Leyendo la novela Pasos, de Jerzy Kosinski, me topé con esta descripción sencilla, poética y precisa de una felación: «Tenerlo en la boca es una sensación extraña. Es como si de pronto todo el cuerpo del hombre, todo, se hubiera encogido y reducido a esa única cosa. Y entonces crece y te llena la boca. Se convierte en algo rebosante de fuerza, pero a la vez sigue siendo frágil y vulnerable. Podría asfixiarme. O yo podría arrancarlo de un bocado. Y cuando crece, soy yo quien le da vida; mi aliento lo mantiene, y se desenrosca como una lengua enorme. Me ha gustado lo que ha salido de ti: como cera caliente, se fundía de pronto sobre mí, en mi cuello y mis pechos y mi abdomen. Me sentía como si me bautizaran: era tan blanco y puro».
Ahí tenemos resumida la filosofía de la fellatio: la mezcla de fuerza y vulnerabilidad extremas, la concentración sensorial en un solo punto, el cumshot bautismal. Dándole vueltas a ese párrafo y a otros similares me fueron viniendo a la cabeza muchas preguntas sobre el sexo oral: ¿Por qué hay mayor prevalencia de felaciones respecto a cunnilingus? ¿Es cierto que el esperma es nutritivo? ¿Qué diferencia hay entre fellatio e irrumatio?
Este artículo dará respuesta a estas preguntas sin pretender ser una guía práctica, aunque si eso es lo que buscáis, la educadora sexual Violet Blue ha escrito todo lo que hay que saber sobre cómo hacer cunnilingus y felaciones. Pretendo más bien un somero repaso cultural y sociológico a la afición humana por acercar la boca a los genitales; un hobby que, como tantos otros, empieza por uno mismo.
1. El consuelo del forever alone
«Si tuviera un clon de mí mismo, consideraría establecer una relación seria con él. Salir con tu propio clon no puede considerarse gay». Jarod Kintz
Sentado sobre un montículo en las aguas primordiales de Nu, el dios egipcio Atum, “el completo”, el Sol del Atardecer, único ser existente en el universo, se aburre. La solución que encuentra es curiosamente parecida a la mía en estos casos: masturbarse. No le basta con utilizar la mano en su sagrado miembro, así que se da placer con la boca, formando un círculo sobre sí mismo (pensad en esa perturbadora imagen la próxima vez que veáis un ourobouros, la imagen de la serpiente que se muerde la cola). Al sentir el semen en su boca, Atum no lo engulle, a pesar de sus divinas proteínas, sino que lo escupe, y de esa mezcla de esperma y saliva surgen Shu (dios del aire) y Tefnut (diosa de la humedad y el rocío).
Este ejemplo mitológico de autarquía sexual lleva inevitablemente a pensar en las posibilidades del sexo oral autónomo. Aparentemente, menos de un 1% de hombres puede alcanzarse el propio pene, y solo un 0,2% tiene la flexibilidad suficiente para realizar una autofelación completa y tratar de engendrar dioses al escupir después su propio esperma. Me pregunto qué divinidades habrán surgido de Ron Jeremy, uno de los pocos actores porno de cuya capacidad autofeladora ha quedado constancia. Las mujeres lo tienen a priori más difícil para autosatisfacerse oralmente: tienen que avanzar unos centímetros extra. Y para cualquier género es una actividad proclive a contracturas y peligros: me viene a la cabeza el famoso diálogo de Clerks sobre el tipo que se rompió la espalda intentando llegar hasta su propio pene y logró la victoria después de muerto, como el Cid campeador.
Otra forma de acceder al sexo oral sin partenaire ni peligro de muerte es mediante soluciones mecánicas. En el caso masculino, más allá de las muñecas hinchables a lo Wilt con lo que en catalán se llama boqueta petonera, existen aparatos parecidos a latas aterciopeladas que con muy poca fortuna (o eso dicen, ejem) tratan de imitar la sensación de una fellatio. El utensilio femenino equivalente sería el Sqweel, nombre comercial de un invento delirante formado por pequeñas lenguas giratorias. En la entrada del Sex Machine Museum de Praga hay expuesto uno bastante antiguo y de aspecto más amenazador que otra cosa. Y en webs especializadas en bricosexo puede encontrarse una sierra mecánica simuladora de cunnilingus llamada Lick-a-chick.
2. Breve historia del congreso bucal
“Clinton mintió. Un hombre puede olvidar dónde aparcó el coche o dónde vive, pero nunca olvida el sexo oral, por malo que sea”. Barbara Bush
Pero volvamos al Antiguo Egipto, tierra de pirámides y sexo oral. Tras una pequeña diferencia de opinión, el dios Seth primero entierra vivo y más tarde descuartiza en catorce pedazos a su hermano Osiris. La viuda Isis se lanza a la búsqueda de los fragmentos y los encuentra todos menos uno, el pene, que ha sido devorado por los peces. Frustrada, Isis fabrica un falo de barro cocido (quién sabe si del mismo tamaño que el original), lo une al cadáver y lo besa, “soplando” la vida en su interior y resucitando a su marido. Thierry Leguay, autor de Histoire raisonnée de la fellation, fija en este mito la mención más antigua al sexo oral.
No es la única. Como expliqué en el Jot Down número 3, una leyenda atribuye a Cleopatra la invención del vibrador empleando un tubo de cobre relleno de abejas. Y otra historia apócrifa la sitúa como experta feladora, probablemente por su nombre griego Merichane, que significa “la boquiabierta”, “la de boca grande” o “Julia Roberts”, pero que en un alarde de imaginación se ha traducido a veces como “la boca de los diez mil hombres”. Una improbable leyenda similar atribuye a la emperatriz china Wu Zetian un decreto por el que los embajadores de otras tierras debían rendirle pleitesía mediante un cunnilingus. Y en una lectura atenta del Cantar de los Cantares de la Biblia resulta sospechoso el versículo “Tu ombligo es un cántaro en el que no falta el vino aromático”, que tiene más sentido, como defienden ciertos lingüistas, traduciendo “vulva” en lugar de “ombligo”. En el Kama Sutra, escrito alrededor del s. III a. C., existen referencias ilustradas al “congreso bucal” o auparishtaka. Y más explícitas y hasta cómicas resultan las piezas pornográficas de cerámica de la cultura moche, que floreció en Perú entre el 200 y el 700 d. C.
Podemos seguir el rastro histórico del cunnilingus a través de expresiones populares camufladas. Por ejemplo, tipping the velvet, expresión extraída del porno victoriano y usada por Sarah Waters como título de una lésbica novela traducida aquí como El lustre de la perla. O la frase moustache ride (“cabalgada de bigote”), orgulloso eufemismo cowboy originado en Texas en el siglo XIX para describir a la mujer sentada sobre la cara del hombre. En cuanto a su representación gráfica, ya comenté que es complicado encontrar en el arte imágenes explícitas de vulvas. En los frescos eróticos conservados en Pompeya podemos ver varias escenas de cunnilingus, pero a los romanos les dedicaré una sección entera más adelante. Alguna de las representaciones pictóricas más precisas y ponedoras de cunnilingus las realizó Édouard Henri-Avril, que bajo el pseudónimo de Paul Avril pintó a finales del siglo XIX escenas eróticas de todo tipo con habilidad y elegancia.
