Tengo serias dudas de que el lector medio de este magacín vaya a entender el presente artículo. Impregnados por ese caduco y nauseabundo espíritu progre, quince-emero y buenista, son incompetentes para realizar y admitir ninguna reflexión crítica. No en vano, la manifiesta ignorancia de la izquierda con la que se identifican, alimentada por años y años de sebosa vagancia intelectual al calor de papá-Estado, difícilmente les va a permitir que agrupen los dos o tres conceptos que voy a presentar en un pensamiento complejo. Preferirán el seguidismo de alguna inane reclamación periférica, pensando que el no-va-más de la cultura es citar a Bukowski o a Gloria Fuertes. Pero no se preocupen, que las mujeres, reacias e incapaces a cualquier elaboración abstracta, tampoco se van a enterar de nada de lo que aquí aparece. Como mucho impostarán su interés en esta lectura para así no dejar claro lo limitadas que son, pero en realidad lo único que van a hacer es alimentar el odio contra este humilde redactor por ponerlas —a ellas y a ustedes— en evidencia.
La hipocresía deshonesta que les llena de rencor les va a impedir que admitan las palabras que van a leer, pese a que saben que tengo razón. Porque prefieren vivir bajo una manta de pusilánime mediocridad envidiando al que destaca, al líder. Porque las cosas se dicen directas y a la cara. De frente. Pese a quien le pese. Como hacían Ayn Rand o Elia Kazan. Como hace Salvador Sostres.
Y ahora respiren profundamente.
Y ahora otra vez.
Como habrán podido comprobar, es extraordinariamente fácil irritar a los lectores —a ustedes—. Es extraordinariamente fácil irritar a casi cualquier persona. Probablemente conocerán a más de un director de periódico, columnista o tertuliano en general que emplea estos mecanismos de encabronamiento. Algunos exabruptos envueltos en una bruma de palabrería intimidante, un par de insultos directos, referencias culturales para dejar claro que, en realidad, no se es un garrulo maleducado, un poco de ingenioso sarcasmo y ciertas alusiones a temáticas controvertidas (política, religión, sexo, deporte) articulan —que no construyen— el perfecto mensaje irritante. Independientemente de lo profundo o acertado de la exposición, el gatillo de la cólera no lo aprieta el fondo del discurso, sino los dispositivos más evidentes.
Por supuesto, estos mensajes no se limitan al medio escrito o a la locución. Desde el manga más cuestionable y el cine gore más obvio hasta obras reconocidas por la crítica como el filme Happiness de Todd Solondz, existe toda una serie de productos culturales y mediáticos que hacen de la búsqueda del enfado del interlocutor su bandera más reconocible.
Hay quien usa solo determinados mecanismos y quien los mezcla en mayor o menor medida, pero en casi todos los casos que se le vengan a la mente recordarán ustedes algún nombre. Y como ya hemos expuesto en estas mismas páginas, en el ahora, los nombres son nuestras certezas. Es decir, es muy posible que estas personas sepan lo cerca que están de su parodia, pero, desde luego, son perfectamente conscientes del grado de exposición al que se someten. Su nombre —su persona— aparece en la firma, enfrente de un micrófono, delante o detrás de la cámara.
Michael Brutsch también sabía perfectamente cómo enfadar a sus lectores. Sin embargo, ellos, los miles que le leían cada día, nunca conocieron su nombre —su persona—. Para ellos era violentacrez.
El anonimato
Si la desindividualización es una de las características más notables del anonimato, el advenimiento de la red 2.0 ha destapado este fenómeno a la mayoría de la población.
La desindividualización, proceso psicológico estudiado desde finales del XIX por Gustave LeBon e investigado en el XX por Leon Festinger, Stanley Milgram y, sobre todo, por Philip Zimbardo, se significa esencialmente por la pérdida de la identidad; el ser humano desindividualizado desaparece dentro de sí mismo. Las consecuencias de esta condición pueden ser varias, desde un estado de preconsciencia o hiperconsciencia hasta la desaparición del sentido de la responsabilidad de nuestros actos. Y de igual manera, la ausencia del yo puede ser un fenómeno buscado, por ejemplo, a través de la meditación, o el efecto inconsciente de una categoría experiencial previa. Como ya hemos señalado, el anonimato es la más significativa.
En un principio, la desindividualización se consideró como una consecuencia de la pertenencia a un grupo; cuanto más grande es este último, más acusadas son los comportamientos desindividualizados. La disolución de la identidad personal dentro de la masa, en favor de los objetivos colectivos provoca, entre otros fenómenos, una pérdida paulatina de la capacidad de autoevaluación y de las inhibiciones, así como un aumento de las conductas antinormativas, antisociales e incluso sociopáticas. El ser humano desindividualizado no solo pierde su consciencia como persona, sino que, a veces, considera a sus semejantes en los mismos términos; les sustrae su humanidad, les cosifica.
