Es uno de esos artistas veteranos que no necesitan presentación y que lo han vivido todo en el trasiego de la industria musical española, con sus constantes ires y venires. Autor de varias canciones conocidas de todos, Kiko Veneno es andaluz en su acento y su música, vecino de Sevilla, aunque nos citamos con él en Barcelona, donde cuando se publique la presente entrevista estará grabando ya su nuevo disco. Nos citamos en el barrio de Poble Nou, cuya rambla —pese a la proliferación de locales “chic”— tiene, al menos en un domingo noche, más un aire de pequeña pero próspera ciudad de provincias que de capìtal cosmopolita. Era una noche titubeante —llovió durante cinco minutos y sopló un fresco viento el resto— y acudimos al prestigiado restaurante Los Pescadores para realizar una entrevista que iba a ser más bien una larga charla ante una mesa. Allí descubrimos que Kiko Veneno tenía ganas de hablar como ciudadano más que como músico, no queriendo abstraerse de la realidad social que lo rodea y del estado de salud del país de cuya cultura él mismo forma ya parte.
Para empezar, dinos qué estás haciendo en Barcelona.
Bueno, he venido para trabajar con Raúl Refree, que me está ayudando en la producción de un disco. Nunca había hecho un disco en Barcelona pero veo que Refree es una persona moderna, de las nuevas generaciones. Hay un movimiento de sonido interesante en Cataluña, los grupos que he escuchado últimamente como Mishima, e incluso los más populares, como Manel y todo eso. Tenía eso de que nunca había trabajado aquí y he dicho “pues mira, es una buena ocasión”.
¿Lo haces por cambiar de registro musical?
Claro, claro. Busco cambiar, sí. Raúl es un investigador del sonido y tiene unas texturas que me interesan. Lo quiero mezclar con mi rollo sureño, más andaluz, más rítmico. Espero que podamos hacer algo de fusión, aunque todavía no hemos podido trabajar mucho.
¿Buscas nuevas influencias simplemente a nivel de sonido y de grabación, o también a nivel puramente musical?
No, a nivel musical lo tengo bastante claro. Las maquetas son bastante raras, las composiciones que he hecho para este disco son bastante raras con respecto a mi historia anterior. Se salen bastante de lo que había hecho hasta ahora.
¿Hacia qué dirección?
No sé definírtelo… no son mis canciones habituales. Para nada. Tanto rítmica, como melódica, como armónicamente. En esa búsqueda la compañía pensó en Raúl y aunque como te digo aún no hemos podido trabajar mucho, ya he visto que las texturas que me propone y los arreglos que ha hecho para algunas canciones me gustan un montón. Van en una línea muy bonita, muy positiva, muy diferente y muy interesante, creo yo. Ahora es cuestión de que yo pueda integrar esto dentro de mi mundo sonoro, de mi impronta. Sobre todo mi impronta rítmica, que es lo que define más a la música de Andalucía: el carácter rítmico, ¿no? La chispa rítmica que es la que quiero poner en contacto con la imaginación mediterránea. Catalana en este caso.
Estando como está la industria musical, las expectativas a la hora de grabar un disco, ¿cambian?
Yo sintonizo con esta gente de Warner que está trabajando conmigo. No sé cuánto ganan ellos, pero creo que están comprendiendo la situación actual. Lo que pasa es que tenemos siempre la duda… es como lo que decía Rubalcaba, o lo de Mafo. Qué podéis hablar si habéis creado vosotros este caos, ¿para qué hablais? Pero bueno, tampoco quiero meterme en honduras. Veo que por lo menos alguna gente joven de Warner están haciendo un esfuerzo de no despilfarrar dinero, de gastarse lo justo y de mirar bien lo que gastan, y gastarlo en cosas interesantes.
¿Cómo calificarías el estado actual de la industria musical?
Ahora mismo, prácticamente no existe. Está al nivel de como cuando yo tenía quince años, que en Sevilla había un par de tiendas de música, o tres. Ahora está Fnac, pero vende de música lo mismo que vendían aquellas tiendecitas. Buena parte de lo que vende Fnac no es música: son aparatos, son otras cosas. Veo que hay una minoría de gente que como en los años sesenta sigue comprando música, discos, CDs. Pero es un negocio muy minoritario. Y veo que quedan residuos del anterior esplendor pero en forma de macabra superficialidad y macabro mal gusto, desde la MTV a todas las emisoras comerciales. Digamos que el esplendor de John Lennon y Jimi Hendrix ha quedado tan absolutamente lejano… lo de ahora es tan zafiamente banal, tan estúpido, tan infantil y tan malo, que ya ni siquiera merece la pena llevarte música. Lo que veo ahora es un 1% de gente, como cuando en mi época comprábamos discos de la Creedence Clearwater Revival. En mi clase éramos treinta y solo dos conocíamos los discos de los Beatles; los demás pasaban, no tenían interés. Esto era así en los años sesenta y creo que sería muy trasladable a la actualidad. Estamos ahora como cuando empezamos.
Crees que ha habido un serio retroceso a nivel de cultura musical.
Totalmente, a nivel de cultura en general. Ahora mismo Dios es Nadal —que por cierto es un tío maravilloso—, lo más importante culturalmente, bendecido hasta por algunos intelectuales como Manuel Vicent… que lo idolatro, que lo quiero, que lo adoro; pero él ha dado testimonio de eso. Lo que pasa es que lo dijo de una forma un poco contradictoria: dijo que España se estaba liberando de una tradición de sangre, de los toros, y que ahora los nuevos héroes eran gente pulcra, con la mirada limpia. Pero bueno, eso hay que saberlo matizar mucho. Los toros es un acto milenario, que tiene raíces profundísimas en la cultura griega, en toda la cultura occidental. Y el tenis es una pelotita y veinte personas trabajando para dos personas que están jugando ahí; un deporte completamente elitista. Me parece totalmente estúpido, totalmente banal e infantil. Hemos retrocedido culturalmente en estos treinta años, todo lo que hemos aumentado en burbuja inmobiliaria lo hemos retrocedido en cultura. Los gitanos de ahora tienen mucha menos cultura que los de antes. Los gitanos que conocí en aquella época en Sevilla habían viajado aunque sea en burro, conocían la diferencia de caracteres de un lado y de otro. Los gitanos de ahora nada más que conocen cierto tipo de drogas y la televisión. Los chavales de los institutos de antes tenían un interés; por lo menos decías: algo hay, algo hay. La diferencia es que cuando yo era joven había un interés creciente hacia la cultura y ahora el interés es decreciente. Cada vez hay menos chavales interesados en la música. Un país totalmente fantasma como es España, en el que pones la radio y no suena Bruce Springsteen, no suena Bob Dylan, no suenan los grandes, ¿no? Qué se puede esperar a nivel cultural y a nivel musical de un país así.
¿A qué atribuyes esa falta de interés?
Es una programación política que se ha hecho del país. Se sabe que la cultura es peligrosa. La cultura, inevitablemente conduce al conocimiento. Conduce a la comprensión, conduce a la participación… eso no les ha interesado. Todo ha sido poner dinero fácil, embrutecer a las masas, continuar el proceso de degradación de la cultura que ya había mencionado en sus estudios Ortega y Gasset, cuando habla de la deshumanización de las artes. Del fenómeno que se produce cuando le das a la gente la oportunidad de ser protagonista pero no les das las herramientas para que lo sea. Les das cuatro chupa-chups y cuatro casas baratas. La gente se ha convertido en protagonista pero el protagonismo ha resultado ser falso. Ahora estamos pagando un enorme agujero, una enorme factura, y la letra pequeña que nosotros hemos tenido a bien aceptar en nuestra huida hacia adelante, en nuestra locura, en nuestra sinrazón. Pero bueno, todo esto está programado. Yo no me siento responsable como los líderes políticos, los líderes empresariales o los líderes bancarios. El pueblo tenemos una parte de responsabilidad, nadie nos ha obligado a votarles, pero no podemos tener la misma responsabilidad que ellos.
¿Crees que la gente peca un poco de “pereza cultural”?
Hemos llegado a un sistema en el que no existe la cultura. Si existiera la cultura en este país, la gente no podría escuchar los telediarios. Cuando habla Rubalcaba o cuando habla el señor De Guindos o el señor Rajoy, la gente quitaría el telediario. No votarían. Si existiera la cultura, la gente no iría a votar a estos mamelucos —por decirlo de una forma suave— que forman la casta política española. La gente no metería el dinero en La Caixa, ni confiaría en Mas, ni en Caixa Galicia, ni en ninguna de las mafias que se han apoderado del Estado.
¿Crees que en parte esto podría ser herencia o efecto de los años de franquismo?