Pero la gran explosión del sexo oral, y en particular de la fellatio, en el imaginario popular llegó en 1972 con la película Deep Throat (Garganta profunda) y su lisérgico argumento: una chica descubre que su clítoris está alojado en la garganta, por lo que las felaciones profundas (y, supongo, los ataques de tos) le producen arrebatadores orgasmos. Existe constancia histórica del clítoris movedizo de Marie Bonaparte, pero todo tiene un límite.
Reconozco la importancia de Deep Throat como icono liberador de masas, pero nunca me ha gustado la película en sí. Su actriz protagonista, Linda Lovelace, aparentemente rodaba porno bajo la amenaza constante de un marido alcohólico y maltratador. Años más tarde Linda se convertiría en ferviente activista antiporno, aunque afirmó amargamente en una ocasión que se sentía explotada por las abolicionistas. Desde mi punto de vista, erradicar la pornografía porque existan abusos en su seno es como querer eliminar las zapatillas deportivas por los talleres ilegales de Camboya. Sin embargo, cierto es que el porno necesita una renovación a fondo, y dejar de santificar Deep Throat sería un buen comienzo.
En películas recientes se muestran felaciones y cunnilingus no simulados en un contexto no pornográfico: The Brown Bunny, con Chloë Sevigny (como ya comenté), Baise-moi, Intimacy, Shortbus, Nine songs… O el tórrido cunnilingus de James Bullard en Ken Park, que llegó al cartel de la película. Pero la apoteosis sociológica de la fellatio llegó con la no ficción: Monica Lewinsky y su “relación impropia” con el presidente Clinton. Semanas de discusiones sobre si podían o no considerarse adulterio una mamada y la inserción de un habano. Y, como colofón, una mancha en un vestido que bien podría haber exhibido Andy Warhol como pop art.
3. La sutil diferencia entre fellatio e irrumatio
“Pedicabo ego vos et irrumabo”. Gayo Valerio Catulo, Carmen 16
En el fantástico ensayo El sexo y el espanto, de Pascal Quignard, se analiza la sexualidad grecorromana desde todos los ángulos posibles. Su moral sexual no distinguía especialmente entre homosexualidad y heterosexualidad (conceptos que no utilizaban), sino entre actividad y pasividad. La sodomía activa no representaba ningún problema, pero un homosexual pasivo no podía participar en política ni tenía derechos ciudadanos. Un dominus que sodomizara a uno de sus esclavos no tendría problema, pero uno que se hiciera sodomizar por un esclavo cometería una infamia.
Con el sexo oral ocurría algo parecido. En una fellatio la parte activa se introduce el miembro en la boca mientras que el dueño del pene “se deja hacer”. Para un ciudadano romano ese chupar espontáneamente (fellare significa “chupar”) sería incomprensible. La irrumatio la realizaban penetrando activa y repetidamente la boca del receptor pasivo: lo que en argot actual se llama face fucking. Para un romano la sodomía activa (pedicare) y la irrumación eran virtuosas; la felación y la pasividad anal, infames.
La boca es el órgano de la oratoria y la política: silenciar a un ciudadano irrumándole, es decir, metiéndole el miembro en la boca, era un insulto, una demostración de poder. De ahí la amenaza de Catulo en Carmen 16: ante un par de amigos que le consideran impúdico o sensiblero, el poeta responde “pedicabo ego vos et irrumabo”, es decir, “os follaré el culo y la boca”, reafirmaré mi hombría (virtus).
El cunnilingus tenía tan mala fama como la fellatio. Se le atribuía a las mujeres griegas de Lesbos (el verbo lesbiázein significaba “lamer”), y según Quignard, “esta práctica, tolerable en los gineceos, en el caso del hombre libre era considerada una infamia a partir del momento en que le crecía la barba”. Y no precisamente porque los pelos fueran a resultarle rasposos en la vulva a la mujer. Sin embargo, el cunnilingus tuvo un insospechado defensor: al emperador Tiberio le apasionaba lamer la vulva de las matronas. Y es que los Princeps (emperadores) tenían poder y autoridad para realizar lo prohibido, aunque eso no les librase de una cierta chirigota popular. Cuando una dama noble llamada Malonia prefirió suicidarse antes que dejarse lamer por Tiberio, una sátira inmortalizó la frase Hircum vetulum capreis naturam ligurire (“el chivo viejo lame las partes naturales de las cabras”).
Aunque hoy en día la centralidad de la irrumatio haya sido sustituida por la fellatio, su carga de dominio y sumisión se mantiene. Vemos un buen ejemplo en este fragmento de El animal moribundo, de Phillip Roth, donde una irrumatio provoca una cruenta batalla de sexos, sin prisioneros y a cara de perro:
Cierta noche, cuando ella estaba tendida en la cama, pasivamente boca arriba, a la espera de que le separase las piernas y me deslizara adentro, en lugar de hacer eso le apoyé la cabeza en ángulo contra la cabecera de la cama, y con mis rodillas a uno y otro lado de su cuerpo, me incliné hacia su cara y rítmicamente, sin interrupción, la follé por la boca. (…) Con la intención de conmocionarla la mantuve allí inmóvil tomando un mechón de su cabello y rodeándome el puño con él, como una tralla, como una correa, como las riendas que se fijan al bocado de la brida. (…) Ese acto de dominio le permite pensar: ‘Esto es precisamente lo que yo imaginaba que era el sexo. Es bestial… este tío no es un bestia pero se encamina hacia la bestialidad’. Después de correrme, cuando me retiré, Consuelo no solo parecía horrorizada, sino también enfurecida. (…) Todavía me encontraba encima de ella (arrodillando y goteando sobre ella), y nos mirábamos fríamente a los ojos cuando, después de tragar con dificultad, dentelló. De improviso. Cruelmente. A mí. No lo fingía. Era instintivo. Dentelló empleando toda la fuerza de los músculos masticatorios para alzar con violencia la mandíbula inferior. Era como si me estuviera diciendo: ‘esto es lo que podría haber hecho, esto es lo que quería hacer y esto es lo que no he hecho’. Por fin la respuesta directa, incisiva y elemental de la reservada belleza clásica. (…) Ese fue el verdadero comienzo de su dominio, el dominio en el que mi dominio la había iniciado. Soy el autor de su dominio sobre mí.
No se bromea con la vagina dentata. Aunque ya que hablamos de mordiscos: hace poco me hablaron de una escena clave de La muerte de Mikel, película de Imanol Uribe de 1984, en la que un criptohomosexual Imanol Arias pone a prueba su matrimonio mordiéndole por sorpresa la vulva a su esposa en pleno cunnilingus.
