correcto. Como deportista, este señor no sabe lo que es el deporte. Como persona, no me gustaría tenerlo de vecino en mi escalera.
Evidentemente, no es el ejemplo de nadie.
Cuidado que como un dia en un partido le dio una patada a nosequien o piso a nosecuantos, ya es un tio peligroso para «…tenerlo de vecino en mis escalera!!??…»; no vaya a ser que no baje la basura, o cualquier cosa de ese tenor. A veces flipo con las cosas que piensa la gente.
Un día en un partido le dio una patada a uno, otro día le dio otra patada a otro, otro día le dio otra patada a otro,… y así casi cada partido.
En esta entrevista se jacta de haber ido a cazar a Diego Costa… En el área y sin balón de por medio!!! Olé sus valores!!!
Y encima no se habla con Casillas. No sé si en su escalera, lo que está claro es que Del Bosque no lo quiere en su selección.
Pues le regalamos a Casillas para la seleccion, para la escalera, y para lo que quiera usted. Un defensa que da patadas, habrase visto!. Lo de cazar a Diego Costa se lo inventa usted, porque ni el dice eso ni usted vio otra cosa que no fuera un toquecito para provocar. Se le nota la rabia, y deduzco que despues de lo del sabado, aun mas.
Por desgracia el señor Arbeloa sí debería ser un ejemplo. Los niños de hoy en día por suerte o por desgracia tienen entre sus principales ídolos a los deportistas, y un crío que adore a este defensa que predica con todo lo contrario (escupitajos, pisotones y patadas sin venir a cuento y declaraciones siempre dedicadas a crear polémica) seguramente se quede con una serie de valores muy negativos. Y no solo él, sino muchos otros futbolistas, lo único que hacen es proyectar al público una imagen de personas con muy poca madurez, que no tiene nada que ver con el nivel intelectual y sí mucho más con el respeto a los demás.
Manuel, te felicito por tu trayectoria, da gusto leerte. Pero creo que pinchas un poco en esta entrevista… Creo que desaprovechas al entrevistado, me faltan más cosas, más anécdotas, más referencias a Mourinho, a su vida en Liverpool, a las juergas cuando eran juveniles, a cómo encaja las críticas (que son muchas) que recibe cada día por su juego… en fin. Creo que habéis hablado mucho de muy poco, con escasa profundidad. ¡Es como si nos hubieras dejado a medias, gatillazo!
Un saludo de un admirador.
Soldado, De la Red, Javi García, Borja Valero, Jurado, Codina, Juanfran, Negredo, Filipe Luis, Diego López
más Juan Mata, Granero, Callejón, Parejo, Adán, Cobeño, Kiko Casilla, Jurado, David Barral,…
trashorras, balboa, rubén
buena quinta, pero solo Mata a nivel top.
¿Nadie más ha encontrado contradictorio el que diga que el fútbol es en realidad un deporte individual en el que cada uno mira por sus intereses, y luego, al hablar sobre Casillas, afirme que ellos son un equipo? Es una contradicción muy evidente. Dice lo que no lo perjudica; sabe que hablar de Casillas puede perjudicarlo.
Le tendrían que dar pa’l pelo por opinar cosas como que él no tiene que ser un ejemplo; claro que lo tiene que ser, porque hay muchos chicos que ven las tonterías que hace (porque jugar al fútbol es una tontería).
La respuesta en la que habla sobre lo que le decía su padre, es lamentable. Me parece un mal bicho; tribunero, como dicen por ahí, y mal bicho.
Fantástica y sincera entrevista. Lo que más flipo de los opinadores del fútbol es que ven la paja ajena pero no la propia. Y además de manera sistemática. Todos lo equipos en mayor o menor medida han tenido y tienen macarras, teatreros, tramposos, etc. etc. Y también Raúles y Puyoles por supuesto.
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Te podrá gustar más o menos, pero el tipo habla sin la careta puesta, lo cual es de agradecer. Hasta la polla de deportistas mediáticos que solo usan tópicos políticamente correctos. Arbeloa, cuando habla, DICE cosas.
Gran entrevista.
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