Totalmente, totalmente. Hombre, es que aquí hicimos la transición mal. La hicimos a base de sex-appeal, de chaquetitas de pana, de un tal Felipe González que intentó convencernos de que teníamos que aceptar todo esto, que teníamos que entrar en la OTAN y pasar del marxismo. Nos decían entonces que teníamos que hacer muchas concesiones porque, si no, había peligro de una guerra civil. Ese era el peligro de la transición, el gran trauma que había en esa época. Fíjate la paradoja de haber estado nosotros amedrentados y haber consentido en una democracia totalmente entreguista, una democracia totalmente falsa, entregada —en vez de al pueblo, a la cultura, a la felicidad— a los bancos, a la ambición, a la especulación, al dinero. Eso es lo que hemos conseguido con la democracia en España. Mientras que Europa despertaba, nosotros hemos estado cuarenta años en la miseria. Entre otras cosas, vendiéndole toda nuestra costa a los alemanes y los ingleses que han querido comprar, jubilarse aquí y pagarse su Seguridad Social de la tercera edad aquí, en los hospitales españoles. Pacto sin el cual nosotros no hubiéramos entrado nunca en la Unión Europea. Es la “izquierda”, entre comillas, la que nos mete en esta situación. Te das cuenta de que es ridículo. Tuvimos unos años en la transición en que el pueblo español tuvo un montón de esperanza de que fuéramos a algún lado, pero hemos nos entregado a unos políticos incapaces de hacer otra cosa que no sea buscar su propio beneficio, colocar a sus vecinos, crear un sistema de poder, hacer un régimen. El régimen franquista fue inmediatamente sustituido por un régimen pseudodemocrático. La transición tuvo un gran empuje cultural, pero una de las cosas que se necesitaba para establecer ese régimen era frivolizar y eliminar la cultura. Porque la cultura es molesta, la cultura pregunta. Entonces empezó el “no, no, déjese de preguntar, no sea derrotista». No pidas cuentas, no pidas justificaciones. Coge el dinero que te está dando el banco, invierte, especula, diviértete, folla, toma drogas, toma todo lo que quieras. La conciencia empezó a ser vista como una cosa anticuada, que no estaba en su tiempo, derrotista. “Este tío es un amargao, está pidiendo cuentas, ¿de qué? Si aquí lo que tenemos que hacer es gastarnos todo lo que pillemos, destrozar todo lo que pillemos”. Efectivamente, lo hemos conseguido. Hemos dilapidado una enorme ilusión que había en el país por construir algo nuevo y hemos conseguido dar un extraordinario retroceso cultural.
Y el campo es de lo que comemos todos, ¿no?
¡Precisamente el campo, que es lo único que es real en todo eso! Lo único que es real de España, de este fantasma que hemos creado en estos sesenta años, es la selección —a base de Luis Aragonés, que tuvo la habilidad de hacerlo— y el campo, cada vez más abandonado. El campo es la verdad de la que siempre ha huido España como una maldición. Todos esos chistes de catetos. Y al fin, ahora vuelve como la única promesa de regeneración de algo real, cuando vienen las cooperativas y la gente dice “coño, vamos a comer frutas de temporada”. Muy minoritariamente también, como la gente que todavía compra discos. Empieza a haber cooperativas, gente que compra lo que se está produciendo en el campo, cerca de ellos, de temporada y que no tenga química. Pero muy minoritariamente, muy en contra de la corriente.
En mitad de la crisis, ¿echas de menos un movimiento de contestación cultural como lo pudo ser el movimiento hippie en los sesenta o el punk en los setenta?
Claro, claro que sí.
¿Por qué no se produce? Por ejemplo, el 15-M fue un movimiento de protesta pero no tenía un paralelo cultural o musical.
Lo tendrá, sin duda. No te preocupes, que lo tendrá. Ahora mismo, el poder está probando los límites del sistema. Hasta qué punto puede aguantar el ciudadano. En Grecia, en toda Europa, en todo el mundo en general. Esos límites pronto los sabremos. Habrá un movimiento de contestación. El 15-M ha sido la primera expresión espontánea, pero eso está empezando ahora, como los anarquistas utópicos empezaron en el siglo XIX a protestar contra la desaforada explotación de los trabajadores por parte del capitalismo industrial. Yo creo que esto está empezando, nada más. La gente aguanta porque cree en esto. Si la gente creyera que esto es mentira, que es falso, si supiera ver la realidad de lo que está pasando… la gente no aguantaría. Tenemos el poder para echar a toda esta gente fuera. La gente aguanta esto porque se lo cree, todavía se lo cree. Es un gran timo. Para que un timo funcione, el pueblo primero tiene que estar “atontaete”. Preparas la jugada y el tío cae en ella, porque no ve la realidad: “¿dónde está la bolita?”. La bolita está donde quiere el tahúr, no donde quiere el tío que va atontao por la calle. La realidad es una. Cuando John Lennon dice que “el mundo fuera como uno”, pero en valores de hermandad, solidaridad, sin ambición. Desgraciadamente estamos en todo lo contrario. Estamos todavía en los anti-valores contra los que luchaba Lennon. Todo lo que dice la canción Imagine hay que ponerlo al revés… y sigue siendo actual. “Imagínate un mundo sin cielo”… no, imagínate un mundo donde funciona el cielo, la Iglesia sin IBI, en el que funciona la ambición, el dinero, la crueldad, en el que funciona todo eso. El mundo es uno, pero de esta otra manera, y todos participamos de ese engaño. Porque todos, de alguna forma, esperamos obtener nuestro beneficio de este mundo. No hemos captado todavía el componente social de todo esto, de que verdaderamente no va a dar para que todos tengamos… lo que estamos haciendo ahora es un “sálvese quien pueda” y unos cuantos se están forrando a costa nuestra. La actitud tiene que ser otra, los recursos están muy limitados, tenemos que establecer otro tipo de civilización. Otro tipo de reparto de las tareas y otro tipo de compromiso social.
¿Eso cómo se consigue?
Pues eso se consigue planteándolo. Las disfunciones del sistema ni siquiera se están empezando a plantear. A lo más que llegamos es a “hay que mantener los puestos de trabajo”. Pero los puestos de trabajo ¿de qué? ¿Qué trabajo queremos que haga la gente en beneficio de la sociedad? Este trabajo que tú estás defendiendo, ¿es útil a la sociedad o no? O son puestos intermedios de la sanidad, que están creando un sueldo pero… ¿están colaborando en algo con la sanidad o no? Hay diez enfermeros, hay dos médicos… y hay cinco burócratas. Esos cinco burócratas, yo no los quiero. No hacen falta para la sanidad. Hace falta uno. Lo más de izquierdas que hay en España es defender a los mineros.
Si se empieza a plantear, ¿quién será el ejecutor del cambio? Muchos ciudadanos pueden pensar “me gustaría plantear este cambio” pero también se dicen “yo como ciudadano, ¿qué poder tengo, qué mecanismo tengo para producir un cambio?”
¡Ninguno! Ni tienes partidos que te defiendan ni organizaciones que te representen. Ninguno. Solamente funcionan las organizaciones del poder, del sistema egoísta, de ambición, del sálvese quien pueda. Nosotros no tenemos nada. Por eso estamos así, porque no tenemos herramientas.
¿Entonces la alternativa cuál es?
Construir esas herramientas. Las construiremos más rápidamente según vayamos viendo que nos hacen falta. Cuando nos sintamos cada vez más presionados, cuando la bota nos aplaste. Estamos aguantando ahí el tirón, y llegará un momento en que aguantaremos menos y nos rebelaremos. Y saldremos a la calle más. Y entonces nos concederán algo, siempre ha sido así en la historia de la Humanidad.
¿Es que crees que el único modo de que el poder haga caso a los ciudadanos es si los ciudadanos se tiran a la calle?
No me refiero a ese tipo de… única forma de que nos hagan caso es que la gente diga que no. Lo primero, lo más revolucionario que se puede hacer hoy, es no votar. No votar a toda esta gente. Ni comprar los periódicos, ni ver la tele. Eso sería lo más revolucionario. Un sistema de autodefensa. Y después el sistema de cooperativismo, de solidaridad. Yo empezaría por abajo. Si me dedicara a la política no empezaría por hacer un partido político a nivel nacional. Primero pediría: “no votéis, este sistema no nos deja ninguna oportunidad”. Porque por cada pasito que vayamos a conseguir, ellos van a dar tres por delante y nos van a anular cualquier conquista que hagamos. Propondría trabajar a nivel muy local. Las pequeñas comunidades, tu barrio. Intenta con tus vecinos hacer un movimiento para que el dinero de los bancos esté limpio, para que la sanidad funcione bien, para que las escuelas estén vigiladas, para que no haya ningún sinvergüenza llevándose el dinero de la colectividad. En tu barrio, que tú lo conozcas. Empezaría por ahí. Porque, cuando el 15-M, Rubalcaba decía claramente “que vengan los líderes a hablar conmigo”. Estaba deseando ver a esos líderes vestidos ya de buitres, con el traje oscuro, con la corbata, con las manitas atrás, en los corros del poder, haciendo todas las maniobras políticas para ocultar la verdad a la gente. Eso es lo último que deberíamos hacer. Deberíamos empezar por lo más sencillo, por lo más práctico. Intentar luchar por cosas prácticas y concretas que afectan a la organización de la vida en nuestra comunidad.