En 1971, Zimbardo condujo su famoso Experimento de la Cárcel de Stanford. En él, un grupo de 24 jóvenes universitarios, todos de clase media y todos de raza blanca, fueron seleccionados para realizar una simulación de las condiciones de vida de una prisión. Mediante el lanzamiento de una moneda, y sin establecer ninguna diferencia objetiva, fueron divididos en dos mitades: guardianes y prisioneros. Los guardianes podrían volver a sus casas cada tarde, mientras que los prisioneros deberían permanecer en el sótano de la Universidad de Stanford los catorce días y catorce noches que iba a durar la prueba.
Pese a que todos los participantes eran voluntarios, se les pagaba por su participación en el experimento y habían pasado un examen psicológico que les consideró estables y saludables; pronto, los prisioneros comenzaron a mostrar una serie de conductas despersonalizadas que, en algunos casos, desembocaron en trastornos emocionales catalogables. Y aún más notorio, los guardianes, armados con porras y vestidos con uniformes de inspiración militar frente a las batas blancas de los prisioneros, desarrollaron comportamientos violentos y sádicos que, fuera de ese entorno experiencial, jamás habrían realizado y que, además, fueron aceptados por los prisioneros.
A los seis días, tras tomar consciencia de la descontrolada situación a las que había llegado el experimento, Zimbardo lo dio por terminado.
Los comportamientos agresivos o sociopáticos de la desindividualización parecen ser, por tanto, consecuencia del anonimato derivado de la pertenencia a un grupo; piensen en los linchamientos o en la pertenencia a un ejército. En el caso de Stanford, Zimbardo dijo que los participantes se volvieron anónimos al pertenecer al “grupo humano más grande posible: el Sistema”.
Documental de la BBC sobre el Experimento de la Cárcel de Stanford.
No obstante, el anonimato no siempre es resultado de una situación anterior. El anonimato puede ser un acto deliberado, por ejemplo, para ceder el éxito en un colectivo sin personalizarlo o, como en el caso de Stephen King y su seudónimo, Richard Bachman, para cotejar si la notoriedad de un producto —sus novelas— se debía a la calidad intrínseca de las mismas o al autor que las escribía (spoiler: las ventas de las novelas de Bachman se multiplicaron por diez en cuanto se supo que el verdadero autor era King).
De igual manera, el anonimato puede ser casi la única opción cuando interviene el miedo, como lo es para un testigo protegido o un informante; o cuando emitimos opiniones controvertidas que no queremos sean relacionadas con nuestro nombre —con nuestra persona.
Ahora bien, cuando el único objetivo es la controversia de dichas opiniones, cuando queremos que sean lo más violentas, irritantes y amorales posibles, pero por el contrario nos avergonzamos de ellas y tenemos miedo a que alguien sepa que somos nosotros los responsables de las mismas, cuando no estamos dispuestos a asumir sus consecuencias, entonces tanto la desindividualización como el anonimato no son resultados, sino metas.
Si se une dicho miedo, el comportamiento desindividualizado y cosificante y la capacidad que ofrece la red 2.0 para ocultar el comportamiento más bronco detrás una máscara incógnita, el producto de esta ecuación social es uno de los entes más notorios de la actualidad: el troll de Internet.
Según el diccionario Collins, un troll es, en su novena acepción, “una persona que presenta opiniones deliberadamente incendiarias en una discusión de Internet”. Cuando Adrian Chen, en su artículo de octubre de 2012 en Gawker, sacó a la luz la verdadera identidad que se escondía detrás de violentacrez, le llamó El Mayor Troll de la Red.
La paradoja
Michael Brutsch entró por primera vez en Reddit en 2007. Eligió el apodo violentacrez (pronunciado Violent Acres) que había extraído de un blog que frecuentaba, y comenzó a escribir.
Al contrario que en otros foros como 4Chan, donde el anonimato es verdadero y prácticamente obligatorio, esto es, los usuarios no tienen apodo y son efectivamente anónimos, en Reddit se favorece la asunción de un pseudónimo y, por tanto, una suerte de personalización de los contenidos allí vertidos.
Al principio, violentacrez se comportó como un troll habitual: daba respuestas agresivas, insultos, provocaba a los demás usuarios y sentía una particular excitación al recibir respuestas igualmente ofensivas. Sin embargo, pronto aprendió a despojarse de los elementos que consideraba accesorios y concretó sus mensajes en el puro insulto y la imagen irritante. Comenzó a abrir subforos con nombres que se explican por sí mismos como Hitler, Jewmerica (América Judía), Chokeabitch (Estrangula a una zorra), Incest o Misogyny. En ellos, escribía mensajes a favor de la violencia o del racismo y publicaba, entre otras, fotos de mujeres maltratadas alabando dicho comportamiento.
