Andrés Rábago (Madrid, 1947) conocido como “El Roto”, seudónimo con el que firma actualmente y al que le han precedido otros en su larga carrera como dibujante satírico —como él mismo determina que es la forma más ajustada de definir su labor— publica a diario en El País sus viñetas, dardos de trazo preciso y austero en los que comprime reflexiones sobre la actualidad. Nos recibió a primera hora de la mañana en su estudio de Madrid interrumpiendo la elaboración de la viñeta que publicaría el periódico al día siguiente. El esbozo de una corona real sobre su mesa de trabajo acompañó nuestra conversación.
En algún momento ha definido a la monarquía como un trastorno hereditario. ¿Cree que se verá afectada la institución por el llamado “Caso Urdangarín”?
Yo creo que esto va a afectar gravemente a la monarquía. Justamente el dibujo de mañana trata de eso: si la corona pierde la forma se convierte en un mero metal. Las formas son muy importantes en estos temas. De hecho, la monarquía básicamente es una forma; si la pierde, desaparece. Me parece muy grave y no es una cosa a tomar a la ligera, el hecho de que haya no sé si llamarlo “un ladrón” en la familia es algo enormemente grave. Espero que tomen medidas y que esto se corte radicalmente pero si no, ya veremos qué pasa.
Acaba de publicar “Viñetas para una crisis”, una recopilación de ilustraciones sobre la situación económica en la que muestra una gran intuición en cuanto a su evolución.
No es tanto intuición como información. Estaba todo ahí, yo lo único que hacía era apuntar a lo que iba a ocurrir. El dibujante satírico no es un profeta, es un observador, y por lo tanto lo que hace es simplemente ver las cosas lo más distanciadamente posible y dejar constancia de eso que ve, sin planteamientos personales de intereses. Es un observador neutro, pero evidentemente hay un trasfondo de pensamiento personal en todo lo que se hace y eso es lo que puede definir la diferencia entre unos y otros dibujantes.
En el prólogo dice: “Todos hemos participado en la creación del monstruo económico, pero nada nos impide restaurar la cordura”. ¿Es usted optimista?
Sí. Solamente hay que observar cómo han sido los procesos históricos anteriores para saber que la vida continúa. Es una situación muy puntual y saldremos por otro lado o de otra forma, probablemente haya transformaciones radicales de las formas de vida, pero eso no significa que no siga habiendo vida. Es posible que lo que haya sea un declive de la cultura occidental, que en realidad se ha convertido en un sistema financiero. Retomar la esencia de la cultura y abandonar ese territorio puramente economicista es esencial.
¿Es ese el papel que tenemos cada uno de nosotros?
Los papeles atribuidos a cada persona son mucho más amplios. Cada persona es responsable de la creación de la realidad en la que vive si lo miramos desde un punto de vista más profundo, más interno. Desde un punto de vista externo, entramos en los poderes digamos exteriores a nosotros, pero creo que cada persona tiene el poder de construir su propia realidad y por lo tanto la responsabilidad individual es muy grande.
Durante los primeros días de las manifestaciones y acampadas del 15M publicó una viñeta con el texto «los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron » que se convertiría en un símbolo. ¿Qué opinión tiene de la evolución de este movimiento?
No sigo de cerca el movimiento, la verdad es que ignoro la situación en la que está actualmente, pero sí que ha sido un reflejo de una vitalidad social que parecía que no existía y eso es lo que me ha hecho creer que habrá reacciones más conscientes o más fuertes a lo que se nos está presentando. Creo que tendrán que enfocar la realidad social desde otro ámbito y probablemente tendrán que crear o recrear una nueva civilización, una nueva cultura. Vamos a ver lo que da de sí.
Se acaba de detener la aprobación de la llamada Ley Sinde, quedando pendiente para un fututo la ratificación de un reglamento sobre derechos de autor. ¿Qué opinión tiene sobre esta ley?
No he leído en profundidad la ley Sinde, solamente de forma muy superficial lo que figura en la prensa. Soy partidario de la defensa de los derechos de creación y estoy en contra de su apropiación por parte, no de los internautas, pero sí de los que están controlando el sistema, que se apropian de la creación ajena para incrustar en ella su publicidad y sus negocios. Porque en el fondo de lo que se trata es de que todo sea gratis menos lo que ellos nos venden y eso me parece profundamente deshonesto.