Pero busquemos un reposo momentáneo a tanta lucha de poder con un interludio gastronómico.
4. Cocinar con ingredientes naturales
“Una cucharadita de semen contiene la misma cantidad de proteínas que la clara de un huevo. Sin embargo, su obtención puede ser mucho más divertida”. Miriam Stoppard
Hace tiempo, mientras buscaba argumentos para convencer a posibles partenaires de la riqueza de proteínas, vitaminas y minerales de mi esperma, topé con un libro que recomiendo calurosamente: Cosecha natural. No solo elogia las propiedades organolépticas del semen (sabor dinámico dependiente de la dieta del proveedor, olor agradable, textura suave), sino que proporciona trucos y recetas para cocinarlo. Platos de nouvelle cuisine como «Caviar ligeramente más salado», «Ostras artesanas», «Batido de fresa rico en proteínas» o cócteles como el lebowskiano «Ruso casi Blanco». En algún caso el libro recomienda añadir el ingrediente clave ante los comensales, justo antes de servir el plato, para que tenga la mayor frescura posible.
Entiendo que pueda parecer una dieta chocante, pero tampoco es tan extraña. En varias tribus de PapÚa Nueva Guinea existen rituales de paso a la edad adulta que incluyen la ingestión de semen de personajes notables de la aldea, como forma de alcanzar la masculinidad y la madurez sexual. Pero no muy lejos de allí, en Malasia, tanto la sodomía como la felación son consideradas antinaturales y (al menos teóricamente) castigadas con penas de hasta veinte años de cárcel y un número similar de latigazos. Vivimos en un mundo extraño.
En cualquier caso, la ingesta de semen tiene un beneficio reconocido para la salud. La preclampsia (una peligrosa complicación del embarazo) está causada por el rechazo biológico de la madre a las proteínas “externas” de feto y placenta, que contienen la carga genética ajena del padre. Así pues, la ingestión regular del esperma del padre podría aumentar la tolerancia inmunológica de la madre a esas proteínas, reduciendo a la mitad el riesgo de preclampsia… suponiendo que el esperma ingerido sea el del auténtico padre, ejem.
5. You never go ass to mouth!
“Hoy en día puedes hacer lo que quieras —anal, oral, fisting— pero tienes que llevar guantes, condones, protección”. Slavoj Žižek
Hay quien cree erróneamente que el sexo oral está completamente exento de riesgos de ETS. Pero ay, el único comportamiento con riesgo cero es, tristemente, la abstinencia. El sexo oral es comparativamente muchísimo menos peligroso que el vaginal o anal, pero no está exento de posibilidad de contagio de VIH, HPV o algún otro simpático virus, sobre todo si hay heriditas en las encías o la lengua. Lo mejor es asegurarse de la salud del partenaire, pero en caso de dudas, se recomienda usar preservativo para las felaciones y una barrera de látex para el cunnilingus. ¿Incómodo? Pues sí, qué se le va a hacer.
Otro factor higiénico a tener en cuenta durante una felación es qué estaba haciendo justo antes el miembro irrumador o felado. Y aquí podemos recurrir de nuevo a la sabiduría de Kevin Smith, esta vez en Clerks 2: “You never go ass to mouth!”, es decir: “¡Nunca del culo a la boca!”. Supongo que no es necesario que entre en detalles.
Hay quien se preocupa por el riesgo de embarazo mediante sexo oral de forma indirecta. Boris Becker hizo nacer en 2001 una leyenda urbana al respecto que siempre he encontrado particularmente graciosa. Cuando una modelo rusa llamada Angela Ermakova la acusó de ser el padre de su hija recién nacida, Becker sostuvo que eso era imposible, porque solo había mantenido sexo oral con ella (je, como Clinton). Pero al resultar positiva la prueba de paternidad, los abogados de Becker sostuvieron que la concepción había sido un plan de la mafia rusa. La modelo habría retenido el esperma en la boca, congelándolo antes de diez minutos, para inseminarse y poder chantajear al tenista. Ignoro cuánto tiempo mantuvo Boris esa estupidez, pero la historia terminó cambiando a un más plausible polvo de cinco minutos en un armario de artículos de limpieza.
Y ya que entramos en el mundo de los deportistas, me permito una advertencia. El barcelonés Dani Plaza, medalla de oro en 20 km marcha en Barcelona 92, practicó un larguísimo cunnilingus a su mujer embarazada la noche antes del control antidopaje y dio positivo en nandrolona. La relación causa-efecto entre ambos fenómenos parece tenue al primer vistazo, pero no más que el chuletón de Contador o las explicaciones de Dennis Mitchell (“di positivo en testosterona porque la noche anterior tomé cinco cervezas, follé cuatro veces y no dormí”).
6. ¿Hoy por ti, mañana por mí?
“Se la he chupado a algún tío simplemente porque en ese momento me quedé sin conversación”. Anne Lamott, Crooked Little Heart
Según ciertas encuestas, solo un 32% de mujeres y un porcentaje inferior de hombres obtienen placer proporcionando sexo oral; a ellos dedicaré las últimas frases del artículo. Pero antes, pongámonos en la situación de la desafortunada persona que no disfruta engullendo obeliscos ni hocicando vulvas pero sí obtiene placer de que otro se afane entre sus genitales. El impulso que le lleva a practicar activamente sexo oral está bien estudiado por la sociología: el altruismo recíproco. El hoy por ti, mañana por mí, el “quid pro quo, señorita Starling” de Hannibal Lecter. Y conste que, aunque lo diga el caníbal, quid pro quo no significa “una cosa a cambio de otra”, sino “confundir una cosa con otra”; más correcto sería do ut des, this for that, da y recibirás, los generosos heredarán la Tierra. Un comportamiento en el que no se pide algo explícitamente, pero cuando se otorga se espera recibir un pago similar a cambio, aunque no sea en ese mismo momento o incluso procedente de la misma persona. Los regalos de valor cuidadosamente calculado entre japoneses, los banquetes recíprocos de los indios Yanomami, los hobbits y sus mathoms (regalos inútiles pero siempre correspondidos). Para mucha gente las felaciones y cunnilingus siguen un patrón similar: algo cansado y costoso, pero que puede verse recompensado con una sesión oral equivalente u otro tipo de estimulación sexual percibida como unidireccional. Lame y serás lamido. Es un deber hacia la humanidad castigar el egoísmo: si se aísla sexualmente a los individuos “tramposos” que se niegan a corresponder, ese comportamiento irá desapareciendo evolutivamente y viviremos en un mundo mejor.
Hay quien intenta no equiparar felación y cunnilingus empleando la leyenda negra de la vulva maloliente, que convertiría el sexo oral femenino en una tortura intrínseca y algo que practicar solo muy de vez en cuando. Tonterías. Ya dije y mantengo que un coño limpio y libre de vaginosis huele y sabe de maravilla. Ni siquiera hace falta recurrir a la Honey de El perfume del invisible de Milo Manara.