Pero Reddit no es un foro dedicado a contenidos controvertidos. Reddit es un superforo y se comporta como un microcosmos de la sociedad digital; se publican desde artículos científicos, enlaces a noticias y relatos de los usuarios, hasta videos de gatitos. Por descontado, los mensajes de violentacrez y los propios subforos que abría y moderaba irritaban a otros usuarios de Reddit, que provocaban una espiral ascendente de réplicas, contrarréplicas y denuncias a los administradores, lo cual generaba una enorme cantidad de tráfico, terminando con el subforo en la página principal de la web. Y como dicen muchos de sus usuarios: la página principal de Reddit es la página principal de Internet.
En 2007, Reddit era un superforo. En 2012, albergó entrevistas —llamadas Ask Me Anything— a personalidades como Woody Harrelson o el propio Barack Obama; la revista Forbes la mencionó, junto a Twitter y Facebook, como una de las webs más influyentes de occidente.
Entonces, ¿cómo es posible que un sitio que incluye entrevistas de los usuarios al propio presidente de los Estados Unidos permita contenidos como los que publicaba violentacrez? Entre otras razones, porque el propio Brutsch se ofreció, voluntariamente y sin cobrar, a moderar los subforos más delicados, empezando por los suyos. Descargaba así de gran cantidad de trabajo a la administración de la página. En su apogeo, Michael Brutsch llegó a moderar más de 400 subforos de Reddit.
Durante unos meses de 2011, la segunda búsqueda que más tráfico generó para Reddit era Jailbait. En dicho subforo, violentacrez publicaba y animaba a los demás usuarios a publicar fotografías de menores de edad en poses eróticas o sugerentes. Como moderador, se encargaba de eliminar las fotografías que fuesen directamente pornografía infantil, pero también se preocupaba muy mucho de que ninguna de las chicas que aparecían en las imágenes no tuviese más de 15 o 16 años. Las fotografías se obtenían de otras webs como Facebook o incluso se tomaban en lugares públicos, encontrándose así dentro del margen de la legalidad estadounidense.
En septiembre de ese mismo 2011, el programa Anderson Cooper 360º de la CNN destapó el caso Jailbait a la nación, acusando a Reddit de albergar en sus páginas contenido rayano en la ilegalidad con el único objeto de obtener más tráfico y más publicidad. Un todavía anónimo violentacrez respondió a la controversia con frases como: “No es para tanto” y “La gente se toma las cosas demasiado en serio”.
Sin embargo, tras la emisión del programa, la administración de Reddit eliminó el subforo Jailbait en un intento por controlar la polémica. Pero, pese a todo, violentacrez, que había sido declarado por la revista The Daily Dot como el usuario más influyente de Reddit, seguía teniendo carta blanca. Se jactaba de su fama y de hacer básicamente lo que le venía en gana. Incluso abrió un nuevo subforo, llamado Creepshots, con fotos de mujeres anónimas —esta vez, mayores de edad— tomadas en lugares públicos y sin su consentimiento.
Si como dijo Sigmund Freud, «El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización», violentacrez se había convertido en el civilizador más incivilizado de la historia de Internet.
Pero había un cabo suelto; la persona empezaba a tener envidia de su pseudónimo. Violentacrez estaba en la cresta de la ola y Brutsch no estaba dispuesto a quedarse atrás. Acuñó su propio símbolo —una versión zombificada del propio logo de Reddit— que imprimió en camisetas que vestía orgulloso cuando se reunía con otros usuarios de la web en las quedadas a las que acudía regularmente. Allí, Brutsch tenía un comportamiento agradable y divertido, aunque portase el estandarte del troll más salvaje de Internet. Comentaba con ingenio los devenires de la página que les acogía a todos, incluyendo las hazañas de su famoso pseudónimo. Era amable, gracioso y agudo. Era el centro de atención.
Fue esta paradoja del ego desindividualizado la que permitió a Adrian Chen averiguar la verdadera identidad de violentacrez. Había dejado demasiadas pistas, demasiadas fotos, demasiada gente le conocía en persona. Chen no tuvo más que preguntar a las personas adecuadas —usuarios de Reddit que abominaban de violentacrez— y cotejar la voz que el propio Brutsch había dejado en un podcast, con uno de los números de teléfono que le habían proporcionado.
El diez de octubre de 2012, mientras trabajaba en su oficina de Texas, Brutsch recibió una llamada telefónica. Chen le dijo en ese momento que sabía que él era violentacrez y que iba a revelar su nombre. El hombre que había portado orgulloso la máscara más terrible de la red se derrumbó. Suplicó que no lo hiciese, que tenía una hipoteca, una mujer discapacitada; que si le veían por lo calle podrían agredirle físicamente; que si lo sabían sus jefes le despedirían; que era exmilitar, que él no era así en realidad, que solo lo hacía para desconectar de su trabajo. Le ofreció ser su marioneta en Reddit, hacer lo que fuera que le pidiese.
“No es para tanto. La gente se toma las cosas demasiado en serio” había dicho un año antes. De repente, las cosas eran serias y eran para tanto.