Usted forma parte de la historia gráfica de España, ¿cómo ha evolucionado?
De lo que hayan hecho los demás no sé mucho. De mi propia trayectoria, he ido desenvolviéndome dentro de lo que ha sido la historia de mi entorno. En momentos en los que la situación era más cerrada, durante la dictadura y la transición, el lenguaje adoptado era un lenguaje apropiado para esa situación; en la época de la democratización y apertura, adopté un lenguaje que también parecía conveniente a esa nueva situación. Digamos que he ido acompañando la realidad social, adecuándome en cada momento a lo que podía ser útil para la comunicación, porque hay que tener en cuenta que lo que yo busco siempre es una posibilidad de comunicación. Mi trabajo no busca un brillo propio, sino que siempre intenta ser útil socialmente.
¿Qué nos puede contar de sus inicios compartiendo publicación con Perich o Chumy Chúmez?
Fueron unos momentos muy interesantes. Creo que la sátira en aquellos momentos era socialmente muy útil y revistas como Hermano Lobo o Por favor o, ya más serias, como Triunfo o Cuadernos para el Diálogo, en las que participé, fueron revistas que tuvieron gran influencia en el desarrollo político español.
¿Cómo se explica que Perich sea prácticamente un desconocido en la actualidad?
Creo que hay un factor de olvido propio en España, es un país que olvida demasiado rápidamente a los creadores o a la gente que ha hecho algo. Pero hay un factor secundario que creo que también permite que eso se produzca y es que el dibujo, si no tiene un componente plástico fuerte, tiende a resultar evanescente, va perdiendo fuerza. Para atravesar el tiempo, y nos lo ha demostrado la historia de la sátira, es necesario que el dibujo tenga un componente artístico de notable calidad. Por donde primero muere una viñeta es por el texto y lo que más se mantiene es el dibujo. Y en el caso de Perich y de muchos otros el dibujo era demasiado frágil como para poder atravesar el tiempo. Creo que este es un factor también a tener en cuenta.
¿Ha sentido en algún momento el ejercicio de la censura?
En el tema de la censura creo que hay algo más de mito, al menos en lo que a mí respecta, que de verdad. Sí que hay temas donde he encontrado alguna dificultad, pero por lo general realmente siempre he sido libre tanto para poder elegir los temas como para desarrollarlos de la manera que he querido. No me siento en absoluto presionado por la censura.
¿Y por la corrección política?
Eso ya es más difícil: saber qué es la corrección política. La corrección política es más o menos la corriente dominante de pensamiento. Cuando trabajas en esto te das cuenta de la dificultad que entraña moverte en direcciones distintas a la corriente de opinión. Es una corriente que tiene una visibilidad y es duro nadar en su contra. Más bien hay que aprovechar las corrientes para moverte en la dirección que tú quieres sin un esfuerzo digamos gratuito, sin una pérdida de energía innecesaria. Hay que saber qué es útil en cada momento y determinar qué cosas, que no van a ser ni escuchadas, son innecesarias. Creo que hay que buscar las fisuras del sistema, los lugares por donde puedes colar tu información, tus ideas, tu pensamiento; más que ir en bloque contra un muro que no se va a derribar.
¿Siempre da su opinión en sus viñetas o en alguna ocasión ha soltado a propósito algún exabrupto para incomodar?
No. No es mi estilo. Mi estilo procura ser reflexivo y educado
Seguro que en algún momento le han echado en cara el dibujar estereotipos.
Nos movemos dentro de un lenguaje de códigos y dentro de ese lenguaje de códigos hay figuras. Lo que a mí no me interesa son los individuos concretos que representan esas figuras. Si dibujo banqueros no dibujo a un banquero concreto, no dibujo a Botín ni a ningún otro. No me interesan esos personajes porque cambian. No me interesa el gobernante de turno, por eso no hago caricatura, hago sátira social, porque los Zapateros se olvidan pero los gobernantes permanecen. Por eso me interesa más la figura como arquetipo que el individuo que en un momento determinado la encarne.
