Caballeros, reconozcámoslo: con La noche más oscura, probablemente la película-macho más jodidamente viril de la historia del cine, ese martillo pilón llamado Kathryn Bigelow acaba de tomar al asalto la última fortaleza que nos quedaba en pie a los hombres: la del mito cinematográfico de los valores masculinos. Todos nuestros tesoros, idealizados y celosamente transmitidos de padres a hijos a lo largo de generaciones, han caído en manos de nuestras enemigas. Conceptos como “honor”, “libertad individual”, “heroísmo”, “lealtad” e incluso “adrenalina” están ahora al alcance de las pintarrajeadas uñas de cualquier advenediza aburrida de sus clases de kundalini yoga y de sus bastoncitos de apio. Por si no era suficiente matraca aquella de los directores de cine con “una innata habilidad para captar los recovecos del alma femenina” (Pedro Almodóvar o Éric Rohmer, sin ir más lejos, han construido carreras enteras sobre los cimientos de ese concepto) ahora vamos a tener que tragarnos a docenas de amateurs de lo macho con faldas “recorriendo los más oscuros rincones de la psique masculina”. Nos quieren toquetear el alma estas recién llegadas a los intríngulis de lo masculino.
Pero no todo está perdido. Una aldea poblada por irreductibles trogloditas cuya única habilidad en esta vida consiste en aporrear cosas con un mazo y con la precisión de un reloj atómico resiste ahora y siempre al invasor. Son los baterías de metal. Un terreno tradicionalmente vetado a la mayoría de las mujeres por razones estrictamente físicas: hace falta ser un auténtico percherón con el cerebro de una ameba y los muslos de un buey para hacerle frente a los técnicamente exigentes y muy agotadores dobles bombos y blast beat típicos del grindcore, el death metal o el black metal. No es raro que en los temas más rápidos de esos estilos se alcancen los supersónicos 300 beats por minuto, jodidamente difíciles de cuadrar sin perder la precisión (o la cordura) por el camino, y aún más si se los pretende combinar con patrones rítmicos procedentes del jazz, el funk, el rock progresivo o la música tribal. Si a ustedes les suenan los nombres de Mastodon, Sepultura, Enslaved o Opeth ya sabrán de lo que estoy hablando.
O si prefieren ustedes la explicación técnica: por lo general, los hombres son más fuertes y muestran mejor coordinación física que las mujeres. Lo dice la ciencia. De ahí que la batería, un instrumento intimidador y técnicamente complejo que requiere grandes dosis de precisión y coordinación, haya sido un terreno tradicionalmente reservado para el hombre. De ahí también que los criterios con los que se suele evaluar a los grandes baterías de la historia de la música sean estrictamente masculinos: agilidad, rapidez, precisión o contundencia en detrimento de categorías sexualmente neutras como el estilo o la técnica. Que un soberbio tronco con baquetas como Keith Moon aparezca regularmente en las listas de los mejores baterías de la historia es un buen ejemplo de lo dicho. No se suele mostrar tanta piedad con las baterías femeninas. Con Meg White, por ejemplo. A la batería de los White Stripes se la solía acusar siempre de demasiado elemental. “No es más que el metrónomo de Jack White”, decían de ella sus detractores. Nadie, eso sí, podía negarle la eficacia. Y lo mismo se decía de Moe Tucker. Aunque ahora, 40 años después, resulta prácticamente imposible imaginar una sola canción de la Velvet Underground sin los ritmos monolíticos y cavernícolas que esta buena mujer extraía de su batería. Así que no resulta extraño que cuando se habla de las mejores baterías femeninas de la historia se suela rebuscar en el jazz, el funk o el pop: Sheila E. (ya saben, la percusionista y batería de Prince durante los 80), Allison Miller (que ha tocado con Ana DiFranco o Natalie Merchant), la percusionista Evelyn Glennie (que para más inri es sorda), Cindy Blackman (la habrán visto junto a Lenny Kravitz) o Terri Lyne Carrington (que ha tocado junto a Herbie Hancock, Wayne Shorter, Dizzy Gillespie o Al Jarreau, entre muchos otros mitos del jazz). En el metal, sin embargo, probablemente el género de la música popular más complejo técnicamente junto con el jazz, las baterías femeninas brillan por su ausencia. Torry Castellano (de The Donnas), Samantha Maloney (Hole, Eagles of Deat Metal), Mercedes Lander (Kittie) o Justine Ethier (Blackguard) son algunos de los pocos ejemplos existentes. Ninguna de ellas puede ser considerada 100% metal y con la excepción de Maloney, ninguna toca en bandas de primera fila. Por supuesto, la misantropía, el derechismo, el machismo, el anticlericalismo, el frikismo y el nihilismo del metal extremo tampoco ayudan precisamente a atraer al sexo femenino hacia las redes de Satán… hasta ahora.
Porque ya pueden ir olvidándose de la aldea de irreductibles trogloditas. Una nueva generación de jovencísimas, tremendas y muy contundentes féminas proliferan en Youtube y por las salas de conciertos de todo el mundo aporreando baterías con la misma sutileza con la que Cthulhu aplasta cráneos o con la que Belcebú aporreará las puertas del paraíso el día del Juicio Final. Ya se lo digo yo: una tipa de estas sería una anomalía estadística. Dos, una casualidad. Pero tres son una tendencia.
Y se preguntarán ustedes cuál es la diferencia con las rockeras de toda la vida, esas cuyas habilidades musicales rivalizan con las de un ornitorrinco con pandereta. La diferencia es que estas saben tocar. Que sonríen mientras lo hacen. Que tienen menos años que los diplodocus y que Patti Smith. Y que van duchadas.
Caballeros, estamos jodidos.
1. Lux Drummerette es la batería de la banda de psychobilly Nekromantix y de la banda de thrash metal Sacred Storm. Nada por lo que deban perder el oremus. Eso, el oremus, mejor lo pierden por su hipnótica interpretación del (técnicamente complejo) Blood and Thunder de Mastodon. Disfrazada de porno-vikinga, sí.
O por la del Arise de Sepultura, que la chica se bebe como si fuera agua. Death metal y percusiones latinas con exceso de velocidad.