Una semana después de la publicación del artículo en Gawker, la CNN emitió una entrevista con Brutsch. En ella, el informático de 49 años declaró que, efectivamente, había sido despedido de su trabajo, había perdido su seguro médico y no se veía capaz de pagar la hipoteca de su casa. Ante las preguntas del entrevistador, mostró cierto arrepentimiento de sus actos en Reddit: “[…] nunca pensé en lo que estaba haciendo. Y nunca escuché lo que me decía la gente. Eso no se debe hacer”; y se disculpó… a medias: “Hasta cierto punto me arrepiento de lo que hice. Pero insisto, estaba actuando ante una audiencia de jóvenes universitarios. Hace dos años, cuando todo esto estaba en su punto más alto, la audiencia apreciaba y apoyaba el tipo de humor negro que yo ponía allí”.
Con todo, considero que el comentario más relevante vino cuando Drew Griffin le preguntó si obtenía alguna satisfacción con su comportamiento: “Honestamente, la máxima satisfacción que obtenía eran esos insignificantes puntos de Internet”, contestó Brutsch. Posiblemente se refiriese al sistema de karma, que de similar manera a otras webs, regulan la jerarquía de Reddit; pero, de alguna forma, también explicaba tanto el comportamiento habitual del troll —la excitación al provocar respuestas— como la paradoja de su anonimato. Por mucho que Michael Brutsch quisiera ser anónimo, violentacrez adoraba y necesitaba la fama.
La cara de violentacrez en horario de máxima audiencia.
Implicaciones
Incluso antes de que se publicara el artículo y cuando ya se olían cual iba a ser el desenlace, los administradores de Reddit, animados por muchos de sus usuarios, iniciaron un contraataque contra Gawker, bloqueando en el foro los enlaces a su web o a cualquiera de sus webs subsidiarias. Acusaron a Chen de comportarse como un chivato y realizar un acto de vigilantismo policial que atentaba contra el derecho a la libertad de expresión. Aducían que el miedo a ser descubiertos provocaría que muchos de sus usuarios anónimos dejasen de publicar lo que les apeteciese, volviéndose así dóciles herramientas del sistema y sus normas sociales. Incluso se dijo que la exposición al público de Brutsch y la caída de violentacrez presagiaba el derrumbe de Reddit, y con él, el de todo un sistema de librepensamiento en Internet.
Por el contrario, yo estoy de acuerdo con la opinión que P.J. O’Rourke vertió al respecto: “Solo hay un verdadero derecho humano básico, el derecho a hacer lo que te dé la real gana. Y con él viene el único deber humano básico, el deber de asumir las consecuencias”.
Quizá no consideren esta historia especialmente interesante. Con todo, si aún le confieren alguna relevancia a los medios de comunicación tradicionales, sepan que no solo la CNN, sino también el Guardian, el Independent o la mencionada Forbes se hicieron eco de la noticia y sus derivaciones.
Puede que crean que algo que pasa al otro lado de una pantalla no les afecta en su vida real. Sin embargo, piensen en la cantidad de tiempo que pasan diariamente delante de su smartphone, de su tablet o de su ordenador. Piensen en cuántas de sus relaciones habituales se desarrollan a través de este medio. Hagan memoria y recuerden algún comentario que leyeron en un foro, en una noticia o en Twitter que les enfadó especialmente y el tiempo que dedicaron a pensar la respuesta que le iban a dar. Cómo ese día, mientras iban al volante, elucubraron la mejor combinación de palabras con las que zanjar de una vez la discusión y dejar en evidencia a ese interlocutor del cual no conocían ni su nombre ni su edad ni su aspecto. Y aún más, piensen en la verdadera irritación que han sentido al leer el primer párrafo del presente artículo.
Tomen consciencia de cómo lo que aparece en la pantalla que está frente a ustedes les afecta realmente. Cómo la frontera del monitor se ha disuelto y todo lo que está tanto a un lado como al otro forma parte irremediable de su vida.
A violentacrez ya no le queda ninguna vida y Michael Brutsch, de 49 años, casado y con dos hijos, tendrá que empezar a imaginarse una nueva.
Grandísimo P.J. O’Rourke…me quedo con otra gran frase suya: «Cualquier alimento frito gana en sabor, en consecuencia fríalo todo, incluso la sopa, si puede»
gran cita.
http://deadfix.com/wp-content/uploads/2013/02/Fries.jpg
Pues yo firmo el primer párrafo. Cada letra de él.
Es curioso el ejercicio del primer párrafo. Presupone la ideología del lector de JotDown, intenta retratar la contraria y acaba dibujando unas ideas que, tras la caricatura, son muy ciertas.
No.
Un saludo.
Un articulo no deberia explicarse posteriormente.
estoy convencido que quien escribió esa nota nunca tuvo buen sexo ,por eso tiene tanta agresividad acumulada
Lo más curioso de reddit es como de «distribuido» es. Muchos usuarios que llevamos allí bastantes años ni nos enteramos de toda esta polémica hasta que la publicó Gawker.
Muchas veces las comunidades son bastante insulares y si tu interés no hace que visites esos subforos, jamas te enteras que ni existen.