Es por eso que los personajes de sus viñetas tienen los rostros desdibujados, gafas de sol, están de espaldas…
Para evitar una identidad concreta de los individuos, porque representan de algún modo el hombre común.
¿Podría mantenerse alejado de un lápiz durante un período prolongado?
Es difícil, porque es algo connatural, que está en mí, y si no es un lápiz es un pincel o cualquier otro medio gráfico. A partir de un cierto tiempo lo echo en falta y necesito volver a él. Es un medio de expresión natural.
Los textos de sus viñetas son muy valorados. ¿Es inseparable su faceta de guionista de la de dibujante?
Sí, creo que el dibujo sin el texto es poco y el texto sin el dibujo es aún menos. La combinación de texto y dibujo es lo que da ese resultado. Pienso que el dibujo satírico es un medio bastante rico en el sentido de que combina elementos provenientes de distintos ámbitos, tanto del pensamiento como de la plástica, y esa conjunción si está bien realizada puede ser bastante bella.
En la actualidad cada vez cobra más relevancia la brevedad y la contundencia del mensaje propio de la viñeta.
Es verdad que el lenguaje actual tiene tendencia hacia el lenguaje de la viñeta —no el lenguaje de la viñeta al lenguaje actual, la viñeta siempre ha sido de textos cortos—. Esto en cierta forma no deja de ser empobrecedor, porque el sistema de pensamiento más profundo, de más densidad, se está perdiendo, y eso es grave. Que esto se convierta en una forma de pensar no es un indicativo de salud mental, sino de cierto encogimiento de la capacidad de reflexión del hombre actual.
Vamos a hablar de algunos elementos constantes de sus viñetas y de cómo interpretarlos:
En muchas de sus viñetas los animales se humanizan, hablan, razonan, frente a un ser humano mudo.
Es una constante en la sátira clásica la humanización de los animales, desde la época de las fábulas. En mi caso concreto también he humanizado —les he dado verbo— a plantas, ríos, edificios… ¿Por qué? Porque creo que todo aquello que tiene relación con el hombre se humaniza. El proceso de humanización de la realidad no sé si es algo que nosotros nos hemos impuesto o es algo que nuestra propia sustancia propicia.
¿Se declara antitaurino?
Sí, naturalmente. No solo antitaurino, en general estoy en contra de toda crueldad innecesaria. Toda crueldad innecesaria debe ser abordada como algo a eliminar. Tanto en el caso de los toros como de otras formas de crueldad.
Un elemento también muy presente es la ventana, la idea de mirar por la ventana. ¿Qué simboliza? ¿Tomar conciencia de la realidad?
Sí, básicamente es eso. Nosotros miramos a través de las ventanas de nuestros ojos, por lo tanto cualquier otro símbolo representa esa ventana por la que miramos esa realidad. Yendo un poquito más allá: esa pérdida de visión de la realidad de lo que está pasando, esa ventana falsa que se nos ha impuesto o que hemos aceptado voluntariamente que es la televisión, creo que es uno de los elementos más perturbadores de la realidad en la que vivimos.
Gran parte de la población se informa a través de ese medio.
Es un hecho de una enorme gravedad. La televisión no informa. La televisión es un elemento del sistema para perpetuarse. Creo que la televisión debe ser extirpada de nuestras casas lo más radicalmente posible.
Utiliza preferentemente el negro sobre blanco, casi siempre prescinde del color. ¿Con qué finalidad expresiva?
Tanto en el dibujo como en el texto busco la síntesis y la máxima expresividad con el mínimo de elementos. Mi forma de trabajar no es nada barroca en ese aspecto. Y el uso del color procuro que sea el mínimo necesario. Vivimos en una época de excesivas posibilidades técnicas y eso hace que haya una sobresaturación tanto de imágenes como de colores. Yo busco esa austeridad, esa ascesis dentro de mi lenguaje para evitar en lo posible esa saturación que embota los sentidos. La austeridad creo que es útil en todos los casos, también en el caso de la plástica.