Por no hablar de su versión del Painkiller de Judas Priest calzando tacones de aguja. Si a estas alturas no se han enamorado, es que son ustedes una maleta.
2. La australiana Caitlin Thomas tiene 22 años y parece salida de un casting de Las vírgenes suicidas. Hasta que coge las baquetas y se atreve con el muy psicodélico Inertiatic ESP de Mars Volta, otro reducto de lo macho cuyos muros son derribados como si fueran mantequilla.
3. Meytal Cohen (no es un seudónimo: Meytal es un nombre habitual en Israel) se atreve nada más y nada menos que con el Master of Puppets de Metallica, la canción que suele aparecer en lo más alto de todas las listas de las mejores canciones de metal de la historia. Si vas a profanar, hazlo a lo grande: sonriendo y descalza.
Aquí Meytal se merienda el Chop Suey de System of a Down.
Por no hablar de su versión del tema Corpiño de la banda Corpiño. Perdón: del One de Metallica. La cosa se pone interesante en el minuto 4:00, aunque lo cierto es que Lars Ulrich nunca ha sido un gran batería por más que Meytal le eche picante al asunto diciendo que el tema no se ajusta a un único patrón rítmico y tal.
4. Aquí hago trampas. Emmanuelle Caplette es con diferencia la mejor del lote, pero su querencia por el metal es tangencial. Quédense con su versión del Hysteria de Muse.
O con la del Crazy in Love de Beyoncé. O con el rollo progresivo de Toto.
5. Volvemos al metal extremo. La bosnia Tamara Tadic, de 23 años, no toca nada por debajo de los 150 BPM. Esta versión del Angel of Death de Slayer se la cascó con apenas 20 años.
Y esta del Raining Blood, también de Slayer, apenas un año después, cuando la chica había ganado en contundencia, en técnica y en batería. Atentos a los pies, la madre del cordero.
6. Paige Baxter es una recién llegada (sus vídeos apenas alcanzan las 4000 o 5000 visitas), pero su versión del Origin of Species de Scale the Summit promete futuras alegrías en el terreno del metal progresivo.
7. Fumie Abe, 148 centímetros de colegiala japonesa metalera clavando el Mouth of War de Pantera.
Niquelando ella sola el muy trotón Waking the Demon de Bullet for my Valentine.
Y aquí, con un look ligeramente más metálico y mejor sonido, comiéndose el Cowboys from Hell de Pantera.
8. Vuelvo a hacer trampas, pero es que la chica se lo merece. Senri Kawaguchi, japonesa, 15 años y pantuflas en forma de ranita, trajinándose una versión del tema central del anime K-ON! Ya saben, uno de esos típicos temas de J-Pop acelerado y sicalíptico capaz de reventarte todas las venas cerebrales al llegar al demente estribillo (minuto 00:46, están avisados).
Pero para dificultad técnica, la de esta versión del horrendo Kono-yubi Tomare de Yukari Tomare. Las pantuflas, esta vez, son conejitos rosas.
9. Acabo. Si cogieran ustedes a todas las correctoras editoriales del mundo y fusionaran sus genes darían a luz algo muy parecido a Mari Voiles, la batería de la banda adolescente Bloom. Gafas, calcetines de colores, delgadez, corte y color de pelo incluido. Como un cruce entre una bibliotecaria y Gwen Stefani. A la Voiles aún le queda muuucho camino que recorrer en esto de la batería metalera, pero su buen gusto a la hora de escoger temas que versionar la hacen acreedora a un puesto en esta lista. Veremos por dónde anda en un par de años. Stinkfist de Tool:
OHaunted, de Disturbed.
Y no hagan ustedes caso, queridas lectoras, de los comentarios que pueden leer al pie de esos vídeos y que dicen cosas como “qué bonitos sonidos hace tu cocina, mujer”, “yo toco mejor que tú pero no tengo ni una décima parte de tus visitas” o “si no tuvieras tetas nadie sabría ni cómo te llamas”. No es más que envidia cochina.
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Si no hay FLORRIE, no hay artículo.
Y estoy harto desde que se estrenó The Hurt Locker (En Tierra Hostil) que cada vez que se hable de Katherine Bigelow se recurra a qué es muy masculina. Como si lo viril estuviera sublimado en el patriotismo americano. No tiene ningún sentido. Como si ser un extremista liberal fan de las escopetas fuera la culminación de tener pene.
Hummm… Yo creo que el eje de la cinematografía de Bigelow no es el patriotismo sino lo macho. Le llaman Bodhi es una sublimación de lo macho y ahí ni se menciona el patriotismo. Idem con K-19. Idem con En tierra hostil. En esas películas se habla de heroísmo, de honor, de libertad individual, de inconformismo frente a las convenciones sociales… de todos esos valores que tradicionalmente han sido considerados como arquetipos de lo masculino. La misma Bigelow lo confirma en sus entrevistas. Si a Bigelow se la acusa de fascista es precisamente porque sus películas transmiten una serie de valores asociados a lo masculino en oposición a valores femeninos como la flexibilidad, el compromiso o la igualdad, que pertenecen más bien a la filosofía de izquierdas.
A ver si me puedo explicar mejor en la crítica que estoy preparando de La noche más oscura.
A Florrie no la conocía, gracias por el apunte.
No sabía que el heroísmo, el honor, la libertad individual, el inconformismo frente a las convenciones sociales fueran valores de derechas, ahora me entero, entonces yo debo serlo y no me he enterado. De hecho, no me parece que ninguno de los valores que has dicho sean de derechas, ni estén relacionados histórica y culturalmente con una filosofía conservadora. Excepto quizás lo de honor y heroísmo, que obedece a una filosofía nacionalista, que en esencia no es de izquierdas, pero que hoy en día uno ya no sabe cual es cual, sobre todo si te vas a latinoamérica, cataluña y país vasco.
Smerdiakov. Lee a Hayek, Rand,… etc y vuelve a decirnos que la libertad individual, el heroísmo (entendido como el Individuo capaz),… no son los valores que vertebran el liberalismo y el pensamiento de derechas. Libertad individual (capitalismo) frente a colectivismo (pensamiento de clase, socialismo) son la historia de nuestro siglo XX.