Volviendo al estado de la industria musical, ¿crees que en estos días es más difícil para los músicos nuevos empezar y consolidarse?
Muy difícil. En los años sesenta era difícil, había poco… pero el movimiento era ascendente. Y lo fue durante los setenta y los ochenta, hasta los noventa en que llegó el estancamiento. Trabajar con la flecha “p’arriba” es mucho más fácil. Ahora mismo estamos trabajando cuesta abajo. Las compañías de discos te dicen “el año pasado vendimos un 20% menos”, y eso lo llevan diciendo los últimos diez años. Y no hemos tocado fondo. ¿Que hay mucha afición? Sí. ¿Que hay mucho talento? Sí, como siempre lo ha habido. Pero con Internet —como es una cosa tan guay— mucha gente pensaba que iban a surgir los nuevos valores. Pero Internet no saca nada. Es una herramienta más. Es más, una de las condiciones por las que hemos llegado a un sistema de degradación democrática y de acoso a la cultura tan importante, es que la mayor parte de la gente joven no está viendo la vida. Están viendo el aparatito que tienen delante, ¿eh? Es una de las premisas fundamentales en las que se basa la nueva dictadura de las finanzas y el sistema actual.
Un ciudadano que se quiera informar de lo que sucede, de las causas y los orígenes, ¿dónde puede buscar información fiable?
La hay. En Internet… y bueno, en la prensa ya no. En los quioscos ya no. Público era un panfleto, que aunque yo soy de izquierdas, reconozco que no tenía ninguna información. Cuando quiero información la busco en El País o en La Vanguardia; son los únicos periódicos que tienen un poco de información. Aunque sean de derechas. Pero claro, para poder sacar esa información y poder deslindar eso tienes que haber leído ya bastante. Porque son muy, muy capciosos muchísimas veces, ¿no? El otro día venían diciendo en El País que “estos que atacan a Dívar, es un populismo antipoliticista”. Eso es muy peligroso. Muy peligroso. Porque claro, son gente que no pide cuentas de nada y eso puede hacer mucho daño a la democracia. Pero, ¿tú has visto la cara del señor Dívar? Porque el culo ya se lo ha visto todo el mundo. Se cree que lleva una toga, pero no lleva una toga: la toga es transparente. Pero claro, Rubalcaba es de izquierdas… ayer, pidiendo cuentas de los bancos y de las cajas de ahorro. Pero, ¡si habéis estado gobernando ocho años con estos mismos bancos y cajas de ahorros, habéis estado en los consejos de administración de esas cajas de ahorros durante ocho años! Que la primera liberalización del suelo la hizo Aznar, sí. Pero cuando vosotros ganasteis las elecciones no la derogasteis. Inmediatamente todos vuestros concejales se pusieron a ganar dinero con la especulación en los ayuntamientos. ¿Qué derecho tiene ese tío a hablar ahí, como puede tener la poca vergüenza de hablar? No tenemos partidos políticos, no tenemos prensa. Hoy, en Internet, te puedes enterar mucho. Pero se ha producido una fragmentación social importantísima. La gente que maneja bien Internet es mayoritariamente la gente joven, precisamente la más interesada en la política. Y la gente que potencialmente pueden ser la nueva clase revolucionaria, ¿quiénes son? Claramente: los viejos, los jubilados. ¿Por qué? Ya no se quiere ni que se pongan malos, no los dejan fumar, no consumen ni aportan a la sociedad de consumo porque pasan de los aparatos, pasan de los móviles, pasan de cualquier publicidad. Lo que quieren es jugar al dominó, llevar a sus nietos al parque y tomarse un botellín con su yerno. Eso es lo que quieren. Son el 30% de la sociedad y no participan en la espiral del consumo. Por tanto, ahora mismo son abandonados, quieren cargárselos a todos, prácticamente. Pero bueno, están ahí a la expectativa. ¿Qué es lo que ha pasado? Hay una fragmentación entre los jóvenes, ese 70% que está todo el día “mirando al suelo” como Camarón, pero que están mirando el aparatito con el que se creen que están conectados a algo aunque están conectados a su propio ombligo, y el 30% de los viejos están aislados. Potencialmente son una nueva clase revolucionaria a destruir por el sistema. El sistema quiere cargárselos.
Además no tienen una voz propia, ¿no?
Claro. Pero son los únicos que tienen la experiencia, el conocimiento… han vivido ya bastante como para haber sabido cómo va la vida y en qué consiste el sistema capitalista, esta última fase de monopolismo financiero. Tienen todos los argumentos para dar el toque, para dar el paso adelante. Además son los únicos que están convidando a una cerveza a los nietos que están parados. Lo vemos en los barrios: muchas veces está la gente “pará” y los viejos son los únicos que dicen “pon una cervecita para el chaval este”. Porque aunque tengan su pensioncita corta, realmente no tienen muchas necesidades; comen cualquier cosa, con cualquier cosa se conforman. El sistema ha sido muy hábil en conseguir que esos viejos y esos jóvenes estén completamente separados. El salto tecnológico, esta zanahoria tecnológica de “¡el último aparato, el último aparato!” que tiene a los jóvenes en perpetua búsqueda de lo más guay. Tengo un chaval que me dice “es que ahora en Internet, con la música se puede hacer esto y lo otro…”, me lo lleva diciendo hace diez años, hasta que ayer le tuve que decir “enséñame, después de estos diez años, ¿qué se puede hacer en Internet con la música?” Porque yo, es que no veo los grupos, ni las bandas, ni los locales, ni la gran vida cultural que se puede hacer en Internet con la música, ni las miles de personas que supuestamente están haciendo música de calidad y viviendo de la música, ¿dónde está eso?
Hablando de vivir de la música, ¿qué opinas de la costumbre de muchas salas de conciertos de cobrar un alquiler a las bandas noveles para poder actuar allí?
Hombre, eso me parece que… hay crisis. No hay un duro y nos intentan cobrar por todo. Igual que nos quieren cobrar el copago sanitario, las salas quieren cobrar a los chavales. Eso es querer recaudar. Eso es tomarse la receta europea al pie de la letra, huir hacia adelante, no querer pensar que hay que cambiar el sistema, porque este sistema no va bien. Y como no se puede, pues a sobrevivir y recaudar lo que se pueda. A base de «si le tengo que pegar un bocado en el pescuezo al que está al lado mío se lo pego».
¿Crees que se produce una cultura de la insolidaridad entre los ciudadanos?
Claro que sí. Lo que pasa es que hay brotes. La maniobra es tan descarada y tan hija de puta, la maniobra es tan cruel, que de pronto se ven ramalazos de solidaridad como se ha visto en el 15-M. Son brotes. No los “brotes verdes” de la crisis que va a acabar, no. Son brotes de lo que tendría que ser una conciencia humana, es la única esperanza que tenemos.
¿Es otra forma de solidaridad el rescate de los bancos, para evitarnos a todos males mayores?
¡Hombre, claro! Forma parte del plan. Este atraco sistemático, el plan se inició hace treinta años.
¿Cómo se inició?
Bueno, no soy historiador, pero es muy fácil. Lo que movía el mundo en los años sesenta era la industria de la guerra. Después de la 2ª Guerra Mundial, Estados Unidos emergió como la gran potencia. Había sido la gran avitualladora de productos bélicos, su economía se había fortalecido enormemente y entonces, digamos, repatrió esa fórmula. Primero la guerra de Corea, después la guerra de Vietnam. Una nueva guerra es lo que permitía un “complejo industrial militar” bien engrasado que era lo que tiraba del resto de la economía. Aquello funcionaba a sus anchas, gastando las fuentes de energía, petróleo, metales, todas las materias primas. Financiando dictaduras en América latina, en fin, lo tenían todo perfectamente preparado. Entonces el movimiento hippie va directamente a la raíz de este problema. Un movimiento muy político. Curiosamente muy cultural, muy artístico… y por tanto muy político. Eso es lo curioso de aquel movimiento, que eran grandes artistas como Jimi Hendrix o John Lennon pero con una visión política muy grande, muy profunda. Analizando la letra de Imagine, no es una utopía “imagínate el mundo de pajaritos libres”, no, no: escucha, léete bien la letra. Es una letra muy política: las observaciones que hace, la gradación que va haciendo de los resortes humanos, de la condición humana, que está descrita ahí. La generación hippie revoluciona todo esto, hace ver la mentira… desde el porro y desde el signo de la paz, pero desnuda todo un sistema. El movimiento hippie hace que cuatrocientas pequeñas industrias musicales y pequeños sellos se conviertan en grandes medios, en grandes empresas globales. El sistema se apodera de ello y poco a poco le van alisando el pelo a Jimi Hendrix. Pasamos de Jimi Hendrix a Mariah Carey, a Shakira, ¿no? De una música comprometida, profunda, enraizada en la tradición visionaria y vanguardista, pasamos a una música para niños de cinco años. A los siete años, a un niño ya no le puede gustar la música actual. Un mundo totalmente infantilizado. Lo mismo se puede hablar del cine.