¿Qué técnica emplea?
Es una técnica mixta. Uso tanto tintas y acuarelas como rotuladores, lápices grasos… Son elementos bastante sencillos.
No parece que su estética se haya visto influida por el tratamiento digital, ¿por principios o por desidia?
Por rechazo a una tecnificación excesiva de los elementos que utilizamos. Desde mi punto de vista los elementos más sencillos son los más eficaces y también los que tienen mayor perdurabilidad, porque los elementos técnicos varían mucho con el tiempo y someten el trabajo a la época en que esos elementos tuvieron interés. Hoy en día cuando vemos trabajos de los años 70 cuando se utilizaban aquellas plantillas de Letraset, rápidamente han quedado obsoletos. Cuanto más sencillos y más inmediatos sean los elementos que utilizas más posibilidades tiene de atravesar el tiempo. Y no olvidemos que el lenguaje plástico es un lenguaje pensado para atravesar el tiempo. Es su mejor indicativo.
¿Está reñido con la informática?
Me parece un territorio útil y a la vez peligroso. Es útil porque nos permite comunicarnos rápidamente con lugares alejados y permite también la información rápida, pero también hace que toda esa comunicación y esa información sean más superficiales. Hay que buscar ese equilibrio entre una aparente información confusa y una lectura más profunda y más sosegada.
Entonces prefiere el papel a las publicaciones digitales.
Siempre he preferido el papel por una cuestión que creo que puede entenderse, y es que para mí el papel es un documento, mientras que en Internet, desde mi punto de vista, no existe el documento. Y cuando lo que queremos es que existan documentos para poder verificar las cosas, para poder asegurarnos de que no nos van a cambiar los hechos, creo que los documentos atestiguan mucho más eficazmente ese hecho que los medios digitales. Aun así creo que son complementarios, no rechazo la información por medios digitales, pero creo que debe darse una forma más concreta. También creo que Internet todavía no ha encontrado su ser, es posible que cuando lo encuentre podamos hablar de una cosa distinta a lo que tenemos ahora: un batiburrillo de elementos dispares donde no hay cómo aclararse.
Sin embargo, tiene la ventaja de la inmediatez.
Depende, porque hay cosas que conviene saberlas de forma inmediata, por ejemplo si se acerca un tsunami, pero hay otras cosas que no hace falta que sean tan rápidas. Hay un exceso de creer que lo inmediato es valioso; no necesariamente. Las cosas tienen su tiempo y nosotros estamos acelerando innecesariamente ese tiempo. De hecho, podemos acabar con el tiempo con ese aceleramiento.
¿Qué periódicos lee para mantenerse informado?
Procuro leer mi periódico, lógicamente, y luego suelo comprar otro más para contrastar. Sobre todo porque me gustan mucho las imágenes, utilizo mucho las imágenes de los propios periódicos, porque no me informo en Internet ni en la televisión ni en la radio; a lo mejor escucho un poco por la mañana temprano por si ha pasado algo grave y luego ya me olvido, y la televisión ni verla. Busco información contrastada, pero también me interesa mucho la fotografía en prensa. Es muy valiosa, aunque se está degradando bastante. No se está valorando lo suficiente la fotografía. A mí me interesa la fotografía de prensa, no me interesa la fotografía artística —esto es una cuestión personal, pienso que para eso ya está la pintura que es inmensamente más rica— pero sí el fotoperiodismo, y se está devaluando. Hay fotos bastante anodinas en los periódicos que no tienen sentido cuando se podrían utilizar fotografías mucho más ricas. Se utiliza mucho archivo y fotógrafos que a lo mejor no son buenos profesionales. Hacen falta buenos profesionales, el fotógrafo de prensa no es un cualquiera, es un tipo muy importante.
¿Cómo cree que están de salud los medios de información?
Bastante mal como creo que es evidente, por razones técnicas que todos conocemos. Pero además creo que hay una ausencia de profundidad de los que escriben en prensa. Creo que no se recurre lo suficiente a gente que tenga cosas importantes que decir y se echa mano demasiado de escritores o de formas de periodismo superficiales. El periodismo para salvarse ha de ir a niveles de mucha mayor densidad de pensamiento y de calidad en la escritura.