Bonita manera de hacer perentorio y sesgado el concepto de libertad individual en base a determinadas opiniones de filósofos para montarnos un axioma. Por qué narices siempre hay gente que se empeña en dar cabida a la unilateralidad de la libertad de iniciativa económica, quedando en segundo lugar la preocupación por la libertad de pensamiento, y mandando a la mierda la libertad política y de asociación! Pero como lo dice Hayek, apaguemos cerebros y limitémonos a asentir…
Lee a Rand es probablemente el consejo que nunca, nunca le daría a nadie. Ni a mi peor enemigo.
Parece que el tal Jake se ha quedado mudo. Estará leyendo sobre la indisolubilidad entre la derecha rancia y la libertad individual…
Bravo! Yo metería también a Florrie…
https://www.youtube.com/watch?v=V9qZzhxquv8
Lo de la resistencia física y tal es un mito en la música, igual que cuando se pensaba que no podía haber mujeres que tocaran bien instrumentos de viento metal grandes como el trombón, la tuba, etc. porque «su capacidad pulmonar y resistencia física es menor que la de un hombre». Lo mismo para la batería…
La verdad es que esto de chicas tocando la batería pone bastante pero musicalmente no sé si le pueden hacer sombra, por ejemplo, a un Gene Krupa. ¡No está todo perdido!
https://www.youtube.com/watch?v=c8yDGLZv-LM
Dejando de lado correcciones políticas, lo habitual cuando una mujer toca rock con la batería es que parezca que está manejando algo diseñado por y (sobre todo) para hombres.
Por eso, Meytal Cohen por muy bien que toque (y lo hace) parece que usa baquetas dos tallas grandes. No se puede tocar Master of Puppets con esa indolencia… O sí, pero parece que falta algo. No fuerza, sino sensación de fuerza.
La vikinga le da duro. Separando las baquetas de los tambores, que se note que esto es metal y no jazz. El doble bombo con tacones de aguja en Painkiller me ha ganado. También la que toca Slayer, las japos… Hacen un uso de la batería más masculino (?) lo que no quiere decir mejor, pero quizá la costumbre hace que veamos más natural la fuerza y la técnica que solo la técnica en este instrumento.
Todos los grandes guitarristas son hombres también. Por mucho que les jorobe a algun@s, el rock es cosa de hombres. Lo único en lo que las mujeres igualan a los hombres es cantando, pero tocando instrumentos no hay color.
Relájate, deja de compararl@s y disfruta de los que sean buenos y de las que sean buenas.
Uffff…. Está Kim Thompson? Toca con Mike Stern y Beyoncé… Oaaagghhh….
¿Ana DiFranco? ¿Mande?
Que cocinas más raras…
Un plan al que me he aficionado cada septiembre es a visitar el Logroño Drumming Festival, previo paso por la calle Laurel para acudir a la cita tibio de Riojas. Tocan algunas de estas chicas y luego dejan paso a los mayores, como Thomas Lang: https://www.youtube.com/watch?v=SyyGBFAPcm4
Yo tampoco soy una maleta… ¡¡¡¡TOOOOOOOMAA!!!!
LA MADRE QUE ME PARIÓ!
Señor Campos, me ha dado usted combustible onanístico para unos cuantos días.
You’re welcome. Como decía un comentarista en Menéame, «qué inesperado erotismo, ciertamente».
Cristian:
«De ahí también que los criterios con los que se suele evaluar a los grandes baterías de la historia de la música sean estrictamente masculinos: agilidad, rapidez, precisión o contundencia en detrimento de categorías sexualmente neutras como el estilo o la técnica»
Esto es completamente incierto. El estilo y la técnica son precisamente dos de los principales criterios por los que los baterías (y otros músicos, amén de los aficionados más entendidos) señalan a sus maestros y a sus favoritos. Eso es así, punto. Se habla de groove, de hacer cabalgar una canción.
«Que un soberbio tronco con baquetas como Keith Moon aparezca regularmente en las listas de los mejores baterías de la historia es un buen ejemplo de lo dicho. No se suele mostrar tanta piedad con las baterías femeninas. Con Meg White, por ejemplo»
Meg White ni siquiera debería ser mencionada en la misma frase que Keith Moon, algo que probablemente ella misma admitiría sin problemas. Cualquier batería medianamente serio, hombre o mujer, te dirá lo mismo, esté o no Keith Moon entre sus favoritos.Soy partidario de defender el papel de las mujeres en el mundo del rock, pero no se les hace ningún favor diciendo esta clase de cosas. Las denigra a ella, y denigra lo que Keith Moon era capaz de hacer por sí mismo.
Probablemente lo dices como provocación y/o ironía, pero creo que las mujeres inteligentes que saben de música pueden admitir sin problemas que los mejores baterías suelen ser casi invariablemente hombres. Sabemos que las mujeres tienen idéntico talento musical que los varones a la hora de tocar otros instrumentos, así que probablemente la diferencia en la batería sea una cuestión puramente mecánica, relacionada con la musculatura, la coordinación o la manera de reaccionar.
O quizá la diferencia no sea muscular y se deba más bien a influencias culturales y a una menor inclinación de las mujeres hacia ese instrumento, que también puede ser. Quizá hay menos cantera femenina de baterías y por ello menos baterías de alto nivel.
Sea cual sea la razón última, que desconozco, la realidad es la que es.»Porno para baterías», ya sean baterías hombres o baterías mujeres, sería algo como esto:
http://www.youtube.com/watch?v=b-ULwExPXvg
No veo muchas mujeres que tengan ese groove a la batería. ¿El motivo? No lo sé. Pero es lo que hay. Si yo fuese mujer, sería la primera en admitirlo e incluso me sentiría incómoda si alguien pretendiese lo contrario.