¿Crees que con el cine ha sucedido algo parecido?
Sí, algo parecido. Steven Spielberg es “el gran genio”… todas las películas de Spielberg no le llegan al tobillo a la más mala de John Huston. Todas las mejores de Spielberg juntas, todas. Incluyendo la del camión.
¿…y Tiburón?
Tiburón, sí, pero ¿eso qué es al lado de un cuarto de hora de Hitchcock? A ver, vamos a entendernos. Bueno, lo que quiero decirte es que el poder toma muy buena cuenta de la importancia del fenómeno cultural, se deciden a minarlo desde dentro. Es cuando estas compañías empiezan a no fichar a Bob Marley o la poesía de Janis Joplin o de Bob Dylan, sino que empiezan a querer el dinero, empiezan a hablar de acciones y a reconvertir una industria que se hizo grande con la cultura en una industria que se hace grande con el champú y con la música banal.
¿Habrá un momento en que las nuevas generaciones echen de menos todo eso, cuando vean las películas que veían sus padres o escuchen los viejos discos?
Es que no las ven. El poder que tienen los medios de comunicación actuales para borrar la conciencia de la gente es enorme. Hay gente joven que no sabe ni quién era Franco, ni Adolfo Suárez, no les hables de la Primera o la Segunda República o de los anarquistas utópicos del siglo XIX, ¡no les hables de eso! No tienen idea ya de eso. La jugada se ha consumado, es lo que te dije antes. Si la gente tuviera idea de cómo es esto, no estaría votando lo que está votando, ni estaría aguantando lo que estamos aguantando.
¿Crees entonces que es muy difícil para las generaciones jóvenes redescubrir toda esa cultura?
Muy difícil. Lo primero que hace el sistema es dividir, fragmentar. Como Salomón cuando dice “parte el niño por la mitad”. La sociedad dividida. La prefieren dividida porque es así como pueden sacar partido. Los viejos, en la tribu, siempre habían sido…y no nos tenemos que ir tan lejos: un hombre viejo es un hombre sabio. Eso, en los sesenta, queda totalmente destruido. Lo destruye precisamente el mundo hippie, los pop, porque esos viejos que entonces tienen sesenta años estaban criados por los valores de la guerra, los tenían metidos en la cabeza y no vivían más que por la guerra. Y es esta gente joven la que los echa. Pero bueno, son cosas eventuales. En una sociedad humana, si la sociedad fuera humana y no una sociedad bancaria, dineraria, de información, de poder, de mafias y de mangoneo que es lo que tenemos… si fuera una sociedad para los hombres, los viejos serían los referentes. Porque los viejos tienen todas las condiciones, porque la vida les ha enseñado todo. Yya no tienen el odio, ya no tienen la ambición, ya no tienen toda esa cosa de los jóvenes que matan por follarse a una pava, ¿entiendes? La edad les ha atemperado de todos esos vicios, tienen más claridad, más sabiduría y más conciencia. Esta gente, potencialmente unida a la gente joven, son los que podrían dar lugar a algo nuevo. Por eso es tan importante la fragmentación que ha hecho el sistema de poder actual entre los viejos —que no valen “pa ná” y no consumen nada— y los jóvenes, que están ridiculizando a los viejos todos los días. Esa es la misma fragmentación que se produjo por ejemplo cuando empiezan a poner fábricas en Barcelona o en Chicago, y empiezan a venir los negros de Memphis o los andaluces aquí a Cataluña. Las ciudades crecen y ¿qué es lo que pasa? Los chistes de catetos. Los catetos son la gente que viene del campo. Son unos catetos, no saben nada, viven allí de la tierra con sus animales y sus plantas. No saben que aquí en la fábrica se puede ganar dinero… pero ganan dinero otros, ellos no; los trabajadores no ganan dinero sino los empresarios. Son los catetos, son esa clase de la que hay que reírse. Es la misma fragmentación que se establece a finales del siglo XIX y en el XX entre la clase ciudadana y los del campo que venían, trabajaban doce horas al día, seis días a la semana, y que los niños no tenían ni escuelas… pero eran unos catetos. Hasta que claro, ellos se dieron cuenta de la situación. No tenían armas, pero sí sabían lo que estaba pasando y decidieron pedir sus derechos. Entonces el poder mostró su verdadera faz y sacó los tanques, se puso bigote y se puso cara de Hitler.
Nombras a los niños y a los ancianos; precisamente ahora tenemos una política de recortes que afecta a la educación y la sanidad, ¿qué piensas sobre ello?
Nos están haciendo retroceder, que volvamos a situaciones anteriores. Tenemos menos derechos… tenemos que renunciar a una serie de conquistas que teníamos ya. ¿Por qué? La justificación que nos dan es ninguna. En el poder están recapitalizando, están rellenando sus bolsas porque no las han guardando bien. Porque, aunque parezca mentira, los bancos no saben hacer bien las cuentas. Pierden dinero, destrozan la economía de los países. Y supuestamente para lo que valen es para llevar bien la contabilidad. Pero llevan bien la contabilidad de ellos, la de sus beneficios, no la contabilidad de la gente. Ahora están acumulando, es un proceso de acumulación. El sistema capitalista se basa en periodos de acumulación. Ahora mismo algún tipo de acumulación se está produciendo por las nuevas tecnologías y la fabricación en Asia de material tecnológico avanzado, pero sobre todo esa acumulación se está haciendo a base de recortar salarios y derechos sociales. ¿Hasta dónde? Hasta que aguantemos, mientras nos dejemos.
Hablando de acumulación pero cambiando un poco de tema y volviendo a la industria musical, ¿sigues pensando que el canon de la SGAE era buena idea?
No, no es que sea buena idea. Es que… yo creo que el canon tiene que ir dirigido más bien hacia las operadoras. Desde luego era mucho mejor idea que no que el estado le haya dado cuarenta millones de euros a la SGAE, eso sí que es ya inadmisible. Lo del canon era injusto, legalmente un poco indefendible porque había gente que se compraba discos y realmente no los utilizaba para copiar. Pero de todas formas era tan pequeñísimo el porcentaje, que podría actuar un sistema de solidaridad, si no hubiera estado quebrado por una serie de gente llamados “alternativos” y tal, que se han dedicado a hacerle las políticas a la derecha y al poder de desprestigiar los derechos de autor, de desprestigiar los derechos de la cultura, de desprestigiar el mundo del arte. Que es lo que han acabado haciendo muchos de ellos. El canon es indefendible jurídicamente porque, ya te digo, tú no puedes saber exactamente para qué se utiliza un disco, pero socialmente sí era un sistema de reparto bastante equitativo, bastante justo. Hoy día, ¿quiénes son los que verdaderamente tendrían que pagar el canon? Las operadoras. Pero las operadoras son las que nombran a los gobiernos, no creo que ningún gobierno vaya a ponerles un canon.
Pero incluso ese canon a las operadoras, ¿no seguiría siendo una forma de que paguen justos por pecadores?
No, porque las operadoras sí podrían pagar un tanto a los autores por todo el material cultural —cine, música, etc— que está funcionando en la red. Lo pueden detectar perfectamente. Me da igual a dónde vaya el tráfico, pero ellos lo detectan y pagan a los autores de esos contenidos. Pero no va a suceder porque son ellos los que nombran a los gobiernos, y no los gobiernos los que ponen las leyes de telecomunicaciones.
Volviendo a la SGAE, ¿Cómo viste el follón que se organizó en torno a la cúpula directiva?