A mí me sucedió algo parecido. Si bien yo tenía conciencia de la existencia de violentacrez, no le prestaba demasiada atención.
Hasta que se la presté, claro.
Es un precio a pagar por todo lo bueno que conlleva el anonimato. La libertad de opinar sin miedo a las consecuencias, especialmente cuando estas pueden ser represión, acoso laboral, carcel…
El tema de los trolls es muy polémico. Se puede aprender a ignorarlos, pero siempre hay temas que tocan de cerca nuestra sensibilidad.
Por mi parte, creo que este tipo se ha ganado lo que tiene al haberse metido con la pornografía infantil. Una cosa es putear a troche y moche, y otra tener acceso a fotos de pederastas y no hacer nada al respecto.
Hombre, Eila Kazan dirá las cosas a la cara, pero a sus colegas los traicionó por la espalda.
Lo que certifica, en mi opinión, el infantilismo de nuestras sociedades, en el sentido en que se confunde constantemente dos tipos de libertades, «libertad de» y «libertad para». Es lo que dice ese P.J. O’Rourke, a quien desconozco. Está enunciando la idea espinosista de libertad, y con ella una implicación política esencial que no cesa de repetirse actualmente: que es la reivindicación constante de derechos para cualquier cosa que se quiere hacer o decir; pero claro, pasando por encima de obligaciones y responsabilidades. Estamos en un momento en el que en ausencia de ese sentido de responsabilidad social, la libertad se convierte en la corrupción del derecho y de la sociedad entera, y por tanto no es libertad
No olvidemos, ciertamente, que el comportamiento humano a nivel individual y grupal son sustancialmente diferentes. En grupo la responsabilidad se difumina, se pierde la conciencia. La red implica un modo de ‘desahogo’ , catarsis y expiación de las pequeñas o grandes frustraciones de la vida ‘exterior’. Pero la capacidad de pensar desde la objetividad, comparar, analizar y después decidir, está ahí.
Creo que el valor terapéutico de internet debería de ser reexaminado con algo más de visión. No tengo tiempo ahora para construir un discurso sobre la necesidad de la mentira, el autoengaño, el conflicto entre el mundo personal y el real, y toda esa serie de cosas de las que el ser humano está hecho, también estoy de acuerdo que TODO tiene un límite. Pero este artículo es demasiado contundente en ciertos puntos que son muchísimo más grises de lo que parece.
Y desde luego, linchar a la gente es otra forma de despersonalización. No sé si el autor se da cuenta, pero lo único que cabe extraer de esta historia es que el mundo virtual es -no cabía de otro modo- totalmente subsidiario del real. Exactamente igual que la mente humana. Y sus actos.
Pedazo de artículo sobre una historia que desconocía por completo.
A mí el primer párrafo me ha parecido una idiotez, pero como hay tanta gente que dice esas cosas tampoco me ha llamado mucho la atención.
El artículo me ha parecido interesante.
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Solo un pequeño matiz sobre el experimento de Stanford que lo hizo todavía más llamativo. Hasta el propio Zimbardo se dejó absorber de tal manera por la situación generada que fue su novia la que le hizo ver el descontrol y la barbaridad de lo que estaba sucediendo y puso fin entonces al experimento. Acabó creyéndose su propio papel de alcaide. Yo también desconocía la historia de Brutsch/violentacrez y voy a indagar más porque me ha parecido muy significativa. Es infinitamente más sencillo destruir que construir, hacer crítica que autocrítica, hablar de los «otros» como si nosotros no formáramos parte de ese «rebaño desconcertado» de Lippmann.
La licencia para insultar, degradar o agredir verbalmente a los demás siempre funciona en una única dirección. Me aplaudo o te aplaudo siempre que caminemos en esa dirección, pero cuidado con los 180º. Espero que este magnífico artículo dé pie a otros en la misma línea. Todo esto para decirte, Pedro, que seguimos teniendo en mente el del «liberal de Twitter», je, je.
Un saludo
Una historia que muestra el extremo, prácticamente la patólogía, de un uso extraordinariamente extendido en la red. Yo tampoco conocía el caso, ese caso, pero a cualquier nivel de la red encuentras esos deseos de notoriedad camuflados entre los intentos de anonimato y la lucha entre el personaje y autor.
En su día anduve yo reflexionando sobre este tema y centré un par de artículos en el efecto que tenía este mismo anonimato en los personajes públicos y sus mensajes. La respuesta, otrora inexistente, que hoy han de tener en cuenta sí o sí a la hora de hacerlos públicos.
Os paso el enlace de un par de ellos, vienen a, de una manera más pueblerina afectar el mismo tema.
Enhorabuena por el interesantísmo artículo.
http://clinclinclinclok.wordpress.com/2011/01/13/el-anonimato-del-seudonimo-en-internet/
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Pedro te equivocas, y te equivocas por mucho.
A ver, yo estuve en 4chan cuando nadie conocia 4chan. Yo estuve en tor cuando nadie conocia tor. Yo estuve en reddit cuando nadie conocia reddit. Hay una perspectiva desde la que hablar con sinceridad. Una sinceridad que en mi opinión te falta.