Hola Emilio, gracias por el comentario. Yo creo que estamos diciendo lo mismo de maneras diferentes, pero por si acaso lo aclaro:
«Esto es completamente incierto. El estilo y la técnica son precisamente dos de los principales criterios…»
Lo que dices es cierto, pero sólo en el caso de los hombres y siempre y cuando esas características vayan acompañadas de otras características estrictamente masculinas. Si se valorara el estilo independientemente de otras características, considerado en abstracto, Moe Tucker se mencionaría siempre en la lista de los mejores baterías de la historia. La mujer no tenía técnica pero su estilo era totalmente único y 100% identificable. A día de hoy, que yo sepa, ningún batería, hombre o mujer, ha seguido su camino. La tipa era bizarra. Sólo hay que oír la batería de Heroin. Y si valoramos la técnica, entonces aparecería en esas listas Evelyn Glennie, una mujer capaz de distinguir el sonido que hace una baqueta dependiendo de si apoyas el pulgar un cuarto de centímetro más arriba o más abajo. El vídeo que he colgado de ella es ilustrativo de lo que digo (aunque la Glennie es percusionista, no batería, aclaro).
«Meg White ni siquiera debería ser mencionada en la misma frase que Keith Moon».
A ver, Keith Moon era un buen batería, pero de ninguna manera un gran batería. Es mi opinión, pero tampoco soy un gran fan de la música de los Who. Cuando digo que era un tronco me refiero a que no debería ni siquiera aparecer en la lista de los mejores de la historia. Hay mucho mito del rock que no se sostiene por ningún lado. Eso no quiere decir que fueran «malos» músicos, pero en ningún caso músicos «excelentes». Con Keith Moon, por ejemplo, hay mucho mito. El muy uncool Phil Collins, por ejemplo, es 100 veces mejor batería. Pero no tiraba televisores por las ventanas de los hoteles ni se cepillaba a 7 groupies en una noche con el patrocinio de Johnnie Walker. Al menos que yo sepa, vaya. En cuanto a Meg White, a mí me parece de una eficacia impresionante. La batería de Seven Nation Army es de ella. Y esa batería no tiene nada, es un simple metrónomo, pero es justo lo que la canción necesita. Ahí le metes una batería maximalista como las de Brann Dailor (el batería de Mastodon) y desgracias la canción. Es probable que la chica no lo haga porque no sabe hacerlo, pero es que no necesita más. Veo algunos de los vídeos que han colgado los comentaristas y sólo veo a un tipo cascándose una paja a la batería. Esos solos virtuosos a mí no me dicen nada. Lo que me interesa es lo que hacen esos tipos cuando han de integrar la batería en la canción, cómo la hacen avanzar o cómo potencian sus puntos fuertes. Y en ese terreno yo creo que las distancias entre hombres y mujeres se reducen. No mucho, pero un poco sí.
«Sabemos que las mujeres tienen idéntico talento musical que los varones a la hora de tocar otros instrumentos…»
Pues no lo tengo yo tan claro. Es lógico pensar que si nuestros cerebros son diferentes, funcionan por incentivos diferentes y muestran habilidades diferentes por término medio, uno de los dos sexos ha de ser mejor que el otro, por término medio, en temas como la coordinación motora, o la adaptabilidad a entornos hostiles, o el uso del lenguaje, o el sentido del humor, o la musicalidad. Es lógico pensar que eso tenga incluso consecuencias políticas: quizá por eso hay más liberales hombres que mujeres. Todo el movimiento de la Tercera Cultura está basado precisamente en esa idea. No le veo ningún problema a eso: quizá los hombres somos mejores músicos o bomberos o ajedrecistas y ellas mejores diplomáticas o lingüistas o bailarinas. ¿No era Umbral el que decía que las mujeres no tenían estilo escribiendo? Pues igual tenía razón el hombre. Pero tampoco lo tiene Arturo Pérez-Reverte y bien eficaz que es el tipo. Que seamos diferentes por termino medio no implica que debamos discriminar individualmente: quizá por término medio los hombres son mejores soldados que las mujeres, pero quizá hay una tipa por ahí, en la punta de la gráfica femenina, con más puntería que el 99% de los hombres. Pues que la hagan francotiradora de los SEAL, claro que sí, ¿cuál es el problema? Igual el mejor del mundo y el 2 y el 3 son hombres, pero igual el 4 es mujer. Pues que le den el puesto, cojones, y a matar terroristas con salero femenino.
«Quizá hay menos cantera femenina de baterías y por ello menos baterías de alto nivel».
Yo creo que es una pura cuestión de probabilidades. Si hay 1000 baterías masculinos por cada batería femenina, es lógico que el genio esté entre los 1000 y no entre la 1. Yo creo que el comentario de Israel da en el clavo: la batería es un instrumento diseñado por hombres para la morfología de los hombres. Quizá una batería diseñada para aprovechar las habilidades físicas y cognitivas de una mujer sería diferente. Más pequeña, o más compacta, o se tocaría de pie, yo qué sé. Quizá los patrones rítmicos femeninos serían menos intrusivos y vistosos pero más melódicos. Por ejemplo. Lo que está claro es que las mujeres se sientan a la batería y se encuentran con un instrumento diseñado para aprovechar la contundencia, la coordinación y el físico de un hombre. Por eso, como dice Israel, la mayoría de las baterías de este artículo tocan de una manera tan masculina: es que están reproduciendo patrones diseñados por un hombre en una batería diseñada para un hombre. La trampa es que no hay una manera femenina de tocar metal igual que no hay una manera masculina de hacer natación sincronizada porque esta se compone de movimientos femeninos diseñados para morfologías femeninas. Un tipo reproduciendo esas coreografías no estaría haciendo natación sincronizada, sino otro deporte, llámalo X.
«Si yo fuese mujer, sería la primera en admitirlo e incluso me sentiría incómoda si alguien pretendiese lo contrario».