Los motivos por los que practicar sexo oral son muchos y variados, sea como juego previo al coito o práctica sexual en sí misma. Siempre me han intrigado las metáforas de béisbol de las películas americanas de institutos, en las que el sexo oral debe ser más que “llegar a la segunda base” pero menos que un home run; en cualquier caso una actividad que permite intimidad sexual entre adolescentes sin perder la virginidad ni arriesgarse a un embarazo (excepto si eres Boris Becker).
Pero el principal motivo por el que hacerlo es, evidentemente, porque se disfruta. Así quiero terminar este pequeño repaso a la oralidad sexual: homenajeando a ese poco más del 30% de personas que disfrutan enormemente del hecho de estar proporcionando placer; héroes y heroínas que pasan horas concentrados en un acto zen, un paréntesis plácido en el espacio-tiempo que reduce todo el universo, todo, a una boca, unos genitales y una cara. Porque el rostro de la persona que recibe la felación o el cunnilingus es en realidad el auténtico protagonista. Zor Neurobashing, de Omnia-X, tiene claro que hay que llevar la contraria al título de este artículo y mantener los ojos bien abiertos: “lo que excita son las caras, los gemiditos y los retorcimientos de la chica. Y cuanto más les gusta, mejores caras ponen y claro, el condicionamiento es muy bueno”. Como en toda artesanía, la práctica constante permite la excelencia. Así sea.
Me declaro fan absoluta de todo lo que escribes Josep Lapidario. He sucumbido a tus encantos periodísticos definitivamente.
Por cierto, el Sqweel es la repera. Toda mujer debería estar obligada a tener uno. Nunca sabes cuando te va a apetecer una buena comida.
¡Muchísimas gracias! :)
Lo del Sqweel me trae intrigadísimo, la verdad. Nunca lo he visto en directo en uso (en vídeos sí, claro), así que me asaltan algunas dudas prácticas de funcionamiento. La idea me parece absolutamente brillante…
Pues pregunta, pregunta… Que yo estoy deseando cascarlo todo.
Me declaro admirador de DORA!!
Hola Josep,
Yo tambien soy tu fan absoluta, me encanta tu estilo y tienes un conocimiento y referencias tan diversas e interesantes que me encantaria tomar un cafe con vos. este articulo es de hace unos anios, ahora hay un sex toy llamado satisfier que es por medio de ondas de aire y parece que es muy bueno, yo aun no lo he probado.
xx
Me declaro fan absoluto de Dora.
Espero que lo digas porque te has metido en mi web, jaja :-)
Donde te leo Dora???
Pincha sobre mi nombre e irás directo. Si no, busca la web «La pluma de Pandora».
:-)
Me declaro fan tuyo dora!
Concuerdo con tigo en que este texto es una obra maestra. El sexo abordado desde otra perspectiva, mucho mas analítica
Bru- tal. Creo que soy de ese 30 y pico por ciento que disfruta más proporcionando sexo oral. Dice la ley de Mahoma que lo mismo da el que que recibe que el que toma. Así que yo prefiero ser Dandi que Tomandi. Bendito sabor metálico en la boca y levantarse del lecho con la barba impregnada en efluvio de tu partenaire. A comer se ha dicho.
… y por la ley de Cristo, el que da primero es más listo.
…y no da dos veces?
He aquí un nuevo motivo para llevar barba, por cierto. Ya he comentado en algún otro artículo de JD que soy de la brigada pilosa, no solo en cuanto a barba masculina sino en lo que respecta al «felpudo maldito» de la entrepierna femenina.
que seria felpudo maldito?
Es uno de los muchos nombres que se le da al vello púbico femenino.
Que añoranza de felpudos en estos tiempos.
Tu comentario me ha puesto muy caliente. Hay muy pocos hombres como tú. Adoraría tener un hombre así que disfrute plenamente de llenarme de placer, lo cual me llena de ganas de complacerlo a cabalidad a él…
Maravilloso artículo. Como me he reído leyéndolo y que cantidad de información interesante! :)
Eso es lo mejor, que tiene unos puntazos que te meas
Las lluvias doradas, mejor en otro artículo. :-)
Y los squirt?
es lo mismo.
Lluvia dorada y squirt lo mismo? Para nada.
He descubierto hace poco esta página y me ha gustado mucho el artículo de hoy. Me ha sorprendido saber que a tan poca gente le gusta dar sexo oral, y yo soy parte de ese 30% que sí lo disfruta. Ahora comprendo por qué mi actual pareja está tan encantada y me dice que soy un chollo je je. Yo no sabía que a otras muchas mujeres no les gusta o no quieren hacerlo (a mis parejas nunca les pregunté cómo les fue antes y a mis amigas tampoco les he preguntado nunca si se lo hacen a sus maridos, novios, amantes…). La verdad es que no soy muy buena amante, tengo aún bastantes inhibiciones, soy tímida, he tenido pocas parejas… pero en lo que respecta a dar sexo oral… ummm, ver la carita que se le pone a tu chico y la vocecita medio quebrada que sale de su garganta si le preguntas algo, que parece que se fuera a desmayar en ese momento, uf eso no tiene precio. Me resulta una situación muy íntima y erótica. Es un acto de amor y confianza y yo le pongo mucho cariño, dedicación y entrega.
En estos momentos, llevo unos meses con un hombre que me gusta muchísimo y que me despierta una fuerte atracción sexual, y creo que yo a él también, pero él aún no se ha acercado ni siquiera a mi ombligo con su boca, no digamos más abajo. Debe ser de ese 70% que dice el artículo, a quienes no les gusta hacerlo. Por eso no me atrevo a pedirlo, para no ponerle en una situación embarazosa. No creo que le dé asco, al menos el mío en concreto, porque ya digo que no lo ha olido ni probado nunca. Me cabe la duda de si es timidez, sí le veo cortado e inhibido a veces. En fin, si hay tanta gente que no lo disfruta, tal vez sea por eso. ¡Qué pena! Él se lo pierde… y yo recibirlo, claro.
Gracias por el homenaje: «héroes y heroínas que pasan horas concentrados en un acto zen, un paréntesis plácido en el espacio-tiempo que reduce todo el universo, todo, a una boca, unos genitales y una cara», incluso algunos sabiendo que no habrá reciprocidad.
Felicidades por pertenecer a ese bendito 30%… Y qué bien describes lo de la vocecilla quebrada, jaja, efectivamente en momentos así no tiene uno la voz como para cantar un aria.
De todas formas, y aunque no esperes reciprocidad directa, no estaría de más que le preguntaras directamente a tu actual pareja qué le parecería darte un buen cunnilingus alguna vez… Utiliza este artículo como excusa para sacar el tema. :) Puede que en realidad a él le apetezca pero le dé vergüenza proponerlo, que aún nos quedan tabús muy absurdos pero bastante arraigados.