El fenómeno del anonimato, cuando se propaga a lo largo del tiempo, genera comportamientos emergentes. Wikileaks u operación chanology dan buena muestra de ello. Y el valor que uno asigna a esa clase de movimientos es discutible, pero al menos son interesantes. Pretender que el anonimato per se es el germen del trolleo y algo a perseguir es un discurso que mantienen los que lo mantienen con unas intenciones que son evidentes.
Es cierto que VA (y otra gente caida en desgracia en reddit, como PIMA) son el exponente de algo. Pero está claro que ese algo tiene dos caras. He echado *mucho* de menos que hablases de los goons de somethingawful, de /r/SRS, de la relación de los arcángeles con los imageboards y del movimiento radfem, y el apoyo a ese trolleo, un trolleo brutal que parte de un grupo organizado, y el impacto que tiene en las comunidades de internet. Esa es la otra cara de la moneda. Podrías haber comparado la persecución al hombre que hicieron con VA (y con PIMA, y con la gente de /r/MRA) con las raids de /b/. Eso hubiera sido justo y hubiera sido verdad. Sin ello tu artículo no es mas que otro ajuste de cuentas como los que se han hecho desde Jezebel, una media verdad.
El problema de internet, en mi opinión, no es que la gente pueda postear sin tener que poner sus datos de filiación (como a veces se sugiere). El problema de internet es que gente como Cooper, como Oprah, como Chen o como tu está dispuesta a llevar el fenómeno de las raids, persecuciones personales que puedes encontrar en 4chan, en reddit o en el español forocoches a los medios, porque eso vende bien, porque es fácil desde una tribuna señalar a una persona que no tiene capacidad de responder y sugerir que es un monstruo. Y eso vende ejemplares y clics a anunciantes. Pero en el fondo, tu, igual que yo, sabes que eso es moralmente cuestionable. Que está mal.
¿Qué es un comportamiento emergente?
Del resto de tu mensaje tampoco he entendido nada. Tiene pinta de tratar sobre batallitas de adolescentes frikis.
Creo que, al igual que sucede con otro comentarista, los malos actos están en sus ojos, no en el artículo, donde yo me limito a contar una historia. No digo ninguna mentira ni creo ser tendencioso en absouto: Michael Brutsch quería ser anónimo, violentacrez no. Ambas circunstancias chocaron como era de esperar.
Insisto, si usted cree que contar la historia de Brutsch es un raid, o si cree que violentacrez es un monstruo, desde luego, opera desde su propio espíritu crítico, no del contenido del artículo.
La única parte en la que vierto mi opinión -y mantendré siempre- es que cada uno debe asumir la responsabilidad de sus actos, tanto dentro como fuera de la red, que para mí son lo mismo. Como hago yo aquí, por cierto.
Un saludo.
El comentario de Anon es más sustantivo que el articulo.
6/10, keep tryin’ :D
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El artículo me ha parecido interesante y el debate, necesario. Pero a mi lo que realmente me interesa es la discusión sobre cómo distinguir entre un troll, tal y cómo se define aquí, alguien que se dedica a crear polémica sin necesidad, y la verdadera opinión. La pérdida de la individualidad no se da solamente en el lado de los que se agazapan en el anonimato para buscar esa notoriedad bronca, sino también entre aquellos que, a la sombra de una cabecera reconocida (por ejemplo, este medio, o un articulista o bloguero concreto, etc.) hacen coincidir, curiosamente, sus opiniones con las de ésta, sin cuestionárselas, y cuando encuentran una oposición, aunque sea razonada, enseguida saltan como liebres y acusan de ser un troll a aquellos otros que, quizá por convicción, no defienden sus intereses.
Por cierto, la entrada del artículo, más que la provocación de uno de los citados trolls me ha parecido el comienzo de un texto de Cristian Campos. El Sr. Campos parece haberse propuesto en cada artículo irritar al personal con opiniones deliberadamente controvertidas. ¿Es Cristian Campos un megatroll? ¿Cómo llamamos a esto? (en realidad, ya tiene un nombre, polemista, Platón les llamaba sofistas, aquellos que, dominando el arte de la retórica, la usaban para enredar en su propio interés). El debate en la red se ha pervertido de tal forma que hoy deviene ya en una algarabía inútil. Por eso sirve de poco hablar ya de libertad o no en la red. La libertad está ahí, pero es obvio que no sabemos gestionarla.
El tema de la pérdida de la identidad para tomar la identidad del grupo es un tema muy estudiado e investigado. El de como alguien escudado en el anonimato puede llegar a cambiar radicalmente su manera de actuar y de ser, mucho más (sino que se lo pregunten a cualquier psiquiatra). Lo que el ser humano no debe tener claro es que todo lo que uno hace o dice tiene consecuencias, y que si no estas dispuesto a asumirlas, es mejor que reflexiones antes de decir o de hacer algo, algo que forma parte de un tema también muy estudiado denominado «control emocional»
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Una acotación: existe una gran diferencia con el comportamiento del señor Campos con respecto al sujeto mencionado en el artículo, desde el mismo momento en que él sí firma sus artículos y se hace responsable de ellos. Ahí está la verdadera diferencia, ser capaz de opinar algo, defenderlo y firmarlo.