A día de hoy, los mejores baterías son hombres. No tengo problema con eso. Igual que los hombres son mejores ajedrecistas. Supongo que el feminismo debería buscar aquellos territorios en los que las mujeres sobrepasan a los hombres en vez de intentar competir con ellos en su terreno, reproduciendo usos masculinos. Si le interesa el tema hay un libro muy interesante llamado La paradoja sexual de la psicóloga cognitiva Susan Pinker, la hermana de Steven Pinker, donde se analiza el tema. La entrevisté hace un par de años y entre otras cosas dijo esto:
«Las mujeres que ven como otras mujeres son humilladas en competiciones públicas están menos dispuestas a participar en esas mismas competiciones. Las mujeres son más proclives a competir con otras mujeres que con los hombres, y a utilizar signos sociales como las expresiones faciales o las frases irónicas para excluir a sus rivales. Los hombres son más proclives a competir abiertamente, diciéndoselo a la cara, pegándose o simplemente superando a sus rivales. La competición femenina tiende a ser subterránea y matizada, mientras que la competición masculina es más concreta. Cuando los hombres compiten es fácil ver quién gana y quién pierde. Simplemente has de mirar quién gana más dinero y quién tiene el coche más grande, la mejor casa, quién marca más goles o incluso quién tiene la mujer más joven y guapa. La competición masculina es más visible. Eso comporta una mayor producción de testosterona y adrenalina. La adrenalina se incrementa en los hombres durante las situaciones competitivas, pero decrece en las mujeres en esas mismas situaciones. Y esa es la razón por la que hombres y mujeres son y se sienten diferentes en este aspecto».
Y corto, que estoy escribiendo un segundo artículo.
Un saludo, Emilio.
A tenor de las fechas de los comentarios llego tarde pero no puedo evitar decirle, sr. Campos, que sus «opiniones» acerca de Keith Moon muestran sus discutibles conocimientos acerca del papel que jugó en la historia de la música en general y de la batería en particular. No solo era un músico maravilloso, original y único sino que además era un estilista y un innovador, lo cual es algo infinitamente más raro. Hay miles de bateristas fantásticos y después hay unas decenas de innovadores en la historia: KM fue uno de ellos, como lo fue el grupo del que formó parte, The Who.
Entiendo que la cultura, (musical), es un bien intangible y difícil de determinar y acotar. Por ello, desgraciadamente, es susceptible de ser manipulada y utilizada al servicio de oscuros intereses. No obstante, nadie con un nivel mínimo de conocimientos en este terreno puede ignorar el papel que juegan KM y TW en la historia de la música popular, rock o como se quiera llamar. Negarlo no es emitir una opinión, es ignorancia. O algo mucho peor: pose.
Evidentemente no es obligatorio que nos guste KM; en tal caso, al afirmarlo estaríamos «opinando». (Si bien, considero que las opiniones solo deberían formularlas los que tengan conocimientos suficientemente contrastados para ello, junto a una buena dosis de humildad…pero esa es otra historia.)
Teniendo en cuenta que lo que digo puede pasar por un montón de memeces enunciadas por un mastuerzo más, adjunto link de revista especializada por si desea echarle un vistazo.
http://www.moderndrummer.com/site/2011/06/keith-moon/#.UP7W8OhTsy4
P.D. Me hago cargo de que en su columna vierte sus opiniones pero creo que es importante saber de qué está uno hablando cuando hace ciertas afirmaciones, aunque solo sea porque Jotdown es o dice ser un «contemporary cultural mag»; a ver si va a resultar que no es más que otro refugio de pedantes encantados de conocerse.
Déjate de japonesitas frikis y pon algo serio. Si no has visto en acción a Linda Pitmon, baterista y esposa de Steve Wynn, te estás perdiendo, además del rock más honesto de los US, a una baterista sólida como pocas.
take a look
http://www.youtube.com/watch?v=MKMxflK_dok
Hombre, la primera japonesita, Fumie Abe, es tremenda. ¿Ha visto el vídeo de la versión de Bullet for my Valentine? Es apoteósico…
Linda Pitmon me recuerda mucho a Janet Weiss, la batería de Sleater-Kinney. A Steve Wynn habría que hacerle la ola aunque sólo fuera por That’s What You Always Say.
http://www.youtube.com/watch?v=gYAitpi6Dhg
Y gracias por el link.
Me falta la batería de Skillet a la cual le daba.
Te olvidas de Nawo Kawakita, la batería de Maximum the Hormone (conocidos por la música de intro y ending de Death Note). Aparte de darle una caña tremenda a la batería, colabora cantando y muy bien.
Ahí va uno sencillo pero con mucha fuerza. Salut
http://www.youtube.com/watch?v=cTJRJ_9zrpQ
Negar que las mujeres saben hacer muy buena música es sufrir de hemorragias internas de testosterona.
El caso de Meg White es discutible. A mí no me parece nada del otro mundo, si bien es cierto que su técnica resultaba idónea para el estilo de la banda. También es verdad que a su favor de su fama está toda la imagen de la banda El uso del rojo y el blanco como emblemas de la banda, toda esa historia sobre que eran hermanos, etc.
La segunda parte del artículo, la de los videos, no se entiende. No sé qué pretende demostrar el autor. ¿Que las tías buenas pueden clavar la batería de otras canciones? Pues muy bien. Eso se podía haber dicho en una frase y haber ahorrado el resto del artículo. Es más, esto se podía haber deducido incluso antes de leer el artículo.
Lo dicho, que no lo entiendo. No llego a ese nivel de cultura 2.0.
Estoy contigo.
Además no entiendo la tendencia compulsiva a comparar, la guerra de sexo eterna. Los hombres hacen mejor esto, las mujeres hacen mejor aquello..
Las tías que tocan la batería o que hacen música no están ahí para entrar en guerra de sexos, para demostrar que pueden hacer cosas en las que ellos históricamente han destacado mucho más que ellas.. Dice el autor de este artículo en uno de los comentarios ‘A día de hoy, los mejores baterías son hombres. No tengo problema con eso. Igual que los hombres son mejores ajedrecistas. Supongo que el feminismo debería buscar aquellos territorios en los que las mujeres sobrepasan a los hombres en vez de intentar competir con ellos en su terreno, reproduciendo usos masculinos.’.
Las tías que hacen -que hacemos- lo que hacemos es porque nos da la gana, porque hoy podemos hacerlo. Y, en general, no tenemos ningún problema en ser peores que otros o que otras.
Es la puñetera guerra de sexos que much@s se empeñan en reproducir constantemente.. ABURRIDO, ANACRÓNICO. Déjennos a los hombres y mujeres hacer cosas que se suponían de mujeres y hombres, DÉJENNOS HACER LO QUE NOS DE LA GANA Y AL NIVEL QUE NOS DE LA GANA.