Su obra pictórica es su faceta menos conocida y no sé si será su mayor pasión o lo es el dibujo, ¿qué niveles de expresión adjudica a cada uno?
No es una mayor pasión, en los dos territorios dedico el mismo esfuerzo, pero es cierto que en la pintura tengo mayores dificultades porque es mucho más difícil, más compleja, y sobre todo porque me muevo en distintos estratos de lo real, mientras que el dibujo trata digamos de una realidad más inmediata, más aparente; en la pintura intento indicar que esta realidad aparente no es la única realidad sino que hay una realidad que está más allá de esta superficie. Esto es algo que el hombre occidental ha perdido, hemos perdido esa conexión con estratos que están en nosotros pero que hemos olvidado. Y esa superficialidad del hombre occidental moderno nos está perjudicando, la recuperación de la hondura en cada uno de nosotros es algo que también debe darse y eso resulta mucho más difícil de expresar, porque casi hemos perdido la sensibilidad para conectar con esas otras zonas de nuestro propio ser.
¿Lee cómics?
Pues la verdad es que nunca he leído cómics, aunque he visto cómics magníficos, pero no es un terreno que me haya interesado creo que por una razón: me parece un esfuerzo excesivo el seguir una historia a lo largo de distintas viñetas y, aunque plásticamente hay cosas hermosísimas, no soy lector de cómics.
¿Cuáles son sus dibujantes de viñeta favoritos?
Tiendo siempre hacia lo clásico. Los maestros siempre están antes que nosotros, es difícil que veamos maestros en nuestras generaciones porque estamos demasiado próximos a ellos. Prefiero siempre ubicarme dentro de los antiguos grandes dibujantes que tanta admiración me siguen suscitando. Tanto los ingleses la escuela inglesa de Hogarth y su compañía como la escuela francesa con Daumier o la escuela alemana de Grozs. Las tres grandes escuelas europeas, la inglesa, la francesa y la alemana, siguen siendo para mí los arquetipos del dibujo satírico. En España tenemos a Goya como nuestro gran representante y el siguiente fue Solana dentro de eso que yo llamo la sátira gráfica.
Ya para despedirnos: ¿vendería los derechos de alguna de sus viñetas para que aparecieran en prendas de, por ejemplo, el imperio Inditex?
Ni a Inditex ni a ningún otro. Cuando me han pedido permiso para poner alguna viñeta en camisetas siempre he dicho que no, porque no son el medio para el que están pensadas. Creo que los dibujos están pensados para la prensa, después no sabes qué pasa con ellos, pero al menos en lo posible y en lo que a mí respecta procuro que no salgan de aquello para lo que fueron creados; después naturalmente salen en blogs o en sitios; si es una cosa personal no me importa, pero si es algo que yo no controlo prefiero que no aparezcan. Creo que la difusión en el periódico ya es lo suficientemente amplia como para querer abarcar más espacio. Estoy muy contento con el territorio en el que puedo moverme y no necesito más imperios.
Pingback: El Roto: “La televisión debe ser extirpada de nuestras casas lo más radicalmente posible”
‘No solo antitaurino, en general estoy en contra de toda crueldad innecesaria.’
Vaya por delante que no soy especialmente aficionado a los toros. ¿Qué considera usted necesario? ¿Y crueldad?. ¿Es ‘necesario’ el foie? ¿El atún de almadraba? ¿Comerse a las terneras o cochinillos sin destetar casi? De todas maneras, donde usted, o incluso yo, vemos crueldad otros quizás no la vean. Discutible su argumento cuando menos.
Respecto a la televisión no puedo estar más en desacuerdo. El problema no es la TV y eso de ‘el sistema’ queda muy bonito como slogan y poco más. Primero, es cuestión de saber usar la herramienta, como todas. Incluido el papel. Y segundo, uno también es muy libre de usarla mal, o a lo que otra vez usted y yo podemos definir como mal uso y no serlo necesariamente. De todas formas, equivocarse también es parte de la libertad. Prefiero que la gente se equivoque a que los supuestos ilustrados la lleven de la manita.