María, no quiero ser un consultorio de Elena Francis pero me gustaría ayudarte (con la esperanza de que me devuelvas el favor algún día, jejej) Creo que tu novio necesita una buena indirecta, o si es muy tonto que se lo digas a las claras. Las indirectas van desde depilarte la vulva con forma de flecha hasta agarrarle la cabeza para que baje si al menos ha llegado a tus pechos. A la mayoría de los tíos nos gusta que nos dirijan de vez en cuando (al menos mientras no estamos conduciendo) y a mí personalmente me pone a cien que una mujer me empuje, arrastre y además me arañe.
Practica esta noche y ya nos contarás el resultado.
Ja ja, me ha hecho gracia lo del consultorio. La verdad es que releyendo mi comentario parece más de un foro de sexo que de una revista cultural. La idea de la depilación en forma de fecha me gusta y añade un toque de humor, que siempre viene bien. Lo de agarrarle la cabeza, no creo que me atreva sin estar segura de por qué no lo hace espontáneamente. Si yo supiera que es timidez, se la quitaba en un momento, pero si es que no le gusta, me temo que tendré que respetarlo y aceptarlo. A ver si encuentro el modo de preguntárselo sin ponerle en un aprieto.
Esta noche no podré practicar, no toca.
Te agradezco los consejos, AnyOne, no es algo que vaya comentando entre mis conocidos.
Te agradezco el agradecimiento María :=)
La verdad es que no sé cómo será tu chico, si es muy convencional o no; Si de verdad no le gusta es porque ya lo ha probado antes y por alguna razón aquella experiencia no fue de su agrado. Pero que no le guste sin probarlo… No sé, me extraña.
Yo he tenido la fortuna haberle descubierto la experiencia a algunas de mis parejas y no hubo oportunidad de hablarlo ni someterlo a discusión, surgió tan natural y sé de buena tinta que para una de ellas era la primera vez que alguien posaba la lengua allí. No podré olvidar su mirada de arrobamiento. Eso sí que te hace sentir incómodo, como si hubieras ganado tú solito el monte Suribachi…
Inténtalo, poco a poco si no le gustan los tirones del pelo, haz que juegue con unos cubitos de hielo, prueba en una bañera, que te depile el mismo, las posibilidades son infinitas…
Pensé que era la única que se sentía así! Estoy igual que tu, Maria!
Anyone, ayudaste a más de una!
Bienvenida al club, Ana (espero que no seamos muchas). Desde que leí este artículo el otro día vengo dándole vueltas al tema (vea usted lo que hace, Sr. Lapidario) y creo que es imprescindible la comunicación y tragarse la vergüenza o las dudas de «por qué coño -je je- no me lo hará». Quiero respetar y aceptar los deseos ajenos, pero tengo que reconocer y aceptar igualmente que siento frustración. Quizás ahora pueda vivir con eso y no voy a dejar a mi pareja por no hacerme un cunnilingus, pero con el tiempo esa frustración se puede ir acumulando y dejar paso al rencor, decepción… no creo que sea sano.
Tenemos un reto Ana: ayudar a otra persona a romper un tabú o ayudarla a encontrar placer en dar placer. Creo que esto también es estimulante. ¿Nos atrevemos?
Si no, ya le pedimos consejitos a AnyOne ;)
hoy descubri este sitio el comentario me parece muy bueno, me encanta hacerlo com mi pareja, pero ella es un poco timida y en pocas ocaciones lo practicamos de esta forma, tendre que buscar a alguien mas para poder disfrutar de la sensacion que se ciente.
ami en lo particular me encanta ver las cara de satisfacion de mi pareja y ver su disfrute, pero mas me encanta ver su cara de felicidad despues del acto q se refleja en un relax y alegria sin igual
A medida que iba leyendo el artículo,me iba recordando cada vez más al estilo de un blog que dice practicar colombofilia en las cuencas oculares.Lo dejo ahí….
Seas o no el mismo autor,enhorabuena por lo escrito :)
Gracias por la enhorabuena! :) Y no he escrito nunca sobre colombofilia y calaveras, pero con el rumbo que llevo, no lo descarto…
Sólo un apunte: el placer de Tiberio por el cunnilingus, al igual que su placer por recibir fellatios de bebés lactantes es, con toda probabilidad, mentira.
Tiberio se retiró del gobierno de Roma hacia la isla de Capri, donde se recluyó y nadie sabe bien a qué se dedicó durante sus últimos años. Los romanos, que estaban hasta las narices de su emperador, no pararon de inventar exageradas historias sobre orgías y depravaciones (no de balde lo asocian con actos como el cunnilingus, la fellatio, la sodomía pasiva y todo tipo de actos sexuales «malos» según la moralidad de la época). Sin embargo, es muy poco probable que a los sesenta y pico años y seguramente impotente un hombre que nunca se distinguió de joven por una líbido excesiva se volviera el crápula que describe Suetonio.
¡Buena puntualización, gracias por el apunte!
Efectivamente lo que dice Suetonio sobre Tiberio (y que he extraído de «El sexo y el espanto» de Pascal Quignard) es mejor ponerlo en cuarentena. Sin embargo, en el retrato que hace Quignard de Tiberio como emperador renuente y poco acostumbrado al poder, sí resulta creíble que en sus últimos años precisamente de impotencia y «languor» se dedicara a actividades como la sodomía pasiva y el cunnilingus, para las que no se necesita una potente erección. Quién sabe…
Creo que Suetonio era el equivalente romano de Luis Mariñas
Muy bueno como siempre Josep. Cunnilingus aparte, me ha gustado mucho ver que alguien se acuerda de Jerzy Kosinski, y además para bien.
Muchas gracias!
Kosinski es un auténtico crack. Llegué a él a través de la entusiasta recomendación que hizo mi hermano en un club del libro de «El pájaro pintado», libro durísimo sobre un niño perdido en la Polonia rural de la Segunda Guerra Mundial…
Yo lo descubrí hace años a través de Passion Play, que es una novela empapada de BDSM, sin ser específicamente del género. Luego leí Blind Date, y Pinball, y me enganché.
Kosinski es uno de esos escritores cuya personalidad se confunde con la de sus personajes, y que fue acusado L mismo tiempo de plagiar sus novelas y de inventarse su propia biografía. Sus personajes, y él mismo, son impostores y a mí personalmente me llega eso en la medida en que todos nos sentimos un poco impostores en algún momento de nuestras vidas.
Era un tipo fascinante, amigo y compañero de estudios de Polanski en Polonia, y que se salvó de ser asesinado junto a Sharon Tate y sus amigos por la Familia Manson porque se le perdieron las maletas cuando estaba de camino a Los Angeles.