Saludos
«Ya se lo digo yo: una tipa de estas sería una anomalía estadística. Dos, una casualidad. Pero tres son una tendencia». Dados los argumentos dados para fundamentar el artículo entiendo que cuatro serían ciencia, no? Glorioso análisis, no tocamos la batería dadas nuestras limitaciones físicas. Sin pudor oye, burradas más grandes se han dicho, lo aderezas con unos cuantos grupos y te queda una misoginia muy cool.
Yo me creeré la propaganda Aido el dia en que las estadisticas de muertes por suicido, sin-techo, drogodepencencia o accidentes laborales estén a la par.
Venderme cuatro modernitas aporreando una bateria como muestra de la igualdad de generos es más penoso que una pelicula de Lara Croft.
Y si tan convencidas están de sus tonterias, que le echen ovarios y exijan eliminar la discriminación por sexo en las oposiciones al ejercito, bomberos o policia. O en las pruebas deportivas.
Cada dia odio más Meneame
Sin querer meterme en pantanos de machismos y demás, y teniendo en cuenta que hay auténticas máquinas en la selección de videos, alguna que otra anda justita, eh? No sé si es que no habrá mucho mas donde elegir. Por cierto es curioso el paternalismo mal entendido que suscitan estos videos. Comentando uno de ellos con un amigo y diciéndole que no me parecía nada del otro mundo, me dice «pues a mí me parece que toca bastante bien…para ser una tía».
A modo de curiosidad, la batería de este tema la grabó una señorita de Ourense hace ya mas de 15 años:
http://www.youtube.com/watch?v=Pndo_vUhkpk
Muy muy curioso…¿Puedes contarnos algo más de esa intérprete? Gracias.
Pues sé poca cosa, la verdad. Unnatural fueron de la primera hornada de grupos de Death Metal españoles, y se separaron en algún momento de finales de los 90. Su batería se llamaba Sonia, y, si no recuerdo mal, precisamente el grupo se disolvió porque ella dejó de tocar la batería debido a problemas de espalda. Aunque debe haberse mejorado, porque ahora mismo toca en otro longevo grupo extremo español, Fermento.
La verdad es que es raro ver mujeres tras la batería en un grupo de Death, pero en este país, y a primeros de los 90, ya es directament marciano. Y encima con un nivel técnico como ese!
Muy muy curioso. No es que sea muy fan de la música tan brutal, pero no deja de sorprenderme por el exotismo que supone tanto las fechas, el lugar (España) y una chica tocando así. He encontrado un video de Fermento: http://www.youtube.com/v/Dx25_S8_y4s
Muchas gracias por la info y ¡fuerza al metal!
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Al hilo de lo que comentaban Cristian y Emilio más arriba, para mí hay 2 diferencias básicas: si es para escuchar, una batería debe tener groove y acompañar la canción. Un profesor de batería me dijo una vez: «bajo y batería dibujan la canción, los demás añaden los colores». Si la batería hace esto, perfecto. Y lo hacen igual hombres, mujeres, niños o niñas.
Pero si es cuestión de ver tocar al/la batería en cuestión, se añade otro tema. Para mí, tocar la batería es como un baile en el que el cuerpo entero toca el instrumento. Por poner tres ejemplos bien diferentes: Taylor Hawkins (Foo Fighters, http://youtu.be/Xnmzins2Uow), Benny Greb (Independiente, http://youtu.be/36Jy-sbUGZU) o Jojo Mayer (Nerve, Independiente, http://youtu.be/gKve3TyC0Sk). Los tres son baterías actuales y muy diferentes. Pero los tres bailan con la batería. He encontrado pocas mujeres que me den esta sensación. Es como si les viniera grande la batería, las baquetas, si estuviera todo demasiado lejos o demasiado cerca… no las veo como si «fluyeran», normalmente. La verdad es que cuesta ver baterías que tengan este «groove visual», pero cuando un batería llega a eso, es como si se comunicase diferente. De hecho suelen sonar diferente, porque la intención de cada golpe varía, y con ella su sonido.
Lo primero felicitarte por el artículo, me ha gustado mucho y he descubierto unas cuantas joyas :D
Después de leerlo con atención y echar un vistazo por encima a los comentarios, he llegado a unas pocas conclusiones:
-Lo 1º es que no se puede comparar a un batería de Death Metal con otro de Punk Californiano. Sea hombre, mujer o extraterrestre sencillamente no se puede.
-Lo 2º es que hoy día gracias a la «magia» de los triggers y samplers la cuestión de fuerza/potencia realmente no importa… Pero sí (y bastante) velocidad y técnica, para eso no hay ningún artefacto «milagroso» salvo que directamente la pista de batería sea creada entera desde un ordenador…
-Y por último, con los años me he dado cuenta de que, cuando decimos que un músico es bueno, involuntariamente lo hacemos por comparación con un@ mism@ y/o con otros músicos que conoces. Por ejemplo, cuando yo empecé con la batería Chad Smith me parecía «buenísimo», pero sin embargo Vinnie Paul me parecía «Dios». Ahora con el paso de los años, es curioso ver como he terminado viendo al primero como «normalito», al segundo como «bastante bueno» y a Thomas Lang o Gene Hoglan como mis «nuevos dioses»…
Creo que hay pocas mujeres bateristas por una cuestión cultural, pero por suerte, parece que esta tendencia se está revirtiendo poco a poco.
Por cierto, en Tarragona hay un grupo con una chica batería y suenan bastante bien:
http://euler.bandcamp.com/
http://www.youtube.com/watch?v=eD450MVSTwE
«Cthulhu aplasta cráneos
A ver siendo creido el no aplasta nada tu lo haces al verlo
Y sobre que son mas o menos y no hablando de baterias aunque si de metal ya quiesiera que la mitad de los …ejem hombres de aqui cantaran asi
https://www.youtube.com/watch?v=mZM-d2qD15E
Con o sin tecnica unos cuantos sin voz permanentemente jejeje
«Igual que los hombres son mejores ajedrecistas.»
http://www.ajedrezescolar.es/2009/susan-polgar-genio-national-geographic/
Ejem..ejem..vuelve a intentar.