Lo más importante: el poder encuentra regocijo en esta cuestión, porque es un ataque directo y un gran desprestigio para el mundo de la cultura. Se mofan de los derechos de autor, intentan luchar contra los derechos de autor. Los derechos de los ingenieros financieros son maravillosos; provocan millones en ganancias para ellos y millones en ruinas para el pueblo, eso sí. Pero el trabajo de un creador, eso no, eso no merece respeto. Claro, no puedo estar a favor de eso. Si te doy las cifras, el Teddy Bautista qué se habrá llevado, ¿ocho, diez millones de euros? Perdone usted, se lo digo a cualquier señor de este país: en su pueblo, en mi pueblo de cinco mil habitantes, han desaparecido cinco millones de euros del ayuntamiento, de la provisión de fondos de la urbanizadora. En cualquier pueblo de Valencia con ocho millones de euros no tienen ni para empezar una fiesta mayor. Hombre, por Dios, estamos aquí condenando… por supuesto que la corrupción impera en España, que España es un país fantasma y un país mafioso, por supuesto. España es un país corrompido hasta la médula por la mafia, prácticamente no existe ninguna parcela de poder que exista fuera de esa mafia, ninguna parcela en donde se pueda trabajar con tranquilidad y con honradez. Pero, dentro de todo eso, han descubierto que en la SGAE se han llevado ocho millones de euros… y eso, al lado de cualquier ayuntamiento de cinco mil habitantes, es una miseria. Y por lo menos la SGAE ha hecho algo por la cultura en este país, cosa que no pueden decir toda esta gente que se han llevado quince mil millones. Lo que pasa es que eso es mucha complejidad… por eso yo me meto mucho con estos alternativos que están todo el día despotricando de la Sinde. Mira, la Sinde ha hecho el guión de una película que se llama La buena estrella. Cuando tú hagas un guión como ese, habla de cultura y métete donde tengas que meterte. Es muy fácil lo de “eh, la cultura, los autores son unos niñatos, la SGAE se lo está llevando”. ¿Se lo está llevando? Dentro de España, de las empresas menos corruptas es la SGAE, sin ninguna duda. Pero eso requiere complejidad.
No sé. Admite que esa es una idea difícil de vender.
Es una idea difícil de vender, pero es la verdad. Es una idea cierta, paradójica pero dialéctica, que te obliga a pensar. Te obliga a no enconarte en tus propias ideas y en tus propias fobias, que es lo que ha pasa con la gente hoy: ponerse las orejeras, ¡y ahora resulta que el 15-M lo habían empezado como una lucha contra el canon! ¿Serás… “quillo”? Hay que tener poca visión. El 15-M, que es una cosa que además viene del movimiento de las plazas del norte de África, claramente. Nos ponemos las orejeras y no queremos escuchar el latido social de lo que está pasando de verdad. Pero los datos son así de crudos. Ahora echa las cuentas en Cataluña; todo lo que hace CiU es financiación de comisiones ilegales, durante toda su vida. Y en el País Vasco son muy modernos y muy avanzados y lo que han hecho es financiarse a costa de convenios fiscales al amparo del pavor que producía ETA en la sociedad. Políticas ventajistas y llevándose el dinero por todos lados.
Volviendo a los autores, tengo una curiosidad, ¿cómo viste la denuncia a Javier Krahe por lo del cortometraje “Cocinar un Cristo”?
Pues lo veo como Manos Limpias denunciando al juez Garzón, cosas así. Como el juez Dívar echando al juez Garzón, fue el que le negó todo amparo, ¿no? O lo que es peor, Zapatero poniendo a Dívar como un ejemplo de tío honrado que iba a hacer una justicia independiente.
Bueno, la opinión de los políticos siempre hay que tomarla con pinzas. También teníamos “el sistema financiero más sólido del mundo”.
Con eso te das cuenta de la talla mental de los políticos españoles, de la pobreza de espíritu de esta gente, de las personas de tan poco nivel que nos han gobernado estos años. Algo así es lo que veo en lo de Krahe. Si el sistema judicial fuera democrático, no hubiera pasado lo de Manos Limpias, ni lo del juez Garzón, ni nada de eso. Ni estarían las cunetas llenas de gente enterrada.
Hablando de visión, en estos tiempos de crisis, ¿hay algún libro o autor cuya lectura recomendarías?
Yo recomiendo leer a Millás, Manuel Rivas, Vicent, gente sabia que escribe con brevedad y que no te calienta la cabeza. Creo que lo que está pasando está súper-teorizado ya, la corrupción generalizada a la que se ha visto abocado el sistema y que todavía no ha empezado a denunciarse, que todavía no se llama por su nombre. Por tanto, la crítica que se está haciendo hoy es inválida, no sirve para nada, porque si no llamamos a las cosas por su nombre… “queremos defender los puestos de trabajo”. Si es que hay muchos puestos de trabajo que no valen para nada. No estamos defendiendo el sindicalismo con eso, estamos defendiendo la opacidad. Tenemos que definir el trabajo que tenemos. Hay que cambiar los conceptos, hay que definir un montón de cosas de una forma diferente. Y esto sólo lo están haciendo de forma metafórica cierta gente, algunos periodistas, algunos escritores. Pero, sobre todo al nivel de la calle, veo un avance importante; por ejemplo, he visto incorporarse a la política a mucha gente joven. Mucha gente que antes no se había preocupado de mirar las finanzas de los bancos, de los gobiernos, los movimientos especulativos, los intermediarios de esto y lo otro. Veo que hay gente que se está incorporando a ese debate, reuniendo argumentos. Creo que de ahí puede salir algo muy interesante. No hacen falta libros, como dice Jarabe de Palo. Leer es muy bonito, leer es interesantísimo, pero no hace falta leer mucho; lo que hace falta es ver. No hacen falta libros ni tratados para darse cuenta de la realidad social. Hace falta mirar, hablar con la gente, preguntar, explicar dónde está el bolsillo, donde está el interés…. y dónde está el trabajo de la gente ahí. Cuantísima gente que está haciendo un trabajo bien, pero lo que hemos hecho en este país es construir pisos. Pero por lo menos el que haga un piso que haga un piso bien. ¿Qué pisos hemos hecho aquí? Aquí en Barcelona hay iglesias románicas, iglesias góticas. Hay una categoría en la construcción. Todavía no hemos llegado ni siquiera a plantear que esto que hemos construido como una supuesta riqueza durante los últimos treinta años, no solamente era un movimiento especulativo, sino que los pisos ¡eran malos!
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Epílogo del redactor:
La charla con Kiko Veneno no terminó aquí donde ha terminado la transcripción de la entrevista. De hecho continuó hasta más allá de lo planeado, y seguimos conversando una vez terminada la cena: ajoblanco de piñones, sopa de pescado, almejas gallegas, verduras a la brasa, entrecot… como podrán comprobar no nos privamos de nada. Ya en plena digestión, con un sorbete de limón al champagne —el entrevistado— y un café solo —quien suscribe—, cuando finalmente habíamos empezado a hablar de libros… fue el momento en que hicieron aparición los célebres duendes de la electrónica, a quienes hasta ahora servidor no había tenido el “gusto” de conocer durante los primeros doce meses de esta extraña aventura llamada Jot Down. Una grabadora digital supuestamente confiable y con la batería completamente cargada empezó, sin avisar y por su cuenta, a flaquear quedándose sin energía; algo que sólo descubrimos al revisar la grabación. Esa avería, lamentablemente, hizo prácticamente inaudible el resto de la conversación a partir de este punto (¡para una de esas veces en que grabamos la entrevista en un local tranquilo sin demasiado ruido de fondo!)… lo cual es una lástima, porque no hay nada que haga más feliz a un entrevistador que prolongar la tertulia bastante más allá de lo inicialmente previsto. La grabación se tornó inservible justo en la parte en que entramos de lleno en opiniones sobre diversos músicos… pero, como diría precisamente un músico, «son cosas del directo«. En fin: aunque aquel domingo noche se estuviese iniciando la rebelión de las máquinas sobre la mesa de un restaurante cuando la grabadora de servidor decidió cobrar vida propia como HAL 9000 o las computadoras de Terminator, la tertulia de sobremesa siguió adelante hasta que fuimos los últimos en abandonar el local (a cuyo personal, por cierto, he de agradecer su exquisita amabilidad y la poca —o ninguna— prisa que tuvieron por echarnos de allí pese a que, sospecho, quizá sobrepasamos por bastante su hora de cierre). Con todo —y pese a la lógica frustración que siente uno cuando descubre que la grabación, llegado un punto, crepita y muere— creo que merece la pena resumir esa parte restante de la conversación, o al menos los fragmentos que puedo recordar de todo ello.