Que creo que hay que reivindicarlo, vamos :)
Totalmente de acuerdo. :)
Hay una historia de Kosinski que siempre me ha hecho mucha gracia… «El pájaro pintado» presenta al campesinado polaco como brutal y violento. Para combatir esa afirmación, dos campesinos polacos se presentaron en su casa para partirle las piernas con barras de hierro, de lo que se salvó por los pelos haciéndose pasar por otra persona.
Siempre he encontrado esa anécdota muy significativa de cómo funciona el mundo.
Jajajajajaja otra vez el impostor. Me encanta.
Otra buena razón para disfrutar del artículo: Me has recordado este libro que leí hace mucho años y del que no me acordada; muy a pesar de lo mucho que me gustó en su día.
No entiendo que pretende el otro 70%.
Pues ganarse el sexo oral con el sudor de su frente. De su mandíbula, vamos.
Esto viene a ser como la gente que disfruta de su trabajo vs. la que lo hace puramente por el salario…
Sr. Lapidario, por ser un quisquilloso, cuanto mejor habría sido acabar este artículo con un: Bon appétit.
Jaja, pues sí, en efecto, tanto más después de haber insistido tanto en el libro de cocina seminal de la parte 4. Me pregunto si algún lector o lectora comprará el libro y pondrá en práctica alguna de sus recetas…
Estimado Josep. Acabo de poner el enlace a su artículo de FB. STOP
Estoy muy ocupado borrando improperios. STOP
Estoy muy ocupado borrando ex-amigos. STOP
Estoy muy ocupado agregando amantes. STOP
SLURP!
El día que me tenga que poner un plástico en la boca para comerme el fruto prohibido, recojo y me voy.
:D
Ahora en serio, espectacular artículo. Me ha gustado mucho eso de que hay recetas para preparar el semen. Ahora ya sé qué regalar el próximo St. Jordi.
Saludos!
Lo de las recetas seminales es curiosamente poco conocido, y sin embargo no es ninguna tontería. ¡El semen es uno de los pocos ingredientes de cocina que tiene un sabor distinto dependiendo de lo que hubiera comido el día anterior el «donante»! Puedes hacer la misma receta veinte veces y tendrá veinte matices diferentes.
Sr. Lapidario, ¿usted sabe por qué algunos de los articulistas de esta santa casa contestan a todos los comentarios y en cambio otros, parece que hubieran palmado después de lanzar sus propuestas?
Bueno, imagino que a todo el mundo le va a rachas sin que quiera decir nada en particular, que hay temporadas más comunicativas-interactivas que otras.
No puedo concebir que alguien rechace placer tan suculento como una vulva en sazon
Jotdown se transformo en una pagina porno tan gradualmente que jamas me di cuenta (?)
Pablo pornografía procede de las palabras griegas πόρνη (pórnē, «prostituta») y γράφειν (gráphein, «grabar, escribir, ilustrar»)
Por tanto este artículo no es pornografía sino sexo, una de las necesidades primarias de la humanidad según la pirámide de Maslow.
Si sigue pensando que esto es pornografía le recomiendo que acuda a algún psicólogo.
Eh? No, “cualquiera”. Es un clásica referencia simpsoniana. Se ve que ni la serie ni el sarcasmo llegaron a España. Será la crisis…
Más que simpsoniana es ClancyWiggumiana, que a España ya llegó el humor y los Simpson hace ya mucho tiempo. Pero no todo el mundo tiene porqué seguirlos (yo sí, soy rendido admirador de la serie y del humor)
Nah, en realidad la frase es de Marge y venía a cuento de que en la revista se publicaron dos o tres notas sobre sexo en poco tiempo. No había necesidad de buscarle etimologías griegas ni otras cosas aburridas…
Como no lo dije, lo aclaro: la nota es «lapidariamente» buena.
Pues yo me llamo Ralph!
La Biblia del sexo oral. Su autor, según la Wikipedia, murió en plena faena
Oragenitalism
Jodó. Eso sí que es la muerte propia que decía Rilke y lo demás son tonterías…
Eso es morir en acto de ser-vicio y lo demás son tonterías
Enhorabuena por el artículo Sr. Lapidario, le ha quedado «riquísimo».
Muy bueno. Echo en falta alguna reflexión sobre el beso negro o, acaso aplica el never go ass to mouth?
Jajaja… Ostras, pues es verdad que podría haber incluido al menos alguna referencia. Tomo nota para algún futuro artículo.
La alegria del día al comunicame que somos tantos JOSEP!!!! siempre siempre lamer mesedez.
Mis primeras fantasías preadolescentes no eran acerca del coito… con eso lo digo todo :-).
Practicar sexo oral nunca ha sido «una forma de ganarme el derecho a la contrapartida», era un premio en sí. Hacerlo.
El que para algunos pueda ser eso, es una pena. Para los dos.
De los que he recibido, lo que cabe destacar es que lo que me pone, muchísimo más que la «mecánica», es la medida en la que aprecio que a la otra persona le gusta hacerlo. Y se nota, pero mucho…
Josep, tu artículo me reafirma en mi interés por las minorías estadísticas… :-)
Enhorabuena por el artículo, lo que me he podido reír! Y además está salpicado de referencias literarias, lo que lo hace más interesante.
Yo también me cuento entre ese 30% de devotas de la felación y no por que me la devuelvan luego, disfruto muchísimo dando placer oral. Recuerdo de pequeña haberme escandalizado bastante cuando descubrí de la existencia de esta práctica sexual y haber pensado que mis padres la podían estar llevando a cabo… claro que, cuando crecí y descubrí lo estimulante que me resultaba, me reí bastante de aquello. La verdad es que no entiendo los reparos de la gente que no lo practica, tanto hombres como mujeres, la gente todavía tiene muchos tabúes que superar.
Espero que sigas ilustrándonos con tus artículos y que sigan siendo casi tan placenteros como una felación :D
La gente que hace buen sexo oral es la que lo disfruta como un acto independiente y no como algo que haces para que luego te lo devuelvan. Eso se llama hacerlo por compromiso y es incompatible con hacerlo bien y con ganas.
sobre lo del semen ingerido en pueblos indígenas en Papua – Nueva Guinea, supongo que debe referir-se a la etnografia que realizó Maurice Godelier sobre los baruya.
Adjunto un par de textos disponibles on-line, que puntualizan que se trata de un rito iniciàtico que vincula los niños con adolescentes en una relación que será de por vida. Cabe destacar que las mujeres quedan totalmente excluídas, y que la relación con ellas es en base al miedo a morir embrujados.
¿Que es un acto sexual?
http://www.cholonautas.edu.pe/biblioteca/qu-es-un-acto-sexual/
Cuerpo, parentesco y poder entre los Baruya de Nueva Guinea
http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Godelier%20cap2.pdf
***
Y ya puestos, como propina, como Godelier era un crac en antropologia economica:
La racionalidad de los sistemas económicos. En “Racionalidad e irracionalidad en economía “
http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Godelier%20cap2.pdf
Muy interesantes los enlaces y referencias, muchas gracias por traerlos… De uno de los primeros borradores de este artículo se cayó un párrafo dedicado a la tribu de los Etoro, que lleva al extremo esa especie de miedo hacia las mujeres y el consiguiente establecimiento de lazos psicosexuales entre hombres.