Estadistica tal vez Si se enseñara asi el ajedrez en las escuelas pasaria a ser muchas mas
Asi que eso de mejores o peores nada son..diferentes
Creia que ibais a hablar de Torbe. El rey del porno de nuestro pais. No se como aun no le habeis hecho una entrevista en esta web
Muy buena entrada, mi más sincera enhorabuena :-)
La versión que se larga Fumie Abe del «Waking the Demon» es brutal. Esta chica es una demoledora de prejuicios.
http://www.youtube.com/watch?v=hEsYkQ-rkNI
Pues a mi me parece que si vamos mas alla del metal y de las chicas maquilladas para grabarse un video que tenga visitas en el youtube podemos encontrar mujeres a la bateria tales como estas:
http://www.youtube.com/watch?v=LXRVN06fAho
(Sabot, USA/Republica Checa)
http://www.youtube.com/watch?v=hcAAZ-UUWcY
(Candelilla, Alemania)
Y por si os ha faltado algo de metal, pues desde Barcelona, las Drama:
http://www.youtube.com/watch?v=T2u8XSJwSWI
Que se diga de Keith Moon que «era un tronco» ya lo dice todo: la total ignorancia y falta de respeto del que escribe este artículo. Saludos!
Estoy también de acuerdo. No hace falta que te gusten los Who para ver que, aunque quizás Keith Moon no tuviera
una técnica tan depurada como apuntan muchos conservadores del instrumento, era un genial percusionista. Jon Bonham era albañil joder, y el groove de ese tio, junto a la locura aporreadora de Moon (el que lanzase televisiones no creo que sea la única razón por la que ha pasado a la historia como uno de los mejores) han seducido e influenciado a muchos de los que son hoy los mas representativos y mejores baterias del momento, tanto ellos como ellas.
Hay algo que me incomoda un poco respecto al articulo… si, mujeres muy buenas en la bataca, perooo… finalmente estan haciendo covers, o pirateandose canciones compuestas por hombres… creo (y es mi muy particular opinion, que conste) que para dilucidar por fin si las chicas tienen groove o son mejores que los hombres al interpretar este instrumento, deberian hacer musica original.
Cómo os gusta competir!!!
Entiendo que, en el puñetero mundo siempre van a existir personas que de una forma u otra derribaran muros creados a partir de sexismos y otros fundamentalismos tan sumamente cansinos como simples.
Que a estas alturas veamos como algo novedoso el hecho de que una mujer pueda llegar e igualar la velocidad, la técnica y otros factores para poder reproducir un patrón ritmico que, lo que tiene precisamente de interesante es que se creó en un momento concreto de la historia músical (ya sea un master of puppets de Metallica allá por los ochenta o incluso cualquier canción de los Led Zeppelin) es absurdo.
Hoy en dia hay gente preparada para poder «copiar» coreografías complejísimas, ritmos imposibles y otras tantas cosas porque en el puto mundo somos demasiados y nos aburrimos.
Todas estas tipas son y estan tremendas ajajaja!!! pero reconozcamoslo, lo que ocurre es que a nosotros nos percute el hecho de que una mujer, una figura con curvas sea capaz de poner en su sitio a todos aquellos que piensan que esta o tal cosa es solo de hombres.
Ni ellas inventaron esos ritmos que en su momento podian ser considerados hasta aventurados en segun que terrenos, ni ellos se comportan en la batería como si tuvieran que estar demostrando que el tema es cosa de machos cabríos.
Aqui cada uno se sienta y le dá. Eso si, a mi me encanta la pornovikinga.
Amén.
Tal vez este no sea el lugar para discutir esto pero ahí va un párrafo de Charles Darwin:
«…los hombres alcanzan una eminencia superior a las mujeres en todo lo que emprenden, tanto si se trata de pensamiento profundo, razón o imaginación, o simplemente el uso de los sentidos y de las manos. Si se hicieran dos listas de los más eminentes hombres y mujeres en la poesía, la pintura, la escultura, la música (incluyendo la composición y la interpretación), la historia, la ciencia y la filosofía, con media docena de nombres en cada materia, las dos listas no resistirían la comparación. También podemos inferir, a partir de la ley de la desviación de los promedios, tan bien ilustrada por el Sr. Galton en su obra sobre «El genio hereditario» que… el promedio de la energía mental en el hombre está sin duda por encima de la de las mujeres.»
(El origen del hombre y la selección en relación al sexo)
Articulista, tienes mucha suerte. Será que no hay gente con cultura musical suficiente para escribir artículos. Suspendido, me pareces un total ignorante.
Pues hombre, si uno escucha atentamente las baterías del Loaded de la Velvet, no es de recibo decir que Moe Tucker no tenía técnica… que de todas formas, técnica aparte, como hablamos de música, yo aprecio su buen gusto y sapiencia en los arreglos.
De la misma forma que desprecio el dudoso gusto en esos estilos de Metal -género que perdió el norte hace ya demasiados eones- en los que predominan valores que no son musicales por sí mismos, como la dificultad o la velocidad.
Por otro lado, si el autor del artículo cree que tocar la batería consiste en aporrearla con fuerza, más le valdría informarse un poco. Uno de los grandes bateristas de la historia, Buddy Rich, tenía un aspecto de escuchumizado que echaba de espaldas. Y sin embargo tocaba en Big Bands con una potencia sónica considerable. Será porque su secreto no era la fuerza, ni atributos físicos similares -hombre, lo de la coordinación sí, pero en eso no hay dimorfismos sexuales-. Lo que tenía Buddy Rich eran unas muñecas de oro, una finura extraordinaria, y sobre todo, conocimientos y gusto musical.
Por lo demás, el artículo es así como muy machista. Es normal cuando se trata de roqueros hablando de mujeres.
P.D. El desprecio por las mujeres roqueras «de toda la vida», diciendo que no sabían tocar, es de una ignorancia supina. Es cierto que no ha habido muchos grupos con mujeres, pero infórmese algo el señor autor del artículo. Puede ir empezando por aquel excelente grupo de mujeres llamado Fanny.