Intercambiamos opiniones sobre diversos artistas y estilos musicales, desde su idolatrado Jimi Hendrix —estuvimos comparando los diversos discos del norteamericano y coincidimos en la admiración por el Axis: Bold as love— hasta Neil Young, quien según Kiko es uno de esos artistas que “siempre tiene algo interesante que decir”. Tampoco escatimó elogios para el gran Bob Dylan, de quien destacó que haya seguido editando discos de calidad después de varias décadas pese a haber tenido la posibilidad de acomodarse en su leyenda. Y cómo no, tantos o más elogios hubo para los Beatles o los Rolling Stones (“son el sonido de la calle”). Incluso demostró simpatías para AC/DC, en quienes obviamente reconoce el fuerte ingrediente Chuck Berry (“AC/DC son como los Rolling Stones australianos, pero sonando más fuerte”). También surgió en la conversación Frank Zappa, que era como un director de orquesta, así como Sly Stone, de quien Kiko afirmó que en sus días de gloria hacía una música que se adelantaba a su tiempo. Departimos sobre John Coltrane y especialmente sobre su legendario A love supreme, al parecer uno de los discos de cabecera de Kiko Veneno. Como siempre que surge Coltrane en una charla, le hice la pregunta de rigor “¿prefieres a Coltrane o a Charlie Parker?”, a lo que Kiko vino a responder que eso era como elegir entre papá y mamá… aunque me pareció deducir que en el fondo se siente más cercano a Coltrane. Eso sí, admitió que la etapa más experimental del Coltrane tardío llega a despistarle (como a casi todos, supongo) lo cual no resulta nada extraño si tenemos en cuenta que incluso los compañeros de banda del genial saxofonista se sentían perdidos en aquellas nuevas e inhóspitas orillas de su música. Avanzando en el tiempo, Kiko también tuvo un admirado recuerdo para Nirvana, quienes le impresionaron en su día por sus canciones (“en esas canciones notabas que había algo”) y por la voz desgarrada y emocional de Kurt Cobain. No demostró, sin embargo, tanto aprecio por Guns N’Roses, en cuya música admite no haber sido capaz de introducirse, “aunque dicen los que entienden del tema que su primer disco era muy bueno”. Dice preferir a los Led Zeppelin o a los Black Sabbath de los setenta. También repasamos parte de la música actual, y entre otros Kiko nombró a Black Keys, así como deploró el encumbramiento de nuevas estrellas como Lady Gaga. También llegamos a nombrar a los Mars Volta como ejemplo completamente opuesto a la música facilona y superficial que impera en según qué canales de difusión.
Naturalmente la conversación también hizo su parada obligatoria en la música española. Desde Camarón de la Isla, a quien Kiko describe como una persona clarividente y de una sabiduría vital que iba más allá de lo que confiere una formación académica, hasta Raimundo Amador, de quien recordó cálidamente muchas cosas, especialmente las lecciones de guitarra recibidas y cómo Raimundo le enseñó a hacer determinados acordes, arreglos y progresiones armónicas… conocimientos todos ellos vitales a la hora de vestir una canción. Para Paco de Lucía no hubo más que palabras de admiración y respeto. Siguiendo con guitarristas, Kiko habló incluso sobre las influencias americanas en Sabicas. También elogió a Santiago Auserón, para quien solamente mostraba agradecimiento y consideración, recordando que los Radio Futura habían sido algo así como “los Led Zeppelin españoles de su tiempo, porque era el grupo más sólido del país”. Incluso hablamos de Barón Rojo, unos “pioneros” a quienes Kiko no se aficionó porque los vio un tanto encajonados en un estereotipo, aunque sin negar en ningún momento su calidad. De Joaquín Sabina dijo que le empezó a interesar especialmente con 19 días y 500 noches.
Tras conversar sobre todos estos artistas, charlamos un poco sobre guitarras y púas mientras abandonábamos caminando el restaurante y mientras los duendes de la tecnología que habían arruinado la grabadora probablemente se reían de nosotros. Eso cuando uno ya pensaba que los peores enemigos tecnológicos de las entrevistas eran los retrasos en los trenes. Tal vez depender tanto de las máquinas no sea la mejor idea, pero no hay otra manera de hacerlo. Eso sí, esos duendes de la electrónica no pudieron arruinar la espléndida noche barcelonesa bajo cuyo sordo resplandor nos despedimos de Kiko Veneno y caminamos cada cual hacia su destino. Es un alivio saber que hay todo un mundo más allá de las grabadoras.
Fotografía: Alberto Gamazo
Una pregunta. A The Mars Volta les nombró Kiko o les nombraste tú?
Palabra de Dios.
Te alabamos S…
Amén.
Más gente como él en este pais, y estaríamos hablando de otros López…
Es un fenómeno… simplemente genial… el tio con menos pelos en la lengua que he conocido en mi vida.
me quito el sombrero de charro que llevo ahorita mismo
La parte de crítica social está muy bien contra las injusticia sisstémicas y sistemáticas, pero lo veo anclado en una mentalidad un tanto desfasada. De internet no se acaba de enterar de lo que significa. Él, para bien o para mal, forma parte de esa generación que nos ha llevado a donde estamos, y a los jóvenes, con el recurso de tirar alguna florecilla, los ningunea. Creo, con todo el respeto del mundo, que es hora de dejar paso a otros. Que experimentre, que siga creando canciones pero no creo que sirva como referente de nada con un poco de futuro
……referente?……(un poco de?¿?) futuro?…………….palabros……..palabros…….
Viendo sus respuestas para todo aquello que escapa del ámbito musical, hubiese jurado que la entrevista se realizó en la barra de un bar.
Vaya cacao tiene este hombre en la cabeza
Está bien tu explicación, amigo. Seguro que tus ideas estan perfectamente esquematizadas en tu cabeza. Si quieres compartirlas, aquí estamos.
Siempre es un gusto leer y escuchar a Kiko Veneno, y más ahora que le hierve la sangre con según qué cosas. Eso sí, no se puede estar de acuerdo con todo lo que dice.
Por cierto, Kiko, cohone, si te preguntan por libros y escritores no me acabes citando a Jarabe de Palo para decir que «no hacen falta libros», que se le queda a uno un mal cuerpo que no veas…
Si Kiko Veneno quiere decir que le gusta más Huston que Spielberg. O Hitchcock que Spielberg se lo acepto. Pero sin exagerar, ¿eh?
Siento una gran admiración por Kiko, pero sus comentarios sobre la SGAE… El «y tú más» es uno de los recursos favoritos de sus denostados políticos. Creo que muchos autores están haciendo autocrítica por todo lo pasado en SGAE y Kiko debería hacerla también.
Don Francisco, créame que le admiro, desde la profundidad de nuestros respectivos tiempos, aproximados… y que no dejo de soltar una lágrima cada vez que me pongo el Bilonguis
pero se me hace cuesta arriba darle la razón en algunos de los temas que usted trata en la entrevista, con una vehemencia mas cercana a su cartera que a mi corazón… es justo que mi bisnieto le pague al suyo por una lágrima derramada con Bilonguis?
Bueno, lo primero agradecer el esfuerzo del entrevistador en su epílogo. Una pena esos problemillas técnicos. Por lo demás, me ha parecido una charla muy completa, el granito de arena que aporta un tío que hizo «Échate un cantecito» y «Está muy bien eso del cariño» es muy de agradecer.
Kiko, un poco de optimismo joder, algunos jovenes escuchamos los discos de nuestros padres, entre otros, los tuyos. Y estamos trabajando en ello. ¿?
Qué aburrimiento!
«Lo único que es real de España… es la selección y el campo». I-NE-NA-RRA-BLE.
«Si la gente supiera ver la realidad de lo que está pasando (COMO YO) la gente no aguantaría».
«Lo más de izquierdas que hay en España es defender a los mineros». Me levanto el cráneo, devano los sesos y, con la poca consciencia que me quede, fundo las manos a aplaudir.
“Si es que hay muchos puestos de trabajo que no valen para nada”. Excepto los de los mineros, esos sí que valen. El futuro de España pasa por la minería. Lo de la tecnología, una filfa alienadora.
«Ni comprar los periódicos, ni ver la tele. Eso sería lo más revolucionario». Pero no se olviden de comprar mis discos y leer a Marx, ojú.
«La nueva clase revolucionaria son los viejos y los jubilados, porque ya no quieren ni que fumen, ni que se pongan malos… Lo que quieren es jugar al dominó, llevar a sus nietos al parque y tomarse un botellín con su yerno (¡SERÁN BURGUESES!). Por tanto, ahora mismo lo que quieren es cargárselos a todos»… Pero que no se me pongan malos ni fumen no sea que se me mueran. Venga, más madera.
«El poder toma muy buena cuenta de la importancia del fenómeno cultural, se deciden a minarlo desde dentro. Es cuando estas compañías empiezan a no fichar a Bob Marley o la poesía de Janis Joplin o de Bob Dylan». Evidente, querido Watson. Lo que tenía que haber hecho «el poder» es ficharlos y enterrarlos en millones de dólares, algo que aún está a tiempo de hacer conmigo.