No, pues con la pena, soy del 70%.
Y es que no me gusta dar ni recibir, no lo encuentro placentero ni se me apetece (aunque he de confesar que con este texto y sus comentarios hasta me han entrado unas ganas de hacerlo que bueno…).
El sentirme ahogada, sentir el pene llegar hasta mi garganta me desagrada. Y de recibirlo pues nada, que no siento rico, aunque quizá sea que tampoco me lo han hecho bien. Como sea, este artículo me ha inspirado y me comprometo a intentar disfrutarlo más en futuras ocasiones. ;)
En el sexo no a todo el mundo tiene por qué gustarle todo… Forzarse a uno mismo a hacer algo nunca es buena idea. Por otro lado, entre la garganta profunda llegando hasta la campanilla y el «sólo la puntita» hay toda una serie de juegos y matices a explorar. Y lo mismo en cuanto a recibir, que en eso no he entrado en el artículo pero existen mil variantes y mil maneras diferentes de practicar un cunnilingus, y hay que ir probando hasta encontrar el adecuado para cada persona. En los enlaces de Violet Blue puestos al principio del texto hay algún consejo interesante al respecto…
hola a todos y eun especial a este articulista
,Chapò! me ha encantado,m h divertido e instruido.Se puede y se debe hablar de sexo,sin utizar lenguaje soez. Señores dediquemos menos tiempo a quejarnos de lo mal que està todo y practiquemossexo oral y mas ………………………………
Como hetero me dirijo a las hicas
Fantástico artículo Lapidario!
Y qué valiente Cleopatra…
Ay que gustito pa mis orejas, enterraito entre tus piernas. Y tu me dices Ay que te responda y yo todavía no te escuchao Ay tu pregunta. Y no te oigo bien, por que ando sumergido en tu miel…. Ay que bien !! (Raimundo Amador)
No se me había ocurrido ponerle banda sonora al texto… Muchas gracias, viene que ni pintada. :)
Enhorabuena, Josep, artículo brillante como todos los que escribes. Bien escrito, bien documentado sin caer en la petulancia, buen ritmo, divertido… creo que el mejor halago que se te puede hacer es que deja con ganas de más.
Me ha gustado especialmente el último párrafo, la dedicatoria a esa minoría. Has dado en el clavo, me parece que tú también formas parte de ese selecto grupo de gourmets altruistas…
Excelente artículo Josep, el hecho de que lo hayan retirado de el sitio ese por obsceno añade un valor extra!
En mi caso yo no respondo por respeto a los que hacen comentarios. Creo que una vez escrito el artículo hay que dejar que los demás opinen. El articulista ya se ha despachado convenientemente en el escrito. Pero la respuesta activa del articulista, como en este caso, enriquece la discusión. Gran artículo Josep, y enhorabuena por el delicioso discurso
Please algo del squirt.
El squirt amerita artículo propio… A ver si me pongo a ello. :)
El sexo oral debería estar recogido en la carta de derechos y deberes ciudadanos de la constitución.
Muchas gracias por el artículo. Bien ilustrado e interesante saber de estas cosas para uno mismo. Saludos desde Arequipa.
Siempre me deje la barba.. por un muy buen aliado a la hora de acercarme a un clitoris…
Bien hecho. linda reportaje….
Ni el preservativo ni la barrera de látex previenen del HPV. Creo que es importante que la gente lo sepa, nada previene el HPV, es un papiloma, y del roce más tonto surge el contagio.
Cuánta ignorancia con este tema por desgracia, ya que deriva en enfermedades muy serias, como puede ser el cáncer de útero.
¿Un articulito sobre los riesgos de ir metiendo el rabo en cualquier agujero, o dejarse meter cualquier rabo en el mismo?.
Pues sí. Nada protege del VPH y ni siquiera los análisis de sangre son 100% fiables, con lo que hay mucha gente que es portadora sin siquiera sospecharlo. Leí hace poco que ocho de cada diez mujeres americanas tendrán algún tipo de VPH en algún momento de sus vidas antes de cumplir los 50… Todo un panorama. Lo único que consuela hasta cierto punto es que desde 2007 hay una vacuna disponible en España que protege parcialmente, pero hay una batalla legal en curso al respecto.
Es una buena idea dedicarle un artículo a las ETS, gracias por la sugerencia… Lo pongo en cola.
¡Bravísimo!
Oh sí, cuánto aprendo con tus artículos, Lapidario..
Creo que este artículo se complementa muy bien con el del Sr. Abreu: http://www.jotdown.es/2013/04/juan-abreu-la-importancia-de-comer-bien/
Venga, ¡Kalise para todos!
muy bueno el articulo y les pregunto: a nadie le gusta chupar culos? o que se los chupen? lo considero delicioso, y no tengo ningun tipo de predileccion por la caca, pero…no chupan culos?
Un cuento deliciosamente apasionante para el dichoso 30% (que pueda hacerse con el «Macho Sluts» de Pat Califia) es el último relato del libro (y único apto para todas las sensibilidades), titulado «A dash of vanilla».
Así como AnyOne está invitando a sus amantes a su discusión facebookiana, al leer ese cuento sentí la necesidad imperiosa de compartirlo con todas mis amantes, pasadas, presentes y futuras…
Enhorabuena por el artículo y la discusión!
Grande. Los ojos siempre abiertos.
Josep es la primera vez que te leo y no dejaré de hacerlo en adelante.
Encuentro el artículo delicioso y muy certero.
Gracias!
El vibrante contenido del presente artículo, conmociona los sentidos, eleva el pensamiento e incita a la imaginación, debo admitir que soy parte de ese 30%, pero que de igual forma me de claro amante de quien con deseo y osadía me toma y me explora, pues el sexo y lo sagrado de este conlleva a cada cual a despojarse de sus miedos y escrúpulos para elevar de manera conjunta el espíritu.
Qué buen articulo ¡
Mis respetos, buena investigación y nuevas oportunidades de explorar. Saludos desde Veracruz, México.
enhorabuena por el articulo….pero estas cosas no se pueden leer en horario de oficina. Ya se me dispara la mente y a ver como me concentro en mi tarea.
Grande, muy grande. Un artículo más que estupendo. Gracias al cielo pertenezco a ese 30% y lo hago en ambas direcciones, tanto a mujeres, como a hombres. Te seguiré, no lo dudes
Tengo una razón más para animar a la gente (creo yo). Soy de ese teinta y algo % y debo decir que al disfrutar este acto, mi novio disfruta más, ya que dice que mis gemidos se sienten muy bien. Además que supongo que si uno lo disfruta, puede ponerle más empeño.