Por lo demás excelente artículo.
Saludos.
JL
Le ha salido el tiro por la culata.
Lo único diferente en internet, es internet. Porque, en anonimato o sin él, siempre ha habido gente deseosa de señalar con el dedo, cotillas, linchadores y apedreadores. Y sacar leña, la misma leña que usted saca del tal Brutsch.
He leído el artículo porque pensaba que iba a decir algo interesante sobre el experimento de Stanford, pero no ha sido así. Mas arriba @anon ha dicho mucho más y mejor, pero en sentido contrario. Eskorbuto, entre los parias, lo dijeron bien: «mucha policía, poca diversión». Qué aburrido, Torrijos.
Si considera que hacer leña es contar una de las historias más interesantes del año en EE.UU, me temo que es usted el que ve malas acciones en el comportamiento de Michael Brutsch, no yo.
Yo me limito a decir que era una persona que necesitaba el anonimato ligada a un personaje que amaba la notoriedad.
Un saludo.
Casi, casi soy nativo digital puesto que mi primer contacto con un ordenador fue cuando cursaba 1 de EGB en 1985 (colegio público con recursos). Teníamos un aula con unos 20 Macintosh de la época. En el 87 o 88 en mi casa teniamos un Spectrum 48, luego un MSX fabricado por Philips. En el 90 o 91 tuve mi primer PC, un 286 con MS-Dos. A partir de aquí, la vorágine: 386, 486, Pentiums varios, Internet, portátiles, etc. Sin ser informático, en mi profesión el ordenador es una herramienta imprescindible.
Con todo esto, lo que quiero decir es que la informática e internet no me son ajenas y, joder, ¡es la primera vez que escucho hablar de lo que es un Troll y lo que es Reddit!
¿Un aula con 20 macintosh en un colegio público en 1985? No había tantos en mi universidad, ese mismo año…
Sí, es cierto. No sé decirte el modelo concreto. Tenía tres cuerpos: teclado-CPU, monitor de fósforo verde y disquetera de 5 1/4″. Nos sentábamos por parejas. Cada pareja tenía un disquet en propiedad donde guardar los datos. Ejecutábamos un programa llamado «Logo». Básicamente se trataba de un programa de dibujo, que dibujaba con comandos texto.
Tal vez no fuera en 1985, puede que fuera en 1986. Esos ordenadores estuvieron en el colegio hasta que fueron sunstituidos por unos Olivetti PC, donde también ejecutábamos «Logó».
No me parece nada grave lo que hizo
No me funciona bien la cita de P.J. O’Rourke en este tema, porque el artículo esta tratando sobre cómo nos expresamos en Internet y eso no es exactamente igual que hablar sobre como apaleamos gatitos o inmigrantes, por ejemplo: a cara descubierta y a plena luz del día o en oscuros callejones y bajo un pasamontañas. Tampoco estamos hablando de alguien que apalea gatitos, grava el apalizamiento, y sube el vídeo a Youtube. Da la impresión de que violentacrez está acercándose a ese terreno, pero, según leo no esta esta metido directamente en algo así. Porque sería un delito (por lo menos en algunos países). Desgraciadamente en demasiadas ocasiones no nos limitamos a indignarnos con el troll ni ofrecemos una respuesta más o menos simétrica, muchas veces se recurre a la piedra frente al insulto, y lo mismo un repartidor de pizza se queda sin trabajo por criticar la comida basura en su facebook, o nos vemos con un cuchillo clavado en el lomo por blasfemar contra Mahoma. Mientras en esto de la expresión no haya una respuesta dentro del mismo ámbito en el que se desarrolla el troleamiento, o sea respuestas que no pongan en peligro la vida de nadie, será necesario que el troll pueda contar con el recurso del anonimato.
Equiparar anonimato con troll es generalizar demasiado. Obviamente en el caso narrado estamos en un extremo. Pero en el otro extremo también existen imprudentes, personas que van regando toda su vida privada y la de sus seres queridos por la red. Google es su diario personal.
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En la red, he tenido trolls y haters. Incluso inventaron calumnias sobre mí, tachándome de criminal. Y en persona, he encontrado peor gente aún. En mi pasado empleo, un tipo ya de 30 años, divorciado y padre que no obstante se creía un chavito, imitaba mi voz y decía estupideces de mí, y creía que «le tenía miedo» y por eso no le buscaba pleito. A la gente-basura se le ignora, se le filtra con los medios posibles. Que hablen y crean lo que quieran, son poca cosa.
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¿Cuál fue el pecado de Ayn Rand que tanto debería irritarnos? A parte de ser referente del capitalismo y el liberalismo…
Le parece poco?