Coincido en la preferencia por el papel…los dioses no permitan que vea un mundo sin libros ‘físicos’ y sin periódicos en los kioskos.
La televisión no es una herramienta, no se puede usar, no se puede crear nada con ella, sólo se puede consumir, se puede elegir qué consumir, podría servir para aumentar el conocmiento o la cultura, pero cuando la oferta es mierda, sólo se puede consumir mierda. La televisión es en todo caso una herramienta en manos del que la difunde y hoy en día es una herramienta de alienación e intoxicación.
Utiliza usted la misma línea argumental de aquellos que creen estar en lo cierto y gustan de mirar por encima del hombro.
El Roto hace una mención a una cuestión y, como usted no ha oído mencionar otras cuestiones que considera similares, piensa que es algo incoherente y muestra su desacuerdo rotundo con una intención de desacreditar. Ha ido más lejos que la entrevista sin tener ningún documento que corrobore lo que ha ideado, motivo por el cual su argumentación no puede ser válida.
Ha confundido la «televisión» como medio informativo con el «televisor» («papel» no es lo mismo que «prensa escrita»). Esto ya me molesta: no conozco ninguna herramienta que haga cualquier trabajo sin mi interacción y bajo mi control. La televisión no es interactiva, motivo por el cual el simple acto de recibir información no es interactivo. Demandar información sí lo es, pero eso no es posible en la prensa de ningún tipo (incluso en Internet, ya que se publica la información que el autor quiere, mientras que el receptor no puede pasar de la sugerencia).
Si es Ud especialmente aficionado a los toros, es especialmente un salvaje. Puede comprenderse una fascinación estética por la cosa taurina, pero ya es hora de civilizarse.
De verdad no encuentra la diferencia entre matar por dar un show y matar para alimentar???, porque soy prácticamente vegetariana, pero veo la diferencia claramente!!!
la ignorancia es lo que hace que Perich no sea un icono de la crítica satírica.
magnífica
no sonríe mucho este hombre admirable.
Está la cosa para poca risa….alternativa revolution!!
Que se cometan otras barbaridades como la que se hacen con los gansos para conseguir el foie no minimiza la crueldad con los toros en los ruedos y en las fiestas de los pueblos, menos aun cuando se hace de esta un entretenimiento o un espectáculo. Quien no vea crueldad alli esta ciego o es insensible al dolor de los animales. Otra cosa es que le busque otras connotaciones que según quien puedan justificarla. En eso estoy con el Roto. Con lo de suprimir la TV me parece que exagera para provocar. En sus viñetas generalmente propone poco sobre todos los temas que tanto critica.
¿Entonces el problema es que haya gente que vaya a verlo? ¿Que haya gente que ve algo que usted no? ¿Evitarnos el ‘espectáculo’ de la muerte? Porque supongo que coincidiremos en que los aficionados a los toros no son psicópatas sedientos de sangre ni a los que nos gusta el foie gras vamos arrancando ojos a los gatitos por sport. El ser humano hace muchas cosas ‘innecesarias’ simplemente por satisfacer aspectos de nuestra existencia que van más allá de lo puramente animal.
¿Alguien me prohibiría ir a ver como se despacha fría y mecánicamente a los cerdos o los pollos en un matadero? Ya que hablamos de insensibilidad o de falta de empatía con los animales, si yo fuera uno y pudiera elegir no dude usted que yo elegiría morir en la plaza pudiendo llevarme a uno por delante. Si leo a El Roto decir que está en contra de la ganadería industrial, no haré comparaciones. Entonces me limitaré a esperar que nos de ideas para alimentar a 7.000 millones de humanos.
Un saludo.
Humildemente pienso que la rigidez mental es un mal de las masas…. El común de la población nunca se ha sentado a discernir sobre el funcionamiento de la estructura social que existe tras bambalinas, asi es muy difícil decir que las cosas son el uso que se hace con ellas, porque partimos de una clara desventaja en cuanto al conocimiento de las reglas del juego, y eso hace mas manipulables a las personas. De mas esta decir que los dueños de medios lo saben.