«Hay gente joven que no sabe ni quién era Franco, ni Adolfo Suárez, no les hables de la Primera o la Segunda República o de los anarquistas utópicos del siglo XIX» ¿Y la culpa? De los medios de comunicación, ¿de quién si no?, que ya bien metidos en el siglo XXI se conoce que deberían seguir hablando de la pertinaz sequía, la confabulación judeo-masónica-comunista-internacional y el moro Muza.
“Eran unos catetos…Hasta que claro, se dieron cuenta de la situación. No tenían armas, pero sí sabían lo que estaba pasando y decidieron pedir sus derechos. Entonces el poder mostró su verdadera faz y sacó los tanques, se puso bigote y se puso cara de Hitler.” Donde este la careta uvevendetaria del 15M que se quite to. Si no me hubiera quitado ya el cráneo me lo volvería a levantar.
“Si el sistema judicial fuera democrático, no hubiera pasado lo de Manos Limpias, ni lo del juez Garzón, ni nada de eso.” O sea, si las sentencias confirmasen mis prejuicios sería de lo más democrático. La unanimidad con la que el Tribunal Supremo condenó a Garzón no es suficiente. Eso pasa porque se admiten denuncias de cualquiera, cuando sólo deberían admitirse en función de quién y a quién se denuncia.
«Un hombre viejo es un hombre sabio». Ni de coña. Y usted es un magnifico ejemplo de ello.
Delirante entrevista.
Delirante comentario
Delirante análisis del comentario.
Delirantes son tantas cosas…Como está la gente…
Inteligente tu comentario sobre kiko veneno… Soy de izquierdas pero no demagogo…un saludo..
qué decepción de hombre… le hacía más sesudo.
Ojalá se hubiera desintegrado la grabadora, cuando has defendido a Teddy bautista argumentando que se llevó poco.
Idem con que la Sinde hizo el guión de ‘La buena estrella‘ (estupenda película, por cierto)
Por lo demás chappeau.
Pues se ha echado un cantecito bastante más punki que flamenco. No deja de ser curioso que los flamencos se miren siempre en el jazz. Y he de decir,que aunque hay virtuosismo y arte en ellos, al jazz no llegan, sorry. Me ha gustado la reflexión toros – Nadal, no se puede negar que es ocurrente, guste o no. Y también la de los viejos, es una reflexión que ya hacían los griegos socráticos para los cuales la civilización ya estaba en decadencia cuando miraban a los jóvenes, curioso. Respecto a lo de la SGAE, no comments, porque si eres artista cierras filas. Ninguno de nosotros diríamos de un hermano o padre que es un idiota integral en público. Para acabar, la verdad es que el tío tiene razón en bastantes cosas sobre la cultura en España pero no debe olvidar que es en este país en el que su figura se ha visto consolidada, con lo cual debería reflexionar sobre en qué lugar le deja a él eso. Ah, y la foto mirando de soslayo a las chicas del restaurante, la monda.
Me encanta como se mete con los «alternativos» que piensan que están arreglando el mundo cuando se bajan discografias completas por la patilla.
La grabadora te hizo un favor. Este hombre tiene un rollo un tanto circular y monótono. Lo de la SGAE, lamentable. Lenon, el faro que ha de guiar nuestra existencia, según él. Una entrevista aburrida.
Suscribo todo lo dicho por Irene.
Retrato robot del lector de Jotdown (y de tantos otros medios): que el entrevistado coincide con mis posturas, es un gran tipo; que no lo hace, es un misireble o un ignorante sin remedio. Pero de atender a razones y argumentos, nada de nada, no vaya a ser que tenga que cuestionarme mis prejuicios. Kiko Veneno tiene razón en lo esencial: no vivimos en la era de la información, como tanto se cacarea, sino en la era de la opinión burda e irreflexiva. No creo que Kiko Veneno defienda al Sr. Bautista. Lo que se deduce de sus palabras es que la polémica sobre la SGAE ha sido desproporcionada (quizá porque fue el argumento que hacía falta para defender el ataque a los derechos de autor). El Sr. Veneno tiene todo el derecho a sostener su opinión sobre los derechos de autor porque sabe que es una de las mayores conquistas de los artistas cuyo trabajo ha sido tradicionalemente expoliado por todo el mundo sin que ellos vieran un duro, como se decía antes. ¿Alguien se ha puesto a pensar el gran favor que se le ha hecho a la derecha desde esas posturas supuestamentes vanguardistas? (que es lo que dice Veneno). Pues eso. Con respecto a su apreciación sobre los libros, no hace falta ser muy listo para darse cuenta que, lo que quiere decir es que hay que mirar la vida para saber cómo ésta se desarrolla, no basta con la literatura y en eso tiene razón. No implica eso un desprestigio para la literatura (ni una contradicción). No hay que ser muy listo para darse cuenta de ello (aunque quizá sí haya que tener alguna experiencia en esa vida de la que habla). Y sí, Steven Spilberg no le llega a Houston o a Hitchcock ni a la suela de los zapatos. No porque sea un mal director, sino porque es el paradigma de la cultura de lo supercicial y el entretenimiento para masas que hoy es la norma. Y así nos va. ¿Se entiende esto o también hay que explicarlo?
Muy buena entrevista, muy bien el entrevistado y muy bien, por fín, un comentario.
Hasta el gorro: mejor incluso que Kiko! olé!
Qué empanada arrastra este hombre en cuanto se sale un poco de sus cuatro cositas, de verdad. Poco aprovechable. La parte gráfica, eso sí, sobresaliente.
No he podido terminar de leer la entrevista, ¡menudo saco de sandeces!
Yo no diría sandeces, más bien «lugares comunes». Y sus comentarios sobre lo que ha ocurrido en la SGAE son de traca. A propósito: ¿alguien sabe qué coño es eso de «la cultura»?
Los mismos lugares comunes a los que siempre acude la «élite» cultural española como Almodóvar, Bardem etc. Qué peñazo de entrevista. Ya cuando se ha referido a AC/DC como “los Rolling Stones australianos, pero sonando más fuerte” me ha confirmado que en su estilo sabrá mucho pero si lo sacas de ahí se mueve como un elefante en una cacharrería. Y mejor obviemos la parte en la que justifica robar «porque eh una mizeria quillo».
Bueno, me ha podido la curiosidad y he conseguido terminar de leer la entrevista. En fin, declaraciones impropias de una persona a la que suponía culta y sabia.
Interesante entrevista. Se esté o no de acuerdo en según qué cosas con Kiko Veneno al menos tiene una actitud reflexiva e inteligente. Echo de menos comentarios sobre la evolución de la música española desde los 60 hasta ahora, aunque entonces daría para otra entrevista más. Sobre ese asunto habló hace poco más de un año en el estupendo ciclo de conferencias «La música contada», aunque no encuentro vídeo por ahí. Sí lo hay de otras conferencias.
Kiko ON FIRE
No entiendo el porqué de las críticas. ¿No te interesa? Pues no lo leas. Si Kiko Veneno hace bien lo suyo, que es componer y tocar, lo demás no importa. ¿O queremos que todo artista sea como Toni Cantó?
«No entiendo el porqué de las críticas». Tú nos criticas a todos (pero no a Kiko Veneno). «¿No te interesa? Pues no lo leas». Si lo leemos es porque nos interesa; otra cosa es que estemos de acuerdo. «Si Kiko Veneno hace bien lo suyo, que es componer y tocar (sic), lo demás no importa». Pues que se dedique a componer y tocar y no conceda entrevistas. «¿O queremos que todo artista sea como Toni Cantó?». No, nos conformamos con que diga algo coherente. Y que se salga alguna vez del guion. Eso sí: el entrevistador y Kiko se lo pasaron pipa. Se ve que hubo muy buen rollo.
Me he decepcionado un poco. Es un gran letrista, y lo seguiré escuchando siempre. Pero la entrevista me ha parecido caótica. Noto en varios entrevistados (sobre todo en España) una prisa por soltar titulares polítiqueros aunque la pregunta no vaya por ahí, cosa que no veo en Inglaterra, que agota.
Las referencias musicales están bien. También diré que conozco a unos cuantos españoles con muy buenos gustos musicales, que escuchan a Dylan, clase media todos. Que no todo el mundo es tonto, menos yo, vamos. Bastante vagas las reflexiones.
Por lo demas, forever Memphis Blues.
Y esa botella de vino en la mesilla?
(Kiko es grande; la entrevista…bastante caótica, muchas verdades, bastantes chorradas y demasiados lugares comunes e imprecisiones)
Todo muy respetable -¿cómo no respetar a alguien que menciona a la Creedence, a Janis o a los Sabbath de los ’70?- pero lo de la SGAE a mí sigue sin convencerme. Para criticar algo -en este caso la corrupción- lo primero es ser autocrítico, así que no hubiera sobrado una buena hostia al sr. Bautista por aquello de darle coherencia al resto del discurso.