SATISFECHA CON ESTE ARTÍCULO …
Y CON MUCHOS COMENTARIOS!!!
Muy bien!
con las referencias a Wilt y a Clerks me has ganado, jajaaaaa. Muy buen artículo.
Ruego al autor una reflexión del otro momento glorioso en las adormideras: el annilingus.
me encanta mamarla
Un artículo excelente, como todo lo que escribes, Josep. ¡Gracias por este repaso tan divertido y bien documentado de la historia del sexo oral! :-)
Inspirador y motivador…… Soy licenciado en Historia y en Periodismo, y amante desproporcionado del chupeteo, porque si, porque disfruto viéndola retorcerse y gemir de placer mientras yo me afano en encontrar cada uno de esos recovecos que la hagan saltar sobre la cama. Y ahora que compruebo que antaño disfrutaban tanto como yo….puedo dormir y proporcionar orgasmos tranquilo
Genial artículo y muy bien documentado! Es la primera vez que te leo pero no será la última! Gracias por la aportación de ese libro de recetas y por el desconocido Sqweel! Pero lo que me inquieta profundamente es la invención de Cleopatra, ¿Qué le lleva a una a pensar en utilizar abejas para tener una buena jornada placentera? O_O
Como decían por aquí arriba…La cena está servida así que Bon appetit!
Muy entretenido el artículo, enhorabuena.
Comento que oí una vez que en la cultura japonesa (¿taoísmo/shintoísmo?) se dice que beberse el flujo vaginal que emiten las mujeres al eyacular aporta la vida eterna. Me parece que se debería fomentar más el hablar de fluidos femeninos y un poco menos de los masculinos, ya muy vistos. Sobre el flujo vaginal, tan acuoso, querríamos sabe más. ¿Tendrá virtudes isotónicas, como el agua de coco, que ahora está tan de moda? :-D
Y por cierto que sobre cómo hacer una buena felación, diré que qué poco juego se le suele dar a la lengua, cuando lo más placentero es que te la pasen haciendo círculos por el glande. Los besitos y mordisquitos son también lo más.
En cuanto a cómo hacer un buen coñilingus (jajaja), también se echan de menos buenas técnicas, supongo. Pienso que haría falta un par de educativos vídeos porno que sean bien ilustrativos, y uno para cada caso (coñilingus y mamada). Por supuesto, soy absoluto partidario de que estos vídeos se muestren algún día a los alumnos en la enseñanza obligatoria.
De momento puedo recomendar un vídeo sobre cómo masturbar correctamente a una mujer, trabajando tanto el masaje preliminar relajante, como el masaje sobre el clítoris, como sobre el punto G. La sonrisa de la chica al final del vídeo, y su eyaculación múltiple, lo dicen todo: http://www.xvideos.com/video2205335/squirting.orgasms.how.to.custom.dksubs.xxx.ntsc.dvdr-dsb
El otro gran tabú es el del punto G masculino. Admito que a mis 36 años aún no me lo han tocado nunca. Esto no puede seguir así. :-(
En fin, un saludo y gracias al autor y a la bellísima América Valenzuela por enlazar en twitter este artículo.
Me imagino que «irrumar» es una licencia poética, ya que no existe como verbo en español. Lo más parecido que se encuentra en la RAE sería irruir.
El artículo está chulo, como anécdota, yo una vez tuve que acompañar a urgencias a un amigo que se le había desencajado la mandíbula al hacer un cunnilingus, a su novia le dio corte acompañarle, eso me dijo con una hermosa sonrisa.
FAN, gracias por artículos como este.
Iba a explayarme en una lista de adjetivos (todos buenos) pero cuando algo se hace para disfrutar y lo consigue (tanto) me parece hasta irrespetuoso.
¡Que resuenen los aplausos en la cabeza del autor!
Serie Los Soprano: la amante de Junior, se le escapa comentar como el abuelo del capo se baja al pilón. Se enteran sus soldados, sus secuaces y se mofan al considerarlo un acto impúdico para un mafioso y jefe.
Leí hace ya, que los mafiosos se las dan de que no lo practican. Ellos se lo pierden. Bajarse al pilón es de lo mas placentero.
Considerenme un nuevo asiduo lector de este sitio, magnífica fforma de abordar la apología y adentrarse con ese humor y a la vez esa rigurosidad en el «bajo mudo» de los placeres orales… Soy parte del pequeño 30% afortunadamente, uno de tantos que ama orquestar gemidos en su fémina con los adecuados acordes de unas buenas, intensas, húmedas y lujuriosas lamidas…
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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Me ha gustado mucho el artículo, muy interesante! He tenido todo el rato en la cabeza la frase del Perro del Hortelano ‘Ni come ni deja comer’, que en este caso podríamos cambiar por ‘Come y deja que te lo/la coman’
También hay una cuestión que me viene a la cabeza cuando veo, hablo, leo, escucho o practico sexo… ¿por qué las mujeres gemimos y gritamos más que los hombres? ¿Es verdad que nosotras disfrutamos más o es que el hombre se siente cohibido en este aspecto? Estaría bien un artículo sobre el orgasmo, en general, tanto en los hombres como en las mujeres.
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Muy bueno el artículo!!! Nos encanta la gente liberada y en nuestra web se puede encontrar mucha, mucha!
http://www.miaffaire.com/contactos/romance-secreto
Hola a tod@s, me acabo de encontrar con este sitio por casualidad y me ha encantado, ni que decir que soy de ese 30% y que el otro 70 estan en Babia y no saben el mutuo placer que pierden, me encanta hablar y que se hable claro y sin tapujos, he disfrutado con la lectrura y comentarios.
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El artículo es fantástico pero quiero hacer una precisión. Se dice al final: «Un acto zen (…) que reduce todo el universo, todo, a una boca, unos genitales y una CARA. Porque es EL ROSTRO de la persona que recibe la felación (…) en realidad el auténtico protagonista.» Bueno, no tiene por qué ser así. Si lo fuera, ¿cómo se explicaría el placer inmenso que sienten l@s que comen rabos en los gloryhole? ¿Y en los cuartos más oscuros que el carbón? Ni que decir tiene que pertenezco a este afortunado 30%.
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no hay mas gusto que dar gusto a quien gusto sabe dar!
Bon Appetit!
El artículo y los comentarios. Todo vale la pena aquí, hoy.
me han encantado el artículo y los comentarios, me encanta el sexo y me encanta llamar a las cosas por su nombre… Pero, en esta ocasión, me ha resultado inevitable recordar dos expresiones que me resultan deliciosas y muy apropiadas: «besar el terciopelo» y «pulir la perla»
Muy buena publicación, enhorabuena. Hacía tiempo que no leía algo tan bueno,l muchas gracias.
Placentera nota. De gran deber informativo (acto cometido), y aguda imaginería histórica!. Un deleite!
¡Me encantó el artículo! En verdad que es un orgullo y una honra pertenecer a ese treinta y pico por ciento. :)
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