«cada uno debe asumir la responsabilidad de sus actos, tanto dentro como fuera de la red»
Excelente artículo y certera conclusión.
Como comentario personal, yo soy moderador (voluntario, no pagado) de un conocido foro donde hay tolerancia cero hacia los trolleos de cualquier tipo. Por supuesto, periódicamente aparecen trolls; algunos lo son conscientemente y otros no, pero actúan de forma similar.
Las actuaciones de moderación empiezan por apelaciones al buen sentido que con el troll nunca funcionan (con el cabreado o grosero sin más , hay una posibilidad). Cuando se pasa a las sanciones fulminantes sin dar demasiada bola el troll, curiosamente, no solo apela a la libertad de expresión, tacha de fascistas y freaks sin vida propia a quien le conmina a que pare sus andanadas sino que culmina su teatro con exigencias ridículas. Es común que un tipo que agrede e insulta amparado en el anonimato amenace con denunciar al sitio con «sus abogados» (demasiado Sálvame) si no se eliminan sus mensajes, usuario y cualquier rastro que haya dejado por «su derecho a la intimidad». Por supuesto nos echamos alguna risa a costa de estos panolis (por no llorar) pero siempre queda un regusto amargo. Estaría bien que en todo momento la gente sea consciente de que uno trata con gente real en internet.
Lo que ocurre es que la doble moral de los sitios que utilizan a estos elementos para su beneficio es igualmente nefasta.
O sea que violentacrez fue castigado por no hacer nada ilegal… que bien! La privacidad y la opcion de expresarse libre y anonimamente es uno de los grandes atractivos de debatir en internet. Por supuesto siempre habra casos en los que esto no se utiliza de una manera especialmente constructiva, pero tampoco podemos ir contra nuestra propia naturaleza.
Hay foros donde se «vigila» mas y otros mas libres. Zonas anonimas y zonas que no lo son. Elija usted lo que mas le apetezca y deje que los demas hagan lo propio. El articulo es sesgado por la seleccion interesada de determinados hechos o historias para sugerir nada menos que, en general, el anonimato nos conduce a conductas nocivas… Articulo patrocinado por el NSA??? En fin… Tenemos lo que nos merecemos.
Bueno, su castigo es que se supiese su nombre.
Quizá usted también considere que decir las cosas en su propio nombre es un castigo, pero no es mi caso.
Este tipo no merecia perder su medio de vida y exponerse a un linchamiento global porque un salvapatrias decidiera revelar su identidad como «castigo», sin autoridad moral alguna para hacerlo.
Posteaba en un foro donde a nadie le obligan a ir y leerle y se mantuvo cuidadosamente en los limites de la legalidad vigente. Hubiera actuado asi de hacerlo con su nombre real? Pues seguro que no. Y que. No dice que hay que ser consecuentes con nuestras decisiones? Pues si queremos proteger nuestra privacidad y libertad de expresion tenemos que aceptarlo con sus muchos pros y pocos contras. Nunca me encontrara usted del lado de los policias del karma.
A ver cuando leemos un articulo sobre cosas como wikileaks o como el anonimato en la red puede impulsar la organizacion social y politica para el bien comun, esencial en un mundo cada vez mas corporativizado.
Puede que sólo sea cosa mía, pero después de leer el artículo y los comentarios a mi lo único que me ha quedado claro es que el tal señor Brustch perdió su trabajo por tener unas opiniones que expresava a través de su alter ego ‘Violentacrez’ en Reddit.
El anonimato de la red le favorecía, ya que su vida personal no estaba afectada por su comportamiento en la web, y sin embargo acudía a quedadas o encuentros con sus ‘fans’ con lo que también parece claro que no se arrepentía de lo que hacía. Viendo la entrevista dice que era cómo un juego para él, le encantaba que la gente se enfadara.
Aunque separara lo que era la vida real de lo que sucedía en internet, él sí era consciente de las implicaciones que podía tener su comportamiento en su vida privada, así que decidió poner un «filtro» entre lo que el entendía que era su vida y lo que hacía en internet. Y lo hizo con un alias. Creyó que era suficiente, y erró.
Él entendía el mundo digital cómo un mundo separado del físico. El mundo real en contraposición a la red. Sabía que sus opiniones en el mundo real podian ofender a la gente, o que incluso alguien le habría podido partir la cara por decirlo, pero en un mundo virtual esas opiniones podian expresarse.
El problema cuándo se ofende a mucha gente es que siempre puede haber algún rencoroso que intenta hacerte daño. Y la única manera de hacer daño a un troll es desvelando su identidad, por que…¿qué más puedes hacer? ¿Dejarle un comentario despectivo?
A veces lo mejor es marcharse del foro y que se busque otra victima no se sabe si puede ser un psicopata peligroso o un gracioso con ganas de bronca
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You mother fuckers. You don’t know anything about me. You fucking shut up. Troll your mother down!
Y esas cosas… muy interesante artículo.
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