Hay gente que hace música al margen de la SGAE y que tiene otra idea de lo que son los derechos de autor. Unos tendrán más talento que otros -eso ya, a juicio de cada cual- pero ni pretenden hacerle el trabajo sucio a la derecha ni tampoco pretenden ser alternativos. Símplemente hacen lo que les gusta y, curiosamente, la SGAE -que es una mafia apoyada por el poder- representa un obstáculo en el desarrollo de su actividad artística.
un músico metido a intelectual queda como un empanao ridículo. Músicos, por favor no deis entrevistas…
Y un consejo: para entrevistas conviene usar dos grabadoras simultáneas, ya estan bastante baratas (las dos con pilas nuevas, eso sí…) Tampoco estaría mal decir la marca y modelo de la que te dejó tirado, para evitarla
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Pensaba que Frankie Poison venía a hablar de música. Para leer la transcripción de un mitin hubiera ido a la sede de su partido, sea cual sea.
Deberíais colgar los vídeos. En las fotos, aunque se intuye por el discurso, no queda suficientemente claro que el Sr. veneno estaba cazando moscas mientras disparabais.
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Querido Kiko, enhorabuena por esta entrevista, enorme! Creo que me recordarás, soy Manolo Aguilar, el bajista de tu primer disco con CBS y por avatares del destino ahora miembro del consejo de direccion de la nueva SGAE. Gracias por tu valentía al tratar los temas que nos atañen, hay mucho camino por recorrer en nuestra profesión y mucho por enderezar, pero lo haremos si la gente como tú dices las cosas tan claras como tú. Un abrazo
«Avatares del destino». Qué cosas les pasan a los artistas, un buen día, y para su sorpresa, se levantan siendo consejeros de SGAE y, hala, a arreglar el mundo de la Cultura (así, con mayúscula). Porque, claro, «hay mucho camino por recorrer». ¿Han probado los consejeros de SGAE a tomar el camino de vuelta, es decir, recaudar y repartir, y dejar de pretender ser el Ministerio de Cultura bis?
Pues esperemos que la «nueva SGAE» se replantee su finalidad porque asociar cultura y este acrónimo es un delirio que no tiene ni piés ni cabeza.
En cuanto a Kiko afortunadamente (también para él que se lo lleva calentito), su música nos dice mas que sus opiniones particulares.
A veces suele ser más interesante y educativo que el artículo en cuestión los comentarios que se hacen de él. Y este de Kiko Veneno es uno de esos casos. No voy a entrar en sus valoraciones en el terreno musical porque desconozco ese mundo, pero me parecen muy acertadas e inteligentes sus opiniones sobre, desgraciadamente, la desorientación cultural y política que los ciudadanos del Estado español están sufriendo, Repito, SUFRIENDO. Existe una grave enfermedad por estas tierras que al igual que determinados cuadros médicos, los pacientes se niegan a reconocer que están enfermos.
No solo eso sino se en algunos casos, agudos, los pacientes se sienten como en un estado superior de salud, como quien ha descubierto el nirvana del conocimiento. Y desde la simpleza de su eruditísimo de…. de tertulia televisiva, se permiten criticar y desautorizar a alguien que, simplemente PIENSA por sí mismo, desligado de los circuitos del pensamiento único y manipulado
Cuando Sócrates dijo aquello de “solo sé que no sé nada” para desprecio de los “sabelotodo”, se refería a la relatividad del conocimiento. Cuanto más sabio es uno, más ignorante se transforma porque descubre amplios mundos desconocidos. Y se materializa la levedad del conocimiento humano.
Cuando he leído algunos comentarios desautorizando las reflexiones de Kiko Veneno en realidad solo estaban reafirmando esas consideraciones. Y también a Sócrates. Sobre lo triste que es que la ignorancia sea tan atrevida.
También hay otra frase conocida y que creo viene a cuento, relacionado con ciertas posicione “ideológicas” placenteras basadas en el pasotismo y la incultura. “Dame pan y llámame tonto” aunque ahora habría que añadir eso de “Dame futbol y llámame tonto “
Generalmente me da mucha pereza escribir un papiro para espresar mi criterio sobre algo; eso, suponiendo que tenga opinión formada sobre el tema, lo que es mucho suponer. En los últimos tiempos, prefiero leer todos los comentarios y adherirme al que comulgue más con mi punto de vista. Y en esta ocasión, beniezu, ha sido usted la persona escogida para otorgarle este privilegio. ¡Gracias por haber plasmado de forma inmejorable lo que yo venía pensando hacía un rato!
¡Dios mío, «espresar» en lugar de «expresar»! ¡Y nada menos que más de cinco años lleva ahí ese gazapo!
Es importante, importantísimo, haber leído a Ortega Y Gasset si se va a citar a Ortega y Gasset. Este señor habrá leído a Ortega o a Gasset. A Ortega y Gasset no.
Me gustan sus canciones sr. Veneno. Sin embargo sus opiniones son prescindibles. Recuérdelo para la próxima entrevista. Y lea, sobre todo lea.
Peligroso mensaje el que irradia el conjunto de la entrevista, la democracia, y en particular la española, tiene muchísimos errores, pero el compendio de ideas antisistema que emana el sevillano solo nos pueden llevar a un dictadura de hierro, concepto muy español, seguramente la aportación más importante de la filosofía política española. Lo único en lo que estoy de acuerdo con él, en lo de la Sgae, que. por cierto, chirría con la lógica de del pensamiento de kiko.
¿Sobre la Diputación e Sevilla no se habló? ¿O es que no forma parte del corrupto sistema partidista?
Bueno, el hombre ha dado su opinión de las cosas que le preocupan. Podemos estar o no de acuerdo, pero al fin y al cabo es lo que piensa y por lo menos se atreve a decirlo.
A mi personalmente me cae bien desde que hacía de Frankenstein en La Bola de Cristal, aunque conozco más bien poco de su trayectoria musical aparte del Échate un Cantecito etc…
Después de leerle veo que le va el rollo punki y no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dice, pero en una si: » lo más revolucionario que podemos hacer es NO VOTAR». Yo llevo a la práctica desde hace mucho.
Leyendo los comentarios te das cuenta de muchas cosas. Que la mayoría de ellos solo se queden con la parte en la que habla sobre la SGAE le da más la razón al entrevistado, el problema actual de España es la cultura. La gente se queda con lo superficial, con lo que no es importante. Hartos estamos de ver en los medios de comunicación debates que se prolongan semanas, y que acaparan toda la atención, desviandola y pasando por alto lo realmente importante y a nosotros nos dan por… pero aún así estamos contentos. Así que en vez de formar tanto revuelo con lo que Kiko Veneno diga o deje de decir de la SGAE y centraros en el fondo de la cuestión. No os engañeis
Leetelo que te va a gustar.
bbs
Coincido en que loscomentarios sobre la entrevista son mucho mejores que la propia entrevista. Lo de defender al tal Bautista porque sólo ha robado 8 millones de nada es descacharrante. El discurso político, infumable, incoherente y vacuo hasta el aburrimiento primero, desesperación después.
Respeto al Sr. Veneno como músico y letrista, como ejemplo de perseverancia y pundonor, pero hablando de fumar, creo que deberían de usarlo como ejemplo de los efectos devastadores en el cerebro de la inhalación de opiáceos a largo plazo.
Las fotos, muy chungas, como casi siempre.
Kiko es un hacedor de canciones solvente y hombre del siglo pasado, en sus referentes y en su pensamiento. Se queda a mitad de camino al abrazar el pensamiento oficial socialista respecto a la sgae (al gran Labordeta le colaron también que los que denunciaban a la sgae eran derechistas infiltrados) pobres, no entendieron nada.
Yo fui compañero de Kiko en los maristas de Triana de los 12 a los 16 años. Era un cachondo y guardo buen recuerdo de él. Después he coincido con él alguna q otra ocasión. No os tomeís muy a pecho sus comentarios,está de cachondeo casi todo el tiempo. Kiko no era ni es un erudito -el presumía de no haber leído completa ninguna novela y pocos directores de cine más debe conocer,aparte de los citados. En nuestra época la cultura y hablar de po lítica era cosa
ffundamentalmente de empollones,repipis o integrados y no de los que,como Kiko,solo pensaban en pasárselo bien tomando copa y de guitarreo con los amigos. Ya se juntaba con Rafa y Raimundo Amador,así que imaginaros: mucha priva,mucho polen y mucha guasa…de leer y estudiar poquito.
Una pequeña entrevista concedida por Kiko Veneno hace un par de días http://san.froi.land/entrevista-kiko-veneno-san-froilan-2015/