No se limite a esperar esas ideas, puede usted buscarlas, y verá que la ganaderia industrial es totalmente innecesaria para alimentar a la humanidad. Es un lujo, un capricho. El 80% de los cereales del mundo sabe usted quien se los come? Las vacas, los cerdos, gallinas, etc. Solo que se repartieran esos cereales para el consumo humano, desapareceria la hambruna en el mundo. Por cada kg de carne vacuna, se han necesitado antes 16kg de cereales…
Ya no vivimos en la prehistoria, dejemos de comer animales. Actualmente no viven en granjitas bucólicas, sinó que estan esclavizados, torturados dentro de naves industriales. Son un ‘producto’ más. La cuestión es que hoy en dia hay alternativas, no necesitamos comer animales para sobrevivir. De hecho, es mucho mejor para la salud no comerselos..
Un cambio de conciencia global pasa necesariamente por un respeto total ante los seres de nuestro planeta! Si continuamos alimentandonos literalmente de sangre y crueldad.. como pretendremos erradicar la violencia y maldad del ser humano?
creo que desconoces la ganaderia, como muchos de los que opinan que cuando les piden que dibujen un pollo ya te lo dan desplumado y sin cabeza, desde luego no es lo mismo criarlos en un corral a una granja, pero de lo contrario salvo los ricos y quien se los criara no podrian probar bocao. pero de ahi a decir que son torturados y dentro de naves industriales hay un abismo y demuestra un total desconocimiento y ganas de ofender por ofender, en cuanto al tema vegetariano… deverian estos hacerse una pregunta ¿por que las plantas invierten recursos en sistemas de defensa,,,espinas, pelos urticantes, olores repelentes, sabores desagradables, venenos, si no fueran en algun modo conscientes del dolor y por lo tanto asociarlo al peligro y a la necesidad de protección?
Cuánta razón tiene
El problema que tiene “El Roto” es el mismo que tienen todos los que hacen zapping y no son selectivos a la ahora de ver la tele.
Si miras tve2 la tele no te parecerá una mierda, si te paseas por los otros canales la tele te parecerá una mierda.
Pingback: Texto casi Diario: María Pilar Clau & Mariano Gistaín » El Roro: no a la tv
La corona no ha perdido sus formas, se le ha colado alguien que ha tenido una vida de plebeyo y que no se acopló a la sencilla vida de palacio de vivir sin contar el dinero. De los errores de casar a las princesas por amor también se aprende; la próxima vez, que el plebeyo no pase a duque, sino que siga siendo plebeyo – y serán las princesas las que tengan los pantalones en casa. Así no habría habido problemas.
Debe ser eso, señor Dato Ruiz, debe ser que la monarquía siempre, siempre,siempre se ha destacado por su honestidad intachable y su transparencia a la hora de presentar los números…
Todo depende del uso. como siempre. Si se ve solamente fútbol (masculino, evidentemente), sólo deportes (masculinos, evidentemente) y programas llamados del corazón, sin añadir ningún horizonte cultural más. Es evidente que puede ser bastante dañina. Entonces la alienación es completa, perdiendo la perspectiva y siendo presa fácil de la manipulación social.
Estimado Luis: otras formas de alimentar a tantos millones de humanos existen, otra cosa es que no interesen a ciertos sectores o supongan un cambio cultural. El problema vendría precisamente cuando esos millones se hayan multiplicado por dos, si todos quisieran foie.
Seguramente tenga usted razón en que haya otras formas, pero si esas formas implican perder de vista ciertos placeres ‘innecesarios’ conmigo que no cuenten. Me parece una postura un poco demagógica sin animo de ofender. Exagerando y llevando mi razonamiento al extremo le diría que podemos acabar todos viviendo como las hormigas, sin ninguna concesión al placer o a lo ‘espiritual’ en aras de no entiendo muy bien que llamada a la armonía con la Naturaleza. Naturaleza que por cierto es lo menos sensible que hay.
Sobre la televisión, me pregunto que diferencia hay entre el Super Pop o el Pronto con el Sálvame. ¿Qué hacemos, nos cargamos las imprentas también?
Un saludo.