Los de las razones estricamente físicas es para partirse de risa. Ya me dirás los muslos de buey que tiene un John Engman o un Frost, bateristas de metal extremo ultratécnicos. O me dirás la resistencia física de un Gene Hoglan o un Nicolas Baker, dos tíos con serios problemas de sobrepeso. Tanto tirar cohetes por que una tipa se toca master of puppets en el 2013… patético todo xD, empezando por el título del artículo. Un saludo
En el futuro todos los baterías serán así. Eso sí que será Metal: http://www.youtube.com/watch?v=3RBSkq-_St8
Me levantaría a aplaudir, pero en el trabajo me van a notar la erección
felicidades por el enfoque del artículo, aunque igual me equivoco y realmente me ha hecho gracia porque lo considero más anecdótico que musical.
en principio nunca me pararía a valorar en serio el criterio musical de un artículo en el que se habla de esa manera de keith moon o lars ulrich. yo toco la batería (aficionadamente, pero con toda la pasión del mundo) desde hace más de 15 años, y puedo parecer un kamikaze cuando digo que no me apasiona ni de lejos el estilo de totems de este instrumento como ringo star. pero creo que de ahí a que le llamase «patán», por ejemplo, pues como que hay un trecho….
en definitiva, uno se puede hacer mayor y resistir mejor o peor el paso de los años (aún hoy creo que chad smith tiene una de las mejores pegadas del mundo, pero qué lástima de envejecimiento el de los red hot chili peppers…. bajo mi humilde criterio, claro), pero creo que hay que tratar mejor, aunque solo sea por memoria histórica y respeto a la música, a quien parió el and justice for all.
por último, coincido en que un buen batería, de grupo, debe estar al servicio de la canción. la sencillez puede ser clave a la hora de construir un gran tema, pero si hay que considerar buenos o malos músicos en este instrumento, antes hay que haber demostrado algo.
bajo mi punto de vista, meg white es lineal y absolutamente carente de ideas; seven nation army, o the hardest button to button, son muy buenas canciones de rock, de las que se viven y disfrutan en un garito por la noche, pero yo me permito no considerar a quien firma esa batería, si es la misma persona que firma el resto de la obra de white stripes.
Para mi la cosa cambiaría si hablamos de Vinny Paul tocando «walk», Mike Bordin en «digging the grave», o Danny Carey haiendo «sober». Son todas baterías sencillas (por lo menos en un 90-95% del tema) , de las que se aprenden en el primer año de práctica, pero que vienen firmadas por auténticos creadores, que han influído con su obra en muchos grupos posteriores.
pero es solo mi opinión. todos mis respetos para el autor del artículo.
un saludo
Salvo la penúltima, la japonesa, todas transmiten lo mismo que un ladrillo: nada. Técnicamente mejores o peores pero eso es todo. El rock es otra cosa.
Y los titulares pedrojotescos también, Mr. Campos.
¿Que por qué no hay grandes baterías de género femenino?
Probablemente porque sólo se les suele dar oportunidad para triunfar a las mujeres, no por que su habilidad musical llame la atención, sino por su físico. La gente no se suele molestar en escuchar a una mujer si no es mínimamente «fapeable». Como buen ejemplo tenemos los vídeos de este artículo, o la manera de promocionarse de cualquier grupo con una integrante femenina (poniéndola en bragas en una revista, y en corset de cuero en los conciertos).
A los hombres no se les exige casi nunca tener buen aspecto físico (menos para la mierda hecha para mojar las bragas de las quinceañeras). Da igual que estén gordos, que parezcan sacados de Mordor, o que tengan más pelo que Chewbacca. En cambio para que el mundo en general se fije en lo que una mujer hace, ésta tiene que tener un mínimo de talla 100 de pecho y 36 de pantalón.
Además de eso creo que influye bastante el hecho de que a las mujeres se nos «permite» culturalmente hacer la mayoría de las cosas sobre las que se dice que somos peores haciendo desde hace relativamente muy poco tiempo, por lo que hemos tenido mucho menos tiempo para adaptarnos a estas habilidades.
Básicamente: no sólo pretendéis que hagamos lo que vosotros mismos no nos habéis permitido hacer durante muchos años a la perfección desde «ya», sino que además para hacerlo tenemos que ser top models y hacerlo con la mínima ropa posible.
Si para que se escuche/venda lo que haces tiene que tener a una tía desnuda de portada, es que no estás haciendo bien tu trabajo.
http://youtu.be/x6LAyskAyNU
Escribir artículos intimidadores y técnicamente complejos que requieren grandes dosis de precisión y coordinación, haya sido un terreno tradicionalmente reservado para el hombre, y como es evidente no por eso vale una mierda
Se te ha olvidado una cosa muy importante. Un batería de metal ha de ser espectacular. Todavía no he visto superado la batería dando vueltas de campana de Tommy Lee en Wild Side, y fue hace más de 20 años.
Si nos dejamos llevar por la estética de la baterista, Alex Monsa del grupo Dominic, creo que son Colombianos, luce bien y lo hace bien.
No os lo perdáis, es digna de entrar en este casi Top 10. Considérelo el autor de este genial articulo…
https://www.youtube.com/watch?v=lTkmoZLGqNk
Espero sus fustas afiladas… mi espalda esta dispuesta.
Comparar el cerebro de un batería de Metal con el de una ameba, siquiera para hacer la gracia, es muy desafortunado. Tópico y de mal gusto. Y bueno, generalizar con la supuesta «misantropía, el derechismo, el machismo, el anticlericalismo, el frikismo y el nihilismo del metal extremo» pues mire, algo de eso hay, pero no es mayoritario. Ni mucho menos.
Igual atrae más lectores vender a los fans del metal extremo como sociópatas que bordean la psicopatía, pero lo cierto es que la mayoría somos gente bastante normal, a la que muchas veces ni siquiera identificarías como amante del género por su atuendo si te los cruzaras por la calle. En fin, que le aproveche.
Para mí que no son elecciones suyas sino de hilos de foros de internet. No me censuréis, hombre…
Pues si quieres escuchar percusionistas (no metal pero muy buenas) tUnE-yArRdS. Ojo, percusionistas, darle al parche cuando hace falta, no bateristas :)
https://www.youtube.com/watch?v=TERHgVEhBSk
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