Hay alternativas sr.Luis, no solo para alimentarse por la supervivencia, sinó también a nivel hedonista. Un servidor no come animales, y le aseguro que se disfruta enormemente tanto cocinando como comiendo. El problema és más cuestión de hábitos, comodidad y tradición, no de ausencia de placer o sabor.
Si el rasgo diferencial humano frente al resto de animales es el «derecho» auto-otorgado de poder esclavizarlos y torturarlos a nuestra voluntad y placer…. mal vamos, casi preferiria ser una hormiga.
Yo, soy feliz sin ver la tele. Y cuando la enchufo solo es para ver lo que más me entretiene. MARUJEOS. Siendo consciente de lo que son. Los informativos, no informan. Focalizan el pesimismo de la gente en los temas que interesan a dios sabe quien. A mi el rey me cae bien. Toda su corte no.
Pingback: El Roto: “Creo que la televisión debe ser extirpada de nuestras casas lo más radicalmente posible”. « Iniciativa Debate Público
Pingback: Oclocracia o Gobierno de los demagogos. « Mi Vertedero de Sensaciones.
Las monarquias son un insulto a la humanidad, sencillamente algo a erradicar en nuestra historia, como los toros.
Pingback: El Roto: sátira inteligente « NON SERVIAM
Gracias por producirme un civismo desenfrenado. Signifique lo que signifique.
Algo tiene la televisión cuando los peores programas son precisamente los que se hacen exprofeso para la TV. Una película, un partido de tenis, la retransmisión de cualquier acto no suelen ser malos programas (mejor sin voz); un debate, un reality, un telediario suelen ser espantosos. Pero rechazar The wire, El ala oeste de la casa blanca o Los Soprano me parece una boutade de adolescente que, por ser El Roto, disculpo.
El Roto entra en una profunda contradicción personal. No se puede proponer crear lecturas más densas en periodismo, y al mismo tiempo decir sobre el Cómic que «me parece un esfuerzo excesivo el seguir una historia a lo largo de distintas viñetas «. Es un contrasentido.
Nada tiene que ver un artículo (con un par de fotos) con un comic o novela gráfica.
Los comics, en general, se quedan muy lejos de las novelas a la hora de contar una historia.
Creo que las viñetas o tiras cortas son muchísimo más efectivas.
Pingback: Viñetas para una crisis | Lo bloc
¿Qué es el peronismo?
Lo aprendes mirando las viñetas que dibuja El Roto cuando le duele el mundo.
Pingback: Jot Down Cultural Magazine | Enrique Meneses: “El futuro son los bloggers”
Pingback: Jot Down Cultural Magazine | Juan Luis Cebrián: “La crisis de la prensa, al igual que la financiera, no es una crisis: es un cambio de paradigma”
Dice cosas inteligentísimas y después algunas tonterías (Es difícil leer cómics ¿Será sarcasmo?) Desde luego, es evidente que la edad condiciona la visión del mundo. En fin, una entrevista muy humana.
«Soy partidario de la defensa de los derechos de creación y estoy en contra de su apropiación por parte, no de los internautas, pero sí de los que están controlando el sistema, que se apropian de la creación ajena para incrustar en ella su publicidad y sus negocios». No solo sus viñetas, sino también sus palabras son capaces de sintetizar a la perfección lo que muchos opinamos. ¡Enhorabuena por otra gran entrevista!
Si el pueblo quiere ser controlado porque es un «placer» más que necesita, necesario o innecesario, sin entrar en que placer es más o menos artiificio de la mente humana, déjenles ser controlados…. Después de todo si se dejan controlar es porque ese rasgo, es una representacion de la naturaleza humana también, al menos en este momento.. digamos real (supestamente obligación de leyes externas al hombre) no artificial (Autoimpuestas por el hombre), si quieren verlo en ese modo algo impreciso.
Claro que siempre hay alternativas… Pero no será ninguna de las que decís aquí por el hecho de decirlas sin más.
Pingback: LA TELEVISIÓN DEBE SER EXTIRPADA DE NUESTRAS CASAS – El Roto | Desgobierno de Chile
Pingback: Jot Down Magazine: Especial Primer Aniversario | La playa